Las aventuras del jabalí Teodosio

Tekst
0
Recenzje
Przeczytaj fragment
Oznacz jako przeczytane
Las aventuras del jabalí Teodosio
Czcionka:Mniejsze АаWiększe Aa

Las aventuras del

jabalí Teodosio

José Manuel Domínguez

Ilustraciones de Cristina Vaquero Fernández


© José Manuel Domínguez

© Las aventuras del jabalí Teodosio

Ilustraciones: Cristina Vaquero Fernández

Diciembre 2020

ISBN papel: 978-84-685-5454-9

ISBN ePub: 978-84-685-5456-3

Editado por Bubok Publishing S.L.

equipo@bubok.com

Tel: 912904490

C/Vizcaya, 6

28045 Madrid

Reservados todos los derechos. Salvo excepción prevista por la ley, no se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio (electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros) sin autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. La infracción de dichos derechos conlleva sanciones legales y puede constituir un delito contra la propiedad intelectual.

Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47).

«José Manuel Domínguez logra contar historias entretenidas para niños, en las que además hay un aprendizaje y lleva a una conversación entre los padres y los hijos sobre valores fundamentales en la vida. Estoy seguro de que los padres pueden desarrollar sus propios comentarios en base a estas historias contribuyendo a educar a sus hijos para hacer de ellos buenas personas. Pienso que la sección de comentarios es además muy útil para los adultos, que pueden entender conceptos a veces complejos de forma muy sencilla y aplicarlos a su vida personal.»

Ignacio Madridejos, consejero delegado de Ferrovial

«En el deporte como en la vida, la superación, el trabajo en equipo o solventar los problemas que te van surgiendo es lo más importante para alcanzar tus objetivos, Teodosio es una muestra constante de ello. Lo importante no es el resultado sino el camino andado para conseguirlo.»

Virginia Ruano, doble medallista olímpica y ganadora de 11 Grand Slam

«Excelente colección de cuentos para las personas que construirán el futuro con metodología, cimentado sobre los eternos y necesarios valores de respeto.»

César Moñux, director de la fábrica de Michelin en Aranda de Duero

«José Manuel Domínguez, el padre literario de este simpático jabalí, comparte en este libro sus aventuras en las que subyacen las propias vivencias del autor. Y lo hace con sencillez, con generosidad, desvelando su modus vivendi y su itinerario vital. Una historia destinada a sus hijas en el cotidiano paseo hacia el colegio que trasciende el ámbito familiar para convertirse en un modelo de educación en valores.

Con un tono amable y desenfadado va tejiendo con palabras un cuento divertido en el que se inserta toda una filosofía de vida. Mucho más que un relato para niños: sensibilidad y sentido del humor que van dejando un regusto dulce al lector adulto y provoca la carcajada en los pequeños.»

Cristina de la Rosa, vicerrectora de estudiantes y empleabilidad

de la Universidad de Valladolid

«En Las aventuras del jabalí Teodosio, José Manuel Domínguez combina de manera brillante valores éticos, principios de gestión empresarial y buena prosa. Lectura muy recomendada para todos los públicos.»

Guillermo Martinez, vicepresidente ejecutivo de recursos humanos

de CEMEX EE. UU.

«La educación, aunque es un proceso continuo que dura toda nuestra vida, es fundamental en nuestra infancia. José Manuel Domínguez además de tener una mente analítica que le ha hecho triunfar profesionalmente, se revela como un excelente escritor comprometido con los niños y nos lleva a través de sus cuentos de agradable lectura, a un mundo donde los procedimientos científicos, las etapas de un proyecto, sus riesgos y el desarrollo personal y de equipo se traducen en fábulas que los niños adorarán y asimilarán con facilidad y a los adultos nos hará recapacitar sobre el sentido de nuestra vida y el futuro que queremos dejar a nuestros hijos.»

Javier del Cid, expiloto de combate y general del Ejército del Aire español

«¡José Manuel nos presenta unas lecturas de niños para adultos! En un entorno infantil, simplifica conceptos sumamente complejos de ética, educación, valores...que, adaptados al nivel de los niños, sin embargo tocan profundamente el intelecto de los mayores que han de plantearlos. Muy aplicable igualmente como ancla, para formación en el entorno cambiante de las empresas.»

Ignacio Machimbarrena, director industrial corporativo

de Cementos Molins

«Fantástico, inspirador…un soplo de aire fresco. Como padre y entusiasta contador de cuentos ha sido muy estimulante el ver en las aventuras del jabalí Teodosio esa enseñanza adicional enfocada en el mundo de los negocios. Jose Manuel ha descubierto una ruta desconocida en los cuentos infantiles.»

Fernando Nadal, director global de operaciones de Grupo Dufry

Dedicado a María e Irene,

para quienes imaginé estos cuentos.

Índice

Prólogo

Introducción a “Las aventuras del jabalí Teodosio”

Teodosio es un jabalí

Teodosio y sus primos, de compras en el súper

Teodosio y la casa del árbol

Los tres cerditos visitan a Teodosio

Teodosio y la cama elástica

El crucero de Teodosio

Teodosio aprende a conducir

Teodosio y sus primos, en el parque de atracciones

Teodosio y el muñeco de nieve

Teodosio y sus amigos cocinan una tarta

Teodosio en la biblioteca

Teodosio en la playa

Prólogo

Querido lector:

Cuando estás jugando a cualquier juego, sale a relucir tu carácter profundo sin darte cuenta, ya sea el ganador empedernido, el cascarrabias, el conformista, el peleón o cualquiera que sea y lleves dentro. Aunque no lo quieras, emerge tu esencia. Escribir es como jugar. Cuando lo haces, cada línea va dejando un poco de ti en ella, de tal suerte que, si pudiésemos escuchar al autor mientras la manda a su mente, para que esta la envíe al papel a través de las manos, ya podríamos saber muchas cosas de ella o él.

Eso es lo que me pasó con José Manuel Domínguez cuando leí por primera vez “Las aventuras del jabalí Teodosio”. En cada línea hay algo de él. Cada renglón nos descubre al padre amante de su familia, al ejecutivo exitoso, observador, detallista, minucioso, organizado, cuidadoso, o al amigo atento y siempre dispuesto a ayudar.

Estás ante un libro ingenioso, entretenido, que no te va a dejar indiferente, que te va a enseñar algo. Da igual la edad que tengas. Sea la que sea, si estás pudiendo leer estas líneas, vas a aprender algo valioso:

•Si eres niño, joven o estás empezando en eso que llamamos vida, vas a encontrar en “Las aventuras del jabalí Teodosio” una sucesión de historias bien contadas, entretenidas y muy divertidas, que te harán pensar y aprender para lo que tienes por delante.

•Si eres una persona de mediana edad, muchas de estas historias te van a llevar a tu niñez, te van a transportar a cuando te contaban cuentos y te van a dar una cantidad de material impagable para contar a tus hijos, sobrinos, hijos de amigos o cualquier otro espécimen de corta edad con el que te relaciones.

•Si eres un senior, un buen número de estos cuentos te van a traer buenos recuerdos de situaciones vividas, te van a recordar enseñanzas aprendidas y te traerán a la memoria viejas hazañas logradas.

Querido lector, durante muchos años las escuelas se han esforzado en enseñar y evaluar a los alumnos por los conocimientos. Esa forma de hacer se ampliaba al mundo profesional. A la gente se la seleccionaba por el historial académico y se la despedía por su incapacidad para poner en práctica esa sabiduría adquirida.

Hoy ya están sonando todas las alarmas porque, tan importante, o más, que los conocimientos técnicos, son las habilidades y las competencias, de las que José Manuel habla en este libro. Sin duda, el complemento perfecto para cualquier persona que se quiera considerar completa.

Vas a encontrar aquí impagables lecciones de comunicación, de organización, de trabajo en equipo, de liderazgo, de inteligencia emocional, de innovación, de flexibilidad y adaptación… Elementos, todos ellos, extremadamente valiosos y demandados en las empresas en un momento como el actual.

Este libro es un instrumento imprescindible para que los padres puedan generar conversaciones profundas y valiosas con sus hijos, los abuelos con sus nietos y los adultos, en general, consigo mismos. Una excusa para encontrar en cada uno de los cuentos una metáfora, una moraleja, una pequeña o gran lección que reforzar o aprender. Y lo es porque nos habla directamente al niño que todos llevamos dentro.

 

Desde hace años trabajamos en mi compañía con líderes y tengo demostrado que solo las experiencias intensas generan aprendizajes. Este libro te deja ambas cosas, aprendizajes basados en las experiencias que el propio autor nos transmite.

Querido lector, únicamente me queda recomendarte que leas con mucha atención, y un lapicero, “Las aventuras del jabalí Teodosio” y dejes que la niña o el niño que llevas dentro disfrute de cada línea. Y también que el adulto llene este libro de notas al margen y llamadas de atención.

Ojalá lo disfrutes tanto como yo.

Raúl Castro

Consultor de RRHH y Knowmad

Managing Partner dpersonas

Introducción a “Las aventuras del jabalí Teodosio”

Eran los años de la crisis que había empezado en 2008. En España existía una sensación de que todo iba cuesta abajo y sin frenos. Los empleados de la empresa privada temíamos seriamente por nuestro empleo y veíamos con preocupación el devenir de la economía y el mercado laboral. En aquel inquietante ambiente, mi mujer y yo decidimos hacer el esfuerzo económico, y asumir el riesgo, de inscribir a nuestras hijas en un colegio británico de Ciudad Lineal, en Madrid, cercano a casa. Pensábamos que era, entonces o nunca, la ocasión para aprender bien un idioma que es la puerta al mundo global, que tanto esfuerzo cuesta aprender imperfectamente de adulto y cuyo conocimiento, dos años después, me permitió aprovechar una buena oportunidad laboral en Estados Unidos, desde donde escribí estos cuentos.

Durante aquellos meses, yo llevaba a mis hijas al nuevo cole todos los días, justo antes de ir a la oficina y salvo que estuviera de viaje. El colegio se encontraba a unos 20 minutos andando desde casa y tanto a las niñas como a mí nos hacía falta ejercicio (para el que nunca sobran ocasiones en la vida que llevábamos en los inviernos de Madrid), con lo que yo les proponía ir caminando. Ellas, naturalmente, no querían. Preferían ir tranquilamente sentadas en el coche. Así que, para convencerlas, les decía que si íbamos a pie, en vez ir atento a conducir, yo podía ir contándoles un cuento por el camino. Tenía que inventarme uno cada día, hacerlo interesante y concluirlo justo al llegar al colegio, lo que era todo un reto. Siempre pensaba que me iba a resultar imposible, que no se me iba a ocurrir nada nuevo. Pero en todas las ocasiones, por no sé qué inspiración traída por el aire matutino madrileño o el tráfico de la calle de Arturo Soria, aparecía una nueva historia en mi imaginación.

La idea del jabalí protagonista de los cuentos nació de mis vicisitudes diarias como padre. Cuando las niñas se ponían insistentes pidiendo algo imposible (una chuche antes de comer, el enésimo vídeo, ir al parque a las 11 de la noche…), yo imitaba la voz de un niño caprichoso y les decía una y otra vez: “yo quiero un jabalí”. Lo repetía en voz cada vez más alta, pataleaba el suelo, hasta que ellas me miraban estupefactas y me intentaban explicar que NO podía tener uno, que no tenía sentido y que era solo un capricho. Eso les hacía olvidarse del suyo. Y así se me ocurrió la idea de contarles cuentos de ese simpático animal, que era primo de los tres cerditos del cuento clásico.

Las historias del jabalí Teodosio están diseñadas con tres vertientes. La primera de ellas es la literaria. Usando mi condición de lector y aficionado a la escritura, he intentado barnizarlos con un leve toque lírico, que aporte sensibilidad y ternura. Para ello he empleado frases más bien cortas, pero he introducido a propósito algún vocabulario no habitual para los niños más pequeños, precisamente para provocar su pregunta sobre el significado al adulto que se los lea o que esté junto a ellos, y que ese hecho conduzca a un progresivo enriquecimiento del lenguaje.

Creo que, en el principio del siglo XXI, las historias, tanto en libros como en el séptimo arte o televisión, se han vuelto cada vez más trepidantes. Esto es aún más acusado en el cine infantil o juvenil, donde la mayoría de las escenas duran apenas unos segundos antes de cambiar a otra, en una sucesión de flases que a los pertenecientes a la Generación X nos desborda. Frente a eso reivindico la narrativa que planteaba, por ejemplo, la película “Memorias de África”, que sumergía al espectador en el ritmo lento de la vida y en los paisajes del África colonial de principios del siglo XX. Soy consciente de que las peripecias del jabalí pueden resultar difíciles a los más jóvenes, acostumbrados al rápido ritmo de las películas de aventuras y los videojuegos. Pero, precisamente por ello, creo esta vertiente necesaria como un aprendizaje a la reducción de velocidad. Si es un adulto el que lee las andanzas de Teodosio al niño, puede jugar a que cierre los ojos e intente imaginarse a los personajes y los paisajes tal y como se detallan, aprovechando esa parte para cultivar el disfrute tranquilo de una descripción o recreación.

La segunda vertiente de “Las aventuras del jabalí Teodosio” es la de los valores. Como directivo de empresa, he leído durante años decenas de libros de desarrollo y mejora personal. Esto se ha unido a la formación de posgrado que he recibido sobre liderazgo y gestión, y a mi propia experiencia manejando equipos de personas. Ese acervo me ha servido no solo para mi trabajo, sino para mis relaciones personales y mi vocación de padre. Me he dado cuenta de que mucho de lo que he aprendido está completamente ausente en la educación durante la escuela primaria y también en los cuentos infantiles clásicos. Algunos de esos valores que he inyectado en las vivencias del jabalí son útiles para la vida profesional, otros para la personal, y alguna pequeña lección tiene que ver con aspectos que algunos consideran pasados de moda, pero que yo, sin embargo, creo muy necesarios, como los modales en la mesa.

Por último, como tercera vertiente, he añadido a las historias gags y bromas de brocha gorda. Caídas y coscorrones. Confusiones y torpezas. Travesuras de los personajes, todas ellas de esas que desatan la risa de los pequeños y hacen que, al terminar el cuento, les deje un regusto alegre y ganas de que llegue otro día para escuchar o leer más capítulos. Son el pequeño anzuelo, la cubierta de caramelo que envuelve las vertientes uno y dos que he explicado antes.

Los cuentos están pensados para ser leídos durante un viaje o de camino al colegio, para aquel que pueda hacerlo mientras otro conduce o en transporte público. O en cualquier otro momento tranquilo. Cada capítulo está dividido en dos o más partes, cuya lectura supone menos de diez minutos, pudiéndose realizar por separado y dejando la siguiente parte para otro rato u otro día. Recomiendo leerlos con entonación teatral, exagerada incluso, apoyándose en gestos y ruidos onomatopéyicos, sin miedo a alargar las pausas y a masticar incluso las palabras. A mí me dio buen resultado esa técnica que copié de la formación profesional que he recibido para hablar en público. Los niños un poco más avanzados en lectura pueden hacerlo por sí mismos.

Cada una de las historias tiene una sección de comentarios que pueden ayudar a un adulto a entender los valores y temas que se tratan en ese capítulo (la segunda vertiente de los cuentos, que menciono más arriba) y que se esconden en las diferentes metáforas. Recomiendo adentrarse en ellos antes de leerle el cuento al niño o de comentarlo con él, si es el propio niño quien lo va a leer.

Los valores que se incluyen en los cuentos son muy variados, pero se podrían dividir en cinco bloques. El primero de ellos es sobre la relación con uno mismo. Recuenta hábitos de higiene, orden, modales en la mesa, conveniencia de ejercicio físico, comer sana y moderadamente, etc. En muchas ocasiones, Teodosio es confundido e interpelado por otros como un cerdo en lugar de un jabalí y él repite siempre “no soy un cerdo, soy un jabalí”. Es una frase que encierra una reafirmación de su idiosincrasia, de aceptación de ser quién es y de no estar dispuesto a renunciar a ello.

El segundo bloque habla de la relación con otras personas. Aquí se incluyen, sobre todo, aspectos como la actitud y comportamiento hacia los demás, empezando por el respeto y la amabilidad, el tener en cuenta a los otros en el transcurso de la vida cotidiana o la generosidad. Hay también conceptos de ética, escondidos detrás de frases sencillas, o pautas de comportamiento de los animales del bosque. Creo que la mayor parte de estas ideas las tengo implantadas desde la infancia y, por lo tanto, se las debo a mis padres.

El tercer bloque es un grupo de valores que tienen que ver con la actitud personal y dirección en la vida. Tener el coraje de perseguir tus sueños u objetivos, por ejemplo, es un tema importante en algunos capítulos. Disfrutar del camino y no solo de la meta, o tener el valor de aceptar cambios o probar experiencias nuevas. La actitud positiva y la aceptación de la realidad que no puedes cambiar aparecen también en las vicisitudes del jabalí. Las ganas de aprender de Teodosio son una constante en todas las historias. Muchas de estas ideas se las debo a mi mujer y a su gusto por la filosofía zen.

El cuarto bloque es un conjunto de ideas interiorizadas a raíz de mi posgrado en dirección de empresas y están sacadas del mundo corporativo, aunque son valores y tácticas que he podido comprobar que se pueden aplicar a la vida diaria. Incluyen cuestiones como el pensamiento estratégico y la toma de decisiones, el manejo de proyectos, la gestión por objetivos, la superación de dificultades, la búsqueda de soluciones negociadas para que todos ganen, el trabajo en equipo o el liderazgo mediante el ejemplo.

El quinto bloque, con raíces en mi profesión de ingeniero industrial, son herramientas e ideas sacadas de Lean y Six Sigma, esa filosofía de trabajo que llevó a las empresas japonesas a un espectacular éxito en los años 80 y que se ha extendido no solo por el sector industrial, sino también por el de servicios. Algunos de los conceptos incluidos en estas historias de Teodosio son el justo a tiempo (Just In Time), definición de puntos de reorden y gestión de inventarios por ayudas visuales, el bajar al terreno o Gemba (que me gusta traducir como gestionar manchándose las manos), el uso de procedimientos operativos (Standard Work), la tormenta de ideas, la experimentación o los eventos Kaizen de mejora continua. Se puede ampliar información sobre estos conceptos en Internet, pero la visión general de cada uno se transmite por sí misma en los episodios.

Aunque he agrupado las ideas y valores en bloques para explicarlas en esta introducción, los conceptos están convenientemente distribuidos por todos los cuentos de la manera que resultaba más propicia en cada historia. Prácticamente cada capítulo tiene una o más ideas de cada bloque arriba descrito.

En general, y como conclusión, estos cuentos tienen el objetivo de ser un enlace entre adultos en la mitad de su carrera profesional y sus hijos, como un libro de desarrollo personal puesto al nivel de niños en edad infantil. Pueden ser utilizados también en entornos escolares como libro de lectura y comentario.

A mucha gente le inquieta el mundo que dejará a sus hijos. Yo me conformo con preocuparme y ocuparme de las hijas que dejaré al mundo. Estos cuentos e ideas me ayudaron en esa tarea y los he puesto por escrito con la esperanza de que puedan apoyar a alguien más, de la misma manera que lo hicieron conmigo.