El interior de tu convento

Tekst
0
Recenzje
Przeczytaj fragment
Oznacz jako przeczytane
Czcionka:Mniejsze АаWiększe Aa

Tengo en este lado una penita,

a ver si me la quitas.

Tengo en el otro esperanzas,

déjamela si te vas.

He visto ubres:

por resignación de chico,

por histerismo de joven,

por satisfacción de adulto,

por obligación veré de viejo.

Me quiero desgobernar.

Guerra tras guerra, ¿y qué se ganó?

Por los ojos han comido

y ven con la boca abierta.

Se te da tan mal agradecer

que llevas intentándolo todo el día.

Te propongo dos cosas,

comenzando

por una sonrisa

y terminando

porque me propongas.

Me da miedo verte y que digas:

«el tiempo lo cura todo

y aquí no pintas nada».

Me elevaste tan lejos aquella noche

que te vi ajustando mi reloj,

para que cayéramos los dos

al mismo tiempo.

Si dices mucho,

correrás el riesgo de estropearlo todo.

Si dices poco,

correrás el riesgo de no haber dicho lo suficiente.

Si no dices nada,

no correrás riesgo alguno.

Si no corres riesgo,

no disfrutas.

Bésala,

y si está enfadada,

bésala enfadada.

Los exitosos buscan siempre soluciones.

Los victimistas se preguntan:

«¿Por qué me pasa esto a mí?».

Si pasado un año sientes

que aún recorres tu camino,

tienes una fortuna.

Si pasado un año sientes

que aún estás en el mismo sitio,

tienes un problema.

Intentemos desligarnos

de la autocomplacencia

y del orgullo excesivo.

Al final, tú existías sin mí

y yo existía sin ti.

No se trata de competencia,

sino de superarnos.

No se trata de desafiarnos,

sino de coexistir.

Mi parlamento siempre pide

clemencia, que este ciudadano

deambula más solo que un uno

y se me escapa de las manos.

De cara a tu partida

sentí que no me daba la vida

y que se me iba el santo al cielo.

To koniec darmowego fragmentu. Czy chcesz czytać dalej?