Czytaj książkę: «Cría cuervos»

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CRÍA CUERVOS


REBECCA J. DAVERN

CRÍA CUERVOS

EXLIBRIC

ANTEQUERA 2019

CRÍA CUERVOS

© Rebecca J. Davern

© de las ilustraciones de interior y de cubiertas: Carla Fernández Garrido

Diseño de portada: Dpto. de Diseño Gráfico Exlibric

Iª edición

© ExLibric, 2019.

Editado por: ExLibric

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reprodujeren o plagiaren, en todo o en parte, una obra literaria,

artística o científica.

ISBN: 978-84-17845-53-7

Nota de la editorial: ExLibric pertenece a Innovación y Cualificación S. L.

Índice de contenido

Portada

Título

Copyright

Índice

Dedicatoria

PARTE I. NACER

NOMBRES

NOSOTRAS

INTÉNTALO

DESCÓSEME

CANON

ACUARELAS

NADÉ TANTO QUE ME AHOGUÉ

PARTE II. CRECER

NOMBRADME REINA, QUE SOY JOVEN

NO SIN TEQUILA

HASTA QUE TU OCÉANO ME APARTE

INFIEL

POR SI NO HAY MAÑANA

VIAJE A TUS VENAS

SIGAMOS

LLUVIA

BUCLE

PARTE III. REPRODUCIRSE

SOBREVIVIRTE

CONTRAPOEMA

VÉRTIGO

XLIV

PLEONASMO

ATISBOS

CRÍA CUERVOS

PARTE IV. RENACER

QUIERO IRME

FREYA

IRENE

CIELO LILA

XVII

ANSIEDAD

SABE A DERROTA

PÓLVORA

FINAL

A TI MI ESTRELLA

REBECCA J. DAVERN

CRÍA CUERVOS

A todo aquel que desee leerme, que recuerde

que se puede vivir sin espejo y contemplarse a

uno mismo en la luna de la memoria.

Así es cuando los demás nos hacen realmente bellos

A mi autor, esté donde esté

PARTE I. NACER
NOMBRES

Un nombre no puede ser poesía.

Un nombre no puede traerte a alguien de vuelta.

Un nombre no puede significar dos rostros.

Un nombre no puede hacerse añicos.

Un nombre no debería ser un tatuaje,

bastante tenemos ya con los que se han quedado

grabados sin tinta.

Un nombre no puede atravesar ciudades.

Un nombre puede erizar la piel.

Un nombre no puede borrar el salitre.

Un nombre no puede vivir en una cicatriz

para siempre.

Un nombre no puede volver la noche en día.

Pero un nombre puede ser pesadilla.

Un nombre puede convertir sueños en insomnio.

Un nombre puede ser una rosa en el viento.

Un nombre puede devolverte a casa.

Un nombre puede, claro que puede, ser desierto,

destierro de manos que buscaron cobijo.

Un nombre puede devolvernos a casa…

Y tu nombre, el solo hecho de oír tu nombre,

bastará para sanarme,

aunque no pueda ser poesía.

NOSOTRAS

Escribí tu nombre tres veces en la arena

y las tres veces

se hizo adarce.

Ya no sé qué somos,

ya no sé qué quieres...

—preguntas.

Bésame —suplico.

Y te caes en mis manos hecha de niebla.

Hazte sólida —te pido—.

Deja de diluirte en mis venas.

Pero nunca encuentro razones,

tú nunca buscas respuestas.

¿Qué somos? —repito—.

¿Qué quieres?

Y te encuentro en la cama:

a tu cintura la abarcan tres estados.

Y yo no puedo evitar querer equivocarme,

porque siempre me he equivocado contigo.

Por eso, tu nombre se borra en la arena.

Ya somos historia.

Podíamos haber sido nosotras.

INTÉNTALO

Me eché al mar en vez de correr,

porque me equivoqué de escalera.

Escogí el número tres y el triángulo isósceles,

que era lo que más se parecía a nosotros

y, en vez de oros, copas.

Quizás empieces a entenderlo.

Dije cruz y no cara,

porque odiaba la mía,

y sigo nadando en el mar

hasta volverme azul y ahogarme,

pero siempre sale tu reflejo en alguna parte.

Que por tu maldita culpa ahora pienso

que lo negro es realmente lo que vive,

que los colores son solo sombras

y que estoy condenada a limitarme.

Cuando no nado,

las calles siempre son las mismas:

se dilatan, se disipan. Siempre grises,

como si fuesen víboras a punto de acorralarme

y, aunque no me dañen,

no se terminan

y desembocan delante de la misma piedra,

donde siempre tropiezo

una y otra

y otra vez.

Quizás te suene, porque es ahí

donde acabamos haciéndolo

cada vez que nos cruzamos.

Estamos condenados,

pero no podría elegir otra escalera.

Si tengo que tocar con otros acordes,

prefiero no cantar y estar callada,

y de paso vuelvo al mismo camino.

Pero si me reencuentro contigo,

no oirás nada

hasta que colisionen nuestros pechos

y quizás entonces entiendas

por qué cada vez que me voy

dejo atrás tormentas.

17,04 zł