De la cuna vamos a la luna

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Características generales

El primer mes de vida es el inicio de sus impresiones del mundo y un tiempo maravilloso para entregar todo nuestro cariño y preocupación al pequeño ser que llega a nuestro hogar. En esta primera etapa debemos encargarnos de satisfacer sus necesidades básicas de bienestar: alimentación, muda, sueño, abrigo y, por cierto, estimulación.

Dado que en este periodo el bebé pasa la mayor parte del día durmiendo, debemos aprovechar sus tiempos de vigilia —es decir, cuando esté despierto— para acariciarlo, conversarle, abrazarlo y entregarle todo el amor que sentimos por él o ella. Estos momentos son particularmente sensibles a los estímulos lingüísticos, por ejemplo, conversaciones sencillas. Tenga presente que sin lenguaje no hay desarrollo de la memoria, por lo tanto, es muy importante expresarle verbalmente sus sentimientos y pensamientos, aun cuando no tenga la capacidad de comprender. Más adelante comenzará a demostrar en forma más clara y evidente los estímulos acumulados en estas primeras interacciones.

En esta etapa se siente atraído por las sonrisas y las palabras que se le dirigen; comienza a manifestarse con algunos movimientos de su cuerpo y es también capaz de girar su cabeza.

Es importante proporcionarle la suficiente tranquilidad, seguridad y confianza para establecer un estrecho vínculo afectivo y así desarrollar sus capacidades. El vínculo emocional es lo que actualmente se conoce como el apego, y es la relación y el amor que se va creando entre el bebé y la persona que está cuidándolo permanentemente (en general, la madre). La calidad de este contacto afectivo tendrá una importancia fundamental en áreas tan significativas como la confianza, la seguridad y la empatía.

1 ÁREA SOCIOEMOCIONAL

Acarícielo, arrúllelo, sonríale.

Aliméntelo en brazos.

Entréguele mucho cariño a través de besos y suaves masajes.

Convérsele a una distancia cercana, de tal forma que logre mirarle los labios.

Cántele suaves melodías.

Mézalo suavemente, sosteniendo su cabeza.

Acurrúquese a su lado para que sienta su calor.

Colóquele música suave durante los periodos en los cuales esté despierto.

Sáquelo a lugares iluminados y tranquilos.

Tómelo en brazos con confianza y seguridad.

Aliméntelo con tiempo y tranquilidad.

2 ÁREA MOTRICIDAD

Ábrale sus manos con suaves masajes.

Ponga su dedo en la palma de su mano para que se la apriete.

Déjelo mover libremente su cuerpo.

Mueva suavemente sus brazos y piernas.

Cámbielo de posición: de espalda, de barriguita, de lado, etc.

Cuando lo mude, ejercite sus piernas, por ejemplo, estirándolas y doblándolas.

Póngalo de barriguita para que mueva su cabeza de un lado a otro.

Tómele sus manos y hágale suaves masajes en las palmas y en el resto de su cuerpo.

3 ÁREA COGNITIVA Y LENGUAJE

Haga sonar suavemente objetos cerca de sus orejitas.

Convérsele a cada momento, sobre distintas situaciones de la vida diaria.

Llámelo por su nombre, y también coméntele los nombres de su familia.

Respóndale con palabras y sonrisas ante cualquier manifestación de expresión.

Muéstrele sus manitas, descríbaselas y convérsele sobre las acciones de manipulación que podrá realizar con ellas.

Muéstrele un objeto en volumen y llamativo a una distancia aproximada de 20 centímetros de sus ojos, y muévalo de un lado a otro en forma lenta y pausada.

Hágale escuchar distintos sonidos rítmicos.

4 ALGUNOS LOGROS REPRESENTATIVOS

Reaccionar al afecto.

Girar su cabeza.

Mover su cuerpo.

Mirar con alguna atención diferentes objetos.

Emitir sonidos.

Reaccionar a los sonidos.

Características generales

En el segundo mes comienza a exteriorizar diversas respuestas, ligadas a la satisfacción de necesidades básicas. A esta edad el bebé muestra reflejos posturales y reacciones a los cambios de posición o equilibrio. Sus percepciones acerca del mundo van cambiando al madurar su control muscular. Es capaz de mantener más firme su cabeza y esto le permite tener una visión distinta de las cosas que lo rodean. Visualmente, prefiere las personas a los objetos. Manifiesta un especial agrado al sentir la cercanía y la voz de la madre; esto es de suma importancia, ya que es el cimiento de la relación entre ambos.

Al final del segundo mes manifiesta sus primeros esbozos de sonrisas. Por esta razón, es muy importante entregarle todo nuestro cariño a través de conversaciones, juegos suaves y el cuidado diario que requiere para seguir creciendo y desarrollando una profunda comunicación afectiva. Debemos tener presente que las interacciones físicas y afectivas, junto con la aplicación de situaciones de estimulación, van incrementando su desarrollo cognitivo.

Las caricias del padre y la madre hacia el bebé, además de producirle la sensación de afecto, estimulan la adopción de ciertas posiciones que provocarán reacciones posturales, las que tienen gran importancia para su desarrollo motriz, dado que se reconocen como una valiosa preparación para todo el proceso de la marcha que se manifestará más adelante.

1 ÁREA SOCIOEMOCIONAL

Acarícielo, mézalo, aliméntelo en brazos.

Háblele con voz suave y pausada.

Enséñele las personas cercanas, mencione sus nombres y genere un tipo de contacto afectivo.

Estimule a la familia para que colabore en el cuidado del bebé.

Sonríale en los diferentes momentos de interacción.

Ponga al bebé en la silla-nido cerca de la ventana o en algún lugar donde pueda observar la naturaleza.

Respóndale con manifestaciones de cariño a su primer esbozo de sonrisa.

2 ÁREA MOTRICIDAD

Póngalo de barriguita, apoyándoselo sobre su vientre, para que intente levantar su cabeza.

Toque las plantas de sus pies.

Acaricie las palmas de sus manos.

Hágale suaves masajes en todo su cuerpo.

Mientras lo muda, déjelo con sus piernas libres, para que intente dar pataditas al aire.

Ayúdelo a cambiar de postura.

Póngalo de espalda y tómelo suavemente de sus brazos, de manera tal que trate de sostener su cabeza.

Pásele objetos pequeños (cascabeles), para que los sostenga en su mano.

Sostenga a su bebé por debajo de sus brazos mientras sus pies tocan una superficie.

3 ÁREA COGNITIVA Y LENGUAJE

Preséntele objetos sonoros y hágalos desaparecer.

Cuelgue sobre su cuna objetos de colores brillantes para que el bebé los observe. Póngale objetos adecuados que no causen daño, para que pueda explorarlos a través de su boca.

Ponga su dedo meñique en su boca para que lo succione.

Póngale objetos sonoros y estimúlelo a mover sus manos.

Convérsele a cada momento, con sonrisas y cambios de voz suaves.

Repítale los sonidos que emite.

Hágalo escuchar sonidos más intensos sin provocarle situaciones de susto.

4 ALGUNOS LOGROS REPRESENTATIVOS

Reaccionar al afecto.

 

Afirmar su cabeza.

Mover sus manos.

Mirar con alguna atención diferentes objetos.

Emitir sonidos.

Reaccionar a los sonidos.

Extender sus piernas.

Echar su cabeza hacia atrás y hacia adelante.

Girar su cabeza de un lado al otro.

Características generales

Al tercer mes se caracteriza por manifestar las primeras sonrisas sociales. Descubrirlas a cada momento es un hecho verdaderamente significativo, porque sentimos una gran alegría al saber que se comunica y que responde a nuestros cariños y preocupaciones. Emite una mayor cantidad de sonidos a modo de conversación. Comienza a jugar con los sonidos del habla. Fija su mirada con atención en las cosas que le mostramos y así también demuestra reacciones de búsqueda al escuchar los sonidos del sonajero. Logra mantener su cabeza erguida al cambiarlo de posición.

Le encanta que le conversen, lo tomen en brazos y le inventen juegos graciosos con los sonidos de juguetes, las canciones con cambios de tono y los movimientos suaves de su propio cuerpo.

El ambiente que lo rodea debe ser rico en estímulos visuales y auditivos. La presencia de imágenes, móviles y objetos en su entorno cercano facilitará las habilidades perceptuales, lo que le permitirá fortalecer la velocidad de las redes neuronales de su cerebro. En los primeros meses de vida los bebés ya tienen preferencias visuales; en otras palabras, manifiestan un mayor tiempo de atención frente a una determinada imagen.

En este periodo, el enriquecimiento de los estímulos que le brindemos durante nuestras interacciones diarias traerá enormes beneficios en su actividad motora, su orientación espacial y sus capacidades de adaptación al entorno.

1 ÁREA SOCIOEMOCIONAL

En los momentos de alimentación, muda y cambio de ropa, proporciónele variados estímulos ambientales, por ejemplo: póngale música, cántele algunas canciones, recite cortas rimas, muéstrele y agítele móviles.

Entable conversaciones alternadas con risas con el bebé para que espontáneamente manifieste sonrisas, aleteos, balbuceos.

Celebre cada uno de sus logros.

Háblele cada vez que esté despierto.

Póngale música que considere diversos repertorios.

2 ÁREA MOTRICIDAD

Siéntelo por algunos periodos en el coche o silla nido.

Cuando el bebé esté de espaldas levántelo suavemente tomándolo de los antebrazos y llevándolo a la posición sentada, de manera que mantenga la cabeza erguida.

Póngalo de barriguita y, con la barbilla apoyada en su mano, retírele el apoyo por unos segundos.

Ponga al bebé de barriguita apoyado sobre un cojín, dejándole los brazos libres hacia delante.

Pásele objetos de diferentes tamaños y formas de un tamaño adecuado para que ejercite la prensión.

Levántelo con sus manos aferradas a sus dedos.

Durante el baño de espalda, afirmado de su antebrazo, dele la oportunidad para que patalee en el agua.

3 ÁREA COGNITIVA Y LENGUAJE

Párese detrás del bebé y haga sonar un cascabel, un teléfono móvil, un juguete de goma o un llavero, primero a un lado y luego al otro lado, para que busque la fuente del sonido.

Muéstrele objetos cerca de sus ojos y muévalos de un lado al otro para que el bebé los siga con la vista.

Pásele objetos como sonajeros para los tome y los agite o los mueva.

Háblele y repítale palabras sencillas como mamá, papá, en forma pausada, acentuando claramente las diferencias.

Ponga sus manos frente a sus ojos para que las observe e invente diálogos divertidos entre una mano y la otra.

Repítale los sonidos que va emitiendo.

4 ALGUNOS LOGROS REPRESENTATIVOS

Manifestar sonrisas sociales.

Mantener la cabeza erguida.

Inclinar la cabeza hacia adelante.

Sostener objetos en sus manos.

Cerrar la mano en puño.

Mirar con atención los objetos que se mueven.

Emitir sonidos.

Intentar localizar la fuente del sonido.

Características generales

En el cuarto mes permanece más tiempo despierto y alerta que en los meses anteriores. Tiene mayor capacidad para percibir y disfrutar lo que lo rodea. Al acostarlo boca abajo ya tendrá la fuerza suficiente como para levantar por algunos momentos tanto la cabeza como los hombros, apoyándose en sus antebrazos. Esta nueva posibilidad le permitirá observar desde otro ángulo todo lo que sucede a su alrededor.

El tacto es uno de los primeros sentidos que se desarrolla y durante los primeros meses forma parte del sistema sensorial más maduro. Disfruta, por ejemplo, con la succión de su pulgar. Puede tomar pequeños juguetes al colocárselos en sus manitos. Su visión ha aumentado, por lo que tiene la habilidad de seguir un objeto en movimiento. En esta etapa también empieza a desarrollar su percepción del color, la profundidad y la distancia.

Los bebés muestran mayor interés por el ambiente, repiten acciones que producen resultados (como agitar un sonajero), reaccionan a la información sensorial y reproducen situaciones que al principio fueron por azar. Inicia la expresión de sonidos que se aproximan más a los que se utilizan en el lenguaje de los adultos. Sonríe y también comienza a reírse de los juegos cariñosos y divertidos. Sonreír y balbucear forma parte de los principales hitos sensoriales y cognoscitivos de la primera infancia; estos son posibles gracias al rápido desarrollo del cerebro.

En este mes una gran parte de sus reflejos iniciales desaparecen poco a poco, permaneciendo aquellos que cumplen funciones protectoras, como parpadear, bostezar, toser, estornudar.

1 ÁREA SOCIOEMOCIONAL

En los momentos de alimentación, muda, cambio de ropa, proporciónele variados estímulos ambientales. Por ejemplo, póngale música, cántele algunas canciones, recite rimas cortas, muéstrele y agite móviles, exprésele gestos a través de distintos juegos de mímica, dele muchos besos “sonoros”.

Establezca diferentes diálogos con el bebé, alternando risas y señas con las manos que describan lo que está conversando, para que espontáneamente manifieste sonrisas, aleteos corporales y balbuceos.

Celébrele cada uno de sus logros.

Háblele cada vez que esté despierto, sobre distintos temas que están sucediendo en el momento. Por ejemplo, “hoy vendrán de visita tus abuelos y saldremos de paseo…”.

Hágale cariños en su cuerpo, tóquele cada uno de los dedos de las manos y los pies, su espalda, cuello, barriguita, etc., con suaves masajes.

Convérsele y exprésele sus sentimientos sin inhibiciones; por ejemplo: “¡Venga, mi niño lindo!, ¿dónde quieres un besito?, ¡qué feliz soy de tenerte a mi lado!”; “¡Quiero mirarte durante mucho rato!, ¡me gusta decirte que te quiero!, ¡me encanta verte contenta!, ¡te quiero mucho, mucho…!”.

Sáquelo de paseo por lugares tranquilos.

2 ÁREA MOTRICIDAD

Coloque al bebé boca abajo con los brazos flectados adelante y muéstrele objetos llamativos, para que intente alzar el tórax por algunos momentos.

Ponga al bebé acostado de espalda y comience a levantarlo lenta y suavemente de los brazos hasta llegar a la posición sentada.

Póngalo en posición semisentado durante algunos momentos, apoyado en cojines.

Siéntelo en el coche o silla-nido a ratos durante el día.

Estando de espalda, muévale las piernas imitando movimientos de bicicleta.

Cuando lo bañe, estimúlelo para que patalee sobre el agua.

Manténgalo afirmado por las axilas para que sostenga su peso sobre las piernas por algunos segundos.

Entréguele objetos pequeños para que comience a tomarlos con sus manitos, como por ejemplo: pelotas de tamaños pequeños (como de ping-pong), frasquitos de plástico vacíos, tapas de pocillos de plástico y otros, cautelando los riesgos que se puedan presentar.

Póngale en su mano el chupete o un objeto similar para que intente llevárselo a la boca.

Anímelo para que se saque el chupete de la boca.

Tómelo en brazos y acérquelo a distintas superficies como mesas, muebles de cocina, lavamanos, muros, espejos, para que con sus manitas toque los bordes y los sienta.

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