Czytaj książkę: «El pequeño ciervo»
EL PEQUEÑO CIERVO
MARIMAR GARRIDO SOTO
EL PEQUEÑO CIERVO
EXLIBRIC
ANTEQUERA 2020
EL PEQUEÑO CIERVO
© Marimar Garrido Soto
© de las imágenes interior y de cubiertas: Marimar Garrido Soto
Diseño de portada: Dpto. de Diseño Gráfico Exlibric
Iª edición
© ExLibric, 2020.
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ISBN: 978-84-18230-13-4
Nota de la editorial: ExLibric pertenece a Innovación y Cualificación S. L.
MARIMAR GARRIDO SOTO
EL PEQUEÑO CIERVO
AGRADECIMIENTOS
En primer lugar, quiero agradecer el apoyo que he recibido de mi familia.
A mi esposo por su ánimo y su paciencia.
A mis hermanas, Mariló y Toñi, por sus consejos y por ser mis primeras lectoras.
A mis amigos por alegrarse por mí y a mi querida hija, Valentina.
Este cuento ha sido escrito especialmente para ella, para introducirla poco a poco en el mundo de la lectura y la escritura.
EL PEQUEÑO CIERVO
Entre montañas altas y prados verdes en las afueras de Escocia se encontraba una granja. En la granja había una gran casa de madera con habitaciones luminosas y con grandes ventanales por donde algunas mañanas entraban los rayos del sol. Era una casa muy bonita y olía a leña, a la leña quemada que salía de la chimenea que estaba en el salón. El salón era acogedor. Había una mesa de madera de pino, unas sillas de mimbre y una alfombra de lana suave, que hacía que a sus dueños les gustara estar allí. Tenía habitaciones espaciosas y una cocina con horno de leña donde cocinaba la señora Mai, la cocinera de la familia Murray.
Mai cocinaba tan bien que el olor se adentraba por toda la casa. Hasta los animales de la granja se asomaban por la ventana de lo bien que olía. Mai les gritaba:
—¡Váyanse de aquí, animales pesados! ¡Váyanse!
Los animales salían corriendo para volver cuando tuvieran otra oportunidad.
El Señor Liam, el dueño de la granja, era un hombre alto, robusto y tenía un carácter alegre, aunque a veces se enfadaba con Nora, su hija. Charlotte, su madre, era paciente, amorosa y le encantaba jugar con ella. Nora era una niña inquieta y un poco rebelde. Eso ponía nerviosos a sus padres, pero también tenía un buen corazón y era muy cariñosa.
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