Czytaj książkę: «Un día sin ti, una vida contigo»
Semillero de investigación PAZS.O.S
Un día sin ti, una vida contigo / autores, Semillero de investigación PAZS.O.S ; ilustradores, Semillero de ilustración “Aquí no hay artistas” ; compiladora, Alba Lucía Cruz Castillo. – Primera edición. – Bogotá : Ediciones Unisalle, 2021.
158 páginas : ilustraciones ; 19 cm.
Incluye referencias bibliográficas
ISBN 978-958-5148-73-4 (impreso)
ISBN 978-958-5148-75-8 (ePub)
ISBN 978-958-5148-74-1 (PDF)
1. Desaparición forzada (Delito) - Colombia 2. Personas desaparecidas - Colombia 3. Víctimas de la violencia - Colombia 4. Conflicto armado - Colombia I. Cruz Castillo, Alba Lucía II. Semillero de ilustración “Aquí no hay artistas” III. Título
CDD: 303.66 ed.22
CEP-Universidad de La Salle. Dirección de Bibliotecas
ISBN impreso: 978-958-5148-73-4
ISBN ePub: 978-958-5148-75-8
ISBN PDF: 978-958-5148-74-1
Primera edición: Bogotá, D. C., febrero del 2021
© Universidad de La Salle
Compiladora: Alba Lucía Cruz Castillo
Ediciones Unisalle
Carrera 5 n.º 59A-44, Edif. Administrativo, 3.er piso | Bogotá, D. C.
PBX: (571) 348 8000, extensiones: 1224-1226
edicionesunisalle@lasalle.edu.co
https://ediciones.lasalle.edu.co/
Edición
Dirección editorial
Alfredo Morales Roa
Coordinación editorial
Andrea del Pilar Sierra Gómez
Corrección de estilo
Sabina Ojeda
Diagramación y diseño de portada
María Paula Acosta Boada, William Yesid Naizaque Ospina
Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro por cualquier procedimiento, conforme a lo dispuesto por la ley.
Ilustradores
Semillero de ilustración “Aquí no hay artistas”
Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano
Alejandra Benítez Zubieta
Andrea Montoya Medina
Ana María Contreras Alcalde
Camilo Andrés Acosta Beltrán
David Osorio León
Julián Velásquez Osorio
Juliana Quitián Barrero
Laura Fernanda Bolaños Parada
María Paula Acosta Boada
Melissa Zuluaga Romero
Mónica Bonilla Prada
Nancy Zapata Medina
Paula Flechas Royero
Sergio Silva Díaz
Sofía Murcia Gómez
Autores
Semillero de investigación PAZS.O.S
Universidad de La Salle
Alba Lucía Cruz Castillo
Alejandra Calderón Martínez
Johan Romero Rodríguez
Karen Lorena Urrego Rubiano
Karol Viviana Cubillos Gutiérrez
Kelly Buitrago Ramírez
Laura Urrego Mogollón
María Camila Martínez Torres
Valentina Dalmau Corredor
Wendy Lorena Mesa Linares
Contenido
Introducción
I. Lista de reproducción
II. Adela y la máquina del tiempo
III. Los monitos y monitas en la lucha contra la pereza del otro
IV. Debajo del sombrero
V. La flor amarilla
VI. Eterno regreso
VII. Compadre
VIII. La historia del pueblo que se ha quedado sin personajes
IX. La casa de colores
Referencias
Introducción
Alba Lucía Cruz Castillo*
Alejandra Calderón Martínez**
* Docente investigadora del programa de Trabajo Social de la Universidad de La Salle (Bogotá, D. C.).
** Trabajadora social egresada de la Universidad de La Salle (Bogotá, D. C.).
E
l valor formativo y reparador de la memoria constituye este libro, el cual nació del vínculo comprometido, de la actitud no neutral frente al dolor ocasionado por sucesos históricos que marcaron la vida de familias y de comunidades enteras (Lira, 2015). Por lo tanto, la obra realza la voz de la memoria colectiva en Colombia para reconocer y recordar la verdad que falta, es decir, la verdad de los temores, de los sueños, de las resistencias, del significado de las experiencias y de la visión de una sociedad en un constante tejer, destejer y retejer.
La literatura se posiciona en espacios de educación popular y alternativa para cuestionar las realidades comprendiéndose como un lugar de memoria que brinda refugio contra el olvido; por eso, este libro no solo detiene el tiempo: materializa lo inmaterial, aquellos relatos dolorosos que brotan del deseo de la verdad y la justicia. Consideramos esta obra un aporte más para la construcción de una cultura del recuerdo, para vivificar la memoria de las víctimas, para acoger, por medio de las pedagogías alternativas literarias, las narrativas de vida y resistencias sostenidas en el tiempo de la incertidumbre y de la esperanza.
Cuidar de la memoria implica comprender los contextos particulares, actores y procesos por los que defienden sus testimonios los sobrevivientes, quienes se mueven entre “futuros pasados, futuros perdidos y pasados que no pasan” (Jelin, 2002, citada en Centro Nacional de Memoria Histórica, CNMH, 2014, p. 27). Estos escenarios se politizan en las dinámicas que Ricoeur (2007, citado en García et al., 2015) otorgó al sentido de recordar, que significa seguir narrando:
es decir, transmitir a las nuevas generaciones esta serie de cuentos e historias abre la posibilidad de educar en la memoria, con el objetivo de continuar el legado de una cultura del recuerdo desde una perspectiva de cuidado y empatía; legado de la comunidad que crea estrategias artísticas, simbólicas, representativas y, sobre todo, humanas para posicionar sus voces, las de sus familiares desaparecidos, en una plataforma política y pedagógica que contribuya a la configuración de una educación de la memoria y a la formación ciudadana para un futuro de no repetición.
Este libro es el fruto de un proceso que se inició en noviembre del 2018 con encuentros empáticos y acercamientos a las realidades de las comunidades.
A partir de un acto político, ético, académico, investigativo y, principalmente, humano, comprometido, el semillero de investigación PAZS.O.S, del programa de Trabajo Social de la Universidad de La Salle, acompañó durante un año y medio (del periodo 2018-II al 2019-II) a familiares víctimas de casos de desaparición forzada en los municipios de Uribe (inspección La Julia y vereda El Paraíso) y Vista Hermosa (corregimiento de Piñalito) del departamento del Meta, territorios que hicieron parte de la Zona de Distensión creada durante la presidencia de Andrés Pastrana (1998-2002).
La zona se dio con el despeje de algunos territorios en los departamentos del Meta y Caquetá para que un grupo al margen de la ley se asentara en estos, reuniera a sus miembros y estableciera diálogos de paz con el Gobierno nacional. Los diálogos no llegaron a buen fin y el proceso dejó graves secuelas en los habitantes; una de ellas: la desaparición forzada de chicos y chicas entre doce y diecisiete años, quienes en su mayoría fueron reclutados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) o capturados por el Ejército Nacional y grupos paramilitares cuando salieron de esos territorios.
Así, este escrito es el resultado de un ejercicio —realizado de la mano de la Fundación PAX Colombia— mediante el cual se reconstruyeron 38 casos de desaparición forzada, con la intención de elaborar un informe macro que sirva como documento frente a la Comisión de la Verdad. El trabajo del semillero se concentró en elaborar entrevistas semiestructuradas y encuentros con los familiares para ampliar la información de los casos. El equipo planteó una estrategia denominada “Dignificar y valorar el recuerdo”, la cual consistió en tener encuentros empáticos con los familiares a través de objetos que les pertenecían a las víctimas; con estos como mediaciones narrativas se reconstruyó el recuerdo de quienes no estaban presentes.
En el transcurso de la aplicación de esta estrategia el equipo realizó una Guía de primeros auxilios emocionales, que ayudó tanto a los investigadores como a los familiares a comprender el espacio de escucha y elaboración de emociones. Los aprendizajes de este camino fueron muchos, quizá el mayor estuvo en darle un lugar al recuerdo, en no suponer que el olvido siempre es malo o bueno ni que el alma debe callarse porque alguien por fuera nos lo dice; al contrario, el alma debe llorar y gritar tantas veces como pueda, porque no hay forma correcta de sanar.
En la tarea de acompañar, escuchar y reconstruir los casos de desaparición forzada se nos fue develando la necesidad de dignificar a las víctimas, dado que para muchos de sus familiares el hecho de la desaparición está marcado por la estigmatización, el agotamiento, la culpa y, en la gran mayoría de los sucesos, por el miedo. Entonces, para nosotros dignificar significó volver al encuentro con la esperanza, con el vínculo afectivo, con la lucha y con la fuerza que da motivos para continuar la búsqueda y el reclamo. Nuestra manera de aportar a ese proceso se sintetiza en los cuentos que contiene este libro: cada uno de ellos habla de un desaparecido; a la vez, habla de sus familiares y, sobre todo, de la ilusión que leímos en sus rostros, de los recuerdos cariñosos y del amor profundo que aún están presentes en su día a día. Podemos decir que cada cuento tiene la esencia de alguna historia, el olor de sus casas, el calor de sus abrazos y las palabras de aliento, que son la base que sostiene la vida sin ellos.
Los autores de los cuentos son los estudiantes y la docente lideresa del semillero PAZS.O.S, quienes entrevistaron a los familiares víctimas. Los escritos presentan nueve historias en las cuales se conjugan múltiples vivencias de estas personas, quienes sufren por el flagelo de la desaparición forzada; así, los cuentos representan puntos de encuentro para muchos familiares y su anhelo de hallar a sus seres queridos.
Se destaca que los nueve relatos que inspiraron estos escritos no se priorizaron sobre los veintinueve restantes: su selección obedeció solo a que los investigadores creadores fueron quienes acogieron la convocatoria de esta iniciativa y decidieron —de la mano de la docente coordinadora del semillero y, en ocasiones, con el acompañamiento de Luz Marina Suaza, profesora de cátedra del programa de Trabajo Social de la Universidad de La Salle— embarcarse en la aventura de construir cuentos sobre lo que escucharon con potencial para que los niños, niñas y adolescentes de la Escuela Rafael Uribe Uribe (Uribe, Meta) se apropiaran de ellos como herramientas de recuerdo y de acción reflexiva en el contexto educativo. La condición fundamental para quienes escribieron fue hacerlo desde el encuentro, desde los sentimientos, desde la palabra como medio y la dignificación como esencia. Ninguna historia es más importante que otra: los matices del sufrimiento son diversos y aquí se exponen algunos.
Escribir significó volver a encontrarse con cada uno de los familiares víctimas y reconstruir en el presente la ausencia de sus hijos, hijas, esposos, esposas, hermanos, hermanas, padres y madres, mediante el aroma que deja el recuerdo y desde el cual se levanta la vida en el hoy. Nuestro sueño es que este libro sea un material de memoria y de educación para jóvenes del municipio de Uribe (Meta), un símbolo de amor y encuentro de familiares y desaparecidos, un documento testimonial de esperanza continua.
Por otra parte, concretar el libro implicó hacer un recorrido en el cual encontramos muchos aliados; todas las historias tocaron sus almas y ellos abonaron sus talentos, esfuerzos y tiempos para hacerlo realidad. En especial, esto se dio en el semillero “Aquí no hay artistas” de la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano: sus estudiantes y el docente Julián Velásquez Osorio ilustraron los cuentos. Juntos nos apasionamos para que este libro tuviera esencia y por supuesto que la tiene: la esencia del encuentro de jóvenes pensando el país, sintiendo el dolor de los demás, respetando las narraciones de las vivencias de los familiares, tocándose el corazón para aportar y no quedarse indiferentes; la esencia de una juventud rebelde y, a la vez, constructora de cambios.
Así, este libro es el recorrido investigativo de jóvenes y docentes, el sueño de familiares víctimas y la esperanza de no olvido para una generación que necesita recordar a fin de levantar un país con mayor tolerancia, respeto por la diferencia, voluntad de resistir, poder para luchar y mucho amor para construir desde el territorio sin permitir que este sea violentado o agredido. Ahora bien, situar nuestro lugar como investigadores en el escenario del sufrimiento fue una constante en nuestro quehacer. De acuerdo con Aranguren (2008):
situar la pregunta de investigación en torno a las formas subjetivas de rememoración de experiencias de dolor y sufrimiento, supone que el investigador se enfrente a la fractura del lenguaje, a la ruptura de las disposiciones del enunciado, a intentos fallidos por gestionar lo indecible, a todo eso que de incomunicable tiene el horror. (p. 21)
Por momentos, el horror nos paralizó, nos silenció; sin embrago, en esos mismos momentos nos permitió sacar fuerzas para pensar en alternativas de construcción de memoria colectiva que, valiéndose de medios como la literatura, podían representar vías posibles para recordar y anclar estos recuerdos al no olvido.
Con respecto a los medios literarios como alternativas estéticas y políticas para aportar a procesos de memoria colectiva que quizá sean inmunes al olvido, Erll (2012) afirma que esto remite a la retórica del texto, de aquellas formas de expresión que pueden seducir al lector y conectarlo con sus esquemas y formas cognitivas de ver o apreciar su realidad. En este sentido, optamos por formas literarias asociadas a la experiencia del lugar de investigadores y escuchas. A medida que los relatos cobraban carne, nuestra alma, nuestro sentir político y nuestra comprensión de dolor se fueron movilizando. Dado que el texto es una expresión de la evocación de todo aquello que nos pasó por el alma y la literatura es una vía para politizarlo, el libro no guarda una línea editorial concreta: el lector encontrará escritos realistas, ficcionales y fabulísticos. Los relatos de los familiares víctimas cumplen una función memorística, reparadora, de reflexión, de disposición al recuerdo y a la dignificación. En algunas ocasiones se integra su lenguaje propio en los personajes centrales.
La ruta planteada en la reconstrucción de los casos se inició con una mirada desde el enfoque humanitario para la búsqueda de personas dadas por desaparecidas, propuesto por la Comisión Colombiana de Juristas (2018), organización que, con relación a la búsqueda y al testimonio, afirma:
una de las grandes diferencias entre la búsqueda humanitaria y la búsqueda judicial se encuentra en la forma en la cual las declaraciones de víctimas, testigos y personas responsables de la desaparición se toman y tratan, y los efectos que tienen. Las declaraciones realizadas en una búsqueda humanitaria no poseen valor probatorio y no pueden utilizarse en una investigación judicial.
Sus efectos directos están únicamente encaminados a lograr la mayor información posible que permita la localización de las personas desaparecidas y su identificación. El objetivo final de las declaraciones es la satisfacción de los derechos de las víctimas y sus familiares a conocer lo sucedido y, dependiendo el caso, reencontrarse o poder realizar el duelo por el fallecimiento. (p. 31)
El enfoque propone una centralidad en el poder del testimonio como un acto en sí mismo, el cual tiene una potencia liberadora y sanadora. Políticamente, esto nos dio una ruta para acercarnos a los familiares víctimas desde nuestra profesión. La reflexión nos llevó a mirar las múltiples posibilidades de establecer un diálogo entre este enfoque y el Método de la Guía de Escucha (MGE), desarrollado por Gilligan en la década de 1980 (Gilligan et al., 2003; Kiegelmann, 2000; Sorsoli y Tolman, 2008), frente a las potencialidades de una escucha detenida, recursiva, reflexiva. Este método nos permitió contemplar una dinámica relacional y reflexiva de lo narrado y una acción reflexiva como escuchas, que desplegamos en cinco momentos; estas fases las proponen Muñoz-Proto et al., (2020), quienes hacen una adaptación del MGE que nos sirvió de referencia para elaborar estos momentos:
Darmowy fragment się skończył.