Martí de Viciana: Libro tercero de la Crónica de la ínclita y coronada ciudad de Valencia y de su reino

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— Vós, siendo camarero del rey, tratastes con el infante de Mallorca que hiziesse guerra al rey. Y hos lo provaré en campo que fue assí.

Y el Arellano respondió que se lo defendería. Entonces, ||7 el rey de Aragón mandó al don Juan Remírez de Arellano que dentro de noventa días bolviesse de su viaje, que iva a la sazón para Castilla en el reino de Aragón, para responder en campo de batalla al vezconde de Roda por su disculpa, sino que procedería contra él por orden devido, pues que era su camarero mayor y heredado en el su reino de Aragón. Y el don Juan Remírez de Arellano, tomada licencia del rey de Aragón, púsose en camino para Castilla. Y quando llegó al rey don Enrique de Castilla, diole parte del desafío. Entonces, el rey de CastilIa, por escusar al don Juan Remírez de Arellano de la batalla, embió un cavallero suyo al rey de Aragón con cartas de crehencia. Y el cavallero llegó a Barcelona, donde a la sazón estava el rey de Aragón, al qual dio las cartas, y de palabra dixo assí:

— Señor, el rey de Castilla, mi amo, hos saluda y embía esta carta en crehencia mía, la qual explicaré en secreto, o en vuestro consejo y quando mandaredes.

El rey le mandó asignar para el segundo día. Y el rey mandó llamar a los de su consejo, y estando presentes la reina, su muger, el conde de Urgel, el conde de Ampurias y el obispo de Valencia, que todos estos eran primos hermanos y sobrinos del rey, y el conde de Cardona y don Lope Ferrández de Luna, arçobispo de Çaragoça, y muchos otros cavalleros, y con licencia del rey de Aragón, el cavallero de Castilla dixo esto que se sigue:

— Señor, mi amo, el rey de Castilla, vos haze saber que don Juan Remírez de Arellano le dixo que, passando por vuestro reino y en vuestra presencia, el vezconde de Roda lo reptó, diziéndole que él, siendo vuestro camarero, que havía sido en consejo en que el infante de Mallorca, vuestro enemigo, entrasse con gente de guerra por vuestro reino ha vos hazer guerra, sobre lo qual el dicho don Juan Remírez se lo puso a las manos para se || combatir con él sobre esta acusación. E que vós, señor, le distes plazo e término de noventa días, dentro los quales el dicho don Juan Remírez se adereça de armas y cavallos para venir a la jornada a defender su fama y verdad. E sed cierto, señor, que para el día asignado, él será en campo. Pero, señor, el rey dize que bien sabéis que don Juan Remírez es leal cavallero, y sirvió a vós y ha él muy bien en las guerras que huvistes con el rey don Pedro de Castilla. E que, por ende a él le desplaze mucho en estremo porque fue assí reptado en vuestro reino, en vuestra corte y en vuestra presencia. E por tanto, vos ruega que mandéis cessar este riepto y que don Juan Ramírez sea vuestro servidor leal, como siempre lo fue, porque vós, señor, podéis creer bien que don Juan Remírez nunca tal cosa hizo, y que esto no es otra cosa sino por algunos ordenada que quieren mal al don Juan Remírez.

El rey de Aragón le respondió que no mandaría cessar el riepto, e que si don Juan Remírez no acudía al plaço, que proseguiría contra él, según por fueros y derechos de Aragón hallaría que se deviesse proceder.Y el cavallero respondió:

— Señor, pues que vuestra alteza manda que el riepto no cesse y que don Juan Remírez venga a mantener su campo, mi amo, el rey de Castilla, dize que pues queréis favorescer al vezconde de Roda, que él no puede escusar de ayudar a don Juan Remírez de Arellano, mayormente en guardar su fama, e que él le embiará para el día y campo aplazado a mantener su verdad, pero porque don Juan Remírez sea seguro en el dicho campo, que para aquel día él embiará acá el su pendón con trez mil lanças de cavalleros y escuderos, para que tengan el campo seguro a don Juan Remírez de Arellano.

E como el rey de Aragón le oyó, respondió con algún enojo diziendo:

— Pues que assí lo quiere el rey don Enrique de Castilla, la guerra es cierta entre él y mí.

El castellano respondió: ||7v

— Señor, el rey, mi amo, es vuestro amigo. Y en quanto a lo que toca a su parte no será guerra, ni entiende otra cosa hazer, sino lo que he dicho.

E los del consejo y ayuntamiento dixeron al rey que acordase sobre ello para en otra hora responder. Entonces salióse el cavallero castellano y el rey trató con los de su consejo del negocio. E como desseavan servir al rey don Enrique el conde de Ampurias, el obispo de Valencia, el conde de Pradas, hermano del marqués de Villena, y el arçobispo de Çaragoça, todos estos señores dixeron al rey que sería bien que fuesse amigo del rey don Enrique, considerando las muchas buenas obras que le havía hecho en la defensión de los reinos de Aragón y de Valencia contra el rey don Pedro de Castilla; e que no devía dar lugar a que entrassen en guerra los reyes y reinos. E concluhido esto en el consejo real, el rey mandó al don Francisco de Perillós, vezconde de Roda, que pues bien honrado quedava dello, que se dexasse de proseguir el riepto. E dio por quito a don Joan Ramírez de Arellano y los reyes continuaron su buena paz y amistad como denantes la tenían.

De manera que toda la vida del don Francisco de Perillós, vezconde de Roda, fue una valerosa peregrinación, ganando favores, honores y ricas haziendas y dexándonos fama gloriosa. E a la postre, ya cansado de días y trabajos, murió, dexando tres hijos y una hija, que fueron estos que se siguen: doña Brunisén, que casó con don Aimarich de Centelles; don Remón de Perillós, primogénito, vezconde de Roda y señor de las varonías de Seret y de Millás; don Francisco de Perillós, segundogénito; don Ponce de Perillós, tercerogénito. Éste se crió en la casa de la reina de Aragón, doña Yolante, y la reina le casó con doña María de Francia, dama // de su cámara muy favorescida.

El don Remón, primogénito, casó con hija del vezconde de Rocabertí.51 Este vezconde de Rocabertí tenía casada otra hija con don Pedro, de sangre real de Aragón, conde de Ampuries. El don Remón, siendo mochacho, se crió page en casa del rey don Carlos de Francia, porque siendo su padre almirante y camarero del rey de Francia, le rescibió y bien trató. Y por fallescimiento del rey de Francia, se vino a su estado en Cataluña. E luego assentó en la casa del rey don Juan de Aragón52 y fue el primero cavallero de la casa del rey en assiento y privança. Después, el rey le embió con tres galeras, y navegó en su compañía el senescal de Provenza con dos galeras para Roma, y por causa de la sisma que havía por la elección de papa Benedicto de Luna XIII, a quien el rey de Aragón havía favorescido. E como el papa estava en Roma con alguna turbación por causa de la sisma, determinó salirse de Roma y passarse en Aviñón. E assí se embarcó en las galeras de don Remón de Perillós. E navegando aportaron en Aviñón, donde el papa ordenó su casa y corte. Y de Aviñón se vino para España después, según dello trataremos en esta parte en capítulo de Peníscola.

Este don Remón de Perillós, año de mil trezientos noventa y dos, passó con el infante don Martín, capitán de las galeras, en Cerdeña y Sicilia. E después fue embaxador en Chipre para tratar el matrimonio de don Juan de Lusiñano, príncipe de Antiochía, primogénito de Chipre, con doña Isabel, hermana del rey de Aragón. Deste don Remón de Perillós procedió su hijo, también llamado don Remón de Perillós, que fue governador de los condados de Rosellón y Serdaña.53 Este don Remón fue criado en la casa del magnánimo rey don Alfonso de Aragón y de Nápoles.54 Y fue su capitán general de la flota, que fueron 14 naves ||8 y galeras que el rey embió a socorrer a la reina de Nápoles para la guerra que le hazía el duque de Anjou, porque la reina quería dexar su reino y estados al rey don Alfonso de Aragón. E assí llegó a Nápoles el don Remón de Perillós con la armada, y la reina le salió a rescebir a la puerta de la ciudad, y le entregó las llaves de Nápoles y le dio la investitura de duque de Calabria y legítimo succesor en el reino de Nápoles. Y acceptados los títulos he investitura dellos en nombre y para su señor natural, el rey don Alfonso de Aragón, muy acompañado de los grandes y cavalleros de la tierra, dio buelta passeando por la ciudad, haziéndole todos toda la honra y favor que les fue possible. Y después, luego entendieron en la defensión del reino hasta que llegó el rey don Alfonso con poderoso exército de galeras y navíos. Y prosiguió la guerra hasta la fin de la jornada, en que fue rey y señor de Nápoles y su tierra.55

No le fue ingrato el Magnánimo rey quando, con un privilegio dato en Barcelona a quinze de setiembre del año de mil quatrocientos treinta y uno, hizo merced al don Remón de Perillós, su capitán general, de los castillos y varonías de Seta y Travadell, en este reino de Valencia, con motivos que en satisfación de los servicios que del don Remón recibiera en tiempo de paz y de guerra, y por lo que havía servido al rey don Joan de Navarra,56 su hermano, y a los infantes don Enrique y don Pedro, también sus hermanos, y en las guerras de Serdeña, Córsega, Sicilia y Apulla, y en las dos entradas que hizo con gente de guerra en Castilla; la una por causa de la prisión del infante don Enrique, al qual el rey de Castilla injustamente detenía preso; y la segunda porque el mesmo rey de Castilla le moviera guerra, procurando de entrar en los reinos de Aragón y de Valencia. E que para tomar asiento en estas guerras y debates, por las pretenciones // del rey de Castilla, fueron electas y puestas catorze personas, y que la una dellas fue el don Remón de Perillós, de donde resultó la paz y sosiego de los dos reyes. En todos los quales trances y jornadas, el don Remón de Perillós llevó a su costa muchos criados y amigos, en que gastó mucha parte de su hazienda, y con efusión de sangre y captividad de su persona, y que en todo y siempre le conosció varón muy fiel y zelador del servicio y guarda de su persona real, según en el dicho privilegio se contiene.

 

Tornando al don Francisco de Perillós, segundo génito del don Francisco de Perillós, primero de este nombre, hallamos que fue casado con doña Constança de Próxida, dama muy privada de la excellente doña Yolante, reina de Aragón, del qual matrimonio procedieron dos hijos. Es a saber: doña Joana de Perillós, que fue condessa de Tovarra, en Francia, y señora del castillo de Tous, en el principado de Cataluña. Esta doña Joana, según escrive Miguel Carbonell en la Chrónica de Cataluña, fue una de las damas que sirvieron a la sereníssima reina de Aragón en la triumphante fiesta de su coronación, quando se coronó en la iglesia catredal de la ciudad de Çaragoça de Aragón, en el día de santo Jorge, patrón de Aragón, que es a veintetrés del mes de abril del año de mil y trezientos noventa y nueve.57 En esta fiesta, según dize Carbonell, aunque fueron en el acompañamiento de la persona real muchas señoras y damas, empero que solamente entraron en la capilla con la señora reina, la reina de Nápoles y la infanta doña Isabel y la doña Joana de Perillós, con otras dos damas.58

Don Francisco de Perillós tercero se crió en casa de la mesma reina de Aragón, y por sus servicios le casó con doña Joana, hija de mossén Giner Rabaça, cavallero, y por causa deste matrimonio se vino a bivir a Valencia casi por los años ||8v de 1400. Con este matrimonio recibió muy rica dote. Y después, el mossén Giner Rabaça, que muy rico hombre en rentas y averes era, con su último testamento instituyó por heredero universal a su nieto, hijo de su hija doña Joana, nombrado don Giner Rabaça de Perillós, con condición que tomasse el appellido de Giner Rabaça y las armas de Rabaça.

He aquí donde fenesció la antigua casa de Rabaça por línea masculina, y de como passó por línea femenina y se mescló con la casa de Giner Rabaça de Perillós. E porque la casa de Perillós advierta y sepan los lectores, que la familia de Rabaça era casa militar y antigua, assentaremos alguna parte de lo que tractan los scriptores. En el Libro del Repartimiento de las huertas de Xátiva, hecho a 7 de hebrero del año de 1240 y conservado en el archivo de Xátiva, hallamos a Juan Rabaça, gentilhombre, a quien se dio heredamiento como a hidalgo y de conquista. E también hallamos que, año de 1234, fue secretario del rey otro mossén Rabaça. E año de 1320, Guillen Rabaça fue comendador de las encomiendas de Ulldecona y de Torrent, de la orden de Sant Joan de Hierusalem. Y en los annales de la ciudad de Valencia, año de 1325, que mossén Giner Rabaça, cavallero, fue almutacén de la ciudad. E por ende el sereníssimo rey don Pedro de Aragón, con un privilegio dato en Perpiñán a 3 de deziembre del año 1356, a suplicación de mossén Giner Rabaça, doctor en derechos y del su consejo, haviéndole constado con suficientes scripturas fidedignas que la familia de Rabaça decendía de militares generosos, declaró el dicho mossén Giner Rabaça decender de aquellos, e como a generoso haver de ser tratado, pues sus padres y antecessores lo fueron y dellos, por recta línea masculina, decendía.

Este mossén Giner Rabaça casó con doña Toda Pérez d’Espejo, // de quien procedió su hijo mossén Giner Rabaça, cavallero y doctor muy solemne, que casó con doña María Ferrández de Taraçona, linage muy principal de ricoshombres de Aragón, de los quales fue el primero governador desta ciudad. Deste matrimonio procedió doña Joana Rabaça, que antes la casamos con don Francisco de Perillós, tercero deste nombre, y por la qual los de Perillós tomaron el appellido sangre y armas de Rabaça. Este último, nombrado mossén Giner Rabaça, fue el uno de los nueve próceres de consciencia y sciencia electos por los reinos de Aragón, y de Valencia y principado de Cataluña para hazer elección de la persona que havía de ser rey dellos. Y los tres que por Valencia fueron electos son: micer Bonifacio Ferrer, doctor, que después fue prior general de la gran Cartoxa, y su hermano fray Vicente Ferrer, que después fue canonizado y scrito en el cathálogo de los sanctos y le veneramos por nuestro patrón, sancto Vicente Ferrer, theólogo y predicador prophético, y el tercero fue el mossén Giner Rabaça, de todos los quales y de la sentencia que dieron trataremos en esta tercera parte en capítulo de don Fernando, electo rey.

De don Francisco de Perillós e de doña Joana Rabaça nascieron don Giner Rabaça de Perillós, heredero de su ahuelo mossén Giner Rabaça y en quien por la unión se escomençó el appellido de don Giner Rabaça de Perillós. Y éste casó con doña Carroça de Montagut, hija de don Pedro de Montagut, e don Francisco Rabaça de Perillós, e doña Cathalina, que casó con mossén Jofre de Blanes.

Del primogénito que fue don Giner Rabaça de Perillós, primero deste nombre, y de su muger, doña Carroça de Montagut, procedieron don Giner Rabaça de Perillós, segundo deste nombre, e doña Yolante, que casó con don Juan de Próxida, ||9 de la qual nasció doña Isabel Madalena, condessa de Oliva. Don Giner primero nombrado tuvo un hijo llamado don Tristán de Perillós, de quien procedió doña Isabel, que casó con don Francisco de Corella, e a doña Hierónima. Don Giner Rabaça de Perillós segundo casó con doña Isabel, hija de don Berenguer Vives de Boil, señor de la varonía de Bétera, de quien procedieron los tres hijos que se siguen: don Giner Rabaça de Perillós, don Gaspar de Próxida y de Perillós y don Melchior de Perillós.

Don Giner Rabaça de Perillós, primogénito, fue cavallero cuerdo y de valor, como bien se mostró por junio año de 1528 que, celebrando cortes generales el emperador, rey y señor nuestro, en la villa de Montssón a los reinos de Aragón, e Valencia e principado de Cataluña, el rey de Francia le embió un cartel de desafío personal.59 E su magestad, para responder al cartel, quiso haver el parescer de los del su consejo de la guerra. E pues tenía en las cortes la flor de la cavallería de estos reinos, también quiso el parescer de ellos. Y para ello fueron electos tres cavalleros de cada reino e principado. Y de este reino fueron este don Giner de Perillós, don Juan de Vallterra e don Luis de Mascó. E concluido por todos el parescer, don Giner de Perillós se arrodilló ante el emperador y dixo:

— Sacra magestad, yo le soplico que si compañero á de llevar a la batalla, que sea yo ésse, porque en esto recibiré la mayor merced que pueda servir a vuestra magestad en esta jornada, con mi persona y cincuenta mil ducados.

El emperador recibió con cara muy alegre el offrescimiento, y le agradesció mucho la voluntad, alabándole de bueno y fiel cavallero. De este don Giner de Perillós procede don Giner Rabaça de Perillós, que hoy bive, cabeça principal del linage en este reino. Éste casó con doña // María, hija de don Miguel Mercader, y es señor del lugar de Benetúcer, en el camino de Xátiva, a tres mil braçadas de Valencia. En el qual tiene buenas casas y huerto y vassallos ricos, con el término muy fructífero por tener muchas huertas e campos plantados de árboles y viñas. Este lugar compró mossén Giner Rabaça por la corte del justicia en las causas ceviles de esta ciudad, según paresce con auctos hechos a 27 de abril año de 1351. Otrosí, es señor de los castillos de Madrona y Dos Aguas, con su varonía en la ribera del río Xúcar, a 8 leguas de Valencia.60 Los quales compró don Giner Rabaça de Perillós por la corte del portanvezes de general governador de esta ciudad, con auctos hechos a 11 de octubre año de 1496. En el castillo de Madrona, cabeça de la varonía, ay iglesia de Nuestra Señora, con rectoría que renta al rector 400 ducados, en la qual se comprehenden los términos de las varonías de Cortes, Millás y Antonell.61 En estos castillos y sus términos tiene su señor toda jurisdicción, alta e baxa, mero e mixto imperio, por vendición que el rey don Pedro otorgó a don Remón Castellá, con privilegio dado en Valencia a 9 de noviembre año de 1349. Otrosí, le vendió el castillo de Madrona con privilegio dado en Valencia a 24 de mayo año de 1353. Esta varonía tiene su término con cinco leguas de longitud e tres leguas de latitud, es contornado de los términos de Rahal, Montroy, Turís, Buñol, Cortes, Antonell, Millás, Tous y Lombay. En este término ay muy frías y pazibles aguas para bever de muchas fuentes, y mucha caça de monte e buenos pastos para ganados e colmenas.

El estado de este cavallero consiste en las rentas que recibe de sus tierras y en censales que tiene sobre el general del reino e sobre la ciudad de Valencia, e sobre otras ciudades y villas del reino; que ||9v toda su renta ordinaria montará a más de diez mil ducados. Y tiene su casa ricamente adereçada y compuesta con officiales y criados bien tratados, y muchos cavallos e mulas en la cavalleriza; y en la recámara muchas ricas joyas, y atavíos, y plata e tapicería. Y en todo lo demás se sirve como a cavallero rico e de honor.

Don Gaspar, segundogénito, casó con doña Ana, hija de mossén Vidal Orís de Blanes, señor de la varonía de Cotes, de quien procedieron doña Juana, que casó con don Juan de Palafox, señor de Ariza y de la varonía de Calp, e doña Margarita, que casó con don Gaspar Marrades, señor de Sallent. Otrosí, huvo después un hijo llamado don Melchior de Perillós, que hoy bive. Don Melchior, tercero génito, fue coronel de infantería en la jornada de Bellús, de la que trataremos en la quarta parte. Después le vimos portanvezes de general governador en esta ciudad durante la residencia de don Hierónimo de Cabañelles. E por ser varón cuerdo y atentado hizo muy bien su officio. Don Giner Rabaça de Perillós antes nombrado don Francisco, deudo muy cercano de don Giner cuya historia scrivimos, vino de Cataluña a esta ciudad año de 1462 con su muger doña Helena Despés y un hijo nombrado don Francisco de Perillós, que hoy biven.

Las insignias e armas de la illustre casa de don Giner Rabaça de Perillós tenemos assentadas en el principio de este libro por havérsele dedicado. Según en su escudo están repartidas en esta forma que se sigue, es a saber, un escudo grande, y encima de él, por timbre, un hielmo, y el campo del escudo partido por cruz en quatro partes, y en medio de la cruz que les divide un escudete con campo azul y tres flores de lis de oro; y en el quarto alto derecho, en campo verde, un río, y encima de él una puente angosta y elevada; y en el quarto derecho baxo, una Rabaça // leonada, hecha a manera de tronco de árbol seco con raízes, y alderedor de este campo, una faxa ancha azul, y en cada una de las quatro esquinas de la faxa, dos alas de oro y plata, y en cada quadro, entre las alas, letras de oro, que dizen: «Perella»; y en el quarto alto y esquierdo del escudo, en campo de oro, tres peros crescidos de verde claro; y en el quarto esquierdo baxo, en medio, un escudete con olas de agua azules y blancas, y en el campo del quarto, en parte sobre colorado, un castillo de plata, y en parte sobre verde, un buey colorado con la cabeça elevada y encarado a la parte derecha.

Estas armas llevan los de esta casa por las causas que se siguen. Las tres flores de lis porque se las dio el rey de Francia como está dicho. El río y puente, por la hazaña desuso contada. La Rabaça, por la herencia y matrimonio de doña Juana Rabaça. Las alas y mote denotan que la virtud hermosura y gracia de doña Juana Rabaça dieron alas a don Francico de Perillós para que bolando la alcançasse. Los peros, por el matrimonio de doña Toda Pérez de Espejo. El buey, castillo y olas, por el matrimonio de doña Isabel Vives de Boil. El hielmo por timbre, por las azañas y proezas que los illustres y claros varones de esta familia obraron.

Síguese la historia de los reyes y su patrimonio.