Czytaj książkę: «Maldivas»
Índice
INVITACIÓN AL VIAJE
¡Maruhabaa a las Maldivas!
Lo más destacado de las Maldivas
Ficha técnica
Propuestas de visita
Cómo salir
DESCUBRIR
Maldivas en 20 palabras
Pinceladas sobre las Maldivas
Historia
Política y economía
Población e idiomas
Estilo de vida
Arte y cultura
Fiestas
Cocina local
Juegos, ocio y deportes
Personajes ilustres
Léxico
MALÉ
Alrededores de Malé
Norte y sur de Malé
Malé Norte (Kaafu)
Malé Sur (Kaafu)
ATOLONES MERIDIONALES
Atolón de Rasdhoo
Atolón de Ari (Alifu Alifu & Alifu Dhaalu)
Atolón de Nilandhoo Norte (Faafu)
Atolón de Nilandhoo Sur (Dhaalu)
Atolón de Felidhu (Vaavu)
Atolón de Mulaku (Meemu)
Atolón de Hadhdhunmathee (Laamu)
Atolón de Huvadhoo (Gaafu Alifu)
Atolón de Gnaviyani
Atolón Addu (Seenu)
ATOLONES SEPTENTRIONALES
Atolón de Goidhoo
Atolón de Maalhosmadulu Sur (Baa)
Atolón de Maalhosmadulu Norte (Raa)
Atolón de Faadhippolhu (Lhaviyani)
Atolón de Miladhunmadulu Sur (Noonu)
Atolón de Haa Dhaalu
Atolón de Thiladhunmathee (Haa Alifu)
Info práctica
Info práctica
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INVITACIÓN AL VIAJE
INVITACIÓN AL VIAJE - Atardecer.
© Astrid LATAPIE
¡Maruhabaa a las Maldivas!
Maldivas. Estas tres sílabas forman la promesa de una estancia encantadora de lujo sin igual. En segundo plano, unas perlas nacaradas emergen del fondo azul del océano Índico bañadas por aguas cristalinas y rodeadas de una vegetación más verde que una pintura del Aduanero Rousseau (Henri Rousseau). En primer plano, un hotel diseñado para ofrecer una «robisonada» (género literario que toma su nombre del libro Robinson Crusoe): hiperactiva o, por el contrario, voluptuosa y dulce como la arena caliente. Las Maldivas es uno de esos raros destinos donde el hotel importa más que el lugar. ¿Vacaciones en un resort o intercambio con los locales? ¿Chalet sobre pilotes o bungaló en la playa? ¿Una amplia gama de actividades deportivas o chaise longue y abono al spa? ¿Bucear o practicar esnórquel en la playa? ¿Noches animadas o una escapada romántica bajo las estrellas? Es imposible no encontrar algo que se adapte a sus gustos entre el montón de posibilidades.
Un buen día de vacaciones en las Maldivas comienza por identificar claramente sus deseos. Solo hay una obligación: amar el mar. El 99,7 % de la superficie del país —y gran parte de sus recursos— es marítima. Los jardines de coral, los nudibranquios fosforescentes, las solemnes tortugas, los ballets de peces multicolores y los arabescos de las mantas gigantes juegan una sinfonía acuática que encandila a los visitantes. El lecho marino de Maldivas es uno de los más diversos del mundo y atrae a los buceadores más experimentados. La única sombra en la imagen de este lugar idílico de color turquesa rodeado de arena blanca es la crisis ecológica. En la primera línea se encuentran los corales, que se blanquean y mueren como resultado del aumento de la temperatura del mar. Con esto en mente, las asociaciones y grupos hoteleros trabajan arduamente para restaurar los arrecifes y proteger las playas de las aguas que no paran de subir. Ningún esfuerzo es en vano cuando se trata de salvaguardar un jardín del Edén. Maldivas está comprometida con mantener su reputación como un paraíso en la tierra y continuará ofreciendo, durante muchos años, un entorno de lujo a los entusiastas de las vacaciones tropicales.
El equipo editorial
GRACIAS a Mohamed Riaz, Abdulla Shujau y Alina Marchuk de Let's Go Maldives; Ruth Franklin de Secret Paradise; Utkarsh Faujdar de HIH; Suresh Dissanayake y Rishabh Das de Adaaran Resorts; Marlene Simon de CCR y Katherine Anthony y Daniel Draxl de Universal por su bienvenida e intercambio de información.
Lo más destacado de las Maldivas
Lo más destacado de las Maldivas - Barrera de arrecife de coral.
© Ayada Maldives
Un viaje inolvidable
Soñado, esperado, ansiado, incluso anhelado por el buceo, el descanso, la relajación, el amor, el bienestar... Cualquiera que sean las razones de su viaje a las Maldivas, es imposible que se lleve una decepción. Todo forma parte de la magia: su belleza por encima y por debajo del nivel del mar, la amabilidad de la población, la calidad del servicio (atento al más mínimo detalle), la suprema tranquilidad que reina allí, la magia de los paisajes, un clima siempre soleado y, lo que es más importante, total seguridad. Desde aquellos que viajen con bajo presupuesto hasta los que prefieran estancias más excéntricas, todo el mundo encontrará lo que necesita para hacer realidad su viaje de ensueño en un paraíso tropical. Las Maldivas es un destino al que hay que ir al menos una vez en la vida.
Un sueño azul
Tan pronto como el avión comienza su descenso hacia el archipiélago de las Maldivas, el azul, en todos sus matices, atrapa al recién llegado. El diccionario define el azul como «[s]emejante al del cielo sin nubes y el mar en un día soleado, y que ocupa el quinto lugar en el espectro luminoso», pero aquí el azul no es solo uno. Las Maldivas es la tierra del azul en todas sus tonalidades: azul claro, cielo, horizonte, lavanda, bígaro, real, marino, pizarra, turquesa, petróleo, pato... desde las orillas translúcidas hasta la opacidad del profundo abismo. Las variaciones son tan sublimes que llevan a la tranquilidad y la meditación. Pocos hoteles no tienen villas sobre pilotes, en las que se puede disfrutar de impresionantes vistas del infinito azul desde todas las habitaciones, e incluso desde la bañera. Cálidas (28 °C de media durante todo el año) y translúcidas, las aguas representan para muchos un espacio de sueños que solo termina al aterrizar de nuevo en la niebla europea. Los afortunados que regresan regularmente a las Maldivas no dejan de mencionar el hipnótico encanto de sus grandes azules.
Sol a voluntad
Con temperaturas anuales de entre 25 y 30 °C, las Maldivas ofrece un clima idílico. Olvídese de llevar chaqueta, si no es para usarla en el avión. Allí, el sol calienta durante todo el año, sobre todo durante los meses de diciembre a abril. En esa época se garantizan casi ocho horas de sol diario.
La tierra del relax
¿No es maravilloso pasar unas vacaciones sin sentir que uno tiene cosas por hacer? ¿Tumbarse despreocupado, sin sentirse culpable, a la sombra de un cocotero o disfrutar de la comodidad de un bungaló? ¿Es una coincidencia que la mayoría de los visitantes de las Maldivas sean los italianos que inventaron la palabra farniente (ociosidad)? Se trata del tipo de destino donde uno va solo a relajarse, disfrutar del tiempo que pasa, olvidarse de todas sus preocupaciones y descansar sin límites.
Fondos marinos excepcionales
A pesar del blanqueamiento del coral en 1998, las Maldivas recibe con regularidad los premios internacionales más prestigiosos, en especial por la calidad de su fondo marino, que es perfecto para el buceo. La concentración de elasmobranquios (una familia de rayas y tiburones), en particular, es excepcional y el coral vuelve a dar vida tiñiendo de color el océano.
Un destino seguro
En las Maldivas no hay necesidad de preocuparse por cuestiones de seguridad: no se producen ataques contra los viajeros y el robo es extremadamente raro. Si ocurre, suele ser a los turistas groseros. Políticamente, el país goza de buena estabilidad y las condiciones sanitarias son excelentes. Si tiene que preocuparse por algo, ¡es por las quemaduras del sol!
Un servicio hotelero impecable
Tanto si elige un hotel barato como el más exclusivo, los servicios turísticos son excelentes. En general, el personal suele ser muy profesional, agradable, sonriente, servicial, atento, discreto y eficiente. Nunca falta limpieza, ni en las islas ni en el interior de los hoteles. Es evidente que la organización que funciona bien rara vez se rompe. Además, los traslados se llevan a cabo sin problemas, a pesar de una geografía que no sirve a la logística. Este es el lugar ideal para pasar unas vacaciones sin preocupaciones.
Una amplia gama de deportes acuáticos
También será el paraíso de los entusiastas de los deportes acuáticos, que podrán deslizarse a su antojo por las aguas turquesas. Casi todas las lagunas ofrecen las condiciones óptimas para la práctica segura de actividades acuáticas, y durante todo el año. Además del esnórquel (aletas-gafas-tubo), puede practicar deportes como canoa, windsurf y catamarán, así como otros motorizados, como el esquí acuático, jet-ski o banana acuática. Los amantes del surf, el kitesurf y el wakeboard también podrán disfrutar de la buena vida en las Maldivas, gracias a las pausas ininterrumpidas en un entorno excepcional.
Ficha técnica
Ficha técnica - Paisaje de las Maldivas visto desde el cielo.
© MMPRC
Moneda
Moneda: rupia maldiva. Una rupia, o rufiyaa, se divide en 100 laaris. El acrónimo internacional es MVR.
Tipo de cambio: 1 € = 17,57 MVR (marzo de 2019). 1 $ = 15,46 MVR..
Idea de presupuesto
Presupuesto ajustado (Malé e islas locales): entre 50 y 200 € al día.
Presupuesto medio (hotel-isla): de 200 a 500 € al día.
Presupuesto elevado (hotel-isla): más de 500 € al día.
Las Maldivas en pocas palabras
El archipiélago
Nombre oficial: República de las Maldivas (Dhivehi Raajjeyge Jumhooriyyaa).
Superficie: 298 km² de terreno, 200 islotes habitados de 1190, agrupados en 19 atolones administrativos.
Islas hotel: un centenar de islas hoteleras dedicadas al turismo.
Islas locales: un centenar de islas habitadas accesibles a los turistas.
Capital: Malé (120000 habitantes).
Idioma oficial: maldivo o divehi.
Religión: musulmana (100 % sunita).
Presidente: Ibrahim Mohamed Solih, elegido el 17 de noviembre de 2018.
Fiesta nacional: 26 de julio, que marca la independencia de 1965.
La población
Población: 417 492 habitantes registrados en 2017.
Origen de la población: indios del sur, cingaleses, árabes.
Crecimiento demográfico: 1,64 % (estimación 2017).
Tasa de fecundidad: 2,12 hijos por mujer (estimación 2017).
Edad media: 26,9 años (estimación 2017).
Distribución por edades (estimación 2017): 0-14 años: 21,1 %, 15-64 años: 74,7 %, 65 años y más: 4,2 %.
Esperanza de vida: 76,77 años (estimación 2017).
Tasa de alfabetización: 99,3 % (2015).
La economía
PIB: 4866 millones $ (2017).
PIB per cápita: 11 151 $ (2017).
Distribución de los activos en los principales sectores (2017): agricultura: 3,1 %, industria: 16 %, servicios: 81 %.
Tasa de desempleo: 3,2 % (2016).
Población que vive por debajo del umbral de pobreza: 16 %.
Tasa de inflación: 0,95 % (2015).
Exportaciones: 144 millones $ (2016). Principales clientes: Tailandia (35 %), Sri Lanka (10 %), Estados Unidos (9 %), Francia (9 %), Alemania (9 %) e Irlanda (5 %).
Producto exportado: pescado.
Importaciones: 1913 millones $ (2014). Principales proveedores: Emiratos Árabes Unidos (16 %), Singapur (14 %), China (15 %), India (13 %), Sri Lanka (6 %), Malasia (6 %).
Productos importados: petróleo, textiles, utensilios de cocina, alimentación, electrónica y madera.
Deuda externa: 846 millones $ (2016).
Teléfono
El código de Maldivas es el 960. Los números locales, fijos o móviles, constan de siete dígitos. Tenga en cuenta que no hay código de área.
¿Cómo hacer una llamada telefónica?
Llamada a las Maldivas desde España: 00 + código del país + los 7 dígitos del número local (por ejemplo, para llamar a Malé: 00 + 960 + 323 4567).
Llamada a España desde las Maldivas: 00 + 34 + 9 dígitos del número local (por ejemplo, llamar a Madrid: 00 + 34 + 91 + 529 12 34).
Llamada local en las Maldivas: marque las 7 cifras del número local (ej. 659 5611).
Huso horario
La diferencia horaria con respecto a España es de tres horas más en verano y cuatro horas más en invierno. Algunos resorts practican una diferencia horaria ficticia y añaden una o, incluso, dos horas al horario oficial. Esto les permite beneficiarse del sol hasta tarde.
Formalidades
Un pasaporte válido es suficiente para una estancia menor de treinta días.
Clima
El clima es tropical, es decir, cálido y húmedo. La temperatura es estable, fluctúa ligeramente alrededor de los 30 °C y, en raras ocasiones, cae por debajo de los 26 °C. Varía solo un poco entre el día y la noche. El aire se enfría con una brisa suave semipermanente. Las precipitaciones anuales no suelen superar los 1900 mm y se producen, principalmente, entre mayo y septiembre. Las horas de sol anuales rondan las 2800, lo que equivale a unas ocho horas al día. Las Maldivas goza de un clima muy estable, con ligeras variaciones a lo largo del año.
Estacionalidad
Estacionalidad - Bloc Meteo Maldivas.
La temporada alta de turismo incluye el período seco, que va de diciembre a abril. De mayo a octubre es la época de los monzones y, por lo tanto, la de menor afluencia turística. El mar se ve afectado por los vientos, pero los días de lluvia sin pausa son muy raros, ya que el tiempo es, por supuesto, muy soleado. Los meses que se deben evitar son junio y julio, durante los cuales las lluvias pueden ser más frecuentes. Es entonces cuando las Maldivas está al alcance de los presupuestos más ajustados.
Emblemas nacionales de las Maldivas
Emblemas nacionales de las Maldivas - Bandera de Maldivas.
La bandera nacional es verde, roja y blanca. El verde simboliza el éxito, la paz y la prosperidad; el rojo, la sangre derramada por la victoria (durante la guerra contra Portugal), y el blanco de la media luna subraya la fe musulmana del país.
El emblema nacional de la República de Maldivas es un cocotero, una media luna y una estrella, dos banderas cruzadas y el nombre tradicional de Maldivas: Al-Dawlat ul-Mahaldeebiyya. El cocotero, que simboliza los recursos naturales de la nación, desempeña un papel esencial en la vida cotidiana de los maldivos. La media luna y la estrella, sostenidas por las dos banderas nacionales, reflejan el apego del Estado a la fe islámica. Finalmente, la flor nacional de las Maldivas es la rosa rosada (Rosa pdyantha).
El nombre tradicional de Maldivas, Al-Dawlat ul-Mahaldeebiyya, lo usó por primera vez el sultán Al-Ghazee Muhammad Thakurufaanu Al-Azam, el héroe nacional más venerado. Significa «Estado de las Maldivas».
Propuestas de visita
Propuestas de visita - Relajarse en las Maldivas.
© MMPRC
Elección de una isla
Hay muchos criterios que tener en cuenta a la hora de elegir una isla donde pasar unas vacaciones. Puede ser una isla-hotel reservada a los turistas, con el precio que conlleva, o una isla habitada por los locales donde se puede descubrir la cultura isleña a un menor coste. Si la isla está rodeada de un arrecife cerca de la playa, será perfecta para practicar esnórquel, ya que los bañistas podrán acceder a ellos fácilmente y cuando quieran. Por otro lado, las familias y los amantes de la vela y del surf preferirán una gran laguna que les ofrezca una vista magnífica, no del todo adecuada para aquellos que planean practicar esnórquel. Los arrecifes son generalmente muy coloridos, con variaciones según las islas. Los buceadores tendrán que elegir una isla en función de los puntos de buceo accesibles a su alrededor. Los amantes de la naturaleza quedarán encantados con unas islas que han conservado un cierto estado salvaje, dotadas de una vegetación magnífica, compuesta principalmente de cocoteros y manglares. Otras se han trabajado de forma meticulosa, como los jardines franceses que se alejan de la idea de una isla desértica tropical.
Los hoteles de la isla que quieren mantener una atmósfera de estilo Robinson Crusoe albergan bungalós individuales construidos en madera y materiales 100 % naturales, cubiertos con aletas trenzadas y baños al aire libre. Además, conservan sus caminos de arena blanca, por los que uno puede caminar descalzo. Sin embargo, se han ido desnaturalizando aquellas islas que siguen más los estándares internacionales, con habitaciones y villas decoradas con azulejos y formica, y callejones cubiertos con losas de hormigón. A pesar de ello, muchas islas-hotel saben cómo combinar lujo y autenticidad. Las islas locales pueden estar formadas por calles de arena perpendiculares, sin naturaleza ni playas salvajes, pero con una actividad vibrante, como la de Maafushi. Otras, como Dhigurah, tienen una vegetación rica y exuberante y grandes playas con una población local reducida.
Elección del hotel
El estándar, el tipo y el tamaño del hotel son factores determinantes, porque tendrán un gran impacto en sus vacaciones. El ambiente y el servicio pueden variar dependiendo de donde se hospede: un hotel de 300 habitaciones, un hotel muy íntimo con unos treinta bungalós o una casa de huéspedes de tres habitaciones. Para unas vacaciones deportivas, en familia o con amigos, es preferible elegir un gran hotel de cuatro o cinco estrellas, si es posible, que ofrezca muchos servicios (lavandería, tiendas, club infantil, sala de juegos, etc.) y una completa selección de actividades y excursiones gratuitas o disponibles por un precio adicional. Aparte del buceo y el esnórquel, las actividades que se encuentran casi sistemáticamente en todos los hoteles son el billar, los dardos, el tenis, el tenis de mesa, el voleibol y el bádminton. A veces también se puede montar en bicicleta (en las islas grandes), jugar a fútbol o golf. Casi todos los hoteles cuentan con spa, piscina y gimnasio. Los que no tienen piscina son, generalmente, por elección, para ser más respetuosos con la naturaleza y evitar cargarla con cosas superfluas. Algunos, especialmente los más grandes, cuentan con tiendas, biblioteca o librería, y un espacio de conexión wifi cuando no se puede acceder a Internet desde las habitaciones; y a veces también con una peluquería. En cuanto a los deportes náuticos, están los clásicos: piragüismo, catamaranes, windsurf y kitesurf, pero también esquí acuático, jet-skiing y, a veces, incluso escúteres submarinos. Algunos hoteles tienen un club nocturno, otros un bar que, una o dos noches a la semana, se convierte en pub para bailar hasta tarde.
Si es un viaje de relajación total o una luna de miel, son preferibles, por ejemplo, los pequeños hoteles (situados en islas pequeñas), porque le traerán más paz y privacidad. A menudo solo tienen uno o dos restaurantes y un bar —se parece más a una cafetería o cantina que a un pequeño paraíso gastronómico—. Los grandes siempre disponen de varios, además del restaurante principal, especialmente en la gama de tres y cuatro estrellas. El paquete todo incluido es, obviamente, la mejor solución para las Maldivas, ya que los extras suelen estar fuera de precio y las bebidas no se incluyen ni en media pensión ni en completa. Puede ser que aquellos que tienen menos apetito encuentren interesante contratar una fórmula de media pensión: así disfrutan de abundantes bufés por la mañana y por la noche, y sacian el apetito al mediodía con bocadillos o ensaladas en las cafeterías del hotel. En cualquier caso, el cuerpo humano suele comer menos alimentos sólidos cuando hace calor.
Las islas locales ofrecen dos tipos de alojamiento: casas de huéspedes y hoteles a escala humana. En muchas casas de huéspedes serán recibidos como amigos, en un ambiente cálido y respetuoso con su privacidad. Los hoteles construidos en islas locales, más orientados a la familia, quieren darse el aire de un resort al ofrecer los mismos servicios y actividades que las islas del hotel, con más simplicidad y autenticidad.
Depende de uno escoger según sus deseos, necesidades, estados de ánimo y medios.
Ahora es posible alojarse en una isla local
Ahora se pueden pasar unas vacaciones culturales y baratas en las Maldivas. Al fin las cien islas locales habitadas están autorizadas para recibir a los turistas. Las tarifas van desde 50 $ por noche en una casa de huéspedes, hasta 150 $ en un hotel con ambiente de resort y playa privada. Es posible negociar la tarifa según el tipo de habitación, el número de personas y la pensión. La única diferencia importante con las islas-hotel es la religión del Estado, el islam, que prohíbe el alcohol y el uso de trajes de baño en las islas habitadas. Sin embargo, en casi todas las islas que acogen a turistas es posible encontrar una «playa de bikinis» y beber alcohol en los «bares flotantes», o bares en barcas, en la costa o durante las excursiones a las islas-hotel cercanas.
Los imprescindibles de las Maldivas
Aprenda a bucear o a practicar esnórquel en uno de los mares más hermosos del mundo.
Realice una visita guiada en hidroavión para admirar la sublime vista de las islas y sus variados tonos de azul.
Relájese en una isla-hotel o en una isla local para disfrutar de los placeres del verdadero descanso en el paraíso.
Embárquese en un safari (crucero) o, simplemente, navegue de isla en isla.
Pruebe la cocina local a base de coco, chile, pescado... bastante única.
Una semana en las Maldivas
Una semana en las Maldivas - Dhonis anclado en una playa de las Maldivas.
© Fyletto – iStockphoto.com
Uno tarda entre siete y diez días en relajarse del todo. Por eso, las agencias de viajes y los operadores turísticos suelen ofrecer estancias de siete días y cinco noches o de nueve días y siete noches. No es interesante ir a las Maldivas por menos de una semana, si quiere disfrutar un poco, tener tiempo para relajarse y obtener una buena relación calidad-precio, sobre todo porque el vuelo es largo, especialmente si incluye una escala. Puede elegir entre ir en un crucero para ver el paisaje o quedarse en una isla. Para una estancia en tierra, que es la más común, puede quedarse una semana en una sola isla o, por qué no, cambiar de isla en medio de la estancia y terminar en la más lujosa. Si se aloja en una isla cercana a Malé, haga al menos una excursión a la capital de las Maldivas, visite la mezquita y los mercados, pruebe una tea shop, piérdase entre las pequeñas calles... En el caso de escoger un crucero, el típico le llevará desde Malé a visitar los atolones del sur de la isla y parte del atolón Ari o parte de los atolones Malé Norte y Ari. Vale la pena dejar Malé y terminar el crucero lejos de la capital, para regresar en hidroavión, lo que le ofrecerá una magnífica vista aérea del país.
Dos semanas en las Maldivas
Tiene las Maldivas a sus pies. Si quiere, puede hacer algo más que tomar el sol e ir a descubrir su cultura. Dos semanas le permitirán conocer este país desde el punto de vista local y turístico.
Días 1 y 2: Calcule una estancia de una o dos noches en Malé, la capital más pequeña del mundo, y haga lo que hacen los lugareños. Durante el día, pasee por las pequeñas calles, vaya a un mercado, visite una o dos mezquitas, siéntese y charle con sus habitantes, viaje a Hulhumalé, la nueva y moderna isla al lado de Malé. Por la noche, pasee por el Majeedee Magu, déjese maquillar en la peluquería, asista a un partido de fútbol de la liga local, juegue al carrom en las tea shop, vaya al cine y... bueno, eso es todo, porque Malé de noche ofrece pocas opciones.
Días 3 a 9: Embárquese, durante una semana, en un crucero de esnórquel (o buceo). Descubra los encantos de nuevos atolones y lugares de buceo fabulosos, lea un manual sobre la formación geológica de las Maldivas, visite una o dos islas habitadas, levántese al amanecer para pescar bonito con la tripulación. Si se marea, opte por quedarse en una isla local, en una casa de huéspedes.
Días 10 a 15: Durante los últimos días, regálese el lujo de un resort de cinco estrellas, tome el sol en la playa de arena dorada, ríndase a los placeres del spa y cierre los ojos, porque, a menos que aproveche los últimos días para enamorarse de un maldiviano que le mantenga en el país, si ha venido solo, el despertar será doloroso.
Estancias temáticas
Estancias temáticas - Buceo en una isla habitada.
© Secret Paradise Maldives
Por su geografía, historia y ubicación, el país es ideal para estancias temáticas dedicadas al buceo, cruceros, surf, pesca, biología marina y, por supuesto, relajación y bienestar, gracias a sus spas y sus playas de arena blanca.
Vacaciones de bienestar
En los últimos años, los spa se han puesto muy de moda en las Maldives y pronto no habrá un solo alojamiento que no tenga el suyo propio. A veces se encuentran enclavados en el corazón de jardines tropicales; otras, sobre pilotes. A menudo se componen de pabellones que albergan varias salas de tratamiento. Los más completos también ofrecen una sauna, un hamam, una bañera de hidromasaje y, a veces, hasta sala de consulta. Proponen varias fórmulas para revitalizar su cuerpo y mente: masajes balineses, hawaianos, tailandeses, ayurvédicos o suecos, tratamientos faciales y corporales, reflexología, entre otros. Los tratamientos los llevan a cabo masajistas cualificados de toda Asia, a menudo con productos que son 100 % naturales. Muchos spas se inspiran en filosofías y tradiciones ancestrales de bienestar. Los placeres del spa ya no tienen límites y se ofrecen, cada vez con más frecuencia, en forma de paquete. Para satisfacer a una nueva clientela ávida de tratamientos de relajación, los resorts compiten sacando sus mejores cartas, con decoración y ofertas cada vez más espectaculares: en la playa, sobre postes con suelo de cristal e incluso bajo el agua. En un entorno ideal, las cabinas de masaje se abren al mar y dan acceso a terrazas dedicadas al bienestar, equipadas con sofás o camas de descanso, una bañera o hidromasaje. Si lo que quiere de verdad es una estancia en un spa, lo mejor es alojarse en dos o tres complejos, uno tras otro, que dispongan de centros de bienestar de gran calidad. Algunos hoteles con los mejores centros de salud del país son el Coco Palm Bodu Hithi Resort & Spa, Only & One Reethi Rah (atolón Malé Norte), Conrad Maldives (atolón Ari Sur), Taj Exotica Resort & Spa (atolón Malé Sur), Six Senses Laamu (atolón Laamu) y Huvafen Fushi (atolón Kaafu), el primer balneario del mundo sumergido en el océano Índico.
Vacaciones de biología marina
Aquí se encuentra un paraíso submarino. Si es un apasionado del mundo acuático, esta es una gran oportunidad para echar un vistazo más de cerca a algunas de las especies animales y vegetales que habitan en las aguas de las Maldivas, así como su coral. Si tiene un presupuesto más alto, pase unos días en las cercanas islas de Angsana Ihuru y Banyan Tree Vabbinfaru, en el atolón de Malé Norte. Tendrá la oportunidad de realizar cursos de biología marina impartidos por biólogos que le mostrarán su trabajo para la protección del medio ambiente. Estas dos islas son campos de prueba perfectos para el coral, tanto para su crecimiento como para el trasplante (sí, lo ha leído bien), e incluso su apareamiento, si queremos considerar como tal la eclosión y la dispersión de los huevos. También podrá aprender todo sobre el blanqueamiento del coral. Luego se embarcará en un crucero para descubrir, con botellas de Nitrox en la espalda, las diferentes caras de la vida submarina. Muchos operadores turísticos y agencias de viajes ofrecen cruceros de buceo.
Vacaciones de pesca
Es posible organizar un viaje en torno a la pesca en las Maldivas. La forma más fácil es embarcarse en un crucero pensado para pescadores. Puede pescar bonito, por supuesto, pero también barracudas u otros peces de arrecife. A los más aventureros, con mucho tiempo por delante, les recomendamos obtener una autorización del Ministerio de Atolones para viajar a las zonas no turísticas, donde podrán ir a pescar con los lugareños. Los amantes del mar también pueden embarcarse en un crucero mixto de pesca y buceo, más turístico.
Vacaciones de surf
La popularidad del surf en las Maldivas va en aumento y puede ser una buena excusa para descubrir lugares excepcionales. Salga con su equipo (o alquílelo allí mismo) y elija su destino. Algunos resorts ofrecen surf en lugares cercanos, incluso algunas casas de huéspedes están totalmente orientadas hacia el surf —cada vez aparecen más y más— y, por supuesto, hay cruceros de surf que van de reefbreak en reefbreak (puntos en los que las olas rompen contra las rocas). Encontrará muchas agencias de surf que ofrecen esta posibilidad.
Luna de miel y boda en las Maldivas
Las Maldivas es, por definición, el destino ideal para la luna de miel. Miles de parejas de Europa y Asia la eligen como su lugar especial. Todo en las Maldivas contribuye a crear una atmósfera perfecta para un viaje de este tipo. Pequeñas islas muy íntimas, villas y bungalós privados y escondidos, lujo mezclado con la naturaleza en paisajes de ensueño, restaurantes románticos, un servicio acogedor y muy discreto, una calma absoluta, así como el auténtico encanto de las islas locales, que ofrecen un paraíso para los enamorados con un presupuesto más ajustados. Con los paquetes especiales de luna de miel que ofrecen muchos hoteles, los recién casados disfrutarán de todas las atenciones y pequeños obsequios durante su estancia. Por ejemplo, cama decorada como mensaje de bienvenida, cesta de frutas frescas y champán, un masaje en pareja en el spa, un baño perfumado, una cena con velas en la villa, en la playa o en una isla desierta, o un crucero al atardecer. Muchas islas-hotel de cuatro y cinco estrellas también ofrecen bodas bajo los cocoteros, con paquetes que van de 1000 a 2000 euros, según la situación del hotel y de los servicios. La ceremonia tiene varios momentos: los novios llegan a la playa al sonido del boduberu, dicen sus votos delante de un maestro de ceremonias y disfrutan de un pastel con una copa de champán. Luego, salen a navegar en dhoni al atardecer. Al regresar, les espera una cena a la luz de las velas, durante la cual se entrega el certificado de matrimonio. Además de toda la atención que reciben, los recién casados también pueden pedir un CD con las fotos de la boda y un regalo. Las islas locales están creando sus propias ofertas, algunas tienen paquetes similares, pero más simples y a un precio mucho más asequible.