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Técnicas de PNL

Isabelle Jussieu


© 2016, Isabelle Jussieu

© 2016, Redbook ediciones, s. l., Barcelona

Diseño de cubierta e interior: Regina Richling

Ilustración de cubierta: Shutterstock

ISBN: 978-84-9917-590-4

«Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.»

Índice

Introducción

1.¿Qué es la programación neurolingüística?

Una ciencia muy joven

El lenguaje del cerebro

Los modelos de la PNL

Anclas mentales

La estructura de la personalidad

Integración Personal

2. Alcanzar objetivos

Una meta importante: la claridad

Encuentre su auténtica vocación

Conozca la meta y cómo alcanzarla

Determinar la meta

La claridad refuerza la motivación

¿Cómo conseguir motivar?

¿Qué es lo que le motiva?

Las partes y el todo

El lenguaje del éxito

De espectador a visionario

Aplique una fórmula de éxito

3. La sincronización

¿Para qué sirve la sincronización?

¿Cómo familiarizarse con la sincronización?

4. Los movimientos oculares

¿Qué movimientos se deben observar?

¿Para qué sirven los movimientos oculares?

¿Cómo familiarizarse con los movimientos oculares?

5. Los predicados

Identificar los predicados

¿Para qué sirven los predicados?

¿Cómo familiarizarse con los predicados?

6. La calibración

Reconocer el estado interno de una persona

¿Cómo familiarizarse con la calibración?

7. La brújula del lenguaje

¿Para qué sirve la brújula del lenguaje?

¿Cómo familiarizarse con la brújula del lenguaje?

8. El ancla y el anclaje

Un proceso de evolución personal

¿Cómo familiarizarse con el anclaje?

9. La gestión de los estados internos

¿Para qué sirve la gestión de los estados internos?

¿Cómo familiarizarse con la gestión de los estados internos?

Conclusión

Bibliografía

«Los seres humanos buscan su felicidad sin saber de qué modo se pueden encontrar. Igual que los borrachos buscan su casa, vislumbrando que sí la hay.»

Voltaire

Introducción

Quizá desee usted hacer un cambio sustancial en su vida. No seguir viviendo como hasta ahora. Abrir una nueva puerta que le dé nuevas posibilidades y otra vida más plena. Precisamente de eso trata este libro, descubrir cómo puede desarrollar todo su potencial más oculto.

La Programación Neurolingüística (PNL) es un método extraordinariamente eficaz para conseguir cambios personales en un lapso breve de tiempo. Se trata de una técnica, ya que no recurre a concepciones filosóficas, religiosas o espirituales, sino que trabaja mediante unos pasos muy sencillos y concretos.

Gracias a la PNL se pueden superar problemas en poco tiempo que, de otra manera, se tardarían años en superar. Sirve, también, para salvar problemas prácticos en el día a día, como los miedos ante un examen, superar una adicción, los problemas de relación, etc.

Parece magia, pero no lo es. Su efectividad radica en la exploración que hace de los mecanismos del espíritu, transformándolos en procedimientos prácticos.

Su historia comienza en los años sesenta, cuando el psicólogo Richard Bandler y el doctor en ciencias lingüísticas John Grinder exploraron determinados modelos de comunicación que algunos psicólogos de éxito empleaban de forma intuitiva con sus pacientes. Así, reunieron una serie de estrategias concretas con vistas al desarrollo óptimo de la personalidad de la gente, de cara a conseguir una comunicación efectiva y un claro crecimiento de su rendimiento.

Con la lectura de este libro aprenderá a encontrar sus propias metas, a motivarse correctamente, a superar sus miedos, a ganar seguridad, a hacer más eficaz su comunicación con los demás, a superar malas experiencias del pasado y a mejorar su salud.

1.¿Qué es la programación neurolingüística?

La PNL es la abreviatura de programación neurolingüística. Posiblemente no nos equivocaremos si intuimos que esto tampoco le aclara mucho más las cosas. Ocupémonos pues con más exactitud sobre qué es esto de la neurolingüística y la programación y de qué manera se conectan ambos conceptos.

Una ciencia muy joven

La neurolingüística es una ciencia relativamente joven que aúna varios ámbitos de investigación. En la neurolingüística investigan científicos de los ámbitos médicos de la fisiología y la neurología así como lingüistas y psicólogos. El prefijo «neuro» indica que se trata de procesos que se llevan a cabo en el cerebro. La «lingüística» es la ciencia del lenguaje. La neurolingüística investiga, por tanto, de qué manera se presenta y se elabora el lenguaje en el cerebro humano. Los conocimientos de la investigación neurolingüística pueden utilizarse por ejemplo con fines terapéuticos.

Programar, programar, programar

La palabra «programar» le resultará conocida a raíz de su uso en los ordenadores. Al programar se introduce en la computadora una serie de instrucciones que le indican qué operaciones ha de realizar con determinados datos. Los programas se pueden montar directamente en el hardware, es decir, en los componentes materiales de la computadora, o bien existir de forma independiente en lo que se llama el software.

Lo que puede hacer una computadora depende, por un lado, de su construcción material (su hardware), pero en mayor medida depende de los programas (el software). Sin programas, ni siquiera la computadora más moderna puede hacer nada en absoluto.

Pensamientos y sentimientos

Ahora puede ser interesante comparar nuestro cerebro desde diferentes puntos de vista con una computadora. Nuestro cerebro por sí solo no es capaz de hacer nada. Son nuestras experiencias, nuestra educación y nuestro historial de aprendizaje lo que nos permite hacer cosas tan sorprendentes como componer música, sentir amor y pensarnos a nosotros mismos.

En la analogía con una computadora, nuestro cuerpo, nuestros órganos, incluido nuestro cerebro, son el hardware, el cual marca unos determinados límites. Nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y nuestras capacidades son el software, los «programas» que nos hacen ser seres humanos con todas nuestras posibilidades.

«Con el lenguaje que aprendes liberas a un espíritu que hasta ahora

permanecía vinculado a ti.»

Friedrich Rückert

Influir en los procesos espirituales

La PNL, la programación neurolingüística, se ocupa de cómo se puede influir (en el sentido más amplio) en los procesos mentales mediante el lenguaje; es decir, cómo «programamos» nuestro cerebro. Podemos instalar programas nuevos aumentando así nuestras posibilidades, pero también podemos mejorar, ampliar programas antiguos e incluir nuevos subprogramas. Y no menos importante aún (y esta es una de las aplicaciones más importantes de la PNL), podemos aprender a utilizar de forma óptima los programas que ya existen. Los programas que operan en nuestro cerebro son, evidentemente, mucho más variados, complejos, capaces e increíbles que todos los programas de computadora del mundo. E incluso el «lenguaje de programación» con el que están escritos los programas en nuestro cerebro son enormemente más variados que aquellos con los que opera una computadora. Una computadora conoce solo dos símbolos: 1 y 0. Los símbolos con los que trabaja nuestro cerebro son «unidades de percepción».

El lenguaje del cerebro

Disponemos de diferentes canales de sentido o, lo que es lo mismo, sistemas de representación a través de los cuales podemos recoger la información: el canal visual (la vista), el canal auditivo (el oído), el canal cinestético (la sensación), el canal olfativo (el olor) y el canal gustativo (el sabor). Una abreviatura usual para la totalidad de los sistemas de representación es VACOG (visual, auditivo, cinestético, olfativo, gustativo).


Las diferentes submodalidades

Pero no sólo disponemos de cinco «canales de entrada». Cada sistema de representación tiene diferentes submodalidades. El sistema de representación visual comprende submodalidades como, por ejemplo, el color o la luminosidad. Cada submodalidad puede tener a su vez muchas expresiones distintas: estas son los símbolos de los que se componen los programas del cerebro.

Más adelante podrás encontrar las submodalidades más importantes de todos los sistemas de representación así como ejemplos para las expresiones de las submodalidades. Obviamente, esta lista no está completa. Piense si se le ocurren otras submodalidades y sus expresiones. Como puede ver, el número de símbolos con los que trabaja nuestro cerebro es mucho mayor que los dos símbolos 1 y 0 de la computadora. Por ello no es de extrañar que nuestro cerebro contenga programas mucho más fascinantes que ninguna máquina.

Sistemas de representación y submodalidades


SISTEMA DE REPRESENTACIÓNSUBMODALIDADEJEMPLOS
CinestéticoCalidadRelajante, tenso, áspero, liso, ahogado, punzante, apretado, picor, húmedo, seco, duro, blando
IntensidadFuerte, suave
TemperaturaCaliente, tórrido, frío, helado
PosiciónCabeza, estómago, pecho
MovimientoLento, rápido, continuado, entrecortado, vibrante
GustativoCalidadDulce, ácido, salado, agrio, picante, amargo, aceitoso
IntensidadFuerte, suave
OlfativoCalidadOloroso, apestoso, ahumado, terroso
IntensidadFuerte, suave

Los diez principios de la PNL

1 Las personas se orientan en el mundo según su mapa mental del mundo.

2 El mejor mapa es aquel que muestra más caminos.

3 Detrás de cada comportamiento se encuentra una intención positiva.

4 Cada experiencia tiene una estructura.

5 Todos los problemas tienen solución.

6 Cada persona dispone de las fuerzas que necesita.

7 Cuerpo y mente son partes de un sistema.

8 El significado de toda comunicación se encuentra en su resultado.

9 No existen los fracasos, sino solamente mensajes de respuesta.

10 Si algo no funciona, intente otra cosa.

Los modelos de la PNL

Las personas con formación académica son las primeras en asombrarse de que la PNL no se apoye en ninguna teoría. Y no sólo eso, sino que además la mayoría de los defensores de la PNL no están interesados en elaborar una teoría sobre el funcionamiento del espíritu humano y la forma en que la PNL actúa sobre él. En la PNL se trata sencillamente de si funciona o no. Es en este sentido, por tanto, en el que se han de entender los principios de la PNL. Para ser más claros, los principios no tienen la pretensión de proclamar la verdad sobre el mundo en general y sobre el ser humano en especial. No funcionan como teorías sino como modelos. Sólo son aquellos supuestos que se han mostrado útiles en el trabajo de los coach, formadores y practicantes de PNL.

El primer principio

Las personas se orientan en el mundo según su mapa mental del mundo. ¿Cómo orientarse en el mundo? No es tan sencillo como parece. No basta meramente con abrir los ojos y mirar. Esto únicamente sirve para no estrellarse contra el próximo árbol, y sólo siempre que se sepa que tal vez esto vendría acompañado de un buen chichón en la cabeza. ¿Podría llegar a ser agradable? Bueno, el ejemplo es bastante banal. Todo el mundo sabe que darse con la cabeza contra objetos duros hace daño. Quizá el siguiente ejemplo ayude a comprender mejor de qué se trata. Carlos ve un lago y piensa enseguida en humedad, frío, ahogarse y el peligro de la profundidad. Tina ve el mismo lago y piensa en diversión, nadar, verano y descanso. ¿Ven verdaderamente ambos el mismo lago?

Aprender la representación interna de las cosas

Nosotros no vemos en absoluto el mundo exterior. Quizá suene esto un poco sorprendente al principio, dado que contradice nuestra manera acostumbrada de pensar. Sin embargo, es cierto que nunca aprehendemos las «cosas» sino la representación interna de esas cosas. Por ello, aún existen hombres ciegos cuyos ojos son completamente sanos; seres humanos que, a causa de un daño cerebral, han perdido la capacidad de elaborar los impulsos nerviosos que se originan en los ojos.


El matemático de origen polaco Alfred Korzybsky ha expresado de forma clara este hecho en la recurrente frase de PNL «el mapa no es el territorio».

Orientarse mediante un mapa interior

Así pues, nos orientamos mediante un «mapa» interior del mundo. El mundo es sencillo. Pero podemos mejorar nuestro mapa del mundo, refinándolo y actualizándolo. Desde nuestro nacimiento vamos modificando nuestro mapa. Primero hay muy pocos caminos y zonas. A medida que vamos abriendo caminos en nuestra vida, vamos refinando nuestro mapa. Al principio probamos muchos caminos nuevos. En algún momento encontramos algún camino especialmente bueno y empezamos a transitarlo más a menudo. Utilizar ese camino se ataba convirtiendo en una costumbre, incluso cuando la zona ha cambiado, cuando han aparecido nuevas posibilidades y caminos ya viejos se han vuelto poco prácticos. Por ello es importante mantener nuestro mapa del mundo al día, de manera que nos oriente de forma óptima en nuestro camino vital y podamos así seguir hacia delante.

El segundo principio

El mejor mapa es aquel que muestra más caminos. Un mapa que solo muestre un camino es bastante superfluo. No existe posibilidad de elección. Cuanto más exacto es el mapa, más caminos muestra, con lo que hay más posibilidades de llegar a la meta.

La flexibilidad es la clave del éxito. Si solo tenemos una posibilidad a la hora de reaccionar ante un suceso, nuestra capacidad de actuación está excesivamente limitada. En el caso de miedos (fobias) importantes, los que los padecen suelen tener solamente una solución, a saber: el pánico.

Alguien con un poco menos de miedo tiene dos posibilidades: la huida o el aguante. Sin miedo se multiplican las posibilidades. Incluso se puede llegar a disfrutar de la situación.

Explorar nuevos caminos

Las posibilidades ya se encuentran presentes en el mundo. Otra cosa es que los mapas mentales del mundo las muestren o no. Y dado que nos orientamos con relación a nuestro mapa mental, solo podemos reconocer aquellos caminos que están marcados.

Para mejorar nuestras posibilidades de elección y nuestras posibilidades de éxito, hemos de mantener nuestro mapa al día en la medida en que vayamos explorando nuevos caminos y marcando aquellos otros que se hayan vuelto impracticables.


El tercer principio

Detrás de cada comportamiento se encuentra una intención positiva.

Para la mayoría, este principio de la PNL despierta, en una primera lectura, sorpresa, incredulidad y hasta un cierto rechazo. Si alguien es violento, ¿dónde se encuentra ahí la intención positiva? O, suponiendo que quiera dejar de fumar, ¿no es un poco absurdo pensar que mi hábito de fumar tiene una intención positiva?

Intentemos mirarlo más de cerca. En la situación en la que se desarrolla una conducta, esta tiene un efecto positivo. Si no, no se hubiese incluido en el mapa como un camino que tenía ventajas.

El fumador tuvo alguna vez la experiencia de que un cigarrillo le procuraba relajación y le ayudaba a concentrarse. En este caso, la intención positiva consiste en esa relajación y en el aumento de la concentración.

Tener en cuenta la intención positiva

Si alguien quiere conseguir que otra persona deje el hábito de fumar, debe tener en cuenta la intención positiva. Se le ha de mostrar un camino que persiga esa intención pero que no sea el que va a través del hábito de fumar. Es muy importante reconocer la intención positiva que se encuentra tras un comportamiento valorado como negativo para poder así desarrollar un nuevo comportamiento.

Si no se tiene en cuenta esta intención positiva, existirá siempre una resistencia que dificultará el cambio hacia el nuevo camino. En la PNL siempre intentaremos encontrar primero las intenciones positivas de los problemas.

El cuarto principio

Cada experiencia tiene una estructura. Normalmente tomamos nuestros pensamientos, sentimientos, recuerdos y experiencias como una totalidad. Si pensamos, por ejemplo, en nuestro primer beso, aparece por regla general un modelo de recuerdo compuesto por diferentes caras: la imagen de la persona amada, el entorno, el sentimiento del tacto, la voz, el cosquilleo en el estómago, incluso pueden aparecer determinados olores. Cuanto más intenso sea el recuerdo, más aspectos contendrá.

Así pues, cada experiencia está estructurada. Los elementos son las percepciones a través de los sentidos. Vista, oído, tacto, olfato y gusto son las fuentes de los «átomos» de nuestras experiencias.

Esto suena quizá un poco abstracto y teórico, pero las consecuencias son enormes. Si cada experiencia tiene una estructura determinada, mediante un cambio en los elementos que la componen se puede modificar su efecto global. La PNL utiliza esta posibilidad para intensificar recuerdos agradables, para hacer agradables nuevas experiencias, para neutralizar experiencias desagradables o traumáticas que intensifican nuestras angustias y para despertar las fuerzas interiores.


Reproducir una películaImagínese una situación desagradable que haya vivido alguna vez. Reproduzca la película de esa situación en su interior. Intente imaginarla con todos los detalles que pueda. ¿Qué oye? ¿Qué ve? ¿Qué siente? Observe detenidamente la película y preste atención a sus sentimientos.Busque una música que contradiga totalmente los sentimientos negativos. Por ejemplo, una música de cómic, de circo o para bailar. Vuelva a visualizar la película con la situación desagradable mientras deja que suene la música que ha escogido. Repítalo un par de veces.Vuelva a visualizar la película sin la música. Preste atención a sus sentimientos.En el 99% de los casos, los sentimientos negativos han desaparecido o se han reducido de forma clara dado que, mediante la música, se ha modificado la estructura de la experiencia.

El quinto principio

Todos los problemas tienen solución. En la PNL partimos de la idea de que cualquier problema tiene solución. ¿Le parece ingenuo?

¡En absoluto! Evidentemente, no todas las soluciones que nos podemos imaginar se pueden llevar a cabo. Sin embargo, la aparente falta de solución de un problema no se halla en el problema, sino en los caminos que somos capaces de ver. Al igual que las experiencias, también los problemas tienen estructura. Un problema es como un muro que aparece ante nosotros en medio del camino. Mientras veamos ese muro como una barrera infranqueable no podremos encontrar ninguna solución.

Sin embargo, si observamos más detenidamente ese muro podremos comprobar su altura, su grosor, el material del que está hecho, y aparecerán caminos que superen ese obstáculo. ¿Es tan alto el muro que no podemos pasar por encima? ¿Tan difícil es rodear el muro, cavar un túnel por debajo, tumbarlo de una patada o hacerle un agujero? ¿O quizá hay una puerta en el muro y sólo tenemos que abrirla para poder seguir nuestro camino?

Un problema es, de entrada, un acontecimiento en el mundo. Por sí mismo, nada de lo que acaece es un problema. El problema aparece sólo a partir de nuestra interpretación según nuestro modelo del mundo, según nuestro mapa mental. Si aprendemos esto, no podremos ver nuestros problemas como irresolubles; muy al contrario, nos dedicaremos a buscar la manera de proceder para que se disuelvan.

Cambie la orientación del problema

Déjenos volver a insistir en que en la PNL se trata de aquello que funciona y es útil. Desde este punto de vista, pregúntese qué sentido tiene creer que un problema no tiene solución. ¿Qué aporta el pensar que cualquier problema tiene solución? La PNL consiste en gran medida en cambiar la orientación hacia el problema en una orientación hacia la meta buscada.

Muchas personas están tan absortas en los problemas que la, mera idea de que cualquiera de ellos pueda tener solución les resulta incómoda. Sin el problema a modo de hilo conductor, pierden la orientación. Orientarse hacia los problemas lleva a una búsqueda activa de problemas. La orientación hacia metas lleva a una búsqueda de metas y soluciones para los problemas.

El sexto principio

Cada persona dispone de las fuerzas que necesita. Posiblemente estará pensando: «¡Ya me gustaría a mí!». ¡Pues sí, ciertamente es así! Precisamente las personas insatisfechas de sí mismas gustan de dudar de este fundamento.

Les gusta creer que la naturaleza, Dios o el destino les privó de algo. Sin embargo, toda persona dispone de hecho, potencialmente, de cualquier posibilidad. En cada uno dormitan fuerzas desconocidas. La PNL ayuda, entre otras cosas, a movilizar esas fuerzas llamadas en PNL recursos.

¿Recuerda el cuarto principio (toda experiencia tiene una estructura)? Todos los recursos de que dispone una persona se componen de la suma de los elementos que subyacen a las experiencias: a las percepciones. ¡Todo el mundo dispone de esos elementos! Esto significa que como mínimo podemos decir que toda persona posee los fundamentos de todos los recursos y que los puede organizar como elementos. Pero en verdad queremos afirmar aún más, a saber: que cada persona lleva consigo esos elementos de manera fija y acabada. Sólo el hecho de que algunos recursos se usan muy raras veces sirve a algunos de base para pensar que no posee esos recursos.

Reactivar lo enterrado

De esta manera, algunos piensan que no tienen suficiente paciencia, ninguna conciencia propia, ninguna voluntad ni fantasía. Pero ¿quién puede decir de sí mismo que nunca, en ninguna ocasión, ni siquiera durante un segundo, ha dispuesto de esos recursos? Evidentemente, nadie puede afirmar algo así. Cada uno ha dispuesto alguna vez de esos recursos. Todo el mundo ha sido alguna vez voluntarioso, paciente, y ha estado convencido de sí mismo o lleno de fantasía. Cada persona lleva consigo estos recursos. Lo que pasa es que muchos no saben cómo volver a sacarlos fuera. Mediante la PNL aprenderá a activar nuevamente los recursos que necesite.

El séptimo principio

Cuerpo y mente con partes de una cisterna. A menudo se oye la frase de que el ser humano tiene cuerpo y mente. Pero ¿no es más cierto decir que el ser humano es cuerpo y mente? La tradición occidental tiende a tratar al cuerpo y a la mente como sistemas separados. Si esto ya es bastante difícil de defender filosóficamente, en medicina y psicología ha acabado por mostrarse totalmente inútil. Hoy en día, la medicina puramente mecánica ha tocado sus propios límites.

El pensamiento que afirma que el cuerpo y la mente se encuentran estrechamente relacionados no es nuevo. Sin embargo, solo desde hace algunas décadas se investigan estas conexiones de forma sistemática. La psicosomática que se ocupa de la relación entre alma (psiqué) y cuerpo (soma) ha demostrado que muchas enfermedades no se pueden entender sólo como puramente corporales.

Como ejemplos claros de ello se encuentran el cáncer, el asma, la presión sanguínea elevada, las enfermedades crónicas del aparato digestivo o la artritis reumática.


La postura influye en la voz

Una línea de investigación todavía más reciente, la psiconeuroinmunología, se ocupa de las relaciones entre pensamientos, sentimientos y procesos corporales. Gracias a ella pareció cada vez más evidente que cuerpo y mente siempre interactúan. Hoy en día sabemos que cada pensamiento y cada sentimiento trae consigo cambios corporales. Pero también vale al revés; cada cambio corporal se refleja también en un cambio de los procesos mentales.

En la PNL, estos conocimientos desempeñan un papel muy importante. Por un lado, mediante cambios de modelos de pensamiento se modifican problemas corporales. Por otro lado, mediante el control de parámetros corporales como la tensión muscular, se ejerce una influencia positiva en los sentimientos y en los pensamientos.

Con un pequeño experimento podrá experimentarlo en su propio cuerpo.


Ejercicio: postura negativa y positivaPruebe la postura negativa: deje caer su cabeza y sus hombros hacia delante, tense ligeramente la musculatura del abdomen, entorne los ojos (como si algo le hubiera entrado en los ojos) y estire el labio inferior hacia abajo. Inspire poco a poco. Compruebe su estado interior. Intente pensar en algo bello, divertido, agradable. Se sorprenderá al ver que choca contra una resistencia interior que no le deja conseguirlo.Esta postura está asociada con modelos de sentimientos negativos. La posición corporal cohíbe pensamientos y sentimientos positivos.Ahora probemos lo contrario, la postura positiva. Relaje el abdomen, los ojos, la frente; levante la cabeza, la vista, las cejas y la comisura de los labios. Eche los hombros hacia atrás y respire varias veces. Posiblemente comprobará enseguida que esta postura atrae sentimientos positivos. En esta postura tendrá grandes dificultades para ahondar en sentimientos y pensamientos negativos.

El octavo principio

El significado de toda comunicación se encuentra en su resultado. La imagen usual de la comunicación es más o menos la siguiente: la persona A envía información y la persona B recibe esa información. Una versión un poco más complicada sería: A «codifica» la información y B la «descodifica». Sin embargo, es bastante más complicado y a la vez más sencillo.

Primero nos limitaremos a lo fácil. Reflexionemos sobre qué pasa en una comunicación (por ejemplo, verbal).

 La persona A mueve sus labios, las ondas sonoras llegan al oído de la persona B.

 Las ondas sonoras se transforman en impulsos eléctricos que se envían al cerebro de la persona B.

 La persona B reacciona o no a los impulsos. Lo esencial es la reacción de B. La comunicación tiene sentido (para la persona A) si al decir A algo, B reacciona de la forma deseada (por la persona A). Se ha dado cuenta de que no se da aquí ninguna «información»? No es de extrañar, ya que la comunicación no afecta a la transmisión de información. Este es el punto de vista del constructivismo; una línea filosófica relativamente nueva. La PNL está influida desde varios enfoques por el constructivismo.

En la comunicación entre personas con mucha frecuencia se producen malentendidos. Mientras uno piensa que ha explicado claramente una cosa («transmisión de información»), el otro habla como si no hubiese recibido el mensaje (en verdad no lo ha recibido). Y así se va gestando el desastre. Lo importante no es lo que uno cree decir sino lo que uno desea que el otro entienda.

Obstáculos de la comunicación

Un ejemplo sencillo: alguien se le acerca y dice: «iKonichi wa!». Posiblemente se quedará un poco sorprendido y no podrá mostrar ninguna reacción adecuada. El japonés que le ha dirigido estas palabras pensaba en proferir un saludo, pero su expresión no era significativa para conseguir el resultado deseado. Hubiese sido mucho y más efectivo si le hubiese pronunciado el típico «Buenos días».

En el ejemplo, la dificultad es fácil de comprender. Sin embargo, en la comunicación diaria en la que el interlocutor aparentemente habla la misma lengua, no parece tan fácil de ver de qué manera reside el significado de la comunicación en su resultado.

El noveno principio

No existen los fracasos, sino solamente mensajes de respuesta. Uno de los mensajes más importantes de la PNL es que nunca hay fracasos. Los resultados se consiguen en el momento en que se empieza a actuar. El camino hacia el resultado sólo se puede encontrar mientras siga habiendo mensajes de respuesta que indiquen que la dirección hacia la meta es la correcta. Sólo mediante estos mensajes de respuesta es posible realizar correcciones.

Mientras una persona se encuentra en movimiento (y la vida es movimiento) se encuentra en camino hacia las metas deseadas. Todo lo que se señala como problema, obstáculo o fracaso se puede tratar de forma más significativa como mensaje de respuesta, es decir, como indicación de en qué medida deben ser efectivos determinados procedimientos para conseguir una meta concreta.

Las personas que tienen miedo a fracasar viven fracasos internamente y de manera constante. Además, con ello no hacen cosas que les podrían llevar al éxito. El miedo a la derrota es una de los obstáculos más grandes en el camino hacia el éxito.

Nuevas vías hacia la meta

Tratar las dificultades como escollos lleva a la pasividad. Tratarlas como mensajes de respuesta, por el contrario, abre nuevas vías hacia la meta. Intente vislumbrarlo mediante vivencias propias.

Todas las personas han vivido situaciones en las cuales interpretaron las dificultades como mensajes de respuesta. Piense sencillamente cómo aprendió a leer y escribir. Imagínese qué hubiese pasado si la primera vez que tuvo un libro en sus manos y vio que aquellos signos que los adultos trataban como vocales no le decían nada, hubiese vivido la situación como un fracaso y hubiese abandonado. Solo mediante constantes mensajes de respuesta ha llegado a aprender a leer y no gracias a fracasar en la tarea.

El décimo principio

Si algo no funciona, intente otra cosa. Posiblemente este principio de la PNL le parecerá innecesario ya que es obvio que se ha de probar otra cosa si una no funciona. Sorprendentemente, muchas personas son extremadamente insistentes en lo que hacen aunque es evidente que no funciona en absoluto. Hacen siempre de la misma manera algo que les resulta desagradable. ¿Reconoce este comportamiento en su propia experiencia? ¿Por ejemplo, en una discusión con su pareja, al levantarse, al conducir? Cada persona tiene automatizadas ciertas actuaciones, de tal manera que no se le ocurre cambiar su manera de actuar aunque ve que le producen desventajas.

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