Políticos y sacerdotes

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Luego también podrás vivir la muerte al máximo, y esa es una de las experiencias más bellas. En la vida no hay nada que se pueda comparar con la experiencia de la muerte, excepto la meditación profunda.

Quienes conocen la meditación saben algo acerca de la muerte, ya que es la única forma en la que puedes saber algo de ella antes de morir.

Si te digo que en la vida no hay una experiencia más importante que la muerte, no es porque me haya muerto y haya vuelto a contártelo, es porque sé que meditando entras en el mismo espacio de la muerte, porque al meditar dejas de ser tu cuerpo, dejas de ser tu biología, dejas de ser tu química y tu psicología. Todas esas cosas se quedan muy atrás. Llegas a tu centro más profundo donde solo hay conciencia pura. Esta conciencia pura seguirá estando contigo cuando mueras, y es algo que no te pueden quitar. Todas las cosas que se pueden quitar, las quitamos con nuestras propias manos cuando meditamos. De modo que la meditación puede ser una experiencia de muerte en vida. Y esta experiencia es tan hermosa, tan indescriptiblemente bella, que solo se puede decir una cosa acerca de la muerte, y es que morir debe ser parecido a meditar, pero multiplicado por un millón de veces. La experiencia de la meditación multiplicada por millones es la experiencia de la muerte.

Cuando mueres, solo dejas atrás tu forma. Tú estás completamente intacto y, por primera vez, puedes salir de la prisión de tu cuerpo, de tu biología y tu psicología. Se derrumban todas las murallas y eres libre. Puedes abrir las alas a la existencia por primera vez.

2. La peor profesión del mundo

En su autobiografía, Bertrand Russell hizo una declaración muy profunda: «Si se acaba el sufrimiento del mundo —dijo—, desaparecerán todas las religiones. Lo que las mantiene vivas es el sufrimiento». Está hablando desde otro ángulo muy distinto. Él era ateo y quería que desaparecieran las religiones.

Yo no soy ateo. También quiero que desaparezcan las religiones, pero por otro motivo. Él quiere que desaparezcan porque cree que han sido perjudiciales para el desarrollo del ser humano. Yo quiero que desaparezcan para que la religiosidad ocupe el espacio que ahora ocupan ellas. Las religiones han sido perjudiciales para el desarrollo de la religiosidad, y para mí, la flor más elevada de la evolución es la religiosidad.

El hecho de que haya trescientas religiones en el mundo indica claramente que el hombre no ha comprendido el espíritu de la religión. No puede haber trescientas químicas —ni siquiera puede haber tres—, ni puede haber trescientas matemáticas. En el mundo objetivo sabemos claramente que hay una ciencia y solo puede haber una, sin añadir ningún adjetivo.

Sería ridículo hablar de ciencia hinduista, ciencia musulmana, física cristiana o matemáticas jainistas. En cambio, esto es justamente lo que ocurre en la religión. Y la religión es tu alma, tu interior, tu subjetividad. ¿Cómo puede haber tantas religiones? Solo puede existir la religiosidad. No quiero llamarlo religión, porque el uso de este sustantivo detiene el desarrollo. La «religión» es algo que se ha detenido. La «religiosidad» es algo que sigue creciendo y floreciendo constantemente, que te lleva a nuevos espacios y te revela nuevos secretos que jamás habrías soñado.

La religión es el río de la existencia mismo. No tiene principio ni fin.

Todo lo que hasta ahora sabías en nombre de la religión, solo es una autohipnosis. La verdadera religión se está liberando de esa hipnosis. Entonces Dios deja de ser una persona, Dios es la totalidad, Dios es la suma de toda la existencia.

Todo lo que hasta ahora sabías en nombre de la religión, solo es una autohipnosis. La verdadera religión se está liberando de esa hipnosis. Entonces Dios deja de ser una persona, Dios es la totalidad, Dios es la suma de toda la existencia. Y empieza a fluir un río de alegría porque, vayas donde vayas, te encuentras con lo divino. Entonces se vuelve bello este mundo, esta vida. Cuando la vida se vuelve tan hermosa, sabes que la religiosidad ha llegado a tu vida y ha caído la primera gota de religiosidad.

Hay una antigua historia de un joven diablo que fue corriendo a ver a su jefe. Estaba temblando y le dijo al viejo diablo:

—¡Tenemos que hacer algo inmediatamente porque en la Tierra hay un hombre que ha descubierto la verdad! ¿Qué va a ocurrir con nuestra profesión cuando la gente sepa la verdad?

El anciano diablo se rio y dijo:

—Siéntate y descansa, por favor, no te preocupes. Ya nos hemos ocupado de todo, los nuestros ya están ahí.

—Pero acabo de venir de allí —insistió el joven diablo—, y no había ni un solo diablo.

—¡Nuestros enviados son los sacerdotes! —dijo el anciano—. Ya han rodeado al que ha descubierto la verdad. Ahora se convertirán en los mediadores entre el hombre de la verdad y las masas. Erigirán templos, escribirán textos sagrados, lo interpretarán y lo distorsionarán todo. Le dirán a la gente que tienen que adorar y rezar. Y en medio de toda esa confusión, la verdad se irá diluyendo. Es mi viejo método y siempre ha funcionado.

Los sacerdotes no son amigos de la religión a la que representan. Son sus peores enemigos, porque la religión no necesita mediadores, entre la existencia y tú hay una relación directa. Solo necesitas entender su lenguaje. Sabes los idiomas del ser humano, pero el idioma de la existencia no es ninguno de ellos.

La existencia solo conoce un lenguaje, y es el silencio.

Si tú también logras estar en silencio, entenderás la verdad, el sentido de la vida, el significado de todo lo que existe. Nadie puede interpretarlo por ti. Todo el mundo tiene que descubrirlo por su propia cuenta.

La existencia solo conoce un lenguaje, y es el silencio.

Si tú también logras estar en silencio, entenderás la verdad, el sentido de la vida, el significado de todo lo que existe. Nadie puede interpretarlo por ti. Todo el mundo tiene que descubrirlo por su propia cuenta. Nadie puede hacer el trabajo en tu nombre, sin embargo, los sacerdotes llevan haciéndolo desde hace siglos. Son como una muralla china que se interpone entre la existencia y tú.

Si la gente empieza a acercarse a la verdad sin que nadie tenga que conducirles ni decirles lo que es bueno y lo que es malo, sin tener que darles un mapa para que lo sigan, habrá millones de personas que entiendan la existencia, porque el latido de nuestro corazón es el latido del universo, y nuestra vida forma parte de la vida del todo.

No somos extraños, no venimos de otro sitio, sino que crecemos dentro de la existencia. Formamos parte de ella, somos una parte esencial. Solo tenemos que ser lo suficientemente silenciosos para oír lo que no se puede expresar con palabras, para oír la música de la existencia, la inmensa alegría de la existencia, la celebración constante. Cuando empieza a penetrar en tu corazón, se produce una transformación.

La única forma de que alguien se vuelva religioso es esta, y no yendo a una iglesia construida por el hombre, ni leyendo las escrituras escritas por el hombre.

Los sacerdotes pretenden convencernos de que Dios ha escrito los libros sagrados. Esta idea es simplemente ridícula. Si estudias las sagradas escrituras no verás la firma de Dios por ninguna parte. No tiene ningún sentido que Dios escriba ciertas cosas. Los hinduistas creen que Dios en persona escribió los Vedas, que son los libros más antiguos que hay, sin embargo, ningún hindú ha indagado acerca de esto. Si los hubiera escrito Dios, la información que contienen sería muy valiosa…, pero el 98% de los Vedas son un inmenso disparate, y esto mismo demuestra que no puede haberlos escrito Dios.

Hay una oración de un sacerdote, por ejemplo… ¿Cómo es posible que la haya escrito Dios? La oración habla de que sus vacas no dan suficiente leche, y dice: «Ten misericordia de mí, haz que mis vacas den más leche». Y no solo eso, sino que añade: «¡Y que las vacas de los demás den menos leche!».

¿Cómo piensas que Dios puede escribir: «Mata a mis enemigos y ayuda a mis amigos»? O tonterías como: «Llegan las lluvias, haz que el agua riegue mis campos, pero que no llegue al de mi vecino, porque es mi enemigo. Haz que solo caiga sobre mi campo».

¿Por qué iba a escribir Dios algo así?

Todas las sagradas escrituras contienen pruebas de que han sido escritas por el hombre, y se trata de un ser humano muy estúpido, muy primitivo. Las «sagradas escrituras» ni siquiera pueden ser consideradas literatura de calidad porque son infantiles, muy elementales, malas. Están escritas en un idioma muerto… Algunas de ellas, como los Vedas, se escribieron en un idioma que nunca fue usado por la gente. La gente común nunca usó ese idioma. Era el lenguaje de los brahmines instruidos, de los sacerdotes, y se resistieron a que se tradujeran porque sabían que, si lo hacían, perderían toda su santidad. La gente se daría cuenta de que todas esas tonterías no tenían nada de santas, y mucho menos de sagradas.

Las escrituras son una creación del hombre, las imágenes de Dios han sido esculpidas por el hombre, los templos y las iglesias han sido construidos por el hombre, y nos creemos que son sagrados o santos por un condicionamiento de muchos miles de años, pero, en realidad, no lo son, no son sagrados.

No hay nadie que haya engañado al hombre tanto como lo han hecho los sacerdotes. Es la profesión más horrible del mundo, peor incluso que la prostitución. Una prostituta al menos te da algo a cambio, sin embargo el sacerdote solo te vende humo, no tiene nada que darte.

Y esto no es todo. Cuando alguien descubre la verdad, los sacerdotes se enfrentan a él. Evidentemente, no les queda otro remedio, porque si todo el mundo descubriera la verdad, ellos se quedarían sin trabajo. Y su trabajo es absolutamente improductivo. Son parásitos, le están chupando la sangre al ser humano. Desde el día que nace un niño hasta el día que muere, el sacerdote está buscando la forma de aprovecharse de él.

 

Mientras la religión siga en manos de los sacerdotes, en el mundo solo habrá una religión falsa y el mundo no será realmente religioso. Si lo fuera, no habría tanta infelicidad, sería una celebración constante. Una persona religiosa es puro éxtasis. Su corazón rebosa canciones, su ser esta dispuesto a bailar en todo momento.

Los sacerdotes se han encargado de suprimir la búsqueda de la verdad. Dicen que no hay necesidad de buscar nada porque ya ha sido descubierto, solo hay que tener fe.

Los sacerdotes se han encargado de suprimir la búsqueda de la verdad. Dicen que no hay necesidad de buscar nada porque ya ha sido descubierto, solo hay que tener fe.

Al condenar todos los placeres del mundo han hecho que la gente sea infeliz. Los condenan para poder ensalzar los placeres del otro mundo. El otro mundo es un invento suyo. Quieren que la humanidad se sacrifique por una idea falsa…, y la gente lo ha hecho.

Los sacerdotes son enemigos de todo el que ama la verdad, de todo el que busca la verdad o la ha encontrado. Cuanto más cerca estés de la verdad, más se enfrentarán a ti los sacerdotes, porque estás molestando a sus clientes y les fastidias el negocio. La religión es un negocio para ellos.

Las iglesias católicas de Estados Unidos se han enfrentado a mí porque hay muchos jóvenes que se han salido de su redil. Mis seguidores no pertenecen a ninguna religión. Son religiosos, pero ser religioso no significa pertenecer a una religión. La religiosidad es una cualidad, es el aroma de tu conciencia. No tiene nada que ver con una organización que sigue fiel a unos principios fijos y anticuados, impuestos por personas que ya murieron hace mucho tiempo.

También se puede enfocar de esta manera: en nombre de la religión, los muertos dominan a los vivos. Ellos te dictan cómo debes vivir, aunque no sepan nada de todos los cambios que ha habido desde que murieron. Vivimos en un mundo distinto, en una época completamente distinta, y para responder a la realidad, necesitamos que nuestra atención sea espontánea en cada momento. El motivo de nuestro fracaso es que no estamos respondiendo con espontaneidad, hay una nueva realidad, pero nuestra respuesta corresponde a la situación que había hace miles de años, y de esta forma te aseguras el fracaso. Y el fracaso continuo convierte la vida en algo triste.

La humanidad solo es una, pero los sacerdotes no lo van a consentir, porque si toda la humanidad deja de llamarse cristiana hinduista o musulmana, y se vuelve una, ellos saldrán perdiendo. Tienen una profesión muy bien remunerada y solo se dedican a crear enfrentamientos y luchas entre las distintas religiones.

Para corromperte solo tienes que entrar en contacto con ellos. Ejercen la profesión más horrible y repugnante que haya habido en el mundo.

Gran parte de mi mente católica ha estado en tensión luchando por el poder, la aprobación, el amor y el sexo. La meditación me provoca frustración . ¿Qué significa «simplemente mirar»?

Todas las mentes —ya sean católicas, comunistas, judías o jainistas— son iguales. La mente es una enfermedad que crea una prisión a tu alrededor. Hay muchos tipos de prisiones, están construidas de diferentes maneras, con diferentes materiales. Algunas son de piedra, otras son de ladrillo, otras son de madera, y así sucesivamente, pero eso no importa. Da igual de qué estén hechas, te están aprisionando. La mente católica tiene unos conceptos determinados, la hinduista se basa en otra ideología distinta, pero todas las religiones necesitan tener una ideología. Hasta un ateo está aprisionado, pese a no creer en Dios. Él cree que no cree en nada, pero está equivocado, su descreencia también es una creencia. Es tan fanático de su descreencia como los creyentes de su creencia, puede que incluso sea más creyente que un católico, porque los católicos solo se acuerdan de Dios de vez en cuando, los domingos —el catolicismo es una religión de domingo—, pero los ateos discuten constantemente acerca de Dios. Se acuerdan de Dios todo el tiempo.

En las escrituras hindúes hay una historia muy bonita. A Narada, que era devoto, muy devoto, se le apareció Dios cuando se estaba muriendo. Este tipo de cosas solían ocurrir en el pasado, ahora ya no ocurren. Entonces Dios le preguntó qué quería, o si tenía algún deseo para su próxima vida, y él le respondió:

—Sí, quiero ser ateo cuando vuelva a nacer.

Hasta Dios se quedó sorprendido, pero recuerda que este tipo de cosas solo ocurrían antes, ahora ya no. Dios le preguntó:

—¿Cómo? ¿Quieres ser ateo? Tú que siempre has sido tan creyente y tan religioso, y siempre has cantado en mi alabanza?

Narada dijo:

—Sí, pero siempre me olvido de ti a pesar de ser tan devoto. Sin embargo, he observado que los ateos nunca se olvidan. Por eso he decidido que quiero ser ateo la próxima vez, para acordarme de ti constantemente. No quiero olvidarte ni un solo instante. En este momento solo eres una de las muchas cosas que hay en mi mente, sin embargo, creo que ocupas todo el espacio en el corazón de un ateo, porque siempre está acordándose de ti, aunque te esté negando. Así que dame tu bendición para que sea ateo en mi próxima vida y pueda hablar constantemente de ti.

Es una historia preciosa. Está diciendo, de manera simbólica, que el ateo y el teísta están en el mismo barco.

Un comunista se opone a Dios, pero no tiene ningún trato con Dios, no tiene nada que ver con él. ¿Qué vinculación puede tener Karl Marx con Dios? Dios no tiene nada que ver con la economía, no es una teoría económica ni nada parecido. Sin embargo, Marx estaba obsesionado con Dios, tenía una obsesión permanente. Siempre estaba negando la existencia de Dios, parecía que Dios le estuviese acechando.

El credo del fanático dice: «Ya hemos decidido cuál es la verdad. Ahora los hechos se tienen que ajustar a nuestro credo, y no al contrario».

Todos son absolutamente fanáticos, los creyentes, los no creyentes, los hinduistas, los musulmanes, los cristianos…, todos son fanatismos. Un fanático no analiza los hechos, por eso es un fanático. El credo de un fanático dice: «Tenemos razón y no vamos a permitir que los hechos nos confundan, sean cuales sean, están equivocados». El credo del fanático dice: «Ya hemos decidido cuál es la verdad. Ahora los hechos se tienen que ajustar a nuestro credo, y no al contrario».

Todas estas «ideologías» han dado lugar a personas muy traumatizadas. La mente católica, naturalmente, es una de las más retorcidas y problemáticas porque es represiva, y cuando te reprimes cosas, te conviertes en un ser horrible. Todo lo que reprimas se queda ahí, y no solo eso, sino que con el tiempo se refuerza. Se va acumulando. Si lo expresas, se disuelve.

Cuando alguien se enfada de una manera normal, por ejemplo, como lo haría cualquier persona —si insultas a alguien y se enfada—, esa persona no es peligrosa porque no acumula una excesiva rabia. Sin embargo, cuando alguien reprime su enfado, está sentado encima de un polvorín. Ese polvorín puede explotar en cualquier momento, podría suicidarse o matar a alguien sorpresivamente. Las religiones represivas son las responsables de que exista la pornografía en el mundo. La pornografía existe por culpa de los sacerdotes, no por culpa de las revistas Playboy. De hecho, el Playboy solo es una consecuencia de los sacerdotes. El sexo se ha reprimido tanto que tiene que buscar una salida, una válvula de escape, por eso hay tanta pornografía. Cuando la sexualidad se reprime, busca perversiones. Se puede convertir, por ejemplo, en querer ser un político. Esto es una manifestación de la sexualidad, de la sexualidad reprimida. Por eso todos los ejércitos del mundo reprimen el sexo. Los soldados estadounidenses siempre han tenido problemas porque es la primera vez que se permite que haya relaciones sexuales en el ejército. Los soldados estadounidenses nunca podrán ganar, tienen asegurada la derrota. Hagan lo que hagan y vayan donde vayan, les derrotarán por el simple hecho de que estos soldados constituyen un nuevo fenómeno en el mundo, no están reprimidos sexualmente. No podrán ganar a los rusos, como tampoco ganaron a los vietnamitas. Los pobres vietnamitas derrotaron a uno de los países más poderosos de toda la historia de la humanidad porque sabían que cuando reprimes el sexo el hombre se convierte en un ser peligroso, muy peligroso, y está a punto de estallar. Necesita hacer daño a alguien, se pone violento. Cuando una persona está satisfecha sexualmente, no tiene interés en matar. De hecho, en las inspecciones de los ejércitos norteamericanos se ha demostrado que al menos el 30% de los soldados nunca habían usado las armas en la guerra. ¡El 30% es un porcentaje muy elevado! ¿Cómo pueden ganar si el 30% de los soldados van al frente todos los días, pero no usan sus armas para matar a nadie? No les interesa matar, no tienen deseos de matar.

El deseo de matar solo aparece si hay una gran represión sexual. Es curioso que una sociedad próspera, rica y en la que hay libertad sexual siempre sea vencida por una sociedad pobre, retrógrada y represiva. Esa fue la suerte de la civilización griega, esa fue la suerte de la civilización romana, esa fue la suerte de la civilización hindú, y será la suerte de la civilización norteamericana. Es sorprendente que, cuanto más evoluciona una sociedad, más fácilmente cae frente otra menos evolucionada, porque la sociedad menos evolucionada es más represiva y la gente es más ignorante, más estúpida, y sigue haciéndole caso a los sacerdotes.

Son personas ignorantes, y las personas ignorantes son peligrosas. Pueden derrotar a cualquiera porque han reprimido tanto su sexualidad y tienen tanta energía contenida que podrían explotar en cualquier momento. Explotan con cualquier pretexto.

Estas personas son las responsables de todas las violaciones que se producen en el mundo. Y esa es la experiencia que tienen mis mujeres sannyasins aquí en la India. Me quieren mucho y por eso han venido, pero lo pasan mal. Para ellas es un auténtico sacrificio estar aquí, porque, vayan donde vayan, los hindúes supuestamente cultos y creyentes las miran con tanta voracidad que es como si las fueran a destrozar. Y en cuanto tienen la menor ocasión las pegan, las empujan y les hacen lo peor que se les ocurre. Han agredido y violado a algunas mujeres. ¡Y estos son los grandes hinduistas, los grandes religiosos, los grandes seres espirituales del mundo! Es natural, no veo la contradicción. Así funciona la represión, en la primera oportunidad sale a relucir.

Tu pregunta es: «Gran parte de mi mente católica ha estado en tensión…». Solo puede ser así. Tienes que soltarlo todo desde su raíz. No puedes guardarte nada. Dices: «Está en tensión luchando por el poder…». Es inevitable, si reprimes la sexualidad, tu energía se irá a otras dimensiones. Se convertirá en un gran deseo de poder. Cuando reprimes la sexualidad, empiezas a buscar la aprobación, y la aprobación es un mal sustituto del amor, del aprecio. Y ahora que estás aquí te das cuenta de que tienes una gran necesidad de amor, pero tienes miedo…, tu mente católica está en contra del amor. La mente católica te dice: «Ama solamente a Dios».

Si reprimes la sexualidad, esta energía se irá a otras dimensiones. Se convertirá en un gran deseo de poder. Cuando reprimes la sexualidad, empiezas a buscar la aprobación, y la aprobación es un mal sustituto del amor.

¿Cómo puedes amar a Dios? Es una tontería absoluta. La única forma de amar a Dios es amando a los seres humanos. Ama incondicionalmente, ama sin exigir nada. Pero tienes que amar a la gente que hay a tu alrededor que son Dios con diferentes formas, no puedes amar a algo que no tiene forma. Te dicen «ama a Dios» y «evita al ser humano». A las monjas les dicen «ama a Jesucristo», y ellas dicen que son las «novias de Cristo». ¡Qué tontería! El pobre hombre nunca se casó y ahora resulta que muchas monjas se han casado con el, «las novias de Cristo». Evidentemente, empiezan a imaginarse y a proyectar cosas, y se dejan engañar por la mente. Si estudias la historia de los monasterios y los conventos de la Edad Media, te sorprenderás. Hay miles de casos registrados de monjas que fueron violadas por el demonio y sus discípulos, incluso hay casos de monjas que se quedaron falsamente embarazadas. ¡Qué imaginación! Cuando una mujer se pone a imaginar cosas, su imaginación puede llegar muy lejos. Los hombres no tienen tanta imaginación, pero las mujeres se imaginan muchas cosas. Tenían que confesarse ante los tribunales. ¿A qué se dedicaban esos tribunales? Estaban formados por obispos, arzobispos y papas que se dedicaban a recabar información, de hecho, disfrutaban muchísimo conociendo todos los detalles de cómo hacía el amor el demonio con las monjas. Cuando lo analizas, te das cuenta de que es lo más pornográfico y obsceno que se haya escrito jamás. Las monjas tenían que confesar, y hacían confesiones de lo más extrañas. Por ejemplo, que el diablo llegaba por la noche y hacía el amor con ellas, y que ellas se sentían absolutamente paralizadas y eran incapaces de intervenir para impedirlo. ¿Qué podían hacer si llegaba el diablo y las poseía?

 

En los monasterios surgieron toda clase de perversiones. Si no fuese por los monasterios y los conventos, el sexo nunca se habría pervertido. Y el mundo está dominado por un tipo de represión u otra.

Tienes que dejar esa mente a un lado. Tú dices: «La meditación me provoca frustración». Es normal, pero no tiene nada que ver con la meditación, porque la meditación solo te muestra tu propia realidad, y ese encuentro es frustrante. Te molesta darte cuenta de lo horrible que es tu propia mente, pero no te preocupes, la meditación solo saca a relucir todo lo que está reprimido, y tendrás que superarlo. Si sabes que existe puedes dejarlo a un lado, pero ¿cómo vas a hacerlo si no sabes que existe? Para dejar algo a un lado, primero tienes que conocerlo y entenderlo bien. De hecho, la única forma de hacerlo es entenderlo perfectamente.

Cuando consigas dejar tu mente a un lado por completo, te liberarás de los sacerdotes. Son los tipos más astutos y también los más estúpidos, porque solo son astutas las personas estúpidas. Las personas inteligentes nunca lo son. No lo necesitan, les basta con su inteligencia. Cuando no eres inteligente, tienes que recurrir a la astucia, tienes que aprender a ser astuto.

No te olvides de que todos esos sacerdotes y esos pandits —católicos o protestantes, hinduistas o musulmanes— son personas estúpidas, pero también han dominado a la humanidad y la han reducido a una masa de estúpidos. ¡Sal de ahí!

Es natural que la meditación saque a la luz todo lo que te han hecho desde hace muchos siglos, es inevitable. Si lo quieres evitar, no podrás cambiar. Tendrás que soportar el sufrimiento de saber todas las cosas malas que te han hecho, pero es mejor que lo veas y lo atravieses para llegar al centro de tu ser y encontrar tu inteligencia intrínseca, para encontrar tu conciencia perdida.

En cuanto te liberas de los sacerdotes, te liberas de la estupidez. Entonces dejas de ser católico, cristiano, hinduista o musulmán. Simplemente, eres un ser humano y surge una gran belleza en tu interior.

Un sacerdote católico entró en una pajarería porque quería comprarse un loro. Le enseñaron uno que le gustó especialmente, pero le extrañaba que tuviera dos cuerdas atadas a las patas.

—¿Para qué son? —le preguntó al encargado de la tienda.

—Este loro en concreto tiene una característica muy particular, padre —respondió el comerciante—. Es un loro adiestrado que perteneció a un circo. Cuando tiras de la cuerda izquierda, el loro dice «hola», y cuando tiras de la cuerda derecha, el loro dice «adiós».

—¿Y qué pasa cuando tiras de las dos cuerdas a la vez?

—¡Que me caigo de la percha, tonto! —gritó el loro.

Hasta los loros superan en inteligencia a los sacerdotes, los políticos y toda esa gente que te domina.

Deshazte de ellos. La meditación es el proceso de deshacerte de todo el pasado, de todas las enfermedades y el pus que has ido acumulando en tu interior. Es doloroso, pero te limpiarás, y es la única forma de hacerlo.

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