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Perspectivas Críticas de la Contabilidad Contemporánea

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El marco conceptual que respalda el registro y la representación de la información financiera imposibilita el reconocimiento de muchos de los intangibles no adquiridos. Es decir, aquellos desarrollados como consecuencia de combinar recursos y actividades tangibles e intangibles, aunque sean los principales impulsores o creadores de valor7. Así las cosas, los sistemas de información están diseñados para necesidades diferentes a las actuales, lo que ha originado fisuras en la información, como resultado del distanciamiento entre lo que demandan los stakeholders y la información que se produce. En ese sentido, al referirse a la implementación de las NIIF8, Hans Hoogervorst, presidente de IASB, indica que los inversionistas deben ser considerados como la audiencia principal, pues ellos son los “usuarios finales”, teniendo en cuenta que son quienes aportan el patrimonio.

Diseño de la investigación

Objetivos e hipótesis

El objetivo general de la presente investigación es determinar el grado de avance de las empresas que hacen parte del Índice General de la Bolsa de Colombia, en la divulgación de información sobre CI a través de Internet.

Para el cumplimiento este objetivo, se establecen los siguientes objetivos específicos:

• Establecer la navegabilidad e identificar los criterios con mayor figuración en los portales web de las empresas que integran el Índice General de la Bolsa de Colombia (en adelante IGBC).

• Determinar las categorías, componentes y elementos de CI que son objeto de mayor divulgación.

• Establecer los factores que determinan una mayor divulgación de información sobre CI, por parte de las empresas del IGBC.

• Establecer el nivel de divulgación de información sobre CI de las empresas objeto de estudio.

Las grandes compañías tienden a divulgar más información, porque son más visibles y susceptibles al escrutinio de los grupos de interés; además, porque son más propensas a tener un mayor compromiso financiero, social, humano y organizacional (Oliveira et al., 2010). Según Gómez et al. (2005a), todas esas presiones fuerzan a las empresas, de alguna manera, a divulgar información sobre sus intangibles y sobre su actuar. Además, de acuerdo con Branswijck y Everaert (2012), las grandes empresas tienen mayor necesidad de capital que las pequeñas, y eso les obliga a tener una oferta informativa superior.

La mayoría de los estudios han encontrado una relación positiva entre el tamaño de la empresa y la divulgación de información sobre CI9. No obstante, algunos autores como Arvidsson (2003), Bukh et al. (2002), Rimmel et al. (2009) y Williams (2001), no encuentran asociación entre la cantidad de información sobre el CI revelada y el tamaño de la empresa. Con base en lo anterior, se plantea la siguiente hipótesis:

H1: Existe una influencia significativa del tamaño de la empresa en los niveles de divulgación de información sobre capital intelectual.

El costo del capital incide directamente en los resultados de la empresa; una adecuada estructura de capital le permite a la organización alcanzar sus objetivos, sin destruir valor y sin afectar la propiedad de los dueños sobre su empresa. Entre mayor sea el tamaño de la empresa, mayores serán las necesidades de capital y de apalancamiento financiero. El proveer más y detallada información no obligatoria podría minimizar la incertidumbre que se genera en los proveedores de fondos (García-Meca, 2004; Meek et al., 1995;). Según la teoría de la agencia, la herramienta que aumenta las garantías como deudores e induce a que los acreedores aumenten los créditos y disminuyan las tasas de interés, es la divulgación de información, sobre todo la relacionada con los intangibles (Hidalgo y García, 2009). Así las cosas, se plantea la segunda hipótesis.

H2: Existe influencia significativa del nivel de endeudamiento de la empresa en los niveles de divulgación de información sobre capital intelectual.

Las empresas con alto desempeño tienen más incentivos para dar a conocer su buena situación dentro del mercado (Hidalgo y García, 2009). Por un lado, sus directivos buscan ventajas personales que les permita continuar en sus cargos y, a la vez, lograr un mayor poder de negociación sobre sus remuneraciones (Giner, 1997; Wallace et al., 1994). Por el otro, los propietarios, buscando mantener el valor de sus acciones, están dispuestos a dar a conocer las buenas nuevas al mercado (Giner, 1997). No obstante, una empresa que no posea buenos resultados, sino que, por el contrario, presente pérdidas en sus informes financieros, divulgará más información sobre sus intangibles, con el fin de generar confianza, transparencia y seguridad en los inversionistas, clientes, proveedores y prestamistas (Hidalgo y García, 2009).

Autores como Bozzolan et al. (2002), García-Meca (2004), Meek et al., (1995) y Sáenz (2004), utilizando retorno sobre ventas (ROI, ROE y ROA, respectivamente), no encuentran una relación significativa entre los resultados y la divulgación de información sobre CI, por lo que la tercera hipótesis es:

H3: No son significativamente influyentes los resultados de la empresa en la divulgación de información sobre capital intelectual.

Dada la volatilidad que caracteriza el mercado actual, realizar proyecciones del desempeño futuro de las organizaciones se hace imprescindible; estimaciones consistentes y con posibilidad de cumplimiento probable solo son posibles, en la medida en que se incorporan una cantidad suficiente de variables relevantes, asunto imposible si no se cuenta con volúmenes de información adecuados. De acuerdo con Bozzolan et al. (2002) y Branswijck y Everaert, (2012), la información no financiera es de gran importancia para valorar y proyectar las ganancias de empresas jóvenes, principalmente, porque tienen menos datos históricos. Además, la cantidad de información inexacta es mayor en las empresas más jóvenes (Jaggi, citado por Branswijck y Everaert, 2012).

Cuando empresas jóvenes hacen parte del mercado de capitales o empresas con muchos años de actividad empiezan a cotizar en la bolsa, asumen comportamientos similares a las empresas antiguas. Ello, también, porque existe una regulación que establece unas exigencias que todas las empresas deben cumplir. Sin embargo, las políticas, en especial la relacionada con la oferta de información, cambian de empresa a empresa.

Los estudios que han utilizado la variable edad no han encontrado influencia significativa de ella sobre la revelación de información acerca del CI (Bozzolan et al., 2002; Bukh et al., 2002), por lo que la cuarta hipótesis es:

H4: La edad de cotización no es significativamente influyente en la divulgación de información sobre capital intelectual.

Variables

De acuerdo con la literatura existente, los proxys de tamaño más usadas son: total de ventas, capitalización, número de empleados y total de activos. Cuando se ha usado ventas totales, autores como Bozzolan et al. (2002), Gray et al. (2001), Meek et al. (1995) y Robb et al. (2001) y han encontrado influencia significativa de esta variable en la divulgación de información sobre intangibles. Con igual resultado, pero utilizando la capitalización, están García-Meca (2004) y Sáenz y Gómez (2005).

Para contrastar las hipótesis, fueron consideradas las siguientes variables:

• Tamaño: ventas año 2010.

• Endeudamiento: nivel de endeudamiento año 2010.

• Resultados: ROA y ROE.

• Edad: antigüedad en la bolsa de valores.

Metodología de la Investigación

Población y fuentes de información

Como el objetivo general de esta investigación es determinar el grado de avance en la divulgación de información sobre CI, a través de Internet, de las empresas que hacen parte del IGBC, se han tenido en cuenta los mismos criterios utilizados en Gómez et al. (2005a) en relación con la población y las fuentes de información utilizadas, para comparar dicho avance cinco años después. Por lo tanto, en el presente estudio se consideraron las empresas emisoras de las acciones que conforman el IGBC. El índice está conformado por 36 acciones10, de las cuales se han analizado 3311. Igualmente, las webs corporativas de las empresas fueron tenidas en cuenta como fuentes de información12.

Procedimiento metodológico

Una vez establecidas las empresas objeto de estudio, se determinaron los criterios para verificar la navegabilidad de sus portales web corporativos. En cada uno, se verificó la existencia de los sitos, información e informes que fueron establecidos como criterios para medir la navegabilidad. Posterior a este chequeo, cada sitio fue examinado para establecer si existía información sobre CI. Finalmente, se realizó la calificación por elementos, componentes y categorías de CI, para llegar a la construcción del índice de divulgación de CI.

Investigaciones previas sobre medición, valoración, gestión y divulgación de CI han utilizado diversos modelos, como el Intangible Assets Monitor (Singh y Kansal, 2011), es decir, el propuesto por Sveiby (1997). No obstante, dada la flexibilidad, amplitud y simplicidad del Modelo Intellectus propuesto por el Centro de Investigación sobre la Sociedad del Conocimiento (CIC, 2003), este se ha considerado como el modelo base en la presente investigación. El índice de divulgación se construyó a partir de 60 indicadores que, a nuestro juicio, tendrían mayor probabilidad de ser divulgados por las empresas colombianas (Anexo 1).

 

Se tomó la escala de calificación más usada en la literatura sobre índices de divulgación y que es la que “premia” la divulgación de información cuantitativa (Gómez, 2007): dos (2) puntos para los indicadores que son presentados en forma cuantitativa; un (1) punto para los indicadores que son mostrados en forma narrativa; y cero (0) puntos para los indicadores que no son divulgados.

El índice de divulgación de CI se construyó con la calificación obtenida en las tres categorías. Para ello, se obtuvo una calificación por cada categoría de CI, siendo cinco (5) la calificación máxima, cuando todos los indicadores habían sido presentados de forma cuantitativa; y cero (0), cuando no había ningún tipo de información sobre los indicadores que conformaban cada categoría de CI. El contraste de las hipótesis se llevó a cabo mediante regresiones lineales.

Resultados

Análisis de navegabilidad

Con respecto al estudio realizado por Gómez et al., (2005a), se evidencia un avance en los criterios de navegabilidad en el año 2011; mientras que, en 2005, el 84 % de las empresas que conformaron la población (es decir, 21) tenían portal web, en 2011 el ciento por ciento poseían web corporativa. Asimismo, mientras que, en 2005, el 60 % tenían en los estados financieros en línea, para el año 2011 el 94 % de las empresas disponían de un sitio en su web para mostrarlos (Tabla 1).

Tabla 1. Criterios de navegabilidad


Fuente: adaptado de Gómez y Maldonado (2012).

En dos de los dieciocho criterios utilizados, para el año 2011, se presentó disminución con respecto al año 2005: sitio para presentar los productos y oferta de información de dos idiomas. En un solo criterio se mantuvo el nivel (noticias y notas de prensa), con un 76 %. En los demás criterios, es decir quince, se presentan incrementos.

Mientras que, en 2005, existía muy poca información sobre innovación, investigación y tecnología y las páginas web se usaban para promocionar los productos y/o servicios; para 2011 la oferta informativa se centró en información financiera, bursátil y gobierno corporativo. Es notorio el incremento de sitios para informar específicamente sobre gobierno corporativo en las webs: mientras que, para el año 2005, el 70 % (14 de 20) de las empresas objeto de estudio lo tenían; en 2011, son el 94 %, es decir, 31 de las 33 empresas estudiadas.

Tanto en 2005 como en 2011, los aspectos en que menos informan las empresas a través de Internet son: gestión humana o recursos humanos13, oferta de empleo, medioambiente e innovación, investigación y tecnología. Siguiendo a Castilla (2007), hay evidencia de un interés por parte de las empresas hacia la publicación de intangibles como marcas y gastos de investigación y desarrollo, resultado que no concuerda con el obtenido en el estudio de las empresas del IGBC.

Sigue siendo baja la oferta de información en idioma inglés y la presencia de sitios para informar sobre responsabilidad social. Por el contrario, hay un avance significativo en la oferta informativa para los inversionistas. Así pues, mientras que, en 2005, 14 de las 20 empresas (40 %) tenían un sitio de relación con los inversionistas, en 2011, 30 de las 33 empresas lo tienen, lo que equivale al 91 %.

De los 18 criterios tenidos en cuenta para el análisis de navegabilidad, las tres empresas que cumplían con el mayor número en 2005 eran: Compañía Nacional de Chocolates S. A., con 16 criterios; Interconexión Eléctrica S. A. y la Corporación Financiera Nacional y Suramericana S. A., con 14 criterios cada una. Las empresas con mayor cumplimiento de criterios en 2011 fueron: Ecopetrol y Valorem con 17 criterios, así como con 16 criterios Bancolombia, Interconexión Eléctrica, Cementos Argos e Isagen.

Divulgación de capital intelectual

En relación con la divulgación de CI, la categoría con mayor índice promedio de divulgación, en 2011, fue capital humano, al igual que en 2005 (Tabla 2), resultado que concuerda con los obtenidos en otras investigaciones (Gómez, 2007). Igualmente, se resalta el hecho de que, en 2005, el máximo obtenido por dicha categoría hubiese sido de 2,71 sobre 5, y que, en 2011, alcanzara un máximo de 4,3814. Por el contrario, los promedios y puntajes máximos de las categorías capital estructural y capital relacional presentan disminuciones en el año 2011 con respecto al 2005.

Tabla 2. Divulgación de información de CI por Categorías y Componentes (escala 0-5)


Fuente: adaptado de Gómez y Maldonado (2012).

Después del capital humano, el capital social y el capital negocio son los componentes de CI sobre los que más se divulga en los dos años de análisis, aunque, el capital negocio presenta una disminución para el año 2011. Siguen siendo los dos componentes de capital estructural, es decir tecnológico y organizativo, sobre los que menos divulgación se realiza, presentándose una disminución significativa en el primero de ellos, debido a que las empresas cuentan muy poco sobre sus inversiones y actividades de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), así como acercar de aspectos vinculados con la tecnología.

En 2011, en cuatro de los cinco componentes de CI, algunas empresas no presentaron ninguna información; se observa mejoría en capital social, donde el mínimo de información divulgada es de 0,14 sobre 5, en comparación con el año 2005, donde las empresas no revelaron información.

El elemento de CI más divulgado por las empresas es capacidades15, con un puntaje de 1,75 y 1,78, para los años 2005 y 2011, respectivamente; el elemento reputación corporativa pasó a ser el segundo elemento con mayor divulgación, habiendo sido el tercero en el año 2005 (Tabla 3).

Tabla 3. Divulgación de información de CI por Elementos (escala 0 a 5)


Fuente: adaptado de Gómez y Maldonado (2012).

En cuanto a los elementos menos divulgados, hay similitud en los dos años objeto de estudio (relaciones con los proveedores y competidores, procesos y esfuerzos en I+D+i). Sin embargo, en 2011, el elemento menos divulgado (relación con proveedores y competidores), apenas obtuvo una calificación de 0,05 sobre 5, cuando el elemento con menor resultado en 2005 había alcanzado una calificación de 0,13.

En el año 2005, las empresas que más divulgaban eran las del sector financiero. Para el año 2011, las de mayor divulgación son carburos y energía, consideradas como las empresas más atractivas para los inversionistas internacionales. Los índices de divulgación de información sobre CI de las empresas son superiores en 2011, frente a los obtenidos en el año 2005 (Tabla 4).

Entre las empresas que menos divulgaron en 2005, dos eran del sector financiero: Corporación Financiera del Valle y el Grupo Suramericana, con índices de 0,05 y 0,07, respectivamente; aunque, en ese año, fue Carulla Viveros la que obtuvo el menor resultado, con un índice de 0,03 sobre 5. En el año 2011, las empresas de menos divulgación son la Sociedad de Inversiones en Energía S. A. y la Organización de Ingeniería Internacional S. A., ambas con índices de 0,08 sobre 5. También con las empresas que presentan menor divulgación de información sobre CI se presenta un leve ascenso en el índice (Tabla 4).

Tabla 4. Divulgación de información por empresas (escala 0 a 5)


Fuente: adaptado de Gómez y Maldonado (2012).

Contraste de hipótesis

Al igual que en el estudio realizado por Gómez et al. (2005a), para el presente estudio se ha comprobado la normalidad de las variables mediante el test de Kolmogorov-Smirnov. Asimismo, como se observa en la Tabla 5, para las regresiones lineales se utilizaron los datos originales y transformados con logaritmos naturales, evitando de esta forma una posible influencia sobre los resultados, debido a las diferencias en los valores (Gray et al., 2001).

Tabla 5. Regresiones lineales simples para las variables


Fuente: elaboración propia.

El tamaño, medido con la variable ventas, que no era influyente en el nivel de divulgación de información sobre CI en 2005, para el año 2011, sí influye, solo que en un 13,3 % (lo que puede considerarse como estadísticamente no relevante). Al igual que los resultados obtenidos por Arvidsson (2003), Bukh et. al. (2002), Gómez (2007) y Williams (2001), en el caso de las empresas que hacen parte del IGBC no se ha hallado relación entre el tamaño de la organización, medido a través de sus ventas, con el nivel de divulgación sobre intangibles, por lo que la Hipótesis 1 no se acepta.

En cuanto al endeudamiento, los resultados de los dos años evidencian que no hay influencia significativa de dicha variable en la divulgación de información sobre CI, con lo que se puede asegurar que la oferta informativa de las empresas que hacen parte del IGBC obedece a situaciones diferentes a su nivel de endeudamiento. Este resultado concuerda con los obtenidos por García-Meca (2004) y Gómez (2007). Con base en lo anterior, no hay pruebas suficientes para aceptar la Hipótesis 2.

Los resultados de la empresa, medidos a través de indicadores de rentabilidad, ROE y ROA, no influyen en la divulgación de información sobre CI. El resultado, que concuerda con los hallazgos de Bozzolan et al., (2002), García-Meca (2004), Gómez (2007) y Williams (2001), permite establecer que no hay pruebas suficientes para rechazar la Hipótesis 3. Tampoco la edad ha resultado ser una variable significativa en la explicación de los niveles de información sobre intangibles por parte de las empresas del IGBC. El resultado, que concuerda con los hallazgos de Bozzolan et al., (2002), Bukh et al., (2002) y de Gómez (2007), indica que las empresas, cuando hacen parte del mercado bursátil, siguen la línea de divulgación de las empresas antiguas, y que la información presentada está más en sintonía con los requerimientos legales que con políticas individuales. De acuerdo con los resultados obtenidos en la prueba, no hay evidencias suficientes para rechazar la Hipótesis 4.

Así pues, para establecer cuáles variables de manera conjunta podrían explicar los niveles de divulgación de información sobre intangibles, realizamos una regresión múltiple con las cuatro variables, sin que se pudiera encontrar una combinación (2, 3 o 4 variables) que explicara el comportamiento del nivel de divulgación de información sobre CI, por parte de las empresas del IGBC.

Conclusiones

El cumplimiento por parte de las empresas que integran el IGBC, de los criterios de navegabilidad en sus sitios web corporativos, no es indicativo de que Internet sea una herramienta bien aprovechada por estas, o de que la oferta informativa sea amplia. Los criterios (sitios, información e informes) son los mínimos que debe contener el portal web, pero su existencia no garantiza la emisión de una información veraz, confiable y oportuna.

Con respecto a la posibilidad de acceder a sitios y a información pertinente en sus webs, se evidencia un avance en el año 2011 frente al 2005. No obstante, siguen existiendo sitios que carecen de contenido o a los que no es posible acceder por encontrarse en construcción. También es frecuente encontrar información poco relevante. Es de resaltar el interés por parte de algunas de las empresas del IGBC por revelar información voluntaria sobre temas como recursos humanos, inversionistas, medioambiente y responsabilidad social. De todas formas, las empresas objeto de estudio no están aprovechan plenamente a Internet, como medio.

 

Se esperaría de las empresas cotizadas una mayor divulgación de las actividades relacionadas con tecnología, alianzas o convenios con competidores y clientes, al igual que sobre las actividades relacionadas con el medioambiente, la comunidad e I+D+i, por ser empresas integrantes del mercado público y estar sujetas a la opinión y escrutinio de muchos interesados. A pesar de ello, los resultados obtenidos revelan que la oferta informativa está enfocada en lo financiero y en lo relacionado con gobierno corporativo, tal vez, porque algunas empresas consideran que sus actividades de I+D+i, al igual que sus alianzas y acuerdos de cooperación, son estratégicas y que, por ende, es información restringida.

Aunque se presenta una tendencia a una mayor divulgación de información sobre CI (mayoritariamente sobre capital humano), la oferta informativa de las empresas del IGBC a través de sus sitios web, para el año 2011, es baja. Aunque Internet puede ser un medio para democratizar la información, los resultados del estudio muestran que la información sigue siendo asimétrica, que la política informativa de las empresas es limitada, y que podrían estar prefiriendo otros canales (posiblemente privados), para suministrar información.

La oferta de información por parte de las empresas del IGBC no está influenciada por factores como el tamaño de la empresa, el nivel de endeudamiento, la rentabilidad o la cantidad de años participando en el mercado bursátil. Más bien obedece a políticas individuales soportadas en las reglamentaciones. Podrían existir otros factores que influyen positiva o negativamente en el nivel de divulgación de información de las empresas del IGBC, como es el caso del sector de actividad o la inseguridad, los cuales debieran incluirse en futuras investigaciones.

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