IRAS SOBRE LA VIDA DE LAS COSAS...
Irás sobre la vida de las cosas
con noble lentitud; que todo lleve
a tu sensorio luz: blancor de nieve,
azul de linfas o rubor de rosas.
Que todo deje en ti como una huella
misteriosa grabada intensamente:
lo mismo el soliloquio de la fuente
que el flébil parpadeo de la estrella.
Que asciendas a las cumbres solitarias,
y allí, como arpa eólica, te azoten
los borrascosos vientos, y que broten
de tus cuerdas rugidos y plegarias.
Que esquives lo que ofusca y lo que asombra
al humano redil que abajo queda,
y que afines tu alma hasta que puedas
escuchar el silencio y ver la sombra.
Que te ames en ti mismo, de tal modo
compendiando tu ser, cielo y abismo,
que sin desviar los ojos de ti mismo
puedan tus ojos contemplarlo todo.
Y que llegues, por fin, a la escondida
playa con tu minúsculo universo,
y que logres oír tu propio verso
en que palpita el alma de la vida.
En esos momentos las lágrimas oscurecían mi vista. No existía el porvenir. En un minuto se había oscurecido el horizonte, no existían melodías, el cielo azul estaba lejano; pensaba en el ayer hermoso, en el hoy que me hacía daño. Y fue en esas horas en que todo era llegar a mi casa desolado, tocar el timbre como siempre (PÁ, PA, PA, PA, PÁ – PA, PÁ), ver a mi madre, una mirada a los ojos y un saber lo que me pasa.
El día 30 de Junio de 1987 escribí mí “FRASE N° 3”.
“Amar es comprender los silencios; porque son como árboles azotados, por el sol y por el viento”.
Por todo esto no quisiera, en el reencuentro conmigo mismo, que es el de escribir, olvidar unas pocas poesías. En ellas quise volcar un poco de todo el amor que mi madre me da, porque...
A mí parecer; se puede amar en cada paso, pero nunca como ama una madre.
El día 21 de Septiembre de 1985 escribí la poesía
ENTRE LA GUERRA Y LA PAZ
Madre:
Sé que de tu mano no me perderé,
las piedras del camino no me harán tropezar.
A la guerra no me asociaré;
pero quiero que sepas que soy un hombre,
con mis aciertos y errores.
Es por eso que prefiero;
que me maten a golpes,
antes de ser sometido.
¡Doy la vida por la patria!
El día 19 de Octubre de 1985 escribí la poesía
UN SOLO PARA TÍ: MADRE
En el silencio sepulcral de la noche
se oye rezar a un hombre.
En su rezo llora
por no volver a ser niño,
y encontrarse acobijado por tus brazos,
dulcemente, sin palabras,
y con el solo susurro de tu corazón.
Cómo considero que con éstas poesías no he podido expresar todo mí sentir, dejo en sus manos, y para que llegue al corazón, una poesía atribuida a José de Espronceda. Así podrán saber ustedes; cuál es la senda que he marcado, de la vena al corazón...
EL ARREPENTIMIENTO
A MI MADRE
Triste es la vida cuando piensa el alma,
triste es vivir si siente el corazón;
nunca se goza de ventura y calma
si se piensa del mundo en la ficción.
No hay que buscar del mundo los placeres,
pues que ninguno existe en realidad;
no hay que buscar amigos ni mujeres,
que es mentira el placer y la amistad.
Es inútil que busque el desgraciado
quien quiera su dolor con él partir;
sordo el mundo, le deja abandonado
sin aliviar su mísero vivir.
La virtud y el honor, sólo de nombre
existen en el mundo engañador;
un juego la virtud es para el hombre;
un fantasma, no más, es el honor.
No hay que buscar palabras de ternura,
que le presten al alma algún solaz;
no hay que pensar que dure la ventura,
que en el mundo el placer siempre es fugaz.
Esa falsa deidad que llaman gloria
es del hombre tan sólo una ilusión,
que siempre está patente en su memoria
halagando, traidora, el corazón.
Todo es mentira lo que el mundo encierra,
que el niño no conoce, por su bien;
entonces la niñez sus ojos cierra,
y un tiempo a mí me los cerró también
En aquel tiempo el maternal cariño
como un Edén el mundo me pintó;
yo lo miré como lo mira un niño,
y mejor que un Edén me pareció.
Lleno lo vi de fiestas y jardines,
donde tranquilo imaginé gozar;
oí cantar pintados colorines
y escuché de la fuente el murmurar.
Yo apresaba la blanca mariposa,
persiguiéndola ansioso en el jardín,
bien al parar en la encarnada rosa
o al posarse después en el jazmín.
Miraba al sol, sin que jamás su fuego
quemase mis pupilas ni mi tez;
que entonces lo miré con el sosiego
y con la paz que infunde la niñez
Mi vida resbalaba entre delicias
prodigadas, ¡oh madre!, por tu amor.
¡Cuántas veces, entonces, tus caricias
acallaron mi llanto y mi clamor!
¡Cuántas veces, durmiendo en tu regazo,
en pájaros y flores yo soñé!
¡Cuántas veces, entonces, tus caricias
acallaron mi llanto y mi clamor!
¡Cuántas me diste, oh madre, un tierno abrazo
porque alegre y risueño te miré!
Mis caricias pagaste con exceso,
como pagan las flores al abril;
mil besos, ¡ay!, me dabas por un beso,
por un abrazo tú me dabas mil.
Pero yo te abandoné
por seguir la juventud;
en el mundo me interné,
y al primer paso se fue
de la infancia la quietud;
que aunque tu voz me anunciaba
los escondidos abrojos
del camino que pisaba,
mi oído no te escuchaba
ni te miraban mis ojos.
¡Sí, madre! Yo no creí
que fuese cierto tu aviso;
tan hechizado lo vi,
que al principio para mi
era el mundo un paraíso.
Así viví sin temor,
disfrutando los placeres
del mundo tan seductor;
en él encontré el amor
al encontrar las mujeres.
Mis oídos las oyeron,
y mis ojos las miraron,
y ángeles me parecieron;
mis ojos, ¡ay!, me engañaron
y mis oídos mintieron.
Entre placeres y amores
fueron pasando mis años
sin recelo ni temores,
mi corazón sin engaños
y mi alma sin dolores.
Mas hoy ya mi corazón
por su bien ha conocido
de los hombres la traición
y mi alma ha descorrido
el velo de la ilusión.
Ayer vi el mundo risueño
y hoy triste lo miro ya;
para mí no es halagüeño;
mis años han sido un sueño
que disipándose va.
Por estar durmiendo ayer,
de este mundo la maldad
ni pude ni quise ver,
ni del amigo y mujer
conocí la falsedad.
Por el sueño, no miraron
mis ojos teñido un río
de sangre, que derramaron
hermanos que se mataron
llevados de un desvarío.
Por el sueño, madre mía,
del porvenir, sin temor,
ayer con loca alegría
entonaba en una orgía
cantos de placer y amor.
Por el sueño fui perjuro
con las mujeres allí;
y en lugar de tu amor puro,
amor frenético, impuro,
de impuros labios bebí.
Mi corazón fascinaste
cuando me ofreciste el bien;
pero (¡oh mundo!), me engañaste
porque en infierno trocaste
lo que yo juzgaba Edén.
Tú me mostraste unos seres
con rostros de querubines
y con nombres de mujeres,
tú me brindaste placeres
en ciudades y festines.
Tus mujeres me engañaron.
Que al brindarme su cariño
en engañarme pensaron
y sin compasión jugaron
con mi corazón de niño.
En tus pueblos no hay clemencia,
la virtud no tiene abrigo;
por eso con insolencia
los ricos, en su opulencia,
encarnecen al mendigo.
Y en vez de arroyos y flores
y fuentes y ruiseñores,
se escuchan en tus jardines
los gritos y los clamores
que salen de los festines.
Por eso perdí el reposo
de mis infantiles años;
dime, mundo peligroso,
¿por qué siendo tan hermoso
contienes tantos engaños?
Heme a tus pies llorando arrepentido,
fría la frente y seco el corazón;
¡ah!, si supieras cuánto he padecido,
me tuvieras, ¡os madre!, compasión.
No te admires de hallarme en este estado,
sin luz los ojos, sin color la tez;
porque mis labios, ¡ay!, han apurado
el cáliz del dolor hasta la hez.
¡Que es veneno el amor de las mujeres
que en el mundo, gozoso, yo bebí!
Pero, a pesar de todos los placeres,
jamás pude olvidarme yo de ti.
Siempre, extasiado, recordó mi mente
aquellos días de ventura y paz
que a tu lado viví tranquilamente
ajeno de este mundo tan falaz.
Todo el amor que tiene es pasajero,
nocivo, receloso, engañador;
no hay otro, no, más puro y verdadero
que dure más que el maternal amor.
Vuelve, ¡oh madre!, a mirarme con cariño;
tus caricias y halagos tórname;
yo de ti me alejé, pero era un niño,
y el mundo me engañó, ¡perdóname!
Yo pagaré tu amor con el exceso
con que pagan las flores al abril;
mil besos te daré por sólo un beso,
por un abrazo yo te daré mil.
Dejemos que prosigan engañando
los hombres y mujeres a la par;
de nuestro amor sigamos disfrutando
en sus engaños, madre, sin pensar.
Porque es triste vivir si piensa el alma,
y mucho más si siente el corazón;
nunca se goza de ventura y calma
si se piensa del mundo en la ficción.
También es oportuno aclarar que, según pasan los años, las imágenes de la mente se van desvaneciendo, pero a pesar de todo, aún recuerdo a un chico caminando por las calles de su barrio. Son las mismas que lo vieran con su portafolio de colegio, con sus clásicos bolsillos repletos de papeles brillantes, goma de pegar, su tijerita... También tenía dos divisiones, era de cuero y el más caro (síntoma de niño mimado), con carpeta, cuaderno, figuritas y hasta algún avión o barco de papel, guardado rápidamente, por miedo a ser descubierto por su madre, o por su maestra.
– Un avión o un barco de papel, es un juguete; que nos puede representar confianza, pero también lo breve que puede ser la vida. He arrojado barcos y aviones por un tramo de agua o por un espacio aéreo determinado; tuve confianza que llegarían a destino, los arrojé con fe, y se hundieron o se estrellaron contra una pared. Ellos me enseñaron lo breve que puede ser el camino; lo efímera que puede ser la vida, lo perfecta que puede ser sí tenemos quien nos ame, efímero el amor y efímera la vida. Innumerables veces he fabricado barcos y aviones de papel; según el material con el cual se fabriquen, será más fácil alcanzar los objetivos. Las características del papel son fundamentales en la construcción de barcos y aviones; debemos conocer el tamaño, el grosor y gramaje del papel. –
– Puede ver usted con mayor detenimiento todas las características del papel; tamaño, grosor y gramaje.–
– Por cierto; no solo es importante el material con que fabricamos nuestros barcos y aviones de papel, los procedimientos que utilizamos en su fabricación son igualmente importantes. –
Procedimientos para la fabricación de barcos y aviones de papel,
con ellos obtuve mí mejor performance
Además llevaba la hoja de olivo bendita de Semana Santa (se dice que protege) y la bolsita de medallitas, prendida en el pecho. Acompañando su andar; ilusionado del futuro de su amor sin perspectiva (su próxima maestra), algunos árboles.
En esos tiempos, su edad no pasaba de los nueve (9), y la cartera casi le llegaba a los tobillos.
Las calles a las que he hecho referencia tenían veredas flamantes. Hoy en día; ellas tienen baldosas rotas, en las que el agua se acumula debajo de las mismas después de haber llovido. Algunas también tienen grietas viejas, las que seguramente por desafío pisé, sólo para sentir el placer de salpicarme, simulando que eran grandes ríos por cruzar; pero no me daba miedo, porque tenía barquero. Sin embargo de su cabaña partió un día y me dejó contemplando la corriente. Los misterios del gran río me impresionaron; y para seguir tuve que construir mí barca, ser el Noé de mi mundo, pero gracias a la doctrina que le debo:
“AMARAS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO”, voy por la vida agradeciendo cada instante poseído.
Dejé entrever anteriormente que la felicidad se encuentra en las cosas simples; pero también creo que hay que tener paciencia, ya que siempre hay algo para dar y esperar. Aún tengo mis dudas; será algo real o una simple ilusión, ese es el interrogante...
El día 30 de Octubre de 1987 creé la “TEORÍA DEL DAR”.
“Uno da todo lo que tiene, sólo que da lo que cree que puede dar”.
El hombre, en sentido genérico, es único e irrepetible; podemos entonces considerarlo como una unidad, en matemáticas, esa unidad está representada por el número uno (1). Es decir, se representará al hombre de la manera siguiente:
HOMBRE = 1 = UNIDAD
Una unidad se puede referir a la unión de varios hombres con alguna característica predominante en común; por ejemplo, un conjunto de diez hombres que trabajan en la Unidad de Bomberos de un determinado lugar.
DIEZ HOMBRES = 1 = UNIDAD = UNIDAD DE BOMBEROS
Ahora bien; sí construimos una lista de los valores éticos y morales del hombre, como por ejemplo la siguiente:
Lista de valores éticos y morales | |
1 | FIDELIDAD |
2 | HONESTIDAD |
3 | AMOR |
· | · |
· | · |
· | · |
n – ésimo | RESPETO |
Tomemos ahora, al azar, un grupo de diez hombres de la población, y califiquemos a cada uno de ellos de acuerdo a la cantidad de valores éticos y morales que posee. Ésta cantidad puede variar desde cero (el hombre no tiene valores), hasta el n – ésimo valor (tiene todos los valores; es decir, el valor RESPETO está incluido).
En resultado obtenido podría ser como el siguiente:
Hombre | Cantidad de valores |
1 | 0 |
2 | 3 |
3 | 5 |
4 | 7 |
5 | 6 |
6 | 4 |
7 | 2 |
8 | 1 |
9 | n – ésimo |
10 | 9 |
Observando los resultados; y considerando la cantidad máxima de valores que puede poseer un hombre, se puede asumir que éste puede ser dividido. Es decir; el hombre puede ser considerado una unidad dividida por, todos los valores que tiene, más todos los valores que le falta.
UNIDAD = 1 = HOMBRE = TODOS LOS VALORES QUE TIENE + TODOS LOS VALORES QUE LE FALTA
Con algunos preconceptos definidos, seguramente cuestionables, podemos analizar la “TEORÍA DEL DAR”.
“Uno da todo lo que tiene, sólo que da lo que cree que puede dar”.
UNIDAD = 1 = HOMBRE = TODO LO QUE UNO DA + TODO LO QUE EN UNO QUEDA
Establecida la igualdad, estamos ahora en condiciones de afirmar que:
“CUANTO MENOS SEA LO QUE QUEDA EN UNO, MAYOR SERÁ LO QUE DA”.
En el caso de mi padre; me dio eso que yo llamo doctrina y, en otro aspecto, la casa donde habite cuando niño, que posee el encanto sutil e impalpable de lo que se ha vivido y sentido en máxima profundidad.
Lamento no tener la elocuencia necesaria para poder pintar estos sentimientos, con la sencillez y pureza con qué lo ha hecho Augusto González Castro en su obra en verso “Tierra enamorada”.
LA CASA
(Fragmento)
III
Éste es el sitio para la esperanza
y éste es el sitio para la defensa.
Aquí sellan el fiel de la balanza
la ternura que pudo ser venganza
y la virtud que pudo ser vergüenza.
Una conducta de mullidos pasos,
y una fe de alas para siempre alzadas,
detienen el vaivén de los fracasos
y encienden en los últimos ocasos
el sol de las primeras alboradas.
Éste es el sitio en que se recupera,
aunque nadie lo quiera, lo perdido.
Aquí se dulcifica lo de afuera.
Aquí está la memoria molinera
blanca entre las harinas del olvido.
Aquí de toda gracia se aprovecha,
no sé en qué sitio, no sé qué alcancía.
Aquí está con su flor y con su fecha
la bendición del cielo en la cosecha,
que es el atardecer de cada día.
Aquí está entre los pinos de la alcoba,
siempre plural, recóndito y risueño,
el beso puro, el beso que le roba
a una ilusión de música y escoba
una entelequia de papel y sueño.
Aquí el afán comprende su destino,
y la alegría del sudor se expresa:
el libro, el piano, la voluta, el trino,
no sé qué beatitud, no sé qué vino,
y el pan de Dios que está sobre la mesa.
He querido tratar el tema de la vida, y luego de haberme interrogado en vano varias veces, sin haber encontrado respuesta alguna, nace en mí la reflexión del por qué me he remitido al pasado:
El día 11 de Abril de 1987 escribí mí “FRASE N° 2”.
“No soy Cyrano de Bergerac, ni poeta; traté de creer solo en lo que veía, y no vi más que hasta mi nariz”.
Es que no sé aún si mal o bien he hecho, es que un día me levanté de la cama, me miré al espejo, noté que tenía arrugas y sólo sé que le hice caso al corazón:
Creo que vengo de donde los hombres son niños y voy por amor a cualquier parte.
Año 1975
Estos recuerdos duermen en mi desde hace tiempo; en el mientras tanto, el tiempo pasa y se va...
Aprendí que los colores primarios son el rojo, el amarillo y el azul; colores que no se pueden obtener mediante la mezcla de ningún otro color, conforme a la mezcla de cada uno de ellos, en partes iguales, se pueden obtener diversos colores, a estos colores se los denominan secundarios. Sí se mezclan partes iguales de un color primario y un color secundario se obtiene un color terciario...
– Puede ver usted con mayor detenimiento la teoría del color. –
Es invalorable hacer la experiencia de mezclar colores junto con hermanos, padres, hijos, abuelos, amigos... Ver el asombro que les provoca a grandes y a chicos los cambios de colores...
Siempre me agradó combinar colores, cambiar la realidad de alguna manera. Un dibujo en blanco puede colorearse de varias maneras, sostengo que una hoja en blanco debe colorearse solo de la manera correcta. Por lo tanto, debo confesar que prefiero colorear una hoja en blanco; quizás se deba a que no soy buen dibujante y, en una hoja en blanco puedo volcar más fácilmente mis ausencias y presencias.
– Nunca fui un buen dibujante; solo fui un gran copiador de imágenes, cambié realidades conforme a que los hechos iban sucediendo. –
Por lo tanto; es factible que me haya equivocado, o que haya cambiado una por otra, presencia por ausencia y viceversa.
La pasión por el color nació en mí a la edad de diez (10) años; solo quería dibujar y pintar, pasión que se extendió hasta pasada mí adolescencia.
La casa de mi profesora de dibujo, donde la misma contaba con su atelier, se encontraba a tan solo tres cuadras de la mía; a veces me pasaba horas viendo sus cuadros, siempre tuve la idea de crear mí obra maestra, creo que lo he conseguido. Hoy pende de un clavo, en el comedor de mí casa, el cuadro de mí señora esposa, Doña Claudia Rita Alvarez, con mucho decoro y entre tules completamente desnuda.
Mi hermanita; me acompañaba rigurosamente todos los días que me correspondía ir a aprender dibujo y pintura, ellos eran los martes y jueves. En el trayecto nuestra fantasía era; que ella era mi madre y yo su hijo, que escapábamos de una guerra y que ella me protegía. Ésta fantasía se repetiría cada vez que debíamos salir de casa solos, vez tras vez, de una forma mejorada.
– Mi hermanita siempre me protegió de una manera especial; la vida luego me llevó por otros caminos, los sueños y fantasías habrían de amortiguar los golpes y desengaños.–
Año 1976
Sí estar ausente es no encontrarse o no existir en un lugar determinado, entonces me pregunto:
¿Dónde se encuentran ahora mis figuritas?
– En las de “FÚTBOL” la más difícil era la de “RIVER PLATE CAMPEÓN AÑO 1975” y en las de “TARZÁN” era “LA MONA CHITA”.–
¿Dónde están ahora los materiales de librería que utilicé?
– Libros; reglas, escuadras, lápices, estilógrafos de dibujo técnico, y una batería enorme de cosas que es difícil de enumerar en éstas pocas páginas. –
Por cierto; mi madre era la administradora de los recursos, tales cómo, gomas de borrar, reglas y todo tipo de materiales de librería. Mantenía un stock mínimo de ellos para que podamos hacer siempre los deberes para la escuela. Cuándo le pedíamos materiales de librería en presencia de mí padre, éste siempre le consultaba lo siguiente:
¿Dónde está el “TOCO”?
– La palabra “TOCO” hacía referencia a la cantidad de materiales de librería que nos traía asiduamente a mí hermana y a mí, y que nosotros dejábamos olvidados en algún rincón de la escuela o en la cartuchera de algún compañero... –
Hoy comprendo que “AUSENCIA” y “PRESENCIA” son la misma cosa, el “TOCO” hoy está “AUSENTE” entre mis cosas y “PRESENTE” en el escritorio de mí hermana.
– Siempre hay alguien más sentimental que otro. –
A todo esto; en la casa de mis abuelos maternos había un escritorio que tenía y tiene una historia particular, fue confeccionado y fabricado por mí abuelo para mí madre, él era de profesión carpintero.
El día 27 de Abril de 2016 escribí el acróstico