Gestión auxiliar de reproducción en soporte convencional o informático. ADGG0408

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Capítulo 2

Soportes en la reproducción

1. Introducción

Tanto en impresión digital como en reprografía, los soportes sobre los que se imprimen los documentos pueden ser muy variados y, aunque el uso del pliego de papel sea el más común en este caso, otros soportes como el cartón, el plástico o la cartulina son muy usados de igual modo.

A continuación, se observarán los diferentes soportes de uso más común en reprografía, así como sus características y posibilidades.

2. Papeles para reprografía

Se conoce como pliego al soporte, generalmente de papel, que se encuentra divido individualmente según unos estándares generalizados que determinan sus distintos tamaños.

Los principales cánones vienen establecidos por las medidas de uso en Europa y en gran parte del mundo occidental y oriental conocidas como normas DIN y el canon en el que se basan los países de influencia anglosajona o BSI.


Nota

Las siglas BSI se refieren a British Standards Institution, o lo que es lo mismo, el canon institucional británico.

Estos sistemas de estandarización son los que determinan, no solo el tamaño del pliego, sino los mecanismos de alimentación de las diferentes máquinas de la industria del papel y la impresión.

De entre estos dos cánones de impresión, fue el denominado como normas DIN, que nace a finales del siglo XIX con la Revolución Industrial en Alemania, el que se ha impuesto como estándar para los sistemas de alimentación por pliegos en la mayoría de las impresoras y fotocopiadoras alimentadas por este sistema.

Estas normas DIN (Deutsches Institut für Normung o Instituto Alemán de Normalización) establecieron un sistema basado en la referencia de los planos y en su manera de doblarlos.

Esta clasificación se basa en un sistema de letras y números; con la letra se indica la norma (A, B o C, según el sistema), y su formato se establecerá por un numero indicativo a partir del 0, que indica el tamaño mayor del pliego (0, 1, 2, 3 o 4, según vaya disminuyendo tamaño).



Sabía que...

Todos los formatos de la serie A de las normas DIN se obtienen con un doblez por la mitad del pliego anterior.

Los sistemas de impresión han adoptado, por tanto, esta normativa DIN serie A como canon, al menos en su mayoría de casos para impresoras de sobremesa tipo chorro de tinta o láser, e incluso para máquinas de mayor calibre.

Por tanto, las medidas de los formatos DIN serie A serían:

1 A0 841 × 1189 mm.

2 A1 594 × 841mm.

3 A2 420 × 594 mm.

4 A3 297 × 420 mm.

5 A4 210 × 297 mm.

6 A5 148 × 210 mm.

7 A6 105 × 148 mm.

8 A7 74 × 105 mm.

9 A8 52 × 74 mm.

Además de los anteriormente indicados también son conocidos, aunque de menor uso, el A9 37 × 52mm y el A10 26 × 37 mm, que es lo máximo que permite como doblez un pliego que parte del denominado A0 de 841 x 1189 mm.

En el caso de las impresoras de tipo offset no necesariamente se da el caso, ya que al permitir formatos de mayor tamaño acepta pliegos de serie A, B o C de la normativa DIN, así como pliegos en sus diferentes calibres de la serie BSI.


Nota

Las impresoras de tipo offset suelen abarcar muchos tipos de soportes, pero casi todos ellos derivados del papel o el cartón, con o sin posterior acabado en laminado.

Dentro de la normativa DIN, existen otras dos series llamadas B y C que son las utilizadas para determinar los tamaños de sobres, carpetas, tarjetería etc., y basados en otro sistema de plegado más complicado que el de la serie A.

El gramaje de los pliegos, por otro lado, hace referencia al grosor o cuerpo del propio soporte. Los gramajes imprimibles varían desde los 60 g hasta los 350 g, siendo quizá el de 80 g el más usado, pues es el que suele usarse como papel en las fotocopiadoras o reprografías comunes.

Para tarjetería, carpetas, portadas de libros de poca calidad o de bolsillo se suelen usar pliegos de papel de unos 250 a 300 g, siendo plastificados o laminados con un barniz brillante tras su impresión. El papel dedicado a los trípticos, los folletos de entrega mano a mano o el papel típico de buzoneo suele caracterizarse por un gramaje menor, oscilante entre los 115 a 135 g aproximadamente.

Se conocen, básicamente, dos tipos de soporte de papel: los conocidos como papeles estucados y los no estucados. Dentro de cada una de estas categorías, se encuentran una serie de características que, a su vez, diferencian a cada uno de los pliegos citados. Siendo importantes, dentro del sector de la impresión digital, otros materiales sobre los que imprimir, tales como los papeles de embalaje o el papel sintético.


Definición

Papel estucado

El papel estucado es aquel que en su fabricación recibe una capa superior de compuesto inorgánico que consigue un mejor acabado, suavidad y color blanco de su superficie.

Los papeles estucados pueden ser de diversos tipos y existe un mercado muy amplio y variado. Se denomina papel estucado a aquel que, en el proceso de fabricación, recibe una capa sobre su superficie de una especie de barniz inorgánico que consigue lograr un mejor acabado en cuanto a blancura y suavidad de superficie.

Se caracterizan por ser menos absorbentes ante las tintas que los papeles no estucados, porque su superficie es más lisa y suave al tacto y garantiza mayor definición de los colores, así como de los detalles de la propia impresión. Son generalmente más duraderos, soportan mejor el trato y el desgaste y se pueden encontrarlos en todas sus vertientes: satinados, mate o brillo.

Se conocen como estucados de alto brillo a aquel tipo de pliegos donde el acabado brillante se consigue en su fabricación mediante un proceso basado en el calor.


Nota

Este tipo de papel consigue este acabado brillante gracias al proceso basado en el paso del mismo por un cilindro cromado y a una elevada temperatura.

Es un soporte que se puede encontrar en una amplia gama y una gran variedad de colores. Para conseguir sus tonalidades, en el proceso de fabricación del mismo, se logran colores de tonalidad fuerte mediante la técnica del huecograbado y los más suaves coloreando la capa de estuco.

Este tipo de sustrato es muy utilizado en el sector para etiquetas cuando el papel es de bajo gramaje o para grandes embalajes con un gramaje más alto.

Por otra parte, están los denominados estucados arte, o también conocidos como papeles cepillados porque antiguamente se cepillaban antes de meterse en máquina. Actualmente no se suele continuar con ese proceso, ya que se pueden lograr factores adversos como la disminución de la porosidad del papel, que conlleva un peor secado de la tinta tras la impresión.

Este tipo de papel es también denominado en argot de impresión como sustrato de triple capa, porque se le establece una capa de estuco en su producción en máquina y dos nuevas capas fuera de ella.

Este tipo de papel se usa generalmente en productos especiales tales como la edición de libros de gran calidad o trabajos publicitarios de cierto nivel como grandes dossiers o manuales de identidad corporativa.

Su acabado es, en mayor parte, brillo, pero también existen pliegos en carácter satinado, y a veces se pueden encontrar este tipo de soporte con diferentes texturas de papel que también conocemos como gofrado.

Otro de los papeles estucados más conocidos es el denominado sustrato industrial o estucado moderno, y se pueden encontrar también en sus diferentes acabados: brillante, satinado o mate.


Sabía que...

Los estucados modernos brillantes también se utilizarán para impresiones en huecograbado.

Este papel es muy usado para la tirada de revistas, libros, folletos publicitarios y, a veces, cuando se trata de papeles con brillo, son usados para la impresión de etiquetas, envoltorios de comestibles como chocolatinas o demás golosinas, etiquetado de botellas de plástico y cristal, tales como las de aceite, o envoltorios de jabón de manos.

 

Los papeles autocopiativos constituyen otro tipo de estucado que se caracteriza porque el estuco está formado por un tipo de barniz de microcápsulas capaz de transmitir una copia sobre una hoja receptora sin la necesidad de usar papel carbón.

Este tipo de papel es el que se usa para establecer copias al escribirse sobre ellos de manera manuscrita y que, habitualmente, se compone de tres hojas de papel diferentes; la primera en papel normal con microcápsulas en su dorso, una segunda que en su parte superior llevaría una capa reactiva y por la inferior microcápsulas similares a la primera y una tercera que solo sería estucado en su cara superior, para que las microcápsulas transmitan la copia sobre su superficie.

Este papel es muy conocido gracias a las antiguas quinielas, albaranes o facturas que se suelen ofrecer en formato de talonario. Estos pliegos están unidos entre sí de tres en tres y a su vez dispuestos con cola en un mayor número de hojas formando el talonario y cubierto en ambas partes por una tapa de mayor dureza, generalmente de cartón barnizado o crudo.

Los papeles no estucados, por otro lado, se diferencian de los anteriores por no constar con un tratamiento superficial ni dentro, ni fuera de la máquina.


Nota

Este tipo de soporte es muy usado para impresión de revistas, catálogos y folletos. No tiene pelusa, pero no se recomienda para el uso casero, o sea, para utilizar bolígrafos o rotuladores sobre él, ya que la tinta no es absorbida y se producen borrones.

Probablemente, el más conocido por toda persona ajena al proceso de impresión y reprografía es el denominado papel para fotocopias, un tipo de papel en pliego que puede ser usado en impresoras o en fotocopiadoras de láser caliente o alta productividad, típicas de cualquier empresa de reprografía pudiéndose imprimir este soporte a una o dos caras. Su gramaje más común será más bien bajo, casi siempre oscilando los 80 g, y los formatos más habituales para este tipo de pliego suele ser en A3 o A4, que generalmente conocemos como folio.

El papel para registros se trata de un sustrato con un alto porcentaje de fibra y es de uso particular para casos muy especiales como la cartografía, registros de propiedad o acciones de bolsa, así como en impresión de planos con carácter artístico y perdurable en el tiempo. Suelen tener un color amarillento, color hueso o marfil, pero también se pueden encontrar en color blanco. Este tipo de pliego se suele consolidar como de uso particular, destinado a impresiones que se pueden considerar como de gran valor para el cliente o persona a la que va destinada.

Otro caso similar es el que conocemos como papel pergamino, que aunque en su momento se trataba de soportes realmente similares a los pergaminos originales de la antigüedad de fibra de material vegetal natural o piel animal, actualmente este tipo de papeles son denominados de esta manera cuando se trata de pliegos de sustrato refinados con una extraordinaria formación de hoja.

Su uso va destinado a impresión de prestigiosas cartas personales simulando caligrafía manual y, aunque también se pueden presentar en color blanco, su tonalidad puede variar al amarillento o hueso, así como a colores tenues. Este tipo de pliego se caracteriza por un tacto fino y agradable de sensación suave, y suele utilizarse para ser impreso de manera monocroma, ya que, entre otras cosas, tiene la desventaja de no tener mucha tolerancia a la cuatricromía. Este tipo de papel puede también encontrarse en acabados perjurados o gofrados (con un tipo de textura, no liso.

Los papeles tipo prensa son aquellos sustratos sin estucar destinados a largas tiradas de impresión típicas de los diarios y con un contenido elevado de fibras. Son un tipo de papel muy reconocible, muy fino y liso, pero poco refinado y de un color amarillento o grisáceo, aunque a veces se pueden encontrar en una especie de blanco roto, poco habitual. Su gramaje es muy bajo, y tiene poca resistencia a un excesivo manipulado y pliegue, por lo que suele dañarse su superficie, romperse o arrugarse con cierta facilidad ante el uso tras la impresión.


Nota

Al leer un periódico suele emborronarse parte de la hoja con la propia piel. El motivo es porque este soporte está destinado a tiradas rápidas y de poca calidad, de ahí que desprenda tinta y su acabado no sea el idóneo.

Los denominados papeles de embalaje, constituidos por fibra virgen y fibra secundaria, consiguen que sean en su estructura un tipo de papel de gran resistencia. Su uso es muy común para cubrir la cara y el reverso de ambas partes de un cartón ondulado, muy típico en embalajes o cajas para el envío de materiales tales como grandes cajas de embutidos, jamones, botellas, etc.

El papel sintético, por otro lado, como su nombre indica, es el tipo de sustrato compuesto por fibra sintética de polietileno entrelazada. Este tipo de papel, de gran durabilidad temporal, es un material que por su estructura de fibras se considera de mucha dureza y que lo convierte en un soporte prácticamente irrompible. Suele usarse para pancartas, etiquetas, tarjetas plásticas, realización de sobres que vayan a contener material de cierto peso o de relativa importancia como para preservar el contenido, etc.

Finalmente, están los soportes realizados con fibras naturales tales como las fibras de madera y las fibras textiles. Estos soportes, denominados sustrato natural, derivan desde los soportes basados en trazas de algodón a los entrelazados textiles, por lo que suelen ser un tipo de soporte de agradable tacto y con cierta resistencia y elasticidad. Este tipo de producto especial y relativamente caro está destinado a impresiones para casos concretos llamativos y originales y no para grandes tiradas. Su acabado permite muchas características, ya que lo mismo pueden ser lisos que tener formas basadas en perjurados o gofrados, y por su carácter pueden ser blancos o de infinitos colores.

Tanto en una impresora de pequeño formato, como las grandes maquinarias destinadas a la impresión en gran formato y en reprografía, se está extendiendo el reciclado de los papeles de desecho o errores de tirada. El usuario general es cada vez más consciente de que este papel de desecho puede ser reciclado y, por tanto, reutilizado varias veces, antes de dar fin a la vida del mismo.

El único inconveniente del reciclado del papel es que un mismo soporte no garantiza una vida exacta similar a otro, ya que esto dependerá de la disminución de las fibras que lo componen durante el proceso, y si estas pueden garantizar la estructura de un nuevo papel o no.


Sabía que...

Desde que se ha empezado a usar el papel reciclado se ha reducido la deforestación en países industrializados; pero no en otros lugares de latinoamérica, donde cada vez más el efecto invernadero se acrecienta, entre otro motivos, por el exceso de tala destinado a la industria del papel.

Generalmente, estos papeles o cartones durante su proceso de reciclado son divididos en dos vertientes, cada uno destinado a un tipo de papel. La pulpa de menor calidad fruto de la mezcla y deshecho de los papeles y el agua que interviene en el proceso se utiliza para su reciclaje en tosco cartón. La masa resultante de mejor calidad o aspecto sería la destinada a la fabricación del papel para la impresión o la escritura.

3. Cartulinas para reprografía

Dentro de los materiales aptos para ser impresos se encuentran otro tipo de soportes que, aunque también basados en celulosa, no pueden considerarse papel por sus características y gramaje. Estos son los cartones o cartulinas, muy usados en este tipo de impresión y cuyos formatos más comunes son los que se explican a continuación.

Una de las más habituales para impresión es la cartulina no estucada, un tipo de cartulina de gramaje superior a los 160 g cuyo uso suele estar destinado fundamentalmente para tarjetas de visita, felicitaciones, tarjetones, carpetas o invitaciones.

Dentro de las denominadas cartulinas estucadas se encuentra la cartulina sólida blanqueada de estructura de tres capas, similar a la composición que forma junto al cartón ondulado el papel de embalaje, y que puede considerarse como cara, tripa y reverso. Es, como su nombre indica, cartulina estucada, cuyo gramaje suele oscilar los 150 g aproximadamente.

En la cartulina sólida blanqueada las tres capas que componen su estructura son de blanqueada pasta química. Es comúnmente utilizada en portadas, cubiertas y contracubiertas de libros y en cajas o embalajes de calidad. Este tipo de cartulina suele llevar una capa de estucado para mayor calidad final del producto.

Es habitual la impresión sobre formatos de cartulina de colores como las que se pueden encontrar generalmente en cualquier papelería. Estas cartulinas, de no muy extenso gramaje, se caracterizan por estar pigmentadas por toda su superficie por un color. El abanico de posibilidades de color es muy amplio, y pueden encontrarse casi en todas las tonalidades que ofrece el círculo cromático.

Su uso es habitual a nivel particular como portadas para trabajos o estudios personales o didácticos, pero también es común cuando son usadas como separadores de contenido, para volúmenes, trabajos, dossiers o cualquier otro tipo de documento extenso y con diferentes apartados.


Aplicación práctica

En la empresa de reprografía donde trabaja, un cliente le comunica que quiere entregar un trabajo para el instituto que consta de muchos capítulos diferentes. Quiere que sea llamativo y que sus apartados sean fácilmente reconocibles y de rápida localización. ¿Qué material y qué consejo le daría?

SOLUCIÓN

Se le recomendaría el uso de cartulinas de colores en un tamaño algo mayor que sus A4 impresos para diferenciar sus secciones por colores y mediante pestañas. Estas pestañas se podrían realizar manualmente mediante corte con tijeras o con troquelado en máquina, a gusto del cliente y dependiendo de su presupuesto.

4. Cartón

Otro tipo de soporte, de similares características a las cartulinas, es el denominado cartoncillo. Este sustrato se diferencia de los ya vistos con anterioridad en que la cara será la que muestre su acabado en pasta química blanqueada, mientras que el reverso y la tripa suelen estar fabricados con papeles reciclados, por lo que el canto y el reverso adquieren un color grisáceo, típico del papel reciclado sin refinar.

Este tipo de soporte también va dirigido para la impresión de soporte utilizado para crear cajas para el embalaje, pero con un acabado más tosco y duro que el de los vistos en ejemplos anteriores; de hecho, muchas veces los cartoncillos suelen estar acabados con fibra virgen de mayor resistencia para las características del embalaje para el que están destinados sus productos impresos.


Nota

Este tipo de soporte es muy usado por su solidez pero facilidad para el pliego, en pequeñas cajas destinadas a cápsulas medicinales, cajas de cereales, etc.

Los cartones denominados de tipo folding constan de una cara y un reverso en pasta química blanqueada, pero con una tripa o capa intermedia de una pasta dura que garantiza mayor fuerza y rigidez a la cartulina. Este tipo de cartón está ideado para embalajes donde la robustez es de mayor necesidad por el continente que han de portar tras su impresión, manipulado y montaje. Como en el ejemplo anterior este tipo de cartón suele ofrecer acabado en estucado o puede estar fabricado con fibras secundarias, de menor resistencia que las fibras vírgenes.

 

El cartón de triple capa, que está compuesto por dos caras de fino cartón que cubre a modo de sándwich a otro cartón ondulado en su interior, muy usado para embalajes, es un tipo de soporte habitualmente destinado a impresoras de gran formato o de tipo offset.