Luz que fue sombra

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Z serii: Poesia #155
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Marian Stala, catedrático de literatura de la Universidad Jaguellónica de Cracovia, en el artículo «Un intento de libertad práctica», publicado en mayo de 1998, en el monográfico «La Cultura de la III República» del magacín cultural de la prestigiosa revista Tygodnik Powszechny, hacía unas consideraciones sobre aspectos fundamentales que diferenciaban la poesía de los años setenta de la poesía de finales de los ochenta y de la década de los noventa, década esta última en la que se publicaron los primeros poemarios escritos por muchas de las poetas recogidas en la presente antología:

En 1978, la libertad era un valor fundamental y, al mismo tiempo, en peligro, difícil de alcanzar, requiriendo un esfuerzo especial y coraje; por tanto, el término «poesía de la libertad» fue el mayor elogio; por eso el mito de la libertad moldeó con tanta fuerza la vida espiritual de esa época. A finales de los ochenta, lo que era un mito se convirtió en un elemento de la experiencia cotidiana y, por tanto, también cambió su significado e influencia en la conciencia individual y colectiva.

En resumen: el punto de partida de la poesía de los noventa, su fundamento tácitamente asumido, es una experiencia concreta de la libertad de expresión y de acción. Por lo tanto, esta poesía puede verse como un intento especial de practicar la libertad o, de otra forma, como un intento de libertad práctica

Las consecuencias de ese intento fueron las primeras en ser escuchadas en la obra (y en el comportamiento público) de los debutantes de finales de los ochenta y noventa. Borrar el pasado, cuestionar la jerarquía, ir más allá de los tabúes, demostrar la singularidad eran acciones obvias para ellos, que confirmaban la presencia y la accesibilidad de la libertad. Sin embargo, la alegre celebración de la independencia no duró mucho; ni la poesía joven ni la poesía tout court se detuvieron en una etapa de anarquismo despreocupado

Lo que sucedió después, lo que sigue sucediendo ante nuestros ojos, resulta difícil de analizar; tal vez fue el descubrimiento de que la libertad diaria era ambigua y difícil; en cualquier caso, más difícil que el mito de la libertad que los poetas y los lectores de poesía han venido alimentando durante décadas… Sea como sea, hay una correlación bastante nítida (que no significa clara y fácil de explicar) entre una decepción gradual por la libertad y el tono que desde hace unos años se puede ver en la poesía polaca.

Este tono, que conecta inesperadamente a poetas de diferentes generaciones, es un tono oscuro; oculta un encuentro con el caos, la decadencia, la desesperación, la nada…, mostrados desde la perspectiva de aquellos que han llegado a aceptar la oscuridad y también de aquellos que intentan enfrentarse a ella.

Siendo como son estas palabras una valoración general sobre la realidad poética de ese momento, podrían encontrar desarrollo posterior, en el ámbito que nos ocupa, en lo manifestado más de diez años después, en 2013, por Leokadia Hull, de la Universidad de Warmia, y Mazuria de Olsztyn, que en el artículo «Junto al canon. La poesía escrita por mujeres en el marco de la literatura posterior a 1945» decía de la antología de poesía de mujeres Solistas:

Su publicación se convirtió en un importante acontecimiento no sólo artístico. El libro alcanzó un gran eco, fue magníficamente promocionado y se convirtió probablemente en el manifiesto más destacado de la presencia de las poetas jóvenes en el mapa literario de las últimas dos décadas. Las editoras del volumen [entre las que se encuentra una de las poetas de nuestra antología, Joanna Mueller] le dieron el significativo título de Solistas. Solistas que no conforman, porque no quieren hacerlo, un coro. Subrayan que, si algo las une, se trata de «la soledad, la autonomía y el culto de la singularidad»; y añaden, no sin cierto retintín dirigido a «la poesía escrita por hombres», que las poetas «no se agrupan en clubs de adoradores como los poetas, por lo que no necesitan citarse mutuamente, escribirse epígrafes o dedicatorias como sucede a menudo en la poesía escrita por hombres. No se dan palmaditas en la espalda en sus poemas [].

Rara vez participan en las disputas artísticas, no intentan encontrarse en el marco de los postulados programáticos de las sucesivas generaciones, o posicionarse a favor de alguna de las partes […]. Rara vez caen en modas poéticas, más bien se marcan su propio camino.

Para acabar concluyendo:

Se podría llegar a emitir un juicio arriesgado: la presencia de la poesía escrita por mujeres altera la linealidad generacional en la historia de la poesía, lo cual tiene que ver con el tratamiento histórico literario y también con la recepción de los lectores de su obra.

No puede tampoco extrañar en el contexto de la situación aquí presentada que en las líneas finales del magnífico prólogo –texto imprescindible para tener una idea de conjunto de la poesía polaca del siglo XX– del, sin duda, mayor conocedor de poesía polaca, de literatura polaca, en el ámbito hispánico, Xavier Farré, que precedía a la antología Poesía a contragolpe. Antología de poesía contemporánea (autores nacidos entre 1960 y 1980), publicada por Prensas Universitarias de Zaragoza en 2012, éste afirmara:

Es interesante también destacar la aparición de voces femeninas de gran calidad, retomando la línea de grandes poetas que ha tenido a lo largo del siglo XX la poesía polaca.

Luz que fue sombra. Diecisiete poetas polacas (1963-1981) es una pequeña contribución al mayor conocimiento de algunas de esas voces. De diecisiete de esas voces. Singulares. Individuales. Una contribución que establece un diálogo en tiempo presente con antologías aparecidas en los últimos años en el contexto polaco (Solistas, Con trenzas), pero también con antologías en otras lenguas, como sería el caso de la estadounidense Scattering the Dark: An Anthology of Polish Women Poets, que reúne poemas de treinta y una poetas polacas.

Son ocho los poemas que hemos escogido para cada una de las diecisiete poetas, poemas que hemos intentado –en la medida de lo posible, aunque no en todos los casos lo hemos conseguido– que aparecieran por primera vez en español y que procedieran de diferentes poemarios, dando así una imagen panorámica de la obra de las diferentes autoras. Esa imagen es la que debería permitir a los lectores aproximarse a la poesía de unas poetas que, huyendo como huyen de las etiquetas, suenan con voz propia en el panorama de la poesía polaca actual.


Esta antología ha sido posible gracias en primer lugar, claro está, a la generosidad de las diecisiete autoras, pero también a una de ellas en particular, Julia Fiedorczuk, que, antes incluso de que empezáramos a trabajar en la selección de las poetas, compartió con nosotros consideraciones sobre la poesía polaca escrita por mujeres que en alguna medida han contribuido a que éste y no otro fuera el libro que llegase a manos del lector. La versión definitiva de los poemas en español ha contado con el asesoramiento y los acertados consejos de Katarzyna Mołoniewicz, los cuales nos han permitido con toda seguridad alcanzar una mejor comprensión de los textos originales y, por lo tanto, hilar mucho más fino en las versiones finales de los poemas en español. A todas ellas, nuestro más sincero agradecimiento.

Varsovia, octubre de 2020

LUZ QUE FUE SOMBRA
MARZANNA BOGUMIŁA KIELAR

W ogrodzie, boso

strącam mrówkę ze stopy

i patrzę, co zrobi z darowanym życiem,

z tą swoją kroplą czasu.

W żółtym świetle ścieżki, jak dogania inne,

zabijające właśnie jakiegoś owada, ruchliwe, żarłoczne.

Nieświadoma mojego, przez mgnienie, wahania.

Przy gorącym kamieniu, w ulewie słońca, ciężkich owoców

tyle tylko widzisz oko podobno przenikliwe,

ślepe oko poety:

tylko ten drapieżny kwiat o pięknej greckiej nazwie

/thanatos/, jak otwiera się i zamyka.

I nie możesz tego pojąć ani sprawdzić w żaden żywy

sposób. Tego, co tobie też będzie raz na zawsze dane;

niemal czarne, słodkie

zerwane wiśnie krwawią w mojej dłoni

En el jardín, descalza

me sacudo una hormiga del pie

y miro qué hace con la vida que le ha sido regalada

con esa gota de tiempo suya.

Cómo en la amarilla luz del sendero alcanza a otras

que andan agitadas, voraces, matando a un insecto en ese instante.

No consciente de mi momentánea indecisión.

Junto a una piedra ardiente, bajo una lluvia de sol y de pesados frutos

apenas si ves

–ojo al parecer penetrante, ciego ojo de poeta–

sólo cómo esa flor depredadora con un bello nombre griego

/thanatos/ se abre y se cierra.

Y no puedes ni comprenderlo ni comprobarlo de ninguna forma

viva. Eso que a ti también te será dado una vez para siempre;

guindas arrancadas del árbol, casi negras,

dulces, sangran en mi mano

zachód słońca w sierpniu: kropla

ożywia noc

koniuszkiem języka dotknąć

 

tej wilgoci

puesta de sol en agosto: una gota

aviva la noche

tocar con la punta de la lengua

esa humedad

De Sacra conversazione (Suwalskie Towarzystwo Kultury, 1992).

1.

cisza przedświtu rozcięta do kości, czekanie,

aż wróci chociaż wiatr i chmury zbiorą sadzę,

[szczelinami

nawieje światła;

aż błyśnie, choćby łyżeczka oparta o spodek, rozrzucone

papiery, pościel. I zajmie się suchym ogniem

wygasłe drewno odsłoniętych rzeczy

2.

podarte na pasy światło podtrzymuje drzewa, dymią

trzewia wody; świta. Słońce jest ledwie szparą

w żeliwnej kadzi z ogniem –

1.

el silencio del alba rajado hasta los huesos, la espera

a que vuelva al menos el viento y las nubes recojan el hollín,

[a que entre la luz

por las ranuras;

a que brille al menos la cucharilla apoyada en el plato, los papeles

desperdigados, las sábanas. Y que prenda el fuego seco

en la madera extinta de las cosas desveladas

2.

la luz hecha tiras sostiene los árboles, humean

las vísceras del agua; amanece. El sol es apenas una grieta

en una caldera de hierro con fuego –

Rękopis

torfowisko jesieni - coraz krótszy oddech topoli, olsz

szarych; karłowacieje światło, blade bonsai,

wczepione w nurt południa;

wiatr trąca tlejący susz,

drobnicę liści zawieruszonych w rulonie

metalowej siatki, jakby, bezgłośnie, składał słowa

obcego języka, wyczuwając

zgrubienia nerwów, wydrążone sylaby

pod szronem

Manuscrito

turbal del otoño, cada vez más corto el aliento de los álamos, de los alisos

grises; se hace enana la luz, pálido bonsái,

injertado en la corriente del sur;

el viento tambalea las ramas secas,

la minucia de las hojas extraviadas en un rollo

de tela metálica, como si en silencio compusiera palabras

de una lengua extranjera, percibiendo

el grosor de los nervios, las sílabas horadadas

bajo la escarcha

Telefon

paliłeś suche gałęzie w ognisku, i chwasty –

słyszałam szelest ognia w słuchawce, twój gwizd, gdy psy

znowu dobrały się do kretowisk, tam, gdzie wczoraj

wybieraliśmy śliwki z wybujałej trawy;

robił się wieczór – wiatr wdmuchiwał oddech

w jego szczenięcy pysk.

Lepkie węgierki – jedliśmy je na kolację;

przeglądałam książkę o wodnych ogrodach, fotografie

błotnych roślin – chciałam zapamiętać ich nazwy: knieć,

turzyce, rdestnica pływająca –

gdy nagle powiedziałeś: «chciałbym umrzeć

przed tobą».

W twoim domu na wsi, wczoraj, patrzyłam jak zasypiasz

czytając – sen jak fala spływowa

obszywał wiosło ciała.

Wyjęłam ci książkę z rąk, zgasiłam światło.

Żebro nocy

świeciło w gałęziach

Llamada telefónica

quemabas ramas secas y arbustos en una hoguera,

pude oír el crepitar del fuego en el auricular, tu silbido cuando los perros

volvieron a arremeter contra las toperas, ahí donde ayer

sacábamos ciruelas de entre la hierba crecida;

se hacía de noche, el viento insuflaba aliento

en su hocico de cachorro.

Pegajosas ciruelas negras, nos las comimos para cenar;

estuve hojeando un libro sobre los jardines flotantes, fotografías

de plantas acuáticas. Quería memorizar sus nombres: carex,

calta palustre, espiga de agua,

cuando de repente dijiste: «me gustaría morirme

antes que tú».

En tu casa de campo, ayer, estuve mirando cómo te quedabas dormido

mientras leías, el sueño como una ola menguante

iba ciñéndose alrededor del remo del cuerpo.

Te quité el libro de las manos, apagué la luz.

La costilla de la noche

brillaba entre las ramas.

De Materia prima (Obserwator, 1999).

Szadź

Miłość nie ma już ust, ma tylko nasze usta.

I słowa jak suchy szeleszczący wiatr w zamarzającym ogrodzie.

Jak przechłodzone, pędzone wiatrem kropelki mgły

krzepną na antenach i słupach telegraficznych,

na odsłoniętej powierzchni

naszych nierównych serc, gdy fala nocy

każdym napinanym mięśniem, najpłytszym załomem

zdradza siłę nieobjętej ciemności.

Cencellada

El amor ya no tiene labios, sólo tiene nuestros labios.

Y palabras como un viento sibilante y seco en un jardín que se congela.

Como esas pequeñas gotas de niebla enfriadas y arrastradas por el viento

se solidifican en las antenas y en los postes del telégrafo,

en los espacios abiertos

de nuestros desiguales corazones cuando la ola de la noche

con todos sus músculos tensos, con el más superficial de sus pliegues

muestra la fuerza de una oscuridad inabarcable.

De Monodia (Znak, 2006).

Ciemna materia

Ułożona w pajęcze nici przechodzi przez nasze ciała, niewidoczne

stamtąd. Przenika kamienną formację miasta, niebo

w zimowym bezruchu, rozświetlające

grudniowe godziny, kiedy wybierasz mnie jak zimowy miód

z plastra pościeli.

Jej ukryta sieć, w której rozbłyskują galaktyki

jest jak szkielet bezlistnego klonu, gdzie zmrożone szronem

odbijają słońce

kuliste gniazda srok

Materia oscura

Dispuesta en hilos de araña traspasa nuestros cuerpos, invisibles

desde allí. Penetra la pétrea formación de la ciudad, el cielo

en la inmovilidad invernal, ilumina

las horas de diciembre en las que me extraes como miel de invierno

del panal de la sábana.

Su red escondida en la que resplandecen las galaxias

es como el esqueleto de un arce sin hojas en el que escarchados

reflejan el sol

esféricos nidos de urracas

Świetliste świty śmierci,

kiedyś umierało się w domach.

Był czas, żeby oswoić się z umieraniem,

trochę z nim pracować, zaczynając wcześniej

od czegoś niewielkiego – bólu pleców

albo zerwanego ścięgna.

Ciało po trochu odwiązuje się od życia.

Rozgląda się, jakby przystanęło na granicy dwóch państw,

pytając: «Do którego z nich należy ta ziemia?»

Ma trochę czasu, zanim weźmie je na barki potężna

[martwa fala

nieosłoniętej nocy.

Zanim nastaną świty bez blasku

w ciszy opustoszałego świata, gdzie nie ma wysp

ani mielizn i samotność

jest już zupełna

Luminosos amaneceres de la muerte,

hubo una época en que se moría en las casas.

Había tiempo para familiarizarse con la muerte,

para practicar un poco con ella, empezar pronto

con algo no muy grande, con un dolor de espalda

o la rotura de un tendón.

El cuerpo se va desatando de la vida.

Echa un vistazo, como si se detuviera en la frontera entre dos Estados

y preguntara: «¿A cuál de ellos pertenece esta tierra?»

Tiene cierto tiempo antes de que una potente ola muerta de una

[noche al descubierto

lo cargue sobre los hombros.

Antes de que lleguen los amaneceres sin brillo

en el silencio de un mundo vacío en el que no hay islas

ni bancos de arena y la soledad

es ya absoluta

De Nawigacje (Znak, 2018).

JOANNA OPAREK

Liczby

Którego kocham gdy trzyma

rękę na moim tyłku tak jakby mój tyłek

należał do niego jakby jego tyłek

był zaraz po moim który jest tuż pod nim

którego kocham potem kiedy nie mam tego

który tak czy inaczej do mnie nie należy

którego kocham bardziej ale kiedyś teraz

wszystko tak czy inaczej przecięte na pół

Números

Al que amo cuando tiene

la mano en mi culo como si mi culo

le perteneciera como si su culo

estuviera justo detrás del mío que está justo ahí debajo de él

al que amo después cuando no tengo a ése

que sea como sea no me pertenece

al que amo más pero en su día ahora

todo sea como sea partido por dos

Dar

Dziś jestem cała martwa poskładana chociaż

zrobiona z życia więc martwa na pokaz

krew cicho krąży we mnie

i wiąże osobne

krew jak błyszcząca wstążka

pięknie pięknie

z masą prezentów dzisiaj tutaj przyszłam

więc zawołajcie dzieci

trzymajcie z daleka psy

Don

Hoy estoy toda yo muerta recompuesta aunque

hecha de vida por lo tanto muerta para hacer ostentación

la sangre corre despacio en mí

y une lo separado

la sangre como una cinta brillante

qué bonito qué bonito

he venido hoy aquí con un montón de regalos

así que llamad a los niños

mantened alejados a los perros

De Czerwie (WBPiCAK, 2012).

Poletko

Poszło prosto szło jak burza

Wszystko padło rzędem leży

Wszystko sczezło zło i niezło

W czarnym pyle marne chwile

Wszystko wyschło albo spuchło

Co nie zgniło to wybuchło

Teraz musimy uprawiać miłość na polu walki

czekać na deszcz

uprawiać miłość jak ryż

zbierać węże

owijać sobie na rękach

nieść

śliskie kosze

pokrętnych tłumaczeń

Powoli dojrzewają głuche pędy

rozrasta się w nas wina

Parcela

Pasó recto cual tormenta

Cayó todo yace en fila

Murió todo bueno y malo

Polvo negro mal momento

Todo seco o hinchado

Se pudrió o ha estallado

Ahora tenemos que hacer el amor en el campo de batalla

esperar la lluvia

cultivar el amor como el arroz

recoger serpientes

enrollarlas en los brazos

llevar

los escurridizos cestos

de explicaciones enredadas

Poco a poco maduran los sordos brotes

crece en nosotros la culpa

De Mocne skóry, białe płótna (Instytut Mikołowski, 2019).

Ferrari

Kochanie tak bardzo naprawdę bardzo żałuję że nie chciałeś

 

nie chciałeś być mężczyzną który ma kochankę

który ma kochankę tak jak ma się nałóg albo sportowe auto

sportowe auto z odkrytym dachem jest jak kobieta z podwiniętą

[sukienką

podwiniętą sukienką wskazuje kierunek jazdy i tempo akcji

[przyspiesza jak auto

jak auto na autostradzie zmienia pas wymija inne

[wolne

inne wolne kobiety kochałyby Cię pewnie trochę wolniej

trochę wolniej robiłbyś to samo z nimi Kochanie czemu nie

czemu nie Kochanie powiedz mi dlaczego nie chciałeś

nie chciałeś wjechać mi prosto w latarnię być mężczyzną w

[sportowym aucie

w sportowym aucie z chromowanymi felgami z nałogami i

[sportową kochanką

sportową kochanką w czerwonym Ferrari

w czerwonym Ferrari z obiciami z jasnej skóry

jasnej skóry tej zdziry czułam to dotykałeś

[niechętnie

dotykałeś niechętnie tak lekko była taka rozgrzana

taka rozgrzana słońce zalewało ją robiło jej dobrze

jej dobrze robiło ci tak źle

tak źle robiłeś mi Kochanie to musiała być prawdziwa miłość

prawdziwa miłość nie chciała żeby moje usta były czerwonym Ferrari

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