Hacia la mágica presencia

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Los bebés y los niños pequeños son muy sensitivos a los colores y, con frecuencia, las personas vestidas de negro, rojo u otros colores destructivos los aterrorizan. Rodeando a los niños de los colores: oro, rosa, violeta, azul claro y blanco, se les hace armoniosos y se les puede dirigir fácilmente.

Las opiniones y teorías corrientes en lo que concierne a los colores no cambian la ley poderosa de energía y de vibración. La luz clara y brillante es más alta en vibración y excluye la imperfección. Sólo después del gran cataclismo de hace ochenta mil años, la humanidad conoce y emplea el rojo y el negro. Cuando se llama a los grandes seres para que obren en ciertas circunstancias, siempre emplean su ciencia de los colores para protegerse, recubriendo el plexo solar y el bazo de placas especialmente cargadas.

Las vibraciones de la fuerza siniestra jamás los tocan en estos puntos y muy especialmente en el plexo, que es la puerta abierta de nuestro cuerpo de deseo. Protejámonos, por consiguiente, empleando para nuestros vestidos y en nuestros ambientes interiores sólo colores constructivos, luminosos.

El gran director divino dice textualmente: “Ciertas personas dicen: esto no me concierne, yo no tengo necesidad de la llama violeta, yo no tengo miedo al negro o al rojo”. Puede ser que no tengan miedo a un tigre, no obstante éste es muy capaz de hacerlos pedazos.

Queridos hijos de la luz: ¿cuál puede ser la causa de las desgracias de la humanidad durante centenares de millares de siglos? Al principio fue, naturalmente, la propia discordia de los humanos, más cuando hubieron generado una cierta cantidad, tomaron contacto forzosamente con todas las vibraciones discordantes correspondientes.

El negro representa la muerte; el rojo la cólera intensa y, cuando están discordantes, aceptan estas vibraciones. Por la esclavitud y la dictadura de la moda y de la sociedad continuan empleando estos colores.

Desgraciadamente no es posible escapar a las consecuencias. ¡Qué lástima! Cuando nosotros, seres perfectos y poderosos, echamos una ojeada sobre la vida social, plena de orgullos y arrogancia, decimos: ¿cuándo despertarán? No hablo de todos, pero algunos exageran su arrogancia. No condescenderían ellos a asistir a este servicio, por temor de que algunos de su círculo los viera.

Pero yo, un ser puro y magnífico, la autoridad y el gobernante de la corriente de vida de la humanidad, yo vengo para asistirlos. La gran Diosa de la pureza ha salido del gran silencio a fin de ayudar a purificar a estos humanos que en su orgullo y arrogancia, dicen: “no podemos perder nuestro tiempo con pretendidos maestros ascendidos a esta así llamada poderosa presencia “Yo Soy”. No tenemos ninguna prueba de su realidad”.

¡Qué locura, qué puerilidad! Un día la vida les dirá: “Al presente, han agotado todos sus recursos, ¿qué van a hacer? Han derrochado sus posibilidades”.

Cada ser humano incorporado actualmente está en la bifurcación de dos caminos. Ya no se conceden otras incorporaciones para escoger — necesario es decidirse ahora en los meses venideros.

Piensan que no conocemos la ley que gobierna esta Tierra y a cada ser que la habita, cuando hemos dado obediencia a esta ley a fin de poder aplicar su poder invencible! Dudan en conformarse a unas pequeñas reglas de vida que se los explican, más nosotros damos obediencia a las grandes demandas y mandamientos cósmicos! El foco central de inteligencia y de vasta radicación de este sistema de mundos no es un mito y es la primera vez, desde hace mucho tiempo, que la atención está fija en América.

Llevar el color propio del día

Con el fin de recordar a los estudiantes “Yo Soy” a que acepten el amor, la radiación, el poder, los milagros y las bendiciones especiales que los maestros ascendidos difunden a través de cada color, que se lleve el color del día. Cada color es un foco de concentración especial para la cualidad que la poderosa presencia “Yo Soy” y los maestros ascendidos difunden siempre a través de las llamas y de los rayos de luz que dirigen.

Así pues, si llevamos los diferentes colores indicados en la carta y el cuerpo causal vierte su amor en el color apropiado cada día, se establece un equilibrio en todas las cualidades que los maestros ascendidos saben que nos son necesarias para curar, proteger y forzar la victoria para que se manifieste en nuestro ser y en nuestro mundo para siempre.

Cuando todo el grupo está vestido del mismo color, puede ser aumentada la intensidad de la radiación; la fuerza viva es mayor; puede darse un mayor poder en respuesta a los decretos para asistir a los bien-amados países de cada uno de nuestros seguidores y traer la paz al mundo.

La ley de energía y de vibración es la ley de causa y efecto y no comete error.

Cuando la gente no quiere obedecer a esta ley, significa esto que no desean otra cosa que la discordia y la destrucción en sus propios seres y mundos. Los maestros ascendidos nos han hecho el don más divino de toda la eternidad —la mayor bendición de toda vida, por doquier y siempre— no hay compensación para este don! Se otorga bajo las condiciones fijadas por los maestros ascendidos y no según los deseos de seres no ascendidos.

Si esperamos ser liberados por la bien-amada poderosa presencia “Yo Soy” y por los maestros ascendidos no puede venir nuestra libertad sino de conformidad con las directivas de los maestros ascendidos porque ellos solos son eternamente maestros.

Dado en amor y obediencia al servicio de ellos, para siempre. “Yo Soy”.

Su mensajero.

Prácticas:

Lunes: Dorado.

Martes: Rosa.

Miércoles: Blanco.

Jueves: Verde.

Viernes: Oro y rubí.

Sábado: Violeta

Domingo: Azul.

En nuestro servicio estas cosas son a veces poco practicables —así que preconizo siempre el blanco, que permite o deja pasar cualquier color. No queremos establecer diferencias sobre rayos y días; las prácticas son sólo eso: ejercicios.

¿Qué dice nuestra amada presencia interna acerca de cómo ponerlos en práctica?

Hay muchos estudiantes que trabajan durante un tiempo con una sola llama o rayo y debido a esa concentración han conseguido resultados sorprendentes.

Las dudas, discusiones o rechazos no son parte del camino hacia la “presencia mágica”. La línea del corazón es la que mide y ve. Sabemos que el amor une todas las dimensiones, todas las cosas. Es nuestro diálogo permanente con la vida que está en continuo fluir.

Instrucciones sobre el uso del tabaco, del alcohol, de la carne y sobre la actitud sexual Sanat Kumara

Con frecuencia, la humanidad rehusa conformarse a ciertas simples reglas de vida. Pero esta obediencia permite la purificación y el afinamiento de la estructura cerebral. Ciertos hábitos impiden que el ser humano capte las actividades que tienen una cierta altura vibratoria; esta receptividad daría el saber y los conocimientos que la humanidad busca. Millares de seres han tratado de conocer las leyes de la vida, pero han persistido en vivir en los hábitos que han provocado la densidad de la estructura cerebral, que es un obstáculo para la visión de la verdad.

Les digo mis bien-amados, que el uso del tabaco, en cualquier forma, deposita una secreción en el cerebro que impide su afinamiento más allá de un cierto limite o una cierta medida.

El uso de la carne llevará su estructura atómica al sentimiento del miedo. Si disipan su energía sexual para la gratificación de los sentidos, entonces se privan de la energía de su presencia, de la que tienen necesidad para persistir en llamar a su presencia en acción con valor y fuerza, hasta que sea disuelta su acumulación destructiva. Sepan que en la energía sexual que la humanidad disipa, se encuentra fuerza, valor y confianza. Los que disipan esta energía devienen medrosos, débiles, desconfiados y suspicaces.

Habiendo tomado la fuerza siniestra el dominio sobre ciertos individuos y organismos, ha tratado de hacer creer a la humanidad que la actividad sexual está permitida para diversión y que se puede usar así y, no obstante, alcanzar la perfección. Esto es falso y trágico para la humanidad. Les digo esto con el poder de la radiación de que dispongo. Si el deseo sexual es fuerte en ustedes, no lo combatan, sino digan simplemente: “Poderosa presencia “Yo Soy” desembarázame de este deseo y reemplázalo por tu satisfacción y tu perfección”.

Repitan esta llamada y continúen viviendo con serenidad y un día advertirán que el deseo está disuelto. Lo mismo para el uso del tabaco, de la carne y del alcohol, etc. Se permite la actividad sexual para la procreación, incluso si se ha alcanzado un alto grado de realización espiritual, pero es el derroche de esta energía lo que resulta trágico. Mi bien-amados, por el conocimiento de su presencia “Yo Soy” y el uso de la llama violeta su victoria es cierta, si quieren prestar obediencia a estas simples reglas de vida.

Instrucción concerniente a la actividad sexual

El puro amor divino no desciende jamás más bajo del corazón. El amor verdadero no necesita contacto sexual de clase alguna. Los grandes maestros ascendidos están siempre prestos a asistir a los que quieren conformarse con las directivas dadas.

Hagan una llamada mental a uno de los maestros ascendidos y recibirán siempre ayuda.

Práctica

Ocupa las afirmaciones siguientes:

“‘Yo Soy’ la presencia gobernando esta energía y ‘Yo Soy’ el poder que la resucita y la transmuta y esta actividad es permanente”. “‘Yo Soy’ la presencia realizando esto y esto está hecho ahora, porque la actividad divina es instantánea”.

 

Limpieza y aliento Saint Germain

Si desean nuestra radiación y nuestra asistencia, no absorban cebollas, ajo, ni alcohol, ni tabaco. No queremos ni podemos intensificar la energía en ustedes ni alrededor de ustedes, cuando tales emanaciones están en la atmósfera.

¡Han de saber que las entidades desencarnadas gustan de estos olores! Esto es lo que les atrae, porque vienen de la esencia de la emanación de sus cuerpos.

La verdad en lo que concierne a la reacción o acumulación destructiva

Karma

El corazón de diamante, el yo divino, la poderosa presencia “Yo Soy” se interesa menos en la manera en que llegamos a una realización dada, que en el hecho de la realización.

En todo lo que se ha dicho y escrito concerniente a la reacción (acumulación destructiva) hay poco de verdad y muchos errores. El resultado es que los que creen en ello están asustados y confundidos, y en una situación mucho peor que si no hubieran nunca oído hablar de la cuestión. Existe ciertamente la ley de causa y efecto, pero, a menos que haya intención deliberada de dañar a una persona o a una cosa, el que engendra la causa no es en manera alguna responsable del efecto. La gran ley de amor producirá el ajuste necesario.

No da esto, sin embargo, protección a los que se dejan llevar por accesos incontrolados de odio o de malicia, que hacen daño a su prójimo o a sus bienes.

Tendrán que hacer reparación completa, más no necesariamente en actos físicos porque la gran ley cósmica dispone de innumerables vías y medios para hacer justicia.

¡Cuántos seres sinceros sufren por esta falsa comprensión de la ley de causa y efecto! Les sería suficiente invocar la ley del perdón, alabar a los que creen haber causado mal y quedarían inmediatamente liberados de circunstancias que les abruman: mala salud, depresión, miedo, pena o fracaso en lo que desean realizar.

Queridos hermanos y hermanas: cada noche antes de dormir, eleven mentalmente sus brazos hacia la presencia del corazón de diamante, su bien-amada presencia “Yo Soy” y pidan que ella les muestre cómo pueden reparar todo el mal que han hecho intencionadamente a quien, o a lo que sea, durante su peregrinación en la Tierra —o durante sus vidas anteriores; porque les aseguro que han tenido centenares de vidas en esta esfera terrestre. Si la vida parece dura a algunos, es porque no saben o no recuerdan haber creado en el pasado causas de las que tienen que sufrir los efectos actualmente.

Llamen a la ley del perdón en acción, reconozcan que están en estado de gracia, es decir, hagan uso de la llama violeta, expresen el puro amor de los maestros ascendidos y se sentirán libres y desprendidos de estas reacciones de esta acumulación en gran parte imaginaria.

Desde hace medio siglo, tanto y tanto se ha escrito sobre este tema, que quiero ayudar a aclarar la situación y quitar toda falsa comprensión.

El que ha odiado, y los demás, han engendrado ciertamente causas que tomarán retribución —pero yo less aseguro que, incluso en este caso, mucha de esta acumulación puede disiparse y consumirse rápidamente llamando a la ley del perdón en acción, aceptando que están bajo la gracia divina, bajo el amor de su presencia “Yo Soy”, el puro amor divino, el disolvente universal. El miedo a la reacción ha engendrado muchas reacciones inútiles. Todo esto puede barrerse haciéndose consciente y aceptando que la ley del perdón está en acción en sus vidas. Muchos seres, después de haber prestado servicio, se inquietan, se preguntan si todo ha sido bien hecho, si no habrá faltado hacer esto o aquello.

Si sus motivos, su intención es buena, son absolutamente libres, incluso si algún otro interviene y cambia el efecto.

Cuando personas mal intencionadas hacen soportar a inocentes las consecuencias de sus propios errores, entonces estos seres hacen más que doblar las reacciones de las que tendrán que soportar el choque de retroceso. Porque nada puede impedir que la reacción se haga sentir para aquellos cuya intención es mala o que, con propósito deliberado, quieren dañar a los demás. Esta energía descalificada debe ser tratada, pero incluso en este caso, un arrepentimiento sincero ayuda a hacer mínima la reacción, porque esto invierte la corriente, en una cierta medida. Invocando la ley del perdón, alabando y bendiciendo a los que se ha herido o a quien se ha hecho mal, vuelve a la vida la paz y la armonía.

Bien-amados hermanos y hermanas: si parece que repito lo mismo, lo he hecho intencionalmente, a fin de que esta cuestión quede clara y evitar que pueda ser mal interpretada. Es necesario recordar que toda expresión física es transitoria, pasajera y que sólo la esencia del bien realizado es duradera y permanente.

Poco importa lo que hayamos hecho, cuando nos decidamos volver a la casa del padre, que no está hecha con la mano del hombre, encontraremos siempre a la presencia del corazón de diamante, el poderoso “Yo Soy” presto a acogernos con los brazos abiertos: deseoso de elevarnos, de hacernos trascender los cinco sentidos a tal punto que todo deseo de lujuria, de odio, de envidia, de celos o de condena sea borrado de la consciencia para siempre. Aprended, desde ahora que la gran luz que perciben en la casa del padre, contiene infinitamente más alegría que los pobres placeres de los sentidos, que no son sino cortezas.

Mis bien-amados: entren en esta gran luz para siempre por encima de la ley de acción y de reacción.

Si hay una apariencia de falta de éxito, una falta de medios financieros u otra, no tardarán en ver a su bien-amada presencia “Yo Soy” extraer de sus tesoros y darles en tiempo oportuno el uso de su opulencia para bendecir, curar y hacer felices a todos los que están prestos a aceptar la presencia “Yo Soy” y a vivir esta realidad. ¡Bien-amados, tal es el reino de los cielos!

Saint Germain

El ideal de servicio

Nuestro primer servicio es hacia nuestra divinidad, el gran maestro que anima la forma externa.

Cada forma humana tiene su divinidad propia y no se puede, por consiguiente, hacer llamadas a nuestro servicio más allá de un cierto límite. Nadie puede dar en servicio más substancia, energía o poder del que puede obtener de su presencia para tener su forma en armonía, salud y poder. Cuando damos hasta el punto de vaciar de nuestras formas, retrasamos nuestro progreso, haciendo que se retrase el momento de entrar en la gloria y la belleza que se nos destinan. Si los maestros ascendidos hubiesen dado más energía y fuerza de las que pueden generar, no habrían podido realizar la ascensión. Incluso ahora, si los maestros, en un impulso irresistible de servir, diesen radiación sin medida, serían rápidamente atraídos a la atmósfera terrestre. Todos los seres, incluso en el estado ascendido, tienen necesidad de períodos durante los que la atención permanece fija en el más alto centro divino, el corazón universal, el gran sol central, del que la presencia “Yo Soy” es una parte.

El yo divino, la presencia “Yo Soy”, se vuelve hacia el gran sol central, como el yo externo se vuelve hacia la presencia “Yo Soy” para recibir la fuerza, el valor, la abundancia y la perfección necesarios. Presten servicio en la medida de sus posibilidades pero sin extenuarse. Si es necesario, deténganse algunos minutos, algunas horas e, incluso, algunos días; depende esto de la profundidad de su contacto, de la unión con su presencia “Yo Soy”. Recarguen su cuerpo y su copa, el Santo Grial. El servicio real está constituido por los momentos de atención indivisa dados al yo divino, la gran presencia “Yo Soy” porque sin esto nada tenemos para dar.

Puede prestarse más servicio permanente elevando en consciencia un deseo o una persona al corazón de su presencia “Yo Soy”, guardándolo allí durante una hora de contemplación, más bien que luchar durante semanas en la consciencia exterior.

El deseo de servir puede llegar a ser tan tiránico como cualquier otro deseo, porque el deseo no respeta la forma. Vacía su instrumento o canal, sin la menor consideración; porque el deseo no es otra cosa que la fuerza puesta en movimiento. Contrariamente a lo que se piensa, la actividad exterior no es sino una muy pequeña parte del servicio, salvo si el canal o instrumento está en concordancia gozosa, armoniosa y positiva con el maestro interior, la presencia “Yo Soy”. La sabiduría divina debe gobernar la actividad externa en otro tiempo.

Es necesario tomarse el tiempo para guardar la atención sobre el yo divino. El mayor don hecho al alma es el cuerpo, el templo del más alto Dios vivo.

Se irradia mucho poder hacia la humanidad para permitir el servicio, pero los que sirven deben ser prudentemente dirigidos. El deseo excesivo de servir puede llevar a un agotamiento sin beneficio real para nadie.

Debemos primero hacemos conscientes de la energía divina, ilimitada, difundiéndose a través de nosotros, y entonces todo sentido de fatiga o sentimiento de hallarse extenuado se desvanecerá de nuestra consciencia.

Tomen todo deseo de realización en el corazón de la presencia “Yo Soy” y el maestro interior, escuchando en secreto, los recompensará abiertamente manifestando su deseo físicamente.

¡Que la perfecta salud, la abundancia divina del dinero, de armonía, de felicidad y de iluminación sea su patrimonio, para siempre!

Saint Germain

El poder de visualización

Si no aceptamos que la verdad está en nosotros, no tenemos ninguna posibilidad de comprender la verdad que se nos expone. Es indispensable, en consecuencia, darse cuenta de que por la presencia “Yo Soy” en nosotros podemos comprender la verdad que se nos da. Es recomendable “guardar el silencio y esperar”.

Es necesario saber que, durante esta espera, es imposible que no les sea comunicada toda verdad para la que estén preparados.

Hay una corriente de vida interior y una corriente de vida exterior y está la única presencia “Yo Soy” expresándose interiormente.

Para llegar a la solución justa en todas las cosas, necesario es mantener en la consciencia que: “por la poderosa presencia “Yo Soy”, la presencia del maestro interior, conozco la verdad”. Con la atención fija en esta idea, conduciremos la sabiduría divina de la presencia “Yo Soy” a que desarrolle el film de la solución ante su vida externa. La verdadera visión de la presencia es siempre realidad, porque la presencia no puede ver la imperfección, siendo la perfección la ley exclusiva de su ser.

La actividad de la poderosa presencia “Yo Soy” expresa esta ley y no hay otra.

Toda interrupción en la perfecta visión se debe a las nieblas de la conciencia humana que proyectan como una bruma sobre la lente interior.

Persistan en la afirmación de la idea de que la visión perfecta de la presencia “Yo Soy” se expresa en toda actividad exterior. Cuando su determinación es inflexible, su visión quedará suficientemente clara como para permitirles descubrir toda divergencia o irrealidad que intente proyectarse por la actividad mental exterior.

Desde que hayan comprendido la importancia de guardar la atención fija en la única presencia creadora, la presencia “Yo Soy”, dentro, por encima y alrededor de ustedes, quedarán sorprendidos de la rapidez con la que llegarán a ser maestros de su vida y de su entorno.

En toda acción, en que el conductor tiene la visión clara, el éxito está asegurado. La visión clara y verdadera es la actividad divina, la poderosa presencia “Yo Soy” en acción. Es la expresión de la fuerza divina. Desde que se cesa de considerar la individualidad exterior como el poder de ejecución, la visión interior se afirma y la seguridad de la realización del plan divino, inunda la consciencia. Desde que sabes que debe hacerse una cosa, la mente externa debe tomar su partido y pasar a la ejecución. Si hay la menor duda en la mente exterior concerniente a la cosa perfecta a hacer, llaman a la presencia en acción, pidiendo más sabiduría, a fin de que sólo se cumpla el plan divino.

Digan: “Dios, poderosa presencia “Yo Soy”, que tu sabiduría gobierne este asunto ahora”.

Esta afirmación hará desaparecer toda incertidumbre.

 

No hay medio de protección más poderoso que la radiación de amor divino y la visión de perfección. Por la visión persistente de la activa perfección divina, que es la poderosa presencia “Yo Soy”, obligarás a que se manifieste la absoluta perfección en su vida y en sus asuntos. Para llevar a ejecución sus deseos, es necesario emplear la actividad mental exterior —he ahí por qué todos los grandes maestros han dicho: “Dios tiene necesidad de un vehículo (cuerpo)”.

El estudiante que adopta la firme actitud mental de que: “su cuerpo y su alma son el templo de Dios vivo”, la poderosa presencia “Yo Soy” se convierte en foco de radiación de la perfección divina en toda su plenitud.

La importancia de la visualización no puede sobreestimar eso. Hay tanta confusión sobre el tema que quiero aclarar la cuestión.

La visualización verdadera consiste en guardar interiormente la representación mental de lo que desean ver manifestarse. Este esfuerzo debe hacerse conscientemente y los hará maestros de sus vidas y sus entornos.

La ley de su ser quiere que toda imagen, situada y guardada constantemente ante su consciencia mental, se manifieste en su experiencia.

El proceso de visualización no ha sido bien comprendido: es simplemente una actividad por la que hace que se realicen sus propias representaciones mentales. Cada idea contiene una imagen; incluso una idea abstracta crea una representación mental que corresponde a su concepto de esta idea. En general, la mente externa no es consciente de que la imagen está ahí —por ello la necesidad de observar constantemente la mente y de hacer el esfuerzo consciente de guardar la imagen correcta de la visión.

Es preciso crear el estado de consciencia y guardarlo para que nada pueda obrar en nosotros sin su control. Si no mantienen la idea de que no hay sino Dios en acción, la poderosa presencia “Yo Soy”, entonces millares de sugestiones tratarán de acaparar de su mente, porque son suyos los privilegios y la responsabilidad de escoger. Es necesario escoger, saber lo que quieren y visualizarlo después. Por la visualización, Dios, la presencia “Yo Soy”, ha provisto a la mente humana de un medio de socorro, permitiendo, que se polarice al contacto de la realidad de la perfección divina, a través de la poderosa presencia “Yo Soy”. La ideación crea imágenes sin cesar. El esfuerzo consciente para controlar esta visualización mental es un poderoso medio de superar infinitamente el hábito de la masa de la humanidad de dejar errar su mente de un asunto a otro.

Esta visualización interior sin discriminación es causa del estado caótico de los asuntos humanos.

La visualización dirigida hacia un fin definido es el medio todopoderoso para llevar a la manifestación lo que desean. Acepten, de una vez por todas, que cuando el deseo es constructivo, es la poderosa presencia “Yo Soy” la que está en acción para manifestar la voluntad divina. El poder divino es el que proyecta la visión de la perfección. Lo que desean realizar es lo único a considerar, a condición de que no traiga perjuicio para nadie. En el nombre de Cristo, el poderoso “Yo Soy”, ordenen que nada ni nadie sea lesionado y, después, persistan hasta la realización.

La idea, el deseo y la visión son la triple actividad de la única, gran presencia, el poderoso “Yo Soy”.

La idea, el concepto es el Padre. El deseo, y el sentimiento, es la Madre. La visión, o forma, es el Hijo. La visualización consciente de los rayos de luz, rodeando lo alto de la cabeza, forma la corona, ofreciendo una copa para recibir la fuerza del gran sol central que circula a través de la individualidad.

Cuando seres individuales o naciones intentan suprimir la idea de Dios, la poderosa presencia “Yo Soy”, el único supremo, el verdadero poder de la visión se desvanece y el resultado final es la desintegración. Durante un cierto tiempo, individualidades o naciones parecen estar animadas aún, pero sólo se mantienen de la energía usurpada y, cuando se ha empleado toda, caen en la detención definitiva. Desde el instante en que la capacidad de visualización por contacto con el poder supremo se detiene, cesa toda posibilidad de realización. Es lo que significa la afirmación: “Sin la visión los pueblos perecen”.

Hay millares de seres en Europa que reconocen la presencia suprema, permitiendo así que una cierta cantidad de energía se difunda y se mantenga. Al presente, con la comprensión de la poderosa presencia “Yo Soy” y el esfuerzo consciente de visualización, la acción divina se sostendrá con mayor poder.

En la idea, en el deseo y en la visión se encuentra el poder de mantenerse, si quieren ser conscientes de ello. Califiquen todo lo que hagan con el poder de mantenerse.

La presencia electrónica del poderoso “Yo Soy” es el Padre de toda actividad. Si persisten conscientemente en estas ideas, generarán un poder formidable. Persistían gozosamente, sabiendo que la técnica es infalible y verán que esta poderosa presencia “Yo Soy”, no conoce limites, que ella controla todas las cosas y experimentarán la perfección que ella es.

Bendición

Poderosa presencia “Yo Soy” y bien-amado Saint Germain: damos las gracias por liberar la actividad de la visión divina omnisciente en nosotros y en toda la humanidad, a fin de que todos puedan participar de la plenitud de su victoria y de su luz con la rapidez del relámpago.

La conciencia proyectada

(Misterios develados)

Deseo que fijen firmemente en su mente y que recuerden con frecuencia para su contemplación el hecho de que las leyes que les explico y les enseño a usar, han de llevarte dentro de una condición de maestría consciente sobre todas las fuerzas y cosas sobre la Tierra. Esto significa que, no importa lo que se esté experimentando, ustedes siempre tienen en todo instante el control completo y consciente en su propia mente y cuerpo, y están capacitados para usar su propia libre voluntad en todo momento.

En este estado de consciencia proyectada, están completamente consciente y tienen pleno dominio sobre todas sus facultades en cada instante. No hay nada en absoluto acerca de esta instrucción y su uso, que en algún modo sea la condición hipnótica o de trance, ya que en el trance y en la hipnosis la voluntad consciente del individuo que está experimentando, no está funcionando, lo que es una actividad desastrosa y muy peligrosa para todo el que permita que tenga lugar en su mente y cuerpo.

No hay dominio o maestría consciente en las prácticas hipnóticas o de trance, y éstas son muy destructivas y peligrosas para el desarrollo del alma de aquel que se permite tales prácticas. Por favor, comprendan plenamente que el consciente control, la maestría y el uso de las fuerzas y cosas sobre esta Tierra, deberían en todo momento estar bajo la dirección de tu “Yo” interno o divino, a través de la perfecta cooperación y obediencia de todas las facultades en la mente y en el cuerpo, a aquella dirección interna.

No existe maestría sin esto, y aquellos que son conocidos como maestros ascendidos nunca, nunca imponen por fuerza ninguna actividad sobre la prerrogativa dada por Dios, de libre voluntad del individuo.

A un estudiante le puede ser dada la experiencia de la proyección, si un maestro ascendido decide expandir su consciencia temporalmente, de modo que experimente lo que está sucediendo en dos o más lugares al mismo tiempo. En tal condición, las facultades del estudiante están completamente bajo el control y la dirección de su propia libre voluntad en todo momento. Él está plenamente consciente y activo donde quiera que se encuentra su cuerpo, y también en el lugar adonde el maestro ascendido decida dirigir su atención para la enseñanza.

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