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Panorama de la parteras

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3.2.3.2 Respuesta social en salud

La respuesta social en salud, especialmente de territorios afrocolombianos, desde un enfoque antropológico y sociológico, está ligada a una concepción religiosa, donde Dios es considerado el ser supremo, el cual es el creador y quien designa la ruta y trasformación de la vida, tanto de los seres humanos como de la naturaleza. La cultura afrocolombiana considera que la relación con ese ser supremo se realiza a través de mediaciones y mediadores. Es así como las ánimas, que son las almas de los muertos, los antepasados y los santos son considerados como figuras protectoras y mediadoras ante Dios (Bernal, 1996; Sánchez, 1998; Pantoja, 2008).

La naturaleza es considerada el espacio por el cual Dios se manifiesta o se materializa, y esta materialización se da a través de elementos del ambiente, como esteros, manglares, bocanas, mar, ríos, quebradas, cementerios, etc., a los que las poblaciones afrocolombianas le dan un significado particular de beneficio en relación con Dios y en contraposición el maleficio asignado a espíritus malos (Bernal, 1996; Sánchez, 1998; Pantoja, 2008).

En la cultura afrocolombiana encontramos dos tipos de espíritus: los buenos y malos, los cuales influyen significativamente en la vida del hombre. En la cosmovisión afrocolombiana personajes como “el duende” y “la tunda” son espíritus que viven en sitios naturales que hacen parte de la vida cotidiana del afrocolombiano, como las aguas, minas, bosques y manglares. Estos espíritus son considerados generalmente dañinos y son utilizados para la enseñanza social y moral a través de relatos de leyendas (Bernal, 1996; Sánchez, 1998; Pantoja, 2008).

El manejo del tiempo también es fundamental en la cultura afrocolombiana. Es así como el futuro no existe y este solamente le pertenece a Dios, debido a que él es el único ser que habita en el más allá, mientras que el pasado es el referente fundamental y permanente, lo que conlleva que el pueblo afrocolombiano sea dependiente de la tradición en toda su manera de actuar en el presente; es por eso que es muy importante no romper con el pasado. Los afrocolombianos, ante situaciones del presente como una enfermedad, fiesta, muerte, velorio, etc., están ligados a prácticas tradicionales del pasado, como los cantos, rezos, rituales, entre otros, y se consideran eventos de relevante importancia que detienen los ritmos cotidianos de la vida para asumir estos acontecimientos (Bernal, 1996; Sánchez, 1998; Pantoja, 2008).

Esta cosmovisión de lo religioso y del tiempo en los afrocolombianos son condicionantes para las formas de vida, prácticas culturales, procesos de adaptación o cambios socioculturales, y específicamente para el caso de la salud, se refleja en las prácticas tradicionales del manejo del proceso salud-enfermedad (Bernal, 1996; Sánchez, 1998; Pantoja, 2008).

La respuesta social en salud afrocolombiana tiene una fuerte relación entre la naturaleza, la religiosidad y las relaciones sociales entre los individuos. El concepto de salud en los afrocolombianos está ligado al de desarrollo humano o etnodesarrollo, donde su historia, cultura, formas de producción económica, organización social colectiva, el territorio y los recursos propios hacen parte de su salud y calidad de vida. Es aquí donde los agentes comunitarios en salud, como las(os) parteras(os), curanderos, sobanderos, entre otros, ejercen un papel fundamental en la comunidad y gozan de un gran reconocimiento comunitario que los convierte en líderes en sus respectivas comunidades (Bernal, 1996; Sánchez, 1998; Pantoja, 2008; Bonfil, 2006).

El tipo de conocimiento médico y sus prácticas en salud ejercida por estos agentes comunitarios tradicionales se basan en recursos de tipo espiritual, botánico, objetos naturales y materiales con significados y simbologías, que son utilizados para procesos curativos y de conservación de salud de las personas (Bernal, 1996; Sánchez, 1998; Pantoja, 2008; Bonfil, 2006).

Este estudio encontró que en el distrito de Buenaventura no se cuenta con una base de datos de la oferta de los servicios tradicionales en salud en el área urbana, pese a la indagación realizada en la Secretaria Distrital de Salud y en organizaciones propias como Consejos Comunitarios Afrocolombianos y organizaciones indígenas. No se hallaron datos de proveedores tradicionales en salud, lo que no permitió tener un registro oficial del número de agentes tradicionales presentes en el distrito.

Sin embargo, se obtuvo conocimiento del funcionamiento en la ciudad de una agremiación de parteras tradicionales denominada Asociación de Parteras del Pacífico Colombiano (Asoparupa), la cual tiene presencia en el territorio desde hace 28 años y se ha dedicado a la conservación del saber ancestral de las parteras y el uso sostenible de las plantas medicinales, nutricionales y aromáticas. Esta asociación ha tenido una fuerte presencia en el distrito, especialmente en relación con los servicios de salud para el desarrollo de las acciones colectivas de salud.

Este estudio pudo establecer, a través del método bola de nieve, para toda el área urbana de Buenaventura, el número de agentes tradicionales, y de estos, el número de parteras(os) presentes en el distrito. Para la fase cuantitativa se diseñó y aplicó un instrumento estructurado que indagó, en esta población, variables demográficas y sociales de la actividad propia como partera/o y de la oferta del servicio de partería. Para la fase cualitativa se realizó una guía de entrevista semiestructurada que indagó categorías como búsqueda de atención del servicio de partería, satisfacción de la atención por parte del servicio de partería, integración actividades de partería con servicios de salud, organización de parteras(os). Se entrevistaron nueve personas entre parteras, funcionarios de salud y usuarias de servicios de salud maternos, y se realizaron dos grupos focales con parteras. Esta información fue recolectada entre junio de 2015 y julio de 2016 por dos encuestadoras y un supervisor de trabajo de campo.

Se encontró un total de 557 agentes tradicionales en salud en el área urbana del distrito de Buenaventura, y de estos 146 (26,2 %) eran parteras(os) que se lograron encuestar para este estudio. Igualmente, se contactaron y se logró identificar, por referencia de la comunidad, a 110 personas adicionales como parteras(os). De ellos 37 (33,6 %) personas rechazaron participar del estudio, 23 (20,9 %) estaban de viaje al momento de la encuesta, 15 (13,6 %) refirieron las personas de la comunidad que murieron, ocho (7,2 %) manifestaron que ya no eran parteras(os) por la edad, la salud y la religión y 27 (54,5 %) trabajaban y no se encontraron al momento de la encuesta, de acuerdo a la información referida por su familia.

3.2.4 Características sociodemográficas

De las 146 personas encuestadas que se autoreconocieron como parteras/os en este estudio (Tabla 16), el promedio de edad fue de 65 años, con un valor mínimo de 23 años y máximo de 92 años. El sexo que predominó fue el femenino, con el 92,5 % (135), mientras que el masculino fue de 7,5 % (11). La etnia con mayor porcentaje fue la afrocolombiana; se encontró que la mayor parte de entrevistados se encuentran sin compañero(a) permanente al momento de la encuesta, y para el 79 % de los entrevistados su nivel académico está entre ninguno y primaria. Respecto a su procedencia, el 74,6 % de las parteras/os son de otro municipio de la costa Pacífica y el 60,3 % han vivido la mayor parte de su vida en Buenaventura. En cuanto a la afiliación a la seguridad social, el 78,1 % pertenecen al régimen subsidiado.

Tabla 16. Características sociodemográficas de las(os) parteras(os) encuestados en el distrito de Buenaventura, Colombia. Julio de 2016


CaracterísticaFrecuenciaPorcentaje
Sexo
Femenino13592.5
Masculino117.5
Etnia
Indígena21.3
Afrocolombiano13794.5
Mestizo64.1
No sabe/no responde10.7
Presencia compañero(a) permanente
Sin compañero (a)9665.7
Con compañero (a)4935.6
Sin dato10.7
Nivel de estudios
Ninguna5336.3
Primaria6242.4
Secundaria2819.2
Técnico/tecnólogo32
Procedencia
Buenaventura2919.9
Otro municipio costa Pacífica10974.7
Otro municipio del Valle del Cauca53.4
Otro municipio de Colombia21.4
Cali10.7
Residencia mayor parte del tiempo
Buenaventura8860.3
Otro municipio costa Pacífica4933.6
Otro municipio del Valle del Cauca21.4
Otro municipio de Colombia42.8
Cali21.4
Otro país20.7
Afiliación a SGSS
Contributivo2216.5
Subsidiado11183.4
Pobre no asegurado138.9

Fuente: elaboración propia a partir de las encuestas a agentes tradicionales en salud en Buenaventura (año).

 

En la Tabla 17 se presentan otras características sociales. En el 43,1 % de los casos, las(os) parteras(os) viven con su familia; el 82,8 % refiere tener alguna pertenencia religiosa, siendo la católica la de mayor predominancia con un 57.8 %; en el 93,4% de los casos la religión le permite realizar su ejercicio como partera(o).

Tabla 17. Otras Características sociales de las(os) parteras(os) encuestados en el distrito de Buenaventura, Colombia. Julio de 2016


CaracterísticaFrecuenciaPorcentaje
Pertenencia religiosa
Si
No
No sabe/no responde
Clase de religión
Católica7057.8
Evangélica3226.4
Cristiana1411.5
Bautista10.8
No sabe/no responde43.3
Religión permite ejercicio partera/o
Si11393.4
No54.1
Sin dato32.5
Vive con su familia
Si13693.1
No85.5
No sabe/no responde21.4

Fuente: elaboración propia a partir de las encuestas a agentes tradicionales en salud en Buenaventura

3.2.5 Características de la actividad de partera(o)

Las/os parteras/os realizan otras labores complementarias en su actividad en salud; las que presentaron mayor porcentaje fue la de yerbatera(o) y sanador(a), con 69,2 % (n=83) y 56,8 % (n=101), respectivamente. Estas dos ocupaciones ofrecen los servicios de cura del mal de ojo, el espanto de tierra y de agua, el pasmo, preparación de botellas curadas, bebedizo para la fertilidad y para limpiar la matriz, entre otros.

La variable edad en la cual aprendió el oficio no siguió un parámetro normal, por eso se presenta en medianas. La mediana de edad a la cual aprendió el oficio fue de 20 años, con un rango intercuartílico entre 15 y 30 años. Respecto a la persona que le enseñó a ser partera(o), los encuestados refirieron que en un 70,3 % (n=102) fue un familiar, mientras que para un 11,7 % (n=17) fue otro agente tradicional y para el 17,8 % (n=26) fue otra persona.

En cuanto a si ha recibido capacitación o cualificación para desempeñar esta actividad en salud, el 57,9 % (n=84) no ha recibido capacitación y el 42,1 % (n=61), sí. De los que recibieron capacitación, esta fue brindada en el 19,2 % (n=28) por personal y servicios de salud, en el 21,2 % (n=31) por otro agente tradicional y en el 2 % (n=2) por Organizaciones No Gubernamentales (ONG).

Se indagó acerca de si las(os) parteras(os) realizaban otra actividad laboral, encontrándose que el 63,4 % (n=92) no realiza otra actividad laboral, mientras que el 36,5 % (n=53) si lo hace. De estas, el 71,7 % (n=38) lo hace en trabajos informales; el 17 % (n=9) en trabajos de soporte social, como madres FAMI, hogares comunitarios y farmacias; el 9,4 % (n=5) son agricultores(as) y mineros(as) y el 3,8 % (n=2) no respondió.

Respecto a la remuneración, el 63,4 % de las(os) parteras(os) encuestadas(os) reciben mensualmente por ejercer su actividad menos del salario mínimo establecido para 2016 ($644 350), pero el 17,6 % reportan recibir otro tipo de reconocimiento diferente al dinero, como presentes, regalos, oro, mercado, alimentos, etc.

Al indagar su pertenencia a una asociación o agremiación para su oficio de partera(o), el 92,5 % (n=135) dice no pertenecer a ninguna asociación y el 7,5 % (n=11) sí pertenecen a alguna.

3.2.6 Oferta de los servicios de partera(o)

Con relación a la oferta del servicio de partera(o), la Tabla 18 muestra que un 79,4 % de las(os) parteras(os) no cuentan con un espacio en la vivienda para ejercer su oficio; no obstante, de los que sí cuentan con este espacio, el 72 % tienen todos los elementos o implementos de dotación para ejercer su actividad. El 88,3 % refriere no necesitar personal auxiliar para desarrollar su labor y de los que sí requieren de personal auxiliar, el 87,5 % cuentan en el momento con dicho personal.

Tabla 18. Características de la actividad de parteras(os) de los encuestados en el distrito de Buenaventura, Colombia. Julio de 2016


CaracterísticaFrecuenciaPorcentaje
Espacio en casa para actividad partera(o)
Si2517.1
No11679.4
No sabe/no responde32.0
Espacio con elementos o dotación completa
Si1872
No416
No sabe/no responde312
Personal auxiliar para actividad de partera(o)
Si1610.9
No12988.3
Sin dato10.6

Fuente: elaboración propia a partir de las encuestas a agentes tradicionales en salud en Buenaventura (año).

Con relación a la atención, un 23,4 % (n=34) de las(os) parteras(os) reportan atender diariamente una persona, dos personas un 56,5 % (n=82), tres personas un 13,8 % (n=20) y más de cuatro personas un 6,8 % (n=10). En promedio las/os parteras(os) son consultados por la misma persona al mes unas cinco veces, lo que equivale a en un 23,5 %, y el promedio de tiempo por consulta es de 15 minutos para el 39,2 %. El tratamiento que realizan las(os) parteras(os), al igual que el procedimiento, varía entre uno y otro, sin embargo, se pudo establecer que las dos prácticas rutinarias que ellas(os) realizan con mayor frecuencia son el uso de hierbas en un 70,83 % (n=102) y sobijos/masajes en 95 % (n=133).

Respecto al contacto por parte de las(os) parteras(os) con los servicios de salud, se pudo establecer que solamente el 16,4% (n=24) tienen contacto para actividades relacionadas con su trabajo, mientras el 83,5 % (n=122) no tienen ningún tipo de contacto con estos servicios.

Adicional a estas cifras, la fase cualitativa presenta un panorama de las percepciones de las(os) parteras(os), funcionarios de salud y mujeres usuarias de los servicios de salud y parteras(os) respecto a la situación de la actividad de partería en Buenaventura.

3.2.7 Búsqueda de la atención y satisfacción

En general el grupo de entrevistados considera que la búsqueda de atención, así como la satisfacción de los servicios prestados en partería, se debe a que las mujeres y sus familias las(os) prefieren, porque el trato hacia la embarazada es mejor, más cálido, más humano y de mayor confianza. Igualmente, los entrevistados refirieron que les permite mantener las comodidades de su hogar y la proximidad con su familia, tal como se observa en los siguientes relatos.

“Hay partos que son un día, dos días, tres días, a mí me ha tocado dormir en casas ajenas para atender un parto. Yo le doy mis tomas y hago los pringres” (MF7-partera, comunicación personal, 28 de octubre de 2016).

“Me consultan porque soy una buena partera. No van al puesto de salud porque las tratan mal y las gritan mucho, en cambio nosotros le damos cariño” (BMS1-partera, comunicación personal, 28 de octubre de 2016).

“Tengo tres hijos y los tres los parí en casa. A los tres les hice control, pero a la hora de parir prefiero no ir al hospital, porque en experiencia anterior, una señora adulta estaba dando a luz y estaba gritando, parece que tenía un dolor desesperante, pues cada hijo trae su dolor, la señora decía ‘ay me voy a tirar’, y las enfermeras le decían tírate y así dejas de joder tanto” (RA3-usuaria materna, comunicación personal, 29 de octubre de 2016).

“En uno de los partos, pare tres días con sus noches para tenerlos y no fui al hospital, lo tuve en mi casa, porque no voy a ir que me traten mal” (TN12-partera, comunicación personal, 29 de octubre de 2016).

“La desigualdad entre el hospital y la casa, en tu casa la partera te atiende los 40 días hasta que te deja estable, en el hospital usted va a parir y ya, lo sacan, lo bañan, como a perro, ¿entiende? Usted sabe que en su casa lo atienden mejor, porque le dan su bebedizo” (FI5-usuaria materna, comunicación personal, 29 de octubre de 2016).

Sin embargo, algunas de las personas entrevistadas consideran que el trabajo de la partería está perdiendo su valor cultural y de cohesión social entre las personas, y que el reconocimiento como personas líderes se está dejando de lado:

“La gente es muy mal agradecida, porque si usted los parteó, uno es la segunda mamá y deben respetarlo a uno, pero los papás no les enseñan, eso da nostalgia” (AP9-partera, comunicación personal, 18 de noviembre de 2016).

3.2.8 Capacitación o cualificación

Con relación a la capacitación recibida por las(os) parteras(os), existen diferentes percepciones por parte de los entrevistados; mientras los funcionarios de salud manifiestan que se han realizado talleres de capacitación para las(os) parteras(os), los entrevistados encargados de ejercer la partería en la zona urbana de Buenaventura manifiestan que no han recibido invitaciones y no han asistido a capacitaciones dirigidas a esta población. Otros señalan que la han recibido a través de la Asociación de Parteras del Pacífico (Asoparupa), que tiene influencia en la zona.

“Yo he recibido capacitación, más de diez capacitaciones, desde que existía el hospital central. También por medio de Asoparupa. Las capacitaciones han sido de dos, tres y hasta cinco días” (MC2-partera, comunicación personal, 28 de octubre de 2016).

“El distrito ha realizado capacitaciones para cualificar a las parteras. En dos años ha realizado cuatro talleres. El último taller se realizó ahora en diciembre del año pasado” (EG6-funcionario de salud, comunicación personal, 18 de noviembre de 2016).

“No, no conozco de actividades de capacitación, no recibo capacitación para mi profesión por parte de salud, lo poquito que he aprendido desde hace tiempo y ahora ha sido por hablar y cambiar ideas con otras parteras” (FI5-partera, comunicación personal, 29 de octubre de 2016).

“Solo se de capacitación por Asoparupa, pero solo a las que pertenecen a ellas, nosotras que no estamos, no nos han capacitado” (PR11-partera, comunicación personal, 19 de noviembre de 2016).

3.2.9 Reconocimiento de los servicios de salud por parte de las parteras

Las(os) parteras(os) reconocen los servicios de salud como una institución de importancia para la atención de las embarazadas; además consideran que para la atención que ellas(os) realizan, un procedimiento indispensable para poder ejercer su actividad como partera(o) es que sus usuarias tengan el control prenatal. Adicionalmente, opinan que las actividades que los médicos, enfermeras y parteras/os realizan con las embarazadas son complementarias.

 

“Remite a las embarazadas; vaya donde el médico tal o al hospital tal, es necesario que consulte” (MF7-partera, comunicación personal, 28 de octubre de 2016).

“Yo no atiendo mujeres embarazadas sin el papel del control. Si no tienen el papel del control o las veo amarillas, no las atiendo, porque tienen la hemoglobina bajita y pueden tener una hemorragia en el parto. Yo las mando al servicio de salud” (BMS1-partera, comunicación personal, 28 de octubre de 2016).

3.2.10 Tratamiento del servicio de salud con las parteras

Con respecto al trato que los servicios de salud dan a las(os) parteras(os), los entrevistados mencionan que es irrespetuoso, desobligante y agresivo; que no existe un reconocimiento de los conocimientos de las(os) parteras(os) por parte de enfermeras y médicos, principalmente, y de igual manera por parte de trabajadores de los servicios de salud, como por ejemplo los de servicios generales. Aunque consideran que existen pocas excepciones en algunos profesionales, especialmente los funcionarios de salud con mayor edad, que los tratan con respeto y consideran sus conocimientos.

“Uno si está concientizado. Los médicos y las enfermeras son los que deben concientizarse. Es a la institución que le toca darle charlas o algo para concientizarlos y que escuchen y trabajen y nos acepten a las parteras, para que nos den las pautas a seguir. Así como uno comete errores, ellos también cometen errores y hasta horrores. ¿Qué pasa? Que si nos comunicamos podemos ser mejores” (GF001-partera, comunicación personal, 29 de octubre de 2016).

“A veces uno se encuentra a médicos que le dicen las agüitas que les das, pero hay otros médicos, la mayoría, que le ponen a uno su cara de revolver. Entonces uno se siente cohibido, como apretado, uno no le tiene confianza al médico” (AP9-partera, comunicación personal, 18 de noviembre de 2016).

“A veces voy con las maternas y las dejo en la puerta. Hasta ahí en la puerta, a uno lo dejan por fuera, no dan comunicación, así sea la función que uno tenga, ni nada, entonces así uno no tiene confianza” (PR11-partera, comunicación personal, 19 de noviembre de 2016).

“Yo me identifiqué como partera con mi carnet, y solo decían: “espere, que todavía no es hora”. Les dio lo mismo que dijera que yo era partera(o). No son capaces de decir: “venga, ayúdela a pastorear en la sala que caminan”. Les dio como si nada” (MC2-partera, comunicación personal, 28 de octubre de 2016).