El pequeño doctor

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Cuidados de la piel y medidas preventivas

Con unos buenos cuidados de la piel podemos apoyar muy bien la tendencia natural del cuerpo a la curación. Para ello, se cepilla diariamente la piel hasta que aparezca un ligero enrojecimiento y, a continuación, se aplica un buen aceite, como, por ejemplo, aceite de hipérico o un aceite para cuidados de la piel que contenga aceite de hipérico natural. Quienes no dispongan de ello pueden emplear pequeñas cantidades de aceite de oliva virgen. Es suficiente una ligera aplicación de este aceite cada dos o tres días. Es muy importante vigilar que no se tengan los pies fríos. Si así fuera, debe combatirse con baños de pies, masajes y otro tipo de medidas. También es importante procurar una buena actividad intestinal. En caso de dificultad para hacer bien de vientre se tomará una cucharada sopera de semilla de lino recién molida por la mañana y por la noche. En caso de padecer estreñimiento severo, se podrá recurrir a un buen regulador intestinal a base de plantas medicinales. Por otra parte, tampoco conviene dejar sin tratar los estados diarreicos, ya que dejan al cuerpo con pocas fuerzas. Uno de los remedios más sencillos para evitarlo son los copos de avena crudos y secos o un preparado elaborado a partir de la tormentilla31. Una buena ensalivación de los alimentos consumidos ayuda a combatir los trastornos intestinales y las fermentaciones que a menudo aparecen, por lo que resulta totalmente necesario comer despacio, masticar a fondo y ensalivar bien lo que vayamos a comer.

Alegría sana y respiración correcta

Un excelente apoyo para nuestro estado de salud es, por supuesto, el conocido efecto de la cura de aire de alta montaña, de modo que quien pueda permitírselo no debería renunciar a ello. Para quienes esto no sea posible, quizá puedan gozar de un buen aire marítimo, pues no está nada mal, siempre que sea sano y puro. Es muy importante procurar no detenerse mucho tiempo en la proximidad de fábricas o de carreteras muy transitadas.

También es importante seguir los consejos expuestos en los apartados «Poder medicinal de la alegría» y «Respirar es vida». Un estado anímico elevado ejerce un cierto efecto preventivo y representa para muchos enfermos media curación. Es importante que el médico que trata y controla al paciente tenga en consideración este punto, y que pueda hablar de ello con él. También una gimnasia respiratoria correcta contribuye mucho a que uno se encuentre mejor. Seguro que todo médico practicante de la medicina biológica acogerá con agrado todas estas medidas preventivas y curativas naturales que van a contribuir al éxito del tratamiento.

Asma

Si sufrimos de ataques que dificultan la respiración es que sufrimos de asma. No todos estarán al tanto de que existen diversos tipos de esta enfermedad. Para realizar un tratamiento adecuado, debemos saber distinguir entre un asma de tipo nervioso, el asma bronquial y el asma cardíaca. Una vez bien examinadas las causas y los síntomas podremos decidir sobre el tratamiento individual que requiere cada enfermo.

Asma de origen nervioso (Asthma nervosum)

Puede ser que nuestro sistema nervioso sea muy sensible y tenga tendencia a producir espasmos. De ahí que un sistema nervioso debilitado pueda dar lugar, en algunos casos, a un ataque de asma. En estos casos hay que actuar principalmente sobre el sistema nervioso para poder superar con éxito la enfermedad.

Asma bronquial (Asthma bronchiale)

A diferencia del anterior, este tipo de asma depende mucho de las condiciones climáticas, por lo que en estos casos será oportuno un cambio de aires. A menudo, el efecto del clima marítimo, con el aire cargado de yodo, es tan favorable que puede hacer desaparecer los ataques de asma. También el aire de montaña puede ser de ayuda, por lo que muchos enfermos asmáticos eligen una estancia en las alturas. Ya a una altitud de 900 metros existe la posibilidad de verse libre de dichos ataques, aunque a menudo se precisan altitudes de 1200 a 1500 metros. Por otro lado, también el aire cálido y seco de las regiones desérticas puede eliminar los trastornos asmáticos.

Puede suceder también que el espasmo bronquial sea debido a una sensibilidad al polen, tal como sucede también en la llamada fiebre del heno o alergia al polen. Si nuestra situación financiera nos permite mudarnos a un lugar con otras condiciones climáticas, sería bueno tenerlo en cuenta, ya que el tratamiento bioclimático, junto con la toma de los correspondientes remedios naturales, puede llevarnos a la curación al cabo de un cierto tiempo. Lamentablemente, a algunos pacientes les falta la decisión suficiente para hacer el cambio necesario, influidos a veces también por su entorno personal más próximo, a pesar de que no suele ser difícil encontrar un lugar de trabajo adecuado a la profesión del paciente en lugares con unas condiciones climáticas adecuadas. Es una lástima que no se anime lo suficiente a estos pacientes a realizar este cambio, pues en los lugares adecuados podrían verse rápidamente libres de sus trastornos.

Si al cabo de uno o dos años no se repiten los ataques, es factible considerar la vuelta al hogar, pues por regla general una influencia climática adecuada permite superar este padecimiento y que no se vuelva a repetir, aun permaneciendo en la zona climática poco favorable en la que vivía antes el paciente. Este hecho beneficioso resulta especialmente apropiado para la gente joven, ya que ello les proporcionará un cambio favorable.

En cambio, resulta muy difícil conseguir un buen resultado cuando el asma bronquial se debe a un viejo padecimiento pulmonar mal tratado. Por ello, nunca debe permitirse que, por falta de atención, un padecimiento pulmonar pueda volverse crónico. Hay que esforzarse en curarlo a tiempo para que no degenere en un asma bronquial ni se haga difícil entonces conseguir la curación.

Medicamentos y terapias físicas

El tratamiento medicamentoso del asma bronquial se basa fundamentalmente en la administración de remedios espasmolíticos, es decir, de acción antiespasmódica. Resulta asombroso el hecho de que un paciente al que se le propuso un tratamiento exitoso consiguiera librarse por mucho tiempo de los síntomas de asma tras una simple inyección de procaína. Por lo tanto, resulta apropiado influir positivamente sobre el estado de ánimo del enfermo mediante una adecuada terapia psicológica. En lugar de procaína puede emplearse también ácido fórmico en preparaciones homeopáticas u otro tipo de terapia neural.

Las tabletas contra el asma elaboradas con extractos de Ephedra (planta africana), atropina, estramonio y otros potentes medicamentos pueden proporcionar el alivio deseado en casos de apuro, pero a la larga no resultan recomendables, ya que el cuerpo puede habituarse a ellos y crear adicción, sin que sean remedios que proporcionen una verdadera curación. Por ello, resultan más beneficiosos los remedios homeopáticos. Según las características del paciente, los remedios siguientes pueden ser de gran ayuda: Arsenicum album (D6 a D30), Nux vomica (D6 a D20), Zincum valerianicum D4, Antimonium sulf. aureum D4 y Belladonna a elevadas potencias.

Entre las plantas medicinales se han conseguido buenos resultados con preparados a base de sombrerera (Petasites officinalis)20. Este espasmolítico vegetal posee un efecto muy fiable y, si se toma por un largo espacio de tiempo, consigue a menudo resultados sorprendentes. En caso de asma bronquial, acumulación de mucosidad en los pulmones y como espasmolítico, la toma del jarabe a base de extractos de drosera, hiedra y abeto y de Kali jod. D4 ha dado buenos resultados.

Además de estos remedios y de una adecuada influencia psicológica, también resultan eficaces las terapias físicas. Entre ellos, cabe destacar los llamados baños de Schlenz (hipertérmicos), los baños de pies de temperatura alterna y los baños con fricción de Louis Kuhne32; además del cepillado y masaje cutáneo, las cataplasmas de mostaza y las envolturas de pecho con arcilla. Así mismo, el tratamiento con acupuntura puede conseguir grandes resultados si el terapeuta domina este delicado método chino.

Asma cardíaca

Si bien el asma cardíaca presenta los mismos síntomas principales que el asma bronquial, no se observan alteraciones patológicas en los bronquios de estos pacientes. El asma cardíaca se debe únicamente a una debilidad del corazón. Cuando afecta a la mitad izquierda del corazón, se produce una acumulación de sangre en los pulmones, mientras que si la parte afectada del corazón es la derecha, se produce una irrigación sanguínea insuficiente de los pulmones que da lugar a un menor intercambio gaseoso en ellos.

Los pacientes con asma cardíaca presentan una coloración azulada en su rostro y una respiración dificultosa ante cualquier esfuerzo corporal. Una vez se han averiguado sus causas, debe realizarse un tratamiento con remedios para el corazón y para el sistema vascular. En vez de emplear preparados a base de la Digitalis, que tienen un efecto acumulativo, pueden servirnos de ayuda el muguet o lirio de los valles (Convallaria majalis)33, junto con la escila o cebolla albarrana (Scilla maritima)34. Para fortalecer la musculatura cardíaca emplearemos preparados a base de espino blanco. En cualquier caso, es importante determinar las causas de la enfermedad y elegir un tratamiento individualizado en cuanto a la elección de los medicamentos y las terapias físicas.3334

 

Importantes factores sanadores para enfermos pulmonares

Resulta sorprendente que en relación a los padecimientos pulmonares la medicina académica no preste suficiente atención a cambiar las condiciones. Se puede conseguir mucho con las curas de reposo junto con aplicaciones de luz, aire y sol. Se trata de factores sanadores cuyo valor no se puede negar. Cuánta razón tenía el lema que figuraba en la entrada de un sanatorio de Arosa: «Elevad vuestras cabezas hacia las montañas, de donde nos viene la ayuda». Con eso la medicina académica reconoció que el aire, es decir, las condiciones climáticas propias de las montañas, posee efecto terapéutico en caso de afecciones pulmonares.

Otro aspecto a considerar es la alimentación. Es necesario aportar al organismo las sustancias que necesita o que le faltan para que pueda regenerarse. En primer lugar, nunca debe faltar una alimentación rica en calcio ni en vitaminas; tal es el caso del zumo de zanahoria recién exprimido o de zanahoria cruda rallada, el zumo recién exprimido de uva, naranja, pomelo15 y otros valiosos zumos que deberán tomarse despacio, a pequeños sorbos bien ensalivados. De este modo, los ácidos presentes en las frutas no nos producirán ningún efecto desagradable.

Tampoco deben faltar en nuestra mesa ensaladas aliñadas con limón, nunca con vinagre, y mucha verdura fresca.

Por otro lado, hay que evitar los platos o alimentos demasiado ricos en proteínas, mientras que el uso de condimentos naturales que estimulan el apetito resultan recomendables. También resulta imprescindible la toma de un preparado de calcio fácilmente asimilable. Siempre he observado buenos resultados con la toma de un compuesto de ortiga y calcio, y plantas ricas en ácido silícico, como la galeopsis. A este respecto, cabe mencionar también el liquen denominado barba de capuchino. Los animales del bosque hacen uso de la acción fortalecedora sobre los pulmones que les proporciona la Usnea barbata, por lo que no deberíamos desaprovechar dicho efecto sobre determinadas afecciones pulmonares que podamos padecer. Quienes no puedan mascar esta planta recién recolectada pueden aprovecharse de sus beneficiosos efectos si toman con regularidad tisanas preparadas con ella. No se trata de medicamentos en el verdadero sentido de la palabra, sino, en cierto modo, de alimentos, según el concepto hipocrático: «Que los alimentos sean medicinas y las medicinas alimentos». Los remedios elaborados a base de plantas pertenecen, en realidad, a la categoría de alimentos con efecto terapéutico. El aceite de hígado de bacalao o sus emulsiones actúan de forma favorable, siempre que puedan tomarse.

La influencia sobre el ánimo es de gran importancia para los enfermos pulmonares, por su influencia sobre una buena actividad glandular.

Por otra parte, conviene activar la actividad cutánea, para lo cual resulta especialmente recomendable el cepillado ligero de la piel con la aplicación posterior de un buen aceite para la piel.

No es necesario recalcar que hay que procurar también una buena actividad intestinal, ya que una buena actividad intestinal y renal es una condición necesaria para favorecer la tendencia normal hacia la curación en este tipo de enfermedades. Los pacientes que sigan estos sencillos consejos conseguirán buenos resultados en sus curas de reposo, y a menudo despertarán la admiración de los médicos por el rápido progreso conseguido. No hay que olvidar nunca intentar paliar completamente las carencias y debilidades para conseguir un éxito más rápido de lo usual.

Calcio

Se ha hablado y escrito mucho, tanto en la literatura especializada como en artículos periodísticos, sobre la importancia del calcio. El calcio es uno de los minerales más importantes y abundantes de nuestro cuerpo; sin calcio no podría construir ni el sistema óseo ni los dientes ni buena parte de otras células. Por ello, es necesario que podamos disponer de una alimentación suficientemente rica en calcio. Así mismo, el calcio desempeña un papel importante en la defensa de nuestro cuerpo frente a enfermedades infecciosas, especialmente del aparato respiratorio. Los niños que tienen déficit de calcio son más propensos a padecerlas, presentan ganglios que se hinchan con facilidad y tienen dificultades para poder superar infecciones primarias. Cuando hay falta de calcio, el organismo se ve sometido a una enorme lucha. La naturaleza nos ofrece un buen ejemplo al respecto. En los prados con un suelo ácido y pobre en cal aparece siempre musgo; si se añade suficiente calcio y se desacidifican, desaparecen los musgos. Los parásitos vegetales siempre prosperan en un suelo pobre en calcio. En el cuerpo humano podemos observar una situación parecida, pues cuando se presenta un estado deficitario de calcio prosperan todo tipo de enfermedades, especialmente las de tipo infeccioso. Conocido este hecho, se ha tratado de producir todo tipo de preparados de calcio. Sin embargo, todos estos preparados de calcio con ácido fosfórico, ácido carbónico y ácido láctico no han cumplido con dicha finalidad y la humanidad sigue teniendo déficit de calcio. Hace muchos años estuve hablando con un conocido químico en Davos que tenía mucha experiencia en este campo, especialmente en la producción de lechada de cal y de diversos preparados de calcio que elaboraba para algunos médicos. Me explicó que debía producir mucha de esta lechada de cal, ya que se sabía que era importante en el tratamiento de las enfermedades pulmonares, a pesar de que dicho producto servía de poco o nada. Me dijo este químico, ya en aquel entonces, que las personas debían tomar el calcio procedente de la naturaleza, como el que está unido a las plantas, es decir, el que se halla presente en los vegetales. Todo un especialista de la vieja escuela, pero con un punto de vista biológico. Sus palabras me reafirmaron en mi empeño por proporcionar minerales de forma que el organismo los pudiera asimilar y absorber bien para cubrir los posibles estados deficitarios. Esto me motivó a emplear calcio procedente de plantas, especialmente de las ortigas verdes y recién recolectadas. Debo confesar que conseguí obtener un preparado de calcio, el complejo de ortiga y calcio, que el organismo podía absorber bien. Una adecuada combinación con sutiles procedimientos bioquímicos hizo posible el preparado de calcio y ortiga que ha proporcionado a miles de personas todo lo que cabe pedir de un preparado de calcio biológico y natural. De todos modos, nadie debería depender de un determinado preparado o producto. Los consejos aquí apuntados deben dar la oportunidad a cualquier persona de valerse por sí misma, sin la necesidad de tener que tomar tal o cual preparado.

Solucionar la carencia de calcio

Ahora quisiera mostrar como debe procederse para solucionar la carencia de calcio, sobre todo en niños que vienen al mundo ya con una carencia de este mineral y también en jóvenes en edad de crecimiento e, incluso, en personas ancianas.

A los niños pequeños hay que darles una alimentación natural. No hay que olvidar el darles mucha agua de arroz integral, pues precisamente en el salvado del arroz integral se encuentran valiosas e importantes sustancias para los niños pequeños. Siempre que sea posible, toda mujer debería amamantar a su hijo, ya que la leche materna es el mejor alimento para los lactantes; con la condición de que la madre presente un buen estado de salud, estado al que debiera aspirar y conseguir antes de decidirse a traer un niño al mundo.

Tan pronto se le quiera introducir al lactante una alimentación complementaria, el mejor componente es el arroz integral. También le va a ayudar el zumo de zanahoria, que es el zumo que mejor toleran los niños a esta edad, y que es rico en calcio y en otros minerales. Posteriormente, puede empezarse poco a poco con leche de almendras acompañada de zumo de fruta. Se le proporcionará también leche de buena calidad, sea de vaca o de oveja, aunque desgraciadamente esta no tiene una calidad intachable en todos los países.

Todavía hay muchos países con un elevado porcentaje de animales tuberculosos, lo cual no resulta sorprendente en animales que están permanentemente encerrados en un establo. A este respecto, hay que aspirar a unas condiciones de vida lo más naturales posibles para que la leche sea lo que se espera y desea de ella. La leche de oveja es mucho mejor. Quienes tengan la posibilidad de obtenerla de ovejas que viven al aire libre dispondrán de la mejor leche para sus hijos pequeños, pues es rica en calcio y, debido a la vida y alimentación natural de estos animales, resulta más valiosa. También podemos tomar en consideración la leche de cabra, aunque solo de forma transitoria, no a largo plazo. En el capítulo dedicado a la alimentación infantil encontrará el lector más información al respecto. En cuanto a los adolescentes y a los adultos en general, es importante alimentarse de una forma natural, renunciando en lo posible al azúcar blanco y a los productos elaborados con harina blanca, tal como la naturaleza o el Creador nos los ofrecen. En los alimentos naturales encontramos todas las vitaminas y minerales en las proporciones adecuadas. Por ello, lo primero que tenemos que hacer es retornar a la alimentación natural y rechazar los productos artificiales elaborados básicamente por afán de lucro; proporcionan ganancias a sus productores, pero resultan perjudiciales para nuestro cuerpo. Son daños que no siempre aparecen de la noche a la mañana, sino que aparecen lentamente, hasta que los aditivos químicos y otros daños ocasionados a los alimentos empiezan a mostrar sus efectos, sea en forma de cáncer, de menor resistencia a las enfermedades infecciosas u otras enfermedades conocidas (o no), especialmente del sistema nervioso central, situación que amenaza a la humanidad de nuestros días. El aumento de dichos trastornos hay que atribuirlo a una reducción de la capacidad de resistencia del organismo humano, garantizado principalmente por un régimen de vida y una alimentación naturales.