¿Quién paga la deuda?

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¿Quién paga la deuda?
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USFQ PRESS

Universidad San Francisco de Quito USFQ, Quito 170901, Ecuador.

https://libros.usfq.edu.ec/

Somos el departamento editorial de la Universidad San Francisco de Quito USFQ. Fomentamos la misión de la universidad al divulgar el conocimiento para formar, educar, investigar y servir a la comunidad dentro de la filosofía de las Artes Liberales.

¿QUIÉN PAGA LA DEUDA? SOBRE LA SOSTENIBILDIAD DE LA ECONOMÍA ECUATORIANA PARA LAS FUTURAS GENERACIONES

Bob Traa

Esta obra es publicada luego de un proceso de revisión por pares ciegos (peer-reviewed).

Producción editorial: Andrea Naranjo

Diseño y diagramación: Mariana Pérez

Diseño de cubierta: Ricardo Vásquez

Dirección gráfica de la colección Elementos de Economía: Santiago Gangotena

Editor general de la colección Elementos de Economía: Santiago José Gangotena

Revisión ortotipográfica: Elizabeth Salgado

© Bob Traa, 2020

© Universidad San Francisco de Quito USFQ, 2020

De la traducción:

© Ximena Traa-Valarezo, 2020

Del prólogo:

© Bob Traa, 2020

Todos los derechos reservados. No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio (electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros) sin autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. La infracción de dichos derechos puede constituir un delito contra la propiedad intelectual.

ISBN: 978-9978-68-168-8

Registro de autor: 059130

Primera edición en formato digital: octubre 2020

Catalogación en la fuente Biblioteca de la Universidad San Francisco de Quito USFQ.

Traa, Bob

¿Quién paga la deuda?: sobre la sostenibilidad de la economía ecuatoriana para las futuras generaciones / Bob Traa; traducción, Ximena Traa-Valerazo. - Quito: UFQ Press, ©2020

p . : cm. ; (Elementos de economía; Libro 2)

ISBN: 978-9978-68-167-1 ; 978-9942-38-457-7

1. Deuda externa - Ecuador. - 2. Sostenibilidad - Ecuador. - I. Traa-Valerazo, Ximena, tr. - II. Título. - III. Serie

CLC: HJ 8594. T8 2020

OBI

Se sugiere citar esta obra de la siguiente forma:

Traa, B., (2020). ¿Quién paga la deuda? Sobre la sostenibilidad de la economía ecuatoriana para las futuras generaciones. Quito: USFQ PRESS.

El uso de nombres descriptivos generales, nombres comerciales, marcas registradas, etcétera, en esta publicación no implica, incluso en ausencia de una declaración específica, que estos nombres están exentos de las leyes y reglamentos de protección pertinentes y, por tanto, libres para su uso general.

La información presentada en este libro es de entera responsabilidad de sus autores. USFQ PRESS presume que la información es verdadera y exacta a la fecha de publicación. Ni la USFQ PRESS, ni los autores dan una garantía, expresa o implícita, con respecto a los materiales contenidos en este documento ni de los errores u omisiones que se hayan podido realizar.

Diseño epub:

Hipertexto – Netizen Digital Solutions

Este libro está dedicado

a la generación joven del Ecuador.

Una buena política macroeconómica debe siempre ser calibrada para las futuras generaciones.

Ellas pagarán las cuentas que nosotros dejamos pendientes.

AGRADECIMIENTOS

Este libro se ha nutrido con los comentarios y las observaciones de varios colegas, amigos y conocidos. Entre ellos, se encuentran miembros del equipo y colegas del Fondo Monetario Internacional, con quienes desarrollé un programa de ajuste económico para el Ecuador en 2002-2003. En ese entonces, aprendí mucho sobre la economía, la política y la cultura del Ecuador, debido a mi interacción con el presidente Lucio Gutiérrez, el ministro de Finanzas Maurizio Pozo, el presidente del Banco Central Mauricio Yépez, entre otros colegas y amigos sentados al otro lado de la mesa de negociaciones.

Este libro se benefició también de los comentarios acertados de Thomas Reichmann, Mayra Zermeño, Samantha Roberts y Augusto de la Torre. Agradezco, además, a Margarita Andrade Lasso, César Robalino Gonzaga, Abelardo Pachano y Vicente Albornoz por las provechosas conversaciones sostenidas.

Finalmente, agradezco al equipo editorial USFQ PRESS de la Universidad de San Francisco de Quito USFQ: Santiago José Gangotena, Andrea Naranjo, Mariana Pérez y Elizabeth Salgado por su dedicación y esfuerzos en la edición y la publicación del libro durante los tiempos de la emergencia sanitaria del año 2020.

Agradezco a Ximena Traa-Valarezo, mi esposa, quien tradujo la versión original del inglés al español.

ÍNDICE

Prólogo

Capítulo 1. Economía y población: pasado, presente y futuro

Capítulo 2. La población económicamente activa, empleo y desempleo

Capítulo 3. Productividad

Capítulo 4. El PIB real potencial del Ecuador

Capítulo 5. Prospectos para la inflación y el PIB nominal

Capítulo 6. Política económica estructural

Capítulo 7. Política económica cíclica

Capítulo 8. Pensamientos sobre la deuda pública

Capítulo 9. Simulación de operaciones fiscales

Capítulo 10. Las reservas del petróleo, la producción petrolera y los ingresos petroleros

Capítulo 11. Operaciones fiscales no petroleras

Capítulo 12. El gasto de las inversiones del sector público y el stock de capital del sector público

Capítulo 13. La vejez y el Sistema del Seguro Social

Capítulo 14. Una proyección pasiva de la situación fiscal a largo plazo

Capítulo 15. Los flujos de recursos del petróleo NO son ingresos presupuestarios sino fuentes de financiamiento de los déficits fiscales

Capítulo 16. El balance contable del sector público

Epílogo

Trayectoria profesional del autor

ANEXO - CIFRAS

Notas al Pie

LISTA DE GRÁFICOS

1. Población (1000) y crecimiento poblacional (%)

2. Población en edad laboral y población dependiente (1000)

3. La tasa de dependencia (%)

4. Fuerza laboral (1000) y tasa de participación (%)

5. Desempleo (1000) y tasa de desempleo (%)

6. Empleo (1000) y crecimiento de empleo (%)

7. Empleo (1000) en 1990-2019

8. El PIB real 1990-2019 (ref. 2010)

9. Productividad laboral (actual y tendencia) y tasa de crecimiento (1990-2019)

10. El PIB real, tasa de crecimiento y tendencias (1950-2019)

11. El PIB real, tasa de crecimiento y tendencia (1920-2100)

12. Deflactor del PIB y tasa de crecimiento (1960-2019)

 

13. El PIB nominal y tasas de crecimiento (2015-2100)

14. El PIB real y tendencial y la brecha de producción

15. La deuda pública (% PIB) (1970-2019)

16. La deuda total y la deuda explicada (% PIB) (1970-2019)

17. La tasa de interés implícito promedio de la deuda (%) (Ecuador y EE.UU.)

18. Los ingresos y gastos primarios (% PIB)

19. El balance fiscal general y primario (% PIB)

20. Los ingresos y gastos primarios (% PIB)

21. El balance fiscal general y primario (% PIB)

22. La deuda pública (% PIB)

23. Reservas petroleras y producción anual (millones de barriles)

24. Ingresos exportación petróleo y precios / barril mezcla ecuatoriana

25. Ingresos petroleros en el presupuesto y participación

26. Ingresos fiscales generales y del petróleo (% PIB)

27. Balance primario y general no petrolero (% PIB)

28. Inversión pública del capital fijo (% PIB)

29. Inversión pública del capital fijo real (% crecimiento anual)

30. El stock de capital del sector público (% PIB)

31. Valor neto presente de las reservas del IVM a precios de 2013

32. Valor neto presente de las reservas del RT a precios de 2013

33. Valor neto presente de las reservas del SSC a precios de 2013

34. Valor neto presente de las reservas del SGS a precios de 2013

35. Valor neto presente de las reservas del ISSFA a precios de 2013

36. Valor neto presente de las reservas del ISSPOL a precios de 2013

37. Valor neto presente de las reservas del SSS a precios de 2013

38. Reservas del Seguro Social en porcentaje del PIB

39. Balance primario y deuda como procentaje del PIB (escenario pasivo)

40. Balance fiscal primario y deuda como porcentaje del PIB (escenario activo)

41. Balance general con y sin ingresos petroleros (1983-2019) (% PIB)

42. Balance primario y general no petrolero (1983-2019) (% PIB)

43. Activos y pasivos del sector público (% PIB)

44. Índice de patrimonio neto a precios constantes de petróleo (1970=100)

LISTA DE CUADROS Y RECUADROS

Cuadros

1. El PIB real, tasa de crecimiento y tendencias (1950-2019)

2. El PIB real, tasa de crecimiento y tendencias (2010-2100)

3. El PIB nominal y real y el deflactor, niveles y tasas de crecimiento (1960-2019)

4. El PIB nominal y real y el deflactor, niveles y tasas de crecimiento (2010-2100)

5. Simulación de ajuste del balance fiscal y la deuda

6. Operaciones fiscales de sector público no financiero (2000-2019)

7. Operaciones fiscales de sector público no financiero (2019-2060)

8. Balance contable del sector público

Recuadros

1. Escenarios de población

2. Tasas de participación de la fuerza laboral

3. El promedio de la productividad laboral

4. Escenarios de crecimiento del PIB real potencial

5. Escenarios de la deuda

PRÓLOGO

Este libro fue escrito con un propósito: el Ecuador está atravesando por una situación económica difícil, y a menudo se escuchan discusiones políticas sobre cómo encarar los desafíos más recientes. El gasto público se aceleró cuando los precios del petróleo estaban altos, pero cuando los precios del petróleo bajaron, las cuentas se vencieron y allí comenzó el problema. ¡Otra vez! ¿Por qué ocurre esto una y otra vez?

Al parecer, los sistemas políticos no tienen memoria y, más aún, parece que no aprenden de la historia y las tendencias subyacentes. Las presiones de los políticos por ser elegidos obligan a que las tendencias se planifiquen para el corto plazo, o sea, un año y medio, más o menos. Si los políticos manejaran las cuentas de sus hogares en la forma en que manejan los países, sus familias tendrían que afrontar serios problemas económicos. Entonces, ¿por qué los votantes no aprenden y exigen que la economía de su país se maneje con más sensibilidad y previsión?

Este libro plantea muchas más preguntas que respuestas, pero trata de desarrollar un gran arco de pensamiento. Este arco de pensamiento intenta cerciorarse de los límites de lo que la economía del país puede ofrecer, bajo supuestos realistas y quiere aprender qué es posible y qué no es posible, ilustrándose en la experiencia de otros países, para luego mirar hacia el futuro y ver si podemos encontrar fortalezas de largo plazo que funcionen en el Ecuador. Si ese análisis es útil, en la planificación y manejo futuro de la economía quizás podrían tomar en cuenta algunos de los hallazgos que se discuten en las siguientes páginas.

Dos argumentos clave que planteamos son que el horizonte, para el análisis y planificación en la política económica, es peligrosamente corto, y la comunicación de asuntos económicos importantes es muy defectuosa —comenzando con el tema de cómo se mide y reporta el déficit o el superávit presupuestario—. En efecto, este análisis sugiere que el presupuesto anual de ingresos y gastos no es la cuenta financiera más importante para los gobiernos y los países; lo que más debería importar es el balance contable intertemporal del sector público, que revela todos los activos y los pasivos, y el patrimonio neto del Estado. La mayoría de países ni siquiera tienen un balance contable del sector público y menos aún un balance contable intertemporal.

Para apostarle a nuestro discurso, tomamos una meta de 80 años, hasta 2100 (hoy estamos en 2020). Esto representa toda una vida para los ciudadanos ecuatorianos que nacen hoy. Planear para las nuevas generaciones es lo correcto, porque el Ecuador y todo el planeta están bajo mucha presión —ambiental y macroeconómica, para nombrar unas pocas—. ¿Dejaremos un futuro decente para nuestros hijos, o es que eso no importa?

El libro solo raspa la superficie y reconoce las limitaciones de cifras en muchos lugares, pero intenta tocar los temas fundamentales de cómo una macroeconomía se mueve y prospera, o entra en pánico, cualquiera que sea el caso.

La intención de este libro es de presentar temas relevantes en capítulos relativamente breves. Estos capítulos pueden ser interpretados como notas para discusión porque nadie tiene el monopolio ni de la visión a futuro ni de la sabiduría. Estamos convencidos de que estos temas merecen ser discutidos, para que el Ecuador pueda tomar buenas decisiones a futuro, y evitar repetir comportamientos económicos procíclicos y perjudiciales que destruyen los valores en lugar de construirlos. Esperamos que los lectores encuentren este libro interesante e informativo y que despierte en ellos curiosidad y reflexión.

La transparencia es lo más importante de todo, por ello, incluimos un anexo que presenta todas las cifras usadas en el libro para cada uno de los capítulos. Dedicamos mucho tiempo a unir cifras de múltiples fuentes. Si el lector encuentra que hay cifras incorrectas, sería muy importante que lo denotara para corregirlo; pero, en realidad, este trabajo le corresponde al Instituto Nacional de Estadística, al Banco Central del Ecuador y a los Ministerios de línea. Esperamos que esas instituciones expandan la publicación de largas series de datos de variables económicas cruciales, en formatos fáciles de usar, para que otros investigadores puedan continuar haciendo nuevos hallazgos que contribuyan a explicar cómo la macroeconomía ecuatoriana funciona y evoluciona.

Todo este trabajo es para tratar de mejorar el futuro. Es por esta razón que el libro está dedicado a todos los niños del Ecuador, pues ellos tendrán que pagar las cuentas pendientes que les dejemos como legado.

CAPÍTULO 1
Economía y población: pasado, presente y futuro
El tamaño de la economía ecuatoriana está anclado en el tamaño de la población.

Todos los días se menciona en los periódicos la macroeconomía del Ecuador.1 A veces el crecimiento se incrementa y otras veces se reduce. A veces los analistas, periodistas, políticos, comerciantes, banqueros y los ciudadanos en sus casas, con sus familias, reunidos en la cocina o el comedor, discuten las probabilidades de una crisis. Y a veces los ánimos son buenos, quizás cuando el público ve que los precios del petróleo están subiendo, lo cual significa que pueden esperar que los ingresos del Ecuador se incrementen.

Quisiéramos comenzar la discusión de la macroeconomía del Ecuador desde cierta altura, mirando hacia abajo a las características más importantes que determinan el tamaño de la economía. Por tanto, no estamos interesados, en esta primera etapa del análisis, en los altibajos de la actividad económica que tiende a ser muy volátil, sino más bien en los elementos esenciales que determinan el tamaño de la economía y su evolución o tasa de crecimiento en un momento dado —la tautología de la macroeconomía—. Por lo tanto, estamos interesados en la siguiente pregunta: ¿Cuán grande puede ser una economía saludable? O, en otras palabras: ¿Cuál es el tamaño potencial de la economía y su potencial tasa de crecimiento sostenible?

 

* * *

Una pieza clave que sirve para medir cualquier macroeconomía es el concepto de producto interno bruto (PIB), o Q, de quantity que en inglés significa ‘cantidad’. El PIB es la suma de todos los bienes y servicios producidos en la economía en total, que es típicamente medida trimestral o anualmente y es algo que se puede comparar con otros países del mundo.

Los bienes y servicios, en cada economía, son producidos empleando a las personas y permitiendo que estos empleados trabajen con máquinas (camiones, maquinaria manufacturera, computadoras, plantas eléctricas, etc.) y se adscriban a reglas de conducta de todo tipo (leyes, normas y reglamentos del país) para generar el PIB del país. Entonces, podemos decir que el resultado (Q) que produce una economía es en general una función de la interacción de trabajo (L del inglés labor) y capital (K). El trabajo es un factor de producción que comprende diferentes tipos de actividades; por otro lado, el capital es otro factor de producción que comprende todo tipo de máquinas e instrumentos que contribuyen a la productividad del trabajo.

Q = f (L, K)

Ahora debemos medir estas tres cosas: producción, trabajo y capital para comprender cómo estos interactúan y qué significan al final. No es una tarea fácil. Las autoridades miden la producción y reportan los resultados trimestrales y anuales, recogiendo datos de las fábricas, tiendas, sitios turísticos y muchas más entidades productivas, para mostrar cuánto producen en un periodo de tiempo determinado. El Instituto de Estadística y el Banco Central son los responsables de hacer la sumatoria internacionalmente acordada y luego publicar la información del producto interno bruto. Calcular el PIB es un trabajo de gran magnitud, pero hay mucha experiencia en hacerlo en todos los países y los números son a veces revisados y actualizados en función del tiempo, para que sean más precisos —un ejercicio difícil, pero manejable—.

Luego tenemos el factor “trabajo”. En sentido económico, comprende a toda la gente que trabaja, más las personas autoempleadas, incluyendo los dueños de las fábricas y otros tipos de emprendedores. La gente que está desempleada (D) no se cuenta como “trabajo” porque no produce nada, por ahora, pero son potenciales trabajadores, en cuyo caso se contarían como parte del factor laboral. La medida de “trabajo,” por tanto, es conceptualmente fácil y el gobierno publica las cifras sobre el número de personas que trabajan.

Podemos decir que la medida del factor trabajo es el “número de personas empleadas” (L=E). Dado que algunas personas que tienen un empleo trabajan 25 o 30 horas por semana, mientras que otros trabajan 50 o 60 horas semanales, algunas instituciones de estadística también empezaron a medir el factor “trabajo” no en personas empleadas (E), sino en “número de horas trabajadas” (H) en un periodo de tiempo determinado. Por ahora, nos quedaremos con el concepto más fácil de “número de personas empleadas”.

El factor “capital” (K) es el más difícil de medir, porque comprende muchas cosas que no pueden ser fácilmente añadidas. Pero hay buenas noticias sobre este tema: podemos medir “los efectos del capital” en el sentido más amplio, o sea, que el capital es lo que hace a los trabajadores más productivos. Por esto, un trabajador que no dispone de ninguna máquina en una fábrica, puede ser que produzca 10 unidades como producto; mientras que un trabajador en una fábrica donde dispone de máquinas altamente sofisticadas puede producir 100 unidades de producto en un tiempo determinado. Entonces, podemos decir que el segundo trabajador es 10 veces más productivo que el primero. Las inversiones en máquinas, carreteras, puertos, aeropuertos, universidades, buenas leyes, un buen sistema judicial y el tener acceso a tierra fértil y recursos naturales son todas formas de “capital” que hacen que cada trabajador en la economía, en promedio, sea más productivo.

Todos los países tratan de mantener cierto nivel de inversión (I), porque las inversiones se acumulan para formar el stock de capital (K). La educación también es una forma de inversión —es inversión en el stock de capital humano—. Los países con mejor desempeño en inversión, en general, tienden a tener un stock de capital (físico y humano) más grande. Asimismo, los trabajadores que, en su ocupación, tienen acceso a un stock de capital avanzado y amplio producirán más y generarán un PIB más grande: el stock de capital más amplio hace a los trabajadores más eficientes y productivos. Entonces, la función de producción que hemos visto anteriormente dice que es la combinación de los factores labor y capital la que determina el tamaño del PIB.

Ahora podemos dar la vuelta a la pregunta de ¿qué hace que un país tenga cierto nivel (potencial) de producción o PIB?, para decir que todo el PIB es el producto del trabajo y la productividad laboral. Podemos medir la productividad laboral dividiendo la producción para el número de personas que han producido este resultado. Si un país cuenta con muchas máquinas, excelente dotación de recursos naturales, muy buenas universidades, buenas carreteras y puertos e infraestructura, buenas leyes y buenos jueces, entre otros —entonces cada empleado tiene acceso a un gran stock de capital—, podemos decir que esto hace que cada unidad laboral sea “más productiva”.

Si dos países, donde cada uno emplea 5 millones de unidades laborales, pero tienen muy diferentes niveles de “capital”, producirán diferentes niveles de PIB. El país con poco capital —poca inversión— producirá un PIB moderado; el país con altos niveles de capital —mucha inversión— producirá mucho más PIB. Al mismo tiempo, los países con más gente tienden a PIB más grandes con cierto nivel de capital per cápita y los países pequeños con población pequeña y pocos trabajadores con el mismo nivel de capital per cápita, tenderán a un nivel moderado de PIB.

Q = L * (Q/L)

producción = empleo * producción por unidad laboral (productividad laboral)

Así, si queremos saber cuánto puede producir una economía, necesitamos estudiar dos temas: ¿Cuántos empleados tiene el país y cuán productivo es cada empleado en promedio? Este tren de pensamiento nos lleva a considerar la demografía.

* * *

Población (POB). Podemos decir, como principio general, que el tamaño y la evolución de cada economía están ancladas en su demografía. Para ponerlo en términos simples, un país con muchos ciudadanos tendría una fuerza laboral y empleo más grandes; lo que se traduce a una economía más grande.2 Vale la pena decirlo de frente que, esto NO significa que los países más grandes tienen un estándar de vida y bienestar más alto, porque eso depende de otras cosas tales como eficiencia y, de hecho, de la política del país. El estándar de vida es, por tanto, otro concepto diferente que veremos más tarde. Simplemente dice que, con más empleados, uno puede producir más bienes y servicios, así de simple.

Miremos el caso del Ecuador. ¿A cuánto asciende la población de hoy en día; cuántos ecuatorianos había en el pasado?, y según los demógrafos profesionales (científicos que estudian la estructura y el crecimiento de la población) ¿Cuánta población se espera que exista en el futuro? El gráfico 1 responde a la pregunta usando las bases de datos de la ONU y del Banco Mundial. Estas instituciones trabajan en conjunto con los estadísticos y demógrafos del Ecuador, por lo que las estimaciones y proyecciones son al final un esfuerzo colaborativo y nosotros nos basaremos en esos números para el análisis que sigue a continuación.

Las cifras muestran que la población del Ecuador era de 3.5 millones de habitantes en 1950, y que, para 2019, la población había crecido a 17.3 millones de habitantes. Las proyecciones de los demógrafos indican que la población continuarán creciendo a un máximo de 25 millones para 2080, antes de empezar a declinar gradualmente.

Como el gráfico muestra, también la tasa promedio de crecimiento para el periodo de 1950-2100 es de 1.3 % por año; el periodo de 1950-2019 (pasado) con una tasa promedio de crecimiento poblacional de 2.4 % por año, y el periodo 2020-2100 (futuro) con una tasa promedio de crecimiento poblacional de 0.4 % por año. Al momento, en 2020, la tasa de crecimiento poblacional del Ecuador es de alrededor de 1.5 % por año y empieza a declinar gradualmente.

Ahora, daremos un pequeño salto hacia adelante para hacer una predicción que algunos lectores encontrarán intuitiva: la tasa de crecimiento promedio de la economía ecuatoriana en el futuro será menor que la tasa de crecimiento en el pasado. La tasa de crecimiento continuará siendo volátil año tras año, pero en promedio, no puede estar muy divorciada de la tasa de crecimiento poblacional. Veremos más tarde por qué ocurre esto.

Gráfico 1. Población (1000) y crecimiento poblacional (%)


Fuente. ONU y cálculos del autor.

Recuadro 1. Escenarios de población (1000 personas)

Las proyecciones de población reportadas por la Organización de Naciones Unidas (ONU) y usadas en este texto, representan un “escenario central”. Dado que uno no puede prever el futuro con certeza, la ONU también reporta un escenario de población menor y un escenario de población mayor (con 80 % de probabilidad). Ambos escenarios menor y mayor incorporan menores y mayores tasas de fertilidad, y menores y mayores tasas de inmigración. De esa forma, podemos ver un rango de proyecciones y tener una mejor idea de cuán grande o pequeña podría ser la población, con cierto margen de error. Los resultados de los cálculos se muestran en el gráfico que sigue a continuación.

Ecuador: Proyecciones de la población (ONU, versión 2019)


En el escenario central usado como línea base para este libro, decimos que la población crecerá a unos 25 millones de personas alrededor de los años 2080, antes de estabilizarse. En el escenario menor, la población podría alcanzar 22 millones por el año 2060. Y en el escenario mayor, la población podría seguir creciendo a unos 31 millones para el 2100. En el escenario central, la tasa de crecimiento poblacional promedio para el periodo 2020-2100 es de 0.4 %. En el escenario menor es de 0.1 %, y en el escenario mayor, es de 0.7 %.

Una población más grande y, por tanto, una economía mayor puede soportar más deuda. Una población que crece más rápido puede rendir tasas de crecimiento económico más altas. Así, estos escenarios nos pueden ayudar a ver un rango de tasas de crecimiento potenciales en la economía (bajo supuestos estándares). Esto se puede usar para evaluar los riesgos potenciales en los pronósticos de crecimiento y lo que la economía puede ofrecer a futuro. Los gobiernos deberían analizar las diferencias cuando hacen políticas públicas para el país.

La visión es importante, porque los políticos a veces quieren que el público crea que las economías pueden crecer eternamente, sin límite de visión —prometen que todo estará bien en el futuro, siempre y cuando ellos sean elegidos—. Esto no tiene sentido. Es muy importante que se entienda cuánto puede producir la economía (el PIB potencial), para que las esperanzas de la gente no desmayen constantemente y para que, más bien, las políticas puedan estar basadas en expectativas más realistas.

* * *

Población en edad laboral (PEL). Nos gustaría explicar más precisamente la relación entre demografía y economía. Por esta razón, vamos a tratar de desagregar el concepto amplio de población en sus partes. En primer lugar, podemos dividir la población total en dos grupos: los que tienen edad laboral y los que no tienen edad laboral. En la mayoría de países, la población en edad laboral es aquella entre 15-65 años de edad. La gente menor de 15 años es joven y los mayores de 65 años son adultos mayores. Así, ahora podemos dividir la población en dos grupos: población en edad laboral (15-65) (PEL) y dependientes (<15 and >65) (DEP). El gráfico 2 muestra esta desagregación para la población ecuatoriana de 1950-2100.

POB = PEL + DEP

Gráfico 2. Población en edad laboral y población dependiente (1000)


Fuente. ONU y cálculos del autor.

El gráfico 2 muestra que la población en edad laboral es significativamente menor que el total de la población y que el número de dependientes está constantemente en crecimiento. Esto tiene implicaciones adicionales para la macroeconomía. Por ejemplo, la población en edad laboral alcanzará su punto máximo, aproximadamente, en 2060, lo cual es más temprano que para la población en general. Eso significa que el potencial económico del Ecuador también alcanzará su punto máximo antes de que el país logre su mayor nivel poblacional. El número de empleados que pueden colocarse en sitios de trabajo dentro de una economía se desprende de la población en edad laboral, que será menor que la población total.

Asimismo, a medida que crece la dependencia, un número menor de población en edad laboral debe producir bienes y servicios para un número mayor de población dependiente, especialmente adultos mayores. El gráfico 2 no muestra eso, sino que el aumento en la dependencia viene especialmente de las personas de más edad, porque ellas necesitan pensiones, cuidado de salud y otros tipos de cuidados y el costo de esos servicios es alto para cualquier economía.