Parterías de Latinoamérica

Tekst
0
Recenzje
Przeczytaj fragment
Oznacz jako przeczytane
Czcionka:Mniejsze АаWiększe Aa

Uno de los elementos más atractivos de esta obra es la mirada interseccional1 del análisis que realizan las autoras en sus capítulos donde nos explican cómo, tanto las mujeres-madre, como las profesionales que las acompañan fueron simultáneamente afectadas por las biopolíticas, y la medicalización e institucionalización de los partos en Latinoamérica, atravesadas por la suma de sus identidades en el momento de vivir sus procesos. Así, los capítulos logran poner en la mesa cuestiones complejas sobre etnicidad, clase y género que inevitablemente implican la existencia de las parterías diferentes que, en el continente, conviven y entran en conflicto entre sí.

Otro aporte académico destacable del libro es la continuidad que se brinda en el análisis, a todo lo largo del siglo XX y hasta el XXI. Por una parte, los capítulos presentan un panorama nacional desde la entrada de la medicalización e institucionalización del parto al inicio del siglo XX, y luego hacia las políticas de anticoncepción (o planificación familiar) y el cambio cultural de las familias entre las décadas de 1950 a 1970, hasta llegar en la época contemporánea al discurso de la salud sexual y reproductiva como un derecho humano, la tendencia de reivindicar la humanización de la atención del parto, y la re-emergencia de la partería profesionalizada, a través de las Casas de Parto y el retorno a la atención de los partos en casa en zonas urbanas donde ya había desaparecido dicha práctica.

Por otra parte, tenemos también el panorama simultáneo de la transición de las políticas internacionales y sus efectos a nivel latinoamericano sobre las parteras tradicionales e indígenas, desde el “indigenismo” e integración de las parteras tradicionales de mediados y finales del siglo XX, hasta el cambio de exclusión y exigencias de interculturalidad del siglo XXI. Todos son fenómenos que se sustentan y coinciden con lo que se ha investigado sobre la partería en otras partes del mundo; sin embargo, a la vez son procesos con características particulares de Latinoamérica que nos permite comparar y explorar cómo ha sido el ser mujer y el ser partera en este continente.

Es así que los capítulos del libro, cada uno a su manera y con su marco teórico y caso específico, responden a las interrogantes planteadas en nuestra convocatoria, aunque también dejan espacios para seguir explorando: ¿Cómo ha evolucionado la partería en países en vías de desarrollo diferentes de América Latina? ¿Cuál es el futuro de la partera latinoamericana profesional o tradicional? ¿Qué problemáticas nuevas están enfrentando las parteras en la era del extractivismo y el despojo? ¿Qué posibilidades tienen las parteras de movilización políticas para generar fuerzas colectivas? ¿Hay alguna posibilidad de articular las parterías en América Latina con la Medicina moderna que no sea de subordinación? ¿Qué dicen las mujeres latinoamericanas sobre la opción de atender su salud con parteras y a qué estarían dispuestas desde su ciudadanía para defender esta profesión tan golpeada arbitrariamente?

Sin embargo, a pesar del creciente interés hacia el tema de la partería, la investigación actual cuenta también con grandes vacíos. Dado que por siglos la partería se ha ubicado en una posición marginal en grandes partes del mundo, y que las parteras han sido históricamente estigmatizadas, existen varias cuestiones de suma importancia que no conocemos de su historia y por lo tanto, de su situación actual. Uno de estos vacíos es la visión más comparativa y genealógica de la evolución de la partería en varios países de América Latina. Mientras que hoy se encuentran diversos estudios exhaustivos y comparativos sobre el desarrollo histórico de la partería en los países occidentales –Norteamérica, Inglaterra y otros países europeos– tales exploraciones comparativas no existen en América Latina.

Otro punto aunque quizás no implique un vacío sino más bien representa un elemento importante para mantener presente en la investigación académica sobre la partería, es la definición misma de la partera. A lo largo de nuestra investigación sobre la partería (véase Laako, 2017), nos hemos enfrentado frecuentemente con este tema, incluso al editar la obra que tiene en sus manos. Esto está relacionado, en primer lugar, con la definición internacional de partera, la cual está sujeta al debate, incluso al conflicto. La organización internacional de parteras (International Organization of Midwives, IOM) define a la partera exclusivamente a partir de lo que entiende por “partera profesional”. Esta partera profesional se define por sus estudios y títulos oficiales que la acreditan nacionalmente como tal. Claro está, en muchos países del mundo –como México, por ejemplo– tales carreras de partería profesional casi no existen, por lo tanto, hay diversas controversias respecto a quiénes deberían avalar los títulos en cada estado del país, y cómo debería resolverse el tema de las cédulas profesionales (véase Sánchez, 2016 p. 209- 224). En este sentido, la definición implicaría que las “parteras” entonces están invisibilizadas en estos países, contrario a la evidencia empírica. Es por esta razón que se han generado otros términos, como “partera tradicional”, “partera empírica”, “partera indígena”, “partera profesionalizada”, que hacen referencia a las parteras no tituladas existentes, sin embargo, son definiciones también sujetas al debate mundialmente.

En segundo lugar, es también común, dado el proceso de unificación de las dos profesiones históricamente distintas de la partería y la enfermería, y eliminación de la carrera exclusiva de las parteras, hacer referencia a las enfermeras como parteras, o al revés. Esto no es necesariamente erróneo, ya que hoy en día muchas parteras profesionales se han formado primero como enfermeras, siendo ese el camino hacia la partería. Sin embargo, dado que las dos profesiones tienen raíces históricas distintas e incluso contrapuestas, quizás sería adecuado tomar en cuenta la evolución de las dos profesiones y sus significados diferenciados, dado que las enfermeras proceden de un bagaje absolutamente vinculado a la biomedicina hegemónica que nada tiene que ver con la formación sororal de la mayoría de las parteras.

En tercer lugar, en Latinoamérica tenemos también términos diferentes para hacer referencia a la partera. Por ejemplo, en el caso de Chile, con el término de la matrona se refiere a la partera profesional titulada, mientras que las parteras suelen ser las no tituladas. En casos como México, frecuentemente la “partera” se suele entender automáticamente como la partera tradicional o indígena dado que las parteras profesionalizadas están aún poco presentes en el panorama de la atención al parto. Por lo tanto, la “partera” genera la percepción del estereotipo de la abuela indígena rural y no su contraparte joven urbana de clase media con estudios universitarios. Sin embargo, ambas son parteras y se definen como parteras. Del mismo modo, hoy en países como México “la partera tradicional” puede ser la indígena pero puede también referirse a las parteras mestizas de clase media y baja, rural y urbana, así como también a las que resisten el sistema biomédico. Es por esta razón que incluso se ha sugerido que cuando se trata de reivindicaciones que hacen claramente referencia a los derechos indígenas, se utilice más bien el término de “partera indígena” (Laako, 2017). Estas cuestiones, evidentemente, también están sujetas al debate académico y social, e indica que dado todos los elementos en juego con el concepto de la partera, es mejor quitar el corsette que nos constriñe cuando hablamos de las parteras.

Con todo ese panorama antes expuesto, procedemos a menciona que este libro está compuesto de siete capítulos y 11 autoras. Empezamos por el capítulo “Matronas y parto hospitalario en Chile, 1950-1979” de María Soledad Zárate y Marisela González Moya en donde ellas documentan y visibilizan la historia de las matronas chilenas durante este período, sobre todo su papel estratégico en la hospitalización del parto. De esta manera, re-escriben la historia con base en fuentes de archivo para demonstrar el impacto que las matronas tuvieron en las políticas sanitarias en el siglo pasado.

En segundo lugar, se encuentra el capítulo “Dar a luz en el Perú. La partería en la encrucijada de las biopolíticas de medicalización del parto, siglos XIX a XXI” de Lissell Quiroz-Peréz que retoma el proceso de medicalización del parto, en este caso, en Perú del siglo XIX, y el detrimento de la partería tradicional como resultado de este proceso político sanitario. Concluye iluminando cómo este proceso contrasta hoy con la manera en que las diferentes parterías y formas de parir siguen presentes en el Perú.

En tercer lugar, presentamos el capítulo “El parto humanizado en la Argentina: activismos, espiritualidades y derechos” de Karina Felitti y Leila Abdala. Ellas retoman el proceso del siglo XX con sus políticas sanitarias y analizan la emergencia de la humanización del parto como parte de la segunda ola de feminismos contra la violencia obstétrica y violencia de género, que ha dado raíz a la tendencia de nuevas espiritualidades y derechos humanos en los partos en el caso de la maternidad en la Argentina, implicando, entre otras cosas, la revalorización de las parteras y los partos en casa.

En el capítulo cuarto, “La in-definición de la partería: Evolución del discurso sobre partería en la política pública sanitaria internacional 1990- 2017,” Ana Mateo González e Hilda Eugenia Argüello Avendaño exploran las políticas internacionales contemporáneas y su impacto en el papel de las parteras tradicionales en América Latina. En su análisis dan cuenta de la ambigüedad de la definición de las parteras y cómo esto ha permitido que en las políticas públicas sobre la partería las parteras tradicionales se hayan quedado en un rol residual. Argumentan que la definición de la partería tradicional fortalece su visibilidad en el contexto latinoamericano como un recurso de salud en los contextos vulnerables.

 

El capítulo quinto es una traducción de la atinada obra de Robbie Davis-Floyd “Emergencias de partos atendidos en el hogar en Estados Unidos y México. El problema de los traslados”, la cual nos sitúa en uno de los problemas contemporáneos más comunes en la praxis de la partería frente a una emergencia que requiere ser llevada al hospital; se refiere a los problemas de la articulación, en el sentido de que si el personal médico hegemónico de la institución a donde se haga el traslado es capaz de creer a la partera sobre la referencia de las condiciones en que se encuentra la paciente, todo los mecanismos desencadenantes irán hacia salvar la vida de esa mujer y su criatura; pero, si sucede que el saber “autorizado” del personal médico ignora la voz de la partera que refiere a la paciente, los resultados pueden ser fatales; y para asombro de quienes consideran que el mundo desarrollado es mejor en todos los sentidos, Davis-Floyd nos muestra sorprendentes similitudes de casos y sus procesos de articulación o no, entre Estados Unidos de Norteamérica y México.

En la recta final se ubica el capítulo “Partería tradicional en el marco normativo de cuatro países latinoamericanos: del reconocimiento a la ambigüedad” de Ollinca Villanueva y Graciela Freyermuth. En su capítulo, ellas retoman el tema de las parteras tradicionales, pero ahora en contexto nacional en términos de la tendencia de interculturalidad. Las autoras concluyen que a pesar de la cantidad de normas, manuales, guías y protocolos sobre los partos interculturales, el rol de la partera tradicional sigue siendo ambigua, a pesar de que son agentes de salud culturalmente representativas.

Y de esta manera concluimos con el capítulo “Diálogos sobre el nacimiento: tensiones entre la hegemonía biomédica y la autonomía de las mujeres. Santiago del Estero, Argentina” por Priscilla Badillo quien explora cómo la institucionalización de los partos genera condiciones para la violencia obstétrica, tomando en cuenta la subalternización de las profesionales del parto, las obstetras.

En términos de esta obra, se entiende que la partera es un/a profesional en el sentido de haber acumulado su conocimiento experto, en su sentido más amplio y no limitado a estudios escolarizados, sobre el acompañamiento de la mujer durante muchas etapas de la salud de su cuerpo, pero de manera especial del embarazo, el parto y el posparto, y que ejerce su profesión de forma consciente. En este sentido, las parteras protagonistas de este libro, son depositarias de una profesión con raíces históricas que han permanecido, sobrevivido y reedificado a la partería, por ello hemos solicitado a cada autora una definición y explicación que consideraran pertinente sobre las parteras protagonistas de sus investigaciones.

Por último queremos compartirles que la idea del título se explica así misma, por la resonancia de las situaciones de las parteras a lo largo de la historia y a través del mundo; sus caminos han sido en solitario (baste con evocar la imagen de la bruja o belladona, viviendo sola en el bosque acompañada de su gato; pero también rodeada de sus plantas medicinales, de sus rituales y sus prácticas sanadoras, sin dominio masculino, en libertad) y ese eco resuena desde el libro inspirador ya mencionado de Hilary Marland y Anne Marie Rafferty hasta cada uno de los capítulos de esta obra; lo que sigue es no dejar de reconocer que hay batallas comunes, que las huestes deben unir redes, nexos, lazos y objetivos para conseguir ganar una de las tantas luchas pendientes por la visibilización e influjo de los conocimientos de las mujeres para las mujeres. Deseamos que esta compilación, honre merecidamente a tantas ancestras injuriadas por la osadía de unir dos elipses entre sí: ser mujer y ser partera.

En San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México, agosto 2018,

Las Editoras

Bibliografía

Abreu, L., P. Bourdelais, T. Ortiz-Gómez y G. Palacios, 2006, Dinámicas de Salud y Bienestar: Textos y contextos, Edições Colibri y Universidade de Évora, Évora.

Argüello-Avendaño, Hilda y Mateo-González, Ana, 2014, “Parteras tradicionales y parto medicalizado, ¿un conflicto del pasado? Evolución del discurso de los organismos internacionales en los últimos veinte años”, LiminaR, Vol. 12, n° 2, pp. 13-29. http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=74531037002 Consultada el 7 de agosto de 2018.

Bello-Álvarez, Laura y Parada-Baños, Arturo, 2017, “Caracterización de la mortalidad materna en comunidades indígenas colombianas, 2011 a 2013. Estudio de los registros de vigilancia epidemiológica de casos centinela”, Revista Colombiana de Obstetricia y Ginecología, Vol. 68, n° 4, pp. 256-265. DOI: http://dx.doi.org/10.18597/rcog.2925 Consultada el 9 de agosto de 2018

Camacaro, Marbella, Ramírez, Mariangel; Lanza, Lissete; Herrera, Mercedes, 2015, “Conductas de rutina en la atención al parto constitutivas de violencia obstétrica”, Revista Utopía y Praxis Latinoamericana, Vol. 20, n° 68, pp. 113-120 http://www.redalyc.org/pdf/279/27937090009.pdf Consultada el 7 de agosto de 2018.

Carrillo, Ana María, 1999, “Nacimiento y muerte de una profesión. Las parteras tituladas en México”, Dynamis: Acta Hispanica ad Medicinae Scientiarumque Historiam Illustrandam, n° 19, pp. 67-190.

Carrillo, Ana María, 1998, “Profesiones sanitarias y lucha de poderes en el México del siglo XIX”, Asclepio n° 2, pp. 149-168.

Carrillo, Ana María, 2002, “Médicos del México decimonónico: entre el control estatal y la autonomía profesional”, Dynamis: Acta Hispanica ad Medicinae Scientiarumque Historiam Illustrandam, n° 22, pp. 351-375.

Carvajal, Rocío; Gómez, Milton; Restrepo, Natalia; Varela, María; Navarro, Cecilia y Angulo, Eliana, 2018, “Panorama académico y político que enfrentan las parteras tradicionales en América Latina”, Rev Cubana Salud Pública, Vol. 44, n° 3. http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-34662018000300012&lng=es&nrm=iso&tlng=es Consultado el 30 de agosto de 2018.

Craven, C., 2010, Pushing for Midwives: Homebirth Mothers and the Reproductive Rights Movement, Temple University Press, Filadelfia.

Davis-Floyd, R. y C. Sargent, 1997, Childbirth and Authoritative Knowledge: Cross-cultural Perspectives, University of California Press, Berkeley.

Davis-Floyd, R., 2001, “La partera professional: Articulating Identity and Cultural Space for a New Kind of Midwife in Mexico”, Medical Anthropology n° 20, pp. 185-243.

Ehrenreich, Barbara y English Deidre, 2006, Brujas, Parteras y Enfermeras. Una historia de sanadoras, Metcalfe & Davenport, Olmué.

Federici, Silvia, 2010, Calibán y la bruja: Mujeres, cuerpo y acumulación originaria, Traficantes de Sueños, Madrid.

García, Cleotilde y Cruz, Sabina, 2008, “La salud perinatal de la mujer en una comunidad indígena”, Ciencia Ergo Sum, Vol. 15, n° 2, pp. 149-154. http://www.redalyc.org/pdf/104/10415205.pdf Consultada el 11 de agosto de 2018.

Groh, E., 2003, Birth centre midwifery down under in Kirkham, Mavis. Birth Centres: A social Model from Maternity Care, Books for Midwives.

Janssen, P., Saxel, L. et al, 2009, “Outcomes of planned home birth with registered midwife versus planned hospital birth with midwifery or physcician”, Cmaj, Vol. 181, n° 6-7, pp. 377-383.

Jordan, B., 1993, Birth in Four Cultures: A Crosscultural Investigation of Childbirth in Yucatan, Holland, Sweden and the United States, Cuarta edición, Waveland Press, Inc., Long Grove.

Laako, Hanna, 2017, Mujeres situadas: Las parteras autónomas en México. México, ECOSUR, San Cristóbal de Las Casas.

Laako, Hanna, 2016a, “Understanding Contested Women’s Rights in Development: Latin American Campaign for Humanization of Birth and the Challenge of Midwifery in Mexico”. Third World Quarterly. http://dx.doi.org/10.1080/01436597.2016.1145046.

Laako, Hannah, 2016b, “Los derechos humanos en los movimientos sociales: los derechos reproductivos en el movimiento de las parteras en México”, Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales n° 227, pp. 167-194.

Laws, P. et al., 2014, Maternal morbidity of women receiving birth center care in New South Wales: A matched-pair analysis using linked health data”, Birth: Iusues in Perinnatal Care, Vol. 41, n° 3, pp. 268-275.

Marland, Hillary y Rafferty, Anne (ed.), 1997, Midwives, society and childbirth. Debates and controversies in the modern period, Routledge, Londres.

Michelet, Jules, 1987, La bruja. Un estudio sobre las supersticiones en la Edad Media, Akal, Madrid.

Organización de las Naciones Unidas, 2014, El Estado de las parteras en el mundo, ONU, Estados Unidos de Norteamérica.

Sánchez, Georgina, 2016, Espacios para parir diferente. Un acercamiento a Casas de Parto en México, ECOSUR y Asociación Mexicana de Partería, San Cristóbal de Las Casas.

Sánchez, Georgina (ed.), 2015, Imagen Instantánea de la Partería, ECOSUR y Asociación Mexicana de Partería, San Cristóbal de Las Casas.

Sarelin, A., 2014, “Modernisation of Maternity Care in Malawi”, Nordic Journal of Human Rights, Vol. 32, n° 4, pp. 331–351.

Shaw, D. et al., 2016,”Drivers of maternity care in high income countries: can health systems support women centered care”, The LanceT, Vol. 388, n° 10057, pp. 2282-2295.

Schroeder, L. et al., 2011, “Birthplace cost-effectiveness analysis of planned placed of birth: individual level analysis. Birthplace in England reserch programme”. Finale report part 5. NIHR Service Delivery and Organisation programme.

Staples, A., 2008, “El cuerpo femenino, embarazos, partos y parteras: del conocimiento empírico al estudio médico”. En J. Tuñón, Enjaular los cuerpos. Normativas decimonónicas y feminidad en México, COLMEX, México, pp. 185-226.

Walsh, D., 2007, Improving maternity services: Small is beautiful: Lesson from a Birth Centre, CRC Press, UK.

1 La interseccionalidad es una herramienta analítica para entender y responder a las maneras en que el género se cruza con otras identidades y cómo estos cruces contribuyen a experiencias únicas de opresión o privilegio, por ejemplo no es lo mismo ser una partera profesional de mediana edad, urbana de clase media y dueña de una Casa de Partos que labora por su cuenta que ser una partera empírica, joven, indígena que acompaña a mujeres indígenas embarazadas en una Casa Materna del Sector Salud sin salario alguno.