Sociología de las organizaciones - Una visión latinoamericana

Tekst
0
Recenzje
Przeczytaj fragment
Oznacz jako przeczytane
Sociología de las organizaciones - Una visión latinoamericana
Czcionka:Mniejsze АаWiększe Aa

Sociología de las

Organizaciones

Una Visión Latinoamericana

Tirso Suárez Núñez

© Tirso Suárez Núñez

© Sociología de las Organizaciones. Una Visión Latinoamericana

ISBN formato epub: 978-84-685-5882-0

Editado por Bubok Publishing S.L.

equipo@bubok.com

Tel: 912904490

C/Vizcaya, 6

28045 Madrid

Reservados todos los derechos. Salvo excepción prevista por la ley, no se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio (electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros) sin autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. La infracción de dichos derechos conlleva sanciones legales y puede constituir un delito contra la propiedad intelectual.

Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47).

Enseñar es despertar dudas en los alumnos, formar para la disconformidad.

Es educar al alumno para la marcha. Un Maestro válido debe, al final, estar solo.

George Steiner

Índice

Presentación

Cap.1. La Sociología y las Organizaciones: definiciones y delimitaciones

Esbozo de la sociología general

Una ciencia incomoda por sus contribuciones

Los dominios especializados de la sociología

La sociología de las organizaciones

Definición, diversidad y diferenciación de las organizaciones

La sociología de la empresa

Precisiones necesarias sobre las organizaciones

Conclusiones

Cap. 2. La Sociedad de Mercado, el Capitalismo y la Revolución Industrial

La emergencia de la sociedad de mercado

El capitalismo

La primera revolución industrial y la fábrica

Atraso y subdesarrollo

Revoluciones y buenas intenciones en la América Latina

Salvando al capitalismo

Conclusiones

Cap. 3 La Sociedad Moderna y el Modelo Burocrático

La ubicuidad de las organizaciones

La segunda revolución industrial

La emergencia y características de la burocracia

La burocracia maquinal o industrial.

La burocracia profesional

Los ideólogos de la burocracia maquinal

Conclusiones

Cap. 4 El Modelo Neoburocrático

Las disfunciones de la burocracia

El movimiento de las relaciones humanas

Las nuevas relaciones humanas

Japón moda o modelo de empresa neo-burocrática

La organización y su conducción

La decisión y la racionalidad limitada

¿Donde y porque triunfo la burocracia?

El sindicalismo

La ideología en el pensamiento organizativo

Conclusiones

Cap. 5 La Economía Organizacional

Teoría conductual de la firma

Teoría de los costos de la transacción (TCT)

Teoría de la agencia (TA)

Teoría del crecimiento de la firma

Desempeño superior de las empresas y estrategia

Economía de la cooperación organizacional

Teoría evolucionista del cambio económico y la empresa

Postura sociológica

Conclusiones

Cap. 6 Las Instituciones

Orígenes del institucionalismo en las ciencias sociales

Pilares de las instituciones

Diversidad Institucional

Instituciones modernas

Cambio institucional

Conclusiones

Cap. 7 El Poder y las Organizaciones

Paradigmas sociológicos y el poder

Conflicto organizacional

Poder organizacional

La política en las organizaciones

Vuelta al poder

Conclusiones

Cap. 8 Nuevos Enfoques, Nuevas Organizaciones

Nuevos enfoques

Nuevas formas de organización

Conclusiones

Cap. 9 Las Redes de Organizaciones

La idea de red

Las redes sociales

Redes organizacionales económicas

Redes organizacionales no-económicas (hospitales)

Conclusiones

Cap. 10. El Cambio Organizacional

La concepción del cambio organizacional en el tiempo

Ideas centrales del cambio organizacional

El imperativo tecnológico

 

El cambio organizacional desde la teoría de la complejidad

El cambio organizacional y la perspectiva histórica

La adaptación organizacional y sus trampas

Historias de cambio

Conclusiones

Referencias

Presentación

Es bien sabido que la carrera de la Administración de Empresas está entre las mas demandadas en el País y más allá, en casi todas ellas su plan de estudios incluye un curso que se propone examinar las bases sociales del comportamiento humano, pero ante la carencia de un texto de Sociología de las Organizaciones, se recurre a libros estadounidenses cuyo titulo se traduce como Comportamiento Humano Organizacional, el cual, fiel a la visión analítica que priva en ese país, toma elementos de la ciencias sociales tales como psicología, sociología, ciencia política y antropología y las yuxtapone en su búsqueda de fórmulas para elevar la productividad, el ausentismo y la motivación del trabajador; adicionalmente, omite todas las diferencias contextuales con respecto a México y la América Latina.

Hasta aquí, el problema académico esta resuelto, el profesional sale armado con formulas fáciles, pero poco efectivas en la práctica, donde las huelgas, el descontento de los empleados, las quejas del consumidor y la decepción de los directivos, es la constante; en el mundo real de las organizaciones la conducción de la gente no es tan llevadero como se había planteado en el aula. Hace falta una visión mas realista y critica de lo que sucede dentro y alrededor de ellas, para salir mejor preparado y contribuir a lograr una organización y gestión mas efectiva y humana. Incluso los directivos-propietarios de empresas, están conscientes de que una gestión socialmente responsable es aquella que incluye en su visión y atención, la participación de todos los agentes interesados y ello requiere la revisión de cómo se enseña y divulga en la actualidad la administración, y reformularla para formar directivos capaces de conducir y organizar al grupo humano, considerando la diversidad de intereses que están en juego.

Con estos antecedentes, he concebido un texto de Sociología de la Organización que ofrece una visión critica, científica, diversificada, actualizada y pertinente del fenómeno organizacional; crítica, porque revisa las versiones del “management” y las ubica en una dimensión mas justa y menos sesgada; científica, porque es objetiva, no pone el conocimiento al servicio de los propietarios y del capital, sino muestra todos los intereses que participan; diversificada, porque explora el abanico de organizaciones y marca sus diferencias ; actualizada, porque recoge los textos clásicos así como las nuevas visiones del tema surgidas, tanto de Estados Unidos como de Europa y pertinente, porque en sus reflexiones esta siempre presente la realidad y diversidad de Latinoamérica. Estos rasgos hacen que el libro sea interesante para profesores y consultores y accesible para las carreras de licenciatura en Administración, Sociología, Comunicación y todas aquellas, que quieran imprimir un carácter humanista y critico a la formación de sus egresados.

Mas de una década impartiendo el curso de Sociología de la Organización y mi formación, me permitieron identificar la aridez del lenguaje que muchos sociólogos usan es un impedimento para la asimilación y la apreciación de la disciplina, de manera que la obra se caracteriza por su lenguaje llano, incluye definiciones precisas donde es necesario, señala la articulación entre los diez capítulos de que consta la obra e inicia cada uno de ellos, con una definición de propósitos para finalizar con conclusiones, rematando con una lista de conceptos clave y temas de discusión para invitar al debate. Finalmente, es importante señalar que se ha utilizado el método de APA para reconocer y referenciar las ideas de los otros autores que han nutrido esta obra.

Mérida, Yucatán, México 12 de mayo 2021

Tirso Suárez Núñez*

* Doctor en Estudios Organizacionales (UAM, Mexico,2001)

Ha sido Profesor investigador de la Universidad Autónoma de Yucatán, en México y profesor invitado en otras del País.

Ha sido miembro del Sistema Nacional de Investigadores y ha publicado diversos libros y artículos en revistas científicas.

Email: tsuarez@prodigy.net.mx

Cap.1. La Sociología y las Organizaciones: definiciones y delimitaciones

La intención de este primer capítulo es sentar las bases fundamentales de la disciplina motivo de este texto, junto con las principales fuentes de las que se nutre. Se aborda la sociología general y la dificultad para realizar sus propósitos por los intereses que toca, luego se hace un breve repaso por sus especialidades, las motivaciones de cada una de ellas, sus logros y sus autores destacados; después de recorrerlas se señalan las convergencias entre tres de ellas: la sociología del trabajo, la de las organizaciones y la de la empresa. El espacio dedicado a la sociología de las organizaciones se concentra a repasar sus orígenes, sus principales contribuyentes, su definición y propósitos, adicionalmente se insiste en la diversidad organizacional y se remarcan las diferentes formas de estructurar y dirigir que se derivan en consecuencia. Se culmina la sección con una revisión de los intentos de regular a las organizaciones. Por último, se aborda la sociología de la empresa, sus distingos con la de las organizaciones, enfatizando que su forma de intervención con frecuencia la expone a perder su independencia y convertirse en una sociología para la empresa.

Esbozo de la sociología general

La sociología dice Giddens (1991) es el estudio de la vida y la conducta humana desplegada en grupos y colectividades buscando una comprensión de las formas sutiles, complejas y profundas, en las que nuestra vida y conducta reflejan los contextos de nuestra experiencia social. La sociología, adicional a ser una disciplina valiosa, es una tarea atractiva porque todos tenemos una posición sobre nuestra conducta humana social, aunque también es desafiante, pues está ligada a sentimientos y muchos de ellos influenciados por factores distantes no fácil de discernir; por otra parte, el ámbito de la sociología es muy amplio: va desde el análisis de los encuentros efímeros entre individuos en la calle, como el movimiento de los “indignados” en España, hasta la investigación de los procesos sociales mundiales como la globalización y sus consecuencias.

Auguste Comte fue el primer científico social en usar el término sociología, en su esfuerzo por demostrar la inseparabilidad de las ciencias naturales y las sociales y al mismo tiempo insistir en autonomía de ellas; concebía a la ciencia como un conjunto de círculos concéntricos, donde los mayores contenían a los menores. Los niveles inferiores eran los biológicos y psicológicos, donde anidaba la conducta individual, pero a su vez están bajo la influencia de los factores grupales (familia, escuela) y estos a su vez recibían la presión de las fuerzas sociales y económicas de un conjunto mayor (organización, industria, Estado-Nación-territorio) (ver figura 1-1). No obstante, este juego de interinfluencias de los niveles de análisis, cada uno de ellos es autónomo. De esa manera Comte luchaba por aislar y darle su espacio a la sociología, como el esfuerzo por lograr la explicación de la vida y la conducta grupal humana desplegada en la familia, la escuela, la industria o territorio (Elias, 1978).

Figura 1-1 Niveles de Influencia de la Conducta Social Humana Fuente: Elias, 1978

El trabajo de Compte, desarrollado entre 1830-1842, incluyó tanto la fundación de la sociología como la manera particular de abordarla que denominó “positiva” o científica; adicionalmente se esforzó por señalar las dificultades propias de un individuo (el científico social) que busca comprender la sociedad de la que forma parte y que lo envuelve, insistiendo en la importancia del método para tratar de superar dichos obstáculos. Por ello recalcaba la importancia de la observación para comprobar las proposiciones o ideas en el terreno de los hechos, señalaba que toda teoría positiva (científica) debe necesariamente estar basada en observaciones, pero para hacer tales observaciones, adicionalmente, nuestras mentes requieren una teoría de alguna clase, de lo contrario las observaciones no tendrían una dirección y su interpretación no sería posible a falta de una conexión teórica. Este interjuego teoría-hechos-teoría, es uno de los más grandes aportes de Compte (Elias, 1978).

Otro de los grandes exponentes de la sociología fue el francés Emile Durkheim quien la definió como el estudio de los hechos sociales, insistiendo en la necesidad de integrar al individuo a la sociedad, en la existencia de un orden social, en la coherencia y en la cohesión de la sociedad, que eran las preocupaciones de la época de la fundación de la sociología, allá por los años finales del siglo XIX, cuando surgían las crisis económicas y políticas ligadas a la industrialización naciente —que generaba una nueva división social del trabajo y a una creciente diferenciación— que a su vez impulsaban la transformación de los valores que dejaban ser comunitarios y unificadores, para ser individuales y poco aglutinadores. ¿como conservar a la sociedad unida, bajo esas condiciones? era la pregunta que inquietaba a los científicos sociales de la época. De entrada, Durkheim desechaba la fuerza de las creencias y prácticas religiosas para concentrarse en la conciencia colectiva de la sociedad, poniendo énfasis en aquello que somete al individuo al grupo, definiendo la sociología por el hecho social, destacando la fuerza que trasciende a cada individuo y reside en el grupo (Bernoux, 2009). Para un recuento de las principales corrientes y debates de la sociología actual, es altamente recomendable la obra de Corcuff (2013).

Una ciencia incomoda por sus contribuciones

La sociología se centra, como ya se dijo, en la vida y la conducta social en el mundo moderno, nace a partir de la revolución industrial inglesa de finales del siglo XIX, cuando ciertos pensadores intentaron entender su impacto en el Occidente; hoy que el mundo es diferente, a causa de la globalización, las nuevas tecnologías de información y comunicación, junto con migración, concentración de la riqueza, drogas, violencia y terrorismo, la tarea de la sociología es ayudarnos a entenderlo y a anticipar su futuro probable aunque difícilmente sea capaz, por si sola, de modificar su rumbo.

Adicionalmente, a la sociología se le considera una ciencia incomoda, porque revela cosas ocultas y a veces reprimidas, como por ejemplo, cuando descubre que el léxico de los estudiantes o su inteligencia se explica más por el origen social o el capital cultural heredado de la familia, que con lo aprendido en su paso por la escuela; o cuando muestra que el mundo científico es un terreno en el que se compite por intereses específicos sean estos: premios como el Nobel , la prioridad del descubrimiento, el prestigio, etc. que aun cuando no son exactamente incentivos económicos ordinarios, dejan ver que el trabajo científico no es precisamente una actividad “desinteresada” como suele decirse. Esto y otras cosas por el estilo, incomoda a los que leen y financian a la sociología. Más aún, en realidad las posibilidades que tiene de desilusionar o de contrariar al poder son tanto mayores cuanto mejor cumple su función propiamente científica. Bourdieu (1990), por su parte, se niega a responder ¿para qué sirve la sociología?, porque pedirle a la sociología que sirva para algo, es siempre una forma de pedirle que esté al servicio del poder. Sin embargo, no es socialmente neutra, porque cumple una función social, entre otras razones, porque casi toda autoridad o poder, debe buena parte de su eficacia a la existencia de mecanismos poco evidentes y la gran tarea de la sociología es justamente develarlos.

Sacerdote de la ciencia, consejero del príncipe y médico de los pobres son las tres grandes tareas que un poco en broma y con algo de verdad, se le asigna tradicionalmente al sociólogo; de las tres tareas antes citadas, la primera es la más delicada, porque implica predicar y oficiar en un templo cerrado, si acaso, se le pide arbitrar cuestiones bizantinas de interés para muy pocos (los científicos), como son la calidad o probidad de la ciencia y sus derivados. Pero, las dos últimas tareas: consejero del príncipe y médico de los pobres, son las más riesgosas pues llaman a la acción, la primera a la dominación y la segunda a la liberación. La elección de una de ellas, de manera consciente o inconsciente, lleva implícita la comprensión del mundo social, pero cuando se pretende, adicionalmente, localizar las técnicas que permitan manipularlo, lo más probable es que se ponga a la sociología al servicio de la gestión del orden establecido (Bernoux, 2009). Para evitar caer en las contradicciones y las dificultades que todo lo anterior implica, buena parte de los egresados de la carrera de sociología, se emplean como profesores, es decir, el cuerpo académico de la disciplina no tiene más funciones que su propia reproducción1.

 

Sin embargo, el conocimiento sociológico puede tener contribuciones prácticas para la acción pública como las que señala Giddens (1991):

•Comprensión de las situaciones sociales: Haciendo más clara o comprensible una situación social, por ejemplo, la pobreza, la sociología puede mejorar la efectividad de los programas y proyectos (políticas públicas) diseñados para combatirla.

•Conciencia de las diferencias culturales: La investigación sociológica proporciona un medio de ver el mundo social desde una diversidad de perspectivas culturales, ayudando con ello a acabar con los prejuicios que los grupos tienen, los unos sobre los otros. Con este conocimiento, la elaboración y evaluación de políticas públicas en materia de vivienda, por ejemplo, dispone de información genuina de las diferencias culturales persistentes en la sociedad sobre las que busca actuar, elevando con esto las posibilidades de lograr un buen desempeño.

•La sociología puede enseñarles a los grupos sociales cosas sobre ellos mismos, es decir, aumentar su autoconocimiento. Cuanto más sepan las personas sobre las condiciones de su propia acción, y sobre el funcionamiento de la sociedad en general, tanto más probable es que puedan influir en las circunstancias de su propia vida, como ejemplos aplicables del autoconocimiento, están los grupos que luchan por equidad de género, los ambientalistas, etc.

Por otra parte, la acción pública no se ve exenta de controversias morales y políticas como las que se discuten a menudo sobre las verdaderas intenciones de los programas sociales gubernamentales o grupales, tales como: coacción al voto, manipulación ideológica, imposición de valores, etc. Por ello Giddens (1991) se pregunta ¿deben los mismos sociólogos defender de forma activa y llevar a efecto acciones a favor de programas prácticos de reforma o cambio social? Hay quienes argumentan que la sociología solo puede preservar su objetividad si quienes la practican son cuidadosamente neutrales, pero aún si esto fuera posible, quedar al margen no necesariamente es ser neutral o imparcial en el examen de las cuestiones sociológicas, pues existe un nexo insoslayable entre el estudio de la sociología y las exigencias de la conciencia social.

Nadie que tenga conocimientos sociológicos puede ser inconsciente de las desigualdades de que existen hoy en el mundo, de la falta de justicia social y de las privaciones sufridas por millones de personas. Sería extraño que los sociólogos no tomaran posición sobre estos fenómenos y sería tan ilógico como poco práctico exhortarles a que no recurrieran al conocimiento sociológico para tal efecto. Un gran ejemplo de esta congruencia entre la labor como intelectual y el hacer frente a los problemas prácticos, es el de Anthony Giddens y Pablo de González Casanova, el primero con su libro La tercera vía (1999) y el segundo con La democracia en México (1965)

Es importante en este punto, deslindar la sociología del periodismo, sobre todo el denominado “de investigación”, que, en México desafortunadamente, es aún incipiente. Ambos son incomodos para la gente con poder, sin embargo, la sociología, a diferencia del periodismo, parte de un marco teórico-metodológico que le ayuda a plantear hipótesis, a elegir métodos de recolección de datos y de análisis, para concluir develando patrones, identificando causas y señalando consecuencias, que a su vez enriquecen o cuestionan el marco inicial; el periodismo en cambio, su meta es develar la realidad o el acontecimiento oculto, no precisamente explicarlo, mucho menos cambiarlo.

Los dominios especializados de la sociología

La sociología primero dedicó su interés a los hechos sociales de carácter religioso, jurídico, económico y moral; posteriormente, en una segunda etapa de su evolución, se inclinó a temas más específicos, surgiendo un interesante crecimiento de los estudios especializados en materia sociológica que, incluso, parece desmesurado, los cuales se pueden clasificar a partir del interés de quien los impulsa, a saber (Lapassade,1987):

i)sociología de la pobreza, de la juventud, de la migración, de la violencia, etc. normalmente son especialidades patrocinadas por gobiernos o dirigentes, interesados en conocer importantes cuestiones que afectan a estas colectividades, a fin de intentar un acercamiento y atenderlas;

ii)la sociología urbana, la de la educación, la de la salud, la del cine, la de las profesiones, la de la ciencia y la tecnología etc. son estudios que casi siempre responden a un interés genuino por parte de los científicos por comprender fenómenos emergentes que impactan a grupos, colectividades y la sociedad, y

iii)la sociología industrial, la del trabajo, la de las finanzas y de las organizaciones, etc. son temas, sobre los cuales no es fácil discernir si el interés que guía a quienes pretender abordarlos, es conocer para intervenir o simplemente conocer, casi siempre ello depende si el autor es un investigador o un consultor, también el interés puede cambiar con el tiempo, por ejemplo, en ocasiones los primeros estudios tuvieron como propósito conocer y los subsiguientes intervenir.

A continuación, se abunda en los grupos de especialidades antes citadas.

i) primer grupo de especialidades:

Sociología de la pobreza

En México el CONEVAL (Consejo Nacional de Evaluación del Desarrollo Social) es un organismo público, que agrupa expertos y dispone recursos para generar información objetiva sobre la situación de la política social, sobre la medición de la pobreza y la evaluación de los programas y acciones sobre desarrollo social, con el fin de mejorar la toma de decisiones en la materia. Específicamente declara las siguientes funciones: i) normar y coordinar la evaluación de la Política Nacional de Desarrollo Social y las políticas, programas y acciones que ejecuten las dependencias públicas; y ii) establecer los lineamientos y criterios para la definición, identificación y medición de la pobreza, garantizando la transparencia, objetividad y rigor técnico en dicha actividad (Coneval, 2016).

El Informe de la pobreza en México (Coneval, 2013) es una muestra de los trabajos sobre el tema y refiere que desde 2008 se inició la medición de la pobreza desde de una perspectiva multidimensional, es decir pobreza patrimonial, alimentaria y educativa. Esta obra refleja los cambios registrados del 2010 hasta 2012, lo que permite identificar avances y retos en materia de desarrollo social, insumo fundamental para la evaluación y diseño de las políticas públicas dirigidas a la superación de la pobreza y el impulso al bienestar económico y social de la población.

ii) segundo grupo de especialidades:

Sociología urbana

Surge, a partir de la década de los setentas del siglo pasado, cuando la ciudad se empieza a revelar como un problema central para políticos y dirigentes. Es en ese tiempo cuando los medios de comunicación masiva llaman la atención de temas tales como la ordenación de territorio, del medio ambiente, de la participación de los habitantes en decisiones que los involucran, como la renovación de los barrios, la construcción de ciudades satélites, etc. Es claro que se trata de un conjunto de problemas producidos por el crecimiento demográfico y por la industrialización que aumentan y complican en el espacio urbano, sobre los cuales la sociología tiene mucho que decir.

Tiempo antes de la clara emergencia de los problemas urbanos comentados en el párrafo anterior, se publica el articulo considerado como fundacional de la sociología urbana: “La ciudad: presupuestos para el comportamiento humano del medio urbano”, publicado en 1916 por Robert E Park en la revista American Journal de Sociologia (Lapassade, 1987). En este artículo, Park propone que el estudio de las ciudades se realice recurriendo a las técnicas de la sociología: la observación directa, el estudio de los casos, el análisis estadístico, la descripción de los diferentes tipos de oficios, el estudio de las instituciones políticas y de las subculturas marginales. Posteriormente las autoridades de la Ciudad de Chicago llamaron a Park para el estudio de los problemas urbanos que padecían en ese momento como la delincuencia juvenil organizada, la desintegración familiar, los sintecho, el suicidio, los ghettos, las zonas de elevado índice de inseguridad y la distribución geográfica de las enfermedades mentales. Los estudios urbanos de Chicago y los subsiguientes, han dejado claro varios puntos acerca de la ciudad y sus problemas sociales tales como (Lapassade,1987):

•La sociedad urbana no está dominada por una cultura unificada, sino por sub-culturas variadas, por lo mismo no es un sistema social unificado, sino varias colectividades cada una con su historia propia y su particular gama de oportunidades y limitaciones.

•El medio urbano aumenta la distancia social. La distancia social entre los grupos es más importante en las metrópolis que en las ciudades de menor importancia. Sin embargo, la separación entre grupos y sub-culturas no excluye la movilidad individual, al contrario, la promueve.

•La ciudad desocializa. La diferenciación y la movilidad llevan a que se aprenda a vivir sin que se nos preste atención y sin prestar atención a los demás. Las personas desocializadas, anómicas, tienden a agruparse en barrios, pero no crean vínculos sociales sólidos. Son los barrios de la enfermedad, del suicidio, de los trastornos mentales.

•En la gran ciudad la tasa de criminalidad es elevada, cuando se integra por colectividades que fomentan las conductas desviadas y las formas de desviación tienden a agruparse en un número limitado de lugares asociados con la pobreza y el desempleo.

•La ciudad tiende a extenderse, a crecer siempre, a integrar a todos los suburbios de la zona, hasta lograr ser una megalópolis.

Sociología de las profesiones

Ha avanzado en la comprensión de las múltiples ocupaciones producto de la división del trabajo en una sociedad. Las ocupaciones surgen cuando ciertos individuos muestran roles y funciones comunes, movidos por el interés de hacer cosas diferentes con respecto a otras gentes, a fin de recibir dinero a cambio. Por lo anterior, los que comparten ocupación u oficio, tienen un sentido de solidaridad e identidad, profesan una conducta apropiada y modos de pensamiento comunes con respecto a los asuntos que conciernen a su actividad (McMurray, 2010).

La profesión, es una ocupación que goza de una posición privilegiada con respecto a otras, consiste en una aceptación generalizada de una esfera de exclusividad con respecto a la teoría y la práctica relacionada con su actividad. La exclusividad se refiere a la exclusión de individuos de la práctica cuando carecen de determinadas competencias, las cuales deben obtener y acreditar en las organizaciones diseñadas para tal efecto, las universidades, entre ellas. Adicionalmente, las profesiones tienen derecho de jurisdicción, que es el espacio de práctica dentro del cual, un miembro de una profesión puede reclamar un salario o cuota por la aplicación de un conocimiento esotérico, sistemáticamente formulado y aplicado a los problemas de un cliente (McMurray, 2010).

La jurisdicción es sostenida mediante la licencia y el mandato. Licencia se refiere al derecho de practicar una actividad y el mandato se refiere al derecho definir la conducta apropiada, modos de organización y entendimiento, derivados del conocimiento esotérico que se posee y profesa. Obtener una licencia y mantenerla es un proyecto activo en la que los profesionales tienen que justificar y convencer al público, a otras ocupaciones y al Estado. Los límites de la jurisdicción que concede la licencia y mandato de una profesión no son estáticos, por ejemplo, la profesión médica tiene una larga historia de extender su mandato a nuevas áreas de la vida individual y social, por ejemplo, cuando abordan con autoridad cuestiones como dieta, relaciones sexuales, población y reproducción, temas que en otros tiempos era preservados al individuo, la iglesia o el Estado (McMurray, 2010).