Relatos sociológicos y sociedad

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Selección de autores

¿Cómo indagar simultáneamente en el contenido de publicaciones sociológicas, redes de producción de ellas y performatividad que logran los sociólogos estudiados? Ante la abundancia de sus trabajos sociológicos, sobre todo si la intención es cubrir el desarrollo histórico de los relatos, era necesario tomar opciones que restringieran el campo de estudio, que definieran una ruta relativamente acotada a seguir en la investigación. La decisión fue seleccionar la obra de unos pocos autores que constituyeran nodos centrales en las redes de elaboración de relatos sociológicos en el país y, a través de ellos, explorar las conexiones desplegadas, en un recorrido temporal que cubriera desde los inicios de la sociología, de la sociología institucionalizada, en el país.

Una estrategia alternativa podría haber sido comenzar por identificar relatos, hacer un mapeo de tales relatos y de allí identificar autores. Pero, ¿cómo hacer tal mapa?, ¿qué corpus seleccionar para ello?, ¿desde dónde partir? De cualquier modo que respondiera a tales preguntas, una vez identificado un conjunto de relatos podría dirigir la indagación hacia su red de producción. Esta sería una red compleja, con diferentes centros y agrupaciones. ¿Cómo abordarla? ¿Sería útil hacer un análisis de redes? En fin, es una estrategia que tiene sus potencialidades, pero también sus incógnitas y dificultades. El balance de beneficios y costos me llevó al camino finalmente adoptado, de poner el foco en tres autores y seguirlos.

Los tres autores fueron seleccionados dentro del grupo de los que son más citados en el campo de las ciencias sociales y de los que tienen más visibilidad en la esfera pública medial (Ramos, 2012b, 2014a, 2012a). Los tres sociólogos elegidos son conspicuos intelectuales, importantes creadores y difusores de conocimiento científico social, muy productivos, ampliamente reconocidos, dentro y fuera de la academia, y que han recibido distinciones nacionales e internacionales por su obra. Están entre los más leídos y citados del país durante los últimos 30 o más años. Los tres han aplicado extensamente las herramientas de la sociología para comprender y explicar la realidad social en que vivimos.

Hay algunos otros nombres que podrían haber sido elegidos. De hecho, tuve varios en carpeta. En listados iniciales consideré también a Manuel Antonio Garretón, Eugenio Tironi, Gabriel Salazar y, como exponente de una generación más reciente, a Alberto Mayol.

Garretón es un destacado intelectual público, con una obra reconocida, y cuya voz se ha escuchado en torno a la política y sociedad en Chile desde la década de 1970, e incluso antes, cuando formó parte del movimiento estudiantil en la Universidad Católica. Su producción y labor de difusión de sus ideas tiene una magnitud comparable a la de los autores seleccionados. Pese a que era un buen candidato, finalmente no lo elegí porque tenía, al menos en el período inicial, bastante superposición con Moulian, y mi intención era explorar zonas discursivas más marcadamente diferenciadas, más contrastantes. Por tanto, debía elegir entre ambos, y Moulian es el que deriva más marcadamente hacia la zona crítica que era importante aprehender.

Un muy interesante exponente de las narrativas sobre la sociedad es Norbert Lechner, quien agrega una dimensión subjetiva ausente en otros relatos. No lo incluí en el listado dado que opté por concentrar la atención en los sociólogos y la elaboración argumentativa desde tal disciplina9. A Jorge Larraín no lo consideré, por su larga ausencia del país, durante 20 años, y por su mayor reclusión en la academia. A Salazar, pese a que es historiador, en principio pensé incluirlo, por su formación como sociólogo en su doctorado y porque da forma a un relato marcadamente contrastante con el de los otros autores, con su atención a las luchas y movimientos populares y a lo que llama el “bajo pueblo”, aunque es un relato de menor difusión. También incluí al inicio a Eugenio Tironi, quien llega a establecer una conexión con el mundo de la empresa que los otros no tienen, y que muestra una deriva en sus redes de producción y una elaboración narrativa atractivas de indagar. Mayol, otro nombre en la lista inicial, refleja un nuevo tipo de relato, usando estilo y recursos diferentes, en conexión con una red de producción también contrastante.

Luego de un cierto trecho, tuve que decidir acotarme a solo los tres autores indicados. No resultaba razonable o estratégicamente conveniente tratar de abarcar más. Estudiar a todos los candidatos pensados, aunque resultaba sumamente atractivo, hubiera multiplicado textos, lecturas, análisis y escritura, de manera inmanejable. Agregar otros cientos de publicaciones para leer y analizar, con el derivado de al menos otras 300 páginas de escritura, era demasiado para este investigador y habría sido excesivo para el lector, que ya reclamará por la longitud del actual. Por otro lado, tal obra ampliada, en su elaboración, tendría que haberse demorado, al menos, otros tres años más.

De todos modos, si bien estos otros autores son excluidos como focos centrales de atención, no dejan de tener presencia en el libro. Emergen reiteradamente como actores ineludibles de la trama.

Métodos de recolección y análisis de información

La investigación siguió a los tres autores en sus trayectorias biográficas explorando sus redes de producción, las características de su obra y del relato sobre la sociedad que toma forma en ella. Con tal fin, las fuentes de información fueron: (1) cuarenta entrevistas realizadas a informantes estratégicos vinculados a tales trayectorias: colegas, colaboradores, amigos, parientes, autoridades, etc.; (2) material de prensa de todo el período histórico cubierto referido a nuestros autores y su obra (más de 200 artículos de prensa); (3) las publicaciones de los autores, realizando un registro y revisión exhaustivos de ellas, que suman más de 900, y el análisis posterior de tal producción; (4) la revisión y uso de documentos y materiales de diversa índole que sirvieran para proveer información sobre la trayectoria, instituciones de pertenencia y conexión u otras materias de relevancia.

Una tarea inicial, menos sencilla de lo que parece, fue armar el corpus de publicaciones de cada autor. Las publicaciones de estos autores están desperdigadas en revistas y libros, muchas de ellas de la etapa predigital, y a través del mundo, lo que dificulta encontrarlas. Brunner, si bien es el que cuenta con una obra más abundante y más dispersa internacionalmente, es también el que más facilita el trabajo, proporcionando listados de sus obras y poniendo en Internet parte de sus publicaciones. Aun así, tampoco sus registros están completos y varios textos no conseguí encontrarlos. De cualquier modo, el listado de publicaciones que se incluye al final de este libro reporta una proporción muy cercana a la totalidad y nada hace pensar que en obras no incluidas o no encontradas se halle algo significativamente diferente a lo revisado.

En la reconstrucción argumentativa constituyente de los relatos opero directamente con el material textual escrito por los autores, esforzándome por ser adecuadamente fiel a los textos, procurando entender y expresar las ideas contenidas en ellos, sustentando mis interpretaciones en ellos sin elaboraciones artificiosas. En la presentación empleo el propio léxico de los autores e intercalo citas que permiten captar no solo sus ideas, sino que también su propia “voz”: su estilo, retórica y forma narrativa. Atiendo a lo que los textos dicen y procuro transmitirlo, de manera sintética, en el libro. Pese a todo eso, por cierto, ineludiblemente, lo que presento es una traducción; realizada desde un lugar de observación diferente al de los autores estudiados. Toda lectura e interpretación de un texto lo es. Estoy leyéndolos desde mis inquietudes en el presente, el presente de la segunda década del siglo XXI, en un Chile que, según diversos analistas, estaría iniciando un nuevo ciclo político.

El análisis sigue el esquema previamente anotado. En base a él, junto con la identificación de la red de producción y el relato que se genera en ella, una preocupación analítica destacada es examinar la relación entre la red de producción, incluyendo las interacciones del autor dentro de ella, y la configuración del relato. Las controversias ayudan a precisar aspectos críticos de los relatos; en consecuencia, presto atención a varios debates en que entran los autores. En ellos se perfilan líneas centrales de los relatos al ser confrontados.

Se hizo un registro exhaustivo de las publicaciones de los tres autores, sumando 95910. De ellas, no accedí ni material ni digitalmente, a alrededor del 5 %. Revisé y leí, con diferentes grados de aplicación, todas las publicaciones encontradas, descontando aquellas cuyo contenido era reiterativo respecto de otras del mismo corpus. A las que aparecían como más destacadas y representativas de los distintos períodos les apliqué una detallada pauta, describiendo y analizando, a través de ella, diversas características. Este subconjunto se compone de cerca de 300 textos, y en él está la casi totalidad de los libros. Las características registradas fueron las siguientes:

(1) Problema o pregunta que se responde con el texto; de qué se quiere dar cuenta.

(2) Elementos centrales del contenido semántico (argumentos, conceptos, relaciones).

(3) Entidades presentes en la trama argumental (estructuras sociales, entidades humanas, mecanismos explicativos, etc.).

(4) Forma en que es presentada la cadena referencial; forma de transporte y presentación de la evidencia empírica.

(5) Características retóricas del texto: rasgos destacados del estilo y recursos retóricos empleados y que juegan un papel relevante en la construcción narrativa.

 

(6) Contenido evaluativo o normativo con respecto a la realidad estudiada.

(7) Destinatario potencial del texto, intencionado o esperable.

(8) Emociones o reacciones que el texto puede evocar o activar, si es el caso (inferido a partir de mi propio acercamiento al texto e imaginación de reacciones posibles).

(9) Performatividad del texto: qué puede inferirse que el texto hace o puede hacer en sus espacios posibles de uso.

(10) Referencias bibliográficas más destacadas (en cuanto a su uso por el autor analizado) presentes en el texto y algunas características de los principales autores citados.

La cantidad total de textos que revisé y leí de los tres autores, con o sin aplicación de tal plantilla, es de alrededor de 800.

Aclaraciones

En los capítulos siguientes analizo la narrativa sociológica que construye cada autor en su búsqueda de comprensión y explicación de la sociedad. En cada narrativa distingo ejes argumentales, estructuras conceptuales y mecanismos explicativos. Me refiero a tales construcciones como “relatos”. Esto no quiere decir que cada autor constituya un relato único y homogéneo, ni que las construcciones narrativas de cada autor no tengan variaciones en el tiempo. Me refiero al “relato de Moulian” o al “relato de Brunner” para aludir a ese conjunto de elaboraciones discursivas de cada uno. A través del libro exploraremos cómo algunas de tales elaboraciones alcanzan mayor coherencia, responden mejor a las búsquedas de sentido de la población y, a través de sucesivas traducciones, llegan a una audiencia más extensa que la meramente académica, convirtiéndose de relato sociológico en relato social. El término relato es, así, usado flexiblemente y simplifica tal complejidad.

Las reconstrucciones biográficas suelen realizarse buscando hacer coherencia, construyendo un relato que haga sentido. Con ello se incurre en lo que Bourdieu (2011) denomina la “ilusión biográfica”: la imputación retórica de linealidad y consistencia para fines de hacer sentido en la audiencia, al mostrar la coherencia de una identidad. Las vidas, por el contrario, tienen discontinuidades, contradicciones y aleatoriedad, muchas veces como resultado de ajustes a sus cambiantes entornos. Aquí no busco construir “relatos de vida” de los tres autores, ni pretendo alinear su pasado con su presente. Expongo algunos fragmentos de la vida de estos autores y sus conexiones con sus redes personales y textuales, y con su producción general, pero sin pretensiones de totalizar hacia su vida personal.

Tal como los tres autores realizan un reiterado trabajo de investigación sobre la realidad social, yo, por mi parte, recojo y sintetizo sus interpretaciones, procurando hacerlo con rigurosidad, pero también, inevitablemente, hago mis propias interpretaciones. De un trabajo interpretativo no cabe esperar una validación objetiva (¿cómo podría lograrse eso?), pero sí que pase la prueba de la coherencia argumental, del adecuado y fidedigno uso de las fuentes y de la consistencia con otras interpretaciones, llevando a cabo una lectura cuidadosa de cada texto en conjunto con las otras obras del autor. Como advierte Humberto Eco (1997: 34), “no todo acto de interpretación tiene un final feliz”, si no repara en criterios como los indicados. A ellos he atendido lo mejor que he podido, confiando en reducir los riesgos de infelicidad interpretativa.

El producto de este trabajo tal vez sea un híbrido no fácil de clasificar. No es la biografía de tres sociólogos. No es una historia de las ideas. No es un libro de teoría sociológica chilena. No es un libro de historia de la sociología en Chile en las últimas cinco décadas. No es eso; pretende ser otra cosa: un análisis pragmático de los relatos sociológicos de tres autores y de sus redes de producción. Pero también tiene algo de todo eso que cabalmente no es.

Si bien estamos en tiempos en que se valoran los híbridos, cuán digno de merecerlo sea este es algo que quedará a juicio de cada lector.

Subproductos

Aunque la atención central del libro está puesta en la elaboración de los relatos sociológicos dentro de redes de producción y su proyección hacia las interpretaciones que circulan y se usan en la vida institucional y cotidiana, el libro también aporta una panorámica del trabajo de elaboración teórica de índole sociológica realizada en el país, desde los inicios de la institucionalización de la sociología. Permite, en particular, adentrarse en el quehacer intelectual de tres sociólogos durante alrededor de medio siglo. Se los ve afinando sus herramientas teóricas, procesando material informativo, conectándose de variadas maneras con el mundo, buscando dar cuenta de la realidad en la que están sumergidos y responder a sus compromisos, científicos, políticos, institucionales, religiosos o de cualquier otro tipo. Y sobre todo, lo más evidente, se los ve escribiendo, escribiendo mucho. A quien no haya conocido a estos tres autores, o los conozca poco, esta obra podrá darle una visión más completa sobre ellos. A quien no conozca sobre el trabajo sociológico de elaboración teórica en el país, el cual, por lo demás, es en general poco conocido, incluso en las escuelas de sociología, este libro puede proveerle una visión instructiva. Probablemente pueda ayudar a ver tal elaboración, con sus potencialidades y restricciones, con su fuerza transformadora y sus condicionamientos. No solo se observa la elaboración de sus armazones sociológicas argumentativas, sino que, además, lo que sus autores y otros actores sociales están haciendo con ellas. Esos textos con elaboraciones sociológicas están enraizados en redes de prácticas, conectándose con redes mundiales de producción de conocimientos, y esas elaboraciones son usadas prácticamente en la vida social e institucional, frente a los desafíos de la contingencia. Son una parte del mundo social, tanto en su producción como en su uso y derivaciones. Se constituyen así en componente destacado de la autodescripción y reflexividad de la sociedad.

Siempre una obra puede leerse de muchas formas. Para quien no esté interesado en la elaboración teórica, este libro, aunque no es su objetivo, puede ser leído, o al menos parte de él puede serlo, como la historia de tres sociólogos. Eso es lo que aparece en la primera sección de los capítulos I al VI. La segunda sección de esos capítulos contiene la revisión de las obras, atendiendo a su construcción argumentativa, forma de conexión con el mundo, retórica empleada y otros aspectos relevantes. La revisión comprimida de una gran cantidad de obras, sumada a las complejidades teóricas de algunas de ellas, hace que el producto probablemente no sea de lectura veloz, haciendo tal vez recomendable una lectura selectiva.

Asumo, a posteriori, que este libro pueda servir para tal labor de difusión sobre la elaboración sociológica nacional y sobre las “vidas ejemplares” de sociólogos. Esto último sin la pretensión de canonizarlos, sino de mostrarlos como ejemplos destacados de lo mucho que se puede hacer como sociólogo y del esfuerzo y autodisciplina que ello requiere.

El texto provee una descripción de cadenas argumentativas que se extienden durante las últimas décadas y que ayudan a comprender, así como a interrogar, los nuevos relatos sobre la sociedad que emergen, sobre ese telón de fondo discursivo, desde mediados de la década del 2000, y a los que han contribuido nuevos autores, tales como Fernando Atria, Kathya Araujo, Aldo Mascareño, Alberto Mayol y Carlos Ruiz Encina, trayendo renovadas narrativas.

Orden de la presentación

La exposición del proceso de constitución del relato y el despliegue de la red de producción siguen la perspectiva temporal asociada a la trayectoria de los tres autores. Iremos analizando, por tanto, las reconfiguraciones que ocurren en redes y relatos, y las interconexiones entre ambos planos durante el período estudiado. La atención central estará en los ciclos de producción de cada uno, que, en conjunto, se extienden desde 1965 hasta la actualidad. Lo mismo hago con respecto a las obras: sigo la secuencia de su elaboración.

De tal modo, en los capítulos I, II y III, comenzaré presentando la trayectoria, obra y relato sociológico de los tres autores, Moulian, Brunner y Morandé, sucesivamente, llegando hasta la década de 1980, aunque hasta un diferente año específico en cada caso, hasta un año en que hay alguna inflexión o algún hito destacado en la producción intelectual de cada uno. En cada capítulo presento primero la trayectoria y red de producción, y luego la obra y aspectos del relato que son destacables durante el período de referencia. En los capítulos IV, V y VI repito la misma pauta de presentación en referencia a los tres autores en el período restante hasta aproximadamente 2018. El Capítulo VII rompe con el orden seguido, tratando por separado una dimensión de la elaboración sociológica de Brunner, la referida a la educación superior. La gran relevancia que esta temática llega a alcanzar a lo largo de toda la trayectoria de Brunner y en su obra, así como las complejidades del entrelazamiento entre el relato sociológico y los procesos sociopolíticos, que se manifiestan en la cantidad de páginas requerida para abordarlo, me convencieron para tratar separadamente esta área de la obra de Brunner, aunque con ello rompa la armonía expositiva. En el Capítulo VIII atiendo a grandes debates ocurridos en este período, en los cuales están involucrados muy centralmente Brunner y Moulian. Uno de ellos, en particular, sirve para contrastar las construcciones de estos autores en torno a varios ejes centrales en sus elaboraciones. Finalmente, en un capítulo de conclusiones, destaco algunos puntos que estimo merecen atención y reflexión, y menciono algunas líneas de potencial interés investigativo.

Al final del libro se incluye un listado de las obras de cada autor que procuré fuera lo más exhaustiva posible. Tal intención llevó a una extensa búsqueda de publicaciones tanto nacionales como internacionales, en los diferentes formatos posibles. Al final se logró una gran cobertura, pero algunos textos, especialmente publicados en el extranjero, no fue posible encontrarlos y algunos registros son incompletos. He chequeado, además, numerosas veces la precisión de textos, años y páginas, buscando minimizar los errores. Las referencias que hago a los textos de los autores permiten que cada lector realice su propio recorrido a través de ellos.