Czytaj książkę: «Fotografía infantil»

Czcionka:

A mis padres por su amor y ayuda en todo momento.

A mis hijas Sonia y Marina siempre presentes al escribir cada línea de este libro.

A Inmaculada, fuente de alegría y ánimo para continuar mis proyectos.

A José Alberto Mariñas, Antonio Lafuente, Eduardo Pardo, Juan Zoido y al grupo de lectura fotográfica CLEF por su amistad y estímulo a mi creatividad.

A Pepa Valero, Alba Soler y Manuel González por sus conocimientos y experiencia que han sido fundamentales para dar forma a este libro.

A mi editor Javier de Juan y al diseñador Juan Carlos González Pozuelo por todo su esfuerzo para lograr una publicación tan esmerada.


FOTOGRAFÍA INFANTIL

Manuel Santos

© JdeJ Editores, 2019

© Juan Carlos González Pozuelo, 2019

© de los textos, Manuel Santos

© de las fotografías, Alba Soler, Manuel González y Pepa Valero, según se cita en el texto

Fotografías de portada (de izquierda a derecha y de arriba a abajo):

Manuel González, Pepa Valero, Alba Soler.

Fotografías de contra portada: Pepa Valero, Manuel González, Alba Soler.

Fotografía de Manuel Santos en solapa: Raúl Herrera y Miguel Mancera.

Editor:

Javier de Juan y Peñalosa

Diseño y maquetación:

Juan Carlos González Pozuelo

www.juancarlosgonzalez.es

Coordinación editorial:

María Dolores Bagudá

JdeJ Editores

Sauces 7, Chalet 8. Montepríncipe

28660 - Boadilla del Monte (Madrid)

www.jdejeditores.com

Más información de la colección FotoRuta:

www.FotoRuta.com

ISBN: 978-84-947781-2-4, edición en papel

ISBN: 978-84-122513-1-9, edición digital

eISBN: 978-84-122513-0-2

Reservados todos los derechos. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)

FOTOGRAFÍA
INFANTIL

TÉCNICAS Y ESTILOS

Manuel Santos


Índice

CAPÍTULO 1 Introducción

A quien se dirige este libro, su estructura y autores

Recursos no solo fotográficos: calma, descanso, comida, juegos…

Peculiaridades de la fotografía de niños

Las claves

CAPÍTULO 2 Equipo fotográfico y humano

Cámaras y objetivos más adecuados

Iluminación

Otros componentes del equipo

Equipo humano

CAPÍTULO 3 Buscando su propio estilo

Tres fotógrafos, tres estilos

Transmitir emociones

Sembrar la acción y recoger historias: cómo desarrollar su habilidad para crear historias

CAPÍTULO 4 Mejorando: composición e iluminación

Mejorando la composición

Saltarse las normas para crear composiciones originales y emocionantes

Configuraciones de luces más usadas en retrato

CAPÍTULO 5 Desarrollo de sesiones con bebés

0 a 15 días

15 días a 3 meses: sonrisas y… lágrimas

4 a 8 meses: nuevos retos y rápida evolución

CAPÍTULO 6 Desarrollo de sesiones con niños hasta 7 años

8 a 12 meses: primeros pasos

12 a 18 meses: juegos y objetos favoritos, imitando a los mayores, situaciones divertidas…

18 meses hasta los 3 años y medio: empezando a ser diferente, ropa preferida, bailes, meriendas con muñecos …

4 a 7 años: expresión de sentimientos, comenzando a ser autónomo y socializando con amigos y compañeros del colegio

CAPÍTULO 7 Desarrollo de sesiones con niños de 8 a 12 años

8 a 10 años, pequeños adultos

11 y 12 años, preadolescentes

CAPÍTULO 8 Eficiencia digital: máxima calidad en el menor tiempo posible

Equipo informático para edición de fotografías

Edición digital eficiente: máxima calidad en el menor tiempo posible

Importación y catalogación

Selección de las mejores imágenes

Revelado RAW básico

Revelado RAW avanzado

Exportación de la selección

Copias de seguridad

CAPÍTULO 9 Creación digital. Impresión y otros productos

Creación Digital: añadiendo atmósferas

Retoque avanzado orientado al retrato de niños y preadolescentes

Creación digital de escenas

Impresión y creación de álbumes en papel, tipos y calidades, proveedores y programas específicos

Creación de videos, galerías y otros productos orientados a Internet

Otros productos: ampliaciones, fotomosaicos, objetos de regalo…

CAPÍTULO 10 Promoción del negocio

Localización del estudio

Materiales promocionales

Colaboración con empresas del sector infantil

Web en Internet

Promoción en Internet. Técnicas básicas

Presencia en las redes sociales

Anuncios y otras acciones publicitarias

CAPÍTULO 11 Gestión del negocio

Tipo de estudio y plan de negocio

Plan de negocio

Fortalezas – Claves de éxito

Debilidades

Clientela objetivo

Productos y servicios

Planificación financiera

Objetivos anuales

Calculando sus costes

Modelos de facturación

Valores diferenciadores que permiten incrementar el precio de su reportaje

Cálculo inicial del precio por sesión

Incrementando el margen de beneficio

Estrategia a medio plazo en varios años

Contabilidad y programas de gestión

Comunicación con los clientes

Durante la sesión fotográfica

Contrato entre fotógrafo y padres

Permisos y condicionantes. Leyes de protección a los menores y su imagen

Fidelización de sus clientes

Un excelente trabajo en equipo


Pepa Valero acostumbra a diseñar una atmósfera completa para sus sesiones: desde la elección de los complementos a la postproducción digital. Estas sesiones de Primera Comunión decidió realizarlas en clave alta, ajustando la exposición y la edición digital para que la mayoría de los tonos de la imagen fueran muy luminosos, según las técnicas que le explicaremos en el capítulo 9.

Nikon D-800, Nikkor 85 mm f/1,8, ISO 640, f/4, 1/125 s.

CAPÍTULO 1
Introducción

AL FINALIZAR ESTE CAPÍTULO HABRÁ APRENDIDO:

•La importancia de conocer el desarrollo físico y sicológico de los niños

•Los recursos no fotográficos imprescindibles para trabajar con niños

•Las peculiaridades de la fotografía de niños

•Las claves para preparar y desarrollar una sesión con éxito

•A valorar el interés en una relación larga y periódica con los padres

Los niños nos emocionan y enternecen, hay un estímulo inmediato cuando los observamos; quizás genéticamente despiertan nuestro instinto de conservación de la especie o simplemente nos divierten con sus ocurrencias. A lo largo de la historia, los niños han protagonizado muchas de las obras artísticas y literarias que forman parte de nuestra memoria colectiva. Entre otros muchos ejemplos, recordemos el candor de los bebés en las Vírgenes con Niño de Tiziano, la picardía de los preadolescentes de Murillo, la mirada hacia su mundo interior que evocan los retratos que pintó Rembrandt de sus hijos o los continuos juegos en las luminosas playas del Mediterráneo de Sorolla.

Observar a un niño nunca nos deja indiferentes, son una fuente permanente de sorpresas y emociones. Fíjese en la sinceridad de sus sentimientos, la continua atención con la que sus ojos miran el mundo incluso cuando haya visto su muñeco cientos de veces. Ese interés genuino por el mundo de los pequeños guiará nuestra búsqueda al fotografiarlos, haciendo nuestro camino mucho más sencillo. Puede pensar que para fotografiar niños es necesario un gran equipo fotográfico o muchos conocimientos técnicos sobre iluminación y procesado digital; pero eso no es cierto y se lo demostraremos a lo largo de este libro que contiene todo lo necesario para poder resolver sus dudas y necesidades en esos campos. Lo realmente importante es tener pasión por observar al niño y dejarse emocionar por sus historias.

Mientras, observamos el milagro y misterio de su aprendizaje: sus primeros pasos, los balbuceos para hacerse entender, sus infinitas ganas de juego o la diversión continua que encuentran disfrazándose… realmente estamos aprendiendo mucho sobre nosotros mismos. Los niños contienen el germen de todo lo que podemos ser de adultos; su espontaneidad, inocencia e imaginación surgen en un torrente ilimitado. Aproveche esas capacidades para vincular al niño con las ideas que tenga para la sesión fotográfica y logrará imágenes inolvidables.

En los capítulos centrales de este libro encontrará en las primeras páginas una serie de consideraciones sobre las peculiaridades de cada edad, volcando en ellas la gran experiencia de nuestros tres estudios fotográficos. Aprenda todo lo que pueda sobre los niños, obsérvelos atentamente fuera de las sesiones, intente que su mente retroceda un poco a ese estadio anterior para comprenderlos mejor. Esos deberían ser los primeros pasos de su aprendizaje cuando se plantee fotografiarlos.

A quien se dirige este libro, su estructura y autores

Este libro se ha desarrollado pensando primero en el profesional que desea especializarse en el campo de la fotografía de bebés y niños. No es un libro de nivel básico, dado que presupone unos ciertos conocimientos y experiencia mínimos en fotografía. Cubre todas las necesidades formativas para iniciarse en este campo, empezando por la selección del equipo más adecuado y cómo mejorar sus imágenes de niños, tanto en el aspecto narrativo como en la construcción de un estilo propio. El núcleo del libro son los capítulos 5, 6 y 7 donde se explican las peculiaridades de los períodos más importantes del crecimiento de los niños: bebés, infantil y preadolescencia. A continuación dos capítulos condensan todo lo necesario para lograr una edición digital cuidada y eficiente, así como algunas técnicas que le permitirán definir aún más su estilo fotográfico. En los dos capítulos finales se explica de forma sencilla los procedimientos necesarios para mejorar la gestión y promoción de un estudio fotográfico especializado en niños.

No obstante muchos papás y mamás, que ya son aficionados a la cámara desde antes de que llegaran sus pequeños, también pueden sacar cuantioso provecho de las páginas de este libro repletas de excelentes ejemplos y consejos por parte de tres de los mejores profesionales de este campo en España. Veamos quienes son estos fotógrafos.

Pepa Valero nació en San Miguel de Salinas (Alicante) y cursó la especialidad de Fotografía Artística en la Escuela de Artes Aplicadas de Orihuela, además de realizar estudios de diseño gráfico en Madrid. En 1991 abre su propio estudio fotográfico en su localidad natal especializándose en fotografía infantil. Desde entonces no ha parado de fotografiar bebés y niños de todas las edades. Su imaginación y carácter juguetón le facilita la comunicación con los peques que fotografía, haciendo que sus sesiones sean muy divertidas para ellos. En sus imágenes logra evocar el mundo interior de los niños y sus estados de ánimo, además de poseer una gran facilidad para capturar sus expresiones más auténticas.

Alba Soler estudió Comunicación Audiovisual y trabajó en publicidad antes de abrir su estudio especializado en fotografía infantil en Xátiva (Valencia). Considera que una de sus claves fotográficas es situarse en un estado mental de ‘niña’ para crear un mundo donde expresar la inocencia e ilusiones de los pequeños. Prefiere trabajar fuera del estudio, en localizaciones que aporten una atmósfera especial a sus imágenes. Cuida mucho la iluminación, combina luz natural y flash con gran pericia técnica buscando soluciones creativas que le permitan aportar una atmósfera muy especial a sus imágenes. Como reconocimiento de su experiencia en el manejo de luz artificial, Alba, Pepa y Manuel son embajadores de la marca de flashes Profoto en España.

Manuel González empezó a fotografiar y revelar en el laboratorio casi antes de que se le cayeran los primeros dientes, pues su padre ya tenía un estudio fotográfico en El Arahal (Sevilla). Prefiere trabajar en su estudio porque considera que tiene un mayor control de la iluminación y los niños se concentran más en la sesión al tener menos distracciones que en exteriores. Su estilo combina una iluminación sencilla con una cuidada atención a los gestos y movimientos de los pequeños. Considera que la toma digital es unicamente el negativo, por lo que después trabaja exhaustivamente su postproducción para conseguir bellas texturas de fondo y un control preciso del color que aporta esa paleta tan especial a sus imágenes. Aunque se siente cómodo con la fotografía infantil en general, le atrae especialmente la fotografía de recién nacidos porque le hace sentir bien tener ese control perfecto sobre un crío tan indefenso de pocos dias de vida, en estas sesiones. Explica que él mueve al crío, cambia los pañales, da el biberón, calma al bebé, etc. Lógicamente con toda esa experiencia logra hacer ver a los papás que su pequeño bebé indefenso se encuentra en manos de un experto lo que se hace notar aún más con padres primerizos.

Además, a nuestros tres fotógrafos les encanta compartir sus conocimientos y experiencias, como muestran sus numerosas conferencias y talleres especializados en España y Latinoamérica. Mi misión como autor de este libro ha sido estructurar y condensar las técnicas usadas por ellos –en las sesiones fotográficas, la postproducción y la gestión del estudio– seleccionando de entre sus mejores fotografías las más adecuadas para ilustrar cada capítulo.

Recoger en un retrato fotográfico la personalidad de un niño constituye un gran reto, que deberá afrontar con paciencia y empatía; pero sin duda le ayudará, además, contar con algunos de los trucos que el día a día va aportando. Gracias a la experiencia acumulada por nuestros fotógrafos usted podrá avanzar mucho más rápido en este aprendizaje.

En primer lugar ha de conocer cómo evoluciona el niño y cuáles son las peculiaridades de cada fase de su desarrollo. Alba Soler resume su experiencia con una divertida e instructiva anécdota: “Al principio cometía muchos errores, por ejemplo: una vez fotografiando a una niña de 3 años se me ocurrió decirle ‘¡Ahora, salta!’ y la madre se quedó mirando con una cara de sorpresa total, porque ¡los niños de 3 años no saltan!, hacen como que toman impulso pero no llegan a saltar. Ahora ya lo tengo mucho más controlado; sé cuándo pueden saltar, cuándo mantienen el equilibrio, cuándo les puedes pedir que se suban a un árbol. Después de estar fotografiando muchos niños de diversas edades, ya conozco perfectamente en qué momento se puede pedir cada cosa”.

No es lo mismo tomar fotografías a un bebé recién nacido, que ha comido y está dormido, pudiendo prácticamente colocarlo y mantenerlo quieto en cualquier postura, que intentar convencer a una preadolescente de que la imagen que usted va a conseguir de ella es mucho mejor que las fotografías que se toma ella misma con su móvil. En cada edad debería conocer qué tipo de actividades puede documentar con su cámara. Hay etapas en el crecimiento de un niño durante las que interactúa fácilmente con sus padres, otras donde empieza a querer conocer mejor a los demás miembros de su familia, por ejemplo a sus abuelos, y por supuesto en algunas etapas, como la preadolescencia, es mejor que se concentre en capturar su personalidad ya más forjada. En cada capítulo le ofreceremos una pequeña introducción sobre las peculiaridades físicas y sicológicas de diversos períodos de crecimiento del niño. No tiene que poseer los conocimientos de un sicólogo infantil, pero sí le vendrán muy bien algunas nociones que le ayudarán enormemente en su trabajo diario.

Recursos no solo fotográficos: calma, descanso, comida, juegos…

No todos los niños son igual de sociables y se comportan de manera similar en una sesión fotográfica. Con algunos podrá empezar la sesión casi inmediatamente, mientras que con otros necesitará una fase de aclimatamiento. En especial considere que las sesiones en estudio significan para el niño entrar en un entorno desconocido, algunos parecen entrar en fase de auténtico pánico porque creen que los llevan a la consulta del médico o a la cueva oscura del lobo de sus cuentos. Por ello será conveniente que tenga preparados ciertos recursos, no sólo fotográficos, para su sesión. Pepa Valero tiene siempre su nevera bien surtida de chocolatinas, batidos, etc. “Un trozo de chocolate y esperar 5 minutos a que haga efecto, cambia completamente la actitud de un niño enfadado”.


En esta imagen, tomada durante una sesión fotográfica de Pepa Valero, puede apreciar cómo la fotógrafa incentiva una atmósfera de juego en los niños. Para campañas específicas suele construir un escenario donde los pequeños están deseando entrar a divertirse e imaginar historias. Ella misma se pone cómoda, se quita los zapatos y, entre foto y foto, ¡salta a la escena a jugar con ellos! Habitualmente usa una iluminación sencilla que permita al niño moverse libremente por la escena para esta imagen situó un flash a la izquierda montado con una ventana rectangular y nido de abeja, según las técnicas explicadas en el capítulo 4, y ajustó la potencia del flash para que las pequeñas luces de Navidad también iluminaran el rostro de la niña.

Nikon D-800, Sigma 35 mm f/1,4, ISO 800, f/2,8, 1/160 s.

Cada fotógrafo al especializarse en fotografiar niños busca sus propios recursos. Pepa Valero resalta cómo “mi arma secreta para trabajar con niños es que yo también soy muy niña, un poco trasto y me encanta hacer el tonto. Ellos no me ven como una mamá o una abuelita, que ya tengo edad para ello, sino como un niño más. Tengo una clienta con una niña que cuando le dice la mamá en su casa ”Marta, ven aquí que te tienes que comer esto”, la niña le contesta ‘yo no me llamo Marta, ¡me llamo Pepa Valero!’ (risas). Muchos padres y madres me dicen que sus niños recuerdan mucho la sesión conmigo y es por ese motivo, porque para ellos resulta una experiencia distinta de lo que hacen todos los días. Estamos dos horas juntos bromeando, jugando, haciendo el tonto… entonces a los críos se les queda mucho en la cabeza que han estado con una payasa ¡directamente!”.

Detecte el carácter y momento en que se encuentra el niño. Pepa Valero insiste en la importancia de “entender las peculiaridades de cada edad, porque así no es difícil encontrar trucos para que colaboren en la sesión. Por ejemplo, con los niños de dos años, que suelen ser muy rebeldes, funciona de maravilla la compañía de un hermano o primo mayor porque lo que haga el mayor lo va a imitar también el pequeñajo. Si no quiere hacerse fotos, empiezo haciendo fotos al primo o al hermano, inmediatamente tengo ya al pequeño que quiere que le haga a él, a menudo me dice: ‘Este no, ¡yo!’ con lo que ya puedo empezar la sesión”.

“Para niños más grandes, de siete a diez años, lo que suelo tener como recurso es decir palabrotas o tacos con ellos. Intento no decir muchas pero que alguna se escape y reírnos juntos. A las chicas les va mucho sentirse princesas; siempre llevo mis coronas, mis pañuelos, mis faldas… y eso funciona genial. Con los chicos suelo llevar bombas de humo, pues les llaman mucho la atención ver cómo se abre el humo, los colores que forma, etc.”.

Si el niño es muy nervioso quizás lo mejor es dejarle que explore el estudio o le acompañe explicándoselo, o quizás se sienta más relajado si plantea una sesión en exteriores. Cuando acaba de despertarse después de una siesta en el coche, déjele su tiempo para que abandone su estado de sueño y le conozca. Además hable con el niño, pregúntele por sus temas o canciones favoritas y tenga a mano su tableta u ordenador para reproducir alguno de ellos. Un niño relajado, cómodo y confiado supone un 50% del éxito de su proyecto fotográfico.