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Actividad del BEI en África, el Caribe, el Pacífico y en los Países y Territorios de Ultramar

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ASISTENCIA TÉCNICA, BONIFICACIONES DE INTERESES Y COMBINACIÓN DE RECURSOS
ASISTENCIA TÉCNICA

La combinación de recursos y subvenciones, incluido en el ámbito de la asistencia técnica, permite al Banco aportar sus conocimientos a los proyectos y orientación sobre cómo financiarlos. En el plano local, los programas de asistencia técnica del BEI pueden ayudar a desarrollar las habilidades de nuestros bancos socios locales, que luego pueden trabajar directamente con pymes o microempresas. El valor de la asistencia técnica es también evidente en el sector público, donde nuestra orientación ayuda a quienes ejecutan proyectos públicos de infraestructuras a realizar estudios de viabilidad, desarrollar diseños detallados o evaluar el impacto medioambiental de los proyectos.

En materia de asistencia técnica, en 2019 se aprobaron 21 operaciones en el marco de la dotación para bonificaciones del Acuerdo de Cotonú ACP por un importe total de 28,5 millones de euros. Cabe destacar que dichas operaciones incluyen iniciativas en el África Subsahariana en favor del empoderamiento económico de las mujeres, a través de SheInvest, así como de la digitalización y la iniciativa Clean Oceans.

Se firmaron nueve operaciones por un total de 8,9 millones de euros. Seis de ellas respaldan proyectos de infraestructuras del sector público, mientras que otras tres están destinadas a ayudar a intermediarios financieros.

BONIFICACIONES DE INTERESES

Las bonificaciones de intereses están previstas de manera expresa en el Acuerdo de Cotonú y son indispensables para hacer financiables algunos proyectos del sector público. Al igual que ocurre con otros instrumentos de combinación de recursos, las bonificaciones de intereses están especialmente vinculadas a requisitos de concesionalidad impuestos a muchos países ACP. Programas de alivio de la deuda como Heavily Indebted Poor Country Initiative, un grupo de 37 países en desarrollo con altos niveles de deuda y pobreza, que pueden optar a ayudas especiales, prevén restricciones en las condiciones de préstamo. Así pues, las bonificaciones de intereses contribuyen a la sostenibilidad de la deuda aportando así un verdadero valor añadido. El BEI tiene en cuenta las normas sobre concesionalidad correctas para evitar subvencionar proyectos en exceso. En 2019, se aprobaron nueve operaciones relativas a bonificaciones por un total de 33,6 millones de euros. Se firmaron ocho operaciones, siete en los países ACP y una en una región PTU. Estas ocho operaciones firmadas suman en total bonificaciones por importe de 30,4 millones de euros.

Hasta el momento, incluyendo los proyectos de operaciones, se ha asignado un 98,7 % de la dotación para bonificaciones de intereses y asistencia técnica en virtud del mandato de Cotonú.

FINANCIACIÓN CONJUNTA CON SOCIOS
FONDOS FIDUCIARIOS

Dada la creciente importancia de los fondos fiduciarios en la financiación del desarrollo, el BEI ha creado varios instrumentos nuevos que utilizan fondos de donantes para respaldar proyectos fuera de la Unión Europea, incluidos los países ACP, durante todo su ciclo de vida. La Partnership Platform for Funds del Banco proporciona una estructura escalable para administrar nuevos fondos fiduciarios y simplificar procedimientos. En la actualidad la plataforma incluye cuatro fondos. El mayor es el Fondo Iniciativa Resiliencia Económica, que se ocupa de proyectos en África del Norte, Oriente Próximo y los Balcanes Occidentales. Los otros tres fondos son el Water Sector Fund, la Luxembourg-EIB Climate Finance Platform y el Financial Inclusion Fund. Estos fondos se encuentran en diferentes etapas de su ciclo de vida, pero todos son bastante recientes. Cabe esperar que todos ellos desempeñen un papel crucial a la hora de hacer despegar proyectos en África, aun cuando su enfoque es global. La firma oficial del Financial Inclusion Fund se produjo en noviembre de 2019.

El Water Sector Fund (WSF) se creó a finales de 2017 con una aportación de 2 millones de euros procedente de los Países Bajos. El objetivo del WSF es brindar asistencia técnica para agilizar proyectos relacionados con el agua en países pobres y emergentes. El fondo está examinando soluciones innovadoras consistentes, entre otras cosas, en promover sistemas de suministro de agua mediante energía solar, atraer a pequeños emprendedores responsables al sector de los servicios de suministro de agua e implicar a inversores institucionales locales en la financiación de proyectos de agua limpia. Al finalizar 2019, el fondo había aprobado dos intervenciones de asistencia técnica relacionadas con el suministro de agua en ciudades secundarias, una en Níger y otra en Malawi. En este momento se está creando una cartera de proyectos, en especial en el África Subsahariana. El fondo debería atraer a otros donantes de modo que puedan utilizarse instrumentos financieros como garantías de préstamos e inversiones de capital para apoyar proyectos relacionados con el agua.

La Luxembourg-EIB Climate Finance Platform (LCFP) está en una fase algo más avanzada. La idea que subyace a la LCFP es movilizar la inversión del sector privado en proyectos de mitigación y adaptación al cambio climático, cuya financiación sigue siendo insuficiente a escala mundial. Luxemburgo ha aportado 30 millones de euros en forma de financiación subordinada, lo que a su vez animará a otros inversores a participar en los proyectos. Asimismo, cabe esperar que otros donantes realicen aportaciones a la plataforma. Además de aprobar financiación para el Fondo de Crecimiento Verde, la LCFP es también un inversor del Fondo para la Neutralidad en la Degradación de la Tierra, en el que participa el BEI como inversor principal. El objetivo de este fondo de 300 millones de dólares es revertir la degradación de la tierra y rehabilitar alrededor de 500 000 hectáreas de territorio, que se utilizarán para fines tales como explotaciones forestales y agrícolas sostenibles. La LCFP también está prestando apoyo al fondo CRAFT, que pretende respaldar soluciones del sector privado para proyectos de adaptación al clima en todo el mundo, y al responsAbility Clean Power Fund, que contribuirá a la electrificación de hogares y empresas sin este servicio usando energía limpia. Este fondo va dirigido a las regiones de África Subsahariana, Asia y el Pacífico.

El objetivo del Financial Inclusion Fund es contribuir a la creación de capacidad en proveedores de servicios de microfinanciación en África, el Caribe y el Pacífico, así como en Asia y América Latina. En la actualidad, Luxemburgo es el único donante del fondo, con una contribución de 3,6 millones de euros. Dichos recursos se destinarán al África Subsahariana. Luxemburgo y el BEI llevan mucho tiempo colaborando en el ámbito de la microfinanciación, mediante asistencia técnica y financiación conjunta de instituciones de este sector. Un ejemplo de los resultados alcanzados y los tipos de proyectos que hemos respaldado, y seguiremos respaldando, conjuntamente puede encontrarse en la siguiente página, donde analizamos el apoyo a pequeñas empresas en Burkina Faso.

EMPRENDEDORES URBANOS: MADE IN OUAGADOUGOU

Mariam Koanda reorganiza la fruta y las hortalizas que vende en una concurrida calle de la capital de Burkina Faso. Después de 30 años dedicándose a esto, los últimos han sido especialmente gratificantes porque ha ampliado el negocio y conseguido muchos clientes nuevos para sus mangos, papayas, pomelos y plátanos.

Siempre había deseado montar su propio negocio, pero no lograba la ayuda económica necesaria para hacerlo. Tras la apertura de una sucursal local de la Agence de Crédit pour l’Entreprise Privée en 2012, Mariam logró por fin un préstamo y pudo ampliar su actividad al por mayor. «Soy feliz», afirma. «Mi trabajo va bien. No es extenuante. Soy afortunada. Mucha gente con más edad que yo no tiene esto».

SOLUCIONANDO UN PROBLEMA

ACEP, como se denomina a esta entidad de crédito, es una entidad dedicada a la microfinanciación que ofrece préstamos de pequeño importe a las empresas, para contribuir a su crecimiento. Opera en cinco países de África. Comenzó en Senegal en 1989, antes de expandirse a Madagascar, Camerún, Burkina Faso y Nigeria. ACEP ayuda a empresas muy pequeñas a mantener su actividad. El modelo de esta empresa es similar en todos los lugares en los que opera: abre una oficina, estudia la población, atrae inversión y comienza a conceder pequeños préstamos usando procedimientos sencillos para su solicitud.

Uno de los inversores de ACEP Burkina es el Luxembourg Microfinance and Development Fund. Este fondo ha invertido 35 millones de euros en 53 instituciones microfinancieras emergentes y prometedoras de todo el mundo. El fondo ayuda a microemprendedores que no consiguen ayudas en la banca ordinaria. Su inversión en ACEP Burkina es algo superior a la media, de 760 000 euros. El BEI aportó 5 millones de euros al fondo de Luxemburgo, como parte de su objetivo de causar un impacto real en pequeñas empresas de economías emergentes.

Las pequeñas empresas de Burkina Faso constituyen el motor de la economía de este país. El problema reside en que, como ocurre en muchos mercados emergentes, muchos emprendedores no tienen acceso a financiación. ACEP Burkina está solucionando este problema. Actualmente posee siete sucursales en el país, desde Uagadugú a Bobo-Dioulasso, Kaya y Koudougou. Posee 24 000 clientes y es la segunda institución microfinanciera más grande del país.

UNA GRAN AYUDA

«Nos hemos establecido aquí porque nuestro planteamiento es flexible y abierto, y podemos ayudar a la gente en pocos días. Este tipo de servicio no es habitual en el sector bancario de Burkina Faso. Y, mucho menos fuera del sector de la microfinanciación», afirma Valentine Nebié, gestora de inversiones de la oficina principal de ACEP Burkina en Avenue Loudun, a solo unos pasos de la tienda de Mariam. Mariam está encantada de poder visitar ACEP fácilmente y de que las decisiones se tomen con agilidad. «Creo que cuando en ACEP te conocen y saben que diriges tu propio negocio, son de gran ayuda», afirma Mariam.

 

Agradece especialmente la labor de ACEP con las mujeres emprendedoras. «Mi hija mayor también es empresaria, igual que yo. Tal vez esto se nos dé mejor que a los hombres. Ya tenemos que luchar por lo que hacemos y eso es una garantía de que pondremos todo el empeño en las empresas que nosotras mismas hemos creado», declara.

RESPUESTA RÁPIDA

Zabda Moussa es otro emprendedor de Uagadugú que ha forjado una estrecha relación con ACEP. Zabda dirige un servicio de venta y reparación de electrodomésticos desde su establecimiento de Avenue de la Nation. Vende y repara hornos, microondas, lavavajillas, frigoríficos, congeladores, equipos de aire acondicionado y televisores. Sus clientes se encuentran en Uagadugú, y en otros pueblos y ciudades principales de Burkina Faso, que desean realizar pedidos de gran volumen para empresas u hogares. Zabda facilita ese tipo de equipos a partir de las existencias de las que dispone o bien los consigue para ellos. Además, se encarga de la instalación y el mantenimiento. Tiene cuatro empleados y sus productos no son nada baratos, ya que sus clientes demandan la última tecnología de Samsung, LG y Sharp. «He descubierto que ACEP Burkina es realmente útil, y es fácil y rápido trabajar con ellos», declara Zabda.

Cuando montó su negocio, tuvo muchas dificultades para encontrar la financiación adecuada. Los bancos proponían un préstamo empresarial mínimo de 20 millones de francos CFA (cerca de 33 000 euros). Pero no necesitaba tanto. Además, el proceso de concesión era interminable. «En analizar la solicitud ya se les iba un mes y tardaban otros dos más en otorgar el préstamo». El primer préstamo de Zabda con ACEP Burkina, en 2016, fue por un importe de 7 millones de francos CFA (cerca de 10 000 euros). Y apenas tardó una semana en conseguir el dinero desde que presentó la solicitud. «Para un pequeño empresario como yo, cuando se presenta un proyecto, hay que reaccionar rápidamente. Creo que la financiación de ACEP Burkina me permitió hacerlo y por eso recurro a ellos».

Zabda es uno de los primeros clientes de ACEP Burkina que cumple los requisitos para obtener una financiación más sustanciosa, para empresas un poco más grandes. Ahora ha recibido el préstamo de 20 millones de francos CFA, que al principio no necesitaba. De cara al futuro, espera abrir más establecimientos y seguir trabajando con ACEP. «Tengo clientes en Fada-Ngourma, Kaya y Koudougou. Estaría bien estar más cerca de ellos y no tener que perder tiempo gestionándolo todo desde aquí, en Ouaga. Además eso nos permitiría conseguir más trabajo, lo cual me gustaría. Si ahora tenemos 20 millones, ¿por qué no podríamos conseguir 100 millones en el futuro?»

LOS VEMOS CRECER

«La digitalización y la inclusión financiera forman parte de nuestra mentalidad, y también de las de nuestros clientes», afirma Valentine, gestora de inversiones de ACEP. «Nos cuentan que están cansados de acudir a diferentes agencias y esperar durante horas. Por eso nosotros facilitamos la renovación de los créditos por medios digitales, por ejemplo. Estamos viendo que es una herramienta cada vez más popular». ACEP está formando a sus empleados en el uso de esta tecnología y espera ofrecer este servicio a sus clientes actuales. Esta cómoda opción debería atraer nuevos clientes.

A Valentine le motiva marcar una diferencia en las vidas de personas como Mariam. «Mi parte favorita de este empleo es salir a conocer a las personas, comprobar cómo podemos ayudarles y ver cómo cambian sus vidas», afirma. «Cuando Mariam comenzó a trabajar con nosotros, obtuvo un préstamo de un millón de francos CFA. La última operación que suscribió fue por 5 millones. Esto nos demuestra lo que ha crecido su negocio. Me encanta este aspecto de mi trabajo. Si no se sale a la calle y se interactúa con la gente, no se pueden prestar servicios de microfinanciación».

INSTRUMENTOS DE COMBINACIÓN DE RECURSOS EUROPEOS
PLATAFORMA DE INVERSIÓN PARA ÁFRICA

La Plataforma de Inversión para África (PIA) se creó para financiar ayudas no reembolsables para proyectos en el África Subsahariana de 2016 a 2020. Pueden solicitar financiación en el marco de la PIA proyectos de infraestructuras tales como energías renovables y transporte, al igual que pequeñas empresas e iniciativas agrarias. En respuesta al creciente interés de la Comisión Europea por la combinación de recursos financieros, el Banco ha obtenido ayudas no reembolsables para financiar cinco operaciones en el África Subsahariana centrándose en infraestructuras y cadenas de valor agrícolas. Se esperan nuevas solicitudes a la Plataforma de Inversión para África (PIA) antes del 31 de diciembre de 2020, fecha límite para obtener financiación al amparo del Marco Financiero Plurianual. Dichas solicitudes potenciales han sido incluidas en la cartera de proyectos prioritarios de la PIA. No obstante, dado que se han agotado los fondos combinados de algunas regiones al amparo del marco actual, hay varios proyectos en la cartera del BEI que están llegando a su madurez en un momento en que la disponibilidad de ayudas no reembolsables es incierta, a pesar de que estos proyectos se ajustan a las prioridades de la UE.

En el marco de la garantía del Fondo Europeo de Desarrollo Sostenible (FEDS), se aprobaron tres solicitudes de financiación, que hacen referencia a inversiones en el África Subsahariana. Desde entonces, no se han convocado propuestas para la garantía FEDS. Las próximas se realizarán al amparo del Marco Financiero Plurianual 2021-2028.

Con el acuerdo entre Comisión Europea y donantes, a medio o largo plazo habrá nuevos fondos disponibles en el Fondo Fiduciario UE-África para Infraestructuras (EU-AITF) para respaldar proyectos en el África Subsahariana. Creado en 2007, el EU-AITF pasó a convertirse en el mayor fondo fiduciario gestionado por el BEI, con aportaciones que superaban los 800 millones de euros. El fondo ayudó a financiar casi 90 proyectos a través de más de 120 operaciones.