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El origen biológico de las epilepsias se presta a pocas discusiones. El mal de Alzheimer está vinculado con la producción, en el cerebro, de una proteína llamada beta amiloide. El síndrome de Down, que es un tipo de retardo mental, tiene como causa un cromosoma extra, asociado al cromosoma 21. Por su parte la Fenilquetonuria es un problema metabólico, derivado de una deficiencia enzimática heredada a través de dos copias de un gen recesivo; esto se traduce en un impedimento del desarrollo del cerebro. El corea de Huntington, es una enfermedad hereditaria progresiva, caracterizada por una degeneración de las células nerviosas del cerebro, la cual se activa entre los 30 y los 50 años; el único gen responsable se sitúa en el cromosoma 4. Y, a estas etiologías biológicas "duras", es necesario agregar los daños orgánicos cerebrales, las parálisis cerebrales, las apoplejías, etc.

Una revisión panorámica de los datos existentes, permite concluir que se pueden generar algunos desajustes psicológicos sobre la base de la sola experiencia, sin mediar facilitación biológica alguna; experiencias particularmente traumáticas constituyen un ejemplo de esto. La etiología más frecuente, sin embargo, incorpora a la biología, y resulta legítimo el concluir que los seres humanos no generamos desajustes psicológicos con igual facilidad.Lo cierto es que cada persona tiende a desarrollar aquellos desajustes psicológicos que están facilitados por su propia biología.Y algunas personas presentan fuertes facilitaciones biológicas hacia los desajustes, otras muy pocas.

A contrario sensu, hay personas biológicamente muy poco proclives a desarrollar desajustes psicológicos. Habría así una especie deresiliencia biológica; algunas variables biológicas podrían fortalecer las opciones de resiliencia. Al respecto, Davidson y Fox (1989) informaron que infantes de diez meses de edad que exhibían "resiliencia" en respuesta a la separación de la madre – a través del no llanto y exhibiendo conducta exploratoria – era más probableque tuvieran precedentemente una línea base en reposo de mayor activación prefrontal izquierda;y menor activación prefrontal derecha, en comparación con aquellos infantes que lloraban en respuesta a este desafío.

El Paradigma Biológico en el cambio terapéutico: neuroplasticidad y evidencias

Aristófanes decía: "La juventud pasa, la inmadurez se supera, la ignorancia se puede vencer… pero la estupidez dura para siempre". Estas afirmaciones nos conducen al tema de los límites posibles de los cambios biológicos; qué, de nuestras disposiciones biológicas, puede ser modificado… y qué no.

Pero antes de referirnos a las opciones de cambio terapéutico que aporta el paradigma biológico, es preciso que nos detengamos en las evidencias relacionadas con la temática de laneuroplasticidad. La neuroplasticidad hace referencia a la habilidad de las neuronas para cambiar la manera en que están configuradas y relacionadas unas con otras, a medida que el cerebro se adapta al ambiente a través del tiempo (Cozolino, 2010). Cuánto puede cambiar nuestra biología, a raíz de nuestras diferentes experiencias, delimita en gran medida los espacios que la biología aporta para el cambio terapéutico.

La neuroplasticidad no solo hace referencia a formas de configuración o a opciones de interrelación entre las neuronas. Hace referencia también a las opciones de génesis denuevasneuronas, es decir, a laneurogénesis.Al respecto, lo que a muchos se nos ha enseñado es que las neuronas solo se reproducen hasta – digamos – los dos años de vida de un niño. Posteriormente a esto, las opciones de cambios neurales se relacionarían tan solo con configuraciones y/o con nuevas interrelaciones neurales.

Con respecto a lo anterior se ha señalado: "La sabiduría tradicional en relación a la neurogénesis en vertebrados, y especialmente en primates, ha sido que las neuronas ya no se crean después del desarrollo temprano" (Cozolino, 2010, pp. 57-58). A pesar de las evidencias en contrario, este dogma se sostuvo a través de la mayor parte del siglo xx. Sin embargo, la investigación continúa demostrando que neuronas nuevas son formadas en los cerebros de pájaros adultos (Nottebohm, 1981), en los cerebros de primates (Gould, Reeves, Fallah et al., 1999), y en los cerebros de humanos (Gould, Reeves, Graciano et al., 1999). A partir de las evidencias existentes, se puede sostener que las neurogénesis más "tardías" están reguladas por factores ambientales y por las diversas experiencias de la persona.

Los investigadores actuales sostienen que los seres humanos han mantenido la habilidad para crear neuronas en áreas involucradas en los nuevos aprendizajes, tales como el hipocampo, la amígdala, y el córtex cerebral (Gross, 2000; Gould, 2007). Los investigadores actuales han constatado también, que más altos niveles de educación, habilidades prácticas y un compromiso continuo en actividades mentales, todos correlacionan con más neuronas y con más conexiones neurales (Jacobs et al., 1993).

Estos descubrimientos, y el abandono de las creencias anteriores, son de la mayor relevancia. El neurocientista Eric Kandel, ganador del Premio Nobel (2000), ha señalado que el recién citado descubrimiento de Nottenbohm – acerca de la neurogénesis estacional en pájaros –constituye uno de los mayores cambios de paradigma en la biología moderna.

Los investigadores actuales sintonizan bien con afirmaciones como la siguiente: "Hoy, la plasticidad es comprendida como un principio básico, que opera en los cerebros saludables, a cualquier edad. Más que carente de plasticidad, el cerebro adulto es visto ahora como teniendo una tendencia incrementada hacia la estabilización neural, en tanto mantiene la habilidad para nuevos aprendizajes" (Cozolino, 2010, p. 324).

Hoy en día no está muy claro en qué grado, cuándo, hasta cuándo, y dónde, pueden reproducirse las neuronas en un ser humano. Lo que está claro es que las opciones son mayores de lo que se pensaba. Y, más allá de la génesis de nuevas neuronas, lo que está más que claro es queel aprendizaje y el cambio terapéutico serían imposibles de no existir la neuroplasticidad.

Es así que, tempranamente en el desarrollo, la neuroplasticidad se encuentra más operativa. Adicionalmente, una cuota de neuroplasticidad nos acompaña siempre. Otros territorios son "conquistables", para poder ir activando "neuroplasticidades posibles". Y, aún otros, son o se van haciendo refractarios al cambio.

Si viramos ahora el foco de nuestro análisis, el territorio del cambio terapéuticopasa a ser nuestro objetivo central. Una idea básica aquí, involucra el poderpredecirqué estrategias terapéuticas "biológicas" tienden a funcionar, y cuales funcionarán mejor con cada tipo de desajuste. En este contexto, los aportespreventivos y terapéuticosgenerados en el marco del paradigma biológico, han posibilitado ir disponiendo de múltiples opciones para el cambio; algunas con mayores evidencias de respaldo que otras.

Una línea de intervención – que aún se encuentra en estado "incipiente" – se relaciona con el uso de magnetos potentes para activar la corteza prefrontal izquierda. Esto da como resultado un ánimo mejor y está siendo usado para aliviar depresión. Incluso está siendo usado para fortalecer el sistema inmunológico el cual es afectado por el ánimo de la persona (Lisanby, 2003; Clow et al., 2003).

Entre los aportes terapéuticos "biológicos" de mayor relevancia, se encuentranel ejercicio sistemático, la regulación de la dieta, la relajación neuro muscular, las terapias hormonales, algunas líneas de psico cirugía, algunas aplicaciones de la terapia electro convulsiva y, muy especialmente, la psicofarmacoterapia.

El adecuado descanso, involucra un aporte para la capacidad para disfrutar y en el territorio de la prevención; del mismo modo, la actividad física hace también sus contribuciones.

En el último tiempo, se ha venido demostrando que unsueño reparadores imprescindible para funcionar bien en estado de vigilia. En un estudio realizado en la Universidad de Rochester (Nedergaard, 2013), se demostró que, mientras se duerme, se echa a andar un sistema de limpieza a nivel cerebralel cual "barre" los desechos y toxinas que producen las células nerviosas cuando las personas están despiertas.Se demuestra aquí que el cerebro tiene estados funcionales diferentes cuando la persona duerme y cuando está despierta.

Por otra parte, el aporte delejercicio sistemáticono pareciera ser menor. En el ámbito de la salud física, el ejercicio sistemático tiende a reducir la presión arterial, a elevar el colesterol "bueno", a mejorar el trabajo de los pulmones, y a aumentar la circulación de la sangre y la absorción de oxígeno. Adicionalmente, ayuda a controlar el peso y a aumentar la masa corporal. No es de extrañar entonces, el resultado de un estudio realizado con gemelos de Finlandia; tras un seguimiento de 20 años, se concluyó que el ejercicio ocasional reduce el riesgo de muerte en un 29%, y el ejercicio diario sistemático reduce el riesgo de muerte en un 43% (Kujala et al., 1998).

En el ámbito psicológico, el ejercicio sistemático facilita la producción de endorfinas, las así llamadas "hormonas de la felicidad"; estas se asocian con relajación, con placer, con alivio del dolor, con ánimo positivo y con bienestar corporal. Las personas que realizan ejercicios físicos sistemáticos tienden a tener mejor autoestima y tienden a sentirse más atractivas. Es más común el que personas sedentarias presenten síntomas depresivos. Es así como asistir regularmente a un gimnasio, andar en bicicleta, correr, nadar, etc., puede involucrar un relevante aportepreventivo.

Se ha establecido que30 minutos de ejercicio diario producen una mejoría de ánimo por alrededor de 12 horas (Sibold et al., 2008). En el territorio terapéutico, el ejercicio sistemático puede contribuir, por ejemplo, a aliviar el estrés, los síntomas de ansiedad y los síntomas depresivos. En un estudio realizado por el Southwestern Medical Center de la Universidad de Texas (Dunn et. al., 2005), se encontró que las personas entre 20 y 45 años, que padecían de depresiones leves o moderadas, se beneficiaban al realizar 30 minutos de ejercicio aeróbico de tres a cinco veces a la semana; reducían entre un 30 y un 50% los síntomas de depresión al cabo de 12 semanas. Aunque el estudio indica que los efectos antidepresivos del ejercicio físico tienden a ser similares a los alcanzados vía psicoterapia o vía medicación, todo parece indicar que lo más criterioso sería estar abiertos a ir integrando estas opciones, en función de los requerimientos de cada paciente.

Los hallazgos precedentes pasan a ser confirmados por otras investigaciones que recorren un camino inverso, es decir, se centran en lo que ocurre cuando las personas dejan de realizar ejercicios físicos sistemáticos. En una investigación realizada por el Departamento de Psicología Médica de la Universidad de Maryland (Berlin et. al., 2006), se concluyó que interrumpir bruscamente el ejercicio aeróbico se traduce en síntomas de ánimo depresivo, fatiga, y pérdida de vigor.

Un estudio reciente – realizado con ratas – contribuye a esclarecer las ventajas y desventajas de la ejercitación. Jeffrey Woods (2005) infectó con influenza a un número importante de ratas. A continuación dividió a las ratas en tres grupos. El primer grupo descansó. El segundo grupo corrió por 20-30 minutos en forma relajada (casi como caminar rápido). El tercer grupo corrió en forma extrema durante 30 minutos. Resultado: más de la mitad de las ratas "sedentarias" murió y el 70% de las que se ejercitaron en forma extrema también falleció. Y solo un 12% de las que corrieron suave y placenteramente falleció. Se concluyó que el ejercicio leve mejora la coordinación de las defensas y con el ejercicio extenuante el sistema pierde su equilibrio.

Por su parte, laregulación de la dietapuede involucrar un relevante aporte preventivo. En términos generales, una contribución esencial se deriva del reducir entre un 30 y un 50% la cantidad de calorías ingeridas por una persona de nuestro contexto social. Esto debiera significar un aumento en el consumo de pescados, pavo o pollo, de frutas y de verduras; y una moderación en el consumo de grasas de origen animal, vale decir en el consumo de carnes rojas. Es importante aumentar el consumo de fibra… contenida en legumbres, en las ya citadas frutas y verduras, y en los cereales integrales. El consumo de alimentos naturales, sin azúcar y con poca sal, ingerir alimentos ricos en vitaminas d y b12, junto con consumir alimentos ricos en calcio (contenidos en leche, crema y yogur bajos en grasas), representa un gran avance; en especial para la salud de las personas de la tercera edad (Bunout, 2005). La ingesta de agua, a su vez, facilita el buen funcionamiento de los riñones, evita la deshidratación y ayuda a la digestión. En un sentido genérico, resulta fundamental que la "nueva" dieta sea altamente nutritiva.

Un estudio longitudinal realizado con monos rhesus (Weindruch, 2005), mostró que, de los 76 animales estudiados, se mantenía con vida el 90% del grupo con dieta baja en calorías; solo el 72% del grupo "dieta sin límites" sobrevivió. Los animales con menos calorías tenían un 70% menos de grasa corporal y ninguno tenía diabetes; en el otro grupo, era frecuente el cáncer de colon, los problemas cardiovasculares y la diabetes. Adicionalmente, la apariencia estética era superior en el grupo de bajas calorías; los monos se veían más esbeltos, presentaban menos arrugas, postura corporal más erguida, etc.

En otro estudio realizado con monos rhesus (Ricki Colman 2009), se trabajó durante 20 años administrando una dieta reducida en calorías, pero enriquecida en un 30% con vitaminas y minerales; el grupo control recibió una dieta normal. Al concluir el estudio el 37% del grupo "dieta normal" había fallecido; y solo un 13% del grupo "dieta especial".

En humanos, se ha establecido que los vegetarianos tienen un 32% menos de posibilidades de presentar problemas coronarios (Crowe, Appleby,Travis y Key,2013). El estudio se realizó durante 20 años, fue realizado por la Universidad de Oxford, e involucró un seguimiento de 44 mil voluntarios de Gran Bretaña y Escocia. Adicionalmente, se concluyó que los vegetarianos tienen más bajo el colesterol y presentan una menor presión arterial. Durante los años que duró el estudio, se identificaron 1235 casos de enfermedad cardíaca, 1066 casos hospitalarios y 169 muertes. El estudio resalta la importancia de consumir frutas y verduras en la dieta; pero advierte también, acerca de la necesidad de compensar las carencias de proteínas y de hierro derivadas de la falta de consumo de carne. Al respecto, la carne de soya y las legumbres pueden resultar aportativas.

Se ha venido estableciendo con claridad que una dieta adecuada ayuda a vivir mejor y a envejecer mejor. Al ayudar a prevenir enfermedades como la hipertensión, las várices, el colesterol alto, la arteriosclerosis, etc., la persona va consiguiendo una mejor irrigación corporal y cerebral, y logra mantenerse autovalente por un mayor tiempo. De este modo, el "mens sana in corpore sano", adquiere un valor adicional a la luz de la investigación Es así como una dieta adecuada, combinada con ejercitación corporal adecuada, pasan a adquirir un alto valor terapéutico y preventivo.

En suma, el alto consumo de grasas y calorías acelera el envejecimiento y facilita la génesis de enfermedades, tanto físicas como psíquicas.

Lo anterior puede ejemplificarse también en el ámbitosociológico. Por lo pronto, un japonés consume 25% menos de calorías que un norteamericano. Los japoneses consumen alrededor del 10% del pescado que se consume en el mundo, y su dieta promedio es alta en el consumo de frutas y verduras. La expectativa de vida en Japón es de 86 años para las mujeres y de 79 años para los hombres (en Chile es de 79 y 73 años respectivamente). En comparación con los estadounidenses, los japoneses sufren un 80% menos de ataques cardíacos, presentan un 30% menos de riesgo de cáncer, diabetes, demencia senil y obesidad; el nivel de obesidad de Japón es de 3%, comparado con el 11% de Francia y el 32% de Estados Unidos (Suzuki, 2006). Se trata de una constatación, a nivel social, de las muy probables ventajas físicas y psicológicas de una adecuada regulación de la dieta.

Larelajación neuro muscularconsiste en generar relajación a partir de cambios físicos, para culminar en cambios psicológicos. Una buena exponente de esta técnica es la relajación progresiva (Jacobson, 1938). La técnica ha impuesto sus términos, en la medida que constituye una forma de alcanzar relajación "físico/psíquica" por vías plenamente "naturales". Sobre la base de contraer y relajar diferentes grupos musculares, se va generando una relajación física; esta paulatinamente se va haciendo extensiva al mundo psicológico. La técnica involucra una actividad eminentemente "biológica", no genera efectos colaterales indeseados, y puede ser utilizada sola o en combinación con otras estrategias. La persona puede relajarse antes de enfrentar situaciones estresantes; o bien antes de intentar dormir, en el caso de padecer algunos tipos de problemas de insomnio (Morin, 2002); o bien la técnica puede ser combinada con el uso de imaginería, en la línea de la desensibilización sistemática (Wolpe, 1958). Aun cuando el tema requeriría de múltiples precisiones, el aporte de la desensibilización sistemática – como estrategia clínica para eliminar o atenuar diversos tipos de ansiedad – se encuentra bien documentado (Spiegler y Guevremont, 1998).

Como es de amplio conocimiento, elsistema endocrinoestá constituido por glándulas que vierten en el torrente sanguíneo diferentes hormonas; estas constituyen una especie de "mensajeros químicos", capaces de activar diferentes células, ubicadas a distancias muy variadas. El sistema endocrino humano desarrolla una función de integración, y contribuye a regular y a mantener el equilibrio homeostático. En este sentido, "las hormonas influyen en el crecimiento del cuerpo. Inician, sostienen y detienen el desarrollo de las características sexuales primarias y secundarias; influyen en los estados de activación y consciencia, sirven de base para los cambios de humor y regulan el metabolismo, que es el ritmo al que el cuerpo consume la energía que almacena. El sistema endocrino favorece la supervivencia de un organismo, al combatir infecciones y enfermedades" (Gerric y Zimbardo, 2005, p. 78).

El balance endocrino puede verse perjudicado por alteraciones a nivel de la secreción, de la transmisión y/o de la recepción, generando a su vez diferentesendocrinopatías.Las endocrinopatías requieren de variados tratamientos, pudiéndose llegar incluso al territorio de las intervenciones quirúrgicas; muchas endocrinopatías constituyen una clara invitación al uso de diversos tipos deendocrino terapias.

Algunas alteraciones endocrinas repercuten muy significativamente en la dinámica psicológica. El hipertiroidismo, por ejemplo, involucra una tiroides demasiado activa, y la persona tiende a ser delgada, tensa, excitable, nerviosa; las líneas terapéuticas aquí pueden variar desde el uso de fármacos – que específicamente bloqueen la síntesis y liberación de hormonas tiroídeas – hasta la cirugía, que remueva partes de la glándula tiroides. En una dirección opuesta, el hipotiroidismo involucra una tiroides poco activa, lo cual puede traducirse en inactividad conductual, somnolencia, lentitud y obesidad; en estos casos, la administración de hormonas tiroídeas (t3y/o t4), puede ser el camino terapéutico adecuado. También en la línea de las endocrino terapias, pacientes con problemas en la regulación del ciclo sueño/vigilia pueden verse favorecidos ingiriendo hormonas; es así como la administración de melatonina (única hormona que secreta la glándula pineal), puede contribuir a restablecer el "reloj biológico" (Coon, 2005). Sujetos experimentales inyectados con melatonina se tornan somnolientos, lo cual es consistente con el hecho de que la glándula pineal aumenta su secreción de melatonina en las noches, y la detiene al amanecer.

Desbalances hormonales ligados a la menstruación, a embarazo, parto y lactancia, a inicios del climaterio o irrupción de la menopausia, etc., pueden requerir del uso de psicofármacos; o de terapia de reemplazo de estrógenos, la cual involucra la administración de estrógenos sintéticos. Estudios más recientes, sin embargo, han venido cuestionando las ventajas de administrar estrógenos para combatir los efectos indeseados de la menopausia; su utilización puede traducirse en mayor riesgo de cáncer de mama, de enfermedades y acelerar otras condiciones asociadas con el proceso de envejecimiento (Herrington y Howard, 2003).

Los aportes de la oxitocina han venido siendo enfatizados en el último tiempo, particularmente en relación a la convivencia social:

Zoe, Donaldson y Young (2008) realizaron una muy interesante investigación con pequeños ratones denominados campañoles. Una de las especies de campañoles – el campañol de la pradera – sería un ciudadano modelo en una sociedad humana: se emparejan de por vida, son leales y fieles, son padres responsables, etc.

En contraste con los campañoles de la pradera, los campañoles de la montaña forman sociedades sexualmente promiscuas; los machos de esta especie serían – en términos humanos – unos "picaflores". Estos se aparean con cualquier hembra de los alrededores, la embarazan y luego la abandonan dejándola a cargo de sus hijos. De ser abandonados en una habitación grande, los campañoles de la montaña evitan a los otros miembros de su especie prefiriendo aislarse en un rincón. Por el contrario, en el contexto de una habitación grande, los campañoles de la pradera tienden a juntarse en pequeños grupos.

Los investigadores lograron precisar el rol diferencial que la oxitocina juega en estas conductas sociales y sexuales. Los monógamos campañoles de la pradera poseen muchos receptores para la oxitocina, en una determinada región del cerebro. Sin embargo, en los promiscuos campañoles de la montaña hay una escasez de estos receptores en esa misma región. Adicionalmente, cuando los investigadores manipulan los cerebros de los campañoles de la montaña – para incrementar el número de receptores de la oxitocina – el campañol solitario repentinamente se torna "extrovertido" y sociable, como sus "primos" de la pradera.

En humanos, la oxitocina pareciera estar ligada al fortalecimiento de los lazos tempranos entre madre e hijo. Adicionalmente, la hormona ha sido utilizada para combatir el autismo. En un estudio realizado por Andari et al. (2010), se trabajó con trece sujetos autistas. Después de la inhalación de oxitocina, los pacientes mostraron un significativo incremento en sus interacciones sociales e informaron sentimientos de mayor autoconfianza. El aporte de esta endocrinoterapia no fue menor, considerando las enormes dificultades que involucra el tratamiento de pacientes autistas.

En un interesante estudio, relacionado también con la oxitocina, se descubrieron algunas bases genéticas para el optimismo, para la autoestima alta, y para el autocontrol. El estudio, realizado por Shelley Taylor (2011), focalizó la mirada en el gen oxtr, receptor de la oxitocina. Este gen, presenta dos alelos, el a y el g. Las personas que presentan el alelo a, tienen más bajos niveles de optimismo, de autocontrol y de autoestima; presentaban también una mayor vulnerabilidad al estrés, pobres habilidades sociales, tendencia a la depresión y, en general, peores índices de salud mental. En cambio, las personas que presentaban dos alelos g, mostraban altos índices de optimismo, de autocontrol, y de autoestima. La importancia de este estudio es tal, que amerita con creces ser replicado.

Las aplicaciones de lapsicocirugíatienden a ser fuente de polémicas. La lobotomía frontal, por ejemplo, es un procedimiento en el cual son removidas células nerviosas que conectan los lóbulos frontales con el resto del cerebro. Iniciada por Moniz en los años treinta, durante los 20 años siguientes el procedimiento fue aplicado a más de 35 mil pacientes norteamericanos, severamente perturbados; y Moniz fue distinguido con el Premio Nobel (1949). El procedimiento ha sido usado para tratar depresión, agresión, ansiedad, esquizofrenia y dolores severos. Desde los años cincuenta, la lobotomía ha venido cayendo en descrédito a raíz de los graves y frecuentes daños colaterales involucrados (letargia permanente, personalidad impulsiva, convulsiones, etc.); de este modo, con frecuencia el costo ha sido mayor que el beneficio. Con el desarrollo de los psicofármacos, la psico cirugía ha tendido a practicarse mucho menos (Feldman, 2005). Aun así, algunas líneas quirúrgicas han resultado aportativas; por ejemplo, la citada extirpación de la glándula tiroides. También la extirpación de tumores cerebrales puede traducirse en un fuerte alivio psicológico. La "hemisferectomía" – que involucra la remoción de las conexiones interhemisféricas – ha sido utilizada con relativo éxito en el caso de tumores cerebrales malignos y de epilepsias intratables (Corsini, 2002). Adicionalmente la psico cirugía, guiada por resonancia nuclear magnética y escáner, ha aportado una mayor precisión en la ruptura de los circuitos involucrados en desórdenes obsesivo-compulsivos severos, en depresiones extremas, y en pacientes muy agresivos (Sachdev y Sachdev, 1997).

El tema de laterapia electro convulsivaha generado controversia desde sus inicios. En suma, el electroshock administra una fuerte corriente eléctrica – de voltaje distinto según la modalidad – de modo de impactar abruptamente los circuitos cerebrales del paciente. En sus comienzos, muchos pacientes sufrían daños musculares e incluso ataques cerebrales. Introducido en 1938, el electroshock ha recorrido el camino inverso al de la lobotomía: fuerte desprestigio inicial, evolucionando hacia un prestigio creciente. Indicado para el tratamiento de depresiones muy severas, resulta inefectivo para el tratamiento de otros desórdenes psicológicos. En términos genéricos, luego de seis sesiones de electroshock en dos semanas, el 80% de los pacientes deprimidos mejora notablemente (Coffey, 1993). Con los años, el procedimiento se ha venido "humanizando" a través del uso de anestesia, de relajantes musculares, y de abreviaciones en la duración de cada "shock"; si bien hay pérdida de memoria para el período de tratamiento, no se presenta un daño cerebral estable pesquisable (Myers, 2001). Solo en los Estados Unidos, 100 mil personas al año reciben tratamiento electro convulsivo (Fink, 2000). No obstante su mayor sofisticación, no obstante su "new look" y sus buenos resultados, y el lograr salvar a muchos suicidas potenciales, el electroshock debe emplearse solo cuando otros tratamientos resulten ineficaces (Eranti y McLoughlin, 2003). Hoy en día, esta terapia sigue manteniendo una cuota alta de enemigos; estos no le perdonan su historia, y no dejan de calificarla como un tratamiento inhumano.

Lapsicofarmaco terapiaes, por lejos, el tratamiento biomédico de más amplio uso en la actualidad. Mediante el uso de medicamentos que modifican el operar de los neurotransmisores, corrige desajustes psicológicos; se trata dereducirla actividad en determinadas sinapsis, inhibiendo los neurotransmisores y/o bloqueando las neuronas receptoras. Otros fármacos actúan por la vía opuesta:aumentanla actividad de ciertos neurotransmisores y de ciertas neuronas, para permitir a su vez que determinadas neuronas se activen con mayor frecuencia (Feldman, 2005).

No se trata de intentar aquí dictar un curso de psicofármaco terapia; no es el lugar, ni soy la persona indicada para hacerlo. De este modo, destacaremos algunos hitos significativos, consistentes con la temática que estamos fundamentando, comenzando por señalar que el objetivo de la psicofármaco terapia "es la supresión de síntomas, lograr un regreso al funcionamiento premórbido, y prevenir recaídas y cronicidad. La respuesta a la farmacoterapia es evaluada monitoreando la frecuencia y severidad de los signos y síntomas de un desajuste específico" (Thase y Jindal, 2004, p. 749).

Por su parte, la United States Food and Drug Administration (fda), antes de aprobar el uso de una medicación psicotrópica, exige que se completen al menos dos estudios de comparación conplacebos; en relación a la seguridad y efectos colaterales, se exigen estudios de entre mil y dos mil pacientes tratados con el nuevo medicamento.

Hacia 1955, la introducción de la clorpromacina y otras drogas antipsicóticas, se tradujo en un descenso dramático de los enfermos mentales confinados en hospitales estatales y rurales en los Estados Unidos. Miles de personas retornaron a sus comunidades y hoy en día, 50 años después, la cifra de enfermos mentales hospitalizados es un 20% de lo que era en los años cincuenta. Esto se logró gracias a la psicofarmacoterapia, y a los esfuerzos políticos y legales orientados a minimizar la hospitalización involuntaria. Sin embargo, aun cuando el aporte de los antipsicóticos fue espectacular, el proceso no estuvo exento de problemas; para aquellos incapaces de cuidar de sí mismos, la liberación del hospital se tradujo más bien en desamparo y abandono, incrementando de paso la población de "homeless".

Muchos psicofármacos han demostrado su utilidad en la terapia de los desórdenes psicológicos; en estudios de doble-ciego, han logrado superar significativamente al efecto placebo. "Aun cuando tales drogas no curan los desórdenes mentales, pueden – cuando son utilizadas apropiadamente – producir un alivio significativo de los síntomas" (apa,Dictionary of Psychology, 2007, p. 755).