Versos Breves Sobre Hormiguitas

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2. DOS HORMIGUITAS AMIGAS

Dos hormiguitas estaban

hablando una mañana

mientras iban al trabajo

allí en el campo de cañas.

―Yo seguro que más puedo

portar hoy más comida

te gano y llego primero

porque soy más atrevida.

»Voy a coger aquí cerca

de ese grano que antes vi

y no temo ni a esa agua

ni el saltamontes de allí.

La otra que era prudente

la dijo, ―¡Ten precaución!

lo importante es la vida

y no el valor de la acción.

―Cobarde es lo que eres

porque tú no te atreves

a hacer lo que yo hago

y me dices que espere.

―Yo no te he dicho eso

sólo te he dicho cuidado

la vida en un instante

puede irse a otro lado.

Hablando así llegaron

al lugar de la comida

y antes de darse cuenta

ya pensaban repartirla.

El grano estaba allí

muy gordito y reluciente

diciendo, ―¡Cómeme a mí!,

―y eso era indecente.

Era una provocación

lo que tenían enfrente

no lo pudo soportar

esto era diferente.

A mano estaba todo

el montoncito del grano

así de ese modo

no lo había visto en verano.

Fue a coger el primero

el grano que había allí

y no vio al granjero

que miraba él así.

Vigilando la cosecha

el hombre guardia hacía

pues ya estaba cansado

el grano desaparecía.

Para evitar que los granos

como otras veces volarán

él se puso allí en guardia

y a las hormigas pillaba.

Con el pie las fue a pisar

la prudente eso vio

y corriendo a la otra

de un empujón la quitó.

El susto la dejó muda

la vida le había salvado

se irían las dos juntitas

a comer a otro lado.

La prudente la decía

―Siempre tienes que mirar

no te lances enseguida

problemas vas a encontrar.

»Siempre que busques comida

vete tú acompañada

te puede salvar la vida

―por experiencia le hablaba.

AMOR

3. LA HORMIGUITA VOLADORA

Una cosa vi un día

¡Qué raro me pareció!

una hormiguita volando

que en mi mesa se posó.

Era la puesta de sol

de un día primaveral

yo estaba en mi terraza

acababa de llegar.

Sentándome ya estaba

a punto de comenzar

mi tarea de ese día

cuando se vino a posar.

Con el boli y el papel

y me pilló de sorpresa

te cuento el encuentro aquel

allí fue sobre mi mesa.

―Me he enterado de que tú escribes

alguien me lo ha contado

y también puedes tú hablar

así me lo han indicado.

»Yo tengo algo que sé

y que te quiero decir

para que tú lo escribas

y lo puedas transmitir.

Yo atiento no creía

lo que acababa de oír

parece que ella venía

dispuesta a hablarme a mí.

Se subió en el cuaderno

y dijo en un momento

―¡Ponte rápido aquí

a escribir lo que te cuento!

Yo lo hago encantada

siempre me gusta saber

todo lo que alguien cuenta

y así lo puedo poner.

―Voy a contarte mi vida

por si puede interesar

a alguien que aquí la lea

ahora la voy a contar.

»Nací con muchas hermanas

allí muy lejos, muy hondo

en un lugar especial

dentro del monte, en el fondo.

»Bajo tierra subsistimos

mientras chiquitas estamos

luego un día dicen

“¡Fuera!”, y a fuera todas vamos.

»En fila no nos perdemos

y vamos a trabajar

la comida que buscamos

la tenemos que encontrar.

»Después volvemos a casa

y andamos sin parar

nos llevamos la comida

para allí poder guardar.

»Trasportamos mucho peso

demasiado diría yo

por eso me pasó eso

que ahora aquí te cuento yo.

»Me rompí una patita

por traer algo mayor

¡pesaba, cómo pesaba!

y por eso me pasó.

»Me tuve que quedar fuera

no me podía mover

y para mayor desgracia

de pronto empezó a llover.

»Allí me encontraba yo

cojita, sola, mojada

cuando de pronto pasó

a mí me pareció un hada.

»Volando venía ligero

a mi lado se posó

yo no podía creerlo

como ella era yo.

»Una hermana que venía

al rescate acudía ella

pero las alas traían

a mí me pareció bella.

―¡Yo quiero unas!”

le dije, ―Te las tienes que ganar

―me dijo en ese instante

cuando dejó de volar.

―¿Cómo quieres que las gane?

―con ilusión pregunté

haré todo lo que digas

―así yo la contesté.

―Tienes que quererlo mucho

y así ellas saldrán

pero luego a volar

te tengo yo que enseñar.

»El volar es muy bonito

eso te lo digo yo

sólo que hay un problema

―allí mismo me soltó.

―El aire es traicionero

y te puede arrastrar

donde nunca estuviste

y no sabrás regresar.

»Así que yo te indico

cómo tú puedes volar

pero ten mucho cuidado

no te dejes arrastrar.

―¡Y si el aire me ha arrastrado

¿qué tengo yo que hacer?

pues a mi casa volando

también yo quiero volver!

―No hay forma de orientarse

cuando llega la ocasión

el aire sopla con fuerza

y nos roba la razón.

»Ni olfato que nos guía

ni nada que nos indique

dónde podemos estar

sola quedas y muy triste.

»Sólo nos queda una cosa

que tú tienes que saber

los humanos nos persiguen

y no nos pueden ni ver.

»Se empeñan en arrasarnos

nadie sabe el por qué

nosotros no molestamos

pero muy fiero es él.

―Yo con todo lo que pude

me decidí a partir

y mientras lo estaba haciendo

vi las alitas salir.

»¡Qué preciosas ellas eran!,

y mías yo las notaba

sólo dos pasos he dado

y sentí como flotaba.

»Con suavidad al instante

despacito las moví

y vi como para adelante

suavecito iba allí.

»“Esto sí que era vida”

al momento yo pensé

con alitas me movía,

y muy lejos llegaré.

»Mi patita no dolía

y yo volaba muy bien

así emprendí esta vida

distinta de la de ayer.

»Ahora recorro el campo

sin apenas descansar

subo árboles volando

desde allí puedo mirar.

»Veo que hay muchas cosas

que antes no conocía

que en el campo hay flores

¡Vaya una suerte la mía!

»Allí también puedo ver

la filita como anda

y las puedo avisar

si alguien viene a matarlas.

»Para eso yo quisiera

que tú pudieras hacer

algo para que la gente

lo pudiera entender.

»Que nosotras las hormigas

nada les vamos a hacer

sólo buscamos comida,

y sitio donde crecer.

»Que no somos enemigos

que hay que acabar con él

que somos muy pequeñitas

sólo queremos comer.

Diciendo lo que aquí pongo

el vuelo ella tomó

volando, y volando

allí desapareció.

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