Experiencias y aproximaciones en el territorio

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Figura 8. Camino del gringo.

Fuente: María de los Ángeles Cuenca Rosillo y Holger Patricio Cuadrado Torres, 2018.

Barrio 19

El pueblo de Vilcabamba está dividido espacialmente en dieciocho barrios o distritos, cada uno con una estructura representativa que tiene voz en los procesos locales de toma de decisiones.61 En los últimos años, la comunidad de extranjeros ha intentado establecer un nuevo barrio virtual, el llamado Barrio 19, un sujeto que debería representar las demandas de jubilados y hippies, al institucionalizar de esta manera las actuales formas organizativas y las demandas políticas de esta comunidad. Entre los temas centrales de los intereses del Barrio 19 se encuentran temas como la protección del agua, la prohibición de los organismos genéticamente modificados (OGM) o transgénicos en el cultivo de la zona, la activación de los cursos de permacultura y el mantenimiento de la red de carreteras.62 Estas instancias recuerdan la investigación de Janoschka y Haas (2013) sobre la acción social colectiva de los lifestyle migrants en América Latina y sobre la capacidad de esos sujetos de obrar como un cuerpo de actores sociales capaz de influir en el proceso de toma de decisiones y la agenda política local de sus nuevos —a veces, solo temporal— lugares de residencia. La acción de estos grupos de residentes, al final, transforma la dinámica política local y da vida a nuevos sistemas de alianzas e influencias.


Figura 9. Conglomerado.

Fuente: Antonio di Campli, 2018.

Vilcabamba como un lugar, al mismo tiempo, de inmigración y emigración, se presenta como un territorio definido por tortuosas divisiones internas, que solo en unos pocos casos se vuelven en esponjosos y porosos. Una situación de convivencia entre tolerancia e indiferencia.

En la tradición disciplinaria urbanística, el discurso en torno a los espacios umbral o membranas está conectado con el proyecto de la llamada ciudad abierta, el espacio del habitar para una sociedad abierta, en la que diversos grupos sociales desarrollan mecanismos flexibles para resolver sus problemas de interacción en dispositivos espaciales específicos.63 Se trata de problemas que han sido tratados previamente por autores como Jane Jacobs, Albert Pope y, sobre todo, por Richard Sennett (2006), quien, en un importante ensayo titulado “The open city”, insistió en la importancia de la configuración de membranas de interacción espacial en las fronteras entre territorios habitados por diferentes clases o grupos étnicos. Dentro de estos discursos, la investigación sobre Vilcabamba muestra cómo tales umbrales o membranas de interacción no coinciden necesariamente con las fronteras entre territorios habitados por diferentes grupos sociales, sino que también pueden ubicarse en otros lugares distantes.

—Zona de contacto: prácticas de anticonquista

Paisajes de remesas, paisajes anticulturales o extractivos, paisajes coloidales y espacios umbral son el resultado de la interacción entre dos fenómenos urbanos y territoriales a menudo analizados por separado, como el urbanismo de remesas y el urbanismo extractivo. Los dos términos en el centro de estas formas de investigación y proyecto territorial, extracción y remesa, pertenecen a un lenguaje productivo bastante arcaico, de origen colonial, que observa al territorio como a un yacimiento por explotar o, en su opuesto, como un espacio de acumulación simbólica.

Entre extracción y acumulación, los procesos de interacción y fricción entre los diversos paisajes del turismo residencial definen las características de una particular zona de contacto entre sujetos, economías, deseos e imaginarios. La referencia es a los estudios de Mary Louise Pratt (1992), quien, a través de esta expresión, indica el lugar donde las diferentes culturas se enfrentan a través de las relaciones, en términos de convivencia e interacción. Estas prácticas a menudo se plantean dentro de relaciones de poder asimétricas que recuerdan formas de poder colonial.64 El término contacto se centra en las dimensiones interactivas de los encuentros, en la manera en que sujetos previamente separados de la geografía y la historia se cruzan con sus trayectorias de vida.

En la zona de contacto, los significados y los símbolos de la cultura local son apropiados a través de lo que Pratt define como prácticas de anticonquista, es decir, estrategias de representación en las que los recién llegados intentan asegurar su inocencia y, al mismo tiempo, afirmar una hegemonía cultural, mediante la difusión de nuevos discursos y estilos de vida dirigidos a una supuesta “búsqueda de la verdad”. En Vilcabamba, las ideas y la cultura de los recién llegados afirman tener un mayor peso específico. Los recién llegados, como intelectuales de la edad moderna, se sienten investidos de una misión: transformar los sujetos locales en figuras atentas a los temas del medioambiente, la ecología y las culturas ancestrales locales. Se trata del proyecto de “replantar” lo que se percibe como “desarraigado”. Es un intento de construir un nuevo orden, una actividad selectiva que indirectamente puede producir exclusión.

La anticonquista es la visión que caracteriza a los científicos y naturalistas que visitaron América en los siglos XVIII y XIX, quienes, aunque no se adhieren explícitamente a los proyectos de conquista, muestran una conciencia occidental de la vocación planetaria, cuya moralidad europea pretende esconder la búsqueda de la afirmación de su hegemonía en el resto del mundo, a través de un mejor conocimiento del espacio y el medioambiente obtenido por medio de sistemas de clasificación basados en la observación directa de la realidad, aplicados indistintamente a seres humanos, plantas y animales. Este es el caso de las descripciones de América Latina y Ecuador, en particular las de geógrafos como Alexander von Humboldt, por ejemplo. El protagonista de la anticonquista es una figura que Pratt (1992) llama el hombre-observador, el hombre que ve, el que al mismo tiempo mira, posee y diseña.

Dentro de un territorio que ahora se ha convertido en objeto de deseo de muchos sujetos, extranjeros, locales y nómadas, la pregunta que los lugareños intentan responder es: ¿cómo convertir un lugar que se volvió en un destino para otros, en una casa para sí mismos? En este sentido, el área de contacto se configura como un espacio productivo, no solo reflexivo, donde al mismo tiempo se generan nuevas posibilidades y malentendidos, incomprensión y heterogeneidad de significados.65

Vilcabamba, como zona de contacto, forma parte de redes que lo conectan funcionalmente con áreas metropolitanas distantes, latinoamericanas o norteamericanas. Sus espacios se remodelan a través de diversas acciones e iniciativas inmobiliarias desde arriba o desde abajo, lo que desencadena un proceso de subordinación progresiva que reconfigura ese territorio como una extensa periferia rural. La periferia es un espacio dominado por lógicas funcionales, por lugares especializados, por jerarquías. De ahí la necesidad de encontrar nuevas lentes para observarlo: ¿qué formas toman los territorios rurales de Vilcabamba? ¿Y cómo mirar a su doble, Malacatos, un lugar al mismo tiempo similar, pero segregado? ¿Suburbio de un suburbio? ¿Cómo podemos escapar de esa retórica sobre la intangibilidad de los territorios rurales o sobre la apertura total a la explotación turística, que insiste en presentar discursos y políticas implícitamente neocoloniales?

Las vidas de los turistas residenciales se llevan a cabo en una o más diásporas. Sus modos de vida se mueven en direcciones variadas, entran en contacto, se separan, se acercan y se distancian de sus territorios de llegada, lo que genera conflictos o inicia un intercambio mutuo de experiencias y servicios. ¿A qué lugar se pertenece cuando se vive en un lugar como este? ¿Cómo razonar sobre la relación entre lo público y lo privado cuando, para muchos de estos sujetos, la vida privada no es más que una vida pública en miniatura?

Entre el “vivir a distancia” y el “vivir con”, ¿cómo vivir con la diferencia? Este es el principal problema que se debe enfrentar en el proyecto para territorios donde actores débilmente conectados realizan proyectos y visiones centradas en el permanecer, en el habitar entendido como definición de estilo de vida. La proximidad entre extraños ya no es una condición transitoria, sino que requiere de la adquisición y el desarrollo de habilidades proyectuales apropiadas, capaces de razonar en torno a la coexistencia de diferentes estilos de vida y del habitar.

La experiencia americana parece sugerir que la gente carece virtualmente de límites en su necesidad de entregarse a varios niveles. Algunos prefieren hacerlo en secreto.

La verdad te hará libre. Pero solo cuando haya terminado contigo.

DAVID FOSTER WALLACE, La broma infinita, 2006.

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Notas

1- Este capítulo está dividido en cuatro partes: la primera presenta a Vilcabamba como destino turístico y ubica este caso dentro de la literatura disciplinaria; la segunda describe los caracteres de los nuevos habitantes; la tercera, sus estrategias de asentamiento y el análisis de los procesos de modificación espacial producidos por las interacciones entre la sociedad local y los turistas residenciales; la última parte presenta una lectura crítica de estos procesos. Los datos provienen del análisis espacial, la investigación de campo llevada a cabo desde finales de 2014 hasta noviembre de 2017 y una serie de entrevistas cualitativas a administradores locales, operadores económicos locales, turistas y habitantes locales. Además del trabajo de los tres autores, esta investigación se ha valido de la colaboración de Fabián Reyes Bueno, Cecilia Cempini y Valentina Dall’Orto, investigadores y profesores de la Universidad Técnica Particular de Loja, y Nubia Ramírez y Pablo Cuenca, técnicos del municipio de Loja.

2- El turismo residencial se presenta como un concepto ambiguo tal como se define, por el acoplamiento de dos términos en oposición: el primero, conectado a la temporalidad; el segundo, expresión de estabilidad. Sin embargo, es precisamente esta incertidumbre semántica la que nos permite resaltar las características de aquellas tensiones que aparecen en contextos sociales específicos, en los que se solapan formas de movilidad orbital entre contextos múltiples, especulaciones económicas a corto plazo y la manifestación de estrategias del habitar que tratan con proyectos de autorrealización y de búsqueda de la “buena vida”.

3- Las razones de tal investigación están ligadas a lo que muchos sociólogos han definido como el cambio posmoderno, es decir, el proceso de sustitución de valores sociales, que priorizan la seguridad física y económica, con otros que enfatizan en el significado de calidad de vida más allá de cuestiones materiales (Inglehart, 1997).

4- Algunos investigadores usan el término turismo residencial o de largo plazo (Ono, 2008; Vasiliadis y Kobotis, 1999), otros usan conceptos como international retirement migration, amenity migration, counter-urbanization migration (Božić, 2006; King, Warnes y Williams, 1998) o lifestyle migration, migración por estilo de vida (Benson y O’Reilly, 2009); esta última va más allá de la dimensión del fenómeno del turismo. Estas diferentes declinaciones han llevado a algunos autores a estudiar tales formas de movilidad utilizando diferentes perspectivas y herramientas, las cuales ponen de vez en cuando el enfoque sobre la cuestión de la migración, las opciones de asentamiento o la búsqueda de estrategias de distinción social.

5- En el sur de los Andes ecuatorianos, la ciudad colonial de Cuenca es un ejemplo de destino para este tipo de turismo en un contexto urbano (Serageldin, Cabannes, Solloso y Valenzuela, 2005; Klaufus, 2006). En entornos rurales, los pueblos de Vilcabamba o Cotacachi —ubicado en la región de Imbabura— se encuentran entre los ejemplos más representativos.

6- Un estudio sobre los cambios en las propiedades del suelo fue realizado por la Universidad Central de Ecuador y publicado por el Sistema de Investigación sobre la Problemática Agropecuaria en Ecuador (Sipae) (Quishpe y Alvarado, 2012). En el caso de Vilcabamba, la referencia a los procesos de descampesinización y desagrarización ha sido utilizada para describir la transformación de la figura del campesino de una materia económicamente independiente dedicada al cultivo de pequeños fondos patrimoniales al salario multifuncional de su trabajo en una variedad de actividades al servicio de turistas residenciales (Hayes, 2015a, 2015b; Gascón, 2015).

 

7- Véase también Correa (2017) y Barajas y García (2016).

8- Un elemento que caracteriza la investigación sobre prácticas y lugares de turismo residencial es el uso de imágenes de lucha o conflicto, de asimetría en las relaciones de dominación e intercambio entre varios grupos y componentes sociales presentes simultáneamente en un territorio. En este estudio se prefirió no insistir en estos temas, sino centrarse en los efectos espaciales de las prácticas del turismo residencial.

9- El área urbanizada total del centro urbano es de 16,74 ha, de las cuales el 41,36 % los ocupan las viviendas, el 3,92 % es para uso comercial y el 33,6 % es para instalaciones públicas como escuelas, edificios municipales, policía, centros culturales, centros de emergencia y cementerio. Hay 498 residencias en el centro, la mayoría de ellas son habitadas. El 49,50 % de la superficie de las manzanas corresponde a las áreas internas libres. El 43,56 % de las viviendas son de propiedad privada, mientras que el 23,34 % de la población vive en viviendas alquiladas, el 14,91 % viven en casas prestadas y el 11,48 % de las viviendas son donadas o heredadas. En áreas urbanas, el 71 % de las edificaciones constan de un piso. Las edificaciones de dos pisos son el 25 % del área construída y solo el 4 % de las edificaciones constan de tres o más plantas. El 13,60 % del área urbana corresponde a las partes más densas y consolidadas; el 39,40 % consiste en bloques con lotes más pequeños en consolidación y el 47 % corresponde a áreas periurbanas, caracterizadas por grandes lotes y la presencia de granjas (Gobierno Autónomo Descentralizado Parroquial de Vilcabamba, 2011).

10- Según datos del cantón de Loja, al que el pueblo pertenece administrativamente, el 16 % de su territorio está dedicado a la agricultura, mientras que alrededor del 80 % se compone de pastos, bosques o suelos incultos en laderas empinadas. Según el censo de 2010, alrededor de 4700 habitantes viven en el pueblo (Gobierno Autónomo Descentralizado Parroquial de Vilcabamba, 2011).

11- El 16 % del territorio es plano (Gobierno Autónomo Descentralizado Parroquial de Vilcabamba, 2011).

12- En el territorio de la parroquia existen los siguientes tipos de cubierta vegetal natural: bosque siempreverde de los Andes (14 %), matorral alto (6,06 %), matorral seco alto (17,36 %), páramo (6,5 %) y pastos naturales (47 %). Los ecosistemas naturales representan más del 85 % del área de la parroquia. Otros tipos de uso de la tierra son: agroforestería, cultivos perennes, cultivos de ciclo corto, áreas hidrogeológicas, pastos cultivados y plantaciones forestales. El área de producción está representada por cultivos perennes (huertos) (344 ha), pastos cultivados (196 ha), agroforestería (168 ha), bosques artificiales (158 ha) y cultivos de ciclo corto (43 ha). En total hay más de 900 ha para la agricultura y la silvicultura, que representa 6 % de la superficie de la parroquia. El área poblada, urbana y rural, representa el 1,8 %, alrededor de 300 ha (Gobierno Autónomo Descentralizado Parroquial de Vilcabamba, 2011).

13- Los estudios sobre Vilcabamba comienzan en los años cincuenta. En 1955, con un artículo titulado “Isla de inmunidad”, publicado en la revista Reader’s Digest, el Dr. Eugene Payne describe diferentes áreas geográficas consideradas inmunes a ciertas enfermedades, entre ellas Vilcabamba, debido a la baja incidencia de enfermedades cardiovasculares y arteriosclerosis. En 1959, la revista Prevention publicó un artículo de Albert Kamer titulado “Aquella cierta cosa de Loja”, en el que el autor, describiendo su viaje al valle de Vilcabamba, habla de la recuperación de su enfermedad del corazón a su llegada a este lugar. En 1964, un grupo de médicos, encabezados por el cardiólogo Dr. Miguel Salvador, se trasladó a Vilcabamba para llevar a cabo distintos estudios científicos sobre la longevidad, publicados más tarde en un libro llamado Vilcabamba: tierra de longevidad (1992). Esta investigación relacionó la longevidad con las condiciones climáticas y ambientales del valle. En 1977, el Dr. Kokichi Otani llegó a Vilcabamba con mala salud debido a enfermedades cardiovasculares, pero después de algunos meses de estancia en este lugar se recuperó por completo. En 1982, el Dr. Morton Walker investigó los procesos de mineralización celulares que ocurren en el cuerpo de los habitantes de Vilcabamba, analizando muestras de cabello de cincuenta personas de todas las edades, que muestran que la mineralización celular en los mayores sigue siendo idéntica a la de los adultos jóvenes; los ancianos y las plantas tenían el mismo nivel de mineralización que el agua de los ríos locales. El Dr. Walker dijo que la proporción de calcio, magnesio y agua es prácticamente perfecta, y que el consumo de alimentos locales puede producir un efecto de “quelación” en el cuerpo (Gobierno Autónomo Descentralizado Parroquial de Vilcabamba, 2011).

14- La contracultura se puede definir como una forma de experimentalismo y contestación, a través de la cual se mueve una crítica de la modernidad. En particular, los hippies, a través de prácticas neorurales, espirituales o vinculadas a pequeñas actividades artesanales, son críticos con las formas económicas y políticas institucionalizadas. Estos son procesos de larga duración; las contraculturas tienen una historia de al menos 200 años. A través de estas, es posible recordar las reflexiones de Rousseau sobre el malestar de la civilización y la razón.

15- El término hostería se refiere a un hotel rural compuesto por instalaciones de alojamiento dispersas. El propietario del Hosteria Izhcayluma es alemán. Otras hosterias en el pueblo son: Vilcabamba, Paraíso, El Descanso del Ramsés, Ruinas de Quinara, Izhcayluma, El Molino de Izhcayluma, Hotel Valle Sagrado, Mandango, Taranza, Hostal Jardín Escondido, Margaritas, Le Rendez-Vous, Pinar del Río, Cabañas Río, Yambala, Ecoalbergue Rumihuilco y El Descanso del Toro.

16- El río limpio, la calidad ambiental y la topografía del área bastante concurrida, la cual ofrece frecuentes vistas panorámicas, se consideran elementos de distinción que diferencian a Vilcabamba de los pueblos cercanos, como Malacatos, cuyo río está contaminado y se encuentra en un territorio predominantemente plano.

17- El 32 % de los habitantes de la parroquia se dedican a actividades agrícolas, zootécnicas, forestales y pesqueras; el 13 % realiza actividades relacionadas con el sector de la construcción; el 9 % está dedicado al comercio mayorista y minorista, el 6 %, a las industrias manufactureras y otro 6 % a los servicios de alojamiento y venta de comida. El turismo es la actividad que genera el mayor movimiento económico (Gobierno Autónomo Descentralizado Parroquial de Vilcabamba, 2011).

18- Estas son cifras inexactas debido a la falta de información confiable.

19- A veces pretenden que el municipio ponga un policía en defensa de su hogar. Diego Guerrero, presidente del Gobierno Autónome Descentralizado de Vilcabamba, comunicación personal, 31 de octubre de 2017).

20- En particular, según los sujetos que operan en el sector de la venta de comida en restaurantes, como Elizabeth Dominguez, propietaria del restaurante La Terraza.

21- Además, la presencia de mujeres particularmente extrovertidas y llamativas pone indirectamente en tela de juicio el papel y la imaginación tradicional de las mujeres locales. Este fenómeno, según Elizabeth Domínguez, propietaria del restaurante La Terraza, indirectamente produce emigración.

22- Algunos de estos temas han dejado trabajos bien remunerados. Los jóvenes migrantes, algunos con familias, a menudo mencionan la búsqueda de un mejor equilibrio entre el trabajo y el ocio y la búsqueda de un entorno saludable para sus hijos.

23- Desarrollado en Australia en 1978 como un modelo de agricultura sostenible, la permacultura (del inglés permanent agriculture) es un conjunto de prácticas agronómicas basadas en el cultivo asociado de árboles perennes, arbustos, plantas herbáceas, hongos y tubérculos diseñados para configurar entornos humanos similares a los ecosistemas naturales.

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