Dimensiones más allá de lo conocido

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Buda y Mahavira usaron la prosa, porque en el tiempo que vivieron, la gente estaba acostumbrada a usar mucho del pensamiento lógico. Se hacían preguntas diminutas, pero la gente no quedaba satisfecha aún con respuestas largas e intrincadas. Entonces, hacían otras veinticinco preguntas adicionales. Por eso Buda y Mahavira tuvieron que hablar en prosa.

Ahora ya no es posible hablar en poesía. Ahora se escribe poesía por entretenimiento. Alguna vez todos los asuntos serios y fundamentales fueron dichos solamente en forma de poesía. Pero ahora no se pueden decir los asuntos serios en forma poética. Todavía escriben poesía aquellas personas que disponen de tiempo y que tienen un deseo de entretener, pero todos los asuntos de valor son dichos en prosa. El género humano ya no es como niño; se ha vuelto adulto. Piensa con lógica en todos los asuntos. Sólo la prosa puede usarse lógicamente.

Cada medio cambia el contenido. A mi parecer, en la medida que se desarrollen los métodos de comunicación, regresará la transmisión de pensamientos por medio de la palabra hablada. Por un tiempo, la palabra impresa fue la más importante, pero ahora los avances tecnológicos nos están regresamdo la posibilidad de la comunicación directa mediante medios vivos, por causa de la televisión.

Después de un tiempo, nadie estará dispuesto a leer un libro. Yo puedo hablar a todo el mundo por una red de televisión. Todos pueden oír directamente. Entonces no es muy bueno el futuro del libro. Ahora, de alguna manera, el libro no será leído; será visto. Esto debe hacerse popular; el libro debe transformarse. Ahora se han desarrollado los microfilms, entonces es posible ver un libro en una pantalla. Muy pronto se cambian las palabras por imágenes.

Desde mi punto de vista, la escritura se desarrolló por impotencia. No había otra manera. Aun ahora, aquellos que quieren transmitir algo que es muy importante usan el medio del discurso hablado. No sé para quién voy a escribir. Mientras no exista alguien frente a mí, no me surge ningún deseo de hablar. No existe en mí el placer de hablar por hablar.

Ésta es la diferencia entre un escritor y alguien que está iluminado. El literato tiene cierto interés en sólo expresar algo. Está satisfecho si lo logra. Cuando lo hace, parece que deja caer una gran carga de sus hombros.

En mí no hay tal carga. Mientras hablo contigo, no estoy recibiendo placer sólo porque te estoy diciendo algo. Al decirte algo no existe el sentimiento de ser liberado de una carga. Mi decir, en un sentido, es menos una expresión y más una respuesta. No hay en mí un sentimiento de que tengo que decirte algo. Sólo se me ocurrirá decir algo si tú quieres saber algo. La condición de mi mente es tal, que si tú tiras un cubo en mi pozo, algo va a emerger de él. Gradualmente se me ha hace más difícil hablar a menos que se haga una pregunta. En el futuro me va a ser más y más difícil sólo hablar. Entonces, tengo que encontrar excusas.

Si voy a hablar del Guita, necesito una excusa. Si me proporcionas esa excusa, entonces hablaré. Pero se me está haciendo difícil hablar si no me das una excusa. Si no hay un clavo o una clavija en donde colgar algo, entonces es un problema el qué colgar o por qué debo colgarlo. Permanezco en silencio-vacío. Sales de este cuarto y me vacío.

Si alguien tiene el deseo de hablar, la necesidad de hablar, entonces estará listo para hablar aunque no estén ustedes en el cuarto. Su mente preparará lo que va a decir a pesar de que no haya nadie presente. Cuando acumule suficiente material, se verá impelido a hablar.

Para mí esto no es verdad. Estoy completamente vacío. Si surge una pregunta y me hacen hablar, sólo entonces hablaré. Por eso es difícil escribir. Escribir es fácil para aquellos que están llenos.

* * *

¿Por qué no escribe su autobiografía?

También se puede preguntar eso: ¿por qué no escribo mi autobiografía? Podría parecer muy interesante, pero hablando sinceramente, después del autoconocimiento no hay autobiografía. Todas las autobiografías son egobiografías. Lo que llamamos una autobiografía no es una historia del alma. En la medida en la que no conozcas qué es el alma, lo que escribas será una egobiografía.

Es interesante notar que no han escrito sus autobiografías ni Jesús, ni Krishna, ni Buda. No la dijeron ni la escribieron. Para aquellos que se han llegado a conocer, no ha sido posible hablar o escribir de sí mismos, porque después de saber, la persona cambia en algo tan sin forma que lo que llamas los hechos de la vida —hechos como la fecha de nacimiento, la fecha en que sucedió un evento particular— se disuelven. Lo que sucede es que todos estos hechos dejan de tener significado. El despertar de un alma es tan cataclísmica que después de que ocurre, cuando uno abre los ojos, encuentra que todo está perdido. No queda nada; no queda nadie para hablar de lo que sucedió.

Después de que uno ha conocido su propia alma, una autobiografía parece como una versión onírica de sí mismo. Es como si uno estuviera escribiendo el relato de sus sueños: “Un día vio este sueño, el siguiente día otro sueño, y el día después un tercero”. Una autobiografía como ésta no tiene más valor que una fantasía o un cuento de hadas.

Por eso es difícil escribir para una persona iluminada. Al despertar y estar consciente, encuentra que nada merece ser escrito. Todo ha sido un sueño. Permanece el asunto de la experiencia de volverse consciente, pero lo que es conocido a través de la experiencia no pude ser escrito.

Esto es así porque al reducir tal experiencia a palabras la hace ver insípida y absurda. Aún así, siempre hay el intento de hablar de la experiencia de diferentes maneras y mediante métodos diferentes.

Toda mi vida iré diciendo lo que pasó. No hay nada más que decir excepto esto. Pero esto tampoco puede ser escrito. Tan pronto como se escribe, se siente que no vale la pena hablar de eso. ¿Qué hay ahí para escribirse? Uno podría escribir: “He tenido una experiencia del alma. Estoy lleno de gozo y de paz”. Parece absurdo, meras palabras.

Buda, Mahavira y Cristo fueron contando toda su vida, de diferentes formas, lo que conocieron. Nunca llegaron a cansarse. Siempre sintieron que todavía faltaba algo; entonces hablaron nuevamente de diferente manera. Nunca se acaba. Buda y Mahavira podrían terminar, pero permanece incompleto lo que tenían que decir.

El problema tiene dos caras: lo que puede decirse parece como un sueño y sólo parece valer la pena decir lo que no puede decirse. Siempre permanece acechando la mente la sensación de que no es útil decir lo que me ha sucedido. Mi propósito es guiarlos en el sendero que podría llevarlos a la experiencia misma. Sólo entonces podrán, algún día, entender lo que me pasó a mí. Antes de eso no lo pueden entender, y decirles directamente lo que me pasó no tiene ningún objeto. No pienso que lleguen a creer lo que digo. ¿Y de qué me sirve hacerlos recelosos? Sería dañino. La mejor manera es llevarlos por ese sendero, a esa loma desde la cual pueden ser empujados a donde algún día ustedes mismos puedan tener la experiencia. Ese día serán capaces de confiar. Sabrán la forma en la que sucede esto. No existe otra manera de confiar.

La gente se preguntaba en los tiempos de la muerte de Buda: “¿Adónde iremos después de la muerte?”. ¿Qué respondió Buda? Él dijo: “ No he estado en parte alguna, entonces ¿adónde puedo ir después de la muerte? Nunca me he ido a parte alguna y nunca he estado en parte alguna”. Todavía, después de esto, la gente le preguntaba adónde se iría. Pero él había dicho la verdad, porque el significado de la budeidad es la ausencia de lugar. En ese sentido, uno está en ninguna parte, entonces no surge el asunto de estar en alguna parte.

Si pueden estar quietos y en silencio, ¿que más queda excepto la respiración? Sólo permanece la respiración; nada más. Permanece la respiración como el aire dentro de una burbuja. Si logran estar en silencio al menos una vez por algunos minutos, entonces se darán cuenta que cuando no hay pensamientos no hay nada, sólo la respiración. La inhalación y exhalación son nada más que la entrada y la salida del aire en una burbuja o en un globo. Entonces Buda dijo: “ Fui solamente una burbuja; ¿dónde estaba yo? La burbuja se ha reventado y ustedes me preguntan: ‘¿Dónde se ha ido?’”. Si alguien como Buda sabe que es como una burbuja, ¿cómo pude escribir su autobiografía o decirnos algo sobre su experiencia? Cualquier cosa que dijera sería mal entendida.

Hay un santo en Japón llamado Lin Chi. Un día, Lin Chi ordenó que se removieran todos los ídolos de Buda. Nunca ha existido un hombre como él. Tan sólo poco antes había adorado a esos mismos ídolos de Bud; ahora estaba ordenando que los removieran. Alguien se levantó y le preguntó: “¿Estás en tus cabales? ¿Sabes lo que estás diciendo?”.

Lin Chi contestó: “Mientras estaba pensando que yo era, creía que Buda era. Pero cuando yo mismo no estoy ahí, cuando sólo soy una burbuja, entonces entiendo que alguien como Buda no pudo haber estado ahí”.

En la tarde, Lin Chi estaba otra vez adorando a Buda. Nuevamente le preguntó la gente qué estaba haciendo. Les dijo: “Fui ayudado por el no-ser de Buda a mi propio no-ser. Por eso le he estado dando las gracias. Ha sido un agradecimiento de una burbuja a otra, nada más”. Pero estas declaraciones pueden no ser propiamente entendidas. La gente pensó que algo estaba mal con este hombre y que había ido en contra de Buda.

La autobiografía no sobrevive. Hablando en profundidad, el alma en sí no sobrevive. Hasta ahora sólo entendemos que el ego no sobrevive. Por miles de años nos han dicho que cuando uno logra el propio conocimiento el ego no sobrevive. Pero para ponerlo correctamente, el alma misma no sobrevive.

 

El entender esto lo llena a uno de miedo. Por eso es que no podemos entender a Buda. Él dijo: “El alma tampoco sobrevive; nos volvemos no-alma”. Resulta muy difícil entender a Buda en este mundo.

Mahavira sólo habló de la muerte del ego; tan sólo eso podía ser entendido. No es que Mahavira no supiera que hasta el alma no sobrevive, pero tomaba en cuenta nuestro entendimiento limitado. Entonces sólo hablaba de abandonar el ego, sabiendo que alma de disolvería automáticamente.

Por primera vez, Buda hizo una declaración que había sido un secreto. También lo sabían los Upanishads, Mahavira también lo sabía, que al final el alma no sobrevive porque es una proyección del ego. Pero Buda reveló un secreto que había sido celosamente guardado por mucho tiempo. Eso creo dificultades. Empezaron la pelea aquellos mismos que creían que el ego no sobrevivía. Si el alma tampoco sobrevive, dijeron, entonces todo es inútil. ¿Dónde estamos?

Buda tenía razón. Entonces ¿cómo podría haber una autobiografía? Todo es como una secuencia de un sueño, como los colores del arcoíris que se forman en una burbuja. Los colores mueren cuando se revienta la burbuja. Éste es un resultado muy obvio.

* * *

¿Podría ser de utilidad para otros, si se escribe el proceso de experiencias por las que ha pasado una persona.?

Podría ser útil para el buscador, pero para una persona iluminada es muy difícil escribirlo. Las dificultades del siddha, el iluminado, son diferentes de aquellas del sadhak, el buscador. La dificultad es que para el iluminado no hay espíritus en este cuarto, pero para ustedes los hay. El siddha sabe que no existen los espíritus, pero al mismo tiempo él también tiene un espíritu que ha sido exorcizado con la ayuda de una técnica. Ahora sabe que ambos, el espíritu y la técnica eran falsas.

Sabiendo esto, ¿cómo puede decir que ha alejado al espíritu con la ayuda de una técnica? ¿ Me siguen?. Éste es un problema para el maestro. Él sabe que el espíritu era falso y que la técnica fue sólo una ayuda en la oscuridad. El espíritu era falso y así que también lo fue la técnica que lo alejó. Entonces, ¿cómo puede decir que alejó al espíritu con la técnica? Ahora no tiene ningún significado decir esto. Pero si él pudiera decir que alejó al espíritu con la técnica, esto podría ayudarlos.

El maestro no dirá que alejó al espíritu con el poder de la técnica. Sino que dirá que “se puede hacer desaparecer al espíritu por medio del uso de ciertas técnicas. Si el buscador usa tal o cual técnica, el espíritu se irá”. El maestro no dirá que alejó al espíritu con una técnica, porque sería una declaración falsa. Ahora él sabe que la técnica es tan falsa como el espíritu.

Por tanto, la declaración de una persona así será menos centrada en sí misma. Difícilmente llegará a hablar sobre sí mismo. Habla sobre ustedes y de lo que es relevante para su situación, así que su problema radica en que para poder ayudarlos, tendrá que decir una declaración falsa.

* * *

¿Quiere decir que todo el proceso de sadhana, el proceso de la práctica espiritual, es tan irreal como un fantasma?

Sí, así es, porque lo que logran al final siempre ha estado con ustedes, y de lo que se liberaron nunca los sujetó. Pero esto acarrea una dificultad para el maestro; por eso digo que el maestro tiene sus propias dificultades. Si dice que todo el proceso de sadhana es falso, los pondrá en problemas, porque para ustedes el proceso se vuelve falso, mientras el espíritu permanece real. Hasta un proceso falso es significativo si sirve al propósito de hacer falso al espíritu. ¿Me siguen?

El espíritu no se vuelve falso sólo con llamarlo falso. Es interesante hacer notar que una cosa equivocada no deja de estar equivocada sólo por llamarla correcta, pero cuando algo que es correcto se le dice que está equivocado, inmediatamente lo aceptamos. No importa qué tanto digamos que la ira está equivocada, eso no hace que esté equivocada.

Por otro lado, si alguien dice que la meditación está equivocada, inmediatamente sienten que puede ser; no toma ni un segundo volverse equivocada. No estarán inmediatamente de acuerdo cuando se afirma que una persona en particular es un santo, pero cuando se dice que alguien es un ladrón inmediatamente lo aceptan como una verdad.

Antes de que estén dispuestos a creer que una persona es un santo, tratarán de probarlo, tratarán de probar de varias maneras si esto es así. La razón por la que son tan cautelosos es porque les inquieta que se diga de alguien que es un santo. Se hiere su ego. Tratarán de probar que no es más santo que ustedes.

Cuando se les dice que alguien es un ladrón, no se molestan en probarlo; lo creen inmediatamente, porque hacerlo los hace felices. Les asegura que ustedes no son los únicos ladrones, que alguien más es al menos tan malo como ustedes.

La calumnia y la condena a otro se aceptan fácilmente, pero no sucede así con el elogio. Aun cuando aceptan que alguien es digno de elogio, aun cuando ustedes mismos saben verdaderamente que lo es, todavía la aceptación sigue siendo condicionada. Lo aceptan por el momento, porque no tienen alternativa, pero continúan buscando la oportunidad para cambiar de opinión. Sólo la condena es absoluta.

Aunque algo pase que les haga cambiar su opinión, no se tomarán la molestia de hacerlo.

Esto pasa todo el tiempo en la vida. Cuando se afirma que algo está mal, inmediatamente lo creemos porque eso nos salva de hacer lo correcto. Uno debe estar muy determinado si es que va a continuar haciendo lo correcto. La ira es espontanea; continuamos expresándola, aunque se nos ha dicho que está mal. Pero debe practicarse la meditación, y esto es mucho más difícil. Así que si alguien dice que la meditación es algo falso, nos sentimos aliviados por ser salvados de hacer algo difícil.

* * *

Usted ha descrito la meditación no como una acción, sino como un estado del ser. ¿Nos puede explicar eso?

La dificultad para una persona iluminada es que si les dice todo lo que ha experimentado, perderán para siempre el sendero, porque lo que dice será quitado de su experiencia. Por ejemplo, yo he descrito la meditación como un estado del ser. Lo que digo es verdad, y sin embargo, para ustedes sólo puede ser una actividad, no un estado. Si ustedes creen que es un estado del ser sentirán que no hay nada que puedan hacer para alcanzarlo. Si es una actividad, entonces se les solicita que hagan algo; si es sólo un estado de conciencia, están relevados de la necesidad de actuar.

Pensaran: “Tal vez sea un estado del ser. Entonces no hay nada que pueda hacer al respecto”. Entonces su ira continuará y no harán ninguna meditación. Su sexo, su avaricia continuarán.

Si digo la verdad, no reciben mi ayuda. El problema es que si digo algo teniéndolos en mente, tengo que usar el recurso de decirles lo que no es enteramente cierto. Pero si digo algo teniéndome a mí en mente, no es útil para ustedes. No sólo no es útil; también es peligroso, porque sucede que ustedes son el escucha. En lo profundo, para ustedes será un estorbo si les digo la verdad completa exactamente como la veo.

Es por eso que si digo exactamente lo que siento, no puedo ayudarlos. Por el contrario, lo que diría sería un estorbo para ustedes, como las pláticas de Krishnamurti que dificultaron el progreso de la gente más que ayudarla. Entre más profundo lo veo, más siento que tales pláticas fueron dañinas. Lo que está diciendo es la verdad interior, pero no es útil para ustedes. Para ustedes sólo es una excusa para dejar de hacer todo.

* * *

El silencio es muy poderoso, si es así, ¿por qué hablaría cualquiera en palabras?

Sí, el silencio es muy poderoso, pero primero debe haber gente que pueda oír lo que se transmite en silencio.

¿Por qué es necesario hacer que la gente escuche?

Para mí es necesario porque veo que se están moviendo, sin saberlo, hacia un pozo profundo, y para mí es claro que caerán dentro del pozo y se romperán sus manos o pies. Puedo transmitirles este hecho en silencio. Pero sus oídos no pueden oír mi mensaje silencioso, entonces debo gritarles para advertirles: “¡Tengan cuidado! Se caerán en el pozo”.

* * *

Al hacer esto ¿pierde energía?

¡No, no! No se pierde energía. Alguien que ha conocido la fuente de la energía no pierde energía. Sólo puede perderla alguien que no conozca esta fuente.

Si escribo algo como una autobiografía, podría ser verdad o mentira. Si es la verdad, podría dañarlos. Si fuera falsa, no quisiera escribirla. Si es completamente verdadera, les causaría daño, porque tendría que decir que cualquier cosa que están haciendo es inútil. De buena gana estarían de acuerdo conmigo en que esto es así.

Un día, un individuo vino hacia mí. Dijo: “Dejé de hacer meditación debido a que Krishnamurti dijo que es inútil”.

Conteste: “Has hecho una buena cosa, pero ¿qué ganaste con eso? No ganaste nada. En primer lugar, ¿por qué empezaste a hacer meditación? Querías conquistar tu ira y tu ignorancia. ¿Lograste eso al dejar de practicar la meditación? ¡No! Entonces ¿por qué paraste? ¿Porque Krishnamurti dijo que era inútil?”.

Ustedes sienten: “Cuando una persona realizada dice que es inútil, ¿por qué debería continuar haciéndolo?. Éste es el problema: yo también sé que es inútil; también le he dicho esto a alguien, que es inútil. Pero sólo le digo esto a una persona que ha hecho meditación por mucho tiempo y que ahora puede entender su inutilidad. Esa persona ha llegado a una etapa donde también se debe dejar la meditación.

Pero es peligroso decir en el mercado que la meditación es inútil. Los escuchas pueden no haber hecho nunca alguna meditación. Esta gente ignorante nunca lo ha hecho. Si les dicen que la meditación es inútil, nunca la harán. Se sentirán muy aliviados. Durante cuarenta años, la gente ha escuchado a Krishnamurti y esta tontamente sentado alrededor, sin hacer nada, porque Krishnamurti dijo que la meditación es inútil. Krishnamurti no está equivocado cuando dice esto A continuado diciendo esto toda su vida. Pero yo diría que está equivocado, porque no los toma en cuenta a ustedes ni a sus capacidades. Solamente está hablando de su propia experiencia.

Es por eso que siempre soy muy cuidadoso de no proyectarme y de no decir nada de mí mismo. Si hablo de mí y sólo digo la verdad, para ustedes no será útil. Resulta extraño que si hablo sobre ustedes, teniéndolos en mente, entonces regresarán conmigo y preguntarán: “¿Por qué dijiste esas cosas?” Entonces aparece la oposición. Puedo decir cosas a las que nunca se puedan oponer, pero esas cosas no serán de utilidad para ustedes. Pueden darles una excusa para detenerse donde están.

La dificultad del iluminado es que no es capaz de decir lo que sabe. Entonces, de alguna manera, las viejas tradiciones estaban mucho más correctas y fueron más profundo. Les fueron diciendo cosas de acuerdo con el lugar donde estaban en ese tiempo. Toda la información fue tentativa; nada fue definitivo. A medida que hacían progresos, el maestro les daba cosas nuevas; al ir progresando hacia adelante, les diría: “Ahora suelta esto, suelta esto otro. Se ha vuelto inútil”.

Cuando alcanzas el estado apropiado, se te dice que Dios es inútil, el alma es inútil, la meditación es inútil; pero justo en ese día, no antes. No obstante, esto puede ser dicho en el momento en que esas cosas se han vuelto inútiles; entonces nada es realmente útil. Entonces ustedes sólo se ríen y saben.

Si yo digo que la meditación es inútil y ustedes continúan meditando, entonces siento que son las personas correctas a quién decirlo. Fue bueno que se los dijera. Si digo que las sannyas son inútiles —que tomar las sannyas es inútil— y aún así ustedes se inician en ellas, entenderé que ustedes fueron la clase correcta de personas para decirlo. Eso fue bueno.

Así que estas cosas de las que he estado hablando son la clase de dificultades que enfrento. Todo esto será entendido despacio y gradualmente.

 
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