Sociología de las organizaciones - Una visión latinoamericana

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ii)Sistemas naturales: en este modelo se acepta que las organizaciones poseen múltiples objetivos, porque no solo son medios para cumplir un fin externo, algunos de sus integrantes tienen los suyos propios, por ejemplo, la supervivencia de la organización llega a ser un fin en sí mismo. Es el caso de las empresas familiares que declaran formalmente que su fin es servir a un mercado y a sus consumidores con bienes de calidad, pero de manera implícita pretenden de manera prioritaria aumentar el patrimonio familiar para legar una buena herencia a sus descendientes. Bajo esta visión, resulta natural que, al momento de tomar decisiones, los objetivos entren en conflicto y este sea manejado usando el poder, al margen de las estructuras formales. Las estructuras informales llegan a ser cruciales pues brindan capacidad de reacción y ajuste a la organización y a quienes la controlan. Los partidarios del sistema natural argumentan que, ante las múltiples contingencias, es poco probable que los planeadores anticipen una estructura organizacional y reglas formales capaces de encauzar todas las posibles opciones de conducta de los integrantes, llevando a estos últimos, a improvisar, algunas veces incluso, para bien de la organización. En suma, el modelo natural, complementa al racional al incluir en su visión la posibilidad de múltiples objetivos, operando con apoyo de una mezcla de estructuras formales e informales. La metáfora que subyace en este modelo es el organismo biológico.

iii)Sistemas abiertos, este modelo incluye a los anteriores agregando la complejidad propia de los sistemas sociales, es decir, asume que las organizaciones cuentan con unidades de inteligencia y con la capacidad de aprender para interactuar con su medio ambiente y no solo para adaptarse como en el modelo natural, sino mutar o transformar sus estructuras para aprovechar el intercambio, romper la dependencia e incluso dominar a su entorno haciendo borrosa la frontera. Las unidades componentes o subsistemas de la organización, pueden estar “flojamente acopladas” es decir trabajar con cuasi-autonomía y cambiar y combinarse en la medida que la complejidad del ambiente lo demande. Las universidades y sus facultades, las divisiones de una gran empresa y las agencias de publicidad que realizan trabajos creativos, son algunos ejemplos de este modelo. Aquí no hay metáfora, pues es un reflejo muy próximo de la realidad de las organizaciones como sistemas sociales.

Sin contar con los casos extremos de prisiones o maquiladoras que presuponen el uso modelo sistema racional, todo parece indicar que no hay prescripciones para aplicar a un tipo de modelo de los antes mencionados. Una elección razonable puede ser función: i) de la naturaleza del bien o servicio que se esté manejando; ii) del mercado en el que se compita, iii) del tiempo, iv) de la tecnología; v) del tamaño de la organización, etc. Incluso la elección puede responder de la voluntad de los directivos o propietarios de optar por un modelo por considerarlo más humano. También es posible que más de un modelo estén en funciones en una organización compleja como una universidad, donde el modelo racional este aplicado en las licenciaturas con grandes volúmenes de alumnos, el modelo natural en el posgrado y un modelo de sistemas abiertos en las áreas de investigación.

La sociología de la empresa

Aun cuando parece un simple sub-conjunto de la sociología de las organizaciones, la sociología de la empresa, al concentrarse en este poderoso grupo de entidades, la lleva a poner en riesgo su independencia y convertirse en una sociología para la empresa, es decir, estar al servicio de la dirección; en gran medida esa es la crítica hecha a los trabajos de Elton Mayo en la Western Electric de Chicago, Estados Unidos en la década de los 20s del siglo pasado (Fraisse,1973; Ibarra y Montaño, 1984; Perrow,1991), considerado como el pionero de la sociología de la empresa, en el capítulo 4 se abundara sobre este tema. Dalton (1959), por el contrario, es el ejemplo de un trabajo independiente de un sociólogo que buscaba describir que es lo que en realidad hacía un director o gerente: decidir, mandar, calcular o negociar y descubre y describe como se mueve entre lo formal y lo informal, entre lo racional y lo social, etc.

Sainsaulieu (1997), por su parte, en su obra cumbre sobre la sociología de la empresa, pugna por un desarrollo social de la misma que a la postre sea su ventaja competitiva, argumentando que la calidad de una sociedad de producción como la empresa, que genere coordinación, solidaridad y creatividad entre sus actores, constituye una riqueza propia, que no se roba, ni se copia, ni se exporta. El desarrollo social de la empresa implica hacer frente a cuatro problemas que surgen en su interior y en relación con su entorno: i) la autonomía de los grupos de trabajo, ii) la cultura de empresa, iii) el cambio organizacional, y iv) la relación entre el trabajo y la sociedad. El desarrollo social de la empresa plantea el imperativo de poner al trabajo en el centro mismo del desarrollo económico y ello requiere contar con una gestión con capacidades sociológicas, se trata, remata Sainsaulieu, de reconstituir la sociedad global y la local, en el corazón de las actividades del trabajo.

En la misma óptica de una sociología de empresa colaboracionista, Alter y Dubonnet (1994) el primero sociólogo y colaborador de Sainsaulieu, y el segundo, directivo de una gran empresa pública francesa, publican un libro conteniendo la correspondencia entre ambos en sus intentos de implantar la sociología de la empresa en el organismo, que atravesaba en un momento de cambio muy importante de su historia; el organismo acepta la intervención de la sociología y sus aportaciones como elemento de reflexión incluso de decisión, sobre las opciones a seguir. Recientemente, Dupuy (2011) desde una postura más independiente, observa desde fuera a las empresas, mediante encuestas y entrevistas a trabajadores, empleados y directivos, demostrando como las estrategias de expansión, diversificación y descentralización, de las grandes empresas, ha llevado a sus directivos a perder el control de las mismas y cuando intentan recobrarlo con reportes y tableros de mando, el resultado es poco efectivo, lo cual no deja de ser preocupante por todo lo que está en juego y porque no se trata de errores sino de despiste.

Lucas y García (2002) demandan que la perspectiva sociológica de las organizaciones en general y de la empresa en particular, no busquen de forma inmediata la mejora de la productividad y la rentabilidad de la inversión, su interés debe radicar en los procesos sociales que ocurren en su interior y así alcanzar una comprensión más completa de la vida organizativa. Ello no significa que no tenga interés en la práctica empresarial, prueba de ello está en que los principales avances de la gestión derivan de estudios sociológicos y no es raro que suceda así porque en la práctica de cualquier oficio, las variables en juego tienden a reducirse, porque desencadenar la acción es lo importante no tanto como la explicación; en cambio la sociología busca dar una explicación amplia de los problemas y las posibilidades de acción en el seno de las organizaciones. En síntesis, dicen los autores mencionados, la intención de la sociología de la organización y de la empresa, debe ser fundamentalmente la comprensión y solo de manera secundaria, la intervención en busca de fines específicos de carácter económico.

Finalmente, Alonso y Fernandez-Rodriguez (2018) conciben a la empresa como paradigma inequívoco de la organización y se proponen en su obra revisar de manera critica los discursos gerenciales y organizacionales incorporando nuevas dimensiones como son la financierazación, la opresión de la economía de mercado, la innovación social, entre otros tópicos.

Precisiones necesarias sobre las organizaciones

Las organizaciones están sujetas a regulaciones y controles por parte del gobierno, sus agencias y las instituciones, las cuales delimitan su actuar, pero antes de precisar sobre este punto, conviene aclarar que, para las ciencias sociales, es muy importante tener claro que:

•el gobierno no es una organización. El gobierno es el brazo ejecutor del Estado y por ello tiene el monopolio legítimo de la fuerza, es decir, es capaz de imponer sus actos, por ejemplo, cobrar impuestos —sin ofrecer o comprometerse a entregar un servicio a cambio— y reclutar a la fuerza personal en caso de guerra. La organización, por su parte, intercambia en el mercado lo que produce o lo que necesita.

•El gobierno no es sinónimo de institución. El gobierno es algo concreto, se compone de dependencias (secretarías) y entidades (organismos y agencias), mientras que las instituciones son creencias o convenciones que indican la conducta idónea de individuos y organizaciones, sancionando a quienes no cumplen y premiando a los que sí.

•Un organismo no es una institución. Un organismo es una expresión o ejemplo de una institución vigente. La Uady es un organismo público que refleja a la Institución Universidad, esto es, refleja lo que la sociedad considera una forma legítima de organizar y gobernar una universidad. El Instituto Mexicano del Seguro Social, es un organismo público que refleja o concreta a la institución Salud Publica, es decir la creencia o convención de cómo impartir salud entre la población.

•Un instituto no es una institución. Un instituto es un organismo que aspira a ser Institución, es decir aspira a ser reconocido como la mejor forma de manejar un problema. El Instituto Mexicano de la Competitividad, aspira a ser reconocido como la máxima autoridad en materia de medición de la competitividad y formas de lograrla.

De regreso a la regulación de las organizaciones, es importante destacar que entre los temas que se someten a escrutinio uno muy importante es el que se refiere a las medidas de desempeño o actuación que deben lograr para legitimar su presencia en la sociedad, actualmente son las siguientes:

 

•Eficiencia: usar económicamente los recursos. Las medidas más usuales son: productividad en cuanto a mano de obra y rentabilidad en cuanto al capital.

•Eficacia: Lograr los fines declarados.

•Competitividad: brindar una oferta de bienes y servicios con precios bajos y calidad superior a la competencia.

•Responsabilidad Social: mantener una relación positiva con su ambiente social y natural.

La regulación de las organizaciones en cuanto a su desempeño ha evolucionado; hubo un tiempo en que, a la empresa mercantil, se le requería utilidades o rentabilidad, es decir eficiencia, ahora a se le pide declarar una misión para que se pueda medir su eficacia y su contribución social; adicionalmente se les demanda competitividad e incluso responsabilidad social, especialmente a las grandes. A los organismos, Universidades y Hospitales, por ejemplo, se les exige actualmente, además de eficacia, que den pruebas de eficiencia. En México recientemente se modificó la ley orgánica de los dos grandes entes productores de energía para agregarles el término productividad, ahora son Empresas Productivas del Estado4 . Debe hacerse notar que la mayoría de las diversas medidas de desempeño, no son fácilmente conciliables entre sí, por ejemplo, competitividad y responsabilidad social.

Como último punto en este breve recorrido por la sociología de las organizaciones, vale la pena advertir, dos desequilibrios en el panorama descrito: el primero de nivel social señalado por Mintzberg (2015) haciendo referencia a que con el triunfo del capitalismo ha crecido en exceso el sector privado y sus empresas, en detrimento del público y el social, teniendo como resultado un gran desbalance social con consecuencias tales como contaminación, desempleo y concentración económica. Según este autor, es muy importante hacer una renovación y balance de organizaciones para lograr una sociedad sana, esto es: integrada por un sector público controlado por gobiernos reconocidos y respetados; un sector privado formado por empresas responsables y un sector social perteneciente a comunidades robustas.

El segundo desequilibrio se refiere a la enseñanza de la gestión la cual pese a las diferentes formas organizacionales ya señaladas, continúa concentrándose en difundir técnicas sobre el manejo y conducción de grandes empresas mercantiles privadas, casi siempre industriales, más aún, dichas técnicas son presentadas como si fueran de aplicación universal, lo cual tiene serias consecuencias en la gestión apropiada de las empresas pequeñas y organismos dedicados a la investigación, creación y cultura (Kliksberg, 1972; Mintzberg, 2004;Montaño, 2004; Alvesson y Willmott, 2012).

Conclusiones

La sociología es una disciplina de las ciencias sociales dedicada al estudio de la conducta social humana, su ejercicio muchas veces resulta incómodo para los que tienen el poder, debido a que sus hallazgos develan y denuncian los mecanismos que pretenden controlar y regular la conducta grupal, así como los intereses en juego, siendo uno de sus grandes descubrimientos la cuestión de género. Existen muchas especialidades en la sociologia, algunas exprofeso se proponen como objetivo generar información para tomar decisiones en materia de políticas públicas y evaluación de programas gubernamentales, buscando con ello mejorar el desempeño. Otras tienen como propósito comprender y explicar los resortes y razones de la conducta humana desplegada en colectividades y sus efectos, como son la sociología de las profesiones, la de la ciencia y la tecnología y la del trabajo, entre otras.

La de las organizaciones es una especialidad muy importante de la sociología, desde el momento en que estas llegan a ser ubicuas y por lo tanto muy influyentes en la conformación de la experiencia y la conducta social humana. Sus orígenes se ubican en Europa, pero rápidamente se ha extendido a los Estados Unidos y América Latina. Registra una gran convergencia con la sociología del trabajo y con la teoría de la organización, pero tiene un claro distanciamiento con la gestión o administración.

Vale la pena señalar los contrastes de la sociología de la organización con sus especialidades más próximas: 1) la sociología del trabajo desborda las fronteras de la organización al incluir en su ámbito de estudio, el trabajo informal, el trabajo no remunerado y el empleo del tiempo libre de los trabajadores, entre otros temas extra-organizacionales, y 2) la sociología de la empresa que resulta ser un sub-conjunto de la de las organizaciones al concentrarse en un tipo particular como es la empresa mercantil, incluso por los temas que toca, resulta ser proclive de quedar al servicio de los propietarios y sus trabajos quedar como reportes de consultoría o solución de problemas; hay varios ejemplos de estos casos, pero es justo reconocer también que hay trabajos de consultoría que se realizan con rigor y aportan interesantes contribuciones al conocimiento, por su parte la sociología de las organizaciones trata de conservar su independencia y su carácter de ciencia.

Una de las aportaciones más notables de la sociología de las organizaciones ha sido poner al descubierto la importancia de su diversidad y la necesidad de un manejo consecuente, por ejemplo, si se usa una tipología basado en dos ejes: los objetivos primarios (económicos y sociales) y la propiedad (pública, privada y social) emergen 6 tipos de organizaciones y se hacen más evidente sus rasgos distintivos y por ende la necesidad de concebirlas y manejarlas considerando esos distingos. Pese a lo anterior, la enseñanza y la consultoría de la gestión, concentran su atención en las empresas mercantiles, especialmente las industriales de gran tamaño y propagan sus formas y procesos como si fueran de validez universal. Huelgas, frustración de consumidores y apoyadores, estrategias socialmente irresponsables, son algunas de las consecuencias de esta miopía.

Las organizaciones como sistemas sociales de acción colectiva están sujetas a regulaciones que buscan encauzar su actuación y contribución hacia fines y medios que se consideran legítimos y necesarios; entre los temas sujetos a regulación están las medidas de actuación o desempeño las cuales han variado con el tiempo y con el tiempo se han vuelto más complejas y contradictorias, por ejemplo a las empresas mercantiles a quienes originalmente se les exigían rentabilidad ahora se les demanda competitividad y responsabilidad social; a los organismos se les juzgaba únicamente por su eficacia ahora se les requiere eficiencia y competitividad.

Finalmente, es importante advertir que, en la actualidad, políticos, funcionarios públicos y directivos, de manera coloquial usan los términos institución, gobierno y organismo, como sinónimos, cuando no lo son evidentemente; este capitulo ha puesto especial énfasis en su delimitación para una mejor comprensión de lo que sigue.

Conceptos clave

1.Sociología (definición)

2.Teoría positiva

3.División social del trabajo.

4.Profesión

5.Financiarización.

6.Trabajo

7.Trabajo precario.

8.Trabajo creativo.

9.“management”

10.Desempeño

Temas a debate

1.¿Son inseparables las ciencias sociales y las naturales?

2.¿Puede la conciencia colectiva ser igual o mas convincente que las creencias religiosas?

3.La metáfora: “Sacerdote de la ciencia, consejero del príncipe y médico de los pobres”, ¿representan tareas legitimas para el sociólogo?

4.La Sociología del Trabajo y la Sociología de la Organización, son: ¿opuestas, complementarias, independientes?

5.¿Es posible un trabajo libremente consentido?

6.Según Chomsky: “los trabajadores hacen huelga no solo para conseguir pan sino rosas” ¿esta de acuerdo? dé argumentos.

7.La sociología ¿describe, analiza o prescribe los procesos de la organización?

8.¿Es suficiente decir que una organización es un sistema de acción colectiva?

9.¿Sociología de la empresa o sociología para la empresa?

10.Organización e Institución ¿son sinónimos?

Notas

1. Juan Villoro sociólogo contemporáneo dedicado a la literatura, ha dicho —con el humor que le caracteriza— en la presentación de uno de sus libros, que en las carreras de sociología hay más profesores que alumnos.

2. La legislación mexicana las denomina personas morales ¡

3. Los textos titulados comportamiento organizacional (organizaciónal behavior, en inglés) se apoyan en la psicología, sociología, antropología y ciencia política para encontrar formas para aumentar la productividad, disminuir la rotación y el ausentismo del personal de las organizaciones y con esto favorecer de manera explícita a los intereses de quienes la controlan.

4. Diario Oficial de la Federación 11 de agosto de 2014.

Cap. 2. La Sociedad de Mercado, el Capitalismo y la Revolución Industrial

Un nuevo sistema económico denominado capitalismo surge a partir de su elemento clave: la sociedad de mercado, que pone las bases para la fábrica, una de las primeras organizaciones de la sociedad moderna y antecedente de la empresa mercantil. Este capítulo esta dedicado a bosquejar los cambios materiales e ideológicos que impulsaron la llegada de la sociedad de mercado y la salida de la sociedad feudal, los cuales se dieron durante los Siglos XV-XVIII en Europa, para luego trasladarse a América. Un primer espacio esta dedicado a precisar el concepto de capitalismo y sociedad de mercado, seguido de un breve repaso de los impactos humanos y económicos de la revolución industrial y la fábrica. Para terminar con un debate que se prolonga hasta nuestros días: ¿El despegue de Europa dio como resultado en rezago de otras áreas geográficas, incluyendo América Latina? ¿O bien se trata de un atraso porque no existen las condiciones necesarias y suficientes? Se culmina con el panorama del capitalismo en su etapa global, sus grandes empresas y sus consecuencias económicas, sociales y ambientales que ponen a las sociedades en márgenes muy peligrosos, volviendo urgente revisar las bases que cimientan el mercado para intentar salvarlo y salvarnos.

La emergencia de la sociedad de mercado

La sociedad de mercado que privilegia la producción para el intercambio interesado de mercancías emerge por una combinación de factores de carácter material e inmaterial (ideológico), una vez instalado el mercado como mecanismo fundamental de la actividad económica, emerge el capitalismo, como a continuación se comenta.

Bases materiales

El siguiente es un conjunto de factores concretos que se conjugaron para impulsar y facilitar el ascenso de la sociedad de mercado.

•La urbanización

La concentración de la población alrededor o al interior de los castillos feudales para efectos de resguardo, fue aprovechado por los comerciantes para fundar sitios comerciales más o menos permanentes, los cuales llegaron a formar el núcleo interior de pequeñas ciudades que no pertenecían al ¨feudo¨ , o en el mejor de los casos, tenían una relación anómala e insegura en cuanto a las normas y reglas tradicionales impuestas por los señores feudales, las cuales empezaban a dar muestras de inoperancia ante las condiciones de interacción e intercambio comercial que empezaban a surgir; Más aún, algunas ciudades impulsadas por la actividad mercantil empezaron a rodearse de murallas hasta reducir al antiguo castillo feudal, a una especie de pequeño centro, un claro ejemplo de este fenómeno es la Ciudad de Brujas, en Bélgica.

El nacimiento de las ciudades promovió también cambios en el poder y la política concentrados hasta entonces en las autoridades feudales, pronto los habitantes de las ciudades fueron capaces de establecer sus propios códigos de leyes y reglamentos, así como formas de gobierno que con el tiempo desplazaron a las tradicionales normas. Este proceso duró un buen tiempo, las ciudades no crecían de manera rápida debido a las escasas vías de comunicación terrestre, la próspera Cambridge, Inglaterra, se expandió a un ritmo de una casa por año, de 1086 a 1279 (Heilbroner, 1964).

 

Pero aún cuando en los primeros siglos de milenio anterior, las ciudades no crecieron de manera intensa, llega un momento en Europa, que empiezan a emerger y evolucionar a un mayor ritmo, hasta resultar un fuerte estímulo para el desenvolvimiento del comercio y la monetización de la vida. Cada ciudad tenía sus barreras de peaje y sus casas de moneda, pero también contaban con sus propios comercios, talleres, hosterías y restaurantes, que le daban el toque urbano a la localidad, a la postre terminaron expandiéndose hasta alcanzar a ser verdaderas ciudades/estado como fue el caso de Venecia.

La nobleza y los señores feudales se empeñaban en conservar sus privilegios frente a los nuevos ricos, es decir, la clase comerciante, pero el proceso de economízacion de la sociedad no se detenía, rompía con lo establecido y reorganizaba el poder y el prestigio de las clases sociales, en consecuencia, a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, las grandes ciudades inglesas eran asiento de mercados laborales y empresas cuyos almacenes daban muestras de abundancia, pero también eran sitios de indigencia, violencia y robo.

•Los cercamientos

El bien llamado tierra es un elemento de la naturaleza inextricablemente ligado a la especie humana, su función económica es solo una de muchas funciones vitales que tiene, otras son: la estabilidad de la vida del individuo, el sitio de su habitación, la condición de su seguridad física, el paisaje, las estaciones, entre otras. Por ello, tradicionalmente, tierra y mano de obra eran una unidad, el trabajo formaba parte de la vida, la tierra seguía siendo parte de la naturaleza, la vida y la naturaleza formaban un todo articulado, sin embargo, se dio su separación lenta y dolorosa para formar un mercado inmobiliario. En efecto, la separación del individuo y del suelo significaba la disolución de la unidad económica en sus dos elementos, de modo que cada uno de ellos pudiera encajar donde fuese mas útil. La comercialización del suelo fue el inicio de la liquidación del feudalismo (Polanyi,2003).

Comenzó en el Reino Unido con el Siglo XIII cuando la nobleza y los señores feudales , ante su necesidad apremiante de dinero en efectivo, empezaron a cercar sus tierras para venderlas o rentarlas. Las tierras que antes eran consideradas comunales y dedicadas al pastoreo o a la siembra, ahora estaban al servicio de quien pudiera pagar por ellas. Su demanda aumentaba por el surgimiento de las ciudades industriales que requerían, primero: terrenos para sus instalaciones fabriles y habitaciones de trabajadores y segundo: suelo para producción de alimentos y materias primas orgánicas, por ejemplo, para la cría de ovejas, que, por la gran demanda de telas de lana, ahora resultaba ser una actividad muy lucrativa. Con la modernización del transporte marítimo la presión sobre la tierra aumentó, ahora se requería elevar la producción para abastecer los territorios extranjeros y coloniales.

Aunque el proceso de cercamiento en Reino Unido, por largo tiempo avanzó a pasos irregulares, ya en el siglo XIX se estimaba que cerca de la mitad de la tierra comunales de Inglaterra, había sido “cercada” es decir, habían sido transformadas en criaderos de ovejas o superficies para la agricultura comercial y por lo cual, se supone, los propietarios recibieron una justa compensación (Heilbroner, 1964) En Francia los cambios mas grandes se registraron durante la Revolución Francesa y en los decenios de 1830 y 1840, en los que se daba prioridad a la agricultura comercial sobre las herencias, las dotaciones inalienables y las tierras comunales; la idea era que la libertad para manejar la propiedad y en particular la propiedad de la tierra, formaban parte esencial de la libertad individual. Posteriormente el Código Napoleónico reconoce: i) el derecho a la propiedad inmobiliaria, ii) que la tierra es un bien comerciable y iii) la hipoteca como un contrato civil privado.

Desde un punto de vista estrictamente económico, el movimiento de cercamiento era indiscutiblemente saludable por cuanto convertía en productivas, tierras que hasta entonces habían producido sólo pasto y ocupaban poca mano de obra, ahora su explotación buscaba ser intensificada. Desde una perspectiva social a medida que los campos comunales iban siendo cercados, se expulsaban a los campesinos y los que se quedaban se les hacía cada vez más difícil ganar lo suficiente para su subsistencia, surgió entonces una nueva fuerza de trabajo: el proletariado agrícola, que, al no tener tierra, buscaba afanosamente trabajo para ganar un salario, aunque no abundaban precisamente y migraban en su búsqueda.

Junto con el proletariado agrícola que llegaba a la ciudad en busca de empleo, empezó a surgir el urbano bajo el impulso de la transformación gradual de los gremios en empresas mercantiles, a pesar de la oposición de los maestros que luchaban tenazmente contra la “apertura” de sus gremios, en virtud de que los mercaderes los presionaban para rebasar los volúmenes tradicionales de sus operaciones y los hombres de negocios revolucionaban los procesos manuales con maquinaria. Finalmente, lo que dio origen a la sociedad de mercado europea no fue una evolución sino una “revolución lenta” hasta que el comercio se empieza a considerar como algo “natural” o “normal”, incluyendo el mundo de las empresas con sus categorías o factores de producción: tierra, trabajo y capital que se volvieron tan presentes, que resulta difícil creer que no siempre hayan existido, como tales.

•Las conquistas de ultramar

Durante la antigüedad, el intercambio de los europeos sea por comercio o conquista, se daban con la India y con China atravesando mares más o menos conocidos, en busca de especias, seda y otras mercancías exóticas. Hasta que llego el tiempo de fuertes murmullos acerca de las maravillas que algunos viajeros intrépidos afirmaban que se encontraban en ultramar, es decir, más allá de los mares conocidos y que con el tiempo animó a los comerciantes a alcanzar el territorio que después se llamó, América.

Motivados por la ilusión de alcanzar riqueza y gloria, pronto aparece un grupo de aventureros dispuestos a remontar las largas distancias y explorar lo desconocido, como Colón, Vasco de Gama, Cabral y Magallanes, quienes apoyados por los monarcas de la época organizan flotas y se hacen a la mar con el patrocinio y en nombre de sus reyes, quienes a su vez lo hacían con la esperanza de aumentar las arcas reales.

Efectivamente, como resultado de la conquista y sometimiento de los territorios americanos por los europeos, se introdujeron a la economía un flujo muy importante de metales preciosos procedentes de México y Perú, que al distribuirse como medio de pago generaron una gran inflación; se estima que entre los años 1520 y 1650, fue de 200 a 400 % (Heilbroner, 1964). La fundación de las colonias en los siglos XVI y XVII y el consecuente disfrute del comercio con el Nuevo Mundo, proporcionaron un gran impulso a Europa, pero con el consecuente subdesarrollo de América como lo señala Galeano (2004) y se comentará mas adelante.

•La monetización de la vida económica

Un importante factor de cambio de la organización económica europea fue de la introducción de la moneda en el intercambio de mercancías, se tiene registro de que en el Siglo X el efectivo y las transacciones monetarias eran mínimas, pero para los Siglos XVII y XVIII la moneda era ya un imprescindible medio de cambio para las transacciones y para las demás funciones que los economistas le asignan, como son almacén de valor y unidad de cuenta.

Es importante decir, que en el sistema feudal las contribuciones de los siervos a los señores feudales eran en especie, es decir, días de trabajo, o bienes como granos y animales vivos. Un buen número de causas estuvieron detrás del cambio en la forma de efectuarse los pagos durante la época feudal. Una de ellas fue el aumento de la demanda urbana de alimentos; de manera que conforme la población de las ciudades se incrementaba, la moneda se filtraba en el campo, creciendo así la capacidad del sector rural para comprar bienes urbanos, como también se agudizaba su deseo de realizar esas compras. Al mismo tiempo, la nobleza y los señores feudales, en busca de mayores ingresos en efectivo para comprar una creciente variedad de bienes, veía cada vez con mejores ojos el cobro de sus rentas y sus tributos en dinero y no en especie.