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Correspondencia Oficial e Inedita sobre la Demarcacion de Limites entre el Paraguay y el Brasil

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XXVI.
Recibo á la resolucion del Rey

Exmo. Señor: —

Asumpcion, 19 de Mayo de 1793.

Recibo la de V. E. de 18 de Abril de este año, en que me copia la del Exmo. Señor Duque de la Alcudia, que hace ver que debemos tener por nula la real instruccion de 6 de Julio de 1778, en cuanto à la demarcacion de los rios Igatimì é Ipané; y que debe seguir la linea por el Yaguarey ó Yaguarì y el Corrientes, segun mis ideas. Y enterado de ello, lo cumpliré cuando llegue el caso.

Nuestro Señor, &c.

XXVII.
Sobre los caminos de Chiquitos

Exmo. Señor: —

Asumpcion, 19 de Septiembre de 1793.

Doy recibo á la de V. E. de 16 de Agosto de este año, que incluye otra del Gobernador de Chiquitos de 31 de Marzo, y me ordena que esponga mi dictámen sobre la comunicacion de esta provincia con la de dicho Gobernador.

El acierto en la materia depende de las buenas noticias que por precision se han de adquirir en ambas provincias. Las que han de venir de Chiquitos, me parece, que debe V. E. exigirlas del Comisario de límites de Cochabamba, porque siendo facultativo y mas instruido que el Gobernador de aquella provincia, dicta la prudencia que se le prefiera para el caso; y tambien que se le envie un tanto de esta carta y de las noticias que dí à V. E. sobre los caminos à Chiquitos, el 30 de Abril de este año, para que le sirvan de gobierno. En ellas verà V. E. que Juan de Oyolas, fundador de esta ciudad, no hallò la menor dificultad en penetrar desde este rio al pueblo antiguo del Santo Corazon, y de él à Santa Cruz de la Sierra, y mucho mas adelante: ni despues en estos últimos tiempos la han hallado los bàrbaros Mbayás, ni quince Portugueses que poco há fueron de Albuquerque al pueblo de Santiago, sin que yo pueda combinar estos hechos y otras noticias, con las dificultades y escollos que refiere el Gobernador de Chiquitos en su carta, mirando como impracticable este camino, cuando muchos lo han transitado.

Sin duda carece de noticias, ó teme á los bárbaros Guaycurús, Payaguás, Guanás, Mbayás y otros: sobre lo cual todo lo ignora, porque de la nacion Guaycurú solo existe un varon: los Payaguás, sin faltar uno, estan en reduccion dentro de esta ciudad: todos los Mbayás habitan al este de este rio, menos una parciadidad que hay en el Chaco, pegada á él en los 21° 6' de latitud, esto es, tres leguas al sud de nuestro presidio de los Hermanos. Tambien los Guanás habitan en esta banda, menos muy pocos que viven en el Chaco, en el paralelo de 21° 56', distando de este rio ocho leguas, y son nuestros amigos, lo mismo que los Mbayás: de modo que, en el camino, desde nuestro pueblo de Santiago á Albuquerque, no existe bárbaro alguno, sino muy pocos de la nacion espantadiza, y en estremo pusilánime, llamada Guato, que navega en diminutísimas canoas la laguna que hay pegada á este rio, muy poco al norte de Albuquerque.

Tampoco hay nacion que pueda embarazar el tránsito desde Santiago á Coimbra, sino la Ninaquiguila, idéntica á la Guato, que habita un bosque que se ha de atravesar: pero este camino es malo, pantanoso, se inunda en las crecientes, y no tiene que beber cuando baja el rio. Las mismas dificultades, sin quitar ni poner, se hallarian si se quisiese comunicar los Chiquitos con el presidio de los Hermanos; por cuyo motivo tengo por escusado intentar esta comunicacion. Lo mismo digo del camino que de Santiago á las cercanias de Coimbra han traginado los Mbayàs para hostilizar à los Chiquitos, y estos para atacar à los Mbayàs en los últimos tiempos jesuíticos.

El tercer camino, que de esta provincia á la de Chiquitos abriò Domingo Martinez de Irala, y despues fué frecuentado de estas gentes que por él fueron á fundar à Santa Cruz de la Sierra, principia en la costa de este rio, en la latitud de 17° 57', segun lo avisé á V. E. dicho dia 30 de Abril, y es el mas cercano à los Chiquitos.

En estos hechos constantes me he fundado y fundo para afirmar resueltamente, que podemos comunicar con los Chiquitos, á pesar de cuanto dice y pueda decir su Gobernador que ignora la historia y la geografia de su provincia; pues si la supiese no hallaria dificultades en hacer lo que muchísimos han hecho antes, ni miraria como empresa el haber pasado desde Santiago á las taperas del Corazon, cuando este camino, en los últimos tiempos jesuìticos, era tan traginado como el de Getafe.

Tambien admiro, que dicho Gobernador proponga como preferible el camino por la boca del Jaurú, cuando tengo noticias que no la supo hallar cuando poco hà enviò una expedicion con este fin: pero, aun suponiendo posible esta idea, no la considero adoptable, porque corta ó toca el camino que los Portugueses llevan de Cuyabà à Matogroso. Ademas de que, es mucho mas breve el que se puede abrir por donde Irala fué à Santa Cruz, segun dije en mi oficio de 30 de Abril, à que me refiero.

Convengo con el Gobernador de Chiquitos en que los Portugueses no abriràn camino desde Albuquerque y Coimbra, con el fin de contrabandear, porque tienen los géneros de Europa tan caros, que el contrabando les seria tan perjudicial como útil à los Españoles: pero podràn abrirlo con la idea de sonsacar à nuestros indios para llevarlos à sus minas. Tambien podràn abrir ò frecuentar el del Barbado que menciona dicho Gobernador, con el mismo fin ó el de llevar ganados de Santa Cruz y Chiquitos à Matogroso: pues, aunque el referido Gobernador diga que los Portugueses no los necesitan, no puedo creerlo, porque sé que han comprado algunos caballos à los Mbayàs de esta provincia, y que los han llevado con infinita pena en canoas à Matogroso; lo que no harian si abundasen de cabalgaduras.

Ultimamente, en dicho mi oficio de 30 de Abril verà V. E. los caminos que me consta haber sido frecuentados desde la orilla de este rio à los Chiquitos; y que por consiguiente se pueden frecuentar, sin que por esto se entienda que son los únicos: pues si se buscan por un sugeto instruido, y capaz de hacer un mapa de sus investigaciones, no dudo que se hallaràn practicables, no solo los que he indicado, sino tambien otros quizas mejores. Para lo cual, si estuviese en mi mano, para no perder la ocasion que hay en el dia, y quizas no habrà en siglos, mandaria al Comisario de lìmites de Cochabamba, que por si, ò sus subalternos facultativos, prolongase el mapa que ha hecho de Chiquitos hasta el rio Paraguay, ò por lo menos se acercase á él lo que pudiese, sin dejarse ver de los Portugueses: pues de este modo, y sabiendo que los Paraguayos tienen facilidad de navegar este rio hasta el Jaurù, seria facil determinar con acierto y elegir el camino. Bien que mi dictàmen es, que no se debe abrir hasta que los Lusitanos hayan evacuado á Coimbra y Albuquerque, porque desde estos puntos nos embarazan el tránsito siempre que quieran.

Con este motivo me ha parecido del caso esponer à V. E. brevemente mi plan, del modo y por donde debe abrirse la referida comunicacion, suponiendo que los Portugueses nos dejan los presidios que tienen en la costa de este rio; pues sin esta circunstancia miro muy trabajosa dicha comunicacion, respecto à que las tierras que hay al sur de dichos presidios se inundan en tiempo de crecientes, y el resto del año no tienen que beber.

Yo mandaria hoy mismo al Gobernador del Paraguay que formase una poblacion de españoles ò pardos en la costa este de este rio, al sud y cerca del llamado Corrientes ó Appa, repartièndoles las bellas tierras inmediatas. Hecho esto, ordenaria la demolicion de nuestro presidio de los Hermanos, y dispondria que de Santa Cruz o Cochabamba pasasen españoles à formar otra poblacion en la orilla è inmediaciones de la laguna que hay pegada al rio Paraguay, al oeste de èl, muy poco al norte de Albuquerque, dando à estos pobladores las tierras inmediatas que fueron del antiguo pueblo del Corazon. Con esto, sin costear presidios, quedaria franco el camino desde aquí al pueblo de Santiago, y con las escalas competentes à proporcionadas distancias.

Hecho esto, que miro como muy factible y de poco ò ningun costo, por lo menos en lo que hace á la poblacion paraguaya, dispondria, despues de exactos reconocimientos, fundar otra poblacion cerca del rio Paraguay hácia la latitud de 18°, que es el sitio que eligiò Domingo Martinez de Irala, y en el cual mandó á Nuflo de Chaves que hiciese una poblacion, con la idea de asegurar la comunicacion del Paraguay con los Chiquitos y el Perú; y que no se fundó por la desobediencia de dicho Chaves, quien con la gente destinada por Irala para ello, pasò à fundar la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.

Esta poblacion nos aseguraria una segunda comunicacion con los Chiquitos, investigaria las minas de oro y diamantes que, segun dige á V. E. en 30 de Abril, presumo que existen en la sierra cercana de San Fernando, y finalmente observaria de cerca à los Portugueses, los contendria en sus lìmites, y nos daria las proporciones necesarias para participar de las minas Portuguesas, y aun para poseerlas en lo futuro.

Es cuanto se me ofrece sobre el particular, en cumplimiento de la órden de V. E., que con mayores luces podrà determinar lo que convenga.

Nuestro Señor, &c.

XXVIII.
Para que se nombre por segundo Comisario al teniente de navio D. Martin Boneo

Exmo. Señor: —

Asumpcion, 13 de Abril de 1784.

Este correo he recibido sin carta un nombramiento del Exmo. Señor D. Juan Josè de Vertiz, su fecha 21 de Diciembre de 1783; en el cual, despues de nombrarme S. E. comisario de la primera subdivision de la 2.ª partida, declara deberme suceder el teniente de la escolta D. Manuel Rosas; y á ambos el ingeniero D. Pedro Cerviño. Pero, como no se haga mencion en dicho nombramiento del teniente de navio D. Martin Boneo, à quien recibí en mi partida en virtud de una copia rubricada por el Señor D. José Varela, en que el mismo Señor Vertiz le declara mi segundo con fecha de 10 de Diciembre de 1783, me ha parecido preciso hacer presente à V. E., que el caràcter de dicho Boneo padecerà el desaire de no ser reputado por los Portugueses, y que no tendrà el lugar que requiere su graduacion en mi partida.

 

Estas consideraciones me hacen suplicar á V. E., á fin de que le caracterice de mi segundo y sucesor, prefiriéndole á dicho Rosas y Cerviño; pues de lo contrario Boneo no tendrà carácter, porque el de mi segundo con que vino, se le ha quitado en dicho nombramiento.

Nuestro Señor, &c.

XXIX.
Para que nombre tercer gefe de partida á D. José Bolaños

Exmo. Señor: —

Asumpcion, 13 de Marzo de 1787.

Habièndose retirado de mi pàrtida el comandante de su escolta D. Manuel de Rosas, que tenia el carácter de tercer comisario, y venido en su lugar D. José Bolaños, sin que traiga asignado carácter de tercer comisario, me ha parecido preciso hacerlo presente à V. E. para que se lo declare, ya sea enviàndome nuevo nombramiento, como el de 12 de Mayo de 1784, ó como á V. E. pareciere.

Nuestro Señor, &c.

XXX.
Retiro de D. Martin Boneo

Exmo. Señor: —

San Joaquin, 29 de Mayo de 1791.

La adjunta representacion es de mi segundo, el teniente de navio D. Martin Boneo, quien hace presente á V. E. el estado de su salud, y pide el retiro de esta partida. En cuanto à lo primero, no puedo informar á V. E. sino que de algun tiempo á esta parte he notado torpeza en su oido; y en cuanto á lo segundo, debo decir que dicho Boneo no podria aliviar mi trabajos de la demarcacion, y que con los subalternos que me quedan lo podré verificar sin que él me haga falta.

En cuyo concepto, y para ahorro de la real hacienda, considero preciso que V. E. mande retirar á su cuerpo à dicho oficial; á quien he dado licencia para que pase á la Asumpcion à esperar la òrden de V. E., que por hallarme yo muy distante se podria dirigir al interesado, y mejor al Gobernador Intendente de la provincia, para que cuanto antes cese la gratificacion que tiene por un objeto que no ha de cumplir.

Nuestro Señor, &c.

XXXI.
Sobre quedar retirado D. Martin Boneo

Exmo. Señor: —

Asumpcion, 19 de Setiembre de 1791.

Por el oficio de V. E. de 18 de Julio ùltimo, quedo impuesto de hallarse separado de mi partida D. Martin Boneo, teniente de navio y segundo comisario de ella: cuya determinacion he comunicado al resto de la partida, y principalmente al Ministro de Hacienda, para que, enterado de ella, sepa que ha de cortarle su asiento y gratificacion.

Nuestro Señor, &c.

XXXII.
Al Gobernador, sobre el retiro del carpintero

Exmo. Señor: —

13 de Noviembre de 1788.

Habièndome hecho presente Pedro Guillermo Rodriguez, que por sus achaques y cortedad de vista no podia continuar el servicio de carpintero en la partida de mi mando, le he concedido su retiro, cuya plaza convendrà que no se dè à otro hasta el tiempo preciso en que haya de salirse à demarcar, haciendo presente à V. E. que he tomado la referida determinacion, consultando el ahorro de los reales intereses.

Nuestro Señor, &c.

XXXIII.
Reconocimiento del Igatimí

Asumpcion, Noviembre 16 de 1791.

Recibì la de V. S. de 14 del corriente, en que me copia lo que el Exmo. Sr. Virey le ordena, relativo à que acuerde conmigo la pràctica del reconocimiento del Fuerte de Nuestra Señora de los Placeres, que se supone situado en la costa septentrional del rio Igatimí por los Portugueses: y como este particular se trató en la junta que hicieron ayer, me ha parecido escusado esponer aquí lo que se me ofrece, y V. S. solicita.

Nuestro Señor, &c.

XXXIV.
Sobre que los Portugueses ofrecen evacuar á Albuquerque

Asumpcion, Enero 2 de 1792.

Recibí la de V. S. de 23 de Diciembre próximo pasado, en que me copia la novedad que le comunica el Sr. Virey, quien la ha tenido por el Exmo. Sr. Ministro de Estado, de que los Portugueses habian mandado evacuar la poblacion de Albuquerque, situada al occidente del rio Paraguay, sin verificar lo mismo con la de Coimbra: y aunque estas noticias no pertenecen al trozo de linea divisoria que me està asignado, con todo quedo enterado de ellas para lo que pudiera ofrecerse en lo futuro.

Nuestro Señor, &c.

XXXV.
Sobre la extension de la Provincia

Asumpcion, 13 de Enero de 1792.

Recibì el oficio de V. S. de 12 del presente, en que solicita saber si el Itapucú, que dista sesenta leguas, á poco mas ò menos, de nuestra Villa de Concepcion, pertenece à los dominios del Rey ó á los de Portugal en virtud del último tratado.

Las tierras de esta provincia, por aquella parte del norte, se estienden hasta el curso de un rio grande, que parece ser llamado Corrientes, que entra en el Paraguay por su costa este, en la latitud de 22° 4': en este concepto el parage llamado Itapucú, de que V. S. me habla, pertenece á esta provincia, por hallarse pocas millas al sud del mencionado rio.

Esto es lo que puedo contestar à V. S., porque es lo mas conforme al ùltimo tratado y à lo que me he de arreglar en mi demarcacion: pues, aunque se ha creido por algunos que nuestras tierras debian acabar en el rio Ipané-guazú, y esto mismo parece que quieren los Portugueses, yo no variaré mi concepto, ni admitirè otro lindero que dicho rio Corrientes, hasta que S. M. disponga otra cosa.

Con que solo resta añadir, que los Gobernadores de esta provincia, D. Jaime San Just y D. José Martinez Fontes, creyeron que las tierras que median entre los rios Ipané-guazú y dicho Corrientes pertenecian á esta provincia; y por tanto hicieron merced de ellas al pueblo de Belen, el primero con fecha de 9 de Marzo de 1761, y el segundo de 22 de Noviembre de 1762.

Con este concepto considero, que V. S. tiene legítimo derecho y precisa obligacion de requerir y embarazar todo establecimiento estrangero en dicho Itapucú, y en todas las tierrras que median entre los rios Ipané-guazú, y el Grande que corre de este à oeste, desembocando en el del Paraguay hácia la latitud de 22° 4', y pocas millas al norte del Itapucú: pues, aunque no està señalada la lìnea divisoria, y por tanto no se puede saber á punto fijo el lindero que S. M. aprobará, con todo, puedo asegurar á V. S. que lo dicho me parece lo mas conforme à las reales intenciones y á los tratados celebrados últimamente: y esto basta para que, mientras no nos conste otra real determinacion contraria, nos atengamos á lo dicho y defendamos lo que nos parece corresponder en justicia.

Nuestro Señor, &c.

XXXVI.
Al Gobernador, sobre límites

Muy Señor mio: —

Asumpcion, Junio 14 de 1794.

Recibo la de V. S. de 7 de los corrientes, en que, despues de copiarme la real resolucion para que confrontemos nuestras observaciones, me hace relacion de lo que sabe del curso del rio Corrientes y de lo que sobre él ha escrito à la superioridad; que es justamente lo mismo que he hecho saber al Rey muchos años há: de modo que, las noticias de V. S. vienen á ser las mismas que tengo, y fundado en ellas escribí á V. S. en 7 de Enero de 1792 cuando V. S. las ignoraba. Y como desde entonces no haya ocurrido otra novedad que la órden que V. S. me copia, nada me resta que añadir.

Nuestro Señor, &c.