La ortografía de Tarzán
O książce
Trabajar con cinco grupos de estudiantes durante más de dos años con un libro de texto significa pensar el libro de nuevo. Implica revisar durante cinco semestres las propuestas que imaginamos para nuestros estudiantes y evaluar, desde la práctica, cuáles fueron acertadas, cuáles no funcionaron y cuáles de las que habíamos decidido dejar en el margen serían de utilidad para nuestros lectores, que resultan ser en realidad, dado el carácter del texto, un grupo de usuarios.
La primera revisión del contenido del libro consistió en unificar la estructura de todos los capítulos de tal manera que estos usuarios pudieran seguir con facilidad las instrucciones dadas. Teniendo en cuenta justamente que se trata de un texto que se consulta, en el que se busca cierta información específica, antes que uno que se lee, pensamos que esta unificación favorecería el adecuado avance a través de las diferentes partes que componen el libro. Del mismo modo, optamos por mantener, dentro de esta estructura, apartes para ejercicios y reconocimiento de errores frecuentes en cada capítulo. Bajo el supuesto de que la mayor parte de nuestros usuarios son estudiantes, la posibilidad de encontrar actividades prácticas que lleven a solucionar dificultades puntuales resulta de gran ayuda pedagógica.
Decidimos también incluir una precisión que en un primer momento nos pareció obvia: que no es lo mismo desarrollar un proyecto de investigación que el texto académico que resulta de ello, razón por la cual abrimos un aparte para el proyecto, e incluimos nuevos temas que la experiencia de nuestro trabajo en el CESA nos ha mostrado que resultan de gran utilidad en las escuelas de negocios: la elaboración de una hoja de vida, por un lado, y otros asuntos más formales, como la concordancia y el adecuado uso de las mayúsculas.