Czytaj książkę: «Sonetos a destiempo y cantares al uso»
SONETOS A DESTIEMPO Y CANTARES AL USO
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ExLibric
MILAGROS JIMÉNEZ HIDALGO
SONETOS A DESTIEMPO Y CANTARES AL USO
EXLIBRIC
ANTEQUERA 2020
SONETOS A DESTIEMPO Y CANTARES AL USO
© Milagros Jimùnez Hidalgo
© de la presentación: Juan Manuel Verdugo Arrebola
© de la imagen de cubiertas: Goloviarte
Diseño de portada: Dpto. de Diseño Gráfico Exlibric
Iª edición
© ExLibric, 2020.
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ISBN: 978-84-18230-74-5
Nota de la editorial: ExLibric pertenece a Innovación y Cualificación S. L.
MILAGROS JIMÉNEZ HIDALGO
SONETOS A DESTIEMPO Y CANTARES AL USO
Dedicatoria
A José, mi compañero de vida.
«El poeta trae de lejos la palabra. Al poeta lo lleva lejos la palabra».
Marina Tsvetáyeva (1892-1941)
PRESENTACIÓN
Dice una copla de J. L. Ortiz Nuevo: «Por mucho que digan que cambian, / no cambian tanto los tiempos, / que fatigas y desgracias / en el mundo sigue habiendo». Aunque se pueda pensar, con razón, que es una visión pesimista de la existencia,también es cierto que, en el mundo de las experiencias vitales,la doctrina del griego Parménides de que todo permanece inmutable tiene vigencia todavía. Aplicada al ámbito de los sentimientos, sean estos como sean, positivos o negativos, han permanecido casi sin cambio a lo largo de los siglos desde que de ellos se tiene constancia escrita. Porque se renuevan cada vez que alguien se enamora y se queda prendido y prendado de unos ojos, cada vez que alguien se duele del dolor propio y del ajeno, cada vez que alguien siente una emoción o un escalofrío y descubre que vivir es, más que nada, sentir.
Sucede que el poeta es un especialista en captar esos sen-tires y, luego, es capaz de engarzarlos, como si fueran perlas,en joyas valiosas, en versos, en poemas, en libros. Nace con esta capacidad, es verdad, pero la trabaja con esfuerzo hasta conseguir que no se note la técnica, como no se notan en un traje los pespuntes. El poeta está siempre atento a la realidad, a las señales que le ofrece su entorno, y se llena de sensaciones,se inunda de sentimientos y, en un trance muy especial y casi inevitable, construye un objeto artístico hecho de palabras, el poema, y se erige en centro del universo, en un servidor de Apolo en su Delfos particular. Comprenderlo y entenderlo no es fácil ni está al alcance de todos. La poesía culta ha sido siempre un jardín cerrado, exigente y elitista. Luego, ironías del arte,cuando traspasa los muros de la intimidad, inunda las calles y revive en boca de la gente, se hace popular e inspira de nuevo a los poetas. El círculo creador se ha cerrado felizmente.
Milagros Jiménez Hidalgo (Luque, Córdoba), antequerana de adopción, es un ejemplo de lo expuesto anteriormente:posee una sólida formación académica y literaria (licenciada en Filología Románica por la Universidad de Granada) y una larga experiencia docente en Educación Secundaria. Conoce, por tanto, a los autores clásicos y modernos y los recursos técnicos y literarios que sustentan sus creaciones. Ha promovido y dirigido la revista Licántropo, en la que ha publicado artículos y poemas,ha formado parte del volumen colectivo Cartas ejemplares (2009)y en 2013 vio la luz su primer libro de poemas y relatos, Luque:reflejos del ayer, que tuvo una magnífica recepción. Ha publicado también, en 2018, el poemario Sendas de luz y de sombra, pero,además, ha calado en la médula de la copla andaluza y, desde sub log Entretenerse por el camino, ha ido dejándonos, como el que no quiere, sus sonetos y sus romances y, en ellos, sus sensaciones de los acontecimientos que le han dejado huella en su vida y en su modo de ver y concebir el mundo.
Los dos pilares métricos básicos que sustentan la obra que hoy nos presenta, como ya nos indica su título, Sonetos a destiempo y cantares al uso (Antequera, 2020), son los mismos que han dado y dan gloria a nuestras letras: el soneto (y el endecasílabo)y el romance (y el octosílabo). El poemario está compuesto de más de treinta sonetos y más de veinte romances y coplas de temática muy variada.
El soneto es un poema estrófico que está formado por catorce versos endecasílabos, que riman en consonante y que se organizan en cuatro estrofas: dos cuartetos iniciales y dos tercetos finales. A veces, cosa rara, se añade un estrambote de uno o más tercetos. La estructura clásica y más repetida es: ABBA ABBA CDC DCD, aunque sometida a múltiples variaciones a lo largo de su historia. Puede decirse que este poema estrófico y el verso endecasílabo en el que se apoya son una constante en nuestra literatura a partir del siglo XVI (Renacimiento) y su nombre está asociado para siempre a nombres y lugares inolvidables: Juan Boscán, Garcilaso de la Vega y… los bellos jardines de la Alhambra de Granada. En ellos, en 1526, el embajador veneciano Andreas Navaggiero recomendó encarecidamente su uso a Juan Boscán. Del resto se encargó Garcilaso de la Vega.Nacía así un estilo nuevo, importado de Italia (Dante, Petrarca),que disiparía definitivamente las sombras del medievo porque,aunque se conocía en Castilla antes de esta fecha, su adaptación dejaba mucho que desear.
A partir de esta fecha tan señalada en la historia de nuestra literatura, el éxito de este poema fue fulminante y no hay movimiento literario ni autor conocido (salvo Gustavo Adolfo Bécquer y Rosalía de Castro) que no hayan usado el soneto.Decía Gerardo Diego que es «la forma más evangélica del continuo mensaje o envío de la poesía; la mayor garantía contra la injuria del tiempo y la corrupción de la lengua».
Prueba de esa vigencia y vitalidad de este poema es el magistral uso que en este poemario hace de él Milagros Jiménez. Por eso le rinde homenaje ya en el poema que abre el libro, Soneto a destiempo, como hiciera Lope de Vega en su conocido Soneto de repente (comedia La niña de plata): «Un soneto me manda hacer Violante…». Su tema es la metapoesía, es decir, la poesía que habla de poesía. Pero si el de Lope es un puro juego cortesano de ingenio desprovisto de sentimientos, el Soneto a destiempo de Milagros Jiménez está sujeto al hondo sentir del yo poético, que se siente apresado a contracorriente, a destiempo, a esta forma literaria frente al versolibrismo representado en una amapola o una gaviota.
Los sonetos nos presentan un amplio abanico de temas,como la amistad, la loa y homenaje a poetas o personajes relevantes (Garcilaso, Rubén Darío, Clara Campoamor) o a lugares (Tajo del Algarrobo, Peña de los Enamorados) y hechos que,de algún modo, han marcado el pasado y presente de la autora:la muerte de seres queridos o de ciudadanos inocentes. Y, por encima de todos, dedica un tercio de los mismos al tema amoroso en sus múltiples vertientes, que van del amor al desamor y hasta el olvido.
La trayectoria poética que puede trazarse de la temática amorosa arranca con la búsqueda del amor, que ha de ser siempre un motivo de gozo porque se encuentra, como el mar, en un corazón y un alma jubilosos. Como una semilla, el amor va creciendo pudoroso, lentamente, hasta llegar a conquistar un corazón confiado, una razón enloquecida y todo el cuerpo.Sin el amor todo es «sombría soledad calamitosa». Y hay que gozarlo mientras se es joven y vivir la vida a tope, vivir a cien,antes de que el ardor juvenil se apague y se torne frío invernal en la vejez y todo se vuelva ruina como una casa abandonada, «sin oír risas ni llantos ni olientes rosas». Y si llega el dolor del desengaño, el recuerdo de un beso en una tarde hermosa debe aliviar el tenebroso momento. De nada sirve esconderse o huir del amor ni ponerle muros ni quedarse varado en mares de melancolía. Los ref lejos y recuerdos de un ayer esplendoroso iluminarán el sombrío panorama presente. Hay que dar batalla al tiempo y al olvido, no sucumbir, si no queremos beber «el agrio licor de la pasión perdida». Es el recuerdo y la belleza de lo que un día fue gozoso, aunque breve, lo que nos salvará de la oscura soledad. Y el día, en su mañana, será luminoso otra vez, pleno de emociones y esperanzas: llenar de bondad la tierra,encender la paz y apagar la guerra, llegar a una arcadia feliz, a una nueva edad de oro donde no existan el mal ni la pobreza.
Ese nuevo amor filantrópico nos traerá una nueva primavera que bañará de fuego, luna, luz y brío nuestra vida porque con el corazón adormecido ha resurgido una nueva fe en el hombre.
Puede afirmarse que esa trayectoria poética que recorre todo el poemario va de lo particular a lo social, de lo íntimo al compromiso por mejorar el mundo, del sentimiento propio al ajeno. Se ha llegado a la sublimación del amor pasional, traspasando las barreras del yo para llegar a un nosotros solidario y comprometido, que da nuevos bríos y paz interior al yo poético.
El manejo del verso endecasílabo en sus diversas variantes es magistral. Solo hay un soneto en versos dodecasílabos (El beso que no te di) y la estructura estrófica es, mayoritariamente, la clásica:ABBA ABBA CDC DCD. En algunas ocasiones se emplea la variante ABBA ABBA CDE CDE (Del desencanto o Reflejos). En cuanto al desarrollo conceptual y del contenido de los sonetos,suele seguir también a los autores clásicos de nuestro Siglo de Oro: en los cuartetos se nos plantea el asunto, se nos describen unos elementos externos o se nos acota el tema temporalmente.Luego, en los tercetos, se nos aclara el enigma, se disipan las dudas o se resuelven las prótasis condicionales planteadas. Estos juegos conceptuales, muy del gusto del Barroco, producen en el lector una satisfacción estética, una sensación de bienestar al verse satisfecho el deseo de cerrar con una afirmación rotunda y brillante un pensamiento que se hallaba suspendido e inacabado. «Si te arrastra el torrente del olvido, / si la llama del tiempo acontecido… / se escarchará la lágrima vertida, / se dormirá al punto mi lamento…».
Los recursos literarios que más se emplean son la metáfora pura, el símil, las repeticiones (anáforas y aliteraciones) y paralelismos, las contraposiciones y contrastes y los hipérbatos.
La segunda parte del poemario, los Cantares al uso, lo forman más de veinte romances y coplas. Se emplea en ellos casi siempre el verso octosílabo. La rima es la propia de estas composiciones,es decir, abcb, en asonante, dispuestas en series indefinidas de versos o en cuartetas asonantadas.