La osteopatía craneal

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Z serii: Osteopatía
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CAPÍTULO 3
LESIONES DE LA SÍNFISIS ESFENOBASILAR (SEB)

I.

Lesión en flexión.

II.

Lesión en extensión.

III.

Lesión en torsión derecha.

IV.

Lesión en torsión izquierda.

V.

Lesión en flexión lateral rotación derecha.

VI.

Lesión en flexión lateral rotación izquierda.

VII.

Lesión en strain vertical esfenoides alto.

VIII.

Lesión en strain vertical esfenoides bajo.

IX.

Lesión en strain lateral esfenoides derecho.

X.

Lesión en strain lateral esfenoides izquierdo.

XI.

Lesión en compresión de la SEB.

I.  LESIÓN EN FLEXIÓN

– El conjunto del cráneo está en rotación externa.

– El diámetro transversal del cráneo es ancho.

– La frente es baja.

– Los ojos son prominentes.

– Las orejas tienen tendencia a estar despegadas.

– Los maxilares y la frente son anchos.

– Todos los cuadrantes están en RE.

Figura 39


Figura 40 Rotación externa.


II.  LESIÓN EN EXTENSIÓN


– El conjunto del cráneo está en rotación interna.

– El diámetro transversal es estrecho.

– El diámetro anteroposterior es largo.

– La frente es alta.

– Los ojos hundidos.

– Las orejas tienen tendencia a estar pegadas.

– Los maxilares y la frente están pegados.

– Todos los cuadrantes están en RI.


Figura 41


Figura 42 Rotación interna.


III.  LESIÓN EN TORSIÓN DERECHA


– La torsión se hace alrededor de un eje anteroposterior que pasa por el centro de la SEB.


EJE


Figura 43


MOVIMIENTOS


– Alrededor de este eje, el esfenoides hace una rotación y el occipital hace una contrarrotación.

– El conjunto de dos movimientos da la torsión de la SEB.


Figura 44 Torsión derecha de la SEB.


En el cuadro de una torsión derecha:


– la gran ala derecha sube a la derecha,

– el occipital desciende a la derecha.


Figura 45


CUADRANTES POSTERIORES


– La apófisis basilar, que desciende a la derecha, determina una rotación interna del temporal y un cuadrante posterior derecho en RI.

– La apófisis basilar, que sube a la izquierda, determina una rotación externa del temporal y un cuadrante posterior izquierdo en RE.


Figura 46


– La periferia del occipital reacciona de la misma manera; en efecto, la maleabilidad de la escama del occipital y las resistencias periféricas hacen que la parte excéntrica siga con un tiempo de retraso a la apófisis basilar.

– Del lado derecho, donde la apófisis basilar desciende, la escama del occipital, sobre todo en su parte lateral desciende menos: el cuadrante se cierra en RI.

– Del lado izquierdo, donde la apófisis basilar sube, la escama del occipital, sobre todo en su parte lateral, sube menos: el cuadrante se abre en RE.


Figura 47


CUADRANTES ANTERIORES


El cuerpo del esfenoides sube a la derecha:


– el ala pequeña sigue de manera solidaria al cuerpo;

– el ala mayor, por su maleabilidad y resistencias periféricas, sigue con un tiempo de retraso y una amplitud inferior;

– la hendidura esfenoidal derecha se abre;

– el cuadrante anterior derecho se coloca en RE.


Figura 48 Modificación de la hendidura esfenoidal durante la torsión.


El cuerpo del esfenoides desciende a la izquierda:


– el ala pequeña sigue de manera solidaria al cuerpo;

– el ala mayor, por su maleabilidad y resistencias periféricas, sigue con un tiempo de retraso y una amplitud inferior;

– la hendidura esfenoidal izquierda se cierra;

– el cuadrante anterior izquierdo se coloca en RI.


CONCLUSIÓN


La torsión derecha ocasiona:


– la rotación externa de los cuadrantes, anterior derecho y posterior izquierdo;

– la rotación interna de los cuadrantes, anterior izquierdo y posterior derecho.


En la torsión derecha:


– el ojo derecho está abierto, prominente;

– el frontal y el maxilar superior derecho están en RE;


Figura 49 Torsión derecha.


Figura 50


– el maxilar inferior derecho en RI;

– la oreja con tendencia a pegarse a D;

– el ojo izquierdo está cerrado, hundido;

– el frontal y el maxilar superior izquierdo están en RI;

– el maxilar inferior izquierdo está en RE;

– la oreja tiene tendencia a despegarse de I;

– la congruencia dental no se respeta. (véase pág. 75)


IV.  LESIÓN EN TORSIÓN IZQUIERDA


Los cuadrantes anterior derecho posterior izquierdo



están en RI.

Los cuadrantes anterior izquierdo posterior derecho



están en RE.


Figura 51 Torsión izquierda.


Figura 52 Torsión izquierda.


IMPORTANTE


La torsión y la flexión tienen unos ejes perpendiculares.

Por esa razón no se pueden asimilar los cuadrantes de la torsión con los de la flexión-extensión. Éste es el error cometido por los americanos, que han adoptado un razonamiento por analogía: un occipital bajo en torsión RI (escama occipital baja, pero con la apófisis basilar baja) es asimilado con un occipital bajo en flexión RE (escama occipital baja, pero con la apófisis basilar alta).

De ahí el gran error que existe en los cuadrantes, que no ha permitido a Magoun proponer unas relaciones estructuradas entre las lesiones SEB-pelvis, SEB-oclusión, SEB-oftalmología.

La práctica propuesta por los americanos es justa, pero el modelo explicativo tiene unas conclusiones falsas. No se puede, bajo el falso pretexto de respetar la tradición, mantener los errores. Esta actitud es grave para la credibilidad de la osteopatía. En el libro Oftalmología y osteopatía, este capítulo está ampliamente desarrollado.


V.  LESIÓN EN FLEXIÓN LATERAL ROTACIÓN DERECHA


EJES


– La flexión lateral se realiza a partir de dos ejes verticales que pasan por el centro del esfenoides y el centro del agujero occipital.

– La rotación se hace alrededor de un eje anteroposterior.


MOVIMIENTOS


Flexión lateral a la izquierda:


– Aproxima el ala mayor izquierda al ángulo lateral izquierdo del occipital: la SEB se coloca en flexión a la izquierda.


Figura 53 Flexión lateral.


Figura 54 Rotación derecha.


– Separa el ala mayor derecha del ángulo lateral derecho del occipital: La SEB se coloca en extensión a la derecha.


La flexión lateral hecha alrededor de dos ejes verticales conlleva la rotación a la derecha del conjunto de la SEB. Esta rotación derecha hace:


– descender

•  el ala mayor a la derecha,

•  el occipital a la derecha;

– subir

•  el ala mayor a la izquierda,

•  el occipital a la izquierda.


Figura 55 Flexión lateral rotación derecha.


Figura 56


Figura 57 Para entender la flexión lateral rotación derecha, se puede hacer un montaje con un papel doblado por la mitad.

 

CUADRANTES


La SEB en flexión a la izquierda, los cuadrantes izquierdos están en RE.

La SEB en extensión a la derecha, los cuadrantes derechos están en RI.

El análisis del cráneo muestra:


– un hemicráneo izquierdo corto y grande en RE,

– un hemicráneo derecho largo y estrecho en RI.


Figura 58 Flexión lateral rotación derecha.


Figura 59 Flexión lateral rotación derecha.


Figura 60


El paciente presentará un rostro de “plátano”.


– El hemirrostro derecho será:

•  alto y estrecho, en RI (convexo),

•  el ojo más hundido,

•  la oreja con tendencia a pegarse,

•  el maxilar superior e inferior en RI.


– El hemirrostro izquierdo será:

•  grande y menos alto en RE,

•  el ojo más prominente,

•  la oreja con tendencia a despegarse,

•  el maxilar superior e inferior en RE.


– La congruencia dental está respetada con unas grandes arcadas a la izquierda, y estrechas y alargadas a la derecha.

– En el plano frontal, la arcada dental está inclinada hacia abajo a la derecha (véase págs. 76-77).


Figura 61 Flexión lateral rotación derecha.


CONCLUSIÓN


De nuevo disiento de la enseñanza clásica.

El error llega de la siguiente confusión: el occipital presenta un posicionamiento relativo:


– con el apoyo en el suelo,

– con la sínfisis en la SEB.


EN FL. LAT. ROT. DERECHA (FLEXIÓN – LATERALIZACIÓN – ROTACIÓN)


– El occipital se presenta bajo, hacia la derecha en relación con el suelo, pero alto en relación con la SEB en extensión de este lado.

El movimiento de rotación se hace en relación con el eje anteroposterior y no modifica la posición de flexión-extensión de la SEB inducida por la flexión lateral.

– El occipital se presenta alto, hacia la izquierda en relación con el suelo, pero bajo en relación con la SEB en flexión de este lado.

El movimiento de rotación se lleva a cabo en relación con el eje anteroposterior y no modifica la posición de flexión-extensión de la SEB inducida por la flexión lateral.

– El occipital, igual que para la torsión, influye en el temporal en RE del lado donde sube la apófisis basilar, y el temporal en RI del lado donde la apófisis basilar desciende.

– El esfenoides, igual que para la torsión, influye en el ala mayor en RE del lado donde sube (hendidura esfenoidal alargada) y en RI del lado donde desciende (hendidura esfenoidal cerrada).


Figura 62 Flexión lateral rotación derecha. Vista posterior.


La relación cráneo-sacra, que depende del occipital, tendrá una diferencia evidente entre la torsión y la flexión lateral rotación para el sacro (véase tomo IV. Las cadenas musculares).


VI.  LESIÓN EN FLEXIÓN LATERAL ROTACIÓN IZQUIERDA


Los cuadrantes derechos están en RE.

Los cuadrantes izquierdos están en RI.


Figura 63 Flexión lateral rotación izquierda.


Foto 2


Figura 64


VII. LESIÓN EN STRAIN VERTICAL ESFENOIDES ALTO


EJE


El strain (en divergencia) vertical se hace alrededor de los ejes de flexión-extensión del esfenoides y del occipital.


MOVIMIENTOS


Bajo el efecto de un traumatismo o de tensiones disociadas aplicadas por las cadenas musculares en la esfera anterior y posterior, el esfenoides puede estar en flexión en relación con el occipital relativamente en extensión.


Figura 65 Tensión vertical esfenoides alto.


Figura 66 Tensión vertical esfenoides alto.


CUADRANTES


Los dos cuadrantes anteriores están en RE.

Los dos cuadrantes posteriores están en RI.


– El rostro está en RE, salvo el maxilar inferior que es más estrecho y más largo (véase. pág. 77)

– Las orejas tienen tendencia a estar pegadas.

– La frente es amplia, y el occipital estrecho y alto.


Figura 67 Tensión vertical esfenoides alto.


VIII.  LESIÓN EN STRAIN VERTICAL ESFENOIDES BAJO


El esfenoides está en una posición relativamente en extensión, en relación con el occipital relativamente en flexión.


Figura 68 Tensión vertical esfenoides bajo.


Figura 69 Tensión vertical esfenoides bajo.


CUADRANTES


– Los dos cuadrantes anteriores están en RI.

– Los dos cuadrantes posteriores están en RE.

– El rostro es estrecho, alto, salvo el maxilar inferior que es ancho y corto: mentón retrognático. (véase pág. 78).

– Las orejas tienen tendencia a estar despegadas.

– La esfera posterior es ancha y baja.


Figura 70 Tensión vertical esfenoides bajo.


IX.  LESIÓN EN STRAIN LATERAL ESFENOIDES DERECHO


EJE


El strain se realiza según dos ejes verticales que pasan por el centro del esfenoides y el centro del agujero occipital.


Figura 71 Tensión lateral esfenoides derecho.


MOVIMIENTOS


Alrededor de estos dos ejes, el esfenoides y el occipital giran en el mismo sentido.


– La parte de la sínfisis del esfenoides está en la derecha.

– La parte basilar del occipital está a la izquierda.


CUADRANTES


No están influidos en el sentido de la RE o RI, sino en una deformación global en paralelogramo del cráneo, con el hemicráneo derecho más hacia delante en relación con el hemicráneo izquierdo.

El conjunto del maxilar inferior está desplazado a la izquierda.


X.  LESIÓN EN STRAIN LATERAL ESFENOIDES IZQUIERDO


CUADRANTES


– Los dos cuadrantes izquierdos son más anteriores.

– El maxilar inferior está desplazado a la derecha.


Figura 72 Tensión lateral esfenoides izquierdo.


XI.  LESIÓN EN COMPRESIÓN DE LA SEB


La compresión de origen traumático dará lugar a una frente y un occipital vertical.

La compresión de origen crónico es debida a las diferentes lesiones de la SEB que estrechan la sínfisis. En este caso, será necesario normalizar la sínfisis para obtener la descompresión.


Figura 73 Compresión.


Las figuras 50, 61, 67, 70 y 73 están inspiradas en el libro de L. Issartel: L’Ostéopathie-exactement.


REPERCUSIONES DE LAS LESIONES DE SÍNFISIS


I.

En la oclusión.

II.

En la vista.

II.

En el equilibrio.

IV.

En la relación cráneo-sacro.


Aquí se presentan los esquemas más importantes que resumen las relaciones biomecánicas. El análisis riguroso de estas diferentes relaciones obliga a dejar atrás la esfera craneana y a tener en cuenta el funcionamiento global del cuerpo. En 2002, diecisiete años después de la primera edición francesa de este libro, la experiencia desarrollada junto a más pacientes, me ha obligado a evolucionar integrando las influencias de las cadenas musculares. Estos circuitos anatómicos permiten comprender la lógica de las compensaciones, de las disfunciones, de las deformaciones.


I.   REPERCUSIONES DE LAS LESIONES SEB EN LA OCLUSIÓN


OCLUSIÓN TORSIÓN DERECHA


Figura 74 Oclusión vista de frente.


TORSIÓN DERECHA


Figura 75


OCLUSIÓN


Figura 76 Oclusión vista superior.


OCLUSIÓN FLEXIÓN LATERAL ROTACIÓN DERECHA


Figura 77 Oclusión vista de frente.


FLEXIÓN LATERAL ROTACIÓN DERECHA


Figura 78


OCLUSIÓN FLEXIÓN LATERAL ROTACIÓN DERECHA


Figura 79 Oclusión vista superior.


OCLUSIÓN STRAIN ESFENOIDES ALTO


Figura 80


OCLUSIÓN STRAIN ESFENOIDES BAJO


Figura 81


II. REPERCUSIONES DE LAS LESIONES SEB EN LA VISTA


Figura 82


Figura 83


Figura 84


STRAIN ESFENOIDES ALTO


Figura 85 Miopía.


STRAIN ESFENOIDES BAJO


Figura 86 Hipermetropía.


TORSIÓN DERECHA


Figura 87 Astigmatismo.


III.  REPERCUSIÓN DE LAS LESIONES SEB EN EL EQUILIBRIO


Figura 88 Equilibrio y torsión.

 

Figura 89 Equilibrio y flexión lateral rotación.


IV.  REPERCUSIONES DE LAS LESIONES SEB EN LA RELACIÓN CRÁNEO-SACRO


El sacro y los huesos ilíacos adoptarán una estática impuesta por la duramadre para que ésta no sea estirada. No debe existir ninguna relación de fuerza entre ellos. Las fascias periféricas darán una coherencia global cráneo-sacro al conjunto del cuerpo.


Figura 90 Relaciones occipital-duramadre-sacro.


Figura 91 Las fascias en los movimientos cráneo-sacro.


– El sacro tiene un funcionamiento MRP relativo a la SEB.

– El sacro tiene un posicionamiento relativo en el apoyo en el suelo.


Con estos dos puntos clave se puede analizar y comprender la superposición de la movilidad primaria generada por el MRP y de la movilidad secundaria generada por las cadenas musculares.

Para mostrar que el hombre es una entidad funcional, la relación cráneo-sacro será desarrollada con las cadenas musculares del miembro inferior.


Foto 3


CAPÍTULO 4
PRINCIPIOS DE TRATAMIENTO

La lesión osteopática, que afecta una articulación, se mantiene por tensión desequilibrada de los ligamentos.


El Doctor Sutherland hablaba de

«tensiones articulares ligamentarias».


Habitualmente, los ligamentos de una articulación están en un estado de tensión equilibrada por las fuerzas que les afectan, en relación unas con otras, y no se relajan casi nunca en la amplitud normal del movimiento.


– El equilibrio de las tensiones define un punto de equilibrio que corresponde al punto de equilibrio fisiológico de la articulación.

– Si las tensiones se desequilibran, el punto de equilibrio alrededor del cual se organiza la movilidad se descentra en relación con el punto de equilibrio fisiológico.

– Siendo las tensiones membranosas el origen del mantenimiento de la lesión, SUTHERLAND ha definido varias modalidades de intervención exploratoria.


I.  MÉTODO DE EXAGERACIÓN


– Se está a favor de la movilidad para buscar el punto de equilibrio de las membranas con tensiones recíprocas. Este punto de equilibrio permite restablecer una idéntica tensión de todos sus componentes membranosos, y, secundariamente, volver a armonizar la movilidad de la estructura ósea.

– Al nivel de una sutura craneal, se puede comparar este método de exageración con el siguiente ejemplo.

– Las dos hojas de una ventana hacen fuerza para cerrarse. Se tendrán que abrir ligeramente para sincronizar sus movimientos y obtener un ángulo de cierre sin forzar.


Este método, empleado preferentemente en osteopatía craneal, debe utilizarse con mucha delicadeza antes de los 5 o 6 años de edad ya que las suturas no se han desarrollado por completo.


– Tampoco debe ser utilizado cuando una exageración de la lesión podría agravar los síntomas presentados por el paciente: traumatismos, etc.


II.  MÉTODO DIRECTO


– Sobre todo se utiliza en los niños menores de 6 años. Los componentes articulares se acompañan con suavidad hacia la posición fisiológica.

– Este método sirve para normalizar las diferentes compresiones.

– Para las deformaciones intraóseas se utiliza la técnica directa de modelaje (véase frontal, parietal).

– El método directo puede utilizarse en el adulto en los casos crónicos.


PRÁCTICA


– El paciente se encuentra en decúbito dorsal.

– El terapeuta se sienta en la cabecera.

– En el primer tiempo, el terapeuta debe percibir el movimiento: su ritmo, su amplitud, su fuerza.

– Las maniobras terapéuticas se realizan con una fuerza en concordancia con la calidad del movimiento percibido.

– El terapeuta vigilará permanecer:


•  en el interior de la amplitud para no bloquear el movimiento,

•  en el interior de la fuerza del MRP para no ralentizarlo.


Foto 4


– Se busca el punto de equilibrio, y después nos debemos asegurar:


•  la cooperación respiratoria del paciente,

•  la cooperación del LCR.


y se mantiene con suavidad este punto de equilibrio para que el MRP realice su trabajo de normalización.


COOPERACIÓN RESPIRATORIA


Se le pide al paciente que mantenga una o varias apneas:


– espiratorias en las lesiones en extensión-rotación interna,

– inspiratorias en las lesiones en flexión-rotación externa.


COOPERACIÓN DEL LCR


Cuando el punto de equilibrio se ha encontrado, la fuerza de la onda del LCR puede utilizarse y dirigirse hacia la lesión a partir:


– de un punto del cráneo diametralmente opuesto,

– de la dorsiflexión del pie opuesto o de los dos pies.


En algunos casos, la corrección del movimiento requerirá previamente la liberación de las suturas.


III.  LIBERACIÓN DE LAS SUTURAS


TÉCNICA DE ESCALONAMIENTO EN V SPREAD


– La fluctuación del líquido cefalorraquídeo puede sentirse colocando las manos enfrentadas en las partes opuestas del diámetro craneal.

– Si se acentúa ligeramente la presión de una de las manos sobre el cráneo, se sentirá después de algunos instantes el salto de una onda de fluido (LCR) en la otra mano.

– Este método se utiliza para testar la libertad o la restricción de movilidad de las suturas craneales.


POSICIÓN


– El índice y el dedo medio separados en forma de V se colocan uno a cada lado de la sutura que hay que testar.

– La otra mano se coloca sobre el cráneo en un punto diametralmente opuesto.


MANIOBRA


•  Primer tiempo: percepción

Los dedos receptores separados en V perciben la fluctuación del LCR.

•  Segundo tiempo: test

– Al principio de la fase de inspiración MRP (RE), la mano opuesta envía una onda de LCR por un impulso en el cráneo.

– El tiempo de paso de la onda hace que ésta alcance el nivel de la sutura testada en fase de inspiración (abertura de la sutura).


1ª posibilidad


El terapeuta siente que la onda amplifica el movimiento de la sutura. La onda parece escaparse entre la V de los dedos como una ola al romper en la arena de la playa.

– La sutura está libre.


2ª posibilidad


La onda de LCR va a terminar por detrás de la sutura que está dinamizada por turbulencias, como la ola que rompe en una costa rocosa.


– La sutura se estrecha.


•  Tercer tiempo: corrección


– El terapeuta lanza en cada fase de rotación externa una onda de LCR.

– Con la V extiende (spread) la sutura para facilitar la liberación por medio del empuje del LCR.


Nota. Después de varios años de enseñanza aconsejo una presión constante de la mano opuesta en la dirección de la zona a tratar. El efecto dinámico es interesante también, más simple, y el terapeuta puede concentrarse mucho más en la V de sus dedos.


Figura 92 V spread frontoparietal.


Figura 93 V spread frontoesfenoidal.


Figura 94 V spread frontocigomático.


Figura 95 V spread frontomaxilar.


Figura 96 V spread parietoescamoso.


Figura 97 V spread parietomastoideo.


Figura 98 V spread occipitomastoideo.


Figura 99 V spread parietooccipital.


Figura 100 V spread interparietal.


OBSERVACIONES


Esta técnica no sólo está reservada para las suturas. Cualquier parte del cuerpo puede ser tratada con este método. La finalidad se encuentra en dinamizar la zona afectada con el aumento del movimiento de la respiración primaria:


Foto 5


– V spread de la hoz,

– V spread del ojo,

– V spread de la oreja,

– V spread maxilodental, etc.


Figura 101 V spread del ojo.


Figura 102 V spread de la oreja.


Figura 103 V spread maxilodental.


TÉCNICA DE LIBERACIÓN POR DESENCAJE O DESBLOQUEO


– Técnica utilizada en las presiones traumáticas importantes.

– En los casos crónicos, esta técnica permite obtener una relajación de las tensiones fibrosas.

– La intervención consiste en separar los bordes de la sutura.


Figura 104 Desbloqueo temporocigomático.


Figura 105 Desbloqueo parietoescamoso.


PARTICULARIDADES


Es necesario tener en cuenta los cambios en los biseles de algunas suturas.


Figura 106 Desbloqueo parietomastoide.


Figura 107 Desbloqueo interparietal.


Figura 108 Liberación del punto bregma.


Figura 109 Liberación del punto lambda.


SUTURA CORONAL


POSICIÓN DEL PACIENTE


– Decúbito dorsal.

– Con la cabeza girada hacia el lado opuesto.


POSICIÓN DEL TERAPEUTA


– Contralateralmente a la cabeza del paciente.

– Con el índice y el dedo medio de la mano posterior se ejerce una tensión hacia la parte posterior del parietal.

– El dedo medio de la mano frontal añade con su tracción una presión.

– El índice de la mano parietal añade con su tracción una presión (RE).

– Estas presiones tienen en cuenta las modificaciones de los biseles.


Figura 110 Desbloqueo coronal.

SUTURA LAMBDOIDEA


POSICIÓN DEL PACIENTE


– Decúbito dorsal.

– La cabeza girada hacia el lado opuesto.


Figura 111 Desbloqueo lambdoideo.


POSICIÓN DEL TERAPEUTA


– Contralateralmente a la cabeza del paciente.

– El índice y el dedo medio de la mano anterior se colocan en la parte anterior de la sutura, sobre el parietal.

– El índice y el dedo medio de la mano posterior se colocan en la parte posterior de la sutura, en el occipital.

– Las manos se superponen y dirigen desde la parte delantera hacia la parte posterior del cráneo.

– Los dedos de la mano subyacente tienden hacia la parte delantera del parietal. El dedo colocado por encima del pivote añade una presión.

– Los dedos de la mano superior llevan hacia atrás el occipital. El dedo colocado por debajo del pivote añade una presión.

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