Plantas medicinales para toda la familia

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Date masajes con frecuencia

El masaje es una de mis formas favoritas de aliviar el estrés. Gran parte de la tensión psicológica del sistema nervioso se acumula en el cuerpo físico. Un buen masajista no solo es capaz de trabajar los dolores y las tensiones del momento, sino también de enseñar al cuerpo a liberarlas a medida que se acumulan.

Muchas personas consideran los masajes un lujo inasequible, pero en momentos difíciles de la vida o cuando se padece estrés nervioso, pueden ser la mejor manera de invertir el tiempo y el dinero. Existen muchos tipos de masaje, desde los más suaves, como el masaje sueco, hasta aquellos que trabajan los tejidos en profundidad. Como en la mayoría de las terapias, lo mejor es experimentar y conocer los distintos métodos antes de decidir cuál se adapta mejor a tus necesidades.

El masaje ayuda a liberar no solo los síntomas físicos del estrés muscular, sino también la programación interna: el estrés acumulado en lo más profundo de nuestro cuerpo. No solo las lesiones, sino también los malos recuerdos pueden provocar estrés y dolor físico. A menudo, un buen masajista es capaz de aliviar traumas, miedos, ataques de pánico y depresiones profundas.

Hace un par de años tuve un accidente de tráfico bastante grave. Aunque las tres personas que lo sufrimos salimos ilesas, el coche dio varias vueltas de campana. Solo me lesioné el hombro, y en caliente me pareció una nimiedad. Rechazamos la ambulancia que iba a llevarnos al hospital más cercano, me tomé un poco de remedio de rescate y decidí que lo mejor para olvidar el miedo y el dolor era darnos un baño de agua caliente.

Semanas después el hombro me comenzó a doler con intensidad; en mi opinión, tanto por la contusión en el músculo como por el estrés del accidente. Tras estirarlo, moverlo y probar varios ejercicios, llamé a mis masajistas preferidos. Matthais y Andrea Reisen son terapeutas con gran experiencia, expertos en masaje craneosacral, una técnica que hace circular la energía por todo el cuerpo y ayuda a liberar viejos recuerdos y patrones que se manifiestan como bloqueos. Después de tres sesiones, mi hombro había liberado por completo el trauma emocional y el dolor físico.

¡Haz ejercicio!

El ejercicio físico es una de las mejores formas de liberar el estrés y la tensión física y mental. Como ocurre con las técnicas de masaje o los baños aromáticos, ayuda a transformar los trastornos mentales y la tensión nerviosa en materia física, y el cuerpo físico tiene mayor capacidad de liberarlos al universo en forma de energía.

El ejercicio estimula la circulación de todo el cuerpo y nos ayuda a salir del plano mental, donde se acumula gran parte del estrés. Resulta muy útil en cualquier terapia para el sistema nervioso. Cuando afrontes cambios vitales, épocas difíciles o periodos de estrés, procura hacer más ejercicio del habitual.

Pueden practicarse muchos tipos de ejercicio físico: desde deportes al aire libre hasta yoga, estiramientos suaves o levantamiento de pesas en el gimnasio. Incluso puede practicarse aerobic siguiendo un programa de televisión. Existen diferentes rutinas adecuadas a las distintas complexiones, edades y condiciones físicas. Tu responsabilidad es encontrar la que más se adecúe a tus necesidades y dedicar un tiempo a disfrutar del cambio que experimentarás cuando empieces a cuidarte.

La importancia de un buen descanso

En periodos de mucha tensión o cuando se sufren trastornos del sistema nervioso, a muchas personas les cuesta dormir bien. Si consiguen conciliar el sueño, este es poco profundo y se despiertan varias veces durante la noche. A otras les ocurre lo contrario: sufren una intensa somnolencia y se sienten aletargadas todo el día. Ambos problemas tienen su origen en un desequilibrio similar del sistema nervioso y pueden corregirse con fitoterapia y una alimentación adecuada. Para la salud y el equilibrio del sistema nervioso, es fundamental dormir y descansar las horas necesarias.

Uno de cada tres estadounidenses padece insomnio en algún momento de su vida. El insomnio causado por estrés, ansiedad, depresión o trastornos fisiológicos agrava los trastornos nerviosos, y a la vez es agravado por estos. Mientras que el cuerpo necesita unas cuatro o cinco de horas de descanso para recuperarse, el cerebro se resiente si no descansa entre siete u ocho horas todas las noches.

Si padeces insomnio, los siguientes pasos te ayudarán a solucionarlo. Y recuerda que el insomnio solo es el síntoma de un desequilibrio; lo importante es buscar la causa y corregirla.

Cuando hace unos años pasé por el mal trago de un divorcio, me aficioné a correr. Corría siempre por el mismo sendero del bosque, pues la familiaridad del lugar me daba cierta seguridad. Además de los beneficios físicos, empecé a notar cómo mi mente se relajaba, pero el mayor beneficio fueron los amigos que hice por el camino. Pasaba siempre frente a las mismas plantas y los mismos árboles majestuosos. Me paraba todos los días a hablarle a un abedul amarillo, y le contaba mis preocupaciones y cómo me sentía. El ejercicio me vino estupendamente, pero mi compañera, la naturaleza, me ayudó todavía más.

Despertando la consciencia

El insomnio temporal puede utilizarse como una herramienta de desarrollo de la consciencia psíquica. Las horas que pasamos en vela a altas horas de la madrugada son ideales para escribir nuestro diario personal, rezar y trabajar nuestro interior, algo a lo que es difícil dedicarle tiempo durante el día. Pero si el insomnio persiste, acaba agotando la psique, pues el descanso es esencial para la salud del sistema nervioso.

Paso 1. Toma un cuarto de cucharadita de tintura de escutelaria y valeriana cada hora durante las cuatro horas anteriores a acostarte. Toma también un suplemento de calcio y magnesio o una taza de la Infusión rica en calcio (véase la receta en pág. 48).

Paso 2. Veinte minutos antes de acostarte, date un baño de agua caliente con aceite esencial de lavanda o un paseo tonificante al aire libre. Si caminas sobre hierba, hazlo descalzo para conectarte con la tierra.

Paso 3. Justo antes de acostarte, toma un vaso de leche caliente con canela y miel (puede ser de almendras o arroz). A diferencia de la leche de vaca, estas leches alternativas no son ricas en triptófano, pero están ricas y también son relajantes. Al acostarte, deja la tintura de escutelaria y valeriana sobre la mesita de noche.

Paso 4. Si te despiertas por la noche, no te obsesiones en conciliar el sueño pues resulta agotador y no suele funcionar. Toma entre media y una cucharadita de la tintura de escutelaria y valeriana. Ponte a leer un libro aburrido o sumérgete durante media hora en un baño aromático caliente mientras te tomas una infusión fuerte de plantas nervinas.

Si sufres un periodo prolongado de insomnio, sigue los consejos de este capítulo para fortalecer el sistema nervioso. Date también masajes, baños de manos y pies, y baños con aceite esencial de lavanda, y practica ejercicio físico a diario. Prepara una Almohada de plantas sedantes y relajantes (receta a continuación), y, antes de acostarte, toma todas las noches la Fórmula para el insomnio que aparece a la derecha.

ALMOHADA DE PLANTAS SEDANTES Y RELAJANTES

Esta es una de mis formas favoritas de aprovechar las propiedades del lúpulo: lleno con él una bolsita de tela, la coso y la introduzco en la almohada de mi cama. Las almohadas de plantas medicinales vienen utilizándose desde hace siglos para conciliar el sueño y favorecer el descanso. En esta receta, el aceite esencial de lavanda aumenta el efecto relajante de las plantas y aporta una fragancia maravillosa. Para sueños vívidos, añade a la fórmula una parte de artemisa.


1 parte de manzanilla seca

1 parte de lúpulo seco

1 parte de flores de lavanda secas

1 parte de pétalos de rosas secos

1 o 2 gotas de aceite esencial de lavanda

Mezcla los ingredientes y mételos en una bolsita de tela. Luego introduce la bolsita en la funda de la almohada de tu cama.

FÓRMULA PARA EL INSOMNIO

Esta combinación de plantas resulta muy efectiva tomada en dosis frecuentes antes de acostarse. El lúpulo es bastante amargo; si prefieres preparar la fórmula en tintura, aumenta la cantidad de lúpulo y valeriana.

3 partes de manzanilla

1 parte de avena*

1 parte de pasiflora

1 parte de valeriana

½ parte de lúpulo

Mezcla las hierbas y prepara una infusión siguiendo las indicaciones de la página 357. Empieza a tomarla a sorbos, pequeños pero frecuentes, tres horas antes de acostarte.

Reducir la ansiedad y los ataques de pánico

Todos nos hemos sentido sobrepasados en algún momento por la ansiedad que produce el miedo ante un peligro real o imaginario. Hablar en público, tener una primera cita o ver cómo un coche se nos acerca de frente… Todas estas tesituras pueden provocar ansiedad. Sentir aprensión de vez en cuando es normal y, a veces, constituye incluso la reacción más sensata ante determinadas situaciones; lo que no es normal ni sensato es padecer ansiedad constantemente. Los síntomas físicos incluyen aceleración del ritmo cardíaco y la respiración, inquietud y dificultad para concentrarse. La ansiedad casi siempre precede a un ataque de pánico. Vivir en un estado constante de aprensión estresa muchísimo el sistema nervioso y debe tratarse de inmediato.

 

Los ataques de pánico se caracterizan por un miedo extremo, incontrolable y de origen desconocido, a menudo de tipo agorafóbico. Puede que sean una reacción cuerda a vivir en un mundo demente, una señal de alarma que emite el cuerpo; de cualquier modo, sus efectos suelen ser más perjudiciales que beneficiosos para la persona que los experimenta, pues merman su autoestima y le afectan negativamente debido a una sensación de intranquilidad y de miedo a que vuelvan a repetirse.

Los ataques de pánico suelen estar precedidos por periodos de estrés, insomnio, o malos hábitos alimentarios. Al tratarlos, es fundamental buscar el origen y el problema subyacente que los provoca.

Qué puedes hacer

Para aliviar la ansiedad crónica y prevenir los ataques de pánico, es fundamental seguir una dieta que refuerce la salud del sistema nervioso. Debes evitar todos los alimentos que lo alteren; sobre todo, los estimulantes. Toma plantas sedantes y tónicas, como la amapola de California, el lúpulo, la kava, la melisa, la avena y la valeriana. Bebe a diario entre tres y cuatro tazas de infusiones relajantes. Si sientes una aprensión muy intensa, toma tintura de valeriana cada hora hasta que te notes más relajado.

Las esencias florales son ideales para aliviar la ansiedad. Si la sufres muy a menudo, lleva siempre contigo una esencia floral apropiada y tómala ante la primera señal de alarma (véanse las recomendaciones de la pág. 50). Para los ataques de pánico, toma remedio de rescate. El ruido elevado suele aumentar las sensaciones de miedo e incertidumbre. Procura rodearte de un ambiente apacible. Darse baños de agua caliente, escuchar música relajante y buscar el silencio suelen ser los mejores remedios para las personas que padecen un exceso de ansiedad.

Presta atención a los síntomas de ansiedad en niños y trátalos con los mismos remedios y terapias que se recomiendan para adultos, adaptando las fórmulas y las dosis (véase pág. 159).

INFUSIÓN DE MELISA

La melisa es una planta medicinal relajante y a la vez ligeramente excitante. Aumenta la energía del organismo ayudando a liberar el estrés y los bloqueos energéticos.

3 partes de melisa

1 parte de flores y hojas de borraja

1 parte de manzanilla

1 parte de hierbaluisa

1 parte de hipérico

Mezcla las hierbas y prepara una infusión siguiendo las indicaciones de la página 357. Toma las tazas que necesites.

INFUSIÓN DE AMAPOLA DE CALIFORNIA

Una infusión muy relajante, ideal para bebés y niños.

1 parte de flores y/o semillas de amapola de California

1 parte de manzanilla

1 parte de semillas de avena verde

½ parte de raíz de malvavisco

Mezcla las hierbas y prepara una infusión siguiendo las indicaciones de la página 357. Se trata de una fórmula muy suave que puede tomarse tan a menudo como sea necesario.

INFUSIÓN DE MANZANILLA

Una infusión relajante y de sabor agradable, ideal para tomar por la noche. Calma las terminaciones nerviosas irritadas y alivia la tensión acumulada a lo largo del día.

4 partes de flores de manzanilla

3 partes de escaramujo

2 partes de melisa

1 parte de flores y hojas de borraja

Mezcla los ingredientes y prepara una infusión siguiendo las indicaciones de la página 357. Toma tantas tazas como desees.

Superar la depresión

La depresión se caracteriza por una tristeza y desesperanza profundas. Su origen se relaciona con varias carencias: de sueño, de nutrientes, de luz solar y de amor. Otros factores que contribuyen a su aparición son la fatiga adrenal, los estados de frío y humedad en el cuerpo y los desequilibrios hormonales y químicos.

La depresión puede provocar distintos grados de insomnio o somnolencia, apetito irregular (con importante pérdida o aumento de peso), pérdida de energía acompañada de fatiga, incapacidad para pensar con claridad y desinterés general por la vida. Aunque las causas sean complejas, la fitoterapia y una correcta alimentación pueden ayudar a mejorarla. Junto con la terapia psicológica, la terapia nutricional centrada en las aminas biógenas (también conocidas como «monoaminas») se está convirtiendo en uno de los métodos más efectivos para tratarla.

VIVIENDO SU PROPIO SUEÑO

Tasha Tudor es una de las personas más inspiradoras que haya conocido jamás. Ilustradora y autora reconocida internacionalmente, no solo es artista, sino que ha convertido su vida en una obra de arte. Yo creo que nació en el siglo equivocado, y por eso viajó atrás en el tiempo, hasta el periodo de la historia en el que se sentía más cómoda: a finales del siglo XVIII. Ha creado a su alrededor un mundo propio, tan lleno de magia y encanto que maravilla a quien tiene la suerte de entrar en él.

Yo había llegado a Nueva Inglaterra hacía apenas dos años cuando recibí en casa una caja enorme. En su interior había una cesta llena de hierbas y flores secas, y junto a ellas, una pequeña nota de Tasha invitándome a tomar el té. Por supuesto, acepté encantada. Era bien entrado el invierno y el paisaje estaba cubierto de un manto de nieve cuando llegué en coche a su casa del sur de Vermont para aquel primer encuentro. Sentí que había entrado en otra época. Ante mí, una encantadora mujer mayor con la viveza de una niña. Tomamos el té en unas tazas que habían pertenecido a su abuela o a su bisabuela, junto al calor del hogar. Tras el té, cruzamos aquella casa enorme y antigua hasta llegar al invernadero, al cobertizo de las cabras y al palomar, y volvimos al comedor sin haber puesto un pie en el exterior. Lo que recuerdo mejor es el invernadero; en mitad del invierno y del manto blanco de nieve, el aliento dulce de las verdes plantas rezumaba vida.


Tasha tiene muchas pasiones, pero la mayor de todas es la jardinería. Los jardines que rodean su hogar son los más hermosos de Nueva Inglaterra. Los ha planificado, trabajado y cultivado durante más de treinta años, y reflejan el trabajo incansable y la visión del mundo de esta mujer inspiradora. Sueño con perderme en ellos y adentrarme, como ella, en una época pasada.

A pesar de su edad avanzada, Tasha sigue recogiendo su propia leña; además, cultiva lino en sus campos, lo tiñe, lo teje y crea su propia ropa. Tiene un pequeño rebaño de cabras que ordeña a diario, y el queso y los helados que produce son los más sabrosos que haya probado jamás. Aunque ella lo niegue, es una gran fitoterapeuta; hemos pasado tardes entrañables en su cocina elaborando todo tipo de productos a base de plantas medicinales.

Me encanta el espíritu de Tasha, su generosidad, su fortaleza, su poder creativo, su fuerza de voluntad y su carácter maravillosamente único. Aunque haya aparecido en muchos libros, revistas y programas de televisión, su espíritu es cien veces más brillante que el retrato público que suele hacerse de ella. A menudo la he escuchado citando a Thoreau: «Si uno avanza con confianza hacia sus sueños, y se empeña en vivir la vida que ha imaginado, se encontrará con un éxito inesperado en sus horas de vigilia». Ella vive su sueño, y es una inspiración para todos aquellos que deseamos vivir el nuestro.

La hipótesis de las aminas biógenas relaciona los trastornos bioquímicos, como la depresión, con un desequilibrio de aminoácidos dentro de la delicada ecología del organismo humano. Los aminoácidos son esenciales para la correcta formación de los neurotransmisores, unos compuestos complejos que permiten la sinapsis o comunicación entre neuronas. Muchos médicos están integrando con éxito las aminas biógenas y otras terapias naturistas en el tratamiento de la depresión. Los resultados son prometedores. Para profundizar en esta cuestión, recomiendo la obra Enciclopedia de medicina natural de los doctores Michael T. Murray y Joseph E. Pizzorno.

A veces, la depresión se relaciona simplemente con la experiencia de uno o varios acontecimientos muy tristes, que alteran o amenazan la vida de una persona. Como un detector de humo, la depresión es el síntoma y no la causa, y nos informa de que algo anda mal. Afortunadamente, existen muchos tratamientos que ayudan a superarla.

Abrazar la vida y el amor

Lo mejor que podemos hacer por nosotros mismos cuando estamos deprimidos es abrazarnos como haría un padre o una madre a su amado hijo. Crea amor en tu vida; apasiónate por personas, libros o aficiones como la jardinería, el excursionismo o la navegación. Cuando nos sentimos profundamente deprimidos, es esencial conectar con la naturaleza. Encuentra razones para amarte a ti mismo y a los demás. Por lo general, las personas que aman reciben amor.

Tengo la impresión de que la depresión es un llamamiento al despertar, una señal de que estamos vivos y sanos, intentando responder con cordura ante una situación disparatada. Cuando me he sentido deprimida, me he dado cuenta de que no estaba escuchando la canción profunda, biológica y sagrada de mi interior. En pocas palabras, cuando sepas que debes hacer algo, deja de resistirte y, simplemente, hazlo. Escucha tu corazón: es el camino hacia tu alma.

Suplementos de hipérico

Probablemente, la mejor planta medicinal para la depresión sea el hipérico. Aunque se comercialice como un descubrimiento reciente, se ha utilizado durante siglos como remedio para este y otros trastornos del sistema nervioso, como la ansiedad y las neuropatías. Resulta curioso que la población estadounidense descubriera esta planta en un momento en que los fármacos antidepresivos más populares se tomaban como si de caramelos se tratara. En cualquier caso, constituye una alternativa eficaz para aquellas personas que deciden gestionar su estrés nervioso de forma distinta.

El hipérico es más efectivo en caso de depresión leve, aunque también puede utilizarse en casos clínicos como parte de una terapia más amplia que incluya la dieta, el apoyo psicológico y el ejercicio físico. Toma media cucharadita de tintura de hipérico tres o cuatro veces al día, o dos cápsulas tres veces al día. Muchos terapeutas recomiendan el extracto estandarizado al 0,3 por cierto de hipericina, pero en mi opinión el extracto de la planta entera funciona igual de bien si está preparado de forma correcta. El hipérico tiene, sin duda, la capacidad de aportar alegría a nuestra vida; no obstante, no ejerce un efecto inmediato; tómalo durante tres o cuatro semanas antes de decidir si te funciona.