El director como persona

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El director como persona
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ÍNDICE

PORTADA

CONTRAPORTADA

CARTA DE PRESENTACIÓN

AGRADECIMIENTOS

PRÓLOGO

INTRODUCCIÓN

CAPÍTULO 1. HISTORIA DEL CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE FILOSOFÍA Y EMPRESA

ANTECEDENTES REMOTOS

ANTECEDENTES RECIENTES

OBJETIVOS

LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN

CONTEXTO DE TRABAJO

PANORAMA ACTUAL

CAPÍTULO 2. PROGRAMA ENFOCADO “EL DIRECTOR COMO PERSONA. UN ALTO EN EL CAMINO”

ANÁLISIS DESCRIPTIVO

ANÁLISIS FILOSÓFICO

CAPÍTULO 3. DESAFÍOS DEL CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE FILOSOFÍA Y EMPRESA

GENERACIÓN DE CONTENIDOS

FORMACIÓN DE PROFESORES

ESTRATEGIA DE CRECIMIENTO

CONSIDERACIONES FINALES

ANEXO I. EL DESENLACE DE VICENTE

ANEXO II. TEMARIO DEL PROGRAMA “EL DIRECTOR COMO PERSONA. UN ALTO EN EL CAMINO”

ANEXO III. CONTENIDO DEL PROGRAMA “EL DIRECTOR COMO PERSONA. UN ALTO EN EL CAMINO”

AANEXO IV. LA CONFUSIÓN DE JOSÉ

ANEXO V. LA ACIDIA

ANEXO VI. VÉRTIGO

ANEXO VII. CUESTIONES PERENNES Y NUEVAS TECNOLOGÍAS. VÉRTIGO

ANEXO VIII. ANTROPOLOGÍA DEL LIDERAZGO DE NIVEL 5. FISONOMÍA INTERIOR DEL LÍDER

CARLOS ALEJANDRO ARMENTA PICO

PÁGINA LEGAL

CARTA DE PRESENTACIÓN

50 años para una institución educativa son apenas el primer paso. En el caso del IPADE, gracias al trabajo de muchas personas y de la participación de nuestros egresados, me atrevo a afirmar que han sido un buen primer paso.

El IPADE se ha mantenido firme en su propósito de formar líderes capaces de transformar las organizaciones y la sociedad. En este trabajo de profesionalizar el quehacer directivo, apoyados en el compromiso con la verdad y el enfoque humanista, en los últimos años hemos desarrollado cinco centros de investigación para promover la reflexión, el diálogo interdisciplinario y la generación de conocimiento sobre temas de relevancia para la vida de la empresa.

Por este motivo, nos complace presentar una colección de cinco libros, producto de un arduo trabajo de investigación que contribuye a nuestro propósito fundacional de fortalecer al empresario y sus organizaciones para tener modelos de negocio cada vez más competitivos, eficientes, innovadores y, sobre todo, más responsables.

Frente a este compromiso de perfeccionar a la comunidad empresarial, y convencidos de que no podemos hablar de empresa y dejar de hablar del empresario, el Centro de Investigación de Filosofía y Empresa (CIFE) centra sus esfuerzos en la persona del director desde una aproximación filosófica que permite estudiar al hombre en su dimensión más profunda y completa. El libro El director como persona. Hablar al hombre del hombre da cuenta de los orígenes del CIFE; de su presente, con una descripción y análisis del Programa Enfocado “El Director como Persona. Un Alto en el Camino”, que es resultado de la principal línea de investigación de este centro: entender la persona del director mismo para comprender la acción directiva; y finalmente, examina la importancia de la labor de este centro y los desafíos que enfrentará en el futuro.

Carlos Llano nos advertía que: “O la formación es redonda o no es formación”. Los cinco libros que presentamos reflejan un esfuerzo del IPADE para aportar desde la investigación aproximaciones que aborden, con profundidad, las dimensiones sobre las necesidades y preocupaciones de la Alta Dirección de manera colaborativa, interdisciplinaria y con un fundamento humanista.

RAFAEL GÓMEZ NAVA

Director General

IPADE Business School

AGRADECIMIENTOS

Este es el lugar para expresar gratitud a las personas que han colaborado y colaboran con el Centro de Investigación de Filosofía y Empresa (CIFE). Mencionarlas es un deber grato, pero al mismo tiempo difícil, pues la relación de nombres es necesariamente incompleta:

El Dr. Carlos Llano, quien en buena parte inspiró el proyecto de investigación De Homine. Sergio Raimond-Kedilhac, director general en la década de los ochenta, que apostó al proyecto en una etapa muy temprana de su gestación. Los doctores Ángel Rodríguez Luño, Jorge Morán Castellanos y Daniel Gamarra, que tanto han contribuido a poner las bases filosóficas del proyecto y a entrar en contacto con los grandes maestros del pensamiento. El Dr. Carlos Rosell, quien fue clave para que el proyecto volviera al IPADE.

Alfonso Bolio, que acogió y promovió el proyecto como director general en 2008. Rafael Gómez Nava, que bajo su gestión como director general nació el CIFE y se puso en marcha el programa enfocado “El Director como Persona. Un Alto en el Camino” (EDCP). Arturo Picos y Ramón Ibarra, quienes como directores del área de Filosofía y Empresa hicieron suyo e impulsaron el proyecto de investigación. Luis Felipe Martí, Jorge Merodio Rivas, Franchi Raúl Martínez, Miguel Ochoa y Marco Iván Escotto, profesores del área, quienes junto a Arturo y Ramón crearon un clima de amistad y colaboración que facilita y hace amable el trabajo intelectual. Un agradecimiento particular a Jorge Merodio, que desde hace 19 años ha estado siempre presente en el proceso de búsqueda que el estudio del hombre supone.

Ricardo Murcio, director del área de Factor Humano, que asumió la integración del área de Filosofía y Empresa y promovió la colaboración estrecha con el CIFE. Jorge Llaguno, profesor de Factor Humano, que contribuyó a este libro con el estudio de los presupuestos humanistas en las principales escuelas de negocios. Lucía Ontiveros, colaboradora del CIFE, quien desde Londres ha procurado responder la pregunta de trabajo: ¿en dónde está actualmente la filosofía? Valeria Pi-Suñer y Alejandra Carreño, quienes colaboran generosa y eficazmente en la gestión del centro de investigación.

José Antonio Dávila, Julián Sánchez, Enrique Taracena y Carlos Ruiz González que, entre otros profesores, promueven el diálogo del CIFE con las demás áreas académicas del IPADE. El trabajo interdisciplinar es una faceta fundamental de este centro de investigación y responde, de manera muy adecuada, a su nombre: el encuentro entre la filosofía y la empresa resulta creativo y fecundo. Ernesto Martínez, quien como director del programa EDCP y con su experiencia como profesor de Comercialización ha entendido cabalmente la naturaleza del programa y lo ha promovido eficazamente.

Finalmente, la atención se dirige a los participantes y, al hacerlo, el sentimiento de gratitud adquiere una intensidad particular. Gracias a todos y a cada uno porque con sus dudas, inquietudes y cuestionamientos nos señalan el camino y nos proporcionan la motivación necesaria. El estudio del hombre es un camino largo y exigente, y no puede recorrerse solo.

PRÓLOGO

El cimiento

El Centro de Investigación de Filosofía y Empresa, creado en la primavera de 2014, es el centro de investigación más joven del IPADE. A pesar de su corta existencia, su actividad se basa en el proyecto de investigación De Homine, iniciado hace treinta años.[1] Desde el principio, la atención se centró en el estudio del hombre y se eligió a la antropología filosófica como la ciencia rectora de sus trabajos. El estudio del hombre siempre ha estado animado por el deseo de entender para ayudar y de entender para enseñar. Esta intención ha promovido la relación virtuosa entre investigación, docencia y consultoría.

 

Entender ha exigido acudir a la filosofía como instrumento fundamental para comprender a fondo al ser humano. Los rasgos característicos de esta disciplina —perspectiva de totalidad y anhelo de fundamentación última del conocimiento— son necesarios para entender al hombre. La filosofía se muestra abierta a la riqueza y complejidad de la vida humana y a las aportaciones de las demás ciencias que estudian al hombre (biología, medicina, psicología, sociología, historia, etcétera).

Entender para ayudar demanda estudiar al hombre estando cerca de sus problemas. La cercanía con las personas y las cuestiones que les interesan orienta la investigación y la llena de propósito; al mismo tiempo, la somete a prueba, pues la reflexión debe dar respuestas satisfactorias y ofrecer cauces de solución adecuados.

Entender para enseñar requiere comunicar de forma atractiva y clara lo que se ha descubierto. El desafío de la docencia es serio. Los problemas estudiados se llevan al aula y se discuten con personas experimentadas. El diálogo sobre cuestiones —de las que todos saben algo— ayuda a madurar la reflexión. La docencia supone una segunda prueba que impulsa el trabajo de investigación: explicar ayuda a entender mejor. El aula, a su vez, brinda nuevas ocasiones de estar cerca de las personas y sus problemas; de este modo, la circularidad virtuosa entre investigación, docencia y consultoría se recorre de nuevo y se vuelve fecunda.

El trabajo de investigación ininterrumpido a lo largo de treinta años ha confirmado y ampliado las intuiciones originales: es importante hablar al hombre del hombre, el ser humano necesita una base sólida sobre la cual construir su existencia personal y social.

Los trabajos de investigación, docencia y consultoría constatan el anhelo de verdad y el potencial de bien y de recuperación que hay en el hombre. Los avances sorprendentes en tantas direcciones y la consiguiente fragmentación del conocimiento reclaman una labor de síntesis. La filosofía juega un papel fundamental para alcanzar una visión unitaria y orgánica del saber.

El camino recorrido durante estos años ha mostrado que el estudio del hombre por parte del hombre supone un gran atrevimiento, el hombre es demasiado para el hombre. Ante la magnitud del desafío, la actitud adecuada es la de un profundo respeto por el objeto de estudio y la confianza en la capacidad de la razón para abordar las cuestiones fundamentales y alcanzar un conocimiento verdadero, aunque este sea siempre perfectible. El estudio del hombre es un camino que no tiene descanso y no se puede recorrer solo.

El proyecto De Homine ha tenido, desde el principio, una identidad universitaria; sin embargo, el hecho de que haya nacido y vuelto a crecer en el seno de una escuela de negocios tiene una importancia significativa. Basta mencionar dos aspectos: el primero es que la necesidad de hablar al hombre del hombre adquiere una intensidad particular cuando a quien se habla es un director de empresa que, por oficio, está en el vértice de una organización y de él dependen otros hombres. El segundo aspecto es el encuentro creativo entre el método del caso y la antropología filosófica. La discusión de casos prácticos promueve la conexión entre la teoría y la práctica. El vínculo entre la ciencia y la experiencia es una prueba exigente y fecunda.

NOTA

[1] La expresión latina De Homine significa “acerca del hombre”; a su vez, el término hombre se utiliza para designar al ser humano, varón y mujer.

INTRODUCCIÓN

Con ocasión del 50 aniversario del IPADE, este libro pretende hacer una semblanza de la actividad del Centro de Investigación de Filosofía y Empresa. El libro se divide en tres capítulos que se corresponden con el pasado, presente y futuro del centro.

El primer capítulo recoge los principales eventos del pasado remoto y reciente del CIFE, los objetivos, las líneas de investigación, el contexto de trabajo y las oportunidades que se han abierto.

El segundo capítulo centra la atención en el programa enfocado, “El Director como Persona. Un Alto en el Camino” (EDCP). La experiencia de los últimos años ha dejado ver que el programa atiende una necesidad relevante: cuidar del director de empresa desde la perspectiva global de la vida humana. En este capítulo se hace un análisis descriptivo del programa y un análisis más detenido sobre su naturaleza y alcances; asimismo, se examinan las razones que explican su incidencia formativa. El programa enfocado muestra el papel fundamental que la docencia está jugando en el momento presente del CIFE.

El tercer capítulo dirige la atención hacia el futuro cercano y sus desafíos. Los retos principales se presentan en tres ámbitos: formación de profesores, generación de contenidos (publicaciones) y estrategia adecuada de crecimiento. Los tres renglones son importantes para la consolidación y sustentabilidad del CIFE. Mirar al futuro muestra que ha llegado el momento de escribir con orden y constancia: hasta ahora se ha pensado y se ha hablado mucho, pero se ha escrito menos. La docencia ha ido señalando el género literario (estilo, nivel de síntesis y extensión) que permite comunicar lo que se ha pensado y hablado. Al escribir, la actividad del centro de investigación puede trascender las aulas del IPADE. La tarea es enorme e ineludible. Las publicaciones son fundamentales para la formación de profesores y no se puede olvidar que el programa EDCP ha despertado el interés no solo de directores de empresas sino también de profesores de escuelas de negocios de otros países.

Al escribir este libro se ha procurado conocer lo que hacen otras escuelas de negocios. Al mirar hacia afuera, se advierte que la filosofía no suele estar presente en el mundo de la empresa: no es común que en las escuelas de negocios haya un Centro de Investigación de Filosofía y Empresa. Este hecho ha exigido dirigir la atención hacia dentro e intentar comunicar lo que se hace en el IPADE.

Finalmente, una sugerencia práctica: conviene comenzar la lectura de este libro por el capítulo II; es aconsejable ir directamente al momento presente que vive este centro de investigación y, en un segundo momento, volver al pasado para conocer el camino que se ha recorrido para llegar a este punto.


ANTECEDENTES REMOTOS

En los ochenta, el Dr. Carlos Llano participaba con regularidad en las actividades que la Dirección de Formación Integral ofrecía a participantes y egresados del IPADE; en esos eventos abordaba, desde una perspectiva filosófica, cuestiones humanas fundamentales. Aquellas sesiones despertaron el interés por el estudio del hombre e inspiraron el proyecto de investigación De Homine. La antropología filosófica fue, desde el primer momento, la disciplina rectora de este proyecto.

El proyecto estaba animado por el deseo de saber para ayudar y enseñar; había una intención clara de vincular ciencia, experiencia y docencia. Es posible que el Dr. Llano no haya sido consciente de la influencia que tuvo en el nacimiento de esta iniciativa. El mes de diciembre de 1987 es una fecha señalada en el inicio de la nueva aventura. A partir de ese momento comenzó un periodo de veinte años de estudio ininterrumpido sobre el hombre. Un tema llevaba a otro y las piezas iban encajando unas con otras. Fue una etapa de intensa formación académica en la que el acento estaba puesto en la adquisición de la ciencia.

Durante esos años, el proyecto De Homine creció fuera del IPADE, pero se mantenía vinculado por diversos cauces a la institución. El trabajo fuera de la escuela de negocios permitió ampliar la reflexión a otros ámbitos de la actividad humana (personal, familiar, profesional, académico y gubernamental).

ANTECEDENTES RECIENTES

EL ÁREA DE FILOSOFÍA Y EMPRESA

El proyecto De Homine retornó al IPADE en 2008 y se incorporó a los trabajos del área de Filosofía y Empresa. Los profesores Arturo Picos y Ramón Ibarra, directores del área durante esos años, hicieron suyo el proyecto y lo impulsaron con entusiasmo y eficacia.

El área de Filosofía y Empresa había sido creada trece años atrás, en 1995, con el fin de resolver de forma estable y orgánica la integración de la ética en el plan de estudios de los distintos programas del IPADE. El profesor Carlos Rossell fue su primer director.

Por aquel entonces, el profesor Arturo Picos había introducido un curso de Antropología Filosófica en el programa MEDE (full time MBA). Fue así como el proyecto De Homine se sumó a lo que ya estaba en marcha.

El retorno al IPADE significó un reencuentro con el método del caso y fortaleció el propósito inicial de vincular ciencia, experiencia y docencia. El ambiente del área de Filosofía y Empresa era un terreno fértil para la actividad creativa. Fue un intenso periodo de desarrollo de contenidos y nuevas sesiones. El tamaño del área favoreció el clima de innovación y de trabajo colaborativo.

El equipo estaba integrado por los profesores Arturo Picos, Ramón Ibarra, Luis Felipe Martí, Jorge Merodio, Marco Iván Escotto, Franchi Raúl Martínez y Alejandro Armenta. Los profesores Carlos Rossell y Miguel Ochoa también formaban parte del grupo, el primero en calidad de profesor emérito y el segundo de profesor decano.

Poco a poco se fueron trazando tres líneas de trabajo bien diferenciadas y, al mismo tiempo, estrechamente relacionadas entre sí:

• Generación de contenidos centrados en el director como persona (antropología filosófica).

• Trabajo conjunto con otras áreas académicas (Filosofía y Empresa).

• Ética de la empresa (Business Ethics).

Los contenidos desarrollados comenzaron a introducirse en el aula de forma gradual. Los cauces principales fueron los programas regulares y los programas In Company. En los primeros se seguía la lógica de “dar poco a muchos” y en los segundos la de “dar mucho a pocos”.

El MEDEX fue la punta de lanza en los programas regulares; después vino el MEDE y más tarde los programas de perfeccionamiento. El crecimiento gradual permitió formar y consolidar el equipo de profesores que impartían las nuevas sesiones. Los programas In Company jugaron un papel importante en el desarrollo de nuevos contenidos, debido a que había empresas que solicitaban expresamente un programa centrado en el director como persona; en poco tiempo se ofrecieron cinco ediciones del mismo.

El trabajo en el aula mostró con claridad que la investigación sobre el director como persona era un asunto relevante: la docencia le señalaba el camino a la investigación. Fueron años en los que el área de Filosofía y Empresa vivió una etapa de rápido crecimiento interno.

Poco después vino la participación en eventos internacionales. El primero fue la reunión Internacional de Profesores del área de Managing People in Organizations del IESE y sus escuelas asociadas; en Perú, Arturo Picos presentó uno de los casos desarrollados por el área y su nota pedagógica. A partir de ese momento, profesores de otras escuelas comenzaron a solicitar material del área de Filosofía y Empresa. Más tarde vinieron otros eventos:

• 25.ª Conferencia anual de EBEN (IESE, Barcelona 2012).

• Tercer Coloquio sobre Humanismo Cristiano en Economía y Negocios (Washington D. C., 2012).

• Seminario de Antropología Filosófica y Perfección Humana en las Organizaciones (Pontificia Università della Santa Croce, Roma, 2013).

La presentación de lo que se estaba haciendo en el área de Filosofía y Empresa despertó el interés de profesores de otras escuelas de negocios. Mirar hacia el exterior ayudó a entender mejor lo que se estaba haciendo dentro del IPADE. La presencia de la filosofía en una escuela de negocios era el factor clave que explicaba los resultados.

FUSIÓN CON EL ÁREA DE FACTOR HUMANO

El crecimiento del área de Filosofía y Empresa comenzó a demandar más espacios para ofrecer los contenidos que se estaban desarrollando. Surgió el dilema de si convenía dejarla crecer o fusionarla con el área de Factor Humano. Se optó por la fusión tomando en cuenta que Factor Humano ha sido un área emblemática desde la fundación del IPADE. La fusión también convenía para promover la integración de los contenidos y perspectivas de estudio de las dos áreas. Fue así como se puso en marcha un diálogo fecundo entre las perspectivas psicológica y filosófica que predominaban, respectivamente, en las áreas de Factor Humano y Filosofía y Empresa.

 

CREACIÓN DEL CIFE

La integración de las dos áreas fue acompañada de la creación del Centro de Investigación de Filosofía y Empresa (CIFE) en la primavera de 2014. Se erigió con el propósito de impulsar la investigación y la generación de contenidos que realizaba el área de Filosofía y Empresa.

La actividad del CIFE coincide con una línea de investigación que el IPADE considera estratégica debido a su relación con los valores fundacionales de la institución. El nuevo centro de investigación comenzaba su actividad sobre la base del proyecto de investiga-ción De Homine.

OBJETIVOS

La actividad del CIFE se guía por la convicción de que el hombre es el autor, centro y fin de la acción directiva y de toda la vida económica y social. Poner al hombre en el centro exige una visión recta e íntegra del ser humano. Por este motivo se eligió a la antropología filosófica como la ciencia rectora que sustenta todos los trabajos del CIFE. La elección de la perspectiva filosófica se hizo con intención de abordar las cuestiones humanas desde el punto de vista más amplio posible, y con el anhelo de encontrar el fundamento último del conocimiento.

Los objetivos del CIFE se derivan de la convicción fundamental que lo anima y de la perspectiva de estudio que informa su trabajo:

• Identificar y estudiar con profundidad las cuestiones humanas que conciernen al director de empresa.

• Promover espacios de reflexión y diálogo con los actores principales de los temas de estudio.

• Propiciar el diálogo interdisciplinario con las diferentes áreas académicas, centros de investigación del IPADE y demás ciencias que estudian al ser humano.

• Producir y publicar contenidos originales sobre las líneas de investigación del centro.

• Ofrecer el programa “El Director como Persona. Un Alto en el Camino” para promover el desarrollo integral de los directores de empresa.

LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN

La investigación del CIFE guarda una relación de continuidad con la que realizaba el área de Filosofía y Empresa en tres ámbitos:

• El director como persona (antropología filosófica).

• Trabajo conjunto con otras áreas académicas (Filosofía y Empresa).

• Ética de la empresa (Business Ethics).

EL DIRECTOR COMO PERSONA

El estudio del hombre es la principal línea de investigación del CIFE. La visión del ser humano que aporta la antropología filosófica es la fuente de la que se nutren todos sus trabajos. Esta visión, abierta a la riqueza y complejidad de la realidad, proporciona la plataforma que promueve y hace posible el diálogo con las diferentes áreas académicas del IPADE y con las demás ciencias que estudian al hombre.Al mismo tiempo, aporta elementos que permiten fundamentar y dar solidez a los análisis de las cuestiones éticas de la empresa; sirve como marco de referencia para entender y atender los complejos problemas prácticos que se presentan en la labor de consultoría; y proporciona recursos conceptuales que enriquecen el trabajo en el aula. El estudio del hombre tiene un alcance que va más allá del ámbito de las escuelas de negocios.

Esta primera línea de investigación ha dado lugar a un nuevo programa enfocado (open enrollment) del que se hablará ampliamente en el capítulo 2: “El Director como Persona. Un Alto en el Camino”. Por ahora basta mencionar que es una aportación singular que nutre el aula y, al mismo tiempo, orienta e impulsa el trabajo de investigación que lo hace posible.

FILOSOFÍA Y EMPRESA

La segunda línea de investigación corresponde al trabajo interdisciplinar con las demás áreas académicas. Esta labor ya había comenzado en el área de Filosofía y Empresa; el Programa de Continuidad y Actualización la promovía de forma natural y eficaz.

Fue así como se impartieron varios módulos del Programa de Continuidad en colaboración con las áreas de Política de Empresa, Control e Información Directiva, Comercialización, Finanzas y Análisis de Decisiones. El programa enfocado “Consejos en Acción” también ha promovido el diálogo con el área de Política de Empresa sobre el gobierno corporativo y la antropología del poder.

El trabajo conjunto con las demás áreas dejó ver una función transversal de Filosofía y Empresa que el CIFE heredó e hizo suya. Esta labor contribuye a imprimir el sello humanista que caracteriza la enseñanza del IPADE en su conjunto.

El diálogo interdisciplinario es una contribución recíproca en la que el CIFE aporta y recibe. Aporta porque la antropología filosófica ayuda a identificar y a abordar las facetas humanas de las demás áreas y permite analizar los presupuestos humanistas que subyacen en sus perspectivas de estudio; de este modo, los profesores ensanchan sus horizontes intelectuales y conocen mejor los alcances y límites de sus temas de especialización. Recibe porque las áreas académicas proponen cuestiones de estudio que estimulan y orientan la investigación del CIFE. El trabajo conjunto hace posible que la reflexión humanista tenga en cuenta la lógica y la complejidad técnica de los saberes de cada área; de esta forma se favorece una reflexión realista y concreta. El trabajo interdisciplinario es muy conveniente y responde bien al nombre del Centro de Investigación de Filosofía y Empresa.

De este diálogo han surgido casos prácticos, notas técnicas y ensayos. Los casos pueden llamarse híbridos porque abordan cuestiones de empresa y, al mismo tiempo, contienen información detallada de la persona del director. Los profesores de otras áreas afirman que estos casos constituyen una aportación específica del CIFE a la literatura del management, ya que en los asuntos de empresa se suele hacer abstracción del director como persona. En estos casos, por contraste, se observa con detenimiento y de forma deliberada el interior del director y se advierte la estrecha conexión que hay entre su vida personal y el ejercicio de la acción directiva.

El CIFE también mantiene un diálogo interdisciplinar con otras ciencias que estudian al hombre (biología, psicología, medicina, sociología, teología, etc.). Al poner al hombre en el centro, los casos desarrollados también pueden ser discutidos en ámbitos que van más allá de las escuelas de negocios. Este carácter universitario es un rasgo propio del proyecto De Homine.

ÉTICA DE LA EMPRESA

La tercera línea de investigación corresponde a la ética de la empresa, comúnmente llamada Business Ethics. Conviene subrayar que la segunda línea de investigación (Filosofía y Empresa) también es parte de la ética de la empresa, ya que el trabajo interdisciplinar permite advertir y abordar las cuestiones humanas y éticas de las diferentes áreas académicas.

Es clave que todos los profesores tengan la sensibilidad y la preparación necesarias para tener en cuenta los aspectos éticos de sus campos de especialización. Hay, sin embargo, cuestiones éticas que exigen una atención especial y demandan una formación singular en los profesores. Es aquí donde la ética de la empresa se abre espacio como saber especifico. El área de Filosofía y Empresa ya tenía centrada su atención en este campo, y la antropología filosófica ha ayudado a consolidar la profundidad y solidez de sus análisis.

El CIFE se ha propuesto, en este ámbito de investigación, profundizar en la conexión que hay entre las personas y las estructuras; es decir, el modo en que las acciones individuales del director colaboran a la creación o consolidación de estructuras y, al mismo tiempo, el modo en que las estructuras o sistemas influyen en las acciones del director. Esto exige mirar dentro y fuera de la persona y poner de nuevo al hombre en el centro de la reflexión.

CÁTEDRA CARLOS LLANO

En adición a sus tres líneas de investigación, el Centro de Investigación de Filosofía y Empresa procura continuar y desarrollar el campo en que incursionó como pionero el primer director general y fundador del IPADE, el Dr. Carlos Llano Cifuentes. Al abordar cualquier tema de estudio, su pensamiento es punto de partida y referencia obligado.

CONTEXTO DE TRABAJO

En el trabajo del CIFE hay una estrecha relación entre investigación, docencia y consultoría. Las tres actividades establecen entre sí una circularidad virtuosa y se relacionan de modos muy variados.

A veces el proceso comienza por la consultoría: una persona se acerca en busca de ayuda y plantea un problema. La consulta presenta materia que exige atención y provoca y orienta la investigación. La reflexión se pone en marcha y se apoya en la información sobre el problema real, la preparación filosófica remota y el recurso a las fuentes y lecturas convenientes. Se activa un ir y venir de la práctica a la teoría y de la teoría a la práctica; surge un diálogo con la realidad que somete a prueba la teoría y promueve su asimilación y progreso. La interacción con la persona que plantea el problema permite observar muy de cerca el problema real, en toda su riqueza y complejidad. Cuando la reflexión madura, llega el momento de aconsejar y proponer. En esta primera fase, la consultoría promueve una investigación que procura vincular la experiencia con la ciencia.

Después viene otra etapa de trabajo en la que la atención se centra en los modos de comunicar y expresar la reflexión realizada. Es el momento de la generación de publicaciones que nutren la docencia. El trabajo en el aula permite confirmar, ampliar y madurar la reflexión. Esta segunda etapa promueve la vinculación de la investigación con la docencia. Supone un avance en la conexión de la experiencia con la ciencia, pues las publicaciones que recogen la reflexión se discuten ante personas experimentadas y profesionalmente competentes. El aula enriquece la reflexión, abre nuevas vetas de investigación y propicia nuevas consultas.

Es así como se completa la relación circular entre investigación, docencia y consultoría; se cierra el círculo, pero la investigación no se detiene sino que avanza.