Czytaj książkę: «Desarrollo socioafectivo e intervencion con familias. SSC322_3», strona 7

Czcionka:

6.1. Competencias Generales

La competencia general de este título consiste en diseñar, implementar y evaluar proyectos y programas educativos de atención a la infancia en el primer ciclo de educación infantil en el ámbito formal, de acuerdo con la propuesta pedagógica elaborada por un Maestro con la especialización en educación infantil o título de grado equivalente, y en toda la etapa en el ámbito no formal, generando entornos seguros y en colaboración con otros profesionales y con las familias (art. 4).


Los técnicos, tiene la labor de programar su intervención en función de las necesidades y características individuales de cada niño/a.

6.2. Competencias profesionales, personales y sociales

Tal y como reza la legislación vigente, las competencias profesionales, personales y sociales del Técnico, son las que se relacionan a continuación (art.5):

1 Programar la intervención educativa y de atención social a la infancia a partir de las directrices del programa de la institución y de las características individuales, del grupo y del contexto.

2 Organizar los recursos para el desarrollo de la actividad respondiendo a las necesidades y características de los niños y niñas.

3 Desarrollar las actividades programadas, empleando los recursos y estrategias metodológicas apropiados y creando un clima de confianza.

4 Diseñar y aplicar estrategias de actuación con las familias, en el marco de las finalidades y procedimientos de la institución, para mejorar el proceso de intervención.

5 Dar respuesta a las necesidades de los niños y niñas, así como de las familias que requieran la participación de otros profesionales o servicios, utilizando los recursos y procedimientos apropiados.

6 Actuar ante contingencias relativas a las personas, g) Evaluar el proceso de intervención y los resultados obtenidos, elaborando y gestionando la documentación asociada al proceso y trasmitiendo la información con el fin de mejorar la calidad del servicio.

7 Mantener actualizados los conocimientos científicos y técnicos relativos a su actividad profesional, utilizando los recursos existentes para el aprendizaje a lo largo de la vida.

8 Actuar con autonomía e iniciativa en el diseño y realización de actividades, respetando las líneas pedagógicas y de actuación de la institución en la que desarrolla su actividad.

9 Mantener relaciones fluidas con los niños y niñas y sus familias, miembros del grupo en el que se esté integrado y otros profesionales, mostrando habilidades sociales, capacidad de gestión de la diversidad cultural y aportando soluciones a conflictos que se presenten.

10 Generar entornos seguros, respetando la normativa y protocolos de seguridad en la planificación y desarrollo de las actividades.

11 Ejercer sus derechos y cumplir con las obligaciones que se derivan de las relaciones laborales, de acuerdo con lo establecido en la legislación vigente.

12 Gestionar su carrera profesional, analizando oportunidades de empleo, autoempleo y aprendizaje.

13 Crear y gestionar una pequeña empresa, realizando estudio de viabilidad de productos, de planificación de la producción y de comercialización.

14 Participar de forma activa en la vida económica, social y cultural, con una actitud crítica y de responsabilidad.

7. La función educativa de la familia

La familia es el grupo humano primario más importante en la vida del hombre y la institución más estable de la historia de la humanidad. El hombre, en general, vive en familia, aquella en la que nace y, posteriormente, en la que él mismo crea.

7.1. La Familia como agente educativo. Conceptos básicos

Algunos científicos afirman que las funciones que cumple la familia persisten y persistirán a través de todos los tiempos, pues esta forma de organización es propia de la especie humana, le es inherente al hombre, por su doble condición de SER individual y SER social y, de forma natural, requiere de este, su grupo primario de origen.

Durante su permanencia en la institución infantil el niño puede conocer a sus padres y pasar tiempo con ellos. Muchas madres alimentan a sus hijos durante los primeros meses de vida y, según crecen, pasan más tiempo con sus padres, en la noche y fines de semana.


Sabía que...

El 74,3 % de las personas que viven hoy en España lo hacen en un hogar de modelo tradicional, es decir, en el seno de una familia.

Cada familia tiene un modo de vida determinado, que depende de sus condiciones de subsistencia, de sus actividades sociales y de las relaciones sociales de sus miembros. El concepto incluye las actividades de la vida familiar y las relaciones intrafamiliares, que son específicas del nivel de funcionamiento psicológico de este pequeño grupo humano, aunque reflejan, en última instancia, las actividades y relaciones extrafamiliares.


La familia es el primer agente socializador que conoce el niño.


Sabía que...

El desarrollo socioafectivo del niño o niña se ve condicionado por el modo de vida de su familia.

En esta concepción del modo de vida es necesario incluir el proceso y el resultado de la representación y regulación consciente de estas condiciones por sus integrantes. Los miembros de la familia se hacen una imagen subjetiva de diversos aspectos de sus condiciones de vida, sus actividades e interrelaciones; y sobre esa base regulan su comportamiento, aunque en la vida familiar hay importantes aspectos que escapan a su control consciente.

A través de las relaciones familiares se produce la transformación de la personalidad de los integrantes, es decir, la relaciones intrafamiliares tienen la propiedad de formar a los hijos en las primeras cualidades de la personalidad y de transmitir el conocimiento de las relaciones sociales. Este es el concepto de función familiar.

Se tienen que tener en cuenta en las relaciones familiares el tipo de actitud que se inculca para poder ver así el desarrollo de la personalidad del niño o la niña, es decir, la familia no es viable sin cierta armonía entre sus componentes; una disfunción en uno de ellos altera el sistema.

La función biosocial de la familia comprende la procreación y crianza de los hijos e hijas, así como las relaciones sexuales y afectivas de la pareja. Estas actividades e interrelaciones son significativas en la estabilidad familiar y en la formación emocional de los hijos e hijas. Aquí también se incluyen las relaciones que dan lugar a la seguridad emocional de los miembros y su identificación con la familia.

El concepto de familia es el grupo humano más importante de la vida del hombre, además, es la base psicológica y social de la acción grupal, es la comunidad de intereses, de objetivos y da unidad a las acciones.

En el proceso de comunicación las actividades comprendidas en las distintas funciones mediatizan el desempeño de roles, las relaciones interpersonales, los afectos familiares, la identificación entre sus miembros, la empatía y la cohesión. Esto ocurre en un proceso de ‘ontogénesis’ en el cual va enriqueciendo sus actividades hasta desarrollar y desplegar plenamente sus funciones.

A medida que la función educativa familiar se despliega y se hace más compleja, las actividades educativas también van a mediatizar toda una esfera de relaciones entre los miembros de la familia. En cierta etapa de lo que se ha dado en llamar ciclo vital, los miembros adultos tienen una actitud más o menos consciente y dirigida ante el contenido, los objetivos, etc.; de las actividades que realizan en el hogar encaminado a la educación y formación de la descendencia.


Definición

Ontogénesis

En biología, se refiere al proceso evolutivo de un individuo dentro de una especie.

Se deben interpretar como una unidad a los distintos componentes de la familia, las interrelaciones de sus miembros en torno a todos los problemas de la vida cotidiana, el intercambio de sus opiniones, la correlación de sus motivaciones, la elaboración o ajuste de sus planes de vida, etc. Ya que van a desarrollarse a lo largo de la vida con etapas de grandes cambios.

La familia es una unidad abierta ya que recibe influencias de otros grupos sociales como la escuela, la política, etc. Además, es autodirigible por la conciencia de sus miembros. Sobre esta base que no es estática se trazan los padres sus aspiraciones y tratan de autorregular las actividades intrafamiliares de acuerdo con sus concepciones y planes.

Los miembros de la familia experimentan la necesidad de la seguridad emocional, que en particular los más pequeños ven satisfecha en su relación con los padres. La identificación emocional con el hogar es un importante factor de estabilidad psíquica para todos. Esto significa que el hogar constituye un refugio donde cada uno encuentra la seguridad y el afecto. La persona experimenta así el apoyo y solidaridad de los demás miembros de la familia a sus esfuerzos y a sus planes y obtiene también un reforzamiento en sus opiniones personales.

Las relaciones afectivas conducen al tema de la comunicación intrafamiliar. Éste resulta uno de los aspectos más investigados aunque con diversidad de enroques teóricos y metodológicos. La concepción sobre la comunicación es fundamental en la construcción de una psicología de orientación materialista - histórica, y en la familia es donde el ser humano vive su comunicación más estrecha a lo largo de su ontogenia.

La comunicación desempeña importantes funciones informativas. En el desarrollo de las actividades hogareñas conjuntas se produce una necesaria comunicación entre los miembros, aunque también ellos dedican parte de su tiempo a la actividad específica de la comunicación afectiva, que se convierte en motivo de la actividad intrafamiliar. Esta comunicación expresa las necesidades e intenciones de los miembros del grupo familiar.

Se ha reconocido que durante la primera infancia las alteraciones en la comunicación afectiva repercuten desfavorablemente en la formación temprana de la personalidad. En la experiencia clínica con niños que presentan defectos discapacitantes se comprueba que en los primeros años de vida se produce una especie de círculo de estimulación afectiva mutua entre la madre y el niño o niña con defecto. Es señalado que cuanto más lo estimule la madre, mejores serán las reacciones del niño o niña. Pero si el bebé reacciona poco a los cuidados físicos, a las manipulaciones cariñosas, a la voz, a las sonrisas y al afecto materno; eso desmotiva a la madre. Luego sucede que la falta de estimulación sensorial y emocional frena el desarrollo del bebé.

En general, el proceso de satisfacción de las necesidades especiales de estos niños y niñas puede estresar a la persona que lo cuida. A medida que ellos crecen, estas faltas de afecto, o incluso los rechazos que resultan evidentes en algunos familiares, pueden alterar notablemente la seguridad emocional del niño.

En cierta medida, la vida afectiva familiar es precondición para el funcionamiento adecuado del sistema, incluyendo el cumplimiento de sus funciones de reproducción social. Aquí operan mecanismos de regulación del sistema que no son conscientes para sus miembros.

En este punto debemos tener en cuenta que tanto la funciones de los técnicos como la de las familias tienen que estar íntimamente relacionadas para el correcto desarrollo de los niños y niñas.


Recuerde

Durante la primera infancia las alteraciones en la comunicación afectiva repercuten desfavorablemente en la formación temprana de la personalidad.

8. Roles y estereotipos sexistas

El “rol”, es definido por la RAE como “papel o función que alguien o algo cumple”. Estos roles tienen diferentes vertientes en función del grupo social en el que nos encontremos en un momento determinado. Así, a modo de ejemplo, una misma persona puede desempeñar el rol de jefe en su empresa, el de padre en su casa, el de hijo cuando esté con sus padres, o el de presidente de la comunidad en una reunión de vecinos. De forma idéntica, también desarrollará en su vida diaria un rol de género, que en este caso, será el de hombre.

Dicho rol, se construye desde el mismo momento del nacimiento a través de actos muy inconscientes: comprar ropa azul o rosa en función del género del bebé, decorando su cuarto, usando expresiones para referirnos a ellos como “campeón” o “princesa”, etc.

Son dichas acciones, las que a lo largo de los años van a determinar la adquisición de diferentes papeles o roles del niño en sus diferentes ámbitos de actuación. Es por ello, que desde los centros escolares y en colaboración con las familias, se han puesto en marcha desde hace algunos años diversas acciones que igualen en la medida de lo posible la adquisición de roles entre niños y niñas (por ejemplo, realización de tareas en casa, uso de juguetes normalmente femeninos en niños y viceversa, etc.).

Este conjunto de acciones, denominadas coeducación, son las que dan paso al punto que a continuación nos ocupa.

8.1. La construcción de los roles masculino y femenino en Educación Infantil

La educación sexual se trata en el currículum de manera globalizada en las áreas. Consiste en aprovechar las áreas para promover una adecuada educación sexual y el desarrollo pleno de la personalidad.

Bandura estudia el aprendizaje social de los padres, es decir, los padres transmiten a sus hijos e hijas una identidad de género, comportamientos, expectativas, etc., que se diferencian en función del sexo.

Según este autor para que los niños y niñas adopten un comportamiento estereotipado:

1 La conducta ha de tener éxito.

2 El modelo ha de ser atractivo para el niño.

3 Tiene que encontrar un parecido entre él y el modelo, que se da si pertenecen al mismo sexo.

Los niños y niñas comienzan a los 2 o 3 años a diferenciarse en sus grupos sexuales por distintos elementos, a partir de aquí comienza la identidad de género. Al principio los niños y niñas no distinguen entre el sexo masculino y femenino, tras esto interviene la acción educativa.

La tipificación sexual es la adquisición de pautas comportamentales del niño y la niña con respecto a su sexo.

En cada sociedad el papel del hombre y la mujer adquieren diferentes roles en función de las pautas marcadas por la sociedad. Tanto los niños como las niñas reciben una serie de pautas de cómo deben comportarse. Así, por ejemplo, alrededor de los tres años los niños permiten o admiten que un niño juegue con muñecos si le gusta hacerlo. Sin embargo, poco después y hasta los ocho o nueve años los niños consideran incorrecto que un chico juegue con muñecas o se ponga una falda. Niños y niñas se vuelven muy estereotipados, desaprobando y ridiculizando a quienes se desvían de los roles y estereotipos convencionaleEn el caso de los chicos los estereotipos funcionan con más rigidez que en el de las chicas. Por ejemplo, las chicas con relativa frecuencia juegan al fútbol, mientras que los chicos apenas juegan con muñecas.

Poco a poco van desapareciendo los estereotipos, pero en cambio en la educación infantil se muestran dificultades ya que los niños están construyendo su propia identidad sexual.

8.2. Estrategias educativas para evitar la discriminación de género

El sexismo se puede entender como el conjunto de imágenes, actitudes, comportamientos y estereotipos con respecto al sexo.

A su vez, el estereotipo se puede considerar como un fenómeno negativo que da lugar a una distorsión de la realidad y que supone una fuerte generalización.

La educación como transmisora de estereotipos sexistas

En general, se puede afirmar que es la sociedad el principal eje de transmisión de los estereotipos sexistas. Y dentro de esta:

La familia

Es el agente de transmisión sexista más eficaz y que más interviene en los niños y niñas. Antiguamente, las mujeres eran las encargadas de llevar la parte educativa del hogar pero esto poco a poco va desapareciendo al incorporarse la mujer al mundo laboral.

El problema radica, por tanto, en la educación que recibe el individuo desde pequeño, en los roles que va asumiendo al imitar los modelos adultos.

Por eso es muy importante en la Educación Infantil trabajar en edades tempranas la transmisión de actitudes intentando evitar las limitaciones para el desarrollo de una personalidad abierta.

Educación escolar

La escuela debe inculcar en los niños y niñas normas y valores sociales, pero hoy día continúa actuando como vehículo de estereotipos.

El sexismo en la escuela no solo influye en la tarea educativa de los niños y niñas sino también en la percepción que cada sexo tiene del otro.

Sin embargo, aunque el cambio sea relativamente lento, la escuela como dice Freire, no solo ha de transmitir el modelo de sociedad existente sino que ha de mejorarlo. En los últimos años con las leyes de educación se ha intentado ir poco a poco eliminando este problema.

Actitudes del profesorado en Educación Infantil

El papel del maestro debe mediar en las situaciones donde existan diferencias de género, intentando proclamar la igualdad entre todos.

Otro aspecto de importancia es el lenguaje, ya que se tiende a generalizar el masculino, que se considera como natural pero es de vital importancia transmitir igualdad, por lo que se debería evitar la generalización del masculino.

Además, se ha demostrado la diferencia en cuanto nos dirigimos a un niño y a una niña: para la niña utilizamos adjetivos como guapa, buena, etc., mientras que con niños se usan preferentemente adjetivos como grande, inquieto, bruto, etc. Por lo tanto, para evitar el sexismo en los niños el profesorado debe concienciarse en este tema y actuar como modelo.

Si se pretende una educación no sexista se ha de informar a las familias sobre sus criterios educativos para compartirlos y ser coherentes.

Los niños y niñas mediante sus comportamientos serán los encargados de ir configurando su personalidad.

Sin embargo, en principio, la actitud del profesorado se puede resumir en un ‘para mi, todos iguales’, lo que al menos a nivel externo parece contradecir todo lo dicho sobre el currículo oculto.

Serán las familias y los profesores los encargados de ir generando en la mente del niño las primeras diferencias entre ambos sexos.

Por eso, el profesorado deberá asumir la responsabilidad que tiene como agente principal en el proceso de la formación de la identidad, mostrando actitudes abiertas y flexibles que posibiliten una selección de roles complementarios y ajustados, respetando sus intereses y necesidades, aunque no siempre sean coincidentes con sus expectativas.

Así pues, se recomiendan las siguientes estrategias:

1 Planteamientos experimentales que puedan relacionarse con el campo ‘experiencia de las niñas’:Considerar el grado de motivación y conocimientos previos con los que acceden las niñas a los conocimientos tradicionalmente masculinos.Proporcionarles indicaciones de cómo realizar las experiencias.

2 Propuestas que permitan a las niñas ser activas e independientes:Plantearles juegos deportivos y arriesgados, propiciando la formación de equipos mixtos.Motivar a las niñas para que participen en los distintos puestos de los equipos de trabajo.

3 Tareas que desarrollen en las niñas la autonomía de criterio, dándoles posibilidades de tomar decisiones y experimentar por sí mismas los resultados:Favorecer que asuman la dirección de tareas de carácter investigador en grupo.Proponerles que asuman la responsabilidad de las tareas en solitario.

4 Crítica de los resultados que obtienen.

5 Refuerzo del autoconcepto de las niñas en cuanto al desarrollo de sus capacidades socio-profesionales y el de los niños en cuanto al desarrollo de sus capacidades socio-afectivas.

La vida cotidiana

Los hábitos que se llevan a cabo en la vida cotidiana y las rutinas también intervienen en esta cuestión ya que muchas veces sin quererlo asignamos tareas a los niños o por el contrario a las niñas, como por ejemplo: al niño recoge los juguetes y a la niña pon la mesa. De ahí que sea necesaria la colaboración tanto del centro escolar como de las familias. Pautas para llevarlo a cabo:

1 Potenciar y valorar las adquisiciones de unos y otras aunque no respondan al estereotipo establecido.

2 Enseñar a los niños hábitos que por cultura pertenecen al ámbito femenino: quitar y poner la mesa, etc.

3 Evitar incoherencias entre lo que se dice y se hace.

El juego

El juego, como ya hemos explicado, es una de las principales fuentes de aprendizaje para el niño y la niña.

En los primeros años de vida se perciben las primeras diferencias de género con respecto a las reglas del juego.

A través del juego se realiza un aprendizaje del entorno, reproducién-dose a su vez la realidad. De ahí que, en ocasiones, varíe el uso del juego según sea niño o niña aunque se trate del mismo juguete. Por tanto, es necesario:

1 Ofrecer a niños y niñas desde el nacimiento una amplia variedad de objetos y situaciones para que puedan desarrollar juegos de todo tipo.

2 Facilitar el uso adecuado de todo tipo de juguetes, evitando criterios sexistas.

3 Seleccionar los juguetes que ofrece el mercado atendiendo al envase, formato e ilustraciones, pues a menudo son estereotipados.

4 Motivar a los niños y niñas para que jueguen a juegos tradicionalmente considerados como del sexo opuesto.

5 Intervenir para desbloquear las situaciones de fijación con juegos y juguetes, por ejemplo, en los niños los juegos de fútbol o coches y en las chicas de muñecas.


Sabía que...

A los niños se les regalan juguetes más variados, de manera que se potencia su capacidad cognitiva más que a las niñas.

Los medios de comunicación

Los medios de comunicación muestran mensajes sexistas que clara-mente distinguen entre los roles masculino y femenino. Estos mensajes los podemos ver en dibujos, películas, anuncios, etc.

Es necesario facilitar la formación de un espíritu crítico que se irá potenciando a lo largo de toda la etapa educativa.

En conclusión, la educación ha de desarrollar las capacidades de todos, niños y niñas, por igual. Debe tener en cuenta la influencia de la transmisión de los roles sexistas en este desarrollo de las capacidades para que puedan darse por igual en niños y en niñas. Para terminar, los docentes deberían llevar a cabo:

1 El desarrollo de todas las potencialidades individuales y una igualdad de oportunidades educativas de alumnas y alumnos, será responsabilidad de toda la comunidad educativa.

2 Una educación libre de sesgos sexistas debe ser una meta educativa para que alumnos y alumnas realicen sus aspiraciones personales y profesionales.

3 El currículo escolar debe ser integrador: basado en los intereses, motivaciones y necesidades de ambos sexos.

4 La actividad docente no debe estar marcado por el uso de lenguaje y materiales didácticos estereotipados.


Aplicación práctica

En cuanto a la creación de los tipos de roles sexistas. ¿Cómo se debe trabajar este tema en Educación Infantil? ¿Qué estrategias se deben de tomar para evitar las desigualdades?

SOLUCIÓN

En la Educación Infantil trabajar en edades tempranas la transmisión de actitudes intentando evitar las limitaciones para el desarrollo de una personalidad abierta.

Las estrategias son:

1 Planteamientos experimentales que puedan relacionarse con el campo experiencia de las niñas:Considerar el grado de motivación y conocimientos previos con los que acceden las niñas a los conocimientos tradicionalmente masculinos.Proporcionarles indicaciones de cómo realizar las experiencias.

2 Propuestas que permitan a las niñas ser activas e independientes:Plantearles juegos deportivos y arriesgados, propiciando la formación de equipos mixtos.Motivar a las niñas para que participen en los distintos puestos de los equipos de trabajo.

3 Tareas que desarrollen en las niñas la autonomía de criterio, dándoles posibilidades de tomar decisiones y experimentar por si mismas los resultados:Favorecer que asuman la dirección de tareas de carácter investigador en grupo.Proponerles que asuman la responsabilidad de las tareas en solitario.

4 Crítica de los resultados que obtienen

5 Refuerzo del autoconcepto de las niñas en cuanto al desarrollo de sus capacidades socio- profesionales y el de los niños en cuanto al desarrollo de sus capacidades socio-afectivas.

Darmowy fragment się skończył.