Sanación de los chakras y conciencia del karma

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Los tattvas

La energía descalificada, aunque es un elemento esencial de la conciencia, emerge como una fuerza aparentemente separada a través de los tattvas. Si bien el yoga nos enseña que existen 36 tattvas (pasos de la evolución) responsables de la increíble diversidad del universo fenoménico tanto en el plano sutil como en el plano físico-material, sólo cuatro serán de interés particular para nosotros en este momento.

El primer tattva era la palabra original tal como existía dentro de la conciencia del atman.A partir de esto, surgieron el perusha y el prakriti. Perusha era “la conciencia primordial” y el prakriti,“la fuente primordial del poder (energía descalificada) o prana”. El siguiente tattva, que resulta de la unión de éstos, es el mahatattva. Fue en esta etapa donde el perfecto equilibrio en el universo primordial (no físico) se vio interrumpido y la evolución, tal como la conocemos, dio comienzo. Al empezar el mahatattva, el prakriti dio inicio al proceso de la evolución, primero en los planos superior e inferior de la conciencia, de la energía y de la materia sutil, y después en el plano físico-material. Fue a partir de esta fuerza dinámica primordial que emergió la energía descalificada, tal como se conoce hoy (incluyendo el kundalinishakti o el prana en sus diversas formas, y el aprana). Fue también mediante de esta fuerza primordial que la alegría se internó en el microcosmos y a través de la alegría, la intimidad, el amor humano y el placer.

La estructura y función de la energía descalificada

La energía descalificada no puede ser medida ni sopesada por medios convencionales. No puede ser observada a simple vista ni puede ser descubierta a través de ningún instrumento que aumente la visión humana. No puede ser oída, sentida, olida ni paladeada. Hasta ahora, ha resistido tanto a la detección por medio de los instrumentos científicos como a la conciencia de la mente racional. Sin embargo, de alguna manera, su existencia ya ha sido sugerida por la ciencia, primero a mediados del siglo XIX por George Riemann, quien desarrolló una teoría que afirma que la luz es producto de la distorsión del quinto espacio dimensional, y más tarde, la teoría de las supercuerdas, que entró accidentalmente en escena en el año 1968.

Tal como lo sugiere la teoría de las supercuerdas, en el universo físico las cosas deben su existencia a las dimensiones no físicas que sirven de base al universo físico-material. Por supuesto, para quienes están conscientes de los aspectos funcionales de la conciencia humana en las dimensiones no físicas, la existencia de la energía descalificada es un hecho irrefutable.

Puesto que el lenguaje tiene una gran cantidad de modificadores que se emplean para describir la cualidad de algo y la energía descalificada no posee cualidades, resulta en enorme desafío describir la energía descalificada, excepto de manera indirecta, al contrastarla con lo que no es. La energía descalificada no es una energía que posea alguna cualidad o sensibilidad; sin embargo, tanto en la dimensión física como en la no física existe un fundamento interior de energía descalificada dentro de un espectro de frecuencias, correspondientes con la densidad o con la frecuencia media de la energía calificada en la misma dimensión. Aunque carece de cualidades, la energía descalificada, en dimensiones diferentes, puede ser descrita como algo que posee distintos tonos (casi como los diferentes tonos que se pueden observar cuando se toca la misma nota en diferentes octavos con un instrumento musical). Visto de esta forma, la energía descalificada, en mundos y dimensiones superiores, tendría un tono o vibración más alto que la energía descalificada en mundos y dimensiones inferiores, y cualquiera con suficiente inteligencia reconocería las distintas vibraciones que son la firma de los distintos tonos de la energía descalificada.

La energía descalificada, en las dimensiones superior e inferior, puede ser transmutada de un estado a otro y puede funcionar en los tres estados que corresponden a los estados de la energía y de la materia encontrados en el mundo físico-material y en el campo colectivo del maya: sólido, líquido y gaseoso. Al funcionar en los planos sutiles del estado sólido, la energía descalificada presenta algunas propiedades similares a las de los sólidos. Ésta puede existir dentro de un receptor de diferente tamaño y forma y mostrar variaciones en su fuerza y flexibilidad.

La energía descalificada que aparece sólida es la más estable. Cuando se encuentra en un estado sólido, la energía descalificada sirve como la base de los cuerpos de energía, de los vehículos energéticos y de los órganos del sistema humano de energía.

En estado líquido, la energía descalificada será menos estable y mostrará amplias variaciones en tamaño y forma. El estado líquido puede ser considerado como un estado transitorio, que generalmente emerge a través de la protección del practicante o del sanador cuando él o ella crean herramientas e instrumentos de energía descalificada para utilizarlos durante un trabajo de sanación y de energía.

La energía descalificada en estado gaseoso, es la menos estable y puede cambiar rápidamente su tamaño o forma. Es la energía descalificada en estado gaseoso la que llena las cavidades de los cuerpos de energía, de los vehículos energéticos y de los campos áuricos, la que ingresa al sistema humano de energía en cada inhalación, la que emerge a través de los chakras y es transmitida por medio de los meridianos. Además, la energía descalificada, en estado gaseoso, es el medio (en todos los mundos y dimensiones) a través del cual se mueve la energía calificada. De manera que ésta funciona como base del universo fenoménico y del campo colectivo del maya.

Puesto que la energía descalificada corresponde a la conciencia universal —Shiva y Shakti se encuentran en un eterno abrazo— no está supeditada a los principios de los herméticos, lo que significa que, a pesar de la fuente de la energía descalificada, no está sujeta a los principios de la mente, de la causa y el efecto, del ritmo, de la polaridad, de la correspondencia, del género ni de la vibración (para conocer más acerca de los herméticos consulta el capítulo seis).

La energía descalificada no puede ser transmitida o transmutada a través de la mente individual o del ego ni por ningún otro aspecto funcional del universo fenoménico. Esto significa que la energía descalificada no se puede enfocar consciente o inconscientemente por el deseo, el temor, la necesidad o cualquier acto de voluntad humana, de finita conciencia humana o de egoísmo.

La energía descalificada es, en todo momento, en toda situación y en toda dimensión, independiente del ego y de la mente individual. Se irradia como el sol, a menos que sea enfocada por una fuente de energía descalificada y/o de la conciencia (el Yo, las mentes superior e inferior y/o las funciones y los aspectos de la mente).

La energía descalificada nunca, en ninguna circunstancia, tomará la forma de olas, atmósferas, albercas, cuerdas o equipaje kármico ni tampoco podrá ser directamente influenciada por ningún ser físico o no físico que viva y actúe exclusivamente en el mundo calificado del maya.

Aunque puede parecer que la energía descalificada se ve restringida durante los momentos de estrés, tensión y trauma de aquél que experimenta los efectos, en realidad es nuestra percepción o nuestra capacidad para distinguir o experimentar la energía descalificada la que se ha visto afectada por el apego a la mente individual y al ego.

Aunque la energía descalificada no puede ser enfocada por la mente individual ni por el ego, sí puede serlo por la intención del Yo a través de las mentes superior e inferior (espíritu, intelecto, alma y cuerpos del deseo) y de sus funciones y aspectos.Tal como se verá en los siguientes capítulos, la energía descalificada enfocada por las mentes superior e inferior, es la herramienta más importante que posees para superar los efectos del equipaje kármico y los apegos y las limitaciones que éste produce.

Las cuatro formas de energía descalificada

Cuando la energía descalificada emerge del Yo, ésta toma la forma del prana, del aprana, del kundalinishakti y/o de uno de los pranas entrantes o salientes.

Prana es la suma de las energías del universo entero, tanto en el microcosmos como en el macrocosmos. Éste ingresa en el sistema humano de energía a través del aliento en cada inhalación y se irradia por medio de los chakras cuando éstos se encuentran activos.

El aprana emerge de la frontera apránica. La frontera apránica se localiza en el microcosmos de todos los mundos y dimensiones de las mentes superior e inferior y rodea el espacio corporal individual a una distancia de aproximadamente ocho pulgadas (20 centímetros). El aprana se moverá hacia la superficie del espacio corporal individual cuando la frontera apránica se libere de la influencia desordenada del equipaje kármico.

El kundalinishakti es una forma especial de energía descalificada que yace latente en el primer chakra (chakra muladhara) y que se localiza en el espacio corporal individual en una posición que corresponde a la base de la espina dorsal.Al ser estimulado, comienza a moverse hacia arriba a través del meridiano regulador shushumna (el principal meridiano masculino) que surge desde el primer chakra y se extiende hacia arriba desde la parte posterior del espacio corporal individual hasta el chakra de la coronilla, localizado en una posición que corresponde a la parte superior de la cabeza. Cuando el kundalinishakti alcanza el chakra de la coronilla, seguirá moviéndose hacia arriba o se extenderá hasta que los meridianos ida y pingala, que flanquean al meridiano regulador shushumna, emerjan con él.

Una vez que el kundalinishakti ha alcanzado la coronilla, podremos reconocer que son un ser multimundano y multidimensional y que su existencia no depende del estar encarnado en un cuerpo físico-material.

 

Los pranas entrantes y salientes emergen del centro de la conciencia humana en todos los mundos de las mentes superior e inferior y llevan la conciencia humana y la vitalidad más allá de los límites del campo de energía humana.

El prana y la respiración

Durante miles de años, el estudio del prana (pranayama) y de su relación con la respiración ha sido una parte esencial del yoga. El objetivo del pranayama es separar la respiración delYo, la cual se resume al control total del prana a partir de la mente individual y del ego. Los antiguos maestros eran muy conscientes de que, en sus diversas formas, el prana llena el universo en todas dimensiones; sin embargo, también sabían que, para sostener la vida de un ser humano completamente sensible, se requiere de una gran cantidad de prana.Así, se consideraba entonces que era primordial una continua e ilimitada entrada de prana para alcanzar la salud, el bienestar y el desarrollo espiritual.

Los antepasados reconocían también que la mente individual y el ego podrían desestabilizar la entrada y la distribución del prana y evitar que éste revitalizara a los grupos de cuerpos de energía y los vehículos energéticos que componen las mentes superior e inferior y sus funciones y aspectos. A fin de contrarrestar la función de la mente individual y del ego, desarrollaron un sistema de ejercicios diseñados para tomar el control de la respiración y del prana desde la mente individual y del ego. En este capítulo, he incluido una técnica llamada “la respiración yogística”, la cual está diseñada para incrementar tu entrada de prana y mejorar su distribución. Al hacerla parte de tus actividades regulares, llevarás una mayor cantidad de prana a tu campo de energía y, al acumularla en albercas, podrás utilizarla en el momento adecuado para liberarte del equipaje kármico.

La respiración yogística

La respiración yogística es una síntesis de tres respiraciones básicas que generalmente se conoce como “respiración completa”. Las tres respiraciones son la respiración abdominal, la respiración media y la superior. En la respiración abdominal el abdomen se dilata y se contrae hacia abajo; en la respiración media el prana, después de haber llenado la cavidad pectoral, se expande para llenar la caja torácica y los hombros; en la respiración nasal el prana llena los conductos nasales y sigue su camino hacia arriba, llenando la cabeza. En la respiración yogística completa no sólo llevarás más prana al interior de tu sistema de energía sino que estimularás los chakras al hacer descender el prana a través del abdomen y hacerlo ascender hasta la parte superior de la cabeza.

Comienza la respiración yogística sentándote en una posición cómoda, con tu espalda recta y tus piernas firmes sobre el piso. Si lo prefieres, puedes usar la posición de loto. Una vez que te sientas cómodo, coloca tu mano derecha sobre tu abdomen, justo por debajo de tu plexo solar. Esto te ayudará a sentir el ritmo de tu respiración y la hará más uniforme. Ahora cierra tus ojos. Cerrar los ojos no es algo primordial, pero te ayudará a relajarte, haciendo más fácil la respiración rítmica. En la respiración yogística, no debe haber diferencia entre la inhalación y la exhalación y la respiración sólo debe hacerse por la nariz.

Cuando te sientas cómodo, comienza a inhalar, llenando primero la parte baja de tus pulmones con aire. Con tu mano sobre el abdomen, podrás sentir cómo se contraen los músculos de tu diafragma mientras tu estómago se dilata ligeramente. Sigue inhalando, sintiendo cómo el aire llena la parte media y superior de tus pulmones. Tus hombros se elevarán y los músculos de la caja torácica se contraerán mientras los pulmones se dilatan. Durante la respiración media, algunas personas sienten dolor en la parte superior de la espalda, entre los omóplatos. El dolor es causado por la acumulación de equipaje kár mico, el cual ha provocado que los músculos se contraigan y se vuelvan rígidos. No permitas que una pequeña incomodidad te desaliente —insiste—. Si sigues adelante, llevarás más prana al interior de tu sistema de energía y tus músculos regresarán a su estado normal de elasticidad.

Después de que el aire y el prana hayan llenado tus pulmones, deja que ascienda hasta llenar tus conductos nasales y tu cabeza.

Al exhalar, repite el proceso en reversa —permitiendo que los conductos nasales se vacíen primero y después la parte superior, media e inferior de tus pulmones—.Tus hombros caerán de manera natural y el diafragma volverá a su posición normal. Sin que exista ninguna diferencia entre la inhalación y la exhalación, continúa con este ejercicio durante aproximadamente cinco minutos.

Al principio, reserva un tiempo especial durante el día para practicar. Después podrás incorporar la respiración yogística a tu meditación y a tus ejercicios espirituales. Una advertencia: asegúrate de ser gentil contigo mismo. Ahora que has aprendido la respiración yogística, no te obsesiones con ella. Si lo haces, simplemente te debilitarás en otras áreas y, en vez de liberar tu respiración, la restringirás aún más.

El aprana

El Aprana es una forma especial de prana que posee una polaridad femenina. Éste existe en todos los mundos y dimensiones de las mentes superior e inferior y emerge desde una posición o demarcación que rodea al espacio corporal individual, en cada dimensión, a una distancia de aproximadamente ocho pulgadas (20 centímetros). La demarcación o posición desde la cual el aprana emerge no se debe confundir con la superficie de los campos áuricos. La demarcación apránica no es una estructura sino una frontera que ya se encuentra presente dentro del microcosmos. Cuando se encuentra activo el aprana en cada dimen sión, éste tiende a desprenderse de equipaje kármico conforme se mueve hacia la superficie del espacio corporal individual. La combinación del aprana (con su polaridad femenina) que emerge del espacio corporal individual y del aprana que emerge de los chakras es tan poderosa, que juntos se desprenderán del equipaje kármico y tomarán el control del área vital que existe entre la superficie del espacio corporal individual y la frontera apránica, a partir del control de la mente individual y del ego.

Los chakras

La función principal de los chakras es mantener el Yo, la conciencia universal, conectada a los mundos y dimensiones del universo fenoménico. Como tal, los chakras sirven como vértices a través de los cuales el prana puede ingresar al universo fenoménico. Los chakras, además de servir como vértices, transmiten y transmutan el prana en diferentes frecuencias o tonos.

Existen 142 chakras dentro del sistema humano de energía. Nueve chakras se encuentran localizados dentro del espacio corporal individual, los siete chakras comunes así como los dos chakras esplénicos, localizados entre el segundo y tercer chakra. Por encima del espacio corporal individual se encuentran localizados 63 chakras, directamente por encima del chakra de la coronilla y 70 chakras se encuentran localizados por debajo del espacio corporal individual, directamente por debajo del primer chakra.

El prana emerge a través de los 142 chakras y es constantemente transmutado dentro de las frecuencias exactas necesarias para mantener la salud del sistema humano de energía y de los grupos de cuerpos de energía que sirven de apoyo al sistema de energía. Puedes comenzar a experimentar el prana que se irradia por medio de los siete chakras comunes dentro del espacio corporal individual, si practicas la siguiente técnica sencilla.

Estimulación de los siete chakras comunes

Cada uno de los siete chakras comunes regula la transmisión y la transmutación de una porción de energía descalificada en los mundos de las mentes superior e inferior. La frecuencia media de cada chakra se conoce como la resonancia del chakra.

Puedes comenzar a sentir la resonancia única de los siete chakras comunes dentro del espacio corporal individual usando la palma de tu mano receptiva (femenina) —tu mano derecha, si eres zurdo o la izquierda, si eres diestro— para estimular la parte frontal de los chakras (cada una de las palmas de la mano posee un centro menor de energía a través del cual se irradia el prana).

Una vez que has determinado dónde se localiza el polo femenino de cada chakra (el primer chakra en la base de la espina dorsal, el segundo chakra a una distancia de cuatro dedos por debajo del ombligo, el tercer chakra en el plexo solar, el cuarto chakra en el centro del esternón, el quinto chakra en la garganta, justo debajo de la manzana de Adán, el sexto chakra en la frente, directamente entre los ojos, y el séptimo chakra en la coronilla de la cabeza), comienza a explorar la región que se encuentra al frente de cada chakra con la palma de tu mano femenina . Descubrirás que esta técnica funciona mejor si mantienes la palma de tu mano a una distancia aproximada de seis pulgadas (quince centímetros) por encima de la superficie del espacio corporal individual y desciendes desde el séptimo chakra hasta el primero.

Tan pronto como hayas localizado el polo femenino de un chakra con la palma de tu mano, el chakra se activará y experimentarás una vibración residual. Esta vibración continuará aun cuando hayas retirado tu mano.También podrás experimentar sensaciones que son únicas del chakra que has estimulado. Las sensaciones que experimentarás pueden ser desde una sensación de seguridad, si se trata del primer chakra, hasta satisfacción y/o comodidad, si se trata del tercer chakra. Más abajo se presenta una lista de las sensaciones, sentimientos y emociones asociados con los siete chakras comunes en el espacio corporal individual.

Primer chakra: seguridad, autoconfianza, imagen corporal, conexión con la tierra y sus criaturas.

Segundo chakra: vitalidad, identidad de género (masculinidad o feminidad), creatividad, ira.

Tercer chakra: pertenencia, confianza, intimidad, amistad, estatus, bienestar mental, miedo.

Cuarto chakra: autoconciencia, derechos personales (esto incluye el derecho a controlar tu cuerpo físico, a expresar y definir tus sentimientos, tus emociones y tu percepción y el derecho a seguir tu dharma personal), dolor emocional.

Quinto chakra: autoexpresión, goce del espacio personal (el cual se extiende a las fronteras áuricas), integridad, alegría.

Sexto chakra: conciencia humana, memoria, intuición, razonamiento, pensamiento deductivo.

Séptimo chakra: conciencia trascendental.