En pos de la humanidad

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—Cálmate —intenta sosegarla Tau—, para ellos son máquinas, robots y para ti también, ¿de acuerdo?

—Sí… Claro —contesta ella. Tau sabe que no la ha convencido.

—Sharon, ahí llega nuestro robot. —En efecto el robot llega a su lado con sus asientos y les ordena.

—Acomodaos. —Se sientan y recorren el trayecto hasta la habitación en silencio, al llegar el robot les instruye.

—Vendré a recogeros a las 17 h de la Tierra para llevaros a la sastrería.

—Bueno Tau, esta tarde veremos a Argus, ahora yo me estiro horizontal para hacer la digestión, disponemos de casi dos horas de relax.

—Cariño, siempre tienes buenas ideas y buen humor —le reconoce Tau.

Cuando se esta tan a gusto el tiempo transcurre muy aprisa. A su hora en punto el impertinente y puntual robot se presenta. Tau y Sharon se preparan a toda prisa mientras el robot repite.

—Acomodaos… Acomodaos… Acomodaos. —Al fin se acomodan y el robot se pone en marcha hacia la sastrería; a poco de llegar Tau observa.

—Mira en este vehículo que nos alcanza van el grupo Omega y Ovidio.

—Sí, mira Tau por la ventanilla veo a Judit que nos saluda, parece que también van a la sastrería. Cuando Tau y Sharon llegan a la sastrería ven que Ovidio y el grupo Omega se les han adelantado. Mientras se apean del robot, Sharon con alegría le dice a Tau.

—Mira Argus nos ha visto y se acerca. —En efecto Argus viene a darles la bienvenida.

—Sharon, Tau. —Argus les abraza emocionado mientras los nombra—. Me acuerdo muchas veces de vosotros, estoy feliz de volveros a ver, ya jamás confiaré en nadie para cualquier revisión final.

—Bueno Argus, al final todo fue bien y desde luego que tú no tuviste ninguna culpa.

—Gracias Sharon —le contesta Argus contento—. Hoy empezaré a ilustraros, a vosotros y al grupo Omega, sobre los trajes espaciales para Titán; acercaos. —Argus los reúne a todos frente a un traje de astronauta y empieza—. Como este son los trajes que tendréis que vestir para pasear por Titán, como veréis son menos voluminosos que los lunares, porque no tienen que ir presurizados, ya que Titán tiene una presión atmosférica de 1,4 veces la de la Tierra, solo tienen que estar aislados del frío, no como los de la Luna que han de estar preparados para aislar de grandes oscilaciones de temperatura, su material es flexible y muy resistente, un desgarro sería fatal, el mayor peligro de Titán son las infecciones.

»Ahora cada uno se desnudará y se vestirá con uno de estos trajes, veréis que son muy cómodos, llevan un práctico y eficaz «pañal» que procesa y limpia todas las excreciones, lo único que no está resuelto —Argus se gira riendo a mirar a Sharon— es si te pica la nariz. —Ella y Tau se ríen porque saben de qué va.

»Cuando os hayáis vestido —sigue Argus— estaréis dos horas deambulando a vuestro aire por la pista de entreno, la gravedad de Titán es de 1,38 m/seg, similar a la de la Luna pero algo menos.

Mientras se visten Judit busca la compañía de Sharon, luego en la pista el ensayo resulta muy divertido por los grandes saltos que pueden dar, es como un juego, Judit se lo pasa muy bien jugando con Tau y con Sharon, las dos horas pasan muy aprisa. Aparece Argus.

—Bueno basta por hoy, a quitarse los trajes y pasado mañana a la misma hora otra sesión de entrenamiento.

Mientras se desvisten Judit busca la ayuda de Sharon y de Tau. Al despedirse Judit casi les suplica.

—¿Vendréis por la mañana a las charlas de papá y mamá?

—Seguro que no faltaremos Judit —le asegura Sharon.

—Es por la mañana a las 10 a. m. de la Tierra, después de desayunar, esperan a que venga el robot a buscarlos para asistir a la conferencia de papá y mamá que empieza a las 11 a. m. de la Tierra.

—Tau tengo curiosidad y ganas de asistir para saber qué nos cuentan papá y mamá sobre Titán.

—Yo también Sharon y también estará el grupo Omega, oí cómo te lo comentaba Judit.

—Tau ¿te has dado cuenta de que Judit evita la compañía de su grupo? Y es evidente que ella ha de ser la jefa del grupo.

—Sí Sharon, el grupo forma una piña que no le da cabida a Judit, creo que ella está muy incómoda con ellos.

—Tengo entendido que Judit no los eligió —destaca Sharon—, y lo lógico es que lo hubiera hecho. —Llega el robot con sus asientos les ordena.

—Acomodaos y los lleva a la sala de conferencias

—Mira Tau, los Omega ya han llegado con Ovidio y también esta Fermión que les indica.

—Acercaos y sentaros aquí. —Y les señala un lugar lindante al grupo. Tau se sienta al lado de Sara, Judit que estaba de pie corre a hacerlo al lado de Sharon. Enfrente hay una mesa con dos sillas para los conferenciantes, en unos instantes aparecen papá y mamá que dirigen sus miradas al grupo especialmente a Tau y a Sharon.

En estos momentos se oye la voz de Sara que jocosamente comenta.

—¡A ver cómo suenan estas latas! —Todos los omegas excepto Judit ríen con ganas. Ovidio y Fermión hacen un gesto de desagrado. Tau aborta un indignado brinco de Sharon sujetándola por un brazo.

—¡Sharon!.... chissss —le dice Tau imperativamente Judit se pone colorada.

—Lo siento, lo siento —se disculpa muy bajito con Sharon. Papá y mamá lo captan todo pero pasan olímpicamente.

—Hola buenos días a todos —empieza mamá—, vamos a comentaros a grandes rasgos algunas características de Titán, es uno de los satélites de Saturno, es el segundo satélite más grande de todo el sistema solar, es un 50 % más grande que la Luna; pero su densidad solo es un 60 % de la que tiene la Luna, lo que hace que su gravedad sea algo inferior a la que soportamos en la Luna.

—Podréis dar saltos mucho más altos —interviene papá con humor—. Su presión atmosférica —sigue papá— es de 1,4 veces la terrestre, no os producirá ninguna molestia. En fotografía sus paisajes parecen de la tierra tiene lagos, ríos, montañas y valles todo teñido de un tono rojizo, como un atardecer de la Tierra pero mucho más exagerado.

—En el aspecto meteorológico —interviene mamá— su ciclo de lluvias es parecido al de la Tierra, solo que en Titán llueve metano, su baja temperatura -180º C y otras condiciones de su troposfera hacen que el metano se pueda encontrar en estado sólido, líquido y gaseoso. Igual que el agua en la Tierra.

—Su atmósfera —interviene papá— está compuesta por un 90 % de nitrógeno, un 5 % de metano y un 5 % de otros hidrocarburos. Su órbita alrededor de Saturno tiene una duración de dieciséis días por ser elíptica experimenta tirones gravitatorios que provocan que los vientos oscilen entre los 4 km/hora y los 180 km/hora y mareas de hasta 10 metros. Esto es posible por la existencia de un gran océano interior de agua que contiene disueltos grandes cantidades de hidrocarburos y microorganismos.

—La colonia humana de Titán —interviene mamá— se suministra de esta agua con un esmerado proceso de purificación, para evitar infecciones de microorganismos. En grandes zonas de su corteza hay depositado un espeso manto de lodo muy húmedo de metano que es el hábitat de innumerables colonias de microorganismos, que también habitan sus lagos y sus ríos. Esta gran cantidad de vida genera gran cantidad de metano, más del que puedan destruir los rayos ultravioletas que le llegan del Sol.

—Con esto hemos terminado —concluye papá—. Durante el viaje tendremos tiempo de profundizar en estos conocimientos. ¿Alguna pregunta?

—Ahora no —responde Sharon—, pero seguro que cuando lo hayamos digerido tendremos un montón.

Tau, Sharon y Judit aplauden a papá y a mamá. Judit se dirige a Sara

—Estas latas suenan mejor que algunos humanos. —Sara no dice nada, pero Sharon capta en su mirada una gran carga de rencor y odio y no imagina el porqué. Tendrá que averiguarlo.

Se levanta la sesión y es hora de comer. Los cinco omegas del grupo comentan jocosamente y riendo los temas expuestos, ya se hace más que evidente el fuerte vínculo entre ellos y su desprecio por Judit. Fermión y Ovidio no pierden comba de estos detalles.

Sharon y Tau se dirigen al restaurante que ya saben dónde está.

—¿Puedo acompañaros? —les pide Judit acercándose.

—Claro que sí —le responde Sharon amablemente—, encantados de tenerte con nosotros. —En el comedor, cuando ya están instalados ven entrar a los cinco omegas, que los ignoran y se sientan en una mesa aparte. Sharon y Tau cada vez están más extrañados.

—¿Vendréis esta tarde a mi conferencia? —les pregunta Judit mientras comen. En su voz parece temer que le digan que no.

—Claro que sí —responden Tau y Sharon al unísono y con entusiasmo.

—Gracias —responde Judit contenta.

Son las 15 horas de la Tierra que se despiden de Judit, miran a los omegas, que siguen sentados y levantan la mano en saludo de despedida, pero los omega los ignoran.

Cuando llegan a la habitación Sharon comenta indignada.

—Tau no soporto a los omegas, en especial a Sara son maleducados, no le tienen respeto a nada.

—Sharon procura ser comprensiva y paciente —le recomienda Tau—, sácale el lado bueno a todo porque tendrás que «disfrutar» de su compañía durante bastante tiempo.

—¡No me lo recuerdes Tau! —le responde ella.

Son las 17h de la Tierra, Tau y Sharon están sentados en la sala de conferencias. En la mesa del conferenciante está Judit esperando que estén todos para empezar. Llega Ovidio y se dirige a Fermión.

—Los omega no quieren asistir, alegan que ya se conocen el «discurso» y no quieren aburrirse.

—¿Dónde están? —pregunta Fermión.

—Siguen en el restaurante —contesta Ovidio. Fermión se levanta de un salto y ordena.

 

—Sígueme Ovidio. —Y se dirigen al restaurante. Los cinco omegas siguen en la mesa con gran jolgorio. Fermión se acerca a ellos.

—Acompañad a Ovidio a la sala de conferencias —les conmina con energía.

—No queremos ir —responde Isaac—, ya nos sabemos todo lo que puede explicar esa chica —dice con cierto desprecio— y nos aburre.

—Es obvio que los cinco os habéis equivocado de lugar pero yo os voy a dejar muy claro dónde estáis —les habla Fermión muy secamente—. Aquí no estáis de vacaciones los programas de entreno e información ¡no son una opción para vosotros! ¡Son una obligación! Y otra advertencia la zona cero es para todos un lugar sagrado, cualquier objeto o persona que cumpla un servicio aquí, aunque sea una miserable piedra merece un respeto.

Los omegas escuchan muy sorprendidos, sus rostros se demudan. Creían que con su «arte» podían burlar cualquier disciplina y cachondearse de todo.

—Y una aclaración, aquí donde estáis en la zona cero solo se advierte una vez. Lo siguiente es el certificado de descarte ejecutivo y sin previo aviso. ¡Exijo de inmediato vuestra asistencia a la conferencia!

Los omegas no dicen nada, muy serios siguen a Ovidio.

Una vez todos aposentados empieza Judit.

—Mi objetivo y el de mi equipo. —Los omegas se miran entre sí desconcertados—. Es encontrar en Titán organismos multicelulares o superiores, ya sea en su suelo, en sus lagos o incluso en este océano interior que hay debajo de su corteza. Casi tengo la certeza de que los encontraremos, mis esperanzas se basan en los conocimientos que tenemos de la evolución de la vida en la Tierra.

Fermión, Ovidio, Alena, Tau, y Sharon escuchan interesados y también el grupo omega, interesados pero no preocupados, por saber para qué cuentan con ellos.

—Lo explicaré esquemáticamente —prosigue Judit—. En la Tierra la vida empezó hace unos 4500 millones de años en algún lugar de por aquel entonces caótico planeta se dieron las casuales y propicias condiciones para que se creara la vida.

»Igual que todavía no sabemos exactamente cómo, la energía se convirtió en materia, tampoco se conoce muy bien cómo de la materia surgió la vida hay quien dice que la vida es otro estado de la materia.

»Estas primeras células estarían desconcertadas sin ninguna experiencia para sobrevivir, pero seguro que poseían una gran inteligencia para adaptarse a su entorno supieron reproducirse y asociarse. En 4500 millones de años las células no han parado de atesorar experiencia para perfeccionar sus criterios de sociedad.

»Las distintas sociedades, cada una con su particular código genético forman las diferentes especies de animales y de vegetales.

»Donde realmente está la vida es en las células.

»Esto me sugiere, poniendo como ejemplo al ser humano, en su aspecto animal. ¿Realmente vivimos? O somos una máquina formada y construida por 38 billones de células, que realmente sí son seres vivos, distribuidas en 200 tipos diferentes cada uno de ellos destinado a una función determinada y han sabido dotar a esta máquina de instinto de conservación para no romperse, instinto para proveerse de nutrientes para alimentar a los 38 billones de seres vivos que la forman, instinto para reproducirse y superar el otro extremo de la vida, la muerte.

»Pero del programa de supervivencia del que fuimos dotados surgió un daño colateral, se generó una inteligencia que motivo que surgieran los sentimientos.

»En Titán en la inmensa cantidad de especies de microorganismos que compiten y se fagocitan creo que habrá alguna que habrá adoptado la asociación para hacerse más fuerte y capaz de éxito en supervivencia formando un ser multicelular que es lo que tenemos que encontrar. No tengo más que decir. ¿Alguna pregunta?

El grupo de Fermión aplaude con ganas a Judit aunque no formulan preguntas.

El grupo de los omega se miran entre sí con expresiones de que esto no va con ellos.

Terminada la conferencia ya es hora de cenar Tau y Sharon se dirigen hacia el comedor Judit les alcanza.

—¿Os importa que os acompañe? —les pregunta sonriente.

—Claro que no —le contesta Sharon—, nos gusta tu compañía y podremos comentar tu conferencia. —Ya en el comedor divisan al grupo Omega que esta vez sí les saludan con simpatía y alegría. Ya terminada la cena se levantan. Sharon observa—. Mirad los omega se despiden de nosotros. —En efecto están de pie agitando las manos y sonriendo—. Bueno Judit hasta mañana se despide Sharon—, a primera hora estaremos en el gimnasio y por la tarde toca entrenar con los trajes.

—Estaré con vosotros en las dos actividades hasta mañana —se despide Judit. Ya en la habitación Tau comenta.

—Sharon has visto qué amables que están los omegas.

—Desde luego alguien los habrá hecho recapacitar.

Son las 8 a. m. de la Tierra del tercer día en la zona cero, Tau y Sharon entran en el gimnasio Judit viene a recibirles.

—Hola llegáis a tiempo ahora empieza la tabla de gimnasia. —Sharon observa el embobamiento de Tau al contemplar a Judit desnuda, es morena, veintiún años y con un bonito cuerpo muy femenino y sexi, un codazo «accidental» de Sharon en el estómago saca a Tau de su letargo.

Después de la gimnasia Judit les propone.

—¿Habéis visto la piscina del gimnasio con su sol artificial? Tiene también restaurante donde podemos desayunar.

—Vamos Sharon hemos de ver esto —exclama con entusiasmo Tau—, hasta la tarde no tenemos actividades.

—Claro que sí —asiente ella aunque ya le mosquea el entusiasmo de Tau.

La piscina es una zona magnífica y súper agradable, dispone de tumbonas y mesas, su sol artificial es una caricia para la piel. La mañana trascurre con divertidos juegos en el agua propiciados por la poca gravedad. Tau abraza a Sharon.

—Cariño esto es muy divertido.

—Sí Tau muy divertido y… Cachondo —contesta ella pensando en el protagonismo de Judit jugando con Tau.

Pasa el tiempo muy deprisa y se quedan a comer, la comida trascurre divertida se habla de todo menos de la conferencia y de Titán, una vez han terminado se despide Judit.

—Bueno me voy a vestir mi quimono para ir a ver a Argus.

—Claro que sí Judit, nosotros también, allí nos vemos.

Las 8 a. m. de la Tierra del tercer día, caduca el plazo dado por Fermión para investigar al grupo Omega.

Con el doctor Fermión se reúnen en el despacho Ovidio, Alena, papá y mamá.

—Y bien —empieza Fermión—. El hecho de que el grupo Omega conociera la existencia de Tau y Sharon, y que fue motivo que nos alarmásemos, no es nada relevante, ellos son muy conocidos en el oasis y todos sabían que iban a viajar a Titán, no es nada extraño que los Omega se enteraran y quisieran conocerlos. Y ¿qué opináis del grupo Omega? —La primera en responder es mamá

—Lo que opino sobre Judit es que está inmersa e ilusionada en su proyecto es educada, emana sensibilidad y cultura. Sobre los otros cinco, desde luego están bien instruidos en sus cometidos profesionales; pero son insensibles, groseros, maleducados y carecen de cultura.

—Es evidente —interviene Ovidio— que no fueron elegidos por Judit, ella se presentó sola al concurso sin tener ningún grupo de trabajo.

—¿Quién más se presentó al concurso? —pregunta Fermión.

—Tres concursantes más —responde Alena—. Uno propuso la investigación de túneles de energía neutra para poder viajar grandes distancias a través de ellos con tiempo cero.

Otro presenta un estudio para mejorar la genética de las plantas carnosas para asimilar su sabor y textura a la carne de vacuno.

La tercera propuesta es investigar cómo podemos atravesar el punto donde se unen las resultantes de las fuerzas de atracción entre nuestra galaxia positiva y la paralela negativa y si en este punto cambiaria nuestra polaridad y podríamos integrarnos a ella.

»¡Ah! y hay algo más muy interesante. Sara presentó su propuesta que era investigar las posibles mutaciones de los microorganismos de Titán y fue rechazada al concurso por la diferencia de un solo voto.

—¿Y estas tres propuestas aceptadas se presentaban por un grupo ya formado? —pregunta Fermión.

—Sí —afirma Ovidio.

—Las propuestas son tan interesantes como la de Judit. Es posible que eligieran la de ella para que alguien pudiera elegir los componentes de su grupo —razona Fermión—. Alena ¿tienes la ficha y el currículum de cada uno de los omegas?

—Sí los tengo, empezaré por Judit, ella es investigadora de biología en la academia universal de ciencias. Como todos los demás concursantes y sus grupos. Su director es Graco.

»Abraham e Isaac son especialistas en reparación de naves espaciales y están incorporados en una gran factoría de fabricación de gravitores y ensamblaje de naves espaciales. Su director general es Claudio. Noé es experto en comunicaciones y está incorporado a un importante laboratorio de investigación. Su director es Tiberio. David es experto en navegación espacial y control de naves, está incorporado a una escuela de pilotos espaciales. Su director es Druso. Sara es investigadora en la academia universal de ciencias, en el campo de zoología y mutaciones.

—¿Y quién formaba parte del tribunal del concurso? —pregunta Fermión.

—Fueron Claudio, Druso, Tiberio y Graco —le informa Alena—, y son los mismos que a Judit le seleccionaron el grupo.

—Creo que tenemos todos los datos para llegar a unas conclusiones —resume Fermión—. Vamos a barajar el peor de los casos. He averiguado que existe un supuesto cónclave, oficialmente secreto y al mismo tiempo popularmente conocido, de personajes poderosos que han asumido el compromiso de ayudarse entre ellos para conservar su poder y prestigio.

»Hace milenios cuando existía el dinero físicamente se conseguía el poder consiguiendo las mayores cantidades a través de obscuras maniobras y satisfacer la propia soberbia.

»Hoy con el dinero electrónico no son posibles las grandes maniobras fraudulentas, para ser poderoso hay que pulsar los círculos de los poderosos y tener una gran valía, afortunadamente.

—Los miembros de este tribunal, y es un secreto conocido, pertenecen a este cónclave —denuncia Alena— y son los que tienen a sus órdenes a todos los componentes del grupo de Judit.

—Salvo ella y Sara todos son especialistas en naves espaciales —repunta Fermión.

—¿Quieres decir que intentarán secuestrar la nave? —pregunta escandalizado papá.

—No lo creo —responde Fermión— porque este cónclave no ha sido responsable de delitos ni jamás ha dado su apoyo a ningún delincuente. De todas maneras estaremos preparados para todo, secretamente vamos a proteger la nave contra todo intento de manipulación.

—Fermión, no te preocupes por la seguridad de Tau y de Sharon estando nosotros a bordo —le tranquiliza mamá.

—Esto ya lo sé —contesta Fermión sonriendo—. Dentro de ocho días la nave debe partir desde la Luna hacia Titán yo, papá y mamá iremos a la Tierra a los grandes hangares de la zona cero a preparar la nave y asegurarnos de que en la zona blindada embarcan a Tito, a Marcos y a Anker y tenemos que regresar a la Luna un día antes de la partida de la nave a Titán. El tiempo apremia, Ovidio encárgate para preparar la nave a la Tierra, esta misma tarde partiremos, tú y Alena os quedareis a cargo de todo aquí en la Luna.

—¿Alguna instrucción especial? —pregunta Ovidio.

—Sí, que impongáis una férrea disciplina al grupo Omega y hazme un informe a ver cómo responden a la presión.

Mientras Fermión, papá y mamá viajan a la Tierra, Tau Sharon, Judit y los omegas llegan a la sastrería, Ovidio y Argus imparten el entreno con los trajes, el ambiente es más que bueno por el increíble y positivo cambio del grupo Omega, Ovidio y Argus no los pierden de vista, el entreno resulta súper divertido, Judit juega preferentemente con Tau y se lo pasan fenómeno. Esto no pasa desapercibido para Sharon. Ya en la habitación ella está preocupada.

—¿Qué te pasa? —le pregunta Tau.

—Me preocupa la excesiva amabilidad de los omegas, no la veo natural, la veo fingida.

—Sharon… no exageres.

—Que sí, Tau es como si alguien les hubiera puesto pena a la vida si les expulsan de aquí.

—Bueno esto no tiene que preocuparte… Allá ellos. ¿Algo más?

—Pues sí hay más —le contesta Sharon con tono decidido—. Creo que Judit te tira los tejos.

 

—¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! —se ríe Tau—, oye aquí sí que te has pasado, Judit es casi una niña.

—Sí, Tau… Es una niña muy mujer y… Toda una mujer muy niña.

—¡Ay! Cariño —le dice Tau divertido—, espero que esto no nos quite el sueño.

Los pocos días que faltan para la partida trascurren divertidos y felices gracias al cambio de actitud de los omegas.

—Tau —observa muy contenta Sharon—. ¿Has visto que David y Judit se atraen? Siempre buscan estar juntos.

—Sí, no sé si estos omegas de ahora son los de verdad, o lo eran los de antes, David ha estrenado una personalidad muy agradable.

—Si esto sigue así en el viaje tendremos un buen ambiente —augura Sharon.

Son las 8 a. m. de la Tierra del día antes de la partida Fermión, papá y mamá han regresado a la luna.

—Ovidio —ordena Fermión—, diles a Tau y a Sharon que vengan a reunirse con nosotros, tú y Alena también.

Cuando están todos reunidos en el despacho de Fermión este les explica.

—Tau y Sharon os voy a informar de vuestro futuro hasta cumplir los dos años desde vuestro ingreso en la zona cero en diciembre del 5998 hasta diciembre del 6000. Vuestra instrucción ha empezado con estos tres meses en la Luna que habéis superado muy bien, sustos incluidos —sonríe Fermión—. Lo siguiente será seis meses explorando Titán protegidos por papá y mamá. Después de Titán una estancia de quince meses en Marte y en diciembre del 6000 regresareis a la Tierra para colaborar con vuestra experiencia en la construcción de la gran nave que partirá al primer exoplaneta. Si tenéis alguna pregunta o comentario ahora es el momento.

—Fermión —expone Sharon— añoro fuertemente algunas cosas de la Tierra.

—Sharon le contesta él—, nada de lo expuesto es obligatorio, podéis renunciar libremente; pero yo sé lo que te pasa —se dirige a ella—, te aseguro que cuando regreséis a la Tierra verás a tu «Muñequita» —Le sonríe Fermión. Sharon llora por el recuerdo que le evoca Fermión y contesta alegremente.

—¡Yo no renuncio a nada!

CAPÍTULO III

(Las vacaciones de Rea)

Hoy se celebra el fin del primer año del sexto milenio. Top está en la terraza de su apartamento, en septiembre ha terminado su estancia en la burbuja se valoró muy positivamente su autosuficiencia y su capacidad para incorporarse con éxito y por sí solo en la sociedad en consecuencia se le ofreció la opción a un apartamento juvenil. Hace ya diez minutos de las doce campanadas, este año le han sonado a tristes, recuerda que las campanadas del año pasado, despidieron el año y a Rea. Suena su comunicador y oye.

—Hola Top. —Es Dysmonia, su madre a quien no le gusta nada que Top se haya ido a vivir solo—. Feliz año Top. ¿Por qué no te vienes aquí a la fiesta del centro? Está muy animada. —Top lamenta mucho no haber sido él quien llamara a sus padres, ahora solo él sabe que se le han adelantado por poco.

—Feliz año mamá estoy bien no te preocupes. ¿Me invitas a comer mañana?

—¡Claro que sí! —contesta Dysmonia ilusionada—, todavía me acuerdo de las cosas que te gustan. —Su voz tiene un toque de ironía. Top siempre está ocupado y hace días que no los ve.

—Hasta mañana mamá voy a llamar a Rea —le contesta Top. –

—Deséale un buen año de nuestra parte.

—Sí mamá así lo haré.

Hace un año que Rea se fue. Coge el comunicador y en la pantalla aparece Rea rodeada por chicos y chicas de su edad.

—Feliz año Rea. —Top ve a Rea contenta y feliz.

—Feliz año Top mis padres me han traído al club donde se reúne el personal del centro de investigación y sus familias. Top, te encuentro mucho a faltar —le dice Rea con voz emocionada—. ¿Dónde estás ahora?

—En la terraza de mi apartamento pensando en ti. —Top, oye la voz de Rea.

—Me apena que no hayas salido a celebrar el fin de año con nuestros amigos. —Mientras top ve por la pantalla cómo ella no deja de moverse al compás de la música, él sabe que a ella le gusta mucho el baile.

—Vale Rea te llamaré otro rato más tranquilo. —A Top le da la sensación de estar incordiando.

—Vale Top —contesta Rea— un beso. —Y se corta la comunicación. Top entiende que a Rea, en medio de tanto jolgorio le sea difícil prestarle atención y no ha querido prolongar la comunicación.

Se queda nostálgico y pensativo, lo entiende, pero se ha quedado un poco frustrado una voz le saca de su modorra.

—¡Top! ¿Estás ahí? —es la voz de Hydra

—¡Sí, Hydra, pasa! —Está contento. Hydra llega en el preciso momento en que necesita hablar con alguien.

—Feliz año Top —le desea Hydra dándole un fuerte abrazo y un beso esta chica siempre transmite optimismo, piensa Top.

—Oye ¿no estabas en la fiesta del local de actos? pregunta Top.

—Sí —le contesta Hydra— pero he pensado que estabas nostálgico y te he venido a ver. —Top se conmueve, hay alguien que se preocupa por él, aparte de sus padres.

—¿Y qué has hecho con Styx? —le pregunta Top.

—Lo he dejado contento y bailando. Oye Top. ¿Has felicitado a Rea? —Top piensa que el bueno de Styx es cómplice de la decisión de Hydra de venir a verle.

—Sí la he visto, estaba con sus padres en el club del centro en donde está.

—Seguro que la has visto contenta y bailado rodeada de amigos. ¿Verdad?

—Pues sí —contesta Top.

—Claro Rea tiene un carácter y una personalidad majísima Top. Y nadie puede estar siempre triste y tú tampoco. —Hydra le habla con mucha psicología.

—Claro que lo entiendo y… Qué buena eres Hydra —le dice Top con una sonrisa sobreponiéndose—, Hydra ¿qué quieres tomar? tengo la nevera llena de bebidas.

—Tráeme lo que quieras —le dice Hydra con el tono de él que es sorprendido en sus intenciones— ya conoces mis gustos pero sentémonos dentro, tengo frío.

Sentados en el pequeño sofá, Top esta pensativo sorbiendo su bebida. Se dirige a Hydra con voz muy suave.

—No sabes cómo te agradezco que hayas venido a verme necesitaba tu compañía. Hydra eres un ángel siempre estas donde se te necesita.

—Anda tonto, no exageres y no quiero verte triste voy a poner música —decide Hydra—. ¿Qué música quieres que ponga Top?

—La que tu elijas, seguro que me gustará. —Al rato suena una lenta y dulce melodía. Hydra ya se ha sentado al lado de Top, que sigue serio.

—Oye Top. ¿Por qué no me sacas a bailar? —propone Hydra.

—Claro que sí —responde Top, se levantan, se abrazan y siguen el lento compás. A Hydra le embarga un ataque de ternura hacia Top, cree que Rea no lo ha tratado bien. Al cabo de un rato Hydra confiesa con voz muy queda.

—Top… estoy muy a gusto.

—Y yo también —susurra Top y en la penumbra de la estancia ve brillar los ojos de Hydra se abrazan más fuerte y así están un buen rato. Top necesita afecto y cariño y Hydra necesita dárselo. Los dos quieren mirarse a los ojos y sin darse cuenta sus labios tropiezan en un apasionado y largo beso. Hydra separa su boca para pedir.

—Top abrázame fuerte… Muy fuerte. —Y empieza a jadear. Top siente que algo muy agradable le ocurre y susurra.

—Hydra… Hydra. —Y así pasan largos minutos, sin desear moverse, las mejillas de los dos se humedecen de sudor, hasta que Top dice—. Tengo que ir al baño necesito refrescarme.

—Anda ve —le contesta Hydra mecánicamente. Top entra deprisa en el baño, se quita pantalones y ropa interior está todo empapado, siente un poco de vergüenza, suerte que tiene un chándal colgado en la percha; se lava, se lo pone y sale del baño.

—Hydra mira que soy torpe al ir a refrescarme la cara me he mojado todos los pantalones y he tenido que cambiarme.

Hydra está mirando a Top fijamente con una sonrisa feliz y socarrona. Porque sabe perfectamente lo que le ha pasado, lo misma que a ella pero ella no tiene problema.

—No te preocupes Top esto puede ocurrirle a todo el mundo aunque no sea torpe —le consuela Hydra con un pequeño tono burlón que él no pilla.

—Gracias Hydra —agradece él su comprensión. Se sientan en silencio, relajados y felices. Un buen rato después anuncia Hydra.