Ortografía para todos

Tekst
0
Recenzje
Przeczytaj fragment
Oznacz jako przeczytane
Czcionka:Mniejsze АаWiększe Aa

Ya no se debe tildar la o entre números: 6 o 7

Antiguamente se tildaba la o entre números para que no se confundiera con un cero. Hoy ya no hace falta porque, en principio, los nuevos medios permiten distinguirla perfectamente. Así, en teoría, 6 o 7 no se puede confundir con 607. De hecho, aunque pudiera confundirse con un cero, no se debe tildar la o.

No es la primera vez que se suprimen tildes en vocales. Antiguamente se escribían con acento —grave (`) al principio y luego agudo (´)— las vocales que podían actuar como palabras. Así, se escribía tilde en la a cuando era preposición o forma del antiguo verbo aver (hoy haber) y en la e, o y u cuando eran conjunciones. De esta manera se consideraba que se evitaban ambigüedades. Aquí tienes el ejemplo que daba la ortografía de la RAE de 1815, en la página 80, para verlas todas:

Juan é Ignacio á la ida ó á la vuelta han de ver á Madrid, ú otro lugar inmediato.

Solo la i cuando se usaba por la conjunción y ( elemento 70) no se tildaba, como tampoco se tilda cuando se escribe con y.

Además de la tilde en o, hay algunos casos en los que las facilidades de escritura han dejado obsoletos determinados recursos ortográficos. Uno de ellos es el de la h que se ponía para determinar si la letra u representaba una consonante o una vocal ( elemento 1). Todavía se mantienen dos casos en los que se considera que aún se puede dar lugar a confusión: la posibilidad de usar L en vez de l como símbolo del litro para evitar que parezca un 1 (uno), y el uso del punto sobre la i y la j, que se empezó a poner para evitar confusiones cuando coaparecían con la u (en la i mayúscula solo se acepta en textos manuscritos cuando se traza como un palo).

Por otra parte, aunque se usen números, si el segundo empieza por o, cuando se escribe con palabras, la o debe pasar a u: 7 u 8 ( elemento 92).

Sobre la conjunción o también es importante saber que, aunque en general no lleva coma delante, de forma similar a y, sí la puede llevar en los siguientes casos:

• Cuando lo que sigue se une a todo lo anterior y no al último segmento: Quiero helado o tarta, o, bueno, si no hay, no tomo nada y ya está. Con y: Quiero helado y tarta, y preferiría comérmelos con cuchara.

• Cuando encabeza un inciso: Creo que Juan, o quien sea, debería decírselo. Con y: Lo digo para que se entere Encarna, y todo el que pueda estar interesado.

• Cuando antes hay un inciso o algún elemento de los que van entre comas ( elemento 89): Me dijo que pidiera melón, que ahí lo ponían muy rico, o tarta. Con y: Me dijo que pidiera melón, que estaba muy rico, y tarta.

Es importante saber que y y o pueden aparecer incluso después de punto. Todo depende de la relación que se establezca entre el segmento que encabezan y lo anterior: Lo voy a hacer así. Y ya está.

Además, estas conjuncionesnormalmente no llevan coma detrás, pero sí la pueden llevar si tras ellas aparece un inciso o un elemento delimitado por comas: Puedes comer fruta o, si no te gusta, un yogur; Puedes comer fruta y, si no te gusta, un yogur.

Tampoco se ponen comas, en principio, cuando o se utiliza en correlación con otra conjunción o: Me dijo que o venía ya o se iba; Me gustaría tomar o un filete o una ensalada. En cambio, cuando se utiliza o bien, se pondrá coma al menos delante del segundo: Me gustaría tomar o bien filete, o bien ensalada. Delante del primer o bien se podrá prescindir de la coma si el segmento al que pertenece es un elemento interno de los que no se separan con comas del verbo. En el ejemplo anterior o bien un filete, o bien ensalada es el complemento directo y, por tanto, la coma no es necesaria, aunque en este caso no sería incorrecta. Sí lo sería si se pusiera en Me gustaría tomar un filete.


En inglés hay muchos que defienden la llamada coma serial u Oxford comma ‘coma de Óxford’. Esta es la que aparecería ante la y final en enumeraciones: España, Francia, y Alemania. Se defiende su uso para evitar ambigüedades como la que se da en casos como este: Vinieron mis tíos, Antonio y Pilar. Aquí se podría entender que vinieron muchas personas (mis tíos, además de Antonio y Pilar) o que solo vinieron mis tíos, que se llaman Antonio y Pilar. Para evitar la ambigüedad bastaría con cambiar el orden, como en Vinieron Pilar, Antonio y mis tíos, lo que sumado a otros argumentos demostraría lo innecesario de esta coma.


Sobre la supresión de la tilde en o, tienes información en las páginas 270 y 271 de la OLE. Asimismo, tienes una amplia explicación del uso de la coma con o y o bien en las páginas 322-326 de la propia ortografía académica.


El nombre del oxígeno viene del francés oxygène a partir del griego oxýs ‘ácido’ y -gène ‘que genera’. Se llamó así a partir de la errónea creencia de Lavoisier de que este elemento estaba presente en todos los ácidos.


En fechas se usa orden ascendente y guion, barra o punto: 8.12.2016

En español, lo más indicado para escribir la fecha es usar el modelo ascendente, es decir, poniendo primero el día, luego el mes y finalmente el año: 8.12.2016.

Si solo se usan cifras, se pueden usar para unirlas puntos, guiones o barras. No se deja espacio de separación en ninguno de los casos: 8-12-2016, 8/12/2016. Además, como se ve, no se pone cero a la izquierda cuando solo hay una cifra (solo habría que hacerlo si por razones técnicas se deben incluir dos dígitos por campo, como sucede en algunos formularios). En estos casos, si no hay riesgo de confusión, se pueden suprimir las dos primeras cifras del año: 8.12.16.

Si se usan palabras, lo normal es poner el día y el año en cifras, pero el mes en palabras: 6 de octubre de 2017. Además, se pone coma entre el día de la semana y la fecha o entre el lugar y la fecha: Estamos a jueves, 14 de noviembre de 2014; Madrid, 10 de junio de 1986. Solo si se utiliza el día del mes para especificar el día de la semana, se podrá prescindir de la coma: Hemos quedado el martes 3 de abril, no el martes 10.

Cuando se use una referencia temporal al principio de la oración, la coma será más necesaria cuanto más se interprete dicha referencia como un marco en el que transcurre todo: En 2007, nos mudamos de casa, nació Lucía, Teresa empezó a trabajar…, frente a En 2007 nos mudamos aquí.

Para indicar intervalos de años (2017-2018), lo más recomendable es quitar como mucho dos cifras del segundo: 2017-18. En caso de poner fechas enteras, las palabras alrededor del guion deben estar pegadas a este: 5 de enero de 2017-23 de enero de 2017. Si solo se quiere indicar la fecha de nacimiento de una persona porque aún no ha muerto, lo más adecuado es poner solo esta fecha, sin guion: (1984), mejor que (1984-) o (1984- ). Si se desconoce alguna fecha, se puede usar una interrogación de cierre ( elemento 53): (?-1844).

Otras claves sobre expresiones temporales:

• Para hablar de décadas, lo más adecuado es usar palabras: los ochenta. Si se emplean números, hay que prescindir del apóstrofo seguido de s o de la s sola: *los 80’s, *los 80s. Lo adecuado es los 80.

• Tampoco se usa apóstrofo para la referencia abreviada de los años: en el 97, no *en el ’97.

• Pese a que los meses se pueden escribir con números romanos (6-X-2017), lo normal es escribirlos con números arábigos: 6-10-2017.

• Cuando la fecha aparece aislada en encabezamientos de cartas (normalmente arriba a la derecha) o al final de un documento, no se escribe punto detrás ( elemento 60).


En las páginas 692 y siguientes de la OLE se dan indicaciones de cómo expresar la fecha en español.


El nombre del flúor viene del latín moderno fluor, -oris, creado a partir de fluere ‘fluir’, a su vez quizá de una raíz antigua con el significado de ‘hinchar, rebosar, manar’. Parece que se llamó así por su fluidez y la de sus compuestos.


Se escribe noreste, pero el símbolo con mayúsculas

Los nombres de los puntos cardinales se escriben con minúscula, a pesar de hacer referencia a entidades únicas: norte, sur, este y oeste. También los puntos intermedios: noreste, sudeste o sureste (ambas son válidas)… De igual manera, los adjetivos que hacen referencia a los puntos cardinales se escribirán en minúscula: occidental, nororiental, septentrional (‘del norte’)…

 

Pero, si estas expresiones forman parte de nombres propios, se escribirán con mayúscula: América del Sur (o Sudamérica,aunque también Suramérica), Corea del Norte, Osetia del Sur, mar del Norte, parque del Oeste, Timor Oriental, Virginia Occidental. No hay que confundir estos casos de nombres propios fijados con otros en los que el punto cardinal se usa de forma descriptiva, caso en el cual se escribirá en minúscula, como en África del sur,frente al nombre del país (República de) Sudáfrica.

Se consideran nombres propios y se escriben en mayúscula igualmente las denominaciones asentadas que hacen referencia a áreas geopolíticas definidas: Occidente, Oriente Próximo, Europa del Este… Incluso se puede escribir oeste con mayúscula cuando hace referencia al oeste americano del siglo XIX, como en lejano Oeste o películas del Oeste. En cambio, en costa oeste o costa este es menos admisible la mayúscula porque es más natural entender que las denominaciones son descriptivas.

Por su parte, en los nombres de los hemisferios, que son meras denominaciones descriptivas, los puntos cardinales se escriben con minúscula: hemisferio sur. Lo mismo ocurre en los nombres de vientos, como en viento del norte ( elemento 90).

Eso sí, los símbolos de los puntos cardinales se escriben en mayúscula: N, S, E, O. Y también los de los puntos intermedios: NE, SO.


Cuando se combinan varios prefijos para dar una orientación exacta, se escriben todos unidos a la base: nornoreste ( elemento 75).


Como bien dice mi amiga Encarna, para entender mejor el difícil mundo de las mayúsculas es preferible evitar la pregunta «¿y por qué no iba a ir en mayúsculas?» y preguntarse: «¿Por qué debería ir en mayúsculas?». Así se entenderá que, salvo que haya una buena razón para poner la mayúscula, todo irá en minúsculas.

¿Y qué buenas razones hay? Estas:

• Que la palabra sea un nombre propio, es decir, una etiqueta generalmente desligada de aquello a lo que nombra y no transparente. Por ejemplo, si no se conoce antes, no se sabría que Venus hace referencia a un planeta. Más casos: Mediterráneo, Pablo, Física —como asignatura, frente a física como ciencia ( elemento 109)—, Barroco —no es solo el estilo barroco, es una época ( elemento 111)—, Peugeot, etc.

• Que forme parte del nombre oficial de una entidad, organismo, departamento, Estado… ( elemento 71): Corea del Sur, Organización Mundial de la Salud, Colegio Nuestra Señora del Recuerdo, Hospital Universitario La Paz…

• Que sea un nombre común usado como antonomasia, es decir, como ejemplar más importante de algún tipo: la Reconquista, la Península, la Roja (por la selección española).

• Que la expresión no simplemente describa lo que es aquello que designa y que se haya fijado como única denominación: América del Sur, viejo Oeste, Guerra Fría…

Es conveniente apuntar que no es razón suficiente para escribir un nombre con mayúscula que haga referencia a un ejemplar único. No tendría sentido poner en mayúscula lince en caso de que solo quedara uno. Sobre el uso o no de la mayúscula en los nombres de animales, ve al americio (elemento 95).

Además, no hay que desesperarse. El problema con las mayúsculas es que muchas veces entra en juego el conocimiento del mundo para poder saber si una determinada denominación debe ir en mayúscula o no, pues casi siempre depende de a qué se refiera, de si es un nombre oficial o no e, incluso, de cómo se interprete.


Tienes información sobre las mayúsculas en los puntos cardinales en la página 499 de la OLE. Sobre las mayúsculas en general, tienes una amplia explicación en las páginas 442-517 de esta misma obra.


El nombre del neón procede del inglés neon,tomado del griego néon ‘nuevo’. Se llamó así simplemente por pertenecer a un grupo nuevo de elementos, los gases nobles.


Apócopes independientes del contexto van sin apóstrofo: pa na

Cuando una apócope —o pérdida de sonidos finales de una palabra ( elemento 73)— se produce independientemente de lo que siga, no se marca con apóstrofo: No lo quiero pa na; Ha venido to quisqui. En estos casos, para y todo no pierden su segunda sílaba porque les siga na o quisqui. No hay más que fijarse en que nada la pierde sin que le siga ninguna palabra. ¿Se ve? Pues, cuando te encuentres con casos como estos, no debes usar apóstrofo.

Como ves, el signo se llama apóstrofo, no apóstrofe. El apóstrofe es la figura retórica por la que se llama la atención de alguien o algo: «¡A vosotros me dirijo, dioses!». El primero viene del latín apostrŏphus (con una u que típicamente da o) y el segundo de apostrŏphe. Puesto que los dos tienen un sentido similar de ‘apartarse’ en su origen, no pasaría nada por que se usara apóstrofe para las dos, que es lo que le sale natural a la gente, seguramente por influencia del inglés. Pero en español se debe mantener la diferencia. En el fondo, aunque en francés e inglés se dice respectivamente paragraphe y paragraph, nosotros decimos parágrafo y párrafo y no *parágrafe o *párrafe.

En cambio, en casos como Vente p’acá, puesto que la forma ya apocopada pa pierde su a porque la palabra que sigue empieza por a,sí se usa apóstrofo. Si no hubiera una palabra que empezara por a, no se perdería la a de pa: Vente pa mi casa.


Se puede marcar en cursiva una expresión coloquial y vulgar si queremos indicar que esa expresión es ajena a nuestra forma de hablar ( elemento 6). En cambio, no es necesario usar la cursiva si, por ejemplo, estamos reproduciendo expresiones características de un personaje. Así, si en nuestra novela tenemos un personaje andaluz, no hace falta marcar con cursiva un posible mi arma (por mi alma)o las palabras en las que elida letras, como en pa qué o en tol rato.


Tienes información sobre el uso del apóstrofo para marcar elisiones de sonidos en las páginas 433 y 434 de la OLE.


El nombre del sodio viene del latín científico sodium, formado a partir de soda ‘sosa’ y el sufijo -ium. Se llamó así porque el elemento se aisló a partir de la sosa. El símbolo na viene de natrium, otro nombre propuesto por Berzelius basándose en el natrón, un mineral compuesto por carbonato de sodio cuyo nombre está relacionado con nitron ( elemento 7).


Los símbolos van sin punto y no varían en plural

A diferencia de las abreviaturas ( elemento 7), los símbolos se escriben sin punto detrás: Está a 5 km de distancia. No obstante, si después de un símbolo corresponde escribir un punto de cierre de enunciado, este se debe poner: Hemos andado 15 km. ¡Qué cansancio! Además, como se ve, los símbolos son invariables en plural. Por lo tanto, no se debe escribir *5 mgs (por 5 miligramos), sino 5 mg. Esto se debe a que son de uso internacional y a que la forma del plural varía de unas lenguas a otras.

Otra cuestión importante es que se debe dejar un espacio entre la cifra o la palabra anterior y los símbolos a no ser que estos sean volados: 12’’, Bluetooth®. Por esta razón, aunque pocos lo hacen, en teoría se debe dejar un espacio entre la cifra y el símbolo de tanto por ciento: 12 % ( elemento 43). También se deja espacio a ambos lados de un operador matemático cuando une dos cifras: 2 + 2 = 4; 5 > 2. No se deja, en cambio, cuando el operador va solo con un número: −5, >6.

Pero los símbolos no solo conservan su forma en plural, sino que también la conservan cuando aparecen en un texto escrito todo en mayúsculas. Si el símbolo tiene alguna minúscula, la debe conservar: PESO MAYOR DE 500 kg NO ADMITIDO. Recuerda en esto a los nombres de marcas que empiezan con minúscula, como iPhone para los que se podría mantener la minúscula cuando aparecen a principio de oración ( elemento 48). Así empieza la entrada de la Wikipedia: «iPhone es una línea de teléfonos inteligentes…».

Si quieres saber más sobre la ortografía de los símbolos en general, ve al nitrógeno (elemento 7) y al mercurio (elemento 80). Para los símbolos monetarios, ve al azufre (elemento 16); para símbolos químicos, ve al circonio (elemento 40); para los símbolos de tiempo, ve al tulio (elemento 69); para los símbolos de la Biblia, ve al livermorio (elemento 116).


Hemos dicho que, frente a los símbolos, las abreviaturas llevan punto detrás. Este punto tiene unas propiedades distintas del punto de cierre normal. Aquí las tienes recogidas:

• Frente al punto de cierre, que siempre aparece detrás del paréntesis de cierre ( elemento 91), el punto abreviativo puede aparecer antes de paréntesis: Los jugadores internacionales del Madrid (Cristiano Ronaldo, Kovacic, Benzema, etc.) volverán a los entrenamientos a mediados de agosto.

• Puede aparecer delante de puntos suspensivos, lo que da casos de cuatro puntos seguidos: Hay algunos requisitos: letra Times New Roman tamaño 12, márgenes laterales de 2 cm, máximo 50 págs…. En cambio, el punto de cierre queda reemplazado por los puntos suspensivos, que indicarían por sí mismos el cierre de enunciado.

• Puede aparecer delante de otros signos, como la coma, el punto y coma o los signos de interrogación: Cuando se ponen a tocar el balón jugadores de calidad como Iniesta, Isco, Asensio, etc., la selección española es imparable.

• No se pone obligatoriamente mayúscula detrás, a no ser que el punto abreviativo coincida con el de cierre, caso en el cual solo se pone un punto, no dos: La guerra tuvo lugar entre el 202 a. C. y el 199 a. C. Murieron muchas personas.

 

En las páginas 586-591 de la OLE tienes una explicación amplia de la ortografía de los símbolos.


El nombre del magnesio viene del de la magnesia, mineral en el que se encontró. El nombre de magnesia viene de Magnesia (lithos) ‘(piedra) de Magnesia’. Magnesia era una región en Tesalia donde había muchas de estas piedras.


Se fusionan a y el, salvo ante nombre propio con El: al/a El…

Aunque de las muchas contracciones o amalgamas con artículo que había en español (antel, sobrel, quel, dela…) ya solo quedan al y del, estas últimas deben escribirse así obligatoriamente. Es incorrecto, pues, escribir de el niño. Ni siquiera se escribe separado, como se aconsejaba antes, cuando aparecen dos instancias de del seguidas, como en el hijo del del bar.

Sí se debe escribir separado, en cambio, el artículo el de a y de cuando forme parte de un nombre propio, lo cual se ve porque se escribe con mayúscula. Así pues, se escribe de El Corte Inglés y no del Corte Inglés o a El Cairo y no al Cairo. La contracción sí se produce, por el contrario, cuando el artículo precede a un nombre propio, pero no forma parte de él, como en el Retiro, el Chapo o el Quijote: Voy al Retiro; Han detenido al Chapo; Es un personaje del Quijote. No siempre es fácil saber en qué casos el artículo pertenece al nombre propio, pero pueden servir algunos trucos, como ver si cuando se pone un demostrativo se mantiene el artículo: Este El Cairo es más bonito que el de antes, pero Este Retiro tiene más árboles que el de antes. Si se mantiene el artículo, seguro que pertenece al nombre propio y debe ir en mayúscula. Aunque el hecho de que se pierda el artículo haciendo esto no implica que no forme parte del nombre, sí puede ayudar a saber que es la Alhambra, el Bierzo, la Moncloa o la Mancha.

Una posible excepción a la contracción en nombres comunes son las enumeraciones en forma de lista ( elemento 60), en las que podría quedar a o de antes de los dos puntos y luego, abajo, el artículo. Ejemplo:

Esto afecta a:

• el aire

• la naturaleza

• el agua

En cualquier caso, se podría bajar la preposición a cada elemento de la lista dejando afecta antes de los dos puntos.

También pueden separarse preposición y artículo en casos como ¿Has visto a (el tonto de) Juan?

Aunque al y del son las únicas contracciones aceptadas en español hoy, se pueden encontrar más contracciones en los casos en los que se reproduce este fenómeno en la pronunciación. Es lo que ocurre en casos como tol rato o en vamos pal bar, para los que, no obstante, se prefiere usar el apóstrofo: to’l rato o pa’l bar ( elemento 11).


Hemos visto que en las enumeraciones en forma de lista pueden ponerse dos puntos detrás de una preposición. Esto es una excepción. En general, no se deben usar los dos puntos después de preposición o de elementos del tipo de como. Antes de dos puntos debe haber una expresión que anuncie lo que va a venir para evitar separar elementos que forman parte de un mismo grupo sintáctico. Esto quiere decir que en un ejemplo como Una columna consta de capitel, fuste y basa solo es correcto añadir dos puntos antes de capitel si se incluye una expresión de carácter anunciativo: Una columna consta de los siguientes elementos: capitel, fuste y basa o Una columna consta de elementos como los siguientes: capitel, fuste y basa.No es correcto *Una columna consta de: capitel, fuste y basa o *Una columna consta de elementos como: capitel, fuste y basa. Tampoco es correcto usar dos puntos después de que o del verbo ser: Dijo que no iba a venir y no *Dijo que: no iba a venir; Los colores primarios en el pigmento son el amarillo, el cian y el magenta y no *Los colores primarios en el pigmento son: el amarillo…


También quedan en el diccionario de la RAE, aunque con la marca de desusadas (y, por tanto, desaconsejadas en el uso), algunas contracciones como dél, della y dello (de de + él, ella, ello), dí (de de + el antiguo y3 ‘allí’), na (de en la) o nuestramo, ma (de nuestro amo, ma). La razón por la que hoy no se recomienda usarlas es básicamente porque no triunfaron, aparte de que no siempre en la pronunciación está tan claro que se pronuncien en una sola vocal: cuando se juntan, por ejemplo, de y él,pronunciamos más bien [de él], no [dél].


Tienes información en las páginas 562-564 de la OLE. También tienes una explicación sobre el problema de tener que escribir de El en vez de del en la página 214 de Lo que el español esconde.


El nombre del aluminio procede del inglés aluminium, formado a partir de alumine ‘alúmina’. Se llamó así porque los primeros intentos de aislar el elemento fueron a partir de la alúmina (óxido de aluminio). Alúmina, de alumen (literalmente ‘sal amarga’), podría tener el mismo origen que ale, voz que da nombrea una cerveza inglesa.