Camerún

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Z serii: Petit Futé
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Las tallas y esculturas se hacen sobre madera, como en el Oeste y Noroeste, donde se confeccionan máscaras, estatuas y pequeños muebles, o sobre marfil, como en el Sur.

Los forjadores también desempeñan un papel muy importante en Camerún. Son casi sagrados en algunas regiones. Son los que funden el mineral de hierro (pero también latón o cobre) para elaborar armas, máscaras y estatuas, o los que hacen el trabajo de orfebrería, especialmente en las grandes ciudades del país, para confeccionar joyas de oro o plata.

El bordado está presente principalmente entre los bamum y en la región del Norte; mientras que la curtiduría, que produce cinturones, zapatos y artículos de cuero, es una particularidad del Extremo Norte (especialmente en Marua).

La cestería es más específica de las regiones boscosas, ya que los artesanos utilizan el ratán que abunda en estas regiones para fabricar muebles (mesas, sillas, taburetes, etc.).

Por último, la cerámica se puede encontrar en todo el país. La arcilla se utiliza principalmente para elaborar pipas, jarrones y platos. La mayoría de estos objetos se pueden hallar en los mercados de las ciudades y en los centros de artesanía del país, como en Foumban y Djingliya.

¿Qué traer de su viaje?

Los cameruneses expatriados se traen sobre todo alimentos, el famoso ndolé, palitos de mandioca, cuyo olor impregna el equipaje, plátanos machos, buena carne seca del Norte y, por supuesto, todos aquellos ingredientes empleados en la cocina difíciles de encontrar en su país de residencia.

En cuanto a los turistas, la elección se centra más en la artesanía: objetos en madera, ratán o hierro —como los hermosos taburetes decorados con cauris—, estatuillas, joyas, llaveros, manteles tejidos o batiks, sin olvidar toda una miríada de pequeños objetos, como ceniceros de arcilla, posavasos, platos... Tenga cuidado en el aeropuerto, los servicios fitosanitarios inspeccionan los objetos de madera y los tasan... En fin, no es la mejor manera de promover la artesanía local.

Cine

El cine camerunés, como la literatura, nació muy tarde. La razón es obvia, dado que la cultura y la política están estrechamente vinculadas, durante mucho tiempo este era el cine de la colonización, es decir, el cine europeo. Así, pues, el cine camerunés comenzó en París con un documental de Jean-Paul Ngassa, Aventure en France, de 1962, que versaba sobre la situación de los estudiantes cameruneses en Francia. El director era entonces un estudiante del IDHEC. Este tema inspiraría a Thérèse Sita Bella, la directora de Tam-tam à Paris, de 1963, y una de las primeras directoras de África. A su regreso al país, Ngassa se puso al servicio del joven Estado y produjo varias películas, principalmente propagandísticas, como Une nation est née, de 1970. Alphonse Beni se distinguió por la diversidad de los temas que abordó, entre 1971 y 1985, dirigiendo películas disco, policiales y eróticas. La idea de promover un cine nacional no surgió hasta después de la descolonización, en 1960.

Los primeros largometrajes cameruneses no se estrenaron hasta 1975. El primero que podemos mencionar es Muna Moto (El niño del otro), de Jean-Pierre Dikongué Pipa. Se trata de una película solemne que destaca la relación entre el hombre y la sociedad en la que vive. Entre otras distinciones, recibió la Palma de Oro del cine africano en el Festival de Cine de Ginebra en 1975 y el Gran Premio del Fespaco (Étalon de Yennenga), en 1976. Varias películas de Dikongué Pipa fueron laureadas en diversos festivales y recibieron el reconocimiento del público en general, entre las que hay que destacar Histoires drôles, drôles de gens (1983) y Courte maladie (1987). En 1975 se estrenó en las salas de cine Pousse-Pousse, de Daniel Kamwa. Se trata de una comedia costumbrista que trataba el problema de la dote. El día del estreno, la película batió todos los récords de asistencia en Yaundé y Duala: unas 24000 personas fueron a verla esa noche. Ante un éxito tan popular, el director decidió exhibir su largometraje en otros países, con gran éxito, sobre todo en Costa de Marfil y Senegal.

Estos dos primeros grandes directores cameruneses, Jean-Pierre Dikongué Pipa y Daniel Kamwa, inspiraron a nuevos y prometedores directores, como Bassek Ba Kobhio, director de Sango Malo (El maestro del pueblo), estrenada en 1991 y seleccionada para el Festival de Cine de Cannes, y también fundador del festival de cine Écrans Noirs, el segundo mayor festival de cine del África negra francófona, que se celebra todos los años a finales de mayo y principios de junio en la capital camerunesa.

El festival de cine Écrans Noirs, que celebró su 20 edición en 2016, ha dado a conocer a cineastas como Waa Nkeng Musi, con la película On the Brim, y a Tikum Titus, director de Great Passion, filmes del Camerún anglófono. Uno de los premios más célebres fue otorgado a la película burkinesa Julie et Rómeo. En 2016, el Écran de honor fue otorgado al camerunés Jean-Pierre Dikongue Pipa, director de Muna Muto y considerado el primer cineasta del país. Más recientemente, por el festival han pasado películas como Le Blanc d'Eyenga (2018), que cuenta las aventuras de una joven camerunesa y « su blanco » en la capital del país, o también películas, más bien de propaganda, como La Patrie d'abord! (2018).

En 2020, el cineasta Blaise Ntedju puso en marcha el Desafío Nollywood siguiendo el ejemplo de Nigeria. El fin es animar a sus compatriotas a producir películas en masa y conseguir de este modo el despegue de las artes escénicas locales. Mi carne y El karma de Tchiza son las primeras promociones de este proyecto.

Literatura

Literatura contemporánea. La literatura camerunesa es joven y contemporánea: en realidad comenzó en 1920, cuando el rey Njoya inventó el alfabeto bamum, lo que permitió escribir y reseñar las crónicas, las tradiciones y la historia. El primer verdadero escritor camerunés es Jean-Louis Medou Njemba, cuya primera obra literaria fue Nnanga Kon, publicada en 1932. Desde entonces, le han sucedido muchas figuras del mundo artístico y literario hasta hoy. La literatura está profundamente marcada sobre todo por las tradiciones africanas, es decir, se basa en la tradición oral con raíces que se pierden en la antigüedad. Tradicionalmente, los poetas recitaban poemas acompañados por el mvet, una especie de arpa de cuatro a siete cuerdas. Estos poetas se llamaban trovadores y combinaban el texto con la música. Esta literatura oral se mantuvo hasta la llegada del rey Njoya a finales del siglo XIX, uno de los primeros personajes en escribir sus textos en papel. Su obra más famosa es el Livre des remèdes et des guérisseurs. En 1930, Isaac Moumé-Etia, autor de una gramática de duala, publicó una colección de cuentos en francés y duala. Si exceptuamos este intento único en el África negra y la llegada del islam, que trajo consigo la escritura al norte de Camerún, no fue hasta la colonización francesa e inglesa cuando el país entró realmente en la cultura escrita. La mayor parte de la literatura camerunesa se realizó en francés durante los años de la Segunda Guerra Mundial. Es muy rica y variada, y comprende desde obras históricas, como las de R. P. Engelbert Mveng (Peuples et civilisations de l'Afrique antique, Histoire du Cameroun, Arts d'Afrique noire), hasta estudios más precisos, como los publicados por Enock Kahe Kwayeb, las Institutions du pays Bamiléké.

Negritud. El período de posguerra se caracterizó por lo que se conoce como « corriente de la negritud ». Nació en 1948 e influenciará a dos jóvenes poetas militantes: Sengat Kuo y, especialmente, a Elongue Epanya. El primero es el autor de Fleur de latérite. Utiliza un seudónimo, Francesco Nditsouna, bajo el cual escribirá durante muchos años. Elongue Epanya desempeñó un papel importante en la literatura camerunesa, ya que fue el primer escritor que publicó sus poemas en su lengua materna, el duala, y en francés. Podemos afirmar que el verdadero movimiento literario camerunés nació en esa época. Por tanto, solo data de principios de los años cincuenta. Esta tardía fecha del origen de una corriente intelectual demuestra el importante retraso de la cultura del país. Pero luego se recuperó rápidamente con la llegada al mundo literario de dos grandes escritores, autores de las primeras novelas camerunesas: Mongo Beti y Ferdinand Oyono. Una multitud de otros talentos quedaron eclipsados para el gran público por el carisma y el éxito de la literatura de estas dos grandes figuras del movimiento de la negritud. Estos autores son casi tan desconocidos hoy en día como lo fueron en los años cincuenta.

Literatura comprometida. Como en muchas otras artes, la evolución de la literatura camerunesa corre paralela a la evolución de la historia política del país. En efecto, a partir de 1960, fecha de la independencia de Camerún, el movimiento de la negritud, que preconiza la obsesión por el color negro, irá desapareciendo progresivamente gracias a su victoria en el plano histórico. Los intelectuales ya no sienten la necesidad de escribir sobre un problema que ya se estaba resolviendo. Como resultado, los géneros y temas de la literatura se diversifican. La corriente de pensamiento que tomó fuerza estaba basada en la tradición camerunesa. Los autores revisitaron el antiguo repertorio, fundamentado, como hemos visto anteriormente, en las historias orales. De este repertorio oral (cuentos, fábulas...), los autores extraerán una nueva sustancia y la reordenarán a su manera, es decir, los viejos cuentos fantásticos, por ejemplo, se transformarán en grandes épicas históricas. El género de moda en esa época fue, en efecto, la novela épica, el relato de aventuras, que puede compararse con la novela de la Edad Media en Europa. Estos relatos se hicieron muy populares a partir de 1963 gracias a la creación de una editorial que pretendía facilitar el acceso del público en general a este tipo de lectura. Se trata de la editorial CLE (Centre de Littérature Evangélique). Su objetivo era promover la literatura escrita por africanos para africanos y llegó a distribuir sus obras por todo el África negra. Los libros se vendieron incluso en algunas librerías europeas especializadas. Los autores del nuevo estilo tradicionalista eran Benjamin Matip, autor de Afrique nous t'ignorons y Jugement suprême, una obra teatral de gran éxito. Matip adquirió gran popularidad adaptando los cuentos tradicionales al francés, como, por ejemplo, A la belle étoile. También podemos mencionar a Gaspard y Françoise Towo-Atangana, que tradujeron y publicaron Nden-Bobo o Le conte de l'araignée. El último autor famoso de esta corriente es Jacques-Mariel Nzouankeu, quien obtuvo un gran éxito con su novela Le souffle des ancêtres, una obra maestra cuya temática se inspira en las fuentes místicas del folclore camerunés. Este autor también escribió obras de teatro y poesía.

 

Paralelamente a este lado tradicionalista, surgió una nutrida corriente poética que se expresaba tanto en prosa como en verso. Los temas eran variados y estaban relacionados con la evolución de la sociedad camerunesa. Esta corriente recibió el nombre de Temática Modernista. Sus dos autores más representativos fueron Francis Bebey y Joseph Owono.

Algunos escritores cameruneses tuvieron éxito en la Europa francófona al recibir premios literarios, como Calixte Beyala, ganador del Gran Premio de Novela de la Academia Francesa en 1996 por Les honneurs perdus, o más recientemente el joven Max Lobé, ya ganador a la edad de 33 años del premio Amadou Kourouma (en 2017 por Confidences) y del Prix du Roman des Romands (en 2014 por 39, rue de Berne).

Poesía. La poesía camerunesa, más que versar sobre problemas sociales, habla del amor. Los autores que representan este estilo literario son René Philombe, Okala Alane, Ernest Alima y Léon-Marie Ayissi. También podemos citar al abad Charles Ngandé. Estos autores son conocidos en el mundo de la literatura por haber sido capaces de desmarcarse del estilo poético europeo. El género que triunfará después de esta evolución literaria es el teatro, que tendrá un gran éxito en Camerún, porque es un género muy adecuado para esta población alegre, con un gran sentido de la teatralidad. Los primeros grandes dramaturgos fueron autores conocidos en otros géneros literarios, como Jacques-Mariel Nzouankeu, Benjamin Matip o René Philombe. Pero el más famoso es sin duda Guillaume Oyono-Mbia. Es el autor más leído de las ediciones de CLE. Su obra, Trois prétendants... un mari, se ha convertido en un éxito nacional e internacional. En 1970, recibió el premio El Hadj Ahmadou Ahidjo. En ella escenifica momentos típicos de la vida cotidiana, con una sensibilidad y una inspiración extraídas de las lecturas de su mentor, Molière. Esta obra es una de las únicas del teatro camerunés que ha tenido éxito tanto en el escenario como en las librerías.

Teatro. Otros dramaturgos famosos son Jean-Baptiste Obama, Pabé Mongo, E.N. N'embe, Werewere-Liking, y Y. Karone. Se suelen inspirar a menudo en la sátira tragicómica, especialmente Kouma N'Dumbe III, Franz Kayor, que escribía bajo el seudónimo de Paul Tchakoute, René Philombe y Dave K. Moktoï, más conocido como David Kemzen Mokto. A esta lista hay que añadir algunos grandes poetas, como Paul Dakeyo (L'Enfant-pluie recibió el premio Saint-Exupéry en 1994), Stanislas Awono y sobre todo Antoine-François Assoumou, cuya carrera fue tan fulgurante como la de Raymond Radiguet, ya que murió a los diecisiete años. Reactivada por una asociación llamada La Ronde des Poètes, la poesía camerunesa está viviendo en la actualidad una segunda juventud.

Literatura en español. La literatura escrita por africanos y africanas en lengua española es un fenómeno poco conocido, pero existen en África cuatro focos principales: Guinea Ecuatorial, Marruecos, Sáhara Occidental (todas ellas antiguas colonias españolas) y Camerún. Entre los escritores cameruneses más conocidos y estudiados hasta hoy sobresalen Céline Clémence Magnéché Ndé, Inongo Vi-Makome, Germain Metanmo, Mbol Nang, Robert Marie Johlio y Guy Merlin Nana Tadoum. Céline Clémence publicó en España una antología de cuentos africanos titulada ¿Verdad que esto ocurrió? (Páginas de espuma, 2004). (Alain Didier Fotis, La literatura camerunesa de expresión española).

Inongo Vi-Makomé reside desde hace años en Barcelona y ha publicado varias de sus obras en español y euskera. Merece la pena visitar su página web (www.inongovimakome.com) para acercarse a la realidad africana y camerunesa, y disfrutar de sus cuentos y relatos.

Dos grandes figuras de la literatura camerunesa

Francis Bebey. Es un autor reconocido y consagrado que ha ganado numerosos premios literarios a lo largo de su carrera. Poeta, novelista, músico y musicólogo, Francis Bebey nació en 1941 en Duala y trabajó para la Unesco. En sus novelas dibuja, de manera fiel y tierna, la vida cotidiana camerunesa, como en Trois petits cireurs. Es famoso por su obra poética Embarras et Cie, pero especialmente por la novela Le Fils d'Agatha Moudio, que recibió en 1968 el Gran Premio Literario del África Negra, otorgado por la editorial CLE. En los años setenta, se convirtió en un verdadero bestseller y en una referencia esencial de la literatura camerunesa. Francis Bebey murió en París el 28 de mayo de 2001. Para rendirle homenaje, un centro cultural en Yaundé lleva su nombre. Aquí, sus textos son revisitados mediante la lectura, la música y en documentales.

Mongo Beti. Alexandre Biyidi Awala nació en 1932 en Mbalmayo, cerca de Yaundé, y ha sido, a lo largo de su vida, un gran defensor de los derechos humanos y las libertades de su pueblo. Licenciado en letras, ha pasado toda su carrera en la escuela de secundaria Corneille de Rouen, publicando numerosos libros al mismo tiempo. Alexandre Biyidi Awala es, sin duda, un escritor comprometido, lo que le ha causado algunos problemas, tanto en su país, al que regresó en los años noventa, como en Francia, donde a veces ha estigmatizado las inconsistencias de la política africana. Escribió Main basse sur le Cameroun, Les Deux Mères d'Ismaël Dzewatana y L'Histoire du fou. Bajo su seudónimo de Mongo Beti, publicó Ville cruelle en 1953 y Le Pauvre Christ de Bomba. En Ville cruelle, hace un alegato contra el colonialismo europeo mediante el relato de las muchas alienaciones sufridas por el pueblo africano en las ciudades coloniales. Propuso una crítica virulenta que generaría una nueva corriente de pensamiento. En Le Pauvre Christ de Bomba, lucha también contra la sociedad africana tradicional, pero aquí la ironía y el humor son omnipresentes. Este autor revolucionario aumentó aún más su popularidad con los libros Le Roi miraculé y Mission terminée. En ambas novelas rompe con su temática pasada, a menudo dominada por cuestiones políticas, sin dejar de mantener, al mismo tiempo, un fuerte carácter militante. Este cambio lo alejó de la corriente de la negritud, por lo que recibió fuertes críticas por parte de los seguidores de este movimiento literario. Sin embargo, esto dio origen a una nueva generación de escritores cameruneses, deseosos de seguir su ejemplo y desmarcarse de la « negritud ». Sus últimas novelas fueron Trop de soleil tue l'amour (1999), Branle-bas en blanc et noir (2000) y, póstumamente, Africans si vous parliez (2005). Mongo Beti murió el 8 de octubre de 2001 en Duala.

Medios de comunicación locales

En Camerún, las reformas democráticas tuvieron lugar en la segunda mitad de la década de 1990. Una de sus consecuencias ha sido la creación de medios de comunicación independientes del poder político.

La prensa escrita es sin duda el sector de los medios de comunicación más desarrollado y diversificado. Se caracteriza por una relativa libertad de expresión desde la abolición de la censura previa en enero de 1996. En Camerún existe una prensa oficial, subvencionada por el Estado, cuyo titular nacional es el Cameroon Tribune, un diario bilingüe (francés/inglés), y una prensa privada muy activa, con un gran número de periódicos. Entre estos diarios privados, cabe citar los siguientes: Mutations, Le Messager, La Nouvelle Expression, Le Jour: También algunos de tirada semanal: Le Front indépendant, Aurore Plus; algunos esporádicos: La Nouvelle Presse, Le Jeune Détective, Le Jeune Enquêteur, L'Action, L'Indépendant, La Nouvelle Tribune, Nouvelle Afrique, etc., así como un periódico satírico, Le Popoli, cuyos ataques sarcásticos se podrían comparar con algunas publicaciones españolas pre-democráticas.

Además, se pueden encontrar varios periódicos y revistas extranjeras, sobre todo francesas e inglesas, en las librerías de las grandes ciudades, en los supermercados y en las tiendas de algunos hoteles.

Radio. Se trata del medio más utilizado en el país, ya que para una parte importante de la población, comprar un televisor (hasta hace poco) es un dispendio demasiado alto, además de que depende de la electricidad, casi inexistente en las zonas rurales. El sector audiovisual se ha liberalizado tras un decenio de monopolio estatal. El país cuenta ahora con varios canales de televisión privados y una multitud de emisoras de radio, entre ellas la principal, la cadena nacional de radio y televisión, CRTV (Cameroon Radio and Television, un órgano de información pública), con delegaciones en las diez provincias del país. Las emisoras de radio privadas (reducidas al tamaño de las localidades donde tienen su sede) emiten solo en FM por falta de autorización gubernamental para cubrir todo el territorio nacional, un privilegio (muy discutido) reservado solo a la CRTV.

La gran mayoría de la información difundida se refiere a noticias nacionales o regionales de Camerún. El idioma utilizado generalmente es el francés, aunque algunos programas se emiten en inglés o en el idioma local, especialmente para los programas de las sucursales provinciales de la CRTV. La cadena nacional también tiene cuatro estaciones comerciales de FM. Entre las emisoras de radio privadas con éxito de audiencia cabe citar: Magic FM, Radio Lumière, Reine y Siantou en Yaundé, y Nyango FM o Équinoxe en Duala, etc. También han aparecido en las ondas pequeñas emisoras rurales, a menudo con medios muy limitados, que se dirigen a sus oyentes en el idioma local. Ejemplos de ello son Radio Fotouni en la provincia del Oeste, Radio Femme en Mbalmayo, Radio Colombe en Saa, en la provincia del Centro, etc.

 

Televisión. Es un medio de comunicación reciente en Camerún. La televisión nacional, que solo tiene un canal (CRTV), empezó a emitir en diciembre de 1985. La emisión comenzó a ser continua, las 24 horas del día, de lunes a domingo, hace muy pocos años. También han aparecido otros canales privados, especialmente: Canal 2, Ariane TV, Samba TV, STV, etc. Con sede principalmente en Duala y Yaundé, la mayoría de ellos solo cubren una parte, aunque significativa, del territorio nacional. Además, la mayoría de los hoteles ofrecen televisión por satélite, lo que le permitirá recibir muchos canales extranjeros, como CNN, Euronews, TVE Internacional, etc. En los últimos años, la televisión se ha difundido muy ampliamente y hoy en día podemos ver antenas parabólicas en las aldeas más remotas, que indican la presencia de la televisión por satélite, a veces en los tejados precarios de algunas chabolas.

AFROMIX

www.afromix.org

En esta página web multilingüe (incluye el español) encontrará un inventario interesante de los principales músicos y artistas cameruneses; además de información sobre las artes en África y el Caribe.

CAMEROON-INFO.NET

www.cameroon-info.net

Un portal de información sobre el país, relativamente bien hecho y claro.

CAMEROON TRIBUNE

www.cameroon-tribune.cm

El sitio web del principal diario de Camerún.

CRTV

www.crtv.cm

infos@crtv.cm

Página web oficial de la Radio-Televisión de Camerún. Se pueden ver programas en directo que facilitan entrar en contacto con la realidad del país.

Música

La música que se escucha en Camerún es sobre todo tradicional, inspirada en la cultura y el imaginario camerunés. A menudo se acompaña de danzas y cantos ancestrales, que varían mucho de una región a otra. Por ejemplo, la luma, en el Este, es una danza que los pigmeos, grandes músicos, realizan para mostrar su alegría después de una fructífera cacería; el djingo es una danza ritual que los bassa practican por la noche para exorcizar una amenaza; el ngosso es una canción que da ritmo a numerosas fiestas tradicionales, al igual que el ngondo...

Como toda la cultura tradicional, la música camerunesa se fundamenta en una base esencialmente oral. Por lo tanto, no se transcribe en partituras para el uso de los músicos. La música africana en general, y la de Camerún en particular, se distingue de su homóloga europea, conocida como « clásica » o « seria », por este componente oral. Una de las características más importantes de este género musical es el ritmo. En efecto, la música y los bailes tradicionales del país, esencialmente domésticos hasta la década de 1970, están constituidos por varios estilos rítmicos diferentes: bikutsi, makossa, ben-skin, assiko, mvet, bowl, ngosso, ozila, essani, etc. El bikutsi es una danza típica del pueblo beti, en el centro del país, originalmente interpretada por chicas jóvenes en edad de casarse. Suele ir acompañada de instrumentos tradicionales como el balafón. Se transcribió más tarde, en las décadas de 1960 y 1970, para guitarra eléctrica cuando los ritmos cameruneses se fusionaron con la música más moderna del mundo occidental. El makossa es un género musical más moderno desarrollado en la década de 1950 en Duala, en la provincia del Litoral, inspirado en una danza tradicional de Duala, el ambass bey.

Estos estilos musicales son antiguos, provienen de costumbres ancestrales y reflejan muchos encuentros diferentes. Mencionemos, por ejemplo, la contribución musical de los pigmeos bakas que, según el musicólogo francés Frédéric Billet, tienen una conexión definitiva con el nacimiento del bikutsi y el makossa. O el assiko, una danza originalmente interpretada por el pueblo beti y retomada luego por los bassa, que realizaron una primera modificación antes de que fuera modernizada y comercializada por artistas cameruneses como Jean Bikolo o Jean-Claude Nyebell.

Los instrumentos tradicionales son bastante variados, desde la percusión hasta los instrumentos de cuerda. Podemos mencionar el balafón, el djembe, el ka, la kabosse, el kora, el nbira, el ngoni, el oud, el mvet, el tama, el udu, el valiha, el tam-tam, la calabaza, el silbato o el sabar. Otro instrumento muy típico es sin duda la sanza, que consiste en unas pequeñas láminas de metal conectadas a una caja de resonancia de madera que son accionadas con las uñas.

En las décadas de 1950 y 1960, la música tradicional africana era prácticamente desconocida para el público extranjero. A partir de 1980, esta se mezcló con la occidental sin perder sus profundas raíces tradicionales. A partir de entonces, la música camerunesa experimentó un gran cambio hacia la profesionalización.

Para sobrevivir, los nuevos músicos tuvieron que acudir a diferentes culturas para lograr un mestizaje musical original y exitoso. Esta noción de mestizaje o fusión es frecuente en la música tradicional; de hecho, podemos relacionar esta evolución con la experimentada en muchos otros países: en el flamenco, por ejemplo, que se ha fusionado con el jazz, rock o ritmos latinos y africanos. Camerún no es una excepción a esta regla y su instrumentación evolucionó en las décadas de 1970 y 1980 hacia la guitarra eléctrica o el bajo, instrumentos más « comercializables » a nivel internacional que el mvet o la sanza tradicionales. Esta música modernizada tuvo un éxito notable en todo el mundo. Cabe señalar que esta nueva notoriedad es también el resultado del interés que los etnólogos han mostrado durante años por la música del país y que luego la fueron dando a conocer gradualmente al público en general.

Esta fusión musical se logró gracias a diferentes artistas, que aportaron cada uno su propia visión y elementos de la modernidad a sus bases tradicionales. Pero ¿cómo se explica el hecho de que todos los músicos cameruneses, en general, persigan constantemente la investigación musical con el fin de integrar la noción de mestizaje en su música? Cada grupo étnico tiene sus propias razones para llevar a cabo este proceso de fusión. En Camerún, como en muchos países africanos, la música forma parte de un importante tráfico de copias ilegales con redes muy estructuradas, lo que lleva a algunos artistas actuales a hacer un pacto de distribución con dichas redes como única manera de conseguir algunos ingresos.

Y no hay que olvidar que en Camerún hay un gran consumo de música europea y anglosajona a través de estos soportes piratas (sin duda verá algunos en los mercados o en la calle). Así que los músicos cameruneses de todos los niveles también han escuchado esta música y han añadido su propia visión musical a este estilo moderno de los países desarrollados, para bien o para mal.

Algunos músicos originarios de Camerún

Manu Dibango. Reconocido internacionalmente, es la verdadera leyenda viva de la música camerunesa. Una carrera que abarca casi sesenta años, éxitos internacionales y una estruendosa risa lo convierten en un icono mundial. Asiduo visitante de España, falleció en marzo de 2020 a causa del Covid-19.

Anne-Marie Nzié. Es una de las grandes figuras de la música tradicional camerunesa, con artistas como Nelle Eyoum, Elanga Maurice, Charles Lembe, Eboa Lottin, Jean Bikoko o Medjo Messom Jacob. Apareció en el escenario ataviada con un traje muy típico y fue la primera mujer que gozó de gran fama, tanto en Camerún como en el extranjero. Esta cantante, mecida en su infancia por el mvet de su padre, decidió, tras un dramático acontecimiento (que la obligó a pasar su adolescencia en el hospital), que dedicaría su vida a la canción. Anne-Marie Nzié fue la primera mujer camerunesa en emprender una carrera en solitario en el mundo de la canción. Su estilo está influenciado por los ritmos ancestrales de su país y por los espirituales negros. Formó también un exitoso dúo con su hermano Cromwell Nzié, que toca la guitarra hawaiana. Su voz se hizo tan popular en la década de 1960 que recibió el apodo de la « madre de la música camerunesa » o la « voz de oro de Camerún ». Su carrera ha tenido altibajos, pero su público siempre ha sido fiel a sus apariciones, que se han ido espaciando cada vez más con la edad. La cantante, que ayudó a difundir la música bikutsi en todo el mundo, murió en 2016 a la edad de 87 años.

Un país pequeño. Claude Moundi, un joven a veces de apariencia alocada, porque no dudó en cantar en público vestido con falda y posar desnudo para la portada de uno de sus CD, entró en la canción en los años ochenta con un título de éxito, Salamalekoum. Veinte años después, era el número uno en ventas en Camerún, demostrando así que se puede vivir de tu arte en la tierra de los Leones Indomables a pesar de la piratería reinante. Adorado por adolescentes y también por adultos, sus conciertos, verdaderos momentos de locura y muy populares, y sus desplazamientos por la calle provocan a menudo la histeria colectiva. El 20 de mayo de 2005 fue nombrado caballero de la Orden del Valor, y en 2007, embajador de buena voluntad para las Sinergias Africanas. A finales de 2016 se publicó su última obra, Peur dans la cité, considerada por muchos como una crítica a la gestión del gobierno en el poder.

Les Têtes Brûlées. Este grupo musical camerunés formado por un experiodista del Cameroon Tribune, Jean-Marie Ahanda, ha tenido un gran éxito en Francia y Estados Unidos. En 1987, estos jóvenes músicos integraron la guitarra eléctrica en los ritmos ancestrales del bikutsi. Son más conocidos por su lado excéntrico y creativo, con una gran puesta en escena, con máscaras y extraños peinados que combinan cabezas afeitadas y mechones de cabello teñido. El grupo se formó en torno a Theodore Epémé, guitarrista, cantante, compositor, más conocido por su alias, Zanzíbar. Su debut nacional se produjo en la televisión camerunesa, que comenzaba en esa época. En 1988, Les Têtes Brûlées llegaron a París para realizar una serie de conciertos. Como resultado de esta gira, se estrenó la película Man No Run. Desafortunadamente para la banda, entonces en pleno éxito, Zanzíbar murió repentinamente en 1989. Sin embargo, el grupo subsistió lo mejor que pudo, con nuevas incorporaciones y algunos abandonos mientras hacían directos esporádicamente. El éxito de Les Têtes Brûlées ha inspirado a muchos jóvenes artistas cameruneses. Este grupo condujo a la explosión del bikutsi moderno.

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