Cómo formar una banda de rock

Tekst
0
Recenzje
Przeczytaj fragment
Oznacz jako przeczytane
Czcionka:Mniejsze АаWiększe Aa








Fíjate que podemos saber en cada uno de ellos cuántos miembros hay y cuántas publicaciones se hacen al día. Teniendo en cuenta esta media y las personas que hay, sabremos si ese grupo es activo o hace tiempo que no funciona. De todas formas, aunque un grupo parezca que no funciona o tenga muy pocas publicaciones al día, no dejes de publicar tu anuncio. Quién sabe quién podría verlo. No escatimes en esfuerzos. Si solo tienes que copiar y pegar tu texto, lo mismo te da publicarlo en un grupo que en dos o tres más. No pases de largo de las páginas tampoco, las asociaciones de las que hablábamos antes tienen también página en Facebook, por regla general, y eso te puede ayudar a ponerte en contacto con un par de personas.

Cuando escribas tu anuncio en las redes sociales intenta hacerlo de manera sencilla, sin rodeos. Sobre todo, que sea un anuncio breve y claro. En las publicaciones en Facebook, evita escribir una publicación tan larga que los usuarios tengan que hacer clic en «ver más» para poder leerlo todo. En Internet prima la sencillez: cuanto más fácil lo pongas, más leída será tu publicación. Si quieres, también puedes añadir alguna imagen para atraer la atención, así como hemos comentado antes con los carteles. Las páginas web que te hemos recomendado para hacer tu cartel tienen opciones para trabajar con carteles en cuadrado, que son los que suelen funcionar en redes sociales, así que de igual manera puedes subir tu cartel en vez de hacer una publicación solo con letras y emoticonos o emojis. De los emoticonos no te olvides, decoran el texto y lo hacen más visible, porque llaman la atención. Con uno o dos bastará, tampoco es necesario llenar la publicación de caritas de colores. Aquí tienes un ejemplo de lo que suele funcionar:


En Facebook puedes aprovechar y escribir más texto que en un anuncio convencional porque no es necesario que especifiques ninguna información de contacto. Te pueden escribir un mensaje directamente o comentar en tu publicación. Lo bueno de las redes sociales es que no tienes que perder el tiempo con llamadas inciertas, porque puedes comprobar tú mismo en Internet qué tal se desenvuelve un músico antes de quedar con él. Si temes que los músicos que encuentres no tengan la misma experiencia que tú, siempre puedes pedir un vídeo o un audio para comprobar cómo tocan o cantan. Es totalmente normal y entendible, que no te dé vergüenza. Aprovecha también Twitter e Instagram. En estas dos redes sociales las imágenes también son importantes, sobre todo en Instagram, ya lo sabes. Publicar lo que buscas en tus historias y pedirle a tus contactos que lo compartan puede ser una buena estrategia para conseguir visibilidad. En Twitter dependerá de tu zona. Es fácil llegar a otras partes del mundo, pero llegar a personas que viven cerca de ti dependerá de la proyección que tenga tu cuenta en la zona.

Si combinas todas las metodologías comentadas hasta ahora, es muy posible que varios músicos se pongan en contacto contigo. Cubre todos los frentes que puedas: cuelga carteles por la calle, háblale a tus amigos y familiares de lo que buscas, pídeles que compartan tus publicaciones en redes y que te ayuden a colgar carteles en salas de ensayo, tiendas de música, centros y en todos los lugares donde puedas y esté permitido. Cuanta más visibilidad, más posibilidades. Si buscas gente de tu misma edad, con tus mismas aspiraciones, misma experiencia y con similitudes que te permitan tener una amistad más allá del grupo (algo de lo que hablaremos más adelante), piensa en tus movimientos, en cómo te mueves por tu ciudad o pueblo, a qué sitios vas, cómo te desplazas, en qué lugares pasas más tiempo. Piensa que el anuncio lo pones para alguien como tú, así sabrás de qué manera puedes llegar mejor a músicos afines. ¡Mucha suerte y manos a la obra!



3

EL PRIMER ENSAYO: LA TOMA DE CONTACTO

¡PERO QUÉ MAL SUENA ESTO!

Cómo ir bien preparado al primer ensayo y no morir en el intento


El primer ensayo es algo que siempre se recuerda. Para que sea fluido, lo mejor es prepararse entre todos una lista de canciones, practicar mucho en casa y encontrar un lugar adecuado para poder tocar a volumen normal sin molestar a nadie.

Ha llegado el momento de verse las caras. Después de recibir mensajes contestando a tu solicitud, ya te habrás podido poner en contacto con un par de músicos interesados en tu proyecto. Ya te hemos advertido de que este proceso puede durar meses, así que no te desilusiones ni te vengas abajo, es una de las partes más complicadas del camino. Una vez te vayan llegando mensajes o llamadas, intenta obtener información que te ayude a decidir si ese músico se adapta a lo que tú buscas: edad (si es que te importa mucho), nivel de experiencia similar, disponibilidad para desplazarse, compromiso, conocimiento de algunas canciones, mismos intereses e influencias, etc. Esto son solo algunas ideas, el que tiene que saber lo que busca eres tú. Una vez obtenida esa información, si no consideras que haya ninguna diferencia sustancial o importante, no le digas a nadie que no. El que ahora te parece una superestrella para tu grupo puede resultar ser mañana el más vago de todos. Y viceversa.

El primer ensayo nunca es fácil

El primer ensayo no suele ser fácil, nadie se conoce, todos estamos nerviosos y tenemos miedo de tocar mal, de equivocarnos y quedar mal delante de nuestros compañeros.

Eso puede ser relativamente fácil de superar si nos damos cuenta de que, probablemente, estamos todos igual. Ya lo dice el dicho: mal de muchos, consuelo de... músicos. Y es que mostrar tus habilidades delante de gente que no habías visto antes da un poco de canguelo, como es normal. Otra cosa que te puede pasar es que tengas a varias personas interesadas que tocan, justamente, el mismo instrumento. Es decir, cinco guitarristas interesados en tocar contigo y empezar un proyecto. Si eso te pasa, no entres en pánico, trátales como esperarías tú ser tratado. Intenta quedar con todos ellos en días diferentes. Verse las caras el mismo día con cinco guitarristas en una sala de ensayo o en el sótano de tu casa puede resultar violento para ellos: vienen a pasarlo bien y a hacer música, no al matadero.

Vayamos a lo práctico. Cuando te empiecen a llamar por teléfono diferentes personas, mi consejo es que hagas una primera criba y averigües todo lo que puedas. Si ya para empezar no cumplen con requisitos que tú consideras importantes, puedes decirles que no te interesa lo que te ofrecen, no pasa nada. Si, por el contrario, crees que podrían ser buenos candidatos (están dispuestos a tomárselo en serio, tienen más o menos las mismas influencias que tú, son de tu ciudad y tienen ilusión por empezar un proyecto nuevo), guarda su contacto. Como hemos dicho antes, siempre puede ser bueno pedir una muestra en formato vídeo o audio de lo que sabe hacer. Así, te haces una idea del nivel que tienen y ya sabrás qué esperar de ellos en los ensayos. Si hasta aquí todo avanza bien y tú también les gustas (claro, esto tiene que ser recíproco) ya podéis pasar a la siguiente fase.

Dónde ensayar por primera vez

Cuando tengas a un par de músicos interesados en tu proyecto y ya hayas hablado con ellos será el momento de ensayar conjuntamente por primera vez. Necesitáis, para empezar, un ensayo de prueba. Para encontrar el sitio adecuado hay un truco que se suele usar: preguntarle al batería. Seguramente es uno de los instrumentos que te habrás planteado tener en tu grupo de rock, ya que es casi inherente a ese estilo de música. Vuestro batería tiene que tener un sitio para practicar, y seguro que es un sitio donde no molesta, porque si no, no podría practicar ahí. Allí donde practique el batería puede ser un buen sitio para conocer a vuestros músicos. Si resulta ser el batería el nuevo, no pasa nada, queda con los demás músicos primero y finalmente con el batería.

¿Pero dónde quedo con los otros músicos si de momento no se nos ha presentado ningún batería? Lo que podéis hacer es quedar en casa de alguno de vosotros, donde haya un mínimo de espacio (una habitación, un sótano, el salón) o en la sala de ensayo de algún amigo. También podéis preguntar en las salas de ensayo cercanas si os pueden alquilar alguna durante una hora, o si os pueden dejar una sala en un centro cultural o casal para jóvenes. Seguro que tienes alguno cerca. En caso de no querer o no poder pagar, siempre podéis quedar en casa de alguno de vosotros y tocar en acústico o a muy bajo volumen con vuestros amplificadores. Las dificultades para encontrar una sala de ensayo de verdad ya las pasaréis cuando tengas claros a tus integrantes. Si aún no estás seguro, no pagues ninguna señal en ningún sitio, así te evitarás sorpresas y decepciones. Cuando hay dinero de por medio todo es mucho más delicado. En el momento en el que quedéis para ensayar, si la situación os lo permite, deberíais poder quedar las cuatro o cinco personas de la banda. Esto tiene una razón de ser, y es que las canciones sin un instrumento quedan bastante cojas. Algunas pueden llegar a sonar realmente mal si falta un instrumento que resulta ser la pieza clave. Si la situación te lo permite, tienes suficientes personas interesadas y no ha pasado demasiado tiempo (no vaya a ser que una de ellas se interese por otro proyecto), lo mejor será que quedéis el grupo entero.

 

Cómo prepararse el primer ensayo

La lista de canciones

Antes de veros por primera vez de manera conjunta estaría bien que determinarais qué canciones vais a tocar para poder prepararlas cada uno en su casa y después ponerlas en común en el primer ensayo. No te recomiendo que, si tienes canciones propias, las enseñes de buenas a primeras, ni siquiera delante de ellos de manera libre cuando os veáis por primera vez. Es mucho mejor curarse en salud: cuida tus composiciones y no se las enseñes a la primera persona que pase. Este es un consejo que te puede salvar de algún que otro plagio. Con esto no quiero decir que el mundo esté plagado de malas personas y de músicos al acecho esperando a que reveles tus invenciones, pero si puedes esperar a tener más confianza con tus músicos, mucho mejor.

Partiendo de la base de que todos los miembros del grupo tenéis más o menos la misma experiencia, voy a recomendarte una serie de canciones que puedes proponer. Es importante que sean canciones sencillas que cualquiera pueda aprenderse en poco tiempo. No buscamos conocer las carencias de cada uno (todos podemos evolucionar), buscamos una canción que podamos tocar de manera conjunta y con la que nos podamos hacer una idea sobre cómo suenan todos los instrumentos juntos. Aquí tienes una lista de canciones fáciles que podéis tocar en cualquier grupo que tenga, como mínimo, una persona que toque la guitarra, un batería, un bajista y una persona que cante:

 «American Idiot», Green Day. Esta canción tiene un ritmo de guitarra rápido pero la batería y el bajo prácticamente no cambian durante toda la canción. La voz es perfectamente asumible para cualquier tipo de cantante de rock. En general, la mayoría de canciones de Green Day no presentan muchas dificultades.

 «Another Brick In The Wall Pt.2», Pink Floyd. La parte dos, no la parte uno, del «Another Brick In The Wall» es una bestialidad de canción, y sorprendentemente fácil para grupos que empiezan. Las voces femeninas pueden quedar especialmente bien con esta canción y si el guitarra aún no puede hacer un solo, os lo podéis saltar. Si no, esta canción también te da el espacio para explayarte e improvisar una parte del solo. Es un muy buen comienzo.

 «Agradecido», Rosendo. No hay que pretender sonar como Rosendo, que tiene una voz peculiar, recordemos que estas canciones son para ver cómo sonamos en conjunto. «Agradecido» es una canción rockera cañera, propia de los años dorados del rock español, muy fácil de aprender para todos los instrumentos.

 «Smoke On The Water», Deep Purple. El bajo tiene unas variaciones muy chulas y no demasiado rápidas, la batería es muy cuadrada y seguro que el guitarrista ya se la sabe. Si no, ¡despídelo! Es la primera canción que se aprenden todos los guitarristas, ¡que no te mienta!

 «Out For Blood», Lita Ford. Canción pesada donde las haya, de la década de los ochenta y de la mano de una de las voces femeninas que más repercusión tuvo entre el elevado nombre de grupos con voces masculinas rockeras. Echadle un vistazo, la batería es casi siempre igual, pero la guitarra tal vez tiene que esforzarse un poco, aunque siempre os podéis saltar el solo.

 «Una foto en blanco y negro», El Canto Del Loco. Una de las canciones más fáciles y emotivas del pop-rock español. No es difícil para ningún instrumento, ni siquiera para la voz. Las variaciones son mínimas y con todos los instrumentos, la canción tiende a sonar compacta.

 «(I Can’t Get No) Satisfaction», The Rolling Stones. Salvando el hecho de que a lo mejor el cantante no tiene una pandereta, y quitando esa pequeña parte de la canción (que por cierto, le da mucha vida), esta canción es buena para empezar. La batería es casi aburrida. La guitarra es repetitiva y el bajo aquí sí que puede destacar de manera notable. Además, puedes comprobar qué tal le va la voz a tu cantante en cuanto a potencia. Cuando esta canción se canta sin energía, se nota.

 «Starman», David Bowie. Con una guitarra acústica y una buena voz, esta canción puede sonar brutal. David Bowie, nuestro camaleón, permite al cantante modificar la voz como más le guste. Es una canción sencilla, de batería simple y con un protagonismo medio para el bajo.

Estas canciones pueden serviros como referencia si no tenéis la menor idea de por dónde empezar, aunque seguramente no sea así. Si buscas a tus músicos en base a las influencias, es posible que tengáis más de un grupo en común que os guste y por donde podéis empezar. Intentad, eso sí, que las canciones sean relativamente fáciles. Imagina estar practicando una semana una canción que a lo mejor no te termina de entusiasmar para un grupo que al final no tiene recorrido. Está bien, sí, el saber no ocupa lugar, pero tal vez podríamos haber dedicado el tiempo a practicar canciones que nos interesan y nos gustan de verdad. Cada integrante del grupo se encargará por su cuenta de buscar las partituras que necesite para aprenderse la canción, eso se da por sentado. Como también se da por sentado que todos deberíais estar cómodos con lo que toquéis, porque si no, la habilidad que algunos integrantes muestren puede no ser la real. Tocar algo que no te gusta le quita mucha actitud a la hora de tocar, y eso lo sabemos todos los músicos.

Tu amigo el metrónomo

El dibujo de la siguiente página es un metrónomo. Haz el favor de usarlo, ¡que existe para eso! No hace falta que te compres uno si no lo tienes ya, porque existe una infinidad de aplicaciones para el móvil y online que te puedes poner en los auriculares y que realizan la misma función. Por si no sabes aún lo que es, un metrónomo te marca el tempo de una canción, el pulso de la misma. Es una herramienta que se usa poco y que muchos músicos deberían incorporar a su rutina diaria de práctica. Tocar fuera de ritmo puede tener consecuencias catastróficas para vosotros como grupo musical. Si tocas solo no es tan importante. Si tocas con los demás... es casi esencial.


Cuando practiques canciones por tu cuenta, tanto si son canciones que tú has escogido como si son para poner en común con el grupo, te recomiendo que sigas estos pasos:

 Busca la canción que quieras practicar y escúchala con calma. Presta atención a todos los instrumentos que suenan, por separado, y a la pieza musical en su conjunto. Interiorízala y escúchala durante unos días: de camino a tu centro de estudios o a tu trabajo, en el transporte público, mientras realizas tareas. Absorbe e interioriza la canción hasta que no te suene ajena y te sepas todas las filigranas y pequeños guiños que tiene, sean del instrumento que sean.

 Busca la partitura específica para tu instrumento (a menos que quieras aprenderte la voz), o, en su defecto, la tablatura. Observa en qué partes puedes tener más problemas e intenta practicar las partes que te parezcan más fáciles, las que puedas asumir de manera más rápida. Con la canción en la cabeza te será muy fácil identificar si te equivocas porque ya te la habrás estudiado. En caso de que quieras practicar la voz, algo que funciona muy bien es ir cantando encima de la canción en cuestión para cogerle el truco.

 Cuando tengas las partes más fáciles asumidas, puedes empezar con las más difíciles. Si te estás aprendiendo la voz, no te olvides de calentar antes de cantar. Tu voz es un instrumento delicado, más que una guitarra, un bajo, un teclado o una batería, así que cuídala lo mejor que puedas.

 Mientras estés practicando, al principio encima de la canción o con la canción de fondo y, más tarde, a solas, recuerda hacerlo a la velocidad que habéis acordado en el grupo. Las canciones que no os gusten cómo son, o que queráis modificar de alguna manera (el cantante la prefiere más lenta, las filigranas tan rápido al bajo no le salen), podéis modificar su tempo. Lo único que tenéis que hacer es determinar la velocidad de la canción. Es decir, los Beats Per Minute, en inglés, o golpes por minuto. Los BPM sirven para determinar, en una canción, cuántas figuras de un tiempo (negras) podemos encontrar en un minuto de la canción. Por consiguiente, las canciones con más BPM serán más rápidas (se utilizan en los gimnasios para acelerarte), y las que menos BPM tengan serán más lentas (comúnmente usado en las baladas).


Inciso: existen muchas herramientas en Internet que te permiten cambiarle los BPM a una canción. Lo que suele pasar es que estos programas, que no son de pago, te ralentizan la canción natural, lo que hace que, inevitablemente, suenen un poco chistosas, porque se tiene que incluir información musical en un tiempo que antes no existía, porque la canción era más larga y no tan corta. El vibrato del cantante que antes duraba tan solo dos segundos ahora dura tres segundos, así que al alargarlo suena gracioso. Esto se puede corregir con programas de música como el GuitarPro, que te puedes descargar gratis (versión de prueba), y cambiar los BPM de las tablaturas sin ningún problema. De todas formas, el hecho de que la canción suene rara no tiene mucha importancia, ya que es solo para practicar. Audiotrimmer.com es una herramienta online que te permite cambiar la velocidad de las canciones de manera gratuita. Para practicar puede estar muy bien tanto el modo lento (para empezar) como el modo rápido (para perfeccionar la técnica).

 Y el último consejo o paso: practica tú solo con el metrónomo de fondo cuando tengas la canción completamente asimilada. Si practicas siempre con la canción de fondo te acostumbrarás a oír algo más mientras estás tocando, y en el momento en el que toques solo delante de tus compañeros vas a sentir un vacío que antes no estaba ahí. Aunque toques con ellos, que significaría escuchar los mismos instrumentos que oías en la canción, no lo vas a escuchar igual, porque ni la técnica ni los instrumentos ni los músicos son los mismos, así que acostúmbrate cuando practiques a hacerlo a capella, tú solo, sin ningún estímulo externo. Para cuando llegue el ensayo, deberías poder tocar la canción en cuestión simplemente con un metrónomo al lado, e incluso sin él. Así, cuando quedes con tus compañeros lo harás bien y seguirás el tempo, y podrás corregirlos cuando se adelanten o se atrasen. No me cansaré de repetirlo: el tempo, en un grupo, es muy importante y debe ser cuidado por todos. Por eso, es necesario practicar con un metrónomo o con una herramienta parecida.

Para que puedas practicar a gusto en casa tú solo con tu instrumento las canciones que habéis acordado, aquí tienes un par de herramientas gratuitas que puedes encontrar en Internet, además de una serie de apps que te ayudarán a afinar tu instrumento y a seguir el tempo con tu móvil:

Apps

 Instrument Tuner

Instrument Tuner es una app gratuita muy versátil para todo tipo de instrumentos de cuerda con un afinador cromático, que son los que nos indican en qué afinación se encuentra la cuerda. Esto nos permite afinarla en la nota que queramos. También nos permite cambiar el tono patrón de afinación, que por lo general está establecido en 440Hz.


 Soundcorset Afinador y Metrónomo

 

Esta aplicación, de apariencia sencilla, es una de las más versátiles que podrás encontrar. Además, ofrece opciones varias con las que te quedarás con la boca abierta. Se puede usar como metrónomo y como afinador, con afinador cromático. Te permite alterar el sonido del metrónomo, el tempo, las pulsaciones fuertes y hasta te marca el tiempo del metrónomo con la linterna de tu móvil o a base de vibraciones. También cuenta con una opción para saber cuánto tiempo has estado practicando con el metrónomo, además de permitirte llevar un registro de ello. Pruébala, es gratuita y no te defraudará.


 Metronome Beats

Metronome Beats es ligera, visual y encantadora. Muy fácil de usar e intuitiva, sin complicaciones, y completamente gratuita. El metrónomo es visual, en puntos de color que podemos modificar a nuestro gusto. Cuenta con una app hermana que afina tu instrumento sin problemas. Puedes modificar los pulsos sin compás y programar un temporizador que se parará cuando tú se lo pidas. Si te descargas la versión de pago puedes guardar tus ajustes preferidos del metrónomo y organizar listas con tus canciones favoritas. Una app muy recomendable.



Algunas apps también te pueden ayudar a detectar los BPM de las canciones que habéis escogido. De esta manera, después puedes practicar en tu casa con tu metrónomo sin tener que buscar a ciegas en qué BPM se mueve la pieza musical.

Herramientas online

 Metrónomo Full Partituras

Herramienta más fácil e intuitiva imposible. Un metrónomo simplísimo con el que marcarte el tempo y practicar. Te permite bajarle el volumen de manera independiente por si estás usando otra pestaña de tu navegador con una canción o con otro sonido. (https://metronomo.fullpartituras.com/es/)


 Tuner Online

Herramienta también muy simple y rápida con la que puedes aprender algunos acordes, tanto para guitarra como para ukelele. Cuenta con una herramienta que te permite afinar guitarras de siete cuerdas y de doce, aunque eso también lo puedes hacer con un afinador normal. (https://tuner-online.com/es/)


La hora de la verdad: el primer ensayo

Con la lista de canciones aprendida y los instrumentos bien afinados, ahora solo queda presentarse al ensayo con la mejor de las actitudes. Intenta presentarte con antelación, no llegues tarde porque así podrás usar el tiempo que necesites para prepararte y colocar tu amplificador e instrumento como más te guste. No te olvides tampoco de calentar. Si te da vergüenza hacerlo delante de los demás, lo puedes hacer en casa, así ya irás medio preparado. En cuanto a las canciones, siempre es de recibo que preguntes por cuál quieren empezar, que te muestres flexible, con una actitud positiva y sin prestar demasiada atención a los fallos que cometan los demás. Recuerda que es un primer ensayo para ver si sonáis bien juntos, y que de esta decisión puede salir un grupo al que considerarás tu familia, un grupo de personas con el que pasarás muchas horas, compartirás historias, buenos y malos ratos. Son personas con las que te vas a enfadar, con las que probablemente llores o te rías hasta llorar. En definitiva, estarás escogiendo tu familia musical. Deberías hacerlo con cautela y paciencia, en el primer ensayo pocas veces se sabe algo, permítete darte o darles una segunda oportunidad si no lo ves del todo claro. Lo que ahora decidáis que será vuestro grupo puede cambiar con el tiempo, todo vendrá y todo saldrá como tenga que salir. La paciencia y la constancia serán tus mayores virtudes, no olvides practicarlas cada día.


El feeling y la sensación de haber trabajado (y sonado) bien en equipo será lo que te indicará si sois aptos para formar un grupo o no. Date paciencia y constancia, tal vez tendrás que probar con muchos músicos hasta que des con los adecuados. Sobre todo, no dejes nunca de practicar con tu instrumento.

Algo que puedes hacer para romper un poco el hielo y hacer que todo el mundo se sienta más seguro y deje ir un poco de nerviosismo es entablar conversación antes de empezar a tocar. Si tú tomas la iniciativa, los otros probablemente te lo agradezcan para sus adentros. El colegueo de antes es importante para relajaros y conoceros un poco más, dado que es la primera vez que os veis. Pregúntales cómo han venido, si les ha sido difícil encontrar el sitio. Fíjate en sus instrumentos, en los pedales del guitarra, en el amplificador que traiga el bajista, en la batería y sus platos. Demostrar interés por lo que hace otra persona o cómo lo hace ayuda a que la otra persona sienta que lo que hace tiene importancia, y qué mejor ocasión para hacerles coger un poco de confianza que la primera vez que os veis. El resto, saldrá solo. Vosotros deberéis ser los jueces y decidir si sonáis bien como equipo. El primer ensayo es siempre uno de los más difíciles. Si os sale bien y sonáis bien a la primera, tal vez sea una señal muy clara. Si no, tened en cuenta que la mayoría de los primeros ensayos suele sonar mal. Cada integrante practica en su casa a su manera, con sus tiempos, en un espacio que considera seguro y libre de amenazas, sin que nadie le juzgue. Si os dais espacio y respeto, todo saldrá bien. ¡A por ello!


To koniec darmowego fragmentu. Czy chcesz czytać dalej?