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El buen soldado
El buen soldado (2020)Miguel Ignacio Múzquiz Ojeda
Editorial Cõ
Leemos Contigo Editorial S.A.S. de C.V.
edicion@editorialco.com
Edición: Abril 2020
Imagen de portada: Bao Menglong on Unsplash
Diseño de portada: Ana Gabriela León Carbajal
Prohibida la reproducción parcial o total sin la autorización escrita del editor.
Índice
1 Portada
2 Página Legal
3 El buen soldado
El buen soldado
'EXT. PARQUE – DÍA.
La imagen está de cabeza, sobre una banca está sentado ALEJANDRO, un hombre de 19 años, moreno, complexión y estatura media, viste un uniforme militar verde, observa seriamente directo a cámara.
La imagen ahora normal. Frente a Alejandro un NIÑO PARQUE (Hombre, 8 años) está colgado de un pasamanos, tiene las piernas entrelazadas a los barrotes y sus brazos cuelgan hacia el suelo, el Niño Parque observa a Alejandro y mueve una de sus manos saludándolo infantilmente.
Alejandro baja la mirada. Alejandro observa en sus manos una hermosa medalla dorada con un listón rojo. Regresa la mirada hacia el Niño Parque pero éste ha descendido y ahora corre persiguiendo a su HERMANO NIÑO PARQUE (Hombre, 6 años) quien patea una pelota.
El NIÑO 1 PARQUE ha llegado con su MAMÁ NIÑO PARQUE (Mujer, 25 años, morena) quien limpia su nariz. El niño observa hacia donde Alejandro pero éste ya no está. La Mamá ahora toma al hermano y hace lo mismo.
El Niño 1 Parque camina hacia la banca donde estaba Alejandro y observa algo que llama su atención. El Niño 1 Parque ve la medalla que Alejandro sostenía en sus manos. El Niño 1 Parque la toma y voltea hacia donde está su mamá.
INT. CUARTEL MILITAR / DORMITORIO - DÍA.
El lugar es una habitación muy amplia, con paredes de concreto y unas cuarenta literas alineadas veinte frente a veinte.
Es un dormitorio militar, las camas están ordenadas meticulosamente con su respectiva almohada blanca sobre ellas. Se respira un ambiente de tranquilidad, no hay nada fuera de su lugar y el piso luce impecable.
Por las ventanas entra la luz de un sol vespertino iluminando con claridad todos los rincones del cuarto.
El silencio en el interior es casi total aunque se escuchan algunos gritos de entrenamiento militar provenientes del exterior.
Alejandro recostado sobre una de las camas observa una fotografía, su rostro de expresión seria denota varias cicatrices provocadas probablemente por golpes.
En la imagen podemos ver a una familia posando delante de una pequeña casita en medio de la selva. Son su PADRE, su MADRE, su HERMANO LEONARDO y él hace unos diez años.
El Padre de Alejandro es un hombre no muy alto, algo encorvado, vestido con una túnica blanca que cubre sus rodillas, tiene el cabello largo, es un indígena lacandón. Su Madre DOLORES es una mujer joven y atractiva, es también morena pero no es indígena, tiene rasgos occidentalizados.
Alejandro es apenas un niño, tiene nueve años y cubre los ojos de su hermano Leonardo, mucho más pequeño que él. Leonardo intenta librarse de las manos que le impiden ver.
Alejandro voltea la fotografía y observa un mensaje de felicitaciones por sus diecinueve años. Firma su madre.
Una trompeta militar se escucha a lo lejos. Alejandro mete la fotografía a un sobre y la guarda en el bolsillo de su remera, se incorpora y desciende de la cama.
Alejandro se acerca a la ventana, una gran bandera mexicana se agita en el aire. Los soldados han hecho una formación y se encuentran en posición firmes.
EXT. CUARTEL MILITAR / EXPLANADA - DÍA.
Unos CIEN SOLDADOS se encuentran divididos en dos grupos formando dos cuadrados que a su vez forman un gran rectángulo. Visten playeras blancas y pantalones verdes. Los soldados están sudados por el entrenamiento.
Podemos percibir a Alejandro observando desde una pequeña ventana en un edificio al fondo.
INT. CUARTEL MILITAR / DORMITORIO - DÍA.
Alejandro observando a los soldados.
EXT. CUARTEL MILITAR / EXPLANADA - DÍA.
Un CORONEL, (Hombre, moreno, alto, de unos 45 años, corpulento, con su uniforme impecable) camina frente a los soldados. Observa detenidamente sus rostros.
Los rostros de los soldados pertenecen a hombres de diversos orígenes étnicos, aunque la mayoría son morenos podemos encontrar también algunos morenos claros, blancos, rubios, negros.
INT. CUARTEL MILITAR / DORMITORIO - DÍA.
El sol golpea la cara de Alejandro.
Alejandro observa que los soldados al grito del coronel rompen formación y empiezan a alejarse marchando.
Alejandro saca del bolsillo de su pantalón una caja de cerillos, toma uno, lo enciende, lo observa arder, acerca lentamente sus dedos índice y pulgar y los coloca sobre la llama, la acaricia suavemente.
Alejandro apaga la llama presionándola con sus dedos sin expresar ningún dolor.
Alejandro avienta el cerillo y se aleja de la ventana. El cerillo quemado, totalmente carbonizado yace en el suelo.
Alejandro se acerca a la puerta del dormitorio, saca unas llaves de su bolsa y coloca el seguro a la cerradura. Al lado de la puerta hay unos casilleros, deja las llaves y toma una gran cadena. Enreda la cadena en la puerta y coloca un candado.
Alejandro empieza a extraer de un casillero varios contenedores de plástico de aproximadamente 20 litros cada uno y los apila en un rincón al lado de las literas.
Alejandro se acerca nuevamente a la ventana y ve ahora el patio vacío, observa la bandera mexicana ondeando con el sol detrás de ella.
CORTE A:
FLASHBACK 1
EXT. SELVA – DÍA.
Un convoy de tres jeeps militares atraviesa la selva. El sol está en su cenit. En cada uno de los jeeps viaja un soldado al volante y otro como copiloto, todos traen casco, ocultan sus rostros bajo un pasamontañas negro y los acompaña un arma larga semiautomática de alto calibre colgada en sus hombros.
Alejandro viaja en el asiento de copiloto del jeep guía. Va de pie sosteniéndose del parabrisas con la mano izquierda mientras con la derecha fuma lo que queda de un cigarrillo. Alejandro observa la tupida selva que se convierte casi en un manchón verde por la velocidad. Alejandro lanza el cigarrillo al suelo.
EXT. SELVA / CAMINO PUEBLO 1 – DÍA.
Un LACANDÓN 1 (Hombre, 45 años, moreno, delgado, con cabello negro largo, viste una larga túnica blanca de una tela áspera que le llega a las rodillas, anda descalzo) carga en el hombro varias manos de plátanos amarradas por un mecate.
A su lado camina su HIJO LACANDÓN 1 (Niño, moreno, 12 años, viste igual que su padre, también trae el cabello largo) quién carga también una mano de plátanos.
El Lacandón y su hijo caminan entre la espesura de la selva hasta salir a un camino más amplio que descubre al fondo un pequeño pueblo, ambos observan el pueblo y sonríen.
EXT. PUEBLO 1 – DÍA.
Un pequeño pueblo en medio de la selva conformado por varias cabañas de arquitectura rudimentaria. Una MUJER LACANDONA (Morena, 24 años, vestimenta tradicional lacandona) tiende su ropa en mecates amarrados entre árboles. Un PEQUEÑO NIÑO LACANDÓN (4 años, vestido únicamente con un pañal de tela) corre persiguiendo una gallina, su MADRE NIÑO LACANDÓN (Mujer 19 años, vestimenta tradicional) sale de su cabaña y le grita.
MUJER NIÑO LACANDÓN: ¡Totik! ¡Totik! (Dios Padre)
El niño no obedece, se interna perdiéndose en la selva y obliga a la madre a correr para alcanzarlo.
EXT. PUEBLO 1 / CABAÑA POYAMINA·POYAOKO – DÍA.
POYAMINA (Luna tierna) y POYAOKO (Luna menguante) un par de jovencitas lacandonas de 13 y 14 años respectivamente se encuentran sentadas afuera de una cabaña y juegan con sus cabellos, se hacen trenzas y colocan adornos.
EXT. SELVA / CAMINO PUEBLO 1 – DÍA.
Alejandro descubre a unos cien metros de distancia al Lacandón con su hijo, el SOLDADO PILOTO 1 (Hombre, 22 años) que viaja al lado de Alejandro lo observa también.
Alejandro sigue con la mirada el camino y observa más adelante el pequeño pueblo.
El Lacandón y su hijo observan el convoy acercarse, ambos detienen su paso. Los jeeps se aproximan y pasan de largo frente a ellos. Alejandro y el Lacandón se observan a los ojos por un instante.
El Lacandón observa la caravana aproximarse al pueblo.
EXT. PUEBLO 1 – DÍA.
El silencio del pueblo es interrumpido por el inusual sonido de los motores. Las personas detienen sus actividades y observan entrar la caravana.
El convoy avanza lentamente, Alejandro va analizando con la mirada a los habitantes, pasan un par de cabañas, la MUJER NIÑO LACANDÓN ha recuperado a su hijo y lo carga entre sus brazos, el niño observa fascinado el desfile.
Una PAREJA DE ANCIANOS (Hombre y mujer, 75 años, morenos, típicamente lacandones) sentados en un par de sillas afuera de su cabaña inclinan la cabeza hacia Alejandro en señal de saludo.
Alejandro retira la mirada sin contestar el saludo.
El convoy sigue su lento recorrido hasta que Alejandro ve a Poyamina y Poyaoko. Alejandro golpea en el hombro al soldado que conduce, este se acerca con el vehículo hacia donde están las jovencitas.
EXT. PUEBLO 1 / CABAÑA POYAMINA·POYAOKO – DÍA.
Poyamina y Poyaoko observan los jeeps al tiempo que los motores se apagan.
EXT. PUEBLO 1 – DÍA.
El convoy se ha detenido en el centro del pequeño pueblo, el silencio reina nuevamente, los habitantes observan curiosos a los soldados.
EXT. PUEBLO 1 / CABAÑA POYAMINA·POYAOKO – DÍA.
Alejandro, que en este momento no es más que un soldado enmascarado, desciende de un salto del jeep y observa fijamente a las jovencitas.
EXT. PUEBLO 1 – DÍA.
Los demás soldados descienden también de los vehículos, sostienen sus armas en las manos y empiezan a ubicar visualmente a los habitantes.
EXT. CABAÑA POYAMINA / POYAOKO – DÍA.
Poyamina y Poyaoko observan aproximarse a Alejandro. Alejandro se descuelga el arma del hombro y la sostiene con ambas manos, no apunta hacia las jóvenes pero trae el arma lista para disparar.
Alejandro llega frente a las adolescentes, se inclina hasta hincarse apoyando la rodilla derecha en el piso, con la mano izquierda sigue sosteniendo el arma y con su mano derecha empieza a acariciar la mejilla de Poyaoko.
Poyamina está totalmente petrificada observando la mano de Alejandro acariciando a su hermana. Poyaoko lo observa retadora sin miedo. Poyamina observa ahora a Alejandro al rostro.
Alejandro voltea a ver a Poyamina, retira la mano de la mejilla de Poyaoko e intenta acariciar de la misma manera a la hermana pero antes de que su mano le toque el rostro ésta se levanta súbitamente intentando escapar pero Alejandro en un rápido movimiento la sujeta de la mano y la obliga a sentarse.
EXT. PUEBLO 1 – DÍA.
Los habitantes centran su atención fuera de la cabaña de Poyamina y Poyaoko. Algunos empiezan a acercarse. Los soldados vigilan a los habitantes y se juntan un poco entre ellos para evitar se aproximen demasiado.
EXT. PUEBLO 1 / CABAÑA POYAMINA·POYAOKO – DÍA.
Del interior de la cabaña sale PAPÁ POYAMINA-POYAOKO (Hombre, 35 años, vestimenta lacandona). Alejandro al observarlo apunta su arma contra él. El Papá Poyamina- Poyaoko sin entender lo que sucede levanta en acto reflejo las manos, las adolescentes dejan escapar un pequeño suspiro de sorpresa.
Un soldado aparece rápidamente y golpea al hombre en el abdomen. Papá Poyamina-Poyaoko se dobla del dolor, comienza a toser y el soldado tomándolo por los cabellos lo retira de ahí.
Poyamina y Poyaoko se abrazan y, con Alejandro frente a ellas, empiezan a llorar. Observan como llevan a su padre hasta una choza cercana donde amenazándolo con sus armas lo obligan a llevar sus manos detrás de la nuca y mantenerse de pie inmóvil junto al muro.
EXT. PUEBLO 1 / CABAÑO MURO – DÍA.
PAPÁ POYAMINA-POYAOKO
¡ba’-inkil! ¡ba’-inkil! (¡Qué! ¿Qué pasa?)
Los soldados sin entender lo que dice acercan el arma a su cara.
EXT. PUEBLO 1 – DÍA.
Más habitantes curiosos se han reunido. Los soldados se miran entre ellos y empiezan a mostrarse preocupados.
EXT. PUEBLO 1 / CABAÑA POYAMINA·POYAOKO – DÍA.
Poyamina y Poyaoko regresan su mirada a Alejandro quien acerca su mano nuevamente a los rostros de las muchachas y cariñosamente limpia sus lágrimas. Las niñas casi petrificadas levantan tímidamente la mirada.
ALEJANDRO: No se preocupen, a ustedes no les va a pasar nada malo.
Las jovencitas lo observan desconfiadamente.
ALEJANDRO: ¿Hablan español?
Poyamina niega con la cabeza al tiempo que Poyaoko afirma.
Se escucha una detonación de arma que hace saltar a las jovencitas y abrazarse. Alejandro voltea rápidamente.
EXT. PUEBLO 1 – DÍA.
Un HOMBRE LACANDÓN HERIDO (Moreno, 25 años) está tirado boca abajo en el suelo. Un soldado apunta hacia él.
MUJER LACANDÓN HERIDO se acerca llorando y lanzando golpes al soldado pero es detenida por otro soldado, varios hombres empiezan a exaltarse pero el incidente es interrumpido por varias detonaciones de arma que hace que los hombres se agachen ligeramente y volteen hacia donde está Alejandro.
EXT. PUEBLO 1 / CABAÑA POYAMINA·POYAOKO – DÍA.
Alejandro ha disparado su arma contra el cielo y ahora la apunta contra Poyamina y Poyaoko.
EXT. PUEBLO 1 – DÍA.
Los hombres al ver amenazadas a las jovencitas se contienen.
Un soldado se acerca a las adolescentes les indica que se paren y las lleva al muro de una cabaña frente a su padre.
Los soldados de manera violenta empiezan a agredir a la población, rompen ventanas, entran en las casas. Las mujeres lloran.
Paran en un fila a los hombres y en otra a las mujeres.
EXT. PUEBLO 1 / CABAÑO MURO – DÍA.
Un soldado pregunta nombre y ocupación a cada uno de los hombres. Otro soldado apunta en una lista. Algunos de los indígenas contestan en castellano pero otros en su lengua natal.
El soldado al escuchar el nombre en un idioma que desconoce, les pide repetirlo en castellano.
Aquellos que no lo hacen, son conducidos a uno de los jeeps donde otro soldado los esposa.
EXT. PUEBLO 1 / CABAÑO MURO MUJERES – DÍA.
En una cabaña frente a los hombres también las mujeres han sido paradas en fila con las manos detrás de la nuca. Un soldado camina frente a ellas observándolas detenidamente, no les pregunta su nombre, simplemente se acerca y con sus manos recorre sus cuerpos de una forma claramente ofensiva.
El soldado basa sus decisiones en sus sensaciones, escoge las mujeres de mejor cuerpo.
EXT. SELVA – DÍA.
El sol no ha avanzado mucho en el firmamento, habrá pasado a lo sumo dos horas desde que entraron los soldados al pueblo.
El convoy atraviesa la selva. Los vehículos esta vez van llenos de rehenes. Los soldados se notan satisfechos y tranquilos. En uno de los jeeps va el Padre Poyamina- Poyaoko junto con otros indígenas, todos esposados de las manos.
En otro de los jeeps van Poyamina y Poyaoko entre otras mujeres, también esposadas.
Alejandro va de nuevo al frente de la caravana. Esta vez conduciendo.
EXT. SELVA / CAMINO CAMPAMENTO – DÍA.
La caravana se detiene en medio del camino. El soldado que va de copiloto al lado de Alejandro se baja del jeep y mueve unos árboles caídos amarrados a un sistema de cuerdas y poleas.
Darmowy fragment się skończył.