Romanos

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II. EL TEMA DE LA CARTA: EL EVANGELIO, LAS BUENAS NUEVAS QUE HABLAN DE LA JUSTICIA DE DIOS, DADA LIBREMENTE “A TODO AQUEL QUE TIENE FE” (Judíos y Gentiles).

Pablo no se avergonzaba de este mensaje, pues, según explica, es el instrumento usado por Dios para salvar a los pecadores. (Ver Gálatas 1:6-9). 1:16,17.


1:16,17 (VARV) 16 Porque no me avergüenzo del evangelio: porque es potencia de Dios para salud á todo aquel que cree; al Judío primeramente y también al Griego. 17 Porque en él la justicia de Dios se descubre de fe en fe; como está escrito: Mas el justo vivirá por la fe. 1:16,17 (VR. 1960) 16 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. 17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.

Las dos doctrinas principales de Romanos están expuestas en los versículos 16 y 17 del capítulo primero de la epístola (1:16, 17). Parece como si estos dos versículos fueran el “texto” (el tema) y el resto de la carta, el “sermón” (la explicación y prueba del tema). Estas dos doctrinas principales son:

A. La salvación por la fe sola.

El evangelio revela la “justicia de Dios” (ver nota 2, E en la página 60), la cual es dada a todo aquel que cree. Como mostraremos detalladamente más adelante, el pecador obtiene la justicia “por medio de la fe” ―no por guardar la ley de Dios. Sólo por la fe el injusto recibe la justicia perfecta; o sea, que se le otorga la justicia de Dios, y en esta base de la justicia que le es dada, en la que descansa su justificación (puesto en buena relación con Dios y, consecuentemente, declarado libre de culpa y condenación). (Ver nota 1, A en página 50).

B. La libre oferta de salvación a todos los hombres sin excepción.

La oferta de salvación, bajo la única condición de fe, es hecha a todos los hombres sin excepción ―judíos y gentiles. Muchos judíos creían que Dios mostraría misericordia solamente a aquellos que pertenecían a la nación de Israel. Si un gentil quería ser salvo, los judíos pensaban que debía someterse a la ley de Moisés, ser circuncidado y, de esta forma, convertirse en miembro de la nación judía; después Dios le salvaría. Pablo muestra que esto no es así. Todo aquel que cree el evangelio, sin distinción de raza y sin distinción de cualquier otra clase o circunstancia, tiene prometida la salvación.

Debe notarse que el evangelio predicado por Pablo ya se había enseñado en el Antiguo Testamento; por ello, para establecer la doctrina de la justificación por la fe, que es el evangelio, y tema de la epístola, cita a Habacuc 2:4. Sin embargo, antes de desarrollar el tema de la justificación por la fe, Pablo, desde el capítulo 1:18 hasta el capítulo 3:20, establece el hecho de que todos los hombres son pecadores, y muestra que ni uno sólo puede ser justificado por su obediencia personal a la ley.

III. TODOS LOS HOMBRES ESTÁN BAJO EL PODER DEL PECADO Y, CONSECUENTEMENTE, CARECEN DE JUSTICIA PROPIA; POR LO TANTO, NADIE SERÁ JUSTIFICADO POR LAS OBRAS DE LA LEY, PUES NADIE LA HA GUARDADO. 1:18-3:20.

A. Los gentiles son pecadores y carecen de justicia personal. 1:18-32.

El propósito de Pablo en esta sección (1:18-32) es mostrar que los gentiles son pecadores y sin justicia personal. Debido a su condición pecaminosa, es imposible que sean justificados (absueltos o puestos en buenas relaciones con Dios) en base a lo que hubieran obrado, ya que, juzgados por sus propias obras, serían inaceptables para Dios y, por tanto, condenados; pues sólo bajo la condición de una justicia perfecta puede Dios aceptar al hombre. Dado que los gentiles no tienen justicia propia, no pueden ser justificados, a menos, naturalmente, que se les provea de tal justicia y pueda obtenerla. Cristo ha provisto la justicia necesaria, pero Pablo no les explica esto hasta que ha establecido primordialmente el hecho de que el hombre necesita tal justicia ―¡que no puede ser salvo sin ella!

1. Muestra a los gentiles que están expuestos a la ira de Dios porque, a pesar de poseer un conocimiento adecuado de la divinidad a través de las cosas por Él creadas, no le honraron, ni le dieron gracias. Porque ignorando Su verdad, se volvieron a los ídolos; cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes ―adoraron y sirvieron a dioses de su propia fabricación, en lugar de al Dios del cielo, que fue su Creador. 1:18-23.


1:18-23 (VARV) 18 Porque manifiesta es la ira de Dios del cielo contra toda impiedad é injusticia de los hombres, que detienen la verdad con injusticia: 19 porque lo que de Dios se conoce, á ellos es manifiesto; porque Dios se lo manifestó. 20 Porque las cosas invisibles de él, su eterna potencia y divinidad, se echan de ver desde la creación del mundo, siendo entendidas por las cosas que son hechas; de modo que son inexcusables: 21 porque habiendo conocido á Dios, no le glorificaron como á Dios, ni dieron gracias; antes se desvanecieron en sus discursos, y el necio corazón de ellos fué entenebrecido. 22 Diciéndose ser sabios, se hicieron fatuos, 23 y trocaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, y de aves, y de animales de cuatro pies, y de serpientes. 1:18-23 (VR 1960) 18 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; 19 porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. 20 Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. 21 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. 22 Profesando ser sabios, se hicieron necios, 23 y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.

a. Dios ha dado a la humanidad una adecuada revelación de Sí mismo (i.e., de su eterno poder y deidad ―su naturaleza invisible y atributos―), a través de las cosas por Él creadas. Sin embargo, los hombres, por su condición pecaminosa, ignoran y detienen la verdad acerca de Él. 1:18-20a.

Hodge observa que “el conocimiento de Dios no significa simplemente que hay un Dios, sino también el conocimiento de su naturaleza y atributos, su poder eterno y deidad (v. 20), y su justicia (v.32)”4 (Compárese Hechos 14:16,17).

b. Los paganos (gentiles) no tienen excusa, pues deliberadamente abandonaron el conocimiento de Dios y se volvieron a los ídolos. Nótese el lenguaje del versículo 25: “Los cuales mudaron la verdad de Dios en mentira, honrando y sirviendo a las criaturas antes que al Criador, el cual es bendito por los siglos. Amén” 1:20b-23.

Pablo no enseña aquí que los hombres tengan en la creación una revelación de Dios suficiente para llevarles a la salvación (pues muestra en Romanos 10:14-17 que solamente por el oír de Cristo y creyendo en Jesucristo como el Señor resucitado puede el hombre ser salvo. Ver nota 9 en página 118 y nota 10 en página 121). Sin embargo, el hombre sí tiene suficiente conocimiento de la existencia y naturaleza de Dios en las cosas que Dios mismo ha creado para hacerle responsable. El hombre está obligado a honrar y servir a Dios en la medida del conocimiento que de Él tiene. La idolatría y el rechazar la adoración y servicio al Dios verdaderos es, por lo tanto, inexcusable.

2. Debido a que los Gentiles cambiaron la verdad acerca de Dios por la mentira, y no le quisieron tener en sus pensamientos, Dios los entregó a toda clase de pecado. 1:24-31.


1:24-31 VARV 24 Por lo cual también Dios los entregó á inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de suerte que contaminaron sus cuerpos entre sí mismos: 25 los cuales mudaron la verdad de Dios en mentira, honrando y sirviendo á las criaturas antes que al Criador, el cual es bendito por los siglos. Amén. 26 Por esto Dios los entregó á afectos vergonzosos; pues aun sus mujeres mudaron el natural uso en el uso que es contra naturaleza: 27 y del mismo modo también los hombres, dejando el uso natural de las mujeres, se encendieron en sus concupiscencias los unos con los otros, cometiendo cosas nefandas hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la recompensa que convino á su extravío. 28 Y como á ellos no les pareció tener á Dios en su noticia, Dios los entregó á una mente depravada, para hacer lo que no conviene, 29 estando atestados de toda iniquidad, de fornicación, de malicia, de avaricia, de maldad; llenos de envidia, de homicidios, de contiendas, de engaños, de malignidades; 30 murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes á los padres, 31 necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia: 1:24-31 VR 1960 24 Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, 25 ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. 26 Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, 27 y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. 28 Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; 29 estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; 30 murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, 31 necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia;

Como Hodge observa: “Con frecuencia Dios castiga un pecado abandonando al pecador a cometer otros. Pablo repite esta idea tres veces, versículos 24, 26 y 28. Este abandono judicial está de acuerdo, o no es incompatible, con la santidad de Dios y la libre acción del hombre. Dios no incita al mal, ni tampoco lo refrena. Dios, refiriéndose al pecador, dice: Dejémosle solo (vs. 24-28)”5.

 

3. Los Gentiles no cometen estos pecados por ignorancia; pues saben (están completamente advertidos de ello) el decreto de Dios de que aquellos que cometen tales cosas merecen morir. A pesar de ello, no solamente cometen estos pecados, sino que aprueban a aquellos que los practican. 1:32.


1:32 VARV 32 Que habiendo entendido el juicio de Dios que los que hacen tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, más aún consienten á los que las hacen. 1:32 VR 1960 32 quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.

El conocimiento de que tales cosas son pecaminosas está escrito en el corazón del hombre. (Ver comentarios en el bosquejo de 2:12-16 y la Nota 5,B,1 en la página 82).

B. Los judíos son pecadores y carecen de justicia personal. 2:1-3:8.

Los judíos habían llegado a la conclusión falsa de que porque Dios había mostrado especial favor a su raza, esto les eximiría de la condenación; habían llegado a creer que la mera relación física con la nación israelita (por ser descendientes de Abraham) significaba su salvación (ver Lucas 3:7-9; Juan 8:31-47. Ver también el bosquejo de Romanos 9:1-13). En esta sección Pablo muestra que los Judíos (al igual que los Gentiles) son pecadores y por lo tanto expuestos a la ira de Dios.

1. El juicio de Dios se basará en el principio de justicia y será el mismo para todos los hombres, Judíos y Gentiles. 2:1-16.

Al juzgar a los Gentiles, los Judíos se condenan ellos mismos, pues son culpables de los mismos pecados.

a. Dios juzgará a los hombres de acuerdo con lo que hayan hecho ―conforme a sus obras. 2:1-11.


2:1-11 VARV POR lo cual eres inexcusable, oh hombre, cuaquiera que juzgas: porque en lo que juzgas á otro, te condenas á ti mismo; porque lo mismo haces, tú que juzgas. 2 Mas sabemos que el juicio de Dios es según verdad contra los que hacen tales cosas. 3 ¿Y piensas esto, oh hombre, que juzgas á los que hacen tales cosas, y haces las mismas, que tú escaparás del juicio de Dios.? 4 ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, y paciencia, y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía á arrepentimiento? 5 Mas por tu dureza, y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la manifestación del justo juicio de Dios; 6 el cual pagará á cada uno conforme á sus obras: 7 a los que perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, la vida eterna. 8 Mas á los que son contenciosos, y no obedecen á la verdad, antes obedecen á la injusticia, enojo é ira; 9 tribulación y angustia sobre toda persona humana que obra lo malo, el Judío primeramente, y también el Griego. 10 mas gloria y honra y paz á cualquiera que obra el bien, al Judío primeramente, y también al Griego. 11 porque no hay acepción de personas para con Dios. 2:1-11 VR 1960 Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo. 2 Mas sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad. 3 ¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios? 4 ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? 5 Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, 6 el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: 7 vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, 8 pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia; 9 tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego, 10 pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente y también al griego; 11 porque no hay acepción de personas para con Dios.

(1) A aquellos que con paciencia en bien hacer buscan la gloria y honor e inmortalidad, Dios les dará vida eterna.

(2) Pero a los rebeldes que no obedecen la verdad, sino que siguen a la maldad, para ellos será la ira y el enojo. (2:8).

(3) Dios no mostrará parcialidad de raza cuando juzgue el pecado, pues cada hombre será juzgado conforme a lo que haya hecho; si ha hecho bien, será salvo; si ha hecho mal, será condenado sin tener en cuenta si es judío o gentil (2:1-5, 9-11).

Aún cuando pudiera parecer que Pablo está enseñando que la salvación es por obras (2:1-11), no es este el caso, pues en 3:9-20 (ver el bosquejo) muestra que nadie será salvo por hacer bien, o sea, por los méritos de sus propias obras, porque nadie ha guardado la ley y nadie ha hecho el bien. Lo que Pablo resalta aquí es que SI acaso alguien, HACIENDO EL BIEN, cumpliera las demandas de la ley, entonces sí sería salvo. (Ver nota 1 en la página 50).

b. Dios juzgará a los hombres de acuerdo con la luz que hayan recibido ―conforme a la ley bajo la cual han vivido. 2:12-16.


2:12-16 VARV 12 Porque todos lo que sin ley pecaron, sin ley también perecerán; y todos los que en la ley pecaron, por la ley serán juzgados: 13 porque no los oidores de la ley son justos para con Dios, mas los hacedores de la ley serán justificados. 14 Porque los Gentiles que no tienen ley, naturalmente haciendo lo que es de la ley, los tales, aunque no tengan ley, ellos son ley á sí mismos: 15 mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio juntamente sus conciencias, y acusándose y también excusándose sus pensamientos unos con otros; 16 en el día que juzgará el Señor lo encubierto de los hombres, conforme á mi evangelio, por Jesucristo. 2:12-16 VR 1960 12 Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados; 13 porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados. 14 Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, 15 mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos, 16 en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.

(1) Los gentiles serán juzgados conforme a la ley escrita en el corazón humano: la ley de la naturaleza o conciencia.

En la creación, la ley de Dios fue escrita de manera clara y legible en el corazón del hombre, mas cuando Adam pecó la ley fue borrada y desfigurada. La conciencia del hombre se endureció, y su entendimiento se oscureció, al mismo tiempo que perdió la visión espiritual que le permitía leer con claridad la ley de Dios. Los gentiles (que no tienen otra revelación de la voluntad de Dios que la degradada ley escrita en el corazón) no serán juzgados de manera tan estricta como lo serán los judíos, a quienes se les dio una revelación mucho más clara de la voluntad de Dios en la ley de Moisés. Pero los gentiles serán juzgados y si han pecado, ¡perecerán! (2:12a). Si han hecho lo recto, se salvarán (2:14-16). Ver Nota 5,B,1,2, Y C,1 pp. 82 y 84.

(2) Los Judíos serán juzgados no solamente por la ley escrita en el corazón del hombre, sino también por la ley de Moisés, la ley escrita y revelada en las Escrituras del Antiguo Testamento. Pero la posesión de la ley escrita no implica salvación para los Judíos, a menos que la guarden. (Ser hacedor de la ley [2:13] significa guardarla en todos sus puntos, ¡completa y absoluta! Ver Santiago 2:10, 11; Gálatas 3:10; Romanos 10:5). Dado que los Judíos tenían una revelación más clara de la ley de Dios que los Gentiles, los primeros serán juzgados de manera mucho más estricta ―serán “juzgados conforme a la ley” (2:12b, 13). Si alguien la guardara, sería justificado (ver Nota 1, página 50). Pablo no dice que haya alguien que pueda (o sea capaz de) guardar la ley, sino que muestra lo que ocurriría si alguien la guardara (ver Nota 5 en pág. 80).

2. Cuando los judíos sean probados por la ley estricta de Moisés, entonces se mostrará que están justa y ciertamente expuestos a condenación, de la misma manera que los gentiles. 2:17-24.


2:17-24 VARV 17 He aquí, tú tienes el sobrenombre de Judío, y estás reposado en la ley, y te glorías en Dios, 18 y sabes su voluntad, y apruebas lo mejor, instruído por la ley; 19 y confías que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas, 20 enseñador de los que no saben, maestro de niños, que tienes la forma de la ciencia y de la verdad en la ley: 21 tú pues, que enseñas á otro, ¿no te enseñas á ti mismo? ¿Tú, que predicas que no se ha de hurtar, hurtas? 22 ¿Tú, que dices que no se ha de adulterar, adulteras? ¿Tú, que abominas los ídolos, cometes sacrilegio? 23 ¿Tú, que te jactas de la ley, con infracción de la ley deshonras á Dios? 24 Porque el nombre de Dios es blasfemado por causa de vosotros entre los Gentiles, como está escrito. 2:17-24 VR 1960 17 He aquí, tú tienes el sobrenombre de judío, y te apoyas en la ley, y te glorías en Dios, 18 y conoces su voluntad, e instruido por la ley apruebas lo mejor, 19 y confías en que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas, 20 instructor de los indoctos, maestro de niños, que tienes en la ley la forma de la ciencia y de la verdad. 21 Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas? 22 Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio? 23 Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios? 24 Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros.

La circunstancia de que los judíos, a pesar de gloriarse en el hecho de que la ley escrita les había sido dada a ellos, deshonraban a Dios quebrantándola, prueba que ellos también, al igual que los gentiles eran pecadores y sin justicia propia.

 

3. El valor de la circuncisión. 2:25-29.


2:25-29 VARV 25 Porque la circuncisión en verdad aprovecha, si guardares la ley; mas si eres rebelde á la ley, tu circuncisión es hecha incircuncisión. 26 De manera que, si el incircunciso guardare las justicias de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión por circuncisión? 27 Y lo que de su natural es incircunciso, guardando perfectamente la ley, te juzgará á ti, que con la letra y con la circuncisión eres rebelde á la ley. 28 Porque no es Judío el que lo es en manifiesto; ni la circuncisión es la que es en manifiesto en la carne: 29 Mas es Judío el que lo es en lo interior; y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no es de los hombres, sino de Dios. 2:25-29 VR 1960 25 Pues en verdad la circuncisión aprovecha, si guardas la ley; pero si eres transgresor de la ley, tu circuncisión viene a ser incircuncisión. 26 Si, pues, el incircunciso guardare las ordenanzas de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión como circuncisión? 27 Y el que físicamente es incircunciso, pero guarda perfectamente la ley, te condenará a ti, que con la letra de la ley y con la circuncisión eres transgresor de la ley. 28 Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; 29 sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios.

Pablo muestra que la mera manifestación ritual externa de la circuncisión no eximirá a los Judíos de la condenación ―es válida solamente para aquellos que siendo circuncidados guardan la Ley, en la cual los Judíos habían fallado. De otro lado, si un Gentil guardara la ley, la falta de circuncisión física no le impedirá recibir las bendiciones prometidas por la ley, pues no es el externo estado físico del hombre lo que Dios exige ―Dios mira al corazón del hombre y le juzga de acuerdo con su condición espiritual interna.

4. Anticipación y refutación de las objeciones judías 3:1-8.


3:1-8 VARV ¿QUÉ, pues, tiene más el Judío? ¿ó qué aprovecha la circuncisión?, 2 mucho en todas maneras. Lo primero ciertamente, que la palabra de Dios les ha sido confiada. 3 ¿Pues qué si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿la incredulidad de ellos habrá hecho vana la verdad de Dios? 4 En ninguna manera; antes bien sea Dios verdadero, mas todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado en tus dichos, Y venzas cuando de ti se juzgare. 5 Y si nuestra iniquidad encarece la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Será injusto Dios que da castigo? (hablo como hombre.) 6 En ninguna manera: de otra suerte ¿cómo juzgaría Dios el mundo? 7 Empero si la verdad de Dios por mi mentira creció á gloria suya, ¿por qué aun así yo soy juzgado como pecador? 8 ¿Y por qué no decir (como somos blasfemados, y como algunos dicen que nosotros decimos): Hagamos males para que vengan bienes? la condenación de los cuales es justa. 3:1-8 VR 1960 ¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿o de qué aprovecha la circuncisión? 2 Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios. 3 ¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula la fidelidad de Dios? 4 De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado en tus palabras, y venzas cuando fueres juzgado. 5 Y si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Será injusto Dios que da castigo? (Hablo como hombre.) 6 En ninguna manera; de otro modo, ¿cómo juzgaría Dios al mundo? 7 Pero si por mi mentira la verdad de Dios abundó para su gloria, ¿por qué aún soy juzgado como pecador? 8 ¿Y por qué no decir (como se nos calumnia, y como algunos, cuya condenación es justa, afirman que nosotros decimos): Hagamos males para que vengan bienes?

Brevemente el argumento se desarrolla así:

(1) Primera objeción: En vista de lo dicho, ¿qué ventaja hay siendo judío y circuncidado? Respuesta: Mucha, en todos los sentidos. En primer lugar, los Judíos tenían la Palabra de Dios (el Antiguo Testamento), 3:1,2. (2) Segunda objeción: ¿No ha prometido Dios ser el Dios de los judíos? ¿Puede Dios castigarles faltando a su promesa? Respuesta: Dios permanece fiel a Su Palabra a pesar de lo que los judíos han acumulado contra ellos mismos por causa de su propia infidelidad. 3:3,4. (3) Tercera objeción: Dios sería injusto si castiga a los judíos por su maldad, si es que la justicia de Dios es exaltada a causa de ella. Respuesta: Si este principio fuera verdadero, Dios no podría castigar a nadie, judío o gentil, y pensar así nos conduciría al absurdo de creer que es recto hacer lo malo para obtener lo bueno. 3:5-8.

C. Sumario y conclusión. 3:9-20

Sumario: Todos los hombres, judíos y gentiles, están bajo el poder del pecado y han fallado en guardar la ley de Dios; consecuentemente, no hay justo, ni aún uno. 3:9-18.


3:9-18 VARV 9 ¿Qué pues? ¿Somos mejores que ellos? En ninguna manera: porque ya hemos acusado á Judíos y á Gentiles, que todos están debajo de pecado. 10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; 11 No hay quien entienda, No hay quien busque á Dios; 12 Todos se apartaron, á una fueron hechos inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni aun uno: 13 Sepulcro abierto es su garganta; Con sus lenguas tratan engañosamente; Veneno de áspides está debajo de sus labios; 14 cuya boca está llena de maledicencia y de amargura; 15 sus pies son ligeros á derramar sangre; 16 quebrantamiento y desventura hay en sus caminos; 17 y camino de paz no conocieron: 18 no hay temor de Dios delante de sus ojos. 3:9-18 VR 1960 9 ¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado. 10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno;11 No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. 12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. 13 Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios; 14 Su boca está llena de maldición y de amargura. 15 Sus pies se apresuran para derramar sangre; 16 Quebranto y desventura hay en sus caminos; 17 Y no conocieron camino de paz. 18 No hay temor de Dios delante de sus ojos.

Conclusión: Dado que todos los hombres son pecadores y han fallado en guardar la ley de Dios, nadie será justificados por sus propias obras 3:19-20.


3:19-20 VARV 19 Empero sabemos que todo lo que la ley dice, á los que están en la ley lo dice, para que toda boca se tape, y que todo el mundo se sujete á Dios: 20 Porque por las obras de la ley ninguna carne se justificará delante de él; porque por la ley es el conocimiento del pecado. 3:19-20 VR 1960 19 Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; 20 ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.

Para la respuesta a la pregunta, ¿cómo el hombre pecador, falto de justicia propia, puede ser justificado?, véase la nota 1 continuación, y también el Bosquejo de Romanos 3:21-5:21, que viene acto seguido.

(El bosquejo continúa en la pág. 52)

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